Respuesta: ¿Huelga xenófoba o lucha por el pan de tus hijos?
Quedándonos en casa ayer comentaban en TeleMadrid que ha disminuido el índice de robos de los objetos habituales (cosas de la estadística, claro), pero que ha aumentado el de robos para comer. Entrevistaban a comerciantes en un mercado, y éstos afirmaban que entre las clientes habituales, "de siempre", las hay que "descuidan" una o dos frutas, o un paquete de algo. Evidentemente se trata de pequeños hurtos, que se pueden calificar como inmorales, pero la verdad es que son un síntoma de lo que está sucediendo.
Hace pocos días hablando con un amigo sacerdote, me comentaba que en Cáritas habían llegado a quedarse sin provisiones para poder ofrecer un poco de alimento a un número preocupante de personas. Ahora a los comedores ya van personas que tienen techo, que tienen un sueldo o una pensión que es totalmente insuficiente y que si cumplen con sus gastos fijos no les queda para comer. También se han visto escenas de personas de aspecto común acercarse a los contenedores de las grandes superficies para llevarse todo lo que encuentran aprovechable y que el comercio en cuestión ha tirado.
Pero lo que pone los pelos de punta es la posibilidad apuntada por el Presidente de la Cámara de Comercio de Valencia, que sostiene que la crisis va a durar 20 años (v. en Libertad-Digital). ¡Ojalá se equivoque totalmente! pues afirma que las pensiones dejarán de pagarse en el 2012.
Mientras tanto, la clase bufonera, española y europea, mirándose el estado de las uñas.
Última edición por Valmadian; 30/01/2009 a las 21:59
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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