Al menos en Sevilla aunque las dos tiendas de recuerdos turísticos están dentro del edificio de la Catedral no están en el templo en sí sino en dependencias anejas, y al menos si vas a misa o a otra función de culto suelen dejarte pasar sin problema. Y los turistas entran por otra puerta, con lo que si vas a misa no tienes que ponerte en cola. Ahora bien, ¿qué pasa si no se está diciendo misa pero uno simplemente quiere estar un rato en silencio dentro de un templo rezando o meditando? ¿No puede entrar? O entra, perdiendo un tiempo en la cola, pagando si es forastero (al menos los sevillanos no pagamos para entrar en la Catedral, pero tenemos que hacer cola para que nos den la entrada) y luego tener que aguantar el ruido y la confusión de la manada de visitantes que pulula por el templo y distrae hablando, sacando fotos y demás.