Re: Beatificación de Juan Pablo II
"La Iglesia recomienda con empeño la lectura de La Biblia... De manos de la Iglesia recibiremos, pues, el libro sagrado, y a ella nos dirigiremos para obtener una segura interpretación. Y luego nos dispondremos a la leer La Biblia con la guía de un buen comentario y con la preparación indispensable en el que se acerca a Dios: con humildad, con sencillez y con pureza de corazón.
La lectura del N.T. debe preceder generalmente a la del A.T., porque -como dice San Agustín- en el Antiguo Testamento está escondido el Nuevo, y en el Nuevo se revela el Antiguo..."
Curso de Religión y Moral Julio BONATTO, canónigo. Texto aprobado por la SAGRADA CONGREGACIÓN DEL CONCILIO (Vaticano I). Edit. LITÚRGICA ESPAÑOLA. Barcelona 1934. Págs., 417-418
Así que dado que la Iglesia Católica es la de N.S. Jesucristo, a su Palabra se debe acudir pues nos habla a todos y cada uno de modo directo.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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