Iniciado por
Valmadian
Yo supongo, que la labor de los apóstoles que recorrieron los diferentes centros políticos y del pensamiento de aquellos tiempos fue dura, pero también me imagino que las herejías debieron ser abundantísimas. Con un Evangelio recién llegado, sin embargo, no era posible ya conocer al Mesías que lo había traído. Por tanto, fueron los apóstoles primero, los evangelistas después, y finalmente los nuevos obispos que iban surgiendo en las diferentes comunidades, los que extendieron el Mensaje. El primer Obispo de Roma fue San Pedro, el primer Papa, pero sin más sede que su persona, sin boato, sin Vaticano (de colina "Vaticana"), sin nada de lo que nos resulta tan familiar. Muchos conceptos añadidos, o sumados, al Nuevo Testamento, desde las interpretaciones aristotélicas, a las basílicas de mármoles y oro, no están en Las Escrituras. Tampoco está el Poder político, "mi reino no es de este mundo...", o "dad a Dios lo que es de Dios y al césar lo que es del césar. Bueno, pues no, ha tenido que haber poder político, ha tenido que haber "cesaropapismo" y la Iglesia de Cristo en muchas facetas ha sido la Iglesia de los hombres: desde Constantino: "judaizantes, antitrinitarios, gnósticos, montanistas, maniqueismo, sabelianos, iconoclastas, cátaros, albigenses, dos cismas, el de Oriente y el de Occidente, protestantismo, jansenismo, galicanismo, febronismo, josefismo, modernismo, en fin, que seguramente me dejo algunas más. Son muestras de la trayectoria de una Iglesia con mucha tendencia a olvidar El Evangelio.
Desde un punto de vista de lo que se plantea en el hilo, pues claro, si se habla de herejía antes de la elección del papa en efecto, dado que la herejía es contraria a la Sagrada Tradición, la Doctrina, el Dogma, etc., pues tal elección no es válida. Pero la cosa cambia cuando la herejía viene después, particularmente si cumple la condición de su persistencia en el tiempo y se extiende desde la propia jerarquía. Pero a lo que yo me refiero es que tales herejías cuando han sido más o menos sostenidas por algunos papas, éstos no abdicaron.
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