Recomiendo su lectura.
El autor fue el brasileño Plinio Correa de Oliveira, luchador antirrevolucionario, y fundador de las distintas TFP's (Tradición Familia Propiedad) a nivel mundial. Escribió esta obra en 1959, (aunque se retocó varios lustros después, en función del retroceso mundial del comunismo a partir de 1988).
La obra viene a ser la plasmación histórica del drama cósmico entre el Bien y el Mal; la Mujer y la Serpiente; la Iglesia y Satanás, que adoptan en su lucha cósmico-apocalíptica los nombres de Contra-Revolución y Revolución; está concebida en función de la profecía del Génesis, capítulo 3, relativa a la Lucha eterna entre la Serpiente y la Mujer, cuya descendencia pisará a la serpiente y aquella le morderá a Esta el pie.
(Bien que a tenor de la lectura, parece que los únicos palos los da la Serpiente-Revolución, y a la Iglesia-"Contrarrevolución" solo le toca sufrir en silencio, y soportar cobardemente los triunfos de las sucesivas Revoluciones: más que de Contrarrevolución debería hablarse de "Soporta-Revolución")
La obra solo tiene valor considerada desde el punto de vista teológico- histórico.
Históricamente considerada la obra carece de valor tanto por la generalidad de sus afirmaciones como por la visión conspirativa y acechante de un "Mal" culpable de todas las calamidades de los "buenos"...
Y de paso, ignorar radicalmente, a partir del siglo XVIII, las culpabilidades de esos mismos "buenos", de la "gente de orden": los peores culpables... de quienes sabemos (o deberíamos saber ya a estas alturas) que sólo de su cobardía ha procedido el envalentonamiento y audacia de los "malos": que ha sido la sofistería cobarde de los "buenos" la que abrió el muro a los bárbaros y éstos, a su vez a los verdugos que venimos padeciendo merecidamente.
La gran pregunta (sin respuesta):
¿Ha habido ya cuatro... Revoluciones?... ¿o no será más bien una sola y misma Revolución sin ninguna Contra-revolución??
En todo caso gana la Revolución:
Revolución 4 ;Contrarrevolución 0
(Con goles de Lutero, Robespierre, Marx y el Gobierno Mundial, a pase de Juan XXIII)
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