«Italia y las cucarachas» por Juan Manuel de Prada para el periódico ABC, artículo publicado el 27/X/2018.
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Los burócratas o cucarachas de Bruselas han justificado el rechazo de los presupuestos italianos alegando que «no incluye esfuerzos para reducir su deuda pública». Naturalmente, se trata de una burda excusa para despistar a las masas cretinizadas. Tampoco los presupuestos que ha presentado el doctor Sánchez incluyen «esfuerzos para reducir la deuda»; y, sin embargo, los burócratas o cucarachas de Bruselas no van a rechazarlos. ¿Por qué? Porque son unos presupuestos sistémicos, trufados con medidas pintureras y demagógicas (que si un arrumaco con el salario mínimo por aquí, que si una carantoña con los permisos de paternidad por allá), que machacan a impuestos a autónomos y clases medias y no ponen en jaque los intereses plutocráticos. Van a aumentar nuestra deuda; pero eso no importa a los burócratas de Bruselas, pues a cambio no incluyen medidas que cuestionen los mandatos del Dinero apátrida. Y es que el doctor Sánchez y sus aliados, encargados de saquear a las clases medias y de corromper a los trabajadores con derechos de bragueta, son unos dóciles perritos caniches de la plutocracia. Y agitan el rabo agradecidos cuando les pasan la mano por el lomo.
El Gobierno italiano, en cambio, está combatiendo (siquiera tímidamente) las políticas de identidad y los derechos de bragueta. Y está protegiendo a los pequeños empresarios arrasados por la globalización, así como a los trabajadores que han salido de la crisis cobrando salarios de miseria. Sus presupuestos, que no son más despilfarradores que los españoles, contienen sin embargo bombas de relojería que los burócratas o cucarachas de Bruselas, como abnegados capataces del mundialismo encargados de destruir las economías nacionales, no pueden admitir. Los presupuestos italianos contemplan medidas drásticas para combatir la precariedad laboral; también para tratar de frenar la deslocalización empresarial facilitada durante las últimas décadas desde Bruselas. Los presupuestos italianos tratan de invertir el rumbo de una economía nacional devastada que ha dejado de ser productiva y que, con la ayuda de gobernantes serviles (perritos caniches de la plutocracia, como los nuestros), ha degradado sistemáticamente las condiciones de trabajo, con la excusa de la «competitividad» y la «flexibilidad laboral» (o sea, con sueldos misérrimos, indemnizaciones adelgazadas hasta la anorexia y uso abusivo de la contratación temporal, igualito que en España).
Pero en Italia gobiernan unos señores que se resisten a que les pasen la mano por el lomo. De ahí que los medios de adoctrinamiento de masas los tilden de populistas, demagogos o fascistas (con énfasis en uno u otro epíteto, dependiendo del negociado ideológico de las masas cretinizadas a las que intoxican). De ahí que hayan tratado de boicotearlos desde el principio, utilizando a Mattarella (el presidente de la República, otro patético perro caniche de la plutocracia) como mamporrero teledirigido desde Bruselas. De ahí que el comisario europeo o cucarachón Günther Oettinger reclamase a los mercados que lanzasen una señal «para no permitir que los populistas de izquierdas y derechas tengan responsabilidades de gobierno»; a lo que los mercados respondieron de inmediato desatando el pánico bursátil y una escalada de la prima de riesgo que hizo las delicias de los especuladores. De ahí, en fin, que los burócratas de Bruselas rechacen ahora los presupuestos. Pues de lo que se trata es de tumbar a un Gobierno que amenaza con anteponer los intereses nacionales sobre los designios del Dinero apátrida.
Hermanos de Italia, cubríos con el yelmo de Escipión y no cedáis ante estas cucarachas.
https://www.abc.es/opinion/abci-ital...8_noticia.html.
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