Combatir esto desde la ética capitalista es imposible, a fin de cuentas, si ganan dinero con ello y es legal, la mano invisible hará que todos nos hagamos ricos.
A que sí.
Google España tan sólo paga 33.000 euros al fisco: ¿Cómo es posible?
Google es una de las empresas tecnológicas más grandes del mundo, su volumen de negocio también es de los más importantes dentro del sector. Sin embargo, en España solo ha pagado al fisco 33.000 euros. Planificación fiscal, ingeniería fiscal o fraude fiscal. ¿Qué estrategia usa Google España para pagar tan poco a Hacienda?
De forma resumida, los beneficios conseguidos por Google España se trasfieren a Irlanda, donde el tipo efectivo del Impuesto de sociedades puede llegar a ser muy reducido, para terminar en el paraíso fiscal de Bermudas.
Según publica el suplemento económico Mercados, Google España es una sociedad limitada con un capital suscrito de 3.006 euros, factura 38 millones de euros, pero paga sólo 33.000 euros de impuestos.
El negocio de Google en España asciende a 880 millones de euros. Pero el año pasado presentó pérdidas por valor de 74.683 euros. Su facturación a Hacienda fue de 33.304,02 euros, según informa El Mundo en su suplemento económico.
Google tiene sede fiscal en Bermudas, la compañía tiene en nómina a 117 trabajadores en España, pero toda la alta dirección está contratada fuera de la península ibérica.
La estrategia que usa Google puede ser la comentada por el Catedrático de la Universidad de Columbia, Xavier Sala i Martín, conocida como el truco del 'doble irlandés':
"Google, que tiene su sede central en Estados Unidos, da sus derechos de gestión y venta de anuncios internacionales a una empresa B con sede en Bermudas. La empresa B, por su lado, vende esos derechos a una segunda empresa domiciliada en Irlanda a cambio de 'x' millones de euros. Esa empresa, a la cual llamaré I (de Irlanda), vende anuncios por todo el mundo y recauda el dinero".
"Los beneficios de la empresa I pagarán el 12,5% (IS en Irlanda) porque su sede está en Irlanda. El truco está en la palabra beneficio: el beneficio es la diferencia entre los ingresos de las ventas y gastos. Los ingresos de la empresa I son los ingresos de publicidad y, entre los gastos, está la cantidad X que paga a la empresa de Bermudas. Si Google calcula la cantidad X de manera que los costes sean iguales a los ingresos, los beneficios de la empresa I serán 0", explica el Catdedrático de Columbia.
Como la empresa I tiene cero beneficios paga cero por el Impuesto de Sociedades en dicho país. Mientras que la empresa B, con sede en Bermudas, gana todos los beneficios, pero como el tipo impositivo de Bermudas es cero paga cero por el Impuesto de Sociedades.
Con esta sofisticada planificación fiscal implementada por el gigante tecnológico logra ahorrarse millones de euros en impuestos. Puede que estas ventajas duren poco para Google. La Comisión Europea está estudiando como corregir estos abusos de algunas empresas, aunque por ahora no se han visto avances significativos.
FUENTE: Google España tan sólo paga 33.000 euros al fisco: ¿Cómo es posible? - elEconomista.es
Última edición por Kontrapoder; 08/07/2013 a las 03:43
«Eso de Alemania no solamente no es fascismo sino que es antifascismo; es la contrafigura del fascismo. El hitlerismo es la última consecuencia de la democracia. Una expresión turbulenta del romanticismo alemán; en cambio, Mussolini es el clasicismo, con sus jerarquías, sus escuelas y, por encima de todo, la razón.»
José Antonio, Diario La Rambla, 13 de agosto de 1934.
Combatir esto desde la ética capitalista es imposible, a fin de cuentas, si ganan dinero con ello y es legal, la mano invisible hará que todos nos hagamos ricos.
A que sí.
Aquí corresponde hablar de aquella horrible y nunca bastante execrada y detestable libertad de la prensa, [...] la cual tienen algunos el atrevimiento de pedir y promover con gran clamoreo. Nos horrorizamos, Venerables Hermanos, al considerar cuánta extravagancia de doctrinas, o mejor, cuán estupenda monstruosidad de errores se difunden y siembran en todas partes por medio de innumerable muchedumbre de libros, opúsculos y escritos pequeños en verdad por razón del tamaño, pero grandes por su enormísima maldad, de los cuales vemos no sin muchas lágrimas que sale la maldición y que inunda toda la faz de la tierra.
Encíclica Mirari Vos, Gregorio XVI
Amazon y ‘el club de los pringaos’
Thilo Schäfer | 30/06/2013
Este artículo ha sido publicado en el nº 7 de La Marea, ya a la venta en quioscos y aquí
Si haces una búsqueda en Google con las palabras “Amazon impuestos”, el primer título del catálogo de la librería digital que sale es El club de los pringaos de Daniel Montero. “Descubra lo injusto de la Hacienda española. Descubra por qué le toca siempre a usted”, reza la portada. Los otros resultados de la búsqueda en Google hacen sospechar que la propia Amazon no forma parte del club de los pringaos. “Amazon ingresa 5.000 millones y paga 3 en impuestos”, titula una notica del diario El País en referencia a los negocios de la multinacional en Reino Unido. Amazon, al igual que otros gigantes de la economía digital como Apple, Microsoft, Yahoo y Google, está en el punto de mira por la evasión fiscal. Facturan a través de empresas radicadas en países con una fiscalidad muy favorable como Luxemburgo, Holanda o Irlanda, lo cual les permite ahorrar miles de millones en impuestos. Es una práctica perfectamente legal que causa un gran perjuicio a la Hacienda de los países afectados.
Gracias a la enorme oferta de Amazon y a su excelente tecnología y servicio, mucha gente que vive lejos de los centros urbanos tiene acceso a libros, discos y otros productos culturales. Sin embargo, Amazon intenta socavar el negocio de sus competidores aprovechándose no sólo de su tamaño y tecnología superiores, sino, sobre todo, de que sólo asume una fracción de los impuestos que pagan sus rivales locales.
El sector del libro en España se ha hartado de las maniobras comerciales de la multinacional, que considera competencia desleal. En julio, varios gremios y empresas presentarán una demanda contra Amazon por violar leyes como la que regula el precio fijo de los libros. “Vamos contra las prácticas ilegales de Amazon. Hacen todo tipo de descuentos y bonos fuera de las campañas oficiales. No hay forma de que se ajusten a la ley”, explica Juan Manuel Cruz, el presidente de la Confederación del Gremio de Libreros (CEGAL), que prepara la demanda, junto con otras organizaciones como Fedecal, Fande y la Casa del Libro.
La dimensión del negocio de Amazon en España es un misterio, ya que las ventas se hacen a través de la matriz europea Amazon EU Sarl, con sede en Luxemburgo. Esto le permite, por ejemplo, cobrar un IVA del 3% para los libros electrónicos en vez del 21% vigente en España. En los libros en papel y dvds sí se aplica el IVA en España. La filial española, Amazon Spain Fulfillment SL, con sede en San Fernando de Henares, tiene como objetivo social “la prestación de servicios relacionados con las actividades de almacenaje, recogida, empaquetado y gestión de pedidos de clientes y proveedores”. Para 2011 declaró unas ventas totales por 314.417 euros, según los datos en el Registro Mercantil. Obtuvo un beneficio neto de 693,86 euros tras abonar 551,79 euros en concepto de impuestos de sociedades.
Según una información del diario El Economista de noviembre pasado, la Agencia Tributaria está investigando cuál es el verdadero volumen de negocio en España de Amazon y otras multinacionales como Yahoo. La Agencia Tributaria no quiso comentar estos casos concretos porque la ley se lo prohíbe pero se remitió a la puesta en marcha de la Oficina Nacional de Fiscalidad Internacional. Este organismo “prestará especial atención a la tributación de grupos empresariales multinacionales y la comprobación de precios de transferencia.
La opacidad de la multinacional es total. Sus responsables en España nunca se han pronunciado sobre las cifras de negocio. La agencia de comunicación que trabaja para Amazon rebotó, probablemente sin querer, un mensaje electrónico interno en respuesta a la petición de información de La Marea. Dice literalmente: “Hola equipo, hemos recibido esta request: Dado lo sensible del tema y la relevancia del medio. De momento no contestéis nada. Cuando nos vuelva a insistir, ganamos tiempo. Mantenedme al tanto por favor y monitorizar el medio. Gracias.”
La batalla judicial de los libreros contra el gigante mundial de la distribución se antoja como la lucha entre David y Goliat. El Gobierno aún no ha adoptado una postura al respecto. En otros países, sin embargo, Amazon se encuentra con rivales más poderosos. La ministra de Cultura de Francia acusó recientemente a la empresa de EEUU de ser un “destructor de librerías”. “Amazon, mediante prácticas de dumping, rebaja mucho los precios para penetrar en algunos mercados y después eleva de nuevo sus precios, de manera que crea una situación de un cuasi-monopolio”, declaró Aurélie Filipetti.
El Parlamento británico interroga a los directivos
En Reino Unido, los directivos de Amazon fueron citados en noviembre pasado para declarar ante una comisión parlamentaria sobre sus prácticas fiscales, al igual que los de Google y Starbucks, otros especialistas en minimizar el impacto fiscal en sus cuentas. Fueron los diputados quienes informaron a los estupefactos ciudadanos británicos sobre el hecho de que Amazon pagaba apenas tres millones de euros en impuestos sobre una cifra de negocio de 5.000 millones.
En Alemania, la multinacional del comercio online ha provocado otro escándalo, pero esta vez no por evadir impuestos sino por las condiciones laborales de sus empleados. El desencadenante fue un documental de la cadena pública ARD, emitido en febrero. La protagonista era una emigrante española que trabajaba en una empresa subcontrada por Amazon para la campaña de Navidad. Compartía un piso de 80 metros con otros seis trabajadores que no conocía, cobraba un 12% menos que los empleados de Amazon, y el servicio de seguridad privado les sometía a una vigilancia extrema, llegando a revisar los bolsos al entrar y salir del almacén. La empresa de los vigilantes se llamaba Hensel European Security Services, en siglas HESS, como el dirigente nazi Rudolf Hess. Al parecer no es casualidad ya que muchos de los guardias tenían la cabeza rapada y vestían uniformes de una marca popular entre la extrema derecha. Los gorilas llegaron incluso a amenazar a los reporteros de ARD. Amazon pidió disculpas y rompió el contrato con las subcontratas. Pero también la plantilla fija de unas 7.700 personas en Alemania está en pie de guerra. En los últimos meses hubo una serie de huelgas en los centros de Amazon. Los trabajadores exigen que se aplique el salario mínimo que prevé el convenio del sector de la distribución. Amazon, sin embargo, paga el salario más bajo del convenio del sector de logística. El asunto ha creado un gran debate e incluso la ministra de Trabajo, Ursula von der Leyen, se sumó a las críticas. “Los empleados me han descrito condiciones brutales”, denunció el periodista y autor Günter Wallraff, famoso por sus investigaciones del mercado laboral.
Los líderes europeos ahora prometen actuar contra las prácticas de evasión fiscal de las grandes multinacionales. “Trabajamos para garantizar que las empresas paguen más allí donde tienen su negocio”, dijo la canciller alemana Angela Merkel en la cumbre europea de mayo. Y el primer ministro británico, David Cameron, subrayó: “Hay una buena oportunidad para tomar medidas a nivel internacional para acabar con este problema”. Los expertos en temas fiscales, sin embargo, advierten que la Unión Europea por sí sola no podrá arreglar el asunto.
Muchos ciudadanos ya han comenzado a emprender acciones contra los grandes evasores. En Reino Unido se organiza un boicot a Amazon, animado por el éxito que tuvo una acción similar el año pasado contra Starbucks. La cadena de cafés revisó su estructura y promete pagar más impuestos. Wallraff, por su parte, ha pedido a su editorial que retirase sus libros del catálogo de Amazon.
En España no hay visos de una revuelta del consumidor contra el gigante de la distribución, muy a pesar de los libreros. “Amazon está haciendo mucho daño al sector pero también al ciudadano, aunque no lo vea. Esta política de precios bajos la pueden hacer porque no pagan impuestos en España”, afirma Cruz de CEGAL. “El ciudadano puede estar satisfecho con el servicio pero debe saber que paga más impuestos porque ellos no lo hacen”. Bienvenido al club de los pringaos.
FUENTE: Amazon y
Última edición por Kontrapoder; 23/07/2013 a las 09:30
«Eso de Alemania no solamente no es fascismo sino que es antifascismo; es la contrafigura del fascismo. El hitlerismo es la última consecuencia de la democracia. Una expresión turbulenta del romanticismo alemán; en cambio, Mussolini es el clasicismo, con sus jerarquías, sus escuelas y, por encima de todo, la razón.»
José Antonio, Diario La Rambla, 13 de agosto de 1934.
Amazon España desvía sus ventas a Luxemburgo para no pagar impuestos
- Las dos filiales españolas de Jeff Bezos declararon números rojos en 2012.
- El gigante del comercio electrónico se acoge al régimen de pymes para tributar menos
Miguel Jiménez Madrid 11 AGO 2013 - 21:31 CET
Amazon, el gigante del comercio electrónico, ha reorganizado su actividad en España tras la compra de Buyvip y la apertura de su tienda online española. La compañía ha transformado Buyvip, su tienda de moda, en una empresa de servicios, la ha rebautizado como Amazon Spain Services y la ha adelgazado para llevarse las ventas a Luxemburgo, desde donde factura también el resto de sus productos. Copia con ello el esquema de su otra sociedad, Amazon Spain Fulfillment, que incluso se acoge al régimen de pymes para tributar menos gracias al reducido tamaño que tiene por no facturar sus ventas en España.
Amazon no es pionero en este modelo. Es el que usan otras grandes firmas tecnológicas para minimizar los impuestos que pagan por los beneficios que obtienen en el mercado español. Apple y Google y otras firmas facturan sus ventas desde Irlanda y tienen en España sociedades que solo declaran una parte de los ingresos generados en el mercado español en concepto de comisiones por prestación de servicios o similares. Los países desarrollados buscan la manera de poner coto a esas prácticas.
La compañía fundada por Jeff Bezos, el magnate que acaba de comprar The Washington Post, admite abiertamente en su informe anual que paga menos impuestos sobre beneficios por sus operaciones europeas gracias a tener su base en Luxemburgo. La estructura que ha elegido para lanzar su tienda online en España responde a ese objetivo. Pese al éxito de su lanzamiento comercial, la filial de Amazon declaró en 2012 pérdidas contables de 54.329,8 euros, según las cuentas depositadas en el Registro Mercantil.
Amazon Spain Fulfillment se constituyó con el nombre de Amazon.com Spain en 1998, pero permaneció casi sin actividad hasta finales de 2011, cuando el gigante del comercio electrónico lanzó su sitio para el mercado español. Las cuentas recién depositadas son las primeras de un ejercicio completo de actividad normal.
Convierte Buyvip en una empresa de servicios en lugar de comercial
Aunque inicialmente su objeto social era el comercio por internet, incluyendo la venta de libros, CD, DVD, juegos de ordenador y software, luego cambió ese objeto a la prestación de “servicios de soporte corporativo”, fundamentalmente a empresas del grupo. Ese cambio era la forma implícita de reconocer que la compañía no pensaba facturar en España sus ventas en el mercado español.
La cifra de negocios declarada por la empresa fue de 10,59 millones de euros, lo que supone multiplicar por 34 los 314.417 euros de 2011. El resultado de explotación se multiplica por casi 120, hasta 147.201 euros. La empresa no da cuenta del concepto bajo el que registró los ingresos de 10,59 millones del año pasado. Solo dice que “se han generado dentro de la actividad ordinaria de la sociedad”, la cual es, básicamente, prestar servicios logísticos a otras empresas del grupo, en particular a su socio único, la luxemburguesa Amazon EU, que es la que factura las ventas.
El beneficio antes de impuestos es de 129.611,7 euros. Sin embargo, la compañía declara pérdidas netas porque parte de sus gastos no son deducibles fiscalmente, lo que lleva a que la partida contable de impuesto sobre beneficios sea de 183.941,63 euros. En los impuestos, los 533.527 euros aportados por los planes de acciones no se consideran gastos deducibles. Además, hay otras diferencias temporales de 198.094 euros, con lo que la base imponible o resultado fiscal es de 861.233 euros.
Otra firma del grupo compra las filiales que dependían de España
Como la empresa se considera “entidad de reducida dimensión”, tributa al 25% sobre los primeros 300.000 euros y al tipo general sobre el resto. Además, al tratarse de una empresa pequeña, no está obligada a auditar sus cuentas ni a elaborar informe de gestión.
En paralelo, Amazon ha empezado a vaciar Buyvip, ahora llamada Amazon Spain Services, para aplicarle ese mismo esquema. La firma española, adquirida por el gigante Amazon en 2010 por unos 70 millones, vendió a la luxemburguesa Amazon EU sus filiales en Italia y Alemania, Buyvip Srl y Buyvip GmbH, el pasado 1 de diciembre por 11,3 millones. Por la venta de la filial italiana generó una minusvalía de 1,22 millones y por la de la alemana, aparentemente vendida por un euro, pérdidas de 13,66 millones. El año anterior vendió la filial polaca a un tercero con plusvalías de 2,2 millones que quedaron exentas de impuestos. Ahora, las pérdidas le sirven para ahorrar impuestos.
Usa un modelo similar al que emplean Apple o Google
Pero, sobre todo, las cuentas de 2012 depositadas en el Registro Mercantil muestran un cambio total de modelo. La empresa ha dejado de tener existencias comerciales y ya no compra a los proveedores, sino que ha traspasado esa actividad a Amazon EU. “Con fecha 23 de septiembre de 2012 la sociedad ha modificado su actividad principal pasando de un modelo basado en la distribución a otro basado en la prestación de servicios”, explica la empresa, que ha reducido su plantilla de 145 a 118 personas en un año.
La antigua Buyvip cerró 2012 con una cifra de negocios de 64,3 millones y unas pérdidas de 23,6 millones. El activo de la sociedad pasó de 73 a 15 millones. Amazon Spain Services acumula bases imponibles negativas por importe de unos 47 millones y activos fiscales diferidos por otros 4 millones. Con ello y el cambio de modelo de negocio, es muy difícil que el fisco español llegue a cobrar un solo euro de impuesto de sociedades de la firma en un futuro cercano.
FUENTE: Amazon España desvía sus ventas a Luxemburgo para no pagar impuestos | Economía | EL PAÍS
«Eso de Alemania no solamente no es fascismo sino que es antifascismo; es la contrafigura del fascismo. El hitlerismo es la última consecuencia de la democracia. Una expresión turbulenta del romanticismo alemán; en cambio, Mussolini es el clasicismo, con sus jerarquías, sus escuelas y, por encima de todo, la razón.»
José Antonio, Diario La Rambla, 13 de agosto de 1934.
Documental en la televisión alemana sobre los esclavos españoles de Amazon:
«Eso de Alemania no solamente no es fascismo sino que es antifascismo; es la contrafigura del fascismo. El hitlerismo es la última consecuencia de la democracia. Una expresión turbulenta del romanticismo alemán; en cambio, Mussolini es el clasicismo, con sus jerarquías, sus escuelas y, por encima de todo, la razón.»
José Antonio, Diario La Rambla, 13 de agosto de 1934.
¿Métodos laborales del siglo XXI o del XIX?
En los dominios de Jeff Bezos: toda la verdad sobre Amazon
Esteban Hernández
01/10/2013 (06:00)
El éxito de las más grandes compañías de nuestro tiempo, que suelen pertenecer al sector tecnológico, suele explicarse por su capacidad de innovación, por su elevada inventiva, por arriesgar cuando otros se quedaron parados. De Bill Gates a Mark Zuckerberg pasando por Jeff Bezos, los líderes de estas firmas son retratados como personas especiales que fueron capaces de llevar una compañía de la nada al cielo empresarial gracias al poder de la innovación disruptiva. Pero ¿es así? ¿Los grandes campeones lo son por utilizar métodos del siglo XXI o por haber reactualizado los del XIX? Porque muchas de estas compañías han logrado establecer excepciones que las hacen funcionar con las mismas ventajas que gozaban las grandes firmas de hace un siglo.
Así, la excusa de desenvolverse en un contexto novedoso en el que las amenazas son múltiples (“cualquier chico puede inventar algo que acabará con nuestra empresa”), ha terminado por justificar la enorme concentración del sector y los regímenes de monopolio, o de oligopolio en el mejor de los casos, son habituales en el mundo de las nuevas empresas. La normativa sobre competencia, que se ha aplicado con rigidez en ocasiones recientes, por ejemplo a la hora de abrir los mercados en el caso de empresas estatales que iban a dejar de serlo, se han infrautilizado en estos casos.
Es también habitual encontrar a las empresas tecnológicas entre las que deciden no pagar impuestos en los lugares en los que operan. Así, Google, una firma cuyo volumen de negocio es de los más importantes dentro del sector, sólo ha pagado en España 33.000 euros gracias a un agujero legal que permite trasladar sus beneficios a Irlanda, donde el tipo efectivo del Impuesto de Sociedades es mucho más reducido, y transferirlo de nuevo hacia el paraíso fiscal de Bermudas. Y lo mismo ha ocurrido en otros países europeos, como el Reino Unido, donde se han puesto en marcha campañas para que firmas como Amazon o Google paguen las cantidades que les corresponden.
Y, por último, no es extraño encontrar a firmas tecnológicas entre las que vulneran la ley y ganan dinero con ello. Según The Guardian, la NSA pagó millones de dólares a Yahoo, Google, Microsoft y Facebook por gastos vinculados al espionaje de sus propios usuarios.
¿Innovación o regresión?
Estas empresas sin competencia, que pueden evadir impuestos y que cobran dinero de los estados por realizar prácticas dudosas, se parecen mucho más a las grandes firmas de finales del XIX que a las del XXI. Las empresas de la innovación lo son también de la excepción, y aprovechan argumentos, discursos y agujeros legales que les permiten funcionar con condiciones distintas a las del resto. Cuando la ley no funciona igual para todos, siempre hay jugadores que salen beneficiados.
Eso es lo que sostiene Jean-Baptiste Malet, un periodista francés que se infiltró durante varios meses en Amazon y contó la experiencia en un polémico libro que ve hoy la luz en nuestro país. En los dominios de Amazon (Trama Editorial) generó gran debate en su edición francesa, ya que no sólo planteaba las ventajas competitivas con que la empresa americana contaba respecto de las librerías francesas, sino que hablaba de un sistema de gestión de personal ligado con procesos que parecían haberse perdido en la noche de los tiempos. Las prácticas típicas del taylorismo se han visto incrementadas con la utilización de nuevos medios que permiten seguir la productividad de los empleados al segundo y, por lo tanto, controlar sus ritmos, pausas e intensidades.
Amazon exige que la productividad de sus trabajadores vaya en constante aumento, algo que no es legal, pero tampoco posible. El mundo en el almacén logístico de Amazon, cuya extensión es semejante a la de cinco campos de fútbol, se divide en pickers y packers, los que cogen los productos de las estanterías y los que hacen los paquetes. Los primeros tienen jornadas laborales en las que recorren cada noche (el turno en el que fue contratado Malet) más de 20 kilómetros diarios. Los segundos empaquetan, por lo que pasan muchas horas de pie, realizando tareas repetitivas con ritmos de trabajo completamente pautados. El asunto central de ese panóptico llevado al extremo no es sólo una cuestión de medición y vigilancia continua, sino la utilización de esos mecanismos para forzar al trabajador. No se trata de optimizar los resultados y de conseguir que la tarea sea más eficiente, sino de llevar al empleado a sus límites. Así, se les obliga a realizar un número de tareas determinado que deberá siempre ir a más. “Exigen que la productividad vaya en constante aumento”, asegura Malet, lo cual no es legal, pero tampoco posible.
Sin embargo, eso no es ningún problema para la firma, escribe en En los dominios de Amazon ya que “los pickers son mujeres y hombres que cuestan menos y son más eficaces que los robots. Con ellos no hace falta ningún cuidado técnico porque en su mayoría son temporeros. La dirección de Amazon puede reemplazarlos fácilmente cuando están agotados o no cumplen su tarea, yendo simplemente a buscar otros en el inmenso ejército de reserva que constituyen los desempleados”.
No habrá paz para los pickers
Hay un montón de detalles que señalan hasta qué punto el ahorro de tiempo lleva a situaciones extenuantes: para aumentar la productividad, no permiten que los trabajadores hablen entre ellos durante el tiempo de trabajo, las tareas han de realizarse lo más rápido posible y cada vez que hay un descanso, han de regresar a su puesto exactamente 20 minutos después del momento en que se paró. Cada noche los trabajadores tienen derecho a dos descansos. Uno de ellos es remunerado por Amazon. El otro corre a cargo del trabajador.
Además, la máquina de fichar no está colocada a la entrada del almacén, sino en el puesto de trabajo. De modo que el tiempo que se tarda en llegar desde los tornos de entrada y salida hasta el puesto efectivo corre también de cuenta del trabajador. Es un recorrido que se efectúa seis veces al día, ya que cada vez que quieren descansar tienen que pasar por los tornos. En distancias tan grandes como las del almacén, un recorrido mínimo de un par de minutos conlleva doce minutos al día de ahorro para la empresa.
Esta obsesión por reducir costes es llevada al límite en detalles tan peculiares como el uso de la calefacción. La primera huelga en el almacén Amazon francés, impulsada por la CGT, fue causada por la falta de calefacción en unas instalaciones que tenían una temperatura permanente de 15 grados. El circuito calefactor funcionaba a la perfección pero los directivos no lo ponían en marcha para no gastar.
Ese contexto lleva a una sociabilidad peculiar. Como le contaban los compañeros “amazonenses” al periodista francés, las parejas que se han conocido fuera de Amazon no sobreviven cuando uno de los dos comienza a trabajar en la empresa. Horarios incompatibles y un cansancio permanente provocan que la vida en común se empobrezca y que la social desaparezca. A cambio se pasa más tiempo alrededor de la compañía, que proporciona ocasionales actividades gratuitas para el ocio, y donde la gente puede socializar con personas de su mismo medio social y forjar nuevos lazos afectivos que suelen consolidarse gracias al chismorreo.
Como explica Malet, cuando tu vida está confinada por jornadas de trabajo que te dejan agotado, y que apenas te dejan tiempo para nada más, tu existencia se torna altamente insatisfactoria y surgen comportamientos regresivos de toda clase (también en lo alimenticio, con el consumo de muchos más productos industriales con exceso de azúcar). Por eso la dirección pone en marcha actividades que provoquen dosis de alegría artificiales que influyan en el humor y la emotividad. Son técnicas científicamente estudiadas por los psicólogos y a través de las cuales Amazon trata de desactivar ese descontento que sabe que existe.
Son prácticas que no se limitan a Francia. El periodista Spencer Soper denunció una situación similar en el almacén Amazon de Lehigh Valley, entre Pennsylvania y Nueva Jersey y un documental de la cadena alemana ARD descubrió “las condiciones de trabajo de los temporeros extranjeros, especialmente españoles, empleados por Amazon. Largas esperas bajo la nieve antes de ser transportados en autobuses llenos de gente, promiscuidad en las condiciones de alojamiento en los bungalós de una ciudad de vacaciones que permanece vacía durante la temporada baja, despidos brutales y sin motivo alguno de los temporeros, salarios más bajos que los prometidos durante la oferta de empleo, vigilancia a cargo de violentos agentes de seguridad de una empresa subcontratada, registros arbitrarios y con violencia de habitaciones, registros sistemáticos del personal…”.
Los gobiernos no hacen más que regar con dinero público procesos económicos que destruyen mucho más empleos de los que creanPero todas estas denuncias no han servido para que los poderes públicos hayan investigado qué ocurre dentro de los muros Amazon. Más al contrario, el trato institucional que reciben es mucho más que correcto. Las autoridades suelen alegrarse de la apertura de nuevas instalaciones Amazon en su territorio, en tanto contribuyen a generar puestos de trabajo y les conceden generosas subvenciones para que lo hagan. Pero con estas acciones, señala Mallet, no hacen más que regar con dinero público procesos económicos que destruyen muchos más empleos de los que crean. El desarrollo de Amazon implica el cierre de muchas librerías, cuyos trabajadores superan con mucho el número de contratados de la compañía estadounidense. Y además, con la concesión de estas subvenciones otorgadas a una multinacional en plena forma financiera, los políticos no hacen más que falsear la libre competencia, afirma Mallet.
Sin embargo, todo este cúmulo de ventajas, irregularidades y acciones que bordean lo legal tienen difícil denuncia. En gran parte, asegura Mallet, por la ley del silencio que reina en la compañía gracias a peculiares disposiciones reglamentarias. El periodista francés contactó con varios sindicalistas que trabajaban en la firma para que le contasen su realidad cotidiana. Después de varias tentativas, le contestaron citándole para diversas entrevistas en lugares peculiares, como el parking de un centro comercial. Nunca aparecieron. Después, Mallet descubrió que el anexo 7 del Reglamento interno amenazaba con serios perjuicios legales a los empleados que contasen información interna, vital o no, gracias a disposiciones como la siguiente, que reproduce en el libro: “Amazon es una sociedad cotizada en bolsa, en el US Stock Exchange, y tiene la obligación legal de prevenir cualquier delito de información privilegiada de proteger los bienes de la sociedad. La divulgación de informaciones puede afectar negativamente y de manera perjudicial las actividades y el valor de Amazon y puede conllevar responsabilidad criminal”.
FUENTE: En los dominios de Jeff Bezos: toda la verdad sobre Amazon - Noticias de Alma, Corazón, Vida
Última edición por Kontrapoder; 02/10/2013 a las 09:20
«Eso de Alemania no solamente no es fascismo sino que es antifascismo; es la contrafigura del fascismo. El hitlerismo es la última consecuencia de la democracia. Una expresión turbulenta del romanticismo alemán; en cambio, Mussolini es el clasicismo, con sus jerarquías, sus escuelas y, por encima de todo, la razón.»
José Antonio, Diario La Rambla, 13 de agosto de 1934.
“Amazon es una amenaza para la sociedad democrática”
Peio H. Riaño
01/10/2013 (06:00)
Jean-Baptiste Malet se ha metido en la boca del lobo para escribir sobre una pesadilla, en la que aparecen trabajadores sometidos a la ley de la selva, donde no hay derechos ni protecciones. Sólo esfuerzo y rentabilidad. Esa es la clave de la fórmula del éxito de Amazon, la multinacional dedicada a la distribución de todo tipo de objetos de consumo, que amenaza a la industria editorial con sus métodos de evasión de impuestos y explotación laboral. El periodista francés ha trazado en el libro En los dominios de Amazon (Trama Editorial) la cara oculta –terrible- que desmantela la imagen de empresa vanguardista que han construido. Ellos se definen como “exploradores”, Malet como “explotadores”.
¿Por qué es tan barato un libro en Amazon?
La situación en Europa se divide básicamente entre dos tipos de países. Los países donde hay una ley fija, un precio único del libro en los que el editor lo marca y ningún vendedor, grande o pequeño, puede bajarlo. Y, por otro lado, están los países donde el libro no está sujeto al precio único. Eso significa, por ejemplo, que un libro de éxito puede ser vendido con pérdidas, como un “producto reclamo”, para un comerciante o un supermercado, con la finalidad de atraer clientes. Estas políticas agresivas perjudican a la economía del libro, ya que aun siendo una mercancía comercialmente hablando, no lo es humanamente hablando.
No parece que a Amazon esta Ley le moleste mucho para actuar.
En todos los países donde Amazon se ha implantado, poco importa que se trate de países con precio único del libro o no, Amazon lleva una política muy agresiva con la finalidad de “canibalizar” la economía. En Francia, por ejemplo, Amazon prefiere perder dinero enviando gratuitamente libros de 3, 4 o 5 euros, ya que sabe que es una parte del mercado ganado, que las librerías de proximidad no volverán a tener. Amazon pierde dinero voluntariamente para destruir el tejido de las librerías físicas. Es una apuesta y Amazon toma cada día más ventaja en todo el mundo: destruir las librerías físicas, grandes y pequeñas, para ser el único vendedor de libros. Yo insisto sobre “vendedor de libros” pues Amazon no es una librería.
Amazon pierde dinero voluntariamente para destruir el tejido de las librerías físicas
¿Y qué es una librería para esta empresa?
El Presidente Director General de Amazon, el señor Bezos, considera que la librería, en el futuro, será simplemente un lugar donde se podrá comer una buena galleta y beber una taza de té. En cuanto a los periódicos en papel, considera que se convertirá en un mero producto de lujo. Su estrategia opera en varios tiempos. Primero, acabar con las librerías y los editores que editan en papel. A continuación vender de forma masiva lectores electrónicos para ocupar un puesto de monopolio en la economía. Asegurándose de esta manera beneficios colosales.
No parece que esa lectura sea la que cala entre sus clientes.
Es importante que los ciudadanos europeos estén al tanto de estas cuestiones, a riesgo de ver la herencia cultural europea, el origen de las ideas de las Luces, llegar a ser un simple espacio comercial donde el libro se verá reducido a la más nociva de las tendencias: su mercantilización. No se debe confundir comercialización del libro y mercantilización. El problema es amplio y así lo abordo en mi obra.
Se acusa a los libreros no haberse adaptado a los nuevos tiempos, ¿cree que se puede resumir de esta manera la situación de la competencia?
Este es el argumento de Amazon y de los defensores de la venta en línea. Amazon no propone nada más que un servicio de venta rápida de lo que el consumidor le demanda. En realidad, si se mira más de cerca, es Amazon quien es anticuado, zafio, y no se adapta al necesario progreso humano: una librería no es un simple comercio, es un lugar de convivencia y de humanidad que permite el encuentro, expresarse y descubrir. Es una avanzadilla en el espacio del saber y del trabajo intelectual. La librería es un lugar valioso, diferente, en nuestra sociedad. Ningún intelectual, ningún artista digno de este nombre, podría imaginar un mundo sin librerías. Lo que muestro en mi libro, es que comprar en Amazon no es solamente una elección de consumo. Es una elección de sociedad.
¿Tienen los libreros alguna oportunidad de ganar esta batalla?
La oportunidad de las librerías de ganar la batalla pasa, en primer lugar, por la unión, además de hacer comprensible a la ciudadanía, que el problema no es sólo de las librerías, sino que es una amenaza para las sociedades democráticas, que se trata de un peligro más grande que el simple cierre de pequeños establecimientos. Esto pasa por el respeto a la ley. Por la toma de conciencia política, que supera las discrepancias derecha-izquierda, de todos los ciudadanos. De lo contrario, Amazon será una multinacional que cambiará la sociedad sin que los ciudadanos se enteren realmente. Es por ello por lo que he escrito el libro. Para que podamos reaccionar antes de que sea demasiado tarde.
Imponer al mundo del libro una rentabilidad que satisfaga sólo el aspecto financiero es desconocer absolutamente la realidad y los complejos procesos que permiten a una economía muy específica vivir de buenos libros
¿Podríamos llegar a pensar que el modelo de negocio de Amazon puede influir en la creación literaria? ¿De qué manera?
Puede influir en la creación literaria acentuando el fenómeno de la mercantilización del libro. Amazon sólo valora los libros en función del ranking de ventas y con este único argumento no puede, evidentemente, influir positivamente en la creación literaria. La evidencia es que son precisamente aquellos que se escapan de la lógica financiera, promoviendo la calidad editorial, los que mejor resisten frente a Amazon.
¿Tiene la receta de la supervivencia para las librerías?
Es necesario aceptar que el ratio de rentabilidad de una librería o de una editorial será pequeño, entre el 1% y 2% anual. Querer imponer al mundo del libro un ratio de rentabilidad que satisfaga sólo el aspecto financiero, es desconocer absolutamente la realidad y los complejos procesos que permiten a una economía muy específica vivir de buenos libros. No aquellos que nos animan, nos divierten y nos hacen disfrutar, escritos por egos ofendidos y seres insípidos que buscan simplemente atraer la atención hacia ellos. Hablo de esos buenos libros, de literatura o de ciencias humanas, que nos sacan de nuestra cotidianidad, que amplían el campo de visión de nuestras vidas, que nos ofrecen perspectivas inteligentes y de comprensión del mundo.
En su libro incide en la explotación de los trabajadores, ¿qué ha hecho Amazon por la protección de los derechos laborales?
En cualquier parte del mundo donde Amazon se ha implantado, en cualquier lugar donde Amazon gestione sus actividades logísticas convirtiéndole en el número uno de la venta en línea, Amazon adopta la misma estrategia, la misma ideología, las mismas reglas, los mismos procesos con muy raras excepciones culturales. Mi experiencia como trabajador infiltrado en Amazon y los numerosos testimonios que he podido recoger tanto de los trabajadores como de los ‘cuadros’ de la empresa apuntan en la misma dirección: Amazon no respeta la legislación concerniente al derecho laboral.
¿A qué tipo de infracciones se refiere?
Las infracciones son numerosas y ese ha sido el motivo del libro. Más allá de las presiones psicológicas, los trabajadores no tienen, por ejemplo, una cadencia establecida: no se les exige que mantengan una tasa de productividad exacta. Es aún peor: se les pide ir cada día más rápido que el anterior. Los trabajadores son puestos en una continua situación de competencia unos con otros. Son animados a denunciarse mutuamente si, por ejemplo, algunos hablan en el lugar de trabajo. Es un trabajo sin descanso, pero no es simplemente una situación laboral angustiosa, es una nueva situación laboral que no existía en el siglo XX, donde la ideología y el paternalismo jugaban un gran papel.
Pero con el apoyo de las nuevas tecnologías.
La informatización y las máquinas, como el escáner, marcan el camino de los trabajadores. Porque Amazon considera que todo trabajador es un ladrón potencial, los trabajadores son cacheados cada vez que entran o salen del almacén, pudiendo llegar a suponer una pérdida de hasta 40 minutos por semana, que no son remunerados. En los EEUU los trabajadores acaban de presentar quejas sobre este tema.
Recuerdo los autobuses partiendo de varias plazas españolas, camino de naves de Amazon en el extranjero, cargados de trabajadores. ¿Por qué le gusta a Amazon tanto la mano de obra española?
Para responder a su pregunta sobre los trabajadores españoles en Amazon, debo decirle que he encontrado algunos en Alemania. Ellos no están allí por gusto, sino por necesidad económica. Mujeres y hombres españoles, a veces con amplia titulación, golpeados por la crisis económica, se ven obligados a realizar trabajos penosos a cientos de kilómetros de su familia. Están alojados en condiciones indignas, que me recuerdan al siglo xix. Es la otra cara, la cara oculta de la “revolución digital” y del lado “cool” de Amazon.
Considera que las leyes y la soberanía popular son un obstáculo a sus beneficios. Es por ello que Amazon practica masivamente la evasión fiscal
Eso no lo ven sus clientes.
Amazon es una empresa que para conseguir beneficios colosales, trata a su mano de obra como si se tratara de vulgares robots sumisos hasta el infinito. Y cuando el robot se rompe, se le sustituye por otro parado. Ningún trabajador de Amazon puede tener una larga trayectoria en la empresa ya que el trabajo es tan rápido y pesado que la media de edad nunca va más allá de los 25-35 años.
Hay algo que pasa por natural: ¿Cómo es posible que se le permita no pagar impuestos en el país en el que interviene?
Amazon utiliza una ingeniería fiscal muy compleja para evadir impuestos en los países europeos. Considera que las leyes y la soberanía popular son un obstáculo a sus beneficios. Es por ello que Amazon practica masivamente la evasión fiscal. En Francia, debe 200 millones de euros al fisco. Cuando se compra desde Europa un libro en Amazon, el dinero va directamente a Luxemburgo. Un complejo sistema de filiales entra en ese momento en juego. Sólo una pequeña filial con una cifra de negocio ridícula manipula y envía los libros desde los diferentes países. Los estados sólo pueden imponer impuestos a esa pequeña filial ridícula. Y las multinacionales como Amazon pueden así, en complicidad con las políticas liberales europeas, robar a los ciudadanos europeos y exigirles el pago de la deuda pública que permite financiar, por ejemplo, las infraestructuras y el sistema educativo formante de la mano de obra que Amazon explota.
Dibuja un panorama dramático. ¿Por qué temen las librerías a Amazon?
Porque es un adversario económico que no respeta las leyes fiscales, que no debe pagar altos alquileres en el centro de las ciudades, que explota a una mano de obra poco formada en las temibles “fábricas en venta”. Para el mismo volumen de libros vendidos, estudios muy serios muestran que para vender el mismo volumen, Amazon contrata 18 veces menos de mano de obra que una librería tradicional de proximidad. Esto quiere decir que cuando contrata un trabajador, fabrica diecisiete parados.
¿La empresa actúa igual en Europa y en EEUU?
La lógica es válida tanto en Europa como en América del Norte. Las librerías americanas han cifrado recientemente la destrucción de empleos libreros a causa de Amazon solamente en el año 2012 en 42.000. Esto es inimaginable. Podríamos, de aquí a unos diez años, asistir a la desaparición de numerosas librerías, e, indirectamente, de importantes editoriales que no pueden existir sin una tupida red de librerías.
Trabajar con Amazon significa, tarde o temprano, ser comido por esta multinacional que se mofa totalmente de la cultura y del saber. Sólo le interesa exclusivamente el dinero.
¿Por qué Francia y España favorecen la instalación de Amazon con dinero público? ¿Por qué no deberían hacerlo?
Porque los políticos piensan únicamente a corto plazo. Siendo las tasas de paro muy elevadas, se sienten felices anunciando ‘la creación de empleo’, que como ya he dicho destruyen más empleos de los que crean. El dinero público sirve para construir una sociedad y debe estar al servicio del pueblo. Ahora bien, el comportamiento de Amazon muestra que busca fundamentalmente evadir su dinero de los impuestos. Es por lo tanto irónico pensar que los políticos franceses puedan dar varios millones de euros a Amazon cuando el fisco le reclama 200 millones de euros. A eso no se le llama hacer política y defender los intereses del país, sino gestionar la propia carrera personal
¿Cómo ve que una importantísima institución dedicada al fomento a la lectura (La Casa del Lector) dedique una biblioteca al Kindle, bajo la excusa de “acercar la lectura digital a todos los públicos”?
Pienso que es un error creer todas las mentiras de la industria digital y los discursos proféticos contrarios al libro digital. Yo no soy un oponente o adversario del libro digital, ni incluso de la venta en línea por Internet. Para mí, todo eso son herramientas que deben estar al servicio de las personas y de la sociedad. Pero trabajar con Amazon significa, tarde o temprano, ser comido por esta multinacional que se mofa totalmente de la cultura y del saber. A Amazon le interesa exclusivamente el dinero.
¿Su trabajo periodístico podría haberlo publicado sin censura en un periódico o sólo el libro es libre para hablar de este tema?
En Francia, la mayor censura viene a menudo de los propios periodistas. Existen periódicos libres en los que habría sido posible firmar mi investigación. Pero no en todos. Algunos están demasiado ocupados en idolatrar a Steve Jobs o Jeff Bezos, pensando que estos campeones de la economía digital representan ‘el progreso’. Para mí, la mejor herramienta de reflexión y de inteligencia, el mejor soporte para una investigación, el que ofrece más posibilidades y complejidad, es, sin duda, el libro.
Y un libro combativo.
Mientras que yo sea físicamente capaz de escribir, escribiré libros con la finalidad de construir contrapoder, con el fin de detener al poder en lo referente a las investigaciones. Pero, en un contexto más amplio, con el fin de crear obras que movilicen mucha energía y que movilicen preocupaciones éticas, morales y estéticas. Elementos inestimables acerca de los cuales debemos ser intransigentes a riesgo de todas las cosas nos sean confiscadas.
FUENTE: Amazon es una amenaza para la sociedad democrática - Noticias de Cultura
Última edición por Kontrapoder; 02/10/2013 a las 09:29
«Eso de Alemania no solamente no es fascismo sino que es antifascismo; es la contrafigura del fascismo. El hitlerismo es la última consecuencia de la democracia. Una expresión turbulenta del romanticismo alemán; en cambio, Mussolini es el clasicismo, con sus jerarquías, sus escuelas y, por encima de todo, la razón.»
José Antonio, Diario La Rambla, 13 de agosto de 1934.
Muy interesantes y convenientes, estos textos sobre Amazon. Lo cierto es que no conozco mucho sobre esta multinacional, he visto cuñas de su publicidad metidas en diferentes sitios, pero no me había atraído visitar su página. Sin discutir nada sobre lo expresado en los textos de los mensajes, sin embargo, hay algunas cuestiones que si son de mi interés. Me he metido a explorar el sitio oficial y he buscado productos que son de mucho consumo. Por ejemplo, en colonias y perfumes hay una enorme variedad en el mercado internacional, pero en Amazon hay poca oferta. Es justamente lo contrario que el caso de los libros. He buscado algo que hoy se ha extendido por todas partes, como es la costumbre de llevar una bolsa o una mochila pequeña. No recuerdo ahora mismo cuantas páginas hay sobre ello, un número considerable. También he observado que en el campo de la óptica (prismáticos) hay muchas "marquillas", pero son pocas las reconocidas por la calidad de sus productos.
Y de esa exploración rápida, he podido sacar algunas conclusiones:
1.- Parte del éxito de la multinacional radica en que hay -o debe de haber-, muchos productores y distribuidores a los que interesa estar presentes en dicho mercadeo, mientras que parece que a otros no.
2.- Además, no hay empresa que funcione si no tiene una clientela asegurada y aunque no se puede comprobar, lo lógico es suponerlo.
3.- Según qué línea de productos, hay competencia directa o no la hay. Así, en el caso de los prismáticos he podido comprobar que si se pincha sobre una determinada marca y una serie concreta, aparecerán varios vendedores con precios diversos señalando cuales son los más ventajosos y Amazon actúa como intermediario. En otros productos, el caso de mochilas y bolsos, no se nota esa "competencia" tan directa y, por cierto, con precios considerablemente más altos que los que se pueden encontrar en otros comercios on-line.
4.- El caso de los libros es tremendo, pero no creo que suponga un riesgo serio para el lector habitual, pues éste mantiene ciertas costumbres comunes que son casi un ritual: el tacto de los libros, el olor, el peso, la encuadernación y presentación, abrirlos, leer cualquier página al azar... todo ello no es posible a través de la compra informática. Incluso la elección es algo que precisa de una verdadera exploración de los fondos de la librería.
Luego, si se miran con cierto detenimiento los contenidos también encontraremos que hay mucha basurilla, pues no olvidemos que gracias a la Informática y a Internet, hoy tenemos millones de "autores" que se autoeditan repartidos por el mundo y cuya producción, en la mayor parte de los casos, no vale gran cosa o incluso nada de nada. Por eso, hay tanta oferta de títulos de autores totalmente desconocidos. El libro de siempre, en mi opinión, continuará vendiendose en las librerías físicas de siempre, las cuales también tienen sus recursos, por ejemplo, la reserva y venta de libros de texto -al menos en España-, así, y lo mismo pasa con otro tipo de comercio, una librería para mantener su actividad durante muchos años debe diversificar su oferta -papelería, habitualmente-, y estar en las proximidades de un centro educativo.
Además, el libro informático con tener el éxito que está teniendo, no parece que se esté imponiendo. Hace pocas semanas pude ver la gran oferta de ellos que había en una gran superficie. Los vi hasta por 35 € y la única persona que recorría el expositor (había unos veinte o veinticinco modelos), era yo, habiendo más potenciales clientes en la sección. ¿Cuántos títulos en papel editan al año las editoriales? Tengo entendido que sólo en español se editan unos 40.000 títulos anuales, lo que a mil ejemplares de promedio por título suponen 40 millones de libros al año.
5.- También he podido comprobar que las actividades comerciales de Amazon también las practican otras empresas, aunque con otros volúmenes, como es el caso de las grandes superficies.
6.- Lo más grave de esta multinacional es el trato a sus trabajadores y la burla de las legislaciones. Es a los Estados a quienes compete el impedir tales prácticas, ¿pero qué se puede esperar cuando "la fábrica del mundo" tiene las mismas prácticas y empresas y Estados no hacen el más mínimo asco?
Última edición por Valmadian; 02/10/2013 a las 14:04
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
Si lo considera conveniente, le rogaría a Donoso que cambie el título del hilo por éste: Amazon, Google y el 'club de los pringaos', que es más representativo de lo que se habla en el hilo. O por cualquier otro título que él considere apropiado.
«Eso de Alemania no solamente no es fascismo sino que es antifascismo; es la contrafigura del fascismo. El hitlerismo es la última consecuencia de la democracia. Una expresión turbulenta del romanticismo alemán; en cambio, Mussolini es el clasicismo, con sus jerarquías, sus escuelas y, por encima de todo, la razón.»
José Antonio, Diario La Rambla, 13 de agosto de 1934.
Hecho.
Aquí corresponde hablar de aquella horrible y nunca bastante execrada y detestable libertad de la prensa, [...] la cual tienen algunos el atrevimiento de pedir y promover con gran clamoreo. Nos horrorizamos, Venerables Hermanos, al considerar cuánta extravagancia de doctrinas, o mejor, cuán estupenda monstruosidad de errores se difunden y siembran en todas partes por medio de innumerable muchedumbre de libros, opúsculos y escritos pequeños en verdad por razón del tamaño, pero grandes por su enormísima maldad, de los cuales vemos no sin muchas lágrimas que sale la maldición y que inunda toda la faz de la tierra.
Encíclica Mirari Vos, Gregorio XVI
€8.8bn of royalty payments channelled through Bermuda by Google
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Google esquiva impuestos alrededor del mundo
- Google paga 55 millones de dólares en tasas en el Reino Unido, después de una ganancia aproximadamente de 5 billones
- La compañía americana paga tan solo un 2,6 % de impuestos tras los beneficios obtenidos fuera de Estados Unidos
- El G20 ya ha presentado diferentes quejas al respecto
02 Octubre 2013, 17:11
por Héctor Guillén - Redactor
Cada vez que conocemos los números de grandes empresas a nivel mundial, sin duda, nos volvemos locos mirando a las cifras. En este caso, salen a la luz las cuentas de Google del último año en el Reino Unido.
La empresa del gigante buscador web pagó en 2012 nada más y nada menos que 55 millones de dólares tasas corporativas, después de una ganancia total de alrededor de 5 billones de dólares, lo que supone un porcentaje bastante bajo.
Tanto es así, que desde que se han conocido estos datos, muchas han sido las críticas que se han vertido en torno al bajo porcentaje que se le aplican a los gigantes tecnológicos en el país anglosajón. Además, ya el G20 acusaba a empresas como Apple y Google de evadir impuestos hace unos meses.
Google, que ya había sido investigada dos veces por un comité parlamentario en relación a las tasas pagadas, sólo ha pagado un porcentaje del 2,6 % de los 8,1 billones de dólares de ingresos que ha facturado fuera de Estados Unidos durante todo el año.
El hecho que ha permitido al gigante norteamericano contar con una rentabilidad tan alta ha sido la canalización de todas las ganancias que obtuvo en el extranjero a sus empresas afiliadas, que se encuentran afincadas en Bermudas, uno de los paraísos fiscales más conocidos.
Por su parte, Google afirma que cumple puntualmente con las tasas exigidas en cada país en el que opera, y además, puntualiza que en el Reino Unido paga menos tasas porque sus beneficios no son generados por sus empleados de dicho país.
Además, tanto Google UK como otras subsidiarias en Europa han estado pagando impuestos tan bajos, debido a que están registradas como proveedores de servicios de marketing a Google Irlanda, país en el que las tasas también son bastante bajas.
En cualquier caso, empresas como Samsung, tras ser investigadas, tendrán que pagar más impuestos en España.
Leer más: Google esquiva impuestos alrededor del mundo - ComputerHoy.com
«Eso de Alemania no solamente no es fascismo sino que es antifascismo; es la contrafigura del fascismo. El hitlerismo es la última consecuencia de la democracia. Una expresión turbulenta del romanticismo alemán; en cambio, Mussolini es el clasicismo, con sus jerarquías, sus escuelas y, por encima de todo, la razón.»
José Antonio, Diario La Rambla, 13 de agosto de 1934.
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