Creo que si quieres aprender euskera no te queda otra que pasar por el batúa. Ahora bien, entendiendo siempre que llegado a ese punto sólo has llegado al escalón uno. Después, y para el caso concreto del Vizcaíno, quizás el dialecto más diferenciado y potente, necesitarías vivir un año entero en un caserío de Nabarniz o similar, para entender de verdad qué es el euskera. (Vivir hablando, compartiendo tareas y estudiando).
El problema es que este segundo paso no lo da nadie, o sólo lo da una muy reducida minoría. El problema también es que las nuevas generaciones de vascos están totalmente "batuizadas" y están perdiendo el "legado". Los no "contaminados" cada de vez de mayor edad y constreñidos a zonas rurales cada vez más remotas, son los que preservan el "legado". Después claro está, hay campesinos como bien dices, aunque yo hablaría más bien de granjeros, que son "príncipes de la lengua" y otros que a pesar de tenerla como lengua materna, tienen o un vocabulario mucho más restringido o simplemente carecen de gracia al hablar. A la hora de escoger ese caserío, necesitarías a una familia con el don de la palabra.
En fin es complicado, pues los que "preservan el legado" como digo yo, no son tampoco gente demasiado abierta, ni se prestan a abrir su casa a un foráneo.
Para terminar, lo más pestilente del batúa, es precisamente su politización. Se ha convertido en una piedra angular en la construcción del estado nacional vasco. Es el elemento unificador que les faltaba a los nacionalistas. Es el gran pasaporte a la "euskaldunidad", aportado en la mayor parte de los casos por "centros de formación" totalmente politizados y próximos al pnv o bien a los "asesinos batasunos", en gran parte además gestionados por "euskaldunberris". Un pasaporte falso, pues toda la inmensa cantidad de nuevos "euskaldunes" no avanza más allá del primer escalón, con lo que se impone ese hablar falso y artificial del que hablaba en mi primera intervención.
Pero finalmente, si me pidieras un ejercicio de positividad respecto del batúa, obviando todos los pensamientos negativos que me produce, apuntaría dos cosas en su haber:
a.) Es más fácil, pues es más lógico y más simple que el euskera auténtico (está mejor estructurado, o eso dicen los que lo conocen bien).
b.) Está más libre de contaminaciones y préstamos. Y con esto quiero decir que en el habla popular, hay multitud de préstamos del castellano para palabras que existen en euskera. Préstamos que han ido conformando el habla dado el carácter bilingue de gran parte de la población vascoparlante en los años en que no existía el batúa.
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