Re: El bosón de Higgs

Iniciado por
ramafre
Verá, yo no tengo una profesión muy bien definida, sino que mi espectro de actividades es muy amplio... y estoy un tanto a la vista de lo que cae... Lo mismo que le ocurria a Sir Isaac Newton cuando encontró la fórmula que mide la velocidad de las manzanas cuando van a aterrizar sobre su cabeza. Resulta que esa velocidad es igual o soerir al cuadrado de la velocidad de la luz.
Pués verá don Isaac cada vez que se sentaba o se tendía debajo de un árbol le caía una manzana en la cabeza, pero no siempre; porque a veces la manzana le pegaba en otras partes de su anatomía. Tambien el golpe dependía de que fuese con IVA o sin IVA. y de si el gobierno habia subido la tarifa de la luz. y preguntado Don Isaac sobre qué era eso de las "acciones a distancia" que practican las jodías mazanas cuando él se sienta debajo de algún ejemplar arbóreo, contestó que las fuerzas que "accionan a distancia" no son entes reales sino una entelequia que según la lógica aristotélica es un Cuento Chino. Lo único real es que las manzanas se desprenden de las ramas en cuanto ven a Don Isaac Newton acomodarse en el primer árbol que pilla.
Si señor, las manzanas se comportan así porque no tienen educación ni vergüenza.
Ahora que tengo un poquito más de tiempo, voy a exponer algunas cosillas:
Galileo fue el primero en percatarse de que todos los cuerpos que se encuentran en la Tierra, si se desprenden de un soporte, caerán con la misma aceleración independientemente de la masa que tengan, y es que cuando las manzanas se caen, es porque se produce un fenómeno que depende de la fuerza de atracción terrestre. Aunque, hubo de pasar tiempo para que alguien se percatase de que la atracción es mutua y está relacionada con la masa.
Y resulta que la aceleración de la gravedad en nuestro mundo tiene un valor: g = 9'8 m/s2 Y esa atracción, sin impulso inercial alguno porque se inicia en estado de reposo, ( velocidad inicial = 0; Vo = 0) es constante con trayectoria vertical. Es decir, para cualquier curioso que quiera resolver algún problema que otro para entretenerse en estas largas tardes del caluroso verano, ha de aplicar la fórmula del movimiento rectilíneo uniformemente acelerado.
Por otra parte, hay un aspecto muy serio que no debemos olvidar. El peso (masa + fuerza de gravedad), no es lo mismo que la masa (cantidad de materia que tiene un cuerpo), resulta que es una fuerza por si mismo. Y, tal como se acaba de definir, habrá que aplicar la Ley Fundamental de la Dinámica, también llamada "Segunda Ley de Newton", venganza de éste por haberle estado haciendo la "puñeta" con las manzanitas. Y dicha ley de doble personalidad afirma que si un cuerpo es dejado caer, la fuerza que actuará sobre tal cuerpo será la de la masa del mencionado cuerpo multiplicada por la aceleración de la gravedad.
Vamos, tanto rollo para decir que: P = m x g, de donde P = al peso expresado en N (Newtons); m es la masa y se expresa en kilos; y, g es la aceleración de la gravedad, que se expresa como veíamos al principio en m/s2.
Y es que aquí no se encuentran ni IVA, ni EVA, sino tan sólo se nos explica por qué no nos caemos "hacia arriba". Eso si, nada que ver con la velocidad-luz y mucho menos la parte inexistente a la cuarta potencia de ésta. ¿O no era eso lo que ha querido decir?
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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