Tema: Impuestos y recaudación tributaria en España

Mi opinión personal respecto al tema de los impuestos es la que siempre ha defendido la Tradición, es decir, estos deberían ser aprobados por quienes han de pagarlos (el pueblo español reunido en las Cortes). Dichos impuestos solo deben ser solicitados en el caso de tener que cubrir gastos improductivos, y cuando no basten los ingresos obtenidos del dominio fiscal del Estado (ferrocarriles, correos, telégrafos, minas, montes públicos, etc...). Para necesidades especiales y extraordinarias (como gastos de guerra) se recurrirá a impuestos directos e indirectos. Los directos sobre la propiedad inmueble se admitirán con nueva graduación, con un mínimo de exención y consideraciones especiales hacia las familias con hijos y otras cargas. Los indirectos se aplicarán a objetos de lujo y no saludables (imponiéndose los más abusivos posibles para el alcohol, exceptuando bebidas de baja graduación o artesanales, el tabaco o la comida rápida, con el fin de financiar con las ganancias obtenidas tratamientos contra las enfermedades y dolencias que dichas drogas provocan. A mi juicio, el tabaco debería ser prohibido tarde o temprano), mientras que los que se aplican a los productos básicos serán eliminados.
La Yamahiriya de Gadafi fue un buen ejemplo de esto último: el litro de gasolina costaba 14 centavos, y 40 barras de pan costaban 15 centavos. Además, Gadafi aplicó un Dividendo Nacional como el preconizado por el Mayor Douglas en el Crédito Social, proveniente de los ingresos obtenidos del petróleo nacionalizado. De ahí que la revista African Executive dijese sobre los libios en 2007: "a diferencia de otros países productores de petróleo como Nigeria, utilizan los beneficios del petróleo para desarrollar su país". Otro gran ejemplo de esto sería Corea del Norte, donde sería impensable un IVA cultural: la entrada en museos, bibliotecas, teatros, circos o cines es gratuita, al igual que el acceso a espectáculos o instalaciones deportivas (gimnasios, polideportivos, etc...). Así mismo, el precio a pagar en un parque de atracciones, acuático o en una pista de esquí es meramente simbólico, y el Estado provee, independientemente del salario mensual, de una vivienda, ropa, comida, vacaciones pagadas, sanidad y educación gratuitas, y multitud de otros servicios sociales gratuitos o a muy bajo coste.
Por último, debería desgravarse también el impuesto de timbre y de tasas que dificulta la disposición de los bienes, siempre que ésta no vaya contra el bien común. En esta categoría queda comprendido por ejemplo el famoso Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones. Por el contrario, debe de freírse a impuestos a las multinacionales y a las grandes fortunas, penalizando a las rentas más altas y especialmente a las obtenidas por medio de la especulación. Ciertas fortunas rebasan los límites de la obscenidad, y deben ser prohibidas (Ikki Kita propuso en el Japón que aquellas fortunas que superasen el millón de yenes fuesen prohibidas). Acerca de la progresividad, los bóers, por ejemplo, creían que los ingleses ricos eran poderosos gracias a los impuestos que hacían pagar a los pobres, mientras que para ellos, los ricos debían pagar impuestos para ayudar a los pobres (cosa curiosa, siendo calvinistas).
El economista Gottfried Feder (de cuya obra he sacado varias de estas propuestas) afirmaba que un estado sin impuestos era matemáticamente posible, toda vez que los impuestos destinados a pagar intereses de deudas fueran suprimidos, ya que la principal causa de recaudación de impuestos es el pago de estos. Eliminada la deuda, queda eliminado también en su práctica totalidad el problema.

Saludos en Xto.

Además, Gadafi aplicó un Dividendo Nacional como el preconizado por el Mayor Douglas en el Crédito Social, proveniente de los ingresos obtenidos del petróleo nacionalizado.

Quisiera aclarar que el beneficio monetario del que se aprovecharía una comunidad política con un sistema financiero reformado por su adaptación a la realidad económica, no provendría de una redistribución de dinero ya existente (caso de Gadafi; caso que se da también con los habitantes de Alaska; caso que se daba también con Alberta y su petróleo, como intento de desvirtuación deliberada del verdadero sentido del Crédito Social durante el periodo 1935-1937; etc...) sino de dinero de nueva creación.

Por supuesto, todo ingreso financiero es siempre bienvenido por los miembros de cualquier pueblo que tenga una economía monetizada o dineraria. Pero sólo quería aclarar que el Crédito Social va mucho más allá de un simple "parche" de reparto periódico directo a la población de dinero ya existente (o acumulado) procedente de los ingresos de una compañía en manos de una entidad pública.

El hecho de que Gadafi decidiera repartir ese dinero directamente a la población, en lugar de utilizarlo por su propia cuenta o de su Administración "para el bien de la población" o "en nombre de la población", indicaba un rasgo social de su política con el que cualquier creditista social (y, por ende, cualquier persona políticamente tradicional) estaría plenamente de acuerdo (cosa que no pensaban precisamente aquéllos que estaban detrás de su derrocamiento y asesinato).

Perdón por este paréntesis respecto al tema del hilo.

Iniciado por Martin Ant

Quisiera aclarar que el beneficio monetario del que se aprovecharía una comunidad política con un sistema financiero reformado por su adaptación a la realidad económica, no provendría de una redistribución de dinero ya existente (caso de Gadafi; caso que se da también con los habitantes de Alaska; caso que se daba también con Alberta y su petróleo, como intento de desvirtuación deliberada del verdadero sentido del Crédito Social durante el periodo 1935-1937; etc...) sino de dinero de nueva creación.

Por supuesto, todo ingreso financiero es siempre bienvenido por los miembros de cualquier pueblo que tenga una economía monetizada o dineraria. Pero sólo quería aclarar que el Crédito Social va mucho más allá de un simple "parche" de reparto periódico directo a la población de dinero ya existente (o acumulado) procedente de los ingresos de una compañía en manos de una entidad pública.

El hecho de que Gadafi decidiera repartir ese dinero directamente a la población, en lugar de utilizarlo por su propia cuenta o de su Administración "para el bien de la población" o "en nombre de la población", indicaba un rasgo social de su política con el que cualquier creditista social (y, por ende, cualquier persona políticamente tradicional) estaría plenamente de acuerdo (cosa que no pensaban precisamente aquéllos que estaban detrás de su derrocamiento y asesinato).

Perdón por este paréntesis respecto al tema del hilo.

Fallo mío entonces. Luego el Dividendo Nacional, para ser tal, debe estar compuesto por dinero libre de deuda creado expresamente con el fin de distribuirlo entre la población, para que ésta, al tener mayor poder adquisitivo, pueda compensar el déficit del consumo respecto a la producción. ¿Sería así o me sigo equivocando, Martin Ant?

Saludos en Xto.