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Hyeronimus
Putin: Defensa de la identidad nacional basada en valores religiosos
El jefe de estado ruso habla en el Foro Valdai, dedicado a la identidad rusa, y centró todo su discurso en la fe y la moral tradicionales frente al modelo occidental de lo políticamente correcto: "Hay que respetar a las minorías, pero los derechos de la mayoría son incuestionables".
Moscú (Asia News / Agencias). - "Sin los valores de la cristiandad y las demás religiones del mundo, y sin los parámetros morales que han necesitado miles de años para definirse, las personas perderán su dignidad humana", afirma el presidente ruso Vladimir Putin. El Jefe de Estado pronunciaba estas palabras el pasado 19 de septiembre en la sesión de clausura del Club Valdai, el foro internacional organizado por la agencia noticiosa Ria Novosti, y que agrupa a políticos, analistas y otras personas procedentes de la sociedad civil rusa y extranjera. Este año ha celebrado su décima edición, y ha estado dedicada a la búsqueda de la identidad rusa.
"Creemos que lo natural y lo apropiado es defender esos valores --dijo el jefe del Kremlin--. Toda minoría es digna de respeto a su identidad particular, pero los derechos de la mayoría son incuestionables."
Putin, que siempre se ha centrado en el papel de la Iglesia Ortodoxa Rusa y los valores tradicionales para cimentar la inmensa y multiétnica nación en torno a una idea común de patria, se preocupó por conceder igual importancia a todas las comunidades y confesiones. Afirmó que Rusia no puede mantenerse en pie sin una autodeterminación nacional y cultural, ya que de lo contrario no estaría a la altura de los desafíos internos y externos.
"Los sucesos que ocurren en el mundo suponen un desafío mucho más serio a la identidad rusa --explicó--. Hay que tener en cuenta aspectos morales y de política exterior. Hemos visto a muchos países del ámbito euro-atlántico emprender el camino de la renuncia a sus raíces, entre las que se cuentan los valores cristianos, los cuales constituyen la base de la sociedad occidental. Ello --añadió-- supone negar los principios de la moral y de toda identidad tradicional, nacional, cultural, religiosa y hasta sexual", alusión explícita a las leyes que han legalizado en Europa las uniones homosexuales. Contra ellas Rusia se ha expresado en términos enérgicos, convirtiéndose en blanco internacional de críticas.
"Lo que se está haciendo es equiparar a las familias y a las parejas del mismo sexo, y la fe en Dios con la fe en Satanás" --denunció el jefe de estado ruso--. Según él, "los excesos de lo políticamente correcto nos han llevado a un punto en que ya se discute seriamente si se deben legalizar partidos que incluyen la propaganda pedófila en sus principios políticos."
En su discurso, Putin puso también de relieve que en muchos países europeos "la gente siente vergüenza y no se atreve a hablar de su religión, los días festivos religiosos han sido suprimidos o se ha sustituido su nombre por otro que oculta la naturaleza de la festividad, a la vez que se intenta imponer por la fuerza dicho modelo al resto del mundo."
Rechazando las acusaciones por parte de organizaciones internacionales y gobiernos que defienden la libertad política contra, por ejemplo, la ley contra la propaganda gay, Putin advierte: "Es la vía directa a la degradación y el primitivismo y al agramiento de la crisis moral y demográfica".
"¿Puede haber mejor indicador de la crisis moral de una sociedad que perder su capacidad de reproducción?" --concluyó, expresando el mismo parecer que el Patriacardo de Moscú.
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