Aunque con algunos meses de atraso y dado que no se lograron más respuestas, recapacitemos un poco sobre el tema aunque modificándolo algo.

El cerebro, objeto material, es un órgano del cuerpo que se puede medir, pesar, ver, fotografiar, diseccionar, operar, colocar electrodos que, además, se desgasta, envejece, se infarta y muere. Por tanto es objeto empírico al que se puede aplicar el método científico.

La mente, no se puede medir, no se puede pesar, no se puede ver, no se puede fotografiar, no se puede diseccionar, ni operar, ni colocar electrodos, es decir, no es un órgano material, no es un órgano corporal o lo que es lo mismo, no es un objeto empírico y no se le puede aplicar el método científico. No se desgasta, no envejece y no muere.


Luego, hemos de convenir que la mente no es el cerebro.


Dado que la mente no es un objeto científico, es posible especular sobre ella sin cometer ninguna clase de tropelía. Sobre la mente se pueden leer y escuchar múltiples versiones personales o particulares. Personalmente, y partiendo de mi absoluta convicción de la verdad dual de la persona humana, considero que la mente es algo común entre el cuerpo humano y el alma espiritual o espíritu. La mente es conciencia y es memoria. Sirviéndose del cerebro la mente es el conducto a través del cual el alma espiritual está en contacto con el mundo, a través de dicho conducto quedan almacenadas todas las vivencias, físicas, emocionales y espirituales, en el alma.

Podemos considerar que el cerebro elabora pensamientos y lleva a cabo acciones que la mente le ordena, y es que el cerebro tampoco es el pensamiento, por ello, el cerebro es la herramienta física de la mente, pero seguimos viendo que no es la mente. Y, además, la mente no envejece mientras que el cerebro sí a causa del deterioro del resto del organismo que lo alberga. A medida que pasan los años, con la edad, se va produciendo una especie de lenta disociación entre el cuerpo y el espíritu. Esta disociación es bastante apreciable en personas mayores y, en ocasiones, suelen hablar de ello, lo llaman algo así como "cansancio de vivir", pero a ninguna se le oirá decir que su mente está cansada. Al contrario es muy común esa frase que afirma "yo me siento joven, no tengo sensación de tener la edad que tengo". Mientras que en personas más jóvenes no se aprecia ese extraño fenómeno disociativo. La mente al final se va con el espíritu, pues forma parte de él.

Pero estos comentarios, que no son ni filosofía ni teología, sino simple apreciación personal, tampoco pueden contar con apoyo científico alguno. Hoy en día la Neurofisiología, apoyada en el sistema de tomografía funcional por espín nuclear, así como por el sistema de producción de imágenes llamado tomografía por emisión de positrones, PET o TEP, y también a través de la resonancia magnética funcional, RMf, nos dirá que nada de lo que expuse es cierto, que hoy se cuenta con instrumentos muy avanzados que nos permiten ya prácticamente entender, o saber, cuál es la actividad entera del cerebro y cómo éste genera la mente.

Pero pese a tan rimbombantes sistemas empíricos, yo sigo sin tenerlo claro. Lo cierto es que cuánto más parece saberse de las reacciones químicas inducidas eléctricamente entre los 100 mil millones de neuronas a través de billones de sinapsis, o conexiones y contactos transmisores que se extienden por una red esponjosa de cientos de miles de kilómetros microscópicos, parece que no queda lugar para la idea de la mente como instrumento del espíritu, pero ¿dónde están las pruebas de toda esa actividad convertida en acciones mentales? Desde luego, yo no las he visto por ningún lado.

El problema se incrementa al tener que concluir que la conciencia, la memoria, el amor, el egoísmo o el altruismo, la compasión o el odio, el libre arbitrio o la libertad..., jamás han sido MEDIDAS, PESADAS, FOTOGRAFIADAS. ¿Dónde están los resultados que demuestran que "sólo" hay química?


Hay muchos que se quejan de que cuando se habla sobre estos temas se hace ignorando a los científicos. Eso es muy cierto, ¿pero acaso no es éste uno de los campos de conocimiento más exponente de la disociación entre filosofía, teología y ciencia empírica? Y es que el cerebro, su naturaleza, estructura y funcionamiento como órgano es objeto científico, pero la mente es objeto metafísico.

Acerca de la propia división de opiniones entre investigadores, dejo el siguiente enlace:

La luz al final del tnel, el ltimo enigma de la mente humana | Neurociencia | elmundo.es