Los seis últimos papas desde Juan XXIII han profesado herejías públicamente. La anomalía peculiar es que nadie formalmente los ha condenado como tales y eso es precisamente lo que envenena el asunto. Por ello, sobre que "no han dejado de ser Papas", hay que decir que según para quienes. (Por supuesto para el 99,99999 % de católicos son papas legítimos. Pero la mayoría no hace la verdad.)
De Papas anteriores o no se conocen o, en su caso, ya fueron declarados antipapas.
Ese es otro problema... al que yo daría la vuelta: ¿Hasta qué punto tiene derecho la Jerarquía a, contrariando las conciencias, negar lo evidente, pidiendo acatamiento a Papas notoriamente herejes?¿hasta qué punto tengo autoridad, individualmente hablando, para cuestionar todos sus actos?
(Si yo veo al marqués X -marqués "por ley divina"- robar y delinquir de continuo no se me puede descalificar por no considerarlo una persona decente... en base a que el marqués X, "por ley divina", es una persona decente).
Porque no hay que olvidar que ya serían dos los problemas: el del Papa hereje y el de la Jerarquía cómplice con él...
Sí es evidente que la inmensísima mayoría católica: o bien, no discierne las herejías de esos papas, o bien, no le importen (dado el caos y desmadre apocalíptico de todo el cuadro católico). Pero apelar a disquisiciones teológicas no cambian el fondo del asunto. Es mi opinión.
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