A ROSALÍA DE CASTRO




A mi amigo Cavaleiro




Rosalía es el amor,
De la eterna tierra gallega,
Del que se quiere ir, pero no llega,
De aquel Atlántico que tiene razón,




En las orillas del Sar,
Cantares gallegos,
Dulces gaitas, hombres buenos,
Y la omnipresente sombra de la mar....




Hablan de los románticos tardíos,
Y con ellos mencionan a Bécquer y a Rosalía,
¡ Oh, qué linda y sincera poesía !
Las letras de amores desfallecidos,



Rosalía es la tristeza teñida de agonía,
Los maizales y las escarpadas playas,
Las piedras duras y cercanas,
La dama austera, no sin cortesía,



Castros conocemos desde los celtas,
De los barcos salieron a la aventura muchos,
A Ruiz Aguilera comprendió sus versos de hombre ducho,
Pero su confusión amargóla, pero siguiendo esbelta,




Bisagra de poéticos mundos,
¡ Ay Rosalía, corazón espinado !
La franja marinera, la evocación del fado,
La Galicia que parecía haber perdido el rumbo....




Rosalía y la saudade,
Rosalía y la morriña,
La tristona y malherida rapaciña,
El silencio campestre y sus soledades,



Látigo del trono de paja,
Crítica de la farsante soberbia,
Abominación de la ingrata condescendencia,
La lluvia y o doce ala la la,



Los pueblos que escuchan oleajes,
Briosos ríos, blancas nubes,
El caudal, o el torrente que sube,
El más fiero y heroico coraje,




A meniña máis hermosa,
Miña Santa Margarida,
¡ Oh, miña santiña !
¡ Oh, da Barca Nosa Señora !




Roxiña cal sol dourado,
¡ Cómo chove muidiño !
Fun un domingo....
Alborada, resposta, ollos....¡ Canto soñado !



Cando a luniña aparece ?
San Antonio bendito,
El rapaciño querido,
¡ Dios bendiga con creces !




Campanas de Bastabales,
Repoludos gaiteiros,
De tres picos el sombrero,
Muchos son los viajes,




Cenicientas las aguas, los desnudos,
Los caminos viejos, los caminos blancos,
El azul de unos ojos que miran tanto....
La angustia expresiva del sordomudo,




Aún parece que asoman tras el Miranda altivo,
Ya duermen en su tumba las pasiones,
Santiago Apóstol vigila los rincones,
Su espadachina cruz vela con sigilo,




Nada importa, blanca o negra mariposa,
Adivínase el dulce y perfumado,
Los olores que recuerda quien de verdad ha amado,
La sabiduría del viejo que escoge la mejor rosa,




Un manso río, una vereda estrecha,
Una luciérnaga entre el musgo brilla,
La presencia poco decorosa de la verdina,
La callejuela que a la plaza marea,




Rosalía es el Algarve que sabe de Ayamonte,
La poetisa del gallego y del castellano,
De galaico-portugués hablóse, en la Corte de un Rey Toledano;
De las letras, la dulzura en la inmensidad de un monte,




La atmósfera está candente,
La onda tiene rumor cadencioso,
Las herbiñas de namorar aún tienen halo imperioso;
Sedientas arenas, playas y suertes....



Notable novelista también fue Rosalía,
La sombra de la cumbre,
Las hermosas ubres,
La poderosa algarabía,




El Atlántico parecía llamar al Brasil,
Y padeció algún arrebato de poco españolismo,
Mas esa nota de desarraigo no es un abismo,
Pues particular rabia desarrolló hasta el fin,




Glorias hay que deslumbran,
Y donde nació un vigués, nació un portugués,
Glorias aún tiene que dar el gallego ser,
Glorias, ¡ Glorias que aún se encumbran !




Sufrimiento femenino, amor, nostalgia,
Preludios de Antonio Machado,
Si es que, como un servidor se ha expresado....
Si es que, el Occidente Ibérico tiene esa magia....




Desde su terruño preludiará, se dice,
A poetas de la periferia española,
Como lo fue Mossen Verdaguer, gran catalán que vive ahora,
En el seny verdadero de quien nunca se desdice,




Amor, amor, amor....¡ Bendito y maldito amor !
Moría el sol y las marchitas hojas,
Pero también habló de follas novas,
Y nunca se le pudo negar su vivaracha razón,




¡ Que se detenga en un punto el pensamiento inquieto !
La búsqueda de la libertad más pura,
La impaciencia que rebosa la buena hechura,
La tormenta que se junta con el desierto....




Los tristes y los nobles,
El alma que va huyendo de sí misma,
La grandeza de una escueta ermita,
La fortaleza que denotan los robles,




En cacereños pagos aún pervive la fala,
Donde se encuentran las encinas con Galicia, Asturias y León,
La potencia que tiene un antiguo salón,
El viento del norte que trae la lejana atalaya,




La veleta, como viejo alguacil pueblerino,
Los recuerdos del ancho bosque,
Los perros de caza, de andar noble,
La sátira hacia el ser más mezquino,




Las pendientes de los barrancos,
Los cálidos latidos de quien sale sin saber cuándo vuelve,
El pensamiento que se escora hacia la muerte,
La candidez de los tonitos blancos,




El que siente que se extingue en su seno,
Los que dicen que se adoran el crepúsculo y la aurora....
El anhelo del sosiego, la hiel costosa....
El ramo del enamorado....¡ Qué tradicional hecho !



Por el viento corrió una ciega y loca fantasía,
Sabor a orujo y a albariño,
El caldito verde del buey de mar....¡ Qué rico !
Las ostras y los percebes al mediodía,




Cárceles de espinos y rosas,
Aquellas últimas....¡ Aquellas últimas noches !
El baúl que parece esconder cobre,
La corriente desborda, si el río engrosa,




El cuidado de una planta bella,
Los ecos del órgano, el rumor del viento,
La vista de un pequeño huerto,
La historia contada por las estrellas,




El brillo en las alturas de moribundas chispas,
El recuerdo del trinar del ave,
Los consejos del que bien sabe,
La fauna que anida en las marismas,




Los corazones de algunas criaturas,
Al oír los canciones,
Los susurros de los fanfarrones,
El cinturón de la triste figura,




Ainda que Galiza....Sua Galiza....Nosa Galiza....!
Parece seguir en la noche del largo silencio,
Quizá la santa compaña aún vigile algún cementerio,
Quizá....de la antigua Gallaecia renazca una sonrisa....




Eu non creo en as bruxas, mas haberlas....Haynas !
Como chove en Santiago, camelia branca do ar....
La peregrinación de San Miguel de Aralar,
Las múltiples espadas que salieron de sus vainas,




En su lecho de abrojos,
Mientras el hielo seguía....Cubriendo....
A suave rapaciña está....Morrendo !
Ecos divinos de repente piden claros ojos,




Meditando en la eterna grandeza,
Mientras se escucha el graznido de los cuervos en las alturas,
¡ Oh mi Rosalía, cuánta querida bravura !
¡ Oh, Rosalía del Reino de Galicia, qué sobria entereza !



¡ Oh Rosalía, referencia de las hispanas letras !
A ti yo de verdad te quiero,
A ti yo bien recuerdo,
Pensando en tu alma.....¡ Me saldría la mejor saeta !




La dejación de la sed de amores,
Los brillos rubios y quienes los envidian,
Despeñado es el que cae en las honduras de la vida,
Grisáceos son los que se escudan en colores,




Siempre en la encarnizada lucha,
Siempre en esa marea incesante,
Siempre....¡ Siempre tú Rosalía; cabeza pensante !
Siempre....¡ Siempre fuiste una hembra ducha !




Desde los cuatro puntos cardinales,
Por el lirismo más bonito e intimista,
Por la contrariedad a los baratos sofismas,
El mundo de los senderos celestiales,




Amargas gotas en la mar sin orillas,
Prodigando sonrisas, buscando nieves,
Por las aguas de Abril y las dulces mieles,
Brilla la expresión de las mujeres en sus mejillas,




Besos, besos, besos....¡ Muchos besos !
Mirad este mundo, que los muertos van deprisa,
Despreciad la vana deidad de la falsa gloria, sin risas,
Besos....¡ Los que son entrañables y de amor verdadero !




Que no busquen tanto eso que llaman....
Eso que llaman justicia de los hombres....
Ahondad más en la divina, como hace el ser noble,
Escarbad en la humildad, que tanto falta,




Dicen que los pájaros no hablan, ni las fuentes, ni las plantas....
¿ Ah, no ? ¡ Pues son ecos de la mensajería !
La que en Galicia resplandeció con Rosalía,
Cielo de los espíritus; calentitas mantas....




Ansias que crecen ardientes,
Triste loco de atar el que ama menos,
Cuerda tirante guarda algún seno,
Gaita, flauta y bandera....¡ Equipo del gallego naciente !




Meigas colocan en los verdes prados,
La valentía de los percebeiros,
A Costa da Morte y su silencio....
La dichosa viveza de los ajos,




¡ Rosalía de Castro, mi más emotivo cariño va por ti !
Desde el Sudoeste de la Piel de Toro,
De donde los Conquistadores salieron, ya habiendo vencido a los moros,
¡ Entrañable Rosalía, siempre tu lugar está en mí !