Las fiestas taurinas no pueden estar más enraizadas en el pueblo español, y no como consecuencia de migraciones internas como algunos sostienen malintencionadamente y con falta de conocimiento - no me estoy refiriendo evidentemente a Grazalema, sino a otras latitudes más septentrionales-.
Si algún día se pierden, el propio toro bravo estará listo de papeles, porque no tiene más función ni sentido dentro de la sociedad humana, y menos en el mundo actual.Y con él todos los trabajadores, pueblos y campos que gracias a su explotación persisten.En particular, todas las dehesas ahora dedicadas a la cría de reses bravas iban a terminar en cuatro día como urbanizaciones de chalés.Y en lo antropológico eso supondría una castración cultural de primer orden en una tierra que ha celebrado juegos con toros, de gran carga simbólica y ritual, desde tiempos prerromanos.Y que es, prácticamente, la última depositaria en Europa de toda una serie de tradiciones que en tiempos antiguos se extendían por todo el Mediterráneo.
¿Qué espectáculo del Mundo Antiguo, así, con mayúsculas, pervive hoy en la estéril, anciana y moribunda Europa?Todos los festejos del toro y la Tauromaquia en todas sus formas -es muchísimo más que el toreo a pie-, en un mundo serio de verdad y sin hipocresías, sería Patrimonio de la Humanidad.Claro, que si alguien es un separatista que odia lo taurino por verlo como un nexo común con el resto de España, y además es un antitradición que concibe todo lo heredado como viejo y absurdo - y pernicioso y fuente de atraso -, es lógico que reaccione con tanta virulencia contra esta cultura.De ahí el lavado de cerebro al que los necionalistas están sometiendo desde los ochenta a gran parte de la izquierda para conseguir que ésta conciba lo taurino como algo 'de derechas', cuando tantísima gente de izquierdas ha sido taurina siempre, toda la vida.Lo triste es que lo van consiguiendo.Todo es un plan para alcanzar la desaparición de la Fiesta.
Yo entiendo perfectamente a todos aquellos que no gusten de lo taurino, que no tengan afición.Y entiendo también muy bien a todo extranjero que, por no haberlo 'mamado', ni lo entienda ni lo sienta.Sobre gustos...ya se sabe.Pero que no se pongan orejeras ni hablen de lo que no conocen.Ni mucho menos que pretendan, ladina y taimadamente, mediante legislaciones coercitivas y asfixiantes, ir destruyendo este mundo que para otros es tan entrañable, querido e incluso medio de vida.Y, además, único medio de pervivencia del toro bravo.¿O conocen estos ignorantes muchos mamíferos superiores de gran tamaño viviendo en libertad en Europa occidental? Ay, listillos... Sólo quedan osos, lobos y linces en España, y están a punto de extinguirse.De hecho, el uro europeo, la última subespecie de toro salvaje bravo -al margen del español- que quedaba en el continente, se extinguió a orillas del río Vístula...¡en el siglo XVII! Que tomen esto en consideración.
Perdonadme, pero necesitaba este desahogo desde hace tiempo.![]()
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