Neo-monja ye-yé a la italiana, versión siglo XXI

Desde luego no se puede decir que los obispos, grandísimos hijos del concilio, no hayan conseguido de forma implacable el objetivo del aggiornarmento de la Iglesia, es decir, el objetivo de su mundanización, vulgarización y vaciamiento en la práctica de lo que le es esencial.
Pues he aquí que acaba de nacer una estrella, un nuevo juguete eclesial en manos del mundo, el espectáculo y la televisión basura. Se llama Cristina Scuccia y al parecer es una joven monja ursulina de 25 años. Por supuesto, con estas maneras a las monjitas y a la Iglesia el mundo les va a conceder sin lugar a dudas licencia y permiso para existir y les va a perdonar la vida y lo que haga falta, aunque… que no se pasen de la raya… que la tolerancia es muy democrática y todo eso pero… con un límite… ¿eh? Sin embargo y muy al contrario, ay de aquel pobre francotirador carca y aguafiestas que nos venga a recordar que desde luego esa monjita no representa en lo mas mínimo a la Iglesia de verdad. ¿Ah, sí? ¡Pues ahí vamos!
Cristina tiene dotes para el canto, y… ¿como lo aprovecha? Pues no solo en el coro de la misa (que para el caso mejor no hubiera salido de allí) sino acudiendo a programas vulgares, de las vulgares cadenas de televisión, y en los que participan personas vulgares y en donde se escuchan y se ven cosas vulgares. Vamos, por lo que se ve podríamos decir que el programa, en formato de concurso musical, es una auténtica reunión de crápulas. Ahí va el adefesio, ¡preparen las manos a la cabeza!:




¿Han visto esos pasitos de baile, a juego con el hábito? No tienen desperdicio.
La letra del tema (No one, de Alicia Keys) es susceptibles de cierta piadosa interpretación, es cierto, pero mas bien digamos que podría serlo si no fuera porque la música que acompaña descarta por completo esa posibilidad, como ocurre con todo ritmillo pop, ritmillos y tonillos tan groseros y ordinarios que no solo no elevan sino que descienden cualquier atisbo de auténtica espiritualidad. Para salir de toda duda no hay mas que ver el vídeo del tema oficial: espiritualidad cero patatero.
Pero la parte mas jugosa viene en los diálogos. Así, ese ejemplo de pulcritud y pureza en los movimientos y en las letras de sus canciones (niños, lo decimos con ironía) que fue Raffaella Carrá le pregunta que si de verdad es una monja, a lo que Cristina responde que sí, que es una monja real total, completa y verdaderamente. Pero nosotros nos quedamos con la pregunta de la Carrá y repetimos: ¿De verdad eres monja? Porque una monja real de verdad sencillamente no se presta a semejantes ordinarieces.
Luego vienen mas claves, cuando Sor Cristina dice entre risas que espera que Francisco, el Papa (aunque nos duela), la llame por teléfono, como en otras ocasiones ha hecho con otras personas. Y añade:
“Él (Francisco) nos invita a salir y a evangelizar, a decir que Dios no nos quita nada, sino que incluso nos da todavía más”,
y el público, cómo no, se arranca en fervorosos aplausos, porque sabido es que Francisco despierta verdaderas pasiones en el MUNDO, pero no así auténticas conversiones a una vida de fe, penitencia, oración y fidelidad a la doctrina verdadera; de eso, por mas que digan, mas bien nada de nada.

Así pues, ya sabemos quién es el autor intelectual del adefesio, aunque lo sea de forma indirecta. Y desde luego, menuda forma de evangelizar, no predicándoles el Evangelio, no llamando al arrepentimiento y la penitencia ahora que es tiempo de Cuaresma, sino arrojando las perlas a los cerdos, porque presentarse de esa manera, con los hábitos, en ese sitio, y prestarse a ese vergonzoso espectáculo, eso es arrojar las perlas de la Iglesia a los cerdos del mundo, digan lo que digan.
Pero la guinda viene al final, cuando al parecer la cantante tiene que elegir a un tutor para el resto del concurso de entre los prendas que tiene delante, y toma parte por un rapero (¡un rapero, algo de lo mas vulgar de entre el ya de por sí vulgar pop!). Es entonces cuando el personaje le dice:
“Tú y yo somos imbatibles. ¿Sabes por qué? Somos el diablo y el agua bendita. ¡Ven conmigo!”
Mas elocuente imposible, y encima ¡en boca de un autoproclamado “diablo”!
Claro que, mas responsabilidad que Cristina la tendrán sus superiores, y sus superioras, cuyos botecitos de alegría tras bambalinas durante la actuación son para no perdérselos. Superioras que probablemente ya estarán pensando en los ingresos que van a empezar a llegar al convento con la nueva estrella. Y conste que con ingresos nos referimos a las vocaciones, no vayan ustedes a ser mal pensados… aunque, pobrecitas, como no deben leer Tradición Digital no deben de estar muy al tanto de la relación vocaciones-aggiornamento que la tozuda realidad nos muestra.
Pues nada, a tomar nota, y ya saben lo que tienen que hacer todos los curas de la Santa Tradición, que es juntarse con su equipo de monaguillos y entre sotanas, roquetes, puntillas y guitarras eléctricas montarse un grupete de rock para evangelizar a las masas televisivas y de paso conseguir unos ingresos, ejem, queremos decir vocaciones extra para la congregación de turno…


En fin, es lo que hay, es lo que tenemos, así que a verlas venir con paciencia y que el Señor nos perdone y nos de fortaleza porque todavía queda muuuuuuuuuuuucho…………….. por ver y por sufrir…
El paco
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