Tema: ¿Es el Concilio sospechoso de herejía?

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¿Es el Concilio sospechoso de herejía?

Intercambio de opiniones entre
el obispo Castro Mayer y el Profesor Corrêa de Oliveira

Publicado originalmente en el sitio colaborador www.traditioninaction.org

El 20 de agosto de 1980, el difunto Obispo Antonio de Castro Mayer dio una conferencia en São Paulo, Brasil, a un auditorio de miembros de la Sociedad Brasileña de Defensa de la Tradición, Familia y Propiedad (TFP) acerca de su posición sobre la Nueva Misa y del Consejo Vaticano II. El Sr Atila Guimarães, como secretario de estudios del Profesor Plinio Corrêa de Oliveira, realizó la transcripción de la conferencia y ha seleccionado algunas partes de un intercambio de preguntas y respuestas de la conversación entre obispo y el Profesor Plinio al final de la conferencia que reproducimos aquí.



Los trabajos de los peritos Rahner y Ratzinger fueron sospechosos de herejía antes del Vaticano II. Lea más de esto haciendo click aquí



MONSEÑOR MAYER, EN LA FOTO

Obispo Mayer - Esta cuestión de decir que uno debe aceptar el Concilio interpretado a la luz de la Tradición es difícil de justificar. Si el Concilio no tiene nada de malo, entonces se debe interpretar de acuerdo a la tradición, sin embargo, si tiene algo errado, entonces no podemos aceptarlo a la luz de la tradición. Nadie puede decir que el negro es blanco en la luz de la Tradición. Esto es inaceptable. Esto no es una interpretación seria.

Prof. Plinio - ¿Cuáles son los puntos inaceptables del Concilio, Su Excelencia?


PLINIO CORREA DE OLIVEIRA

Obispo Mayer - Para dar una respuesta precisa, tendría que examinar la totalidad del Concilio, que nunca he hecho. Sin embargo, un punto que es inaceptable es la declaración sobre la libertad religiosa [Dignitatis humanae]. En otros puntos sería necesario hacer una selección, porque el Concilio tiene muchas cosas buenas, pero también muchas cosas peligrosas e inaceptables. Estudié y voté en contra de su declaración sobre la libertad religiosa, y después le envié una carta a Pablo VI diciéndole que no podía aceptarlo. … ...
También hay textos en el Concilio que permiten dos interpretaciones. Dependiendo de la persona que la lea se puede entender de diferentes maneras. En una visita a Campos, el señor [Jean] Madiran me habló sobre estos puntos: "Algunos textos permiten una interpretación ortodoxa, pero la primera interpretación que viene directamente de la lectura es heterodoxa." Es decir, es posible aplicar una interpretación ortodoxa de ellos, pero la inmediata y primera interpretación no es ortodoxa.



Prof. Plinio - Cuando esas interpretaciones heterodoxas comprometen un sistema de pensamiento, indican que se puede sospechar de herejía, ¿verdad?

Obispo Mayer - Sí, no hay ninguna duda al respecto. El Concilio ha sido escrito con sumo cuidado para evitar esa sospecha, pero en realidad eso es lo que sucedió. Además, existe un principio general de que cuando la Iglesia enseña, no puede utilizar palabras ambiguas. Su enseñanza es aclarar e iluminar las mentes, no puede enseñar tesis (ambiguas) que oscurecen las mentes.
Cuando me visitó Mons. Kurtz en Roma, me dijo: "Tenemos que exigir que el Concilio sea interpretado a la luz de la Tradición." Yo le respondí: "¿Cómo puedes interpretar la libertad religiosa a la luz de la Tradición?" No hay manera de hacerlo. Un perito conciliar, que ayudó a redactar la Constitución sobre la Iglesia [Lumen gentium] admitió después: "Hemos utilizado las palabras ambiguas de manera que al Concilio pueda darse la interpretación que considere legítima".
Ahora, ¿cómo podemos aceptar ese Concilio? No podemos. Por este motivo, Mons. Lefebvre dijo: "Sólo hay una cosa a hacer al respecto del Concilio; es pedir a la Santa Sede que haga una revisión del mismo."

Dr. GVL - Estoy de acuerdo con los argumentos de Su Excelencia contra el Concilio, pero veo que al menos el 90% de los obispos lo han aceptado, excepto Su Excelencia y el Arzobispo Lefebvre. Pablo VI y Juan Pablo II también lo aceptaron. ¿Cómo se puede explicar, desde un punto de vista teológico, la promesa de Nuestro Señor (que las puertas del infierno no prevalecerán contra la Iglesia)?


Obispo Mayer – Aquí es necesario distinguir lo que es la Iglesia. La Iglesia no es sólo la Jerarquía. Ella es el conjunto de los fieles dirigida y orientada por la Jerarquía. La interpretación general del Concilio por la Jerarquía no entró en la obligatoriedad de la enseñanza de la Iglesia. Es decir, aquellos Prelados no pueden imponer sus interpretaciones como verdades indiscutibles de la fe. Por esta razón, no podemos decir que un error que sea impuesto como la doctrina general de la Iglesia tenga que ser aceptado por todos. De esta manera, la infalibilidad de la Iglesia queda salvada.
Usted podría decir: "Pero entonces (prácticamente hablando) la Iglesia fallaría en su misión de defender, conservar y difundir la Fe. Aquí, debemos tener en consideración la actitud de los fieles. Existen numerosos fieles que van a la Nueva Misa etc., pero siguen viviendo como verdaderos católicos. Algunos se quejan de que muchos sólo van a recibir la Sagrada Eucaristía haciendo caso omiso de las otras cosas que están sucediendo. Por lo tanto, no podemos decir que por parte de todos los fieles haya habido una adhesión consciente al error. Por esta razón, la infalibilidad de la Iglesia termina salvada.
Esto no quiere decir que no hay una profunda crisis en la Iglesia. Esto constituye una constante tentación para todos los fieles (de perder la fe).

Prof. Plinio - Su Excelencia se refirió sobre la ambigüedad del Concilio, y yo dije que esas ambigüedades componen un sistema de pensamiento. Permítame elaborar algo sobre este punto de manera que Su Excelencia me pueda decir si es correcto o incorrecto. Creo que colocando todas estas ambigüedades juntas, lo que sale de ahí es una doctrina errónea, una doctrina falsa. Esto no constituye, por lo tanto, ambigüedades accidentales debido a la inexactitud de los redactores. Incluso cuando las ambigüedades son contradictorias, hay un hilo común que las une. He utilizado la expresión "sospecha de herejía".
Es bueno señalar a los que están aquí (en el auditorio) que están acostumbrados a la lengua y las implicaciones del derecho civil, que cuando una persona es sospechosa de un delito en el derecho civil, se presume inocente hasta que se demuestre su culpabilidad. Por lo tanto, incluso cuando se sospecha de un delito, debe ser tratada como inocente. Este no es el caso con la sospecha de herejía en el Derecho Canónico. Por lo tanto, cuando esa situación se presenta, cuando un autor escribe cosas ambiguas que representa un sistema erróneo de pensamiento, esta persona objetivamente actúa mal y comete un delito. No es lícito que él haga esto.
Aplicando esto al Concilio, no podemos ir tan lejos como para decir: "El Concilio tiene todas esas ambigüedades, por lo tanto, es herético". Sin embargo, podemos decir: "Esta es una situación irregular conforme a Derecho Canónico." Parece que la sistemática ambigüedad del Concilio va en contra de la misión de enseñanza de la Iglesia.
¿Es correcta esta posición?

Obispo Mayer - Si el estudio del Concilio demuestra que la sistemática ambigüedad fue utilizada siempre hacia el mismo fin, una sospecha (la de herejía) podría afirmarse sobre los autores del Concilio. Para que esta sospecha constituya un delito, debe ser confirmada por los autores del Concilio. Si no se confirma la sospecha, no están sujetos a las penas canónicas.


Prof. Plinio - ¿Que incurran en el delito, no están sujetos a pena?
Obispo Mayer - Según el Derecho Canónico, cuando incurren en el delito, la pena se aplica. Si ellos no están sujetos a la pena es porque no incurrieron en delito.

Prof. Plinio – Entiendo, usted tiene razón.

Obispo Mayer - Absolutamente hablando, a menos que una clara acusación sea hecha contra una persona, ella está exenta de castigo. Asimismo, podrá ser objeto de una investigación en relación a la ortodoxia de su pensamiento. Pero aún tendrá la oportunidad de defenderse públicamente y decir que entiende tal o cual tesis en tal y tal manera (que no es contrario a la Fe).

Prof. Plinio - Me pregunto si para el bien de la Iglesia la solución de esta situación sería que un grupo de Obispos y fieles que ven un conjunto de sistemático ambigüedades en los documentos del Concilio adopten una posición pública exponiendo su perplejidad y pidiendo una explicación. No estoy seguro de a quien este debe ser dirigida – a Juan Pablo II, al conjunto de los padres conciliares, al propio Concilio - No lo sé.

Obispo Mayer – Tampoco lo sé. Tal vez podría dirigirse directamente al Papa y a la comisión encargada de interpretar el concilio.

Prof. Plinio - Podría ser algo como eso. Sería un trabajo muy difícil que tendría el mérito, sin embargo, de restablecer la unidad entre todos (los católicos), en tanto que el Concilio o Juan Pablo II o la comisión sería designada a darnos una respuesta. En caso de no responder, la cuestión sería suspendida a la espera de la respuesta. Esta, me parece una humilde, respetuosa y leal posición.

Obispo Mayer - Esto sería algo así como la posición del Abad de Nantes. Él escribió una pieza acusatoria la que se declara que Pablo VI había caído en la herejía, y le transmitió esta declaración al mismo Pablo VI.

Prof. Plinio - Mi sugerencia sería algo diferente: hacer una pregunta y una petición. Debido a la ambigüedad que existe (en el texto conciliar), somos un considerable número de personas que tienen ciertas dudas. Nosotros respetuosamente pedimos una explicación. Me parece que esto sería una posición más eficiente y más coercitiva (que la del Abab de Nantes). Se tendría la ventaja de unir a todos aquellos que son anti-conciliares. No importa que existan divisiones entre ellos, esto abriría la posibilidad de hacer una plataforma común, un campo común de perplejidades que los unen.
Propongo esto para que Su Excelencia lo estudie en el momento oportuno.

Obispo Mayer - Sí. Pero creo que usted es un poco optimista considerando que se podría unir a los tradicionalistas. Cada uno tiene sus propias ideas...

Prof. Plinio - Por supuesto, por supuesto...

Estimado Juan,
Qué bueno saber de ti. Yo no conocí ni al Prof. Plinio ni a Mons. Mayer, me habría gustado tener el privilegio de conocer a tales personalidades del mundo católico.
Es una lástima que no tengamos nuevas figuras de tan alto calibre,
En Jesús y María
Jorge