Ni por lo más remoto se me ha ocurrido que estuvieras de acuerdo con el Estado aconfesional, cosa que yo tampoco y me parece evidente que Prada tampoco. Ya te llevo leyendo desde hace algun tiempo y voy conociéndote. Pero creo que esta muy claro que los primeros que se abrazaron al caramelo del Estado aconfesional y la libertad religiosa fueron los obispos, que sin embargo quieren seguir chupando del bote.
Por cierto, si te fijas en el artículo de Prada son muy delirantes los argumentos justificativos que emplean los meapilas para defender que se toque el himno de España durante la consagración; el argyumento de la "órbita de libertad" es especialmente chusco y demente, pero son este tipo de argumentaciones las que quieren los obispos, mientras siguen poniendo el cazo. ¡Y es que si dijeran que el himno sueña para simbolizar que España se pone de rodillas ante Cristo presente en el pan y en el vino tal vez les quitaran la mamandurria!
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