Re: El mito de la Ciencia.
Si, amigo Martin Ant, es un buen resumen que conocía y me pareció muy oportuno colgarlo aquí a causa de su claridad y la pedagogía ad hoc que se puede obtener en dicho texto. Pero fíjese que mis mensajes tienen unos destinatarios muy concretos o, si lo prefiere, un destinatario muy concreto: el sector materialista de la actual sociedad moderna. Ninguno de mis mensajes están referidos a los científicos como tales, ni a sus descubrimientos y avances en todos los campos de conocimiento. No tuve en su momento intención alguna de entrar en sus conciencias y creencias personales. Pero si he sido, y seguiré siéndolo, muy crítico con ese tipo de hombre medio, casi siempre urbano, o urbano "fugado" al campo, que lee revistas temáticas de divulgación, libritos en los que se explica una física parda de andar por casa, y al que hacen sentir importante porque dispone de un cierto conocimiento a-crítico que es incapaz de ubicar e interrelacionar con otras disciplinas. También mis críticas están dirigidas hacia quienes dan una aparente importancia a la ciencia a través de la tecnología. Es lo de "por la peana se adora al santo", cuando lo cierto es que mucha ciencia ha sido elaborada con unos medios ínfimos. Suelo poner a modo de ejemplo, que los elementos de la Teoría de la Relatividad fueron una pizarra, tizas, borrador, bombillas, dos relojes y muchos bocadillos. Pero el problema es que hay demasiados "amigos de la ciencia" (expresión para echarse a temblar), que ni saben, ni entienden, ni están en condiciones de aprender (intelectuales, económicas, sociales...etc.), pero que se dedican a dogmatizar en cualquier blog, web, foro, redes sociales..., sin el más mínimo rubor.
Por tanto, cuando elaboré estos mensajes pensaba en esta gente, no en lo que ha venido siendo nuestra discusión desde hace ya unos meses.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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