Bien. Entonces queda aclarado que yo me he referido siempre al "problema de la economía" y no a un supuesto "problema de la creación-destrucción del dinero", pues yo nunca he considerado que el mero hecho de crear o destruir dinero constituya, en sí, ningún problema.Bueno, lo comento así en relación a que usted consideraba que ese era el principal problema de la economía. Decía usted en los mensajes anteriores:
Usted dice: "con la diferencia que yo a esa "distorsión" que afecta a la economía, en cuanto a la creación-destrucción de dinero (...)".Por eso recalcaba ese asunto, en el que estoy de acuerdo con usted, con la diferencia que yo a esa “distorsión” que afecta a la economía, en cuanto a la creación-destrucción de dinero,
Le corrijo la frase, para que quede claro lo que yo digo: "con la diferencia que yo a esa "distorsión" que afecta a la economía, es originariamente o principalmente o fundamentalmente o decisivamente o últimamente o esencialmente causada por la forma en que se realiza hoy día la creación-destrucción de dinero en dicha economía (no por la simple y mera acción de crear-destruir dinero, sino por la forma en que se hace esa creación-destrucción de dinero).
Le reitero de nuevo que no hay ningún "problema de la creación-destrucción del dinero", sino un "problema de la economía". La acción de crear o destruir dinero no supone, per se, ningún problema en absoluto.le encuentro un problema de origen en la naturaleza del interés del dinero, lo que convierte a esa naturaleza no en un actor secundario sino en uno principal. Pues creo que sin la carga del interés del dinero el problema de la creación-destrucción del dinero tendería a desaparecer al no existir un interés en el precio del dinero o la necesidad de un beneficio por el mero hecho de poseerlo o de crearlo.
De este párrafo suyo infiero de nuevo la tesis de usted de que lo que realmente constituye la causa originaria o principal o fundamental o decisiva o última o esencial del "problema de la economía" (que es el único problema al que nos estamos refiriendo aquí) es el interés. Yo disiento de esa tesis.
Perdóneme de nuevo si parezco quisquilloso a la hora de reiterar los términos en los que yo me expreso, para evitar así toda equivocidad o ambigüedad.Claro que antes deberíamos concretar qué entendemos sobre la cuestión: creación-destrucción de dinero. Y ver dónde está el problema en esa “función” y así indagar si la existencia del interés del dinero supone una causa secundaria o principal.
Usted dice: "Y ver donde está el problema en esa "función" [la palabra "función" la utiliza usted refiriéndose a la frase "creación-destrucción de dinero"]". Esto me obliga a insistir en la no existencia en absoluto de ningún problema en relación a la acción de crear y/o destruir dinero, considerada esta acción en sí misma.
Yo siempre hablo de "problema de la economía". Y a continuación me refiero a la causa de ese problema: la forma en que hoy día se crea-destruye el dinero en la economía de la comunidad política (hablo de la forma en que hoy día se crea-destruye el dinero como causa del problema de la economía; yo nunca hablo de un supuesto "problema de la creación-destrucción de dinero").
Si me pregunta usted qué entiendo yo por forma de crear-destruir dinero en la economía, pensé que ya lo había aclarado en el cuarto párrafo de mi mensaje anterior; pero en todo caso lo vuelvo a aclarar: me refiero al 1) concepto en virtud del cual se emite-crea o retira-destruye el dinero (no es lo mismo hacerlo en forma de beneficio o libre de deuda, que en forma de deuda); 2) cantidad (no es lo mismo emitir o destruir una u otra cantidad de dinero en la economía); y 3) ritmo (no es lo mismo emitir o destruir dinero a un determinado ritmo o a otro en la economía).
¿De qué dependerá que estos factores que determinan la forma en que se crea-destruye el dinero en la economía la perturben/distorsionen o no? Dependerá de que se ajusten o no a los datos físicos reales que arroja la economía real de la comunidad política. Si se ajustan, el orden económico-social irá bien; si no se ajustan, el orden económico-social irá mal o quedará perturbado/distorsionado.
Ahora bien, como podrá usted observar, en todos estos factores que constituyen la forma en que se crea-destruye el dinero no se ha tocado para nada la cuestión del interés: esos factores se bastan a sí mismos para producir la perturbación/distorsión en la economía siempre y cuando se manejen o manipulen en forma tal que no se ajusten a los datos físicos/reales que arroja la contabilidad real de la economía real o física. ¿Qué quiere decir que "se bastan a sí mismos"? Quiere decir que cualquier otro factor o elemento que aparezca en la emisión-destrucción del dinero (como, por ejemplo, el interés) sólo va a tener un efecto exacerbante o agravante de la distorsión; o, dicho con otras palabras, si se eliminase cualquier otro factor distinto (como, por ejemplo, el interés) de aquellos que constituyen o generan la forma en que se crea-destruye el dinero (antes mencionados) en la economía, ésta seguiría sufriendo perturbación/distorsión en tanto en cuanto aquellos factores, no debidamente corregidos, continuaran provocando el que la forma en que se crea-destruye el dinero estuviera en desajuste en relación con los datos reales-físicos contables arrojados por la economía real.
Precisamente por eso me interesaba insistir en este tema particular del interés del dinero, pues se lo suele inflar mucho y se le suele dar una importancia excesiva como medio de desviar la atención hacia el análisis de la verdadera causa última del "problema de la economía".Y he aquí, y usted amigo lo debe de saber bien, dada su encomiable aportación a que se conozca la obra del Mayor Douglas y el Crédito Social, que existe una interesada confusión que hace que todo análisis se termine convirtiendo en un batiburrillo en el que todo se enreda y confunde y que incluso es fomentado por quien debería combatirlo, o sea, la propia “ciencia oficial” no digamos ya de los defensores de las distintas doctrinas liberales o keynesianas “oficialoides”
No deja de ser irónico que los economistas, no sólo "ortodoxos" sino también muchos "heterodoxos", sigan insistiendo en la eliminación del interés como medida técnica para solucionar la crisis económica. Parece ser que los sistemas bancarios occidentales (sistema de Banco Central y entidades financieras asociadas o vinculadas a él) no han querido tener en cuenta la previa experiencia que tuvo en los ´90 Japón con sus famosos tipos de interés, no ya a cero por ciento, sino incluso a tasas negativas. Le puedo asegurar a usted, De Elea, que si quisiera emigrar a cualquiera de los países mahometanos más restrictivos con la cuestión del interés, se encontraría usted con el mismo "problema de la economía" que en los países occidentales.
Si a usted lo que le preocupa es el interés como beneficio injusto de las entidades financieros, le aclaro que en la actual situación de políticas "estimuladoras" de tipos de interés a cero o casi cero, las entidades bancarias no han dudado ni un momento en sustituir los beneficios perdidos en concepto de interés, por los beneficios en concepto de comisiones (las cuales me atrevería a decir que son aún más abusivas que los beneficios abusivos que percibían en concepto de interés).
Le reitero que yo sólo estoy tocando aquí el interés desde una perspectiva puramente técnica o contable. Si quiere usted que hablemos en otro hilo del interés o de la usura (que no es lo mismo que interés a secas) desde un punto de vista teológico, filosófico o moral, por mí encantado y siempre a su disposición.
Marcadores