¡Llora Argentina, llora!
Publicado el 23-10-2008 , por Lex Column. Financial Times
Ella asegura que la nacionalización del sistema privado de pensiones protegerá los ahorros de “pensiones y trabajadores” y que, en cualquier caso, es similar a lo que los países occidentales han hecho con sus bancos.
Los críticos responden que se asemeja más a soltar un zorro en un gallinero. Tras varios años de abundancia, la crisis crediticia golpea a Latinoamérica, y el primer país en sucumbir a la presión es Argentina, gobernado por Cristina Fernández.
Los cálculos detrás de la operación son sencillos –aunque despiadadamente cínicos–. Argentina necesita cerca de 13.000 millones de dólares (9.813,7 millones de euros) para pagar sus deudas denominadas en dólares el año que viene. Ha sido apartada de los mercados internacionales de capitales desde su impago de 95.000 millones de dólares en 2002 (bajo el gobierno del presidente Néstor Kirchner, el marido de Fernández); por lo que no puede obtener fondos de ellos. El venezolano Hugo Chávez solía ser una buena fuente de créditos blandos, pero en la actualidad también se está quedando sin dinero.
Así que Argentina ha tomado en su lugar el dinero ahorrado por sus ciudadanos en pensiones privadas. Cerca de la mitad de los 30.000 millones de dólares de estos fondos están invertidos en bonos gubernamentales. Al cubrir el pago de sus intereses con más bonos, el gobierno podría ahorrar 3.000 millones de dólares, según los cálculos de Credit Suisse.
Otros 2.500 millones de dólares son en líquido. Finalmente, 4.000 millones de dólares pertenecen a contribuciones anuales al sistema de pensiones, que el gobierno prevé clasificar como “ingresos fiscales”. Eso suma casi 10.000 millones de dólares –casi lo suficiente para cubrir la deuda–.
Creados en 1994, los fondos de pensiones argentinos han proporcionado una creciente fuente de capital doméstico, un sustituto fundamental para la dependencia histórica de Argentina de los flujos de capital internacional.
También han proporcionado una rentabilidad anual real superior al 10% –excelente bajo cualquier parámetro–. Por desgracia, su nacionalización, que aún tiene que ser aprobada por el Congreso, sigue el patrón de la historia económica de Argentina; el Estado ha dudado en pocas ocasiones a la hora de expropiar la riqueza de los ciudadanos, mediante una alta inflación, o de sus acreedores e inversores extranjeros, mediante impagos o expropiaciones. Los gobiernos de Argentina van y vienen. El legado de su mala gestión persiste durante generaciones.
http://www.expansion.com/2008/10/23/...224788261.html
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