Lefebvre hizo, y muy respetuosamente, lo que tenía que hacer. Lo mismo que hizo San Atanasio, que está en los altares. A la vista están los catastróficos resultados del Concilio. Por sus frutos los conoceréis.
Lefebvre hizo, y muy respetuosamente, lo que tenía que hacer. Lo mismo que hizo San Atanasio, que está en los altares. A la vista están los catastróficos resultados del Concilio. Por sus frutos los conoceréis.
Efectivamente. Y si se hubiera puesto Mons. Lefebvre en tu lugar cuánto habríamos ganado.Pero el Papa Montini replica: «Usted lo ha dicho y lo ha escrito. Que sería un Papa modernista. Que aplicando un Concilio Ecuménico, yo habría traicionado a la Iglesia. Usted comprenderá que, si así fuese, tendría que renunciar; e invitarle a usted a ocupar mi sitio para dirigir a la Iglesia».
Pues quien fue a hablar... De mons Lefebvre no se conoce ningún daño causado, pero anda que de ti...Montini responde a Lefebvre: «El Derecho Canónico le juzga. ¿Se ha dado cuenta del escándalo y del daño que ha provocado en la Iglesia? ¿Está consciente de ello? ¿Le gustaría ir así ante Dios? Haga un diagnóstico de la situación, un examen de conciencia y luego pregúntese, ante Dios: ¿qué debo hacer?».
Última edición por ALACRAN; 22/05/2018 a las 19:28
"... Los siglos de los argumentadores son los siglos de los sofistas, y los siglos de los sofistas son los siglos de las grandes decadencias.
Detrás de los sofistas vienen siempre los bárbaros, enviados por Dios para cortar con su espada el hilo del argumento." (Donoso Cortés)
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