Re: La nueva religión

Iniciado por
Aquilífero
Estupendo aprote Valmadián. Una vez más me dejas con la boca abierta. Eres un "monstruo" todoterreno. Te tenía encasillado en otras facetas, pero veo con agrado que la "ciencia" se te da bastante bien.
Muy buen aporte, sí señor.
Muchas gracias por tus comentarios. Lo cierto es que no soy científico en el sentido de hacer Ciencia o estar investigando, pero si trabajo con Ciencia todos los días, es decir, las ciencias son mi quehacer cotidiano.
Hay una imagen desenfocada de lo que es un investigador científico. Es esa imagen de individuos vestidos con bata blanca y metidos entre tubos de ensayo y máquinas de uso incomprensible. Pero esa es la imagen de algunos, según campos de actividad. Otros muchos pasan desapercibidos porque su campo específico tiene un grado de experimentalidad más bajo, o porque "el laboratorio" en el que trabaja no está constreñido entre cuatro paredes de una institución. Quizás el ejemplo conocido de esto sea el de Albert EINSTEIN. Toda su Teoría General de la Relatividad la realizó en un despachito de una oficina, con una pizarra, unos cuantos paquetes de tizas, los bocadillos que se comiese, algunas bombillas y su laboratorio estuvo en un tranvía, el mismo que le llevaba desde su casa al trabajo y viceversa. A su vez la tecnología concreta que usó fueron dos relojes: el suyo y el de una torre delante de la cual pasaba el tranvía. Otro ejemplo de primerísimo orden es el de Isaac NEWTON. Una manzana le cae encima y el hombre se puso a meditar sobre el asunto y sólo con un telescopio de 30 mm de abertura, que hoy el más humilde de los aficionados a la Astronomía te lo tiraría a la cara, más una pizarra, papel, y tinta, elaboró la Ley de gravitación universal, y éste se manifestaba como un asombrado admirador de Dios.
Pues bien, investigadores así los ha habido a montones, sólo que no son conocidos, no están subvencionados, no gozan de los privilegios de estar junto al Poder, etc. Mientras tanto, "los otros" están afectados de una soberbia insufrible, y no gozan de las cualidades intelectuales necesarias para una investigación objetiva --la suya suele ser profundamente subjetiva porque utilizan los resultados como arma contra otros--, siendo la primera la libertad de pensamiento científico, debiendo rechazar todo autoritarismo académico, o lo que es igual, rechazo de la dogmatización científica, de ideas y teorías que se acaban convirtiendo en dogmas o verdades inmutables. Eso, es anticiencia.
Las otras cualidades son el rigor, o aplicación estricta del método empírico y no cubrir los huecos en la investigación con argumentos metafísicos que se apartan de ella y la desvirtúan. Lamentablemente, hoy en día, una considerable parte de la investigación se hace así a causa de presiones mercantilistas y consumistas, de conveniencias políticas, de intereses personalistas en busca de fama y dinero.
La positividad de la investigación, que no es sino aceptar las limitaciones que se imponen en toda línea de investigación, y no dedicarse a sesgar resultados para acomodarlos a las propios intereses o en favor de tendencias ideológicas. Este es uno de los principales defectos del evolucionismo como corriente ideológica, porque lo es, y la parte empírica está siendo usada como arma contra Dios.
El determinismo en ciencia, o actitud favorable a la aceptación de que todo hecho o fenómeno tiene unas causas, pasa por todo un proceso que lo condiciona y se deben buscar las leyes que lo rigen. No, por contra, saltarse estas realidades y negar su existencia.
Nos queda la imaginación, que no fantasías absurdas, y sobre todo humildad, para reconocer que se sabe muchísimo menos que lo que no se conoce, y humildad para reconocer las propias limitaciones, tanto personales o particulares, como colectivas al formar parte de una comunidad científica limitada.
Me queda comentar que la mayoría de las personas que se dedican a la enseñanza, sea cual sea el nivel, también participa del quehacer científico. No es sólo lo que se enseña en las aulas, no son sólo prácticas de laboratorio, es principalmente en el trabajo de equipo de los claustros, en el planteamiento y desarrollo de planes y actividades, es el análisis de las situaciones, ya sean por cuestiones cotidianas como por carencias detectadas..., etc, y todo, mediante unos métodos empíricos, todo ese trabajo no se hace así por las buenas y lleva muchas horas, mucho tedio, el realizarlo.
Para comprender qué es la Ciencia y en qué consiste su quehacer, hay un trabajo publicado especialmente enjundioso:
Thomas KHUNN La estructura de las revoluciones científicas en Fondo de Cultura Económica, colección "Breviarios".
Aunque yo soy bastante crítico con algunas afirmaciones del autor, un físico nuclear norteamericano, no dejo de reconocerle que la línea argumental es muy adecuada para tratar conocer estos "enigmas".
Saludos en Xto.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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