Uno de los sacramentos más manifiestamente "desacralizados" y cuyo resultado salta a la vista por todas partes, es el del matrimonio. ¿En qué clase de magia simpatética unos y otros han convertido al matrimonio? Otro ejemplo es el de la "primera comunión", y para muchos "última", que es un motivo de alegría para el niño y la niña porque los disfrazan de "almirante de estanque sin barcos" o de "princesa de cuento sin hadas ni gnomos" y que reciben un montón de regalos en una celebración que cuesta una "pasta", y en la que nadie se acuerda de la verdadera razón, causa y justificación de lo que se debería celebrar.

¿Lo que denuncia este cura, Pablo D'Ors, es herético?