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Gobernación y Diócesis de Venezuela
Creacion de la Gobernación de Venezuela (1528)
Capitulación de los Belzares con la corona de Castilla. (1528)
.........."El Rey.- Por cuanto vos Enrique Eynger y Gerónimo Sayler, alemanes nuestros vasallos me hicisteis relación que vosotros estáis informados que nos mandamos a García de Lerma vaya por Gobernador de la Provincia de Santa Marta porque vosotros tenéis cierta noticia de aquella tierra y su comarca y sabéis que los indios naturales de ella son belicosos y flecheros y una parte de ellos se están rebelados juntamente con ciertos cristianos y otras gentes que fueron en la muerte del Gobernador Bastidas y para pacificar la dicha tierra y reducirla a nuestro servicio de manera que se haya el provecho que de ella se espera hay necesidad que el dicho García de Lerma vaya muy acompañado y con orden de gente y armas munición y bastimentos de tal manera proveído que pueda allanar y pacificar la dicha tierra y poblarla y castigar a los rebeldes y culpantes en el dicho levantamiento y muerte para cual es menester grandes gastos y dineros y porque la empresa y la población de la dicha tierra no se hiciere ni aventurare ni dilate vosotros cos ofrecéis de hacer una armada de cuerpo de navíos y más con doscientos hombres o más armados y avituallados por un año con los cuales el dicho Gobernador allanará la dicha tierra de Santa Marta y en la misma costa está otra tierra que es el Cabo de la Vela y el Golfo de Venezuela y el Cabo San Román y otras tierras hasta el Cabo de Maracapana que están en la misma conquista en que se incluyen muchas tierras y provincias la cual tierra con la de Santa Marta vosotros os ofrecéis a pacificar y poblar de los dichos hombres y mas otros cien que serán trescientos por todos muy bien proveídos y armados como dicho es todo a vuestra costa y misión son que ningún tiempo seamos a vos pagar ni satisfacer los gastos que en ello hiciereis mas de lo que está en Capitulación vos será otorgado y me suplicasteis y pedisteis por merced vos hiciese y otorgase las mercedes y con las condiciones que de suso serán contenidas sobre lo cual yo mandé tomar con vosotros el asiento y Capitulación siguiente:
..........Primeramente cumpliendo vos lo que de suso os ofrecéis en ir o enviar la dicha armada con el dicho nuestro Gobernador de Santa Marta y pacificado aquello como dicho es vos doy licencia y facultad para que vos y cualquier de vos y en efecto de cualquier de vosotros Ambrosio de Alfinger y Jorge Inger, hermano de vos el dicho Enrique o cualquier de ellos podáis descubrir y conquistar y poblar las dichas tierras y provincias que hay en la dicha costa que comienzan desde el Cabo la Vela y del fin de los límites y términos de la dicha Gobernación de Santa Marta hasta Maracapana al este oeste norte sur de la una mar a la otra con todas las islas que están en la dicha costa y citadas las que están encomendadas y tiene a su cargo el Factor Juan de Ampiés con tanto que seáis obligados a llevar y llevéis de estos nuestros reinos o de fuera de ellos de las personas que no están prohibidas para ir a aquellas partes a hacer la dicha población y a hacer en las dichas tierras dos pueblos o más que a vosotros pareciere y en los lugares que viereis que conviene y parezca cada una de las dichas poblaciones llevéis a los menos trescientos hombres y hagáis en las dichas tierras tres fortalezas todo lo dicho es a vuestra costa y misión y seáis obligados a partir de España con los dichos trescientos hombres al primero viaje adentro de un año de la fecha de esta capitulación y seáis obligados a hacer los dichos dos pueblos dentro de dos años después de llegados y para esto deis la seguridad bastante que vos eran señaladas. ..........Otrosí, que de mas de los dichos trescientos hombres seáis obligados a pasar a las
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islas Españolas, San Juan y Cuba y a la dicha tierra y a otras cualesquier partes de las dichas tierras, Indias y Tierra Firme o a las islas nuestras dentro del dicho termino de los dichos dos años cincuenta alemanes naturales de Alemania maestros mineros a vuestra costa para que con su industria y saber se hallen las minas y veneros del oro y plata y otros metales que hubiere en las tierras e islas y los repartir por ellas como a vosotros pareciere que es mas provecho nuestro y que con el buen tratamiento y libertades y ejecución que han de tener los dichos alemanes guarde lo mismo que está otorgado y concedido a los mineros alemanes que residen en Galicia en los mineros de aquel Reino. ..........Y acatando vuestras personas y servicios y voluntad con que os movéis a hacer lo susodicho es nuestra merced y voluntad de vos hacer merced como por la presente vos hago para que el que de vosotros fuere a hacer la dicha conquista y población todos los días de vuestra vida seáis nuestro Gobernador y Capitán General de las dichas tierras que así descubriréis y poblareis con salario en cada año por nuestro Gobernador de doscientos mil mavadís y por Capitán General cien mil maravedís que son por todas trescientos maravedís y de ellos vos mandaré dar nuestras cartas y provisiones y si por caso vos los dichos Eynger y Gerónimo Sayler no fuereis en persona a lo suso dicho y enviareis a cualquier de los dichos Ambrosio de Alfinger y Jorge Eyger a la dicha conquista y población teniendo poder y nombramiento nuestro para ello cualquier de ellos que así nombrareis tenga y use de los dichos títulos de Gobernador y Capitán General el tiempo que vosotros quisiereis y por bien tuviereis no estando ninguno de vosotros en la dicha tierra.
..........Asimismo vos haré merced por la presente vos hago del oficio de nuestro Alguacil Mayor de las dichas tierras para vuestros herederos y sucesores para siempre jamás son que por ello vos sea dado salario alguno mas de los dichos pertenecientes. ..........Asimismo vos haré merced como por la presente vos hago de las tenencias de las dichas tres fortalezas que a vuestra costa vos obligáis a hacer e hiciereis vosotros en las dichas tierras por los días de vuestras vidas y de vuestros herederos para siempre jamás cuales vosotros señalareis y quisiereis con setenta y cinco mil maravedís de salario en cada un año de cada una de ellas y de ellos vos mandaré dar provisión patente constatando que las dichas fortalezas se hagan so pareciere a vos y a los dichos nuestros Oficiales de la dicha tierra que hay necesidad de ellas y que sean tales cuales convenga a vista de los dichos Oficiales. ..........Otrosí, acatando vuestras personas y servicio y lo que en la dicha población habéis de gastar es mi merced y voluntad de vos hacer merced como por la presente vos hago del tiempo y oficio de nuestro Adelantado de las dichas tierras al uno de vosotros los dichos Enrique Inger y Gerónimo Sayler cual entre los otros fuere concertado para que aquel y sus herederos y sucesores para siempre jamás sea nuestro Adelantado de las dichas tierras e islas y de ello cos mandaré dar título y provisión en forma. ..........Asimismo acatando la voluntad con que os movéis a nos servir en lo susodicho y el gasto que se os ofrece en ello quiero y es mi voluntad que en todas las tierras que así descubriereis y poblareis a vuestra costa y según y de la forma y manera que de suso se contiene hayáis y llevéis cuatro por ciento de todo lo provecho que en cualquier manera se nos siguiere para vosotros y para vuestros herederos y sucesores para siempre jamás sacadas las costas y gastos que por nuestra parte fueren hechas y se hicieren en conservación y población de la dicha tierra en cualquier manera y los salarios que mandaremos pagar así a vosotros como a otras cualquier persona y Oficiales nuestros que
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para la dicha tierra en cualquier manera se proveyeran pero no se entiende que habéis de llevar parte de las alcabalas y almojarifazgo ni penas de Cámaras porque esto no es fruto de la tierra y ha de quedar enteramente para nos.
..........Iten por vos hacer merced es mi merced y voluntad que de los mantenimientos que de estos reinos llevareis a las dichas tierras no paguéis derecho de almojarifazgo ni otros derechos algunos por todos los días de vuestra vida no siendo para los vender y tratar ni mercadear con ellos pero si después de llevados los vendierais después que seáis obligados a pagar los derechos de almojarifazgo.
..........Otrosí hago merced de doce leguas de cuadra de las que así descubriereis para que tengáis tierra en que granjear y labrar no siendo en lo mejor ni peor esto a vista de vos y de los nuestros Oficiales que para la dicha tierra mandaremos proveer para que sea de vuestra propia y de vuestros herederos y sucesores para siempre jamás sin jurisdicción civil ni criminal ni otra cosa que nos pertenezca como a reyes y señores por razón de la supremacía.
..........Asimismo que vos daré licencia como por la presente vos la doy para que de nuestras islas Española y San Juan y Cuba y Santiago podáis llevar a la dicha tierra los caballos y yeguas y otros ganados que quisierais y por bien tuviereis sin que en ellos vos sea puesto embargo ni impedimento alguno.
..........Asimismo porque nuestro principal deseo e intención es que en la dicha tierra se pueble de cristianos porque en ella se siembre y acreciente nuestra Santa Fe Católica, y las gentes de aquellas partes sean atraídos y convertidos a ella, digo que porque esto haga mas cumplido y lleve a efecto a los vecinos que con bien en este primero viaje y después a la dicha tierra fueren a la poblar es mi merced de les hacer las mercedes siguientes: ..........Que los tres primeros años de la dicha población no se pague la dicha tierra a nos del oro de minas solamente mas del diezmo y el cuarto año y el noveno y de ahí venga bajando por este órden hasta quedar en el quinto y que de lo restante que se hubiere así de rescate como en otra cualquier manera se nos pague el dicho nuestro quinto enteramente pero entiéndose que de los rescates y servicios y otros provechos de la tierra desde luego habemos de llevar nuestro quinto con las otras partes.
..........Otrosí, que los primeros pobladores y conquistadores se les den sus vendades y dos caballerías de tierras y dos solares y que cumplan la dicha vecindad en cuatro años y que estén y vivan en la dicha tierra y aquellos cumplidos lo puedan vender y hacer de ellos como de cosa suya.
..........Otrosí, que los dichos vecinos que fueren a la dicha tierra el dicho primer viaje y después ocho años luego siguientes no paguen derechos de almojarifazgo de los mantenimientos y provisiones que llevaren para sus casas.
..........Otrosí, por hacer merced a vos y a las gentes que a las dichas tierras fueren mandé que por tiempo de los dichos ocho años no sean obligados a pagar cosa alguna de la sal que comieran y gastaren de la que en las dichas tierras hubiere.
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Otrosí, vos doy licencia y facultad a vos y a los dichos pobladores para que a los indios que fueren rebeldes siendo amonestados y requeridos los podáis tomar por esclavos guardando cerca de esto lo que de yuso en esta nuestra Capitulación y asiento será contenido y las otras instrucciones y provisiones nuestras que cerca de ellos mandaremos dar y de esta manera y guardando la dicha órden los indios que tuvieren los caciques y otras personas de la tierra por esclavos pagándoselos a su voluntad a vista de la justicia y veedores y los religiosos que con vos irán los podáis tomar y comprar siendo verdaderamente esclavos pagándonos el quinto de los dichos esclavos.
..........Otrosí, digo que porque la dicha tierra mejor y mas brevemente se pueble mandaré hacer a las dichas tierras las mercedes que tenemos hechas y tienen las otras tierras e islas que ahora están pobladas siendo conveniente a la dicha tierra y no contrariais las cuales seais obligados a declarar para proveer en ello.
..........Otrosí, que por tiempo de seis años vos mandaré dar lugar en las nuestras atarazanas de Sevilla en que tengais las cosas que se hubieren de llevar y cargar para la dicha tierra y vos daré licencia para que en las islas de Tenerife podais cortar cien pinos de los que allí tenemos nuestros pudiéndose dar sin perjucio de tercero para que hagais de ellos lo que quisiereis.
..........Y porque nos siendo informados de los males y desórdenes que en descubrimientos y poblaciones nuevas se han hecho y hacen y para que nos con buena conciencia podamos dar licencia para los hacer para remedio de lo cual con acuerdo de los del Nuestro Consejo y consulta nuestra que está ordenada y despachada una Provisión general de capítulos sobre que vos habeís de guardar en la dicha población y descubrimiento la cual aquí mandamos incorporar su tenor de la cual es este que se sigue:
..........Don Carlos por la gracia de Dios, Rey de Romanos y Emperador siempre augusto doña Juana su madre y el mismo Don Carlos por la misma gracia Reyes de Castilla, de León, de Aragón, de las dos Sicilias, de Jerusalem, de Navarra, de Granada, de Toledo, de Valencia, de Galicia, de Mallorca, de Sevilla, de Cerdeña, de Córdoba, de Córcega, de Murcia, de Jaén, de los Algarves, de Algeciras, de Gibraltar, de las Islas de Canarias, de las Indias, islas y tierra firme del Mar Océano, Condes de Barcelona, Señores de Vizcaya y de Molina, Duques de Atenas y de Neopatria, Condes de Rosellón, y de Cerdeña, Marqueses de Oristán y de Goriano, Archiduques de Austria, Duques de Borgoña y de Bravante, Condes de Flandes del Tirol.- Por cuanto nos somos certificados y es notorio que por la desordenada codicia de algunos de nuestros súbditos que pasaron a las nuestras islas y tierra firme del Mar Océano por el mal tratamiento que hicieron a los indios naturales de las dichas islas y tierra firme, así con los grandes y excesivos trabajos que les daban teniéndolos en las minas para sacar oro y en las pesquerías de las perlas y en otras labores y granjerías haciéndoles trabajar excesiva e inmoderadamente no les dando el vestido ni el mantenimiento necesario para su sustentación de sus vidas tratándoles con crueldad y desamor mucho peor que si fueran esclavos lo cual todo ha sido y fué causa de la muerte de gran número de los dichos indios, tanta en cantidad que muchas de las islas y partes de tierra firme quedaron yermas y sin poblaciones algunas los dichos indios naturales de ellas y que otros huyesen y se fuesen y se ausentasen de sus propias tierras y
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Re: Gobernación y Diócesis de Venezuela
naturaleza y se fuesen a los montes y otros lugares para salvar sus vidas y salir de la dicha sujección y mal tratamiento lo cual todo fué muy grande estorbo a la conversión de los dichos indios a Nuestra San Fé Católica, y de no haber venido todos a ellos entera y generalmente en verdadero conocimiento de que Dios Nuestro Señor es muy deservido y asimismo somos informados que los capitanes y otras gentes que por nuestro mandado y con nuestra licencia fueron a descubrir y poblar algunas de las dichas Indias y tierra firme siendo como fué nuestro principal intento y deseo de traer a los dichos indios en verdadero conocimiento de Dios Nuestro Señor y de su Santa Fé con predicación de ella y ejemplo de personas dotales y buenos religiosos con les hacer buenas obras y tratamientos de prójimos sin que en sus personas y bienes no recibiesen premia (sic) ni fuerza ni daño ni desaguisado alguno y habiendo sido todo esto así por nos ordenado y mandado y llevándolo los dichos capitanes y otros nuestros oficiales y gentes de tales armadas por mandamiento e instrucción particular movidos por la dicha codicia olvidando el servicio de Dios Nuestro Señor y nuestro hirieron y mataron muchos de los dichos indios en los descubrimientos y población y conquistas y les tomaron sus bienes sin que los dichos indios les hubiesen dado causas justas para ello ni hubiesen procedido ni hecho las amonestaciones que eran temido de les hacer ni hecho a los cristianos resistencia ni daño alguno por la predicación de Nuestra Santa Fe Católica, lo cual demás de haber sido en gran ofensa de Dios Nuestro Señor dió ocasión y fue causa que no solamente los dichos indios que recibieron las dichas fuerzas de nuestros y. agravios pero otros muchos comarcanos que tuvieron de ello noticia y sabiduría se levantaron y juntaron con mano armada contra los cristianos nuestros súbditos y naturales muchos de ellos y aun a los religiosos y personas eclesiásticas que ninguna culpa tuvieron y como mártires padecieron predicando la fé cristiana por lo cual todo suspendimos y sobreseimos en le dar las licencias para las dichas conquistas y descubrimientos queriendo proveer y platicar asi por el castigo de lo pasado como en el remedio de lo venidero y excusar los dichos daños e inconvenientes y dar orden en los descubrimientos y poblaciones que de aquí adelante se hubieren de hacer se hagan sin ofensa de Dios y sin muerte ni robo de los dichos indios y si cautivarlos por esclavos indebidamente de manera que el deseo que habemos tenido y tenemos de cumplir Nuestra Santa Fé que los dichos indios e infieles vengan en conocimiento de ella se hagan sin algo de nuestras conciencias y se prosiga nuestro propósito y la intensión y obra de los católicos Reyes Nuestros Señores abuelos entre las cuales partes de las islas y tierra firme del Mar Océano que son de nuestra conquista y quedan por descubrir y poblar lo cual visto con gran deliberación por los del Nuestro Consejo de las Indias y con nos consultado fué acordado que debiamos mandar dar esta nuestra Carta en la dicha razón por la cual ordenamos y mandamos que ahora y de aquí adelante así para remedio de lo pasado como en los despoblamientos y poblaciones que por nuestro mandado y por nuestro nombre se hiciese en las dichas islas y tierra firme del Mar Océano descubiertas y por descubrir nuestros límites y demarcación se guarde y cumpla lo de yuso será contenido en esta guisa.
..........Primeramente ordenamos y mandamos que luego sean dadas nuestras cartas y provisiones para los oidores de nuestra Audiencia que reside en la ciudad de Santo Domingo de la Isla Española y para los gobernadores y otras justicias que ahora son o fueren de la dicha isla y de las otras islas San Juan y Cuba y Jamaica y para los
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Re: Gobernación y Diócesis de Venezuela
gobernadores y Alcaldes Mayores y otras justicias asi de tierra firme como de la Nueva España y de las otras provincias del Panuco y de las Higueras y de la Florida y tierra nueva y para las otras personas que nuestra voluntad fueren de lo cometer y encomendar para que cada uno con gran diligencia y cuidado cada uno en su lugar y jurisdicción se informen cuales de nuestros súbditos y naturales asi capitanes como oficiales y otras cualesquier personas hicieron las dichas muertes y robos y excesos y desaguisados y herraron culpados en su jurisdicción envien ante nos en el Nuestro Consejo de las Indias la relación de la culpa con su parecer del castigo que sobre ello se debe hacer lo que sea servicio de Dios Nuestro Señor y nuestro y convenga a la ejecución de nuestra justicia.
..........Otrosí, ordenamos y mandamos que si las dichas nuestras justicias para la dicha información e informaciones hallasen que algunos de nuestros súbditos de cualquier calidad y condición que sean y otros cualesquier que tuvieren algunos indios o esclavos sacados y traidos de sus tierras y naturalezas si buenamente les ponga en aquella libertad o encomienda que de razón y justicia según y de la manera y calidad y habilidad y capacidad de sus personas hubiere lugar teniendo siempre respeto y consideraciones al bien y provecho de los dichos indios para que sean tratados como libres y no como esclavos y que sean bien mantenidos y gobernados y que no se les de trabajo demasiado y que no los traigan en las minas contra su voluntad que han de hacer con parecer del prelado o de su oficial habiéndole en ello lugar o en su ausencia con acuerdo y parecer del cura o su teniente de la iglesia que en el estubiere sobre lo cual todo encargamos mucho las conciencias y si los dichos indios fueren cristianos no se han de volver a sus tierras áunque ellos lo quieran sino estuvieron convertidos a Nuestra Señora Fé Católica por el peligro que a sus ánimas se les puede seguir. ..........Otrosí, ordenamos y mandamos que ahora y de aqui adelante cualesquier capitanes y oficiales y otros cualesquier nuestros súbditos y naturales de fuera de estos nuestros reinos que con malicia y mandado hubiere de ir o fuere a descubrir y poblar y rescatar en alguna de las islas y tierra firme del Mar Océano y nuestros límites y demarcación sean tenidos y obligados antes que salgan de estos nuestros reinos cuando se embarcaren para hacer su viaje llevara lo menos dos religiosos o clérigos de misa en su compañía los cuales nombre ante los del Nuestro Consejo de las Indias y por ellos habida información de su vida doctrina y ejemplo sean aprobados por tales cuales conviene al servicio de Dios Nuestro Señor y por la instrucción y enseñamiento de los dichos indios y predicación conversión de ellos conforme a la aumenta de la concisión de las dichas Indias a la Corona Real de estos reinos. ..........Otrosí, ordenamos y mandamos que los dichos religiosos y clérigos tengan muy gran cuidado y diligencia en procurar de los indios que los indios sean bien tratados como prójimos mirados y favorecidos y que no consientan que sean hechas fuerzas ni robos, daños ni desaguisados ni maltratamiento alguno y si lo contrario hiciere por cualquier persona de cualquier calidad y condición que sean tengan muy gran cuidado a solicitar de nos avisar luego en pudiendo particularmente de ello para que nos o los del Nuestro Consejo lo mandemos proveer y castigar con todo rigor. ..........Otrosí, ordenamos y mandamos que los dichos capitanes y otras personas que con nuestra licencia fuere hacer descubrimiento y población o rescate cuando hubiere de salir en alguna isla o tierra firme que hallaren durante la navegación o viaje en nuestra demarcación o en los límites de lo que les fuere particularmente señalado en la dicha
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Re: Gobernación y Diócesis de Venezuela
licencia lo hayan de hacer y hagan de acuerdo y parecer de nuestros oficiales que para ello fueren por nos nombrados y de los dichos religiosos o clérigos que fueren con ellos y no de otra manera so pena de perdimiento de la mitad de todos sus bienes el que hiciese lo contrario para la nuestra Cámara y Fisco. ..........Otrosí, mandamos que la primera y principal cosa que después de salidos en tierra los nuestros oficiales y nuestros capitanes y otras cualesquier gentes hubieren de hacer sea procurar que por lengua de intérprete que entiendan los indios y moradores de la tierra e isla les diga y declare como los enviamos para los enseñar buenas costumbres y de apartarlos de vicios y de tomar carne humana y a instruirlos en nuestra Santa Fé y predicarla para que se salven y atraerlos a nuestro señorío para que sean tratados muy mejor que lo son y favorecidos y mimados como los otros nuestros súbditos y cristianos y les digan todo lo demás que fuere ordenado por los dichos Reyes Católicos que les había de ser dicho manifestado y requerido y mandamos que lleven firmado el dicho requerimiento de Francisco de los Cobos nuestro Secretario y del Nuestro Consejo y que se lo notifique y hagan entender particularmente por los dichos intérpretes una o dos o mas veces y cuantas pareciere a los dichos religiosos o clérigos que conviene y fuere necesario para que la entiendan por manera que nuestras conciencias queden descargadas sobre lo cual encargamos a los dichos religiosos y clérigos o descubridores y pobladores sus conciencias.
..........Otrosí, mandamos que después de hecha y dada a entender la dicha amonestación y requerimiento a los dichos indios según y como se contiene en el capítulo en próximo que viereis que conviene y es necesario para el servicio de Dios y nuestro y para seguridad vuestra y de los que adelante hubieren de vivir y morar en las dichas Indias o tierras de hacer algunas fortalezas o casas fuertes y llanas para vuestras moradas procurarán con mucha diligencia y cuidado de las hacer en las partes y lugares donde estén mejor y se puedan conversar y perpetuar y conversando y procurando que se haga con el menor daño y perjuicio que se pueda sin les tomar por fuerza sus bienes y hacienda ante mandamos que les hagan buen tratamiento y buenas obras y los animen y alleguen y traten como prójimo de manera que por ellos y por ejemplo de sus vidas de los dichos religiosos o clérigos o por su doctrina predicación e institución vengan en conocimiento de nuestra fe y amor y gana de ser nuestros vasallos súbditos y naturales. ..........Otrosí, mandamos en la misma forma y orden guarden y cumplan en los rescates y en todas las condiciones que hubiere de hacer e hicieren como los dichos indios sin les tomar por fuerza ni contra su voluntad ni les hacer mal ni daño en sus personas y dando a los dichos indios por lo que tuvieren (sic) y los dichos españoles quisiereis haber satisfacción y equivalencia de manera que ellos queden contentos. ..........Otrosí, mandamos que ninguno pueda tomar ni tome por esclavo a ninguno de los dichos indios so pena de perdimiento de todos sus bienes y oficios y merced y las personas a lo que la merced fuere en caso que los dichos indios no consintiesen que los dichos religiosos o clérigos estén entre ellos y los constituyan buenos usos y costumbres y que les prediquen nuestra Santa Fé Católica o no quisieran darnos la obediencia o no consintieron resistiendo y defendiendo con mano armada que no se busquen minas ni saquen de ellas oro y los otros metales que se hallaren porque en estos casos permitimos que por ello en defensa de sus vidas y bienes los dichos pobladores puedan con acuerdo y parecer de los dichos religiosos o clérigos siendo conformes y formándolo de sus
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Re: Gobernación y Diócesis de Venezuela
nombres hacer guerra y hacer en ella aquella que los derechos en nuestra Santa Fé y religión cristiana permite y manda que se haga y pueda hacer y no en otra manera ni en otro caso alguno so la dicha pena. ..........Otrosí, mandamos que los dichos capitanes y otras gentes no puedan apremiar ni compeler a los dichos indios a que vayan a las dichas minas de oro y otros metales ni a pesquería de perlas ni otras granjerías suyas propias so pena de perdimiento de sus oficios y bienes para nuestra Cámara pero si los dichos indios quisieran ir a trabajar de su voluntad bien permitimos que se puedan servir y aprovechar de ellos como personas libres tratándolos como tales no les dando trabajo demasiado teniendo especial cuidado de les enseñar en buenos usos y costumbres de apartarlos de los vicios de comer carne humana y adorar los ídolos y del pecado y delito contra natura y de los atraer a que se conviertan en nuestra San Fé y que vivan en ella u (sic) procurando la vida y salud de los dichos indios como de las suyas dándoles y pagándoles por su trabajo y servicio de lo que mereciere y fuere razonable considerada la calidad de sus personas y condición de la tierra y a su trabajo siguiendo cerca de todo esto que dicho es el parecer de los dichos religiosos del cual todo en especial el buen tratamiento de los indios que tenga especial cuidado de manera que ninguna cosa se haga con cargo y peligro de nuestras conciencias y sobre ello les encargamos las suyas de manera que contra el voto y parecer de los dichos religiosos y clérigos no puedan hacer ni hagan cosa alguna de las susodichas contenidas en este capítulo y ende los otros que dispone la manera y orden que han de ser tratados los dichos indios. ..........Otrosí, mandamos que así vista la calidad y condición y habilidad de los dichos indios pareciera a los dichos religiosos o clérigos que el servicio de Dios y bien de los dichos indios y para que se aparten de sus vicios en especial del delito nefando de comer carne humana y hacer instruidas y enseñados en buenos usos y costumbres y en nuestra Fé y Doctrina cristiana y para que vivan en policía (sic) conviene y es necesario que se encomiende a los cristianos para que se sirvan de ellos como de personas libres que los dichos religiosos o clérigos lo puedan encomendar siendo ambos conformes según y de la manera que los ordenaren teniendo siempre respeto al servicio de Dios y bien y utilidad y buen tratamiento de los dichos indios y que a ninguna cosa nuestras conciencias puedan ser encargadas de lo que hiciereis y ordenarais sobre lo cual les encargamos las suyas y mandamos que ningunos vayan ni pasen contra lo que fuere ordenado por los dichos religiosos y clérigos y en razón de la dicha encomienda so la pena que con algún navío que viniere a estos nuestros reinos nos envíen los dichos religiosos o clérigos la información verdadera de la calidad y habilidad de los dichos indios y relación de lo que cerca de ella hubieron ordenado para que nos lo mandemos ver en nuestro Consejo de las Indias y para que se apruebe y conforme lo que fuere justicia y en servicio de Dios y bien de los dichos indios y sin perjuicio de Dios y cargo de nuestras conciencias y lo que no fuere tal se entiende y se provea como convenga al servicio de Dios y nuestro sin daño de los dichos indios y su libertad y vidas y se excusen los daños e inconvenientes pasados.
..........Iten ordenamos y mandamos que los pobladores conquistadores que con malicia ahora y de aquí adelante fuere a rescatar y descubrir dentro de los límites de nuestra demarcación sean tenidos y obligados de llevar gente que con ellos hubiere de ir a cualquier de las dichas casas de estos nuestros reinos de Castilla y de las otras partes que no fuere expresamente prohibidos sin que puedan llevar ni lleven de los vecinos y
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Re: Gobernación y Diócesis de Venezuela
moradores y estantes en las Indias y tierra firme del dicho Mar Océano y de alguna dellas sino fuere una o dos personas en cada descubrimiento para lenguas y otras cosas necesarias a los tales viajes so pena de perdimiento de la mitad de todos sus bienes para la Nuestra Cámara al poblador o conquistador y maestre que los llevare sin mi licencia expresa y guardando y cumpliendo los dichos capitanes y oficiales que ahora y de aquí adelante hubiere de ir o fuere con nuestras licencias a las dichas poblaciones y rescates y descubrimiento haya de llevar y gozar y goce y lleve los salarios y quitaciones provechos y gracias y mercedes que por nos y en nuestro nombre fueren con ellos asentado y capitulado lo cual todo por esta nuestra carta prometemos de les guardar y cumplir si ellos guardaren y cumplieron lo que por nos en esta nuestra Carta les es encomendado y mandado y no lo guardando ni cumpliendo o viniendo y pasando contra ello y contra parte de ellos de mas de incurrir en las penas de suso contenidas declaramos y mandamos que hayan perdido y pierdan todos los oficios y mercedes de que por el dicho asiento y Capitulación habían de gozar. Dada en Granada a diecisiete días del mes de Noviembre de 1526 años. Yo el Rey. Yo Francisco de los Cobos Secretario de sus Cesáreas y Católicas Majestades la hice escribir por su mandado. Doctor Carvajal Epíscopus Cañemi. El Doctor Beltrán Epíscopus Sevitate. Registrada Juan de Samano. Orbina por Chanciller. Por donde por la presente haciendo vosotros lo susodicho a vuestra costa según y de la manera que de suso se contiene y guardando y cumpliendo lo contenido en la dicha provisión que de suso va incorporada y todas las otras instrucciones que adelante vos mandaremos hacer para la dicha tierra y para el buen tratamiento y conversión a nuestra Santa Fé Católica de los nuestros naturales de ellos y prometo que vos será guardada esta Capitulación y todo lo en ella contenido en todo y por todo según de suso se contiene y no lo haciendo así nos no seamos obligados a vos mandar guardar ni cumplir lo susodicho ni cosa alguna de ellos antes vos mandaremos castigar y proceder contra vosotros como contra persona que no guarda y cumple o traspasa los mandamientos de su Rey y Señor natural y de ellos vos mandaré dar la presente firmada de mi nombre y refrendada de mi infraescrito secretario hecha en Madrid a veintisiete días del mes de Marzo de mil quinientos veintiocho años. Yo el Rey. Por mandado de Su Majestad Francisco de los Caobos.
http://www.anhvenezuela.org/admin/Bi...a%20(1528).pdf
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Re: Gobernación y Diócesis de Venezuela
Creacion de la Diócesis de Venezuela
1531
ERECCION DEL PRIMER OBISPADO DE
VENEZUELA.
Bula de su Santidad Clemente VII.
Clemente Obispo, siervo de los siervos de Dios, para perpetua memoria desta por la notable preeminencia de la Sede Apostólica, en la cual estamos constituidos, y puestos, despues de Bienaventurado San Pedro, Principe de los Apóstoles, aunque desiguales, en mérito es, empero con igual autoridad tenemos entendido ser cosa digna al Romano Pontífice plantar nuevas Sillas Episcopales, y poner nuevas Iglesias en el fértil Campo de la Militante Iglesia, para que mediante las nuevas fundaciones de pueblos, nueva gente se llegue á la Santa Madre Iglesia, y la confesion de su Cristiana Religion, y de la Fé Católica, se levante, extienda, y florezca, y los lugares ganados por los Católicos Principes, y de los infieles adquiridos, sean Ilustrados; y los naturales, y habitadores de ellos fortalecidos, con la doctrina, y autoridad de las nuevas sillas, y venerables Prelados, y ayudando Dios Omnipotente á su buen propósito, alcanzen más facilmente los premios de la eterna Beatitud.
Y como entre otras Provincias de las partes de tierra Firme, del Mar Oceano nuevamente descubiertas, y ganadas por nuestro muy amado hijo Carlos Emperador de los Romanos, que tambien es Rey de Castilla y Leon, y sujetadas á su temporal Monarquía, y Señorío, hay una llamada Venezuela, cuyos naturales, y moradores, careciendo de la divina luz viven sin ninguna instruccion de la Fé Católica, y en la cual aún no hay Iglesia alguna edificada. Y por tanto para que los dichos naturales, y habitadores, que son capaces de razon, y humanidad, se alleguen á la dicha Fé, y apartadas las tinieblas vengan á la luz de la verdad y conozcan á Nuestro Salvador Jesucristo, Redentor de todo el genero humano, sea necesario plantar allí Seminarios de cosas espirituales, y hacer los septos, y cercos del rebaño del Señor, al cual sean llevados, y en el cual sean guardadas las ovejas que andan perdida?. Nos habiendo tenido madura deliberacion sobre estas cosas, con nuestros venerables hermanos Cardenales de la Santa Iglesia Romana, y el dicho Cárlos Emperador, deseando lo muy mucho, y allende desto suplicándonoslo humildepaente, á loa y gloria de aquel cuya Cs la
tierra, y cuanto hay en ella, y todos Ios que moran en ella, y para alegría y gozo de la Córte Celestial,'y ensalzamiento de la nuestra Fé, y salud de las ánimas de los dichos naturales, y habitadores, con consejo de los nuestros hermanos, y con autoridad Apostólica: por el tenor de las presentes señalamos con título de ciudad el pueblo llamado Coro, que está en la dicha Provincia de Venezuela, en la cual hay algunos Cristianos; instituimos en ella una Iglesia Catedral debajo de la invocacion que parecerá al mismo Don Cárlos Emperador, en la cual esté un Obispo llamado de -Coro, que es en la Iglesia, y Ciudad dicha y Diócesis que se le señalare, predique la palabra de Dios, y convierta los naturales infieles de ella, y las gentes bárbaras al culto de la santa Fé Católica y convertidos los instituya y confirme en la santa Fé Católica, y les dé la gracia del Bautismo y administre y haga administrar, así á todos los convertidos, como á los demas fieles que viviesen en la dicha Ciudad, y Diócesis, y á los que á ella de otras partes viniesen los Sacramentos Eclesiásticos, y las demas cosas espirituales, é instituya en la dicha Iglesia, Ciudad y Diócesis, Dignidades, Canongias, Prebendas, y Beneficios Eclesiásticos, con cura, y sin cura, y disminuya, y siembre las demas cosas espirituales, como mejor le parezca, que convenga al aumento del Culto divino y salud de las ánimas de los naturales, con silla y otras insignias, y jurisdicciones Episcopales, y privilegios, excepciones y gracias de que otras Iglesias Catedrales, y sus Prelados usan, y gozan por derecho, y por costumbres en los Reynos de Castilla y Leon, á los cualos la dicha Provincia es anexa. Y No?, con la autoridad, y tenor dicho instituimos y damos á la misma Iglesia el pueblo, y aldea distrito, y termino suso, parte de la misma Provincia que le ha de ser señalado y señalada por el mismo Emperador Don Cárlos, puestos sus lindes al cual ó la cual declarados los dichos lindes, y términos, con un prenen y rédito conveniente, con que el dicho Obispo se pueda decentemente sustentar, declaramos que sea obligado el dicho Emperador Don Carlos á señalar dentro de dos años primeros siguientes, y declarar la invocacion de la misma Iglesia, y el dicho Obispo de Coro, que fuere por tiempos, el cual sea sujeto al Arzobispo de Sevilla, que fuere por tiempo, en el derecho Metropolítico; declaramos que pueda y deba tener, y ejercer jurisdiccion Episcopal en todos los dichos naturales, y habitadores, y hacer otras cosas, que otros Obispos en sus Iglesias, y
Ciudades y Diócesis puedan y deban hacer, 'y ejercer. Y concedemos, y asignamos que todas las cosas que allí se dieren, y cojieren, y crearen, fuera del oro, plata, y otros metales, piedras, perlas preciosas, las cuales cosas dejamos libres á los Reyes de Castilla, y de Leon, ó que por tiempo fueren, pueda libre, y lícitamente demandar, y cojer los diezmos, y primicia?, debidos por el derecho, y otros derechos Episcopales, como los demas Obispos en España los demandan y cojen por derecho, y costumbre. Y demas de esto le concedemos el derecho Patronazgo do presentar dentro de un año, por la distancia de los lugares, á Nos, y al Romano Pontífice que por tiempo fuere, persona idónea para la dicha Iglesia de Coro, todas las veces que tuviere vacacion de ellas; y del mismo consejo, autoridad y tenor dichos reservamos, y cometemos al dicho Emperador Don Carlos, Rey de Castilla, y Leon, ó que por tiempo fuere, para siempre jamas poder, para presentar á Nos, y al Romano Pontífice que por tiempo fuere, Obispo, y Pastor para la dicha Iglesia, y á ninguno dé los hombres les sea en ninguna manera lícito romper, quebrantar con loca osadia, y contradecir esta nuestra carta de nombramiento, ereccion, institucion, determinacion, concesion, y reservacion: ó si alguno presumiere, intentare esto, entienda haber incurrido en la ira de Dios Todopoderoso, y de sus Bienaventurados San Pedro, y San Pablo. Dadas en Roma en la Iglesia de San Pedro, el año de la Encarnacion del Señor de mil quinientos treinta y un año a veinte y uno de julio.
http://books.google.com/books?id=1Sw...ed=0CDsQ6AEwBA
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Re: Gobernación y Diócesis de Venezuela
Carta del obispo Juan Lopez Agurto pidiendo que se mude la Silla Episcopal de Coro a Caracas
Señor:
Habrá un año que salí del obispado de Puerto Rico, a que V. M.
se sirvió hacerme merced de presentarme, y en este tiempo tengo
experimentados los inconvenientes que siguen de estar fundada
la Iglesia Catedral en el lugar de Coro, si bien de antes los tenía
previstos por estar confinante a este el dicho obispado de Puerto
Rico; y considerando el descargo de la conciencia de V. M. y de
la mía, me ha parecido forzoso dar cuenta que el lugar de Coro,
que cons - ta de cuarenta vecinos, y sus edificios pajizos, no es
capaz de sustentar pre - bendados,
porque de cuatro que ordinariamente ha habido, los más se
ausen - taban de la catedral, faltando al culto Divino y otros,
yéndose fuera de esta pro - vincia, dejaron las prebendas;
y después que el pirata holandés se fortificó en la isla de
Curaçao, doce leguas distante del dicho pueblo de Coro,
se retiraron los ornamentos y bienes de la Iglesia al monte,
como el caudal de los vecinos.
Por esto y por haber entendido los informes que se han
hecho a V. M. por el Concilio Provincial celebrado en
Santo Domingo, como por los obispos, mis predecesores,
en orden a que se traslade la dicha catedral, y motivado
por esto, V. M. fue servido de despachar su Real Cédula
para que el gobernador informase a qué lugar sería más
conveniente mudarla, la retiré en el ínterin, hasta dar
cuenta a V. M., a esta ciudad de Santiago de León,
cabeza de esta Gobernación, con dos solos prebendados
que hallé, en donde con clérigos que se han recogido
para este efecto, se celebran los oficios Divinos con la
autori - dad posible en la iglesia parroquial que, para
aumentar su edificio en catedral, no necesita del socorro
de V. M. porque de los bienes del expolio del obispo muerto,
mi antecesor, tiene para esto. Lo cual no se podrá hacer
en la de Coro que, en cien años, no ha podido cubrir más
de una capilla y ésa, se viene al suelo por la mala calidad
de los materiales, que son muy pocos y costosos.
Y para que esto tenga el complemento debido, suplico a
V. M. se sirva de dar licencia para que se traslade con efecto a esta ciudad...
En Santiago de León de Caracas, a 15 de junio de 1636
Juan, Obispo de Venezuela.
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Re: Gobernación y Diócesis de Venezuela
Queja de Coro por ser mudada la Silla a Caracas
18 de diciembre de 1636: La ciudad de Coro, cabeza de la provincia de Venezuela,
y a quien las demás de ella deben el lustre que tienen, se halla dando voces a las
puertas de la Justicia... si alguna ciudad no merece el título de hermana de ellas,
es la de Santiago de León, que siempre le ha cuadrado el de madrastra. Prueba
grande de esta verdad es el rigor con que ha hecho esta mudanza y el con qué
pretende sostenerla, sin considerar que han de ser muchísimos los daños e
inconvenientes que se han de seguir
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Re: Gobernación y Diócesis de Venezuela
III - DE LA PROVINCIA DE MARACAIBO
La provincia de Maracaibo, llamada así por el nombre de su capital, quizás no nos ocupará mucho por ser pequeña. Empieza al oriente cerca del famosísimo lago del cual hablaremos más tarde, pues el camino que lleva del lado oriental del lago a Barinas y pasa por el páramo de Macuchies, es en esta parte la línea fronteriza. Al sur el término divisorio es Cúcuta, al norte el mar y al occidente la nueva ciudad española de Perijá. La provincia es de clima muy caliente en general, aunque como la provincia de Caracas, tiene también lugares de clima variado. Sus ciudades son pocas y no muy vistosas, pero la capital que por el nombre del lago se llama Maracaibo, es notable desde muchos puntos de vista. Está situada cerca a la boca del lago en el mar, en la parte occidental, bien edificada y de clima saludable, lo que sin duda debe favorecer a sus habitantes, que según datos averiguados por los jesuítas que residían allá, contaba en años pasados de 13.000 a 13.313 almas, fuera de los forasteros que van a la ciudad de diferentes partes por motivos de comercio. Con todo esto, una ciudad tan importante, no tiene ningún convento de monjas ni de frailes, exceptuando algunos observantes. No voy a demorar a los lectores hablando del floreciente comercio de esa ciudad, a donde se concentra todo el cacao de Cúcuta y Mérida. Basta haberlo indicado en otra parte. Pasemos a las otras ciudades españolas.
En la parte oriental del lago, está la ciudad de la nueva Gibraltar, que fue capital floreciente de esa provincia en sus principios, pero en la actualidad no muy considerable. Viajando por el camino que hemos ya indicado, se encuentran algunas poblaciones indias, y después de varios días se llega en fin a Mérida, que dista de Maracaibo unas 80 leguas y situada entre el oriente y el mediodía. Esta ciudad que en sus principios fué más renombrada de lo que es en la actualidad, recientemente ha sido erigida en diócesis, lo que aumentará no sólo su gloria sino también la población, que ha disminuido mucho por las incursiones de los motilones en los cacaotales de esa región.
Sin embargo, Mérida no es insignificante. Situada en la alta planicie de una hermosa colina al pie de la cual corren cuatro ríos, tiene en frente montes nevados que atemperan admirablemente el clima haciéndolo muy agradable; esos montes en su cima están siempre cubiertos de nieve y a veces también en sus faldas. Un clima de ese género debe ser apropiado para la producción de nuestros frutos. En efecto, además de los aguacates y chirimoyas, hay buenos higos, cedros, melocotones, manzanas, excelentes hortalizas, étc. Pero su población no está proporcionada a la belleza del lugar, sin embargo, si queremos conocer el número de los religiosos que están en Mérida, parece que no es pequeño. Allá estuvieron los jesuítas, que generalmente no se establecieron sino en lugares importantes. Hay dominicos, observantes, agustinos pero pocos, y un monasterio de clarisas. En esa ciudad además de los magistrados de costumbre, reside un lugarteniente del gobernador de Maracaibo. Cerca de Mérida hay un lugar bien poblado, llamado vulgarmente el Egido, es una agrupación de españoles que se entregan a la fabricación de azúcar, pues allá hay muchos trapiches. Al oriente de Mérida, a unas cincuenta leguas de distancia, está la ciudad de Barinas, y en sus alrededores algunas poblaciones de Achaguas, Cuacuaros y de otros indios, regidas por dominicos enviados de Santafé. En esta parte, por ser todavía salvaje, la jurisdicción de Barinas se extiende quizás hasta el Orinoco, siguiendo la orilla derecha del río Apure.
Al sur de Mérida, al lado del camino indicado, hay un lugar que se llama Estanques, formado por una agrupación de españoles, unidos en parroquia para guardar las plantaciones de cacao, de las cuales se dice haber sido muy grande la del señor don Femado Dávila, en la actualidad devastada en gran parte por los motilones. En el extremo sur de la jurisdicción o gobierno de Maracibo, está una población española distinguida con el título de ciudad, la Grita, muy célebre por el bello azul que se ha descubierto últimamente, por su tabaco y sus panelas, o panes de azúcar rojo que confeccionan sus habitantes.
Volvamos atrás para observar a los indios, de cuyo idioma no digo nada por falta de datos. Y para comenzar por los convertidos a la fe, a lo largo del camino ya indicado varias veces, hay algunas poblaciones indias, como Capacho, Bailadores, Timotes, etc. En el gran lago de Maracaibo hay cuatro de esas poblaciones edificadas sobre el agua: Moporo, Tomoporo, Misoa y Lagunillas, por esta circunstancia esa provincia tomó el nombre de Venezuela o pequeña Venecia. . En la parte oriental del lago se ven algunas otras poblaciones, y otras en otras partes, pero las más célebres son las de los Jaquetíes, habitantes en la costa vecina, divididos en cinco colonias sujetas a un cacique, y que la defienden de los enemigos con flechas, en cuyo manejo son muy valerosos. En la misma costa hay otras dos o tres poblaciones de otros indios.
Pasamos a los infieles, los cuales por su inconstancia en el bién una vez que lo han abrazado y dejado después, o por su resistencia en abrazarlo, o por otras causas desconocidas para mí, son quizás más numerosos de lo que podría esperarse en tan culta provincia. Y no vamos a tener mucho trabajo para encontrarlos, pues ellos mismos nos saldrán al encuentro.
Aquí están lo Cocinas, que desde el lado izquierdo del lago de Maracaibo se extienden hasta el mar, sin preocuparse por convertirse al cristianismo, sino por alguna rara excepción. No tienen morada estable, ni casa, ni lugares que habiten por largo tiempo. En efecto, después de haber permanecido por cierto tiempo en un lugar, recogen sus hamacas y se van a buscar otro. Con la misma facilidad con que recorren las selvas entran también a Maracaibo para comerciar con los blancos, sin tener dificultad alguna en mostrarse casi desnudos hombres y mujeres, los primeros cubiertas sus desnudeces con unas calabazuelas, las segundas con un pedacito de tela. Si se conociera bien su idioma, se podría mudar en amable este espectáculo extravagante convirtiéndolos a Cristo.
Después de los cocinas, están hacia el poniente los Goajiros, de los cuales hay algunos cristianos en las misiones de los capuchinos. No son tan feroces que maten a los viajeros, pero cuando ven alguno por sus tierras, en seguida lo rodean todos y casi lo detienen a la fuerza hasta que le dan tabaco, azúcar y canutillos de vidrio y todo lo que desean. Estos indios tienen buenas razas de caballos y montan tan bien y tan velozmente en pelo, guiando el caballo con riendas de bejuco, que pueden competir con los chilenos. Corriendo así precipitadamente llevan la guerra hasta los cocinas, que por ser débiles la esquivan huyendo y escondiéndose en los bosques, hasta que ellos se marchan. Pero otro pueblo cercano, que vive en una lengua de tierra que entra al mar por el espacio de 50 leguas y es toda plana y cubierta de árboles muy altos, espera a los Goajiros a pie firme y pelea con ellos virilmente. Ningún misionero ha logrado nunca penetrar en ese pueblo que sin embargo tiene mucha necesidad de civilizarse, pues si por ventura un barco encalla en la costa vecina, inmediatamente lo asaltan, matan a los pasajeros, les quitan sus haberes y queman en fin el barco y dispersan los restos en el mar.
Pero esta ferocidad de los indios marítimos de la provincia de Maracaibo es nada en comparación con la de los motilones que ocupan los países mediterráneos. No dan ellos cuartel a nadie, sea blanco, negro o indio de otro pueblo, hombre o mujer, grande o pequeño, y aún un animal, si tienen oportunidad los matan a todos y no se preocupan sino de la lanza que encuentran al lado de los cadáveres. "Despedazan las telas, son palabras del Padre Collado que muchas veces los encontró con grave peligro, echan al aire el azúcar, la sal y guardan para si, si la encuentran, solamente la lanza". Es posible, que siendo ellos tan insolentes, no se pueda encontrar en tanto tiempo un remedio a ese desorden? Ciertamente que se ha buscado, pero siempre en vano. Los motilones son siempre los mismos a pesar de las dulces maneras y del amor con que se les trate.
Por lo tanto es fácil pensar con qué ferocidad actúan contra las plantaciones de cacao de los blancos, matando a los negros que trabajan allá. Yo podría citar muchas plantaciones antes florecientes y ahora reducidas a nada, familias empobrecidas, conventos endeudados por este motivo, pero me abstengo de ello por brevedad, limitándome sólo a dar una breve noticia de la calidad, del número de esta nación y de la región en que habita. En cuanto a lo primero, los motilones son ciertamente atrevidos o temerarios, pero no valerosos. Matan siempre a traición, detrás de un árbol, abrigados por los bosques, pero nunca al descubierto. En el viaje de Mérida a la ciudad de Maracaibo se pasa por sus poblaciones. Para contenerlos son suficientes dos soldados con fusil a la espalda, aunque lo lleven descargado, tan grande es el terror que tienen a esas armas. Tampoco parecen muy respetables por su número, el Padre ya citado me dice que años atrás los hispanomeridenses y los cucuteños se pusieron de acuerdo para frenar la temeridad de esos indios y en quince días de viaje a través de sus selvas, no encontraron sino algún caney o cabaña capaz de contener cerca de cien personas, y algunas escasísimas huellas que son todos indicios de un pueblo no numeroso; no pudieron tomar prisioneros sino una vieja y una muchacha.
Pero el país habitado o recorrido por los motilones es de una extensión maravillosa. Están en una planicie selvática de cerca a 300 millas de larga por otras tantas de ancha, en toda la provincia de Maracaibo no hay otra llanura mejor. En efecto, no sólo está cubierta de árboles y por consiguiente apropiada para el cultivo del cacao y de la caña de azúcar si se pudiera cultivar descuajando la selva, sino que para mayor ventaja de los habitantes está dividida en dos partes por el río Zulia que desemboca en el célebre lago de que vamos a hablar en seguida. Creo que nadie ignore cuán útil es la cercanía de los ríos para la feracidad de las tierras, es casi como si la regaran. En efecto, a lo largo del Zulia además de los terrenos secos hay también húmedos y pantanosos, los cuales tienen abundantísima caza y barro muy feraz, dejados en abandono por los bárbaros, llaman las industriosas manos de los españoles. Pero ésto es suficiente.
En la provincia de Maracaibo, como en casi todas las demás, hay misioneros destinados a reducir a los salvajes. Es lástima que no sean en esa provincia tantos cuantos son necesarios. "Respecto a las misiones, me dice el alabado digno sujeto ya nombrado, a Maracaibo pertenecen las de los capuchinos navarros que están a dos días de la ciudad y se encuentran en el camino que va a Valledupar. Hay tres o cuatro poblaciones de pocos indios, además de la residencia que se llama Perijá, y fué recién fundada por los españoles de las islas Canarias". Un diccionario, una gramática de los idiomas de esos indios serían muy útiles para hacer la historia de esas misiones, pero yo no tengo más datos sobre el particular.
El lago de Maracaibo, con el cual pondremos fin a este capítulo, quizás es el mayor o por lo menos el más renombrado de toda América meridional, y con razón. Pues según lo que dice el P. Collado, fue medido por un piloto inteligente cuando él estaba en Maracaibo, y se encontró que desde su desembocadura en el mar hasta el Catatumbo, a saber hasta la boca del río Zulia, tiene 60 leguas de largo y 30 de anchura, tomada la medida en el medio. Además ese lago es tan profundo que hasta los navíos más grandes pueden navegar con seguridad cerca de la costa. Está sujeto a olas no inferiores a las del mar del cual recibe también algún reflejo, y si no fuera todo dulce como es, más justamente que lago se podría llamar golfo.
De la provincia de Maracaibo | banrepcultural.org
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Re: Gobernación y Diócesis de Venezuela
La Iglesia como factor unificador del territorio venezolano
Como parte de la historia venezolana, destaca el hecho de que todo el oriente venezolano formó parte del obispado de Puerto Rico como “anexos ultramarinos“ hasta que fue creado el arzobispado de Venezuela.
Los meses de junio y julio son ricos en hechos memorables para la Historia de la Iglesia venezolana. Próximos a concluir con la publicación de El Ucabista correspondiente al año académico 1995-1996, consideramos que bien podíamos dedicar este número a resaltar algunos acontecimientos significativos ocurridos en estos dos meses, en diferentes siglos claro está, propios de la Historia Eclesiástica de Venezuela.
La Diócesis de Caracas o de Venezuela
La Diócesis de Venezuela fue la primera que efectivamente se instituyó en nuestro país, mediante la Bula " Pro excellenti praeeminentia " expedida por el papa Clemente VII, fechada en Roma a 21 de junio de 1531. En el documento pontificio se habla de la Provincia de Venezuela, que comprende el mismo territorio otorgado a los Welser en 1528, a saber: " ... que hay en la dicha costa que comienza desde el Cabo de la Vela o del fin de los límites y términos de la dicha Gobernación de Santa Marta ", hasta Maracapana al Oriente, incluyendo todo el cordón insular situado al Norte de dicha costa, exceptuando, expresamente, las que tenía encomendadas Juan de Ampíes, es decir, Aruba, Curazao y Bonaire.
Clemente VII ordenó erigir una iglesia catedral en Coro para que allí residiera el Obispo, población que para entonces era el asiento del gobierno de la Provincia y a la que se le concedió el título de Ciudad Pontificia, caso excepcional en toda América: "... con título de ciudad el pueblo llamado Coro que está en la dicha Provincia de Venezuela ".
El primer obispo de la Diócesis fue Don Rodrigo de Bastidas, quien un 4 de junio de 1532 dictó en Medina del campo, Diócesis de Salamanca, España, las reglas para el establecimiento y gobierno de la nueva Iglesia, es decir, su Carta Fundamental.
A Rodrigo de Bastidas le sucedieron once obispos, hasta que la sede quedó canónicamente transferida a Caracas en 1638 (7 de marzo), en cumplimiento de la Real Cédula del 20 de junio de 1637. Entre las razones que justificaban dicho traslado se encuentran las siguientes: la superioridad económica de la nueva sede, Caracas, ciudad en la que habían fijado su residencia la mayoría de los Obispos hasta la fecha, y las ventajas estratégicas contra cualquier ataque holandés que, desde Curazao, estaba sólo a ocho o nueve horas de navegación de Coro, situación peligrosa puesto que en cualquier momento los holandeses podían saquear los bienes de la Iglesia.
Uno de los Obispos más destacados, en esta atapa previa a la transferencia canónica de la sede episcopal de Coro a Caracas, fue Fray Gonzalo de Angulo, quien asumió el obispado de Caracas el 29 de junio de 1619. Al obispo Angulo se debe en buena parte y en conjunción con el gobernador Francisco de la Hoz Berrío, la reducción a poblados de los indios, diseminados en las encomiendas, lo cual se tradujo en la fundación de una gran cantidad de pueblos de doctrina que han perdurado hasta nuestros días. Sólo en los alrededores de Caracas y en los Valles de Aragua, se fundaron entre 1620 y 1622 diez pueblos de indios y cinco iglesias. Advertimos, además, que en todas estas fundaciones se cumplió con el procedimiento señalado por el gobernador Berrío y por el obispo Angulo.
El Arzobispado de Caracas y Venezuela
Por Real Cédula del 16 de julio se comunicó la elevación de la Diócesis de Venezuela a Arzobispado. La historia es como sigue: Con la erección de los obispados de Mérida (1777) y Guayana (1790) se logró avanzar bastante en el proceso de integración territorial venezolana, tanto en lo civil como en lo eclesiástico, para finales del siglo XVIII. Para estos años ya se contaba con Instituciones con carácter hacendístico, militar, gubernativo, judicial y comercial, como es el caso de la Intendencia de Ejército y Real Hacienda (1776), la Capitanía General (1777), la Audiencia de Caracas (1786), el Real Consulado (1793), pero faltaba la provincia eclesiástica.
La erección de ésta se consiguió en 1803 (Bula "In Universali Ecclesiae Regimine" del 24 de noviembre). Esta decisión fue motivada fundamentalmente por la cesión de la isla de Santo Domingo a Francia, porque allí residía desde el siglo XVI el Metropolitano de la Provincia Eclesiástica a la cual pertenecía Venezuela. Pero a decir verdad, la elevación de la Diócesis caraqueña a Arquidiócesis era sólo cuestión de tiempo, era inminente, puesto que ya estaban dadas todas las condiciones que requería la Provincia de Venezuela para convertirse en el eje y centro de la futura nacionalidad venezolana.
El 15 de noviembre de 1804 se dio cumplimiento a la Real Cédula del 16 de julio en la que se notificaba la elevación de la Diócesis de Venezuela a Arzobispado, centralizándose en torno a Caracas las Diócesis de Guayana y Mérida. El primer arzobispo fue don Francisco de Ibarra, quien se había desempeñado como obispo de la ahora arquidiócesis caraqueña, después de haber sido el primer obispo de la diócesis de Guayana, cargo en el que estuvo por seis años.
El Arzobispado de Caracas y Venezuela se convirtió en un factor de integración territorial. Aunque la integración eclesiástica no es un asunto político en sí mismo, sus efectos integradores para el país fueron indudables. Tengamos presente que el territorio venezolano, en lo eclesiástico, estuvo disgregado y dependiente de dispares centros de poblamiento, como fueron Puerto Rico y Bogotá. Todo el oriente venezolano formó parte del obispado de Puerto Rico como "anexos ultramarinos". Táchira, Mérida y Barinas pertenecieron al Arzobispado de Bogotá hasta 1777.
Las Diócesis de Mérida y Guayana se crearon en fecha tardía. Considérese la discordancia entre el ordenamiento territorial civil de Venezuela logrado en 1777 con la creación de la Capitanía General y las jurisdicciones territoriales eclesiásticas. La independencia y autonomía propia de una Iglesia nacional sólo se logró en 1803 con la Arquidiócesis.
La trascendencia de este hecho de jurisdicción eclesiástica trasciende una mera conveniencia administrativa. Las vinculaciones entre lo civil y lo eclesiástico eran inmensamente más hondas y decisivas que en nuestros días, hasta por el régimen mismo de Patronato Regio propio de la América española. ¿ Qué hubiera ocurrido si en la época republicana la Provincia de Guayana hubiera sido gobernada por un Obispo residente en Puerto Rico ?
La significación histórica de la erección del Arzobispado de Caracas bien puede estar plasmada en el siguiente párrafo, del obispo Santiago Hernández Milanés, al nuevo arzobispo Ibarra: " Deje Vuestra Señoría Ilustrísima venir los honores cuando no los buscamos y alégrese en ello por su Patria, que poco a poco se va elevando hasta lo sumo, para cuyo cumplimiento ya no falta sino Virrey ".
¡ El Virreinato de Venezuela !. Pero este proceso de integración económico, político, gubernativo, judicial, comercial y eclesiástico, que pudo haber concluído en la erección del quinto Virreinato de América, fue interrumpido por la Guerra de Independencia.
Manuel Donis
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Re: Gobernación y Diócesis de Venezuela
Maracaibo: construcción de la identidad regional en el siglo XIX
Germán Cardozo Galué
Universidad del Zulia
Resumen
Cualquier intento de abordar el tema de la identidad regional se fundamenta en los datos aportados por la geografía e historia: explican la relación dialéctica entre el hombre y su entorno. En este artículo se parte del surgimiento de la unidad regional en el Zulia y se avanza hacia la aparición de un imaginario autonomista en la élite de Maracaibo y su discurso regionalista en el siglo XIX, a objeto de aportar el análisis histórico que permita concluir sobre la presencia de una identidad regional con cobertura en el Estado Zulia, su naturaleza y fundamentos sociopolíticos.
Palabras clave: Región, localidad, identidad, Maracaibo, región marabina.
Maracaibo: Construction of regional identity in the 19th century
Germán Cardozo Galué
INTRODUCCIÓN
La identidad regional, como toda realización material o creación espiritual del ser humano, es un producto cultural y simbólico resultante de la praxis social:
... la cultura (esa nueva dimensión de la realidad que se va constituyendo en los diferentes momentos de representación objetiva de la reproducción espiritual de la creación de la realidad humanosocial) es también una forma de praxis permanente cuya determinación radica en el pensamiento y en el conocimiento como una instancia por la cual se logra la unidad de la práctica material y la reproducción espiritual (López 1989: 84).
El hombre objetiva el espacio material en el cual se desenvuelve su cotidianidad (paisaje, actividades productivas, relaciones sociales, organización política, vías de comunicación, etc.), y de este acto cognoscitivo extrae representaciones simbólicas (verbales, escritas, icónicas, etc.) que le permiten definir su entorno social y compartirlo con sus semejantes a través del fenómeno comuni-cativo.
Este permanente y continuado estado de confrontación entre lo que la realidad le ofrece, la mente representa y la comunicación con sus semejantes transforma, origina ese producto cultural al que se ha denominado el imaginario colectivo. La percepción o conciencia de sí que tiene una sociedad, la cual se enriquece, reproduce y transmite de generación en generación, hace que una comunidad se reconozca como perteneciente a un determinado todo social, que la dota de unidad, la identifica como tal conglomerado humano y la diferencia de otros.
Esta unidad e identidad subyacentes en los imaginarios colectivos, desde una perspectiva espacial, puede surgir en el tiempo en ámbitos de diferentes tamaño y como resultado de diversos procesos sociohistóricos: desde la pequeña territorialidad de una comunidad indígena hasta la extensa y compleja grandiosidad de un Estado Nacional, pasando por todas las instancias a las que la praxis social ha denominado, a lo largo del tiempo y con diferentes connotaciones: comunidades, arrabales, barrios, poblados, parroquias, villas, ciudades, municipios, provincias, estados, naciones, bloques continentales, etc.
Cada una de estas circunscripciones sociales, producto, en ocasiones de instancias económicas y políticas y con frecuencia de similitudes étnico-culturales, constituye lo que hemos convenido en denominar, en los estudios de las ciencias sociales, "micro regiones", "sub regiones", "regiones" y "macro regiones".
Para los fines de este particular análisis el sustantivo región connota una porción de territorio determinada por caracteres étnicos o circunstancias especiales de clima y topografía, producción, administración, gobierno, etc. De allí que en el proceso histórico a qué se denomine región dependa de la variable que se tome en cuenta: tan región lo es la "macroregión andina" determinada por sus características topográficas como lo fue la "macroregión marabina" de los siglos XVI al XIX habida cuenta de las relaciones socioeconómicas, como lo es la actual "región zuliana" concebida en términos de la administración de su desarrollo, la "subregión de la Costa Oriental del Lago" resultado de la actividad productiva dominante o la "micro región de Machiques", que, según la definición del historiador mexicano Luis González y González, es "la unidad tribal culturalmente autónoma y económicamente autosuficiente, es el pueblo entendido como conjunto de familias ligadas al suelo, es la ciudad menuda en la que todavía los vecinos se reconocen entre sí ... es el pequeño mundo de relaciones personales y sin intermediarios" (González 1986: 28).
En consecuencia, la identidad regional puede estar referida a espacios de diferentes dimensiones territoriales, dependiendo su grado de mayor o menor presencia de la creación de una conciencia común y de la identificación de los distintos grupos de la población con la sociedad como un todo: es un producto histórico del regionalismo, que puede ser definido, en primera instancia, como un sentimiento de apego y de pertenencia a determinado espacio del que se es nativo o residente.
El regionalismo durante la conformación de las sociedades modernas, al igual que el nacionalismo en una esfera más amplia territorialmente, ha sido un instrumento para motivar la actividad y solidaridad políticas, para movilizar a la sociedad regional contra opositores internos o externos, o contra cualquier amenaza, es decir para crear la identidad regional. En la concepción del regionalismo se ha pasado del plano psicológico al político; de ahí que sin haber desaparecido los regionalismos circunscritos a las pequeñas comunidades de base (localidades, municipios) se hayan superpuesto en los países latinoamericanos regionalismos provinciales, departamen-tales, estadales.
...porque no se extingue la naturaleza, el genio, el sentimiento popular y esas condiciones especiales de esa comarca que llamamos Estado Zulia y que está destinada a ser en lo venidero un gran pueblo, y un gran país, acaso una nación..."
Estas modificaciones en el tiempo y espacio hacen que el regionalismo deba ser estudiado a partir del análisis de las condi-ciones de su formación y las distintas funciones que fue teniendo según la situación histórica, y no meramente en sus manifes-taciones y contenidos, es decir tomando sólo en cuenta manifestaciones culturales, destino histó-rico compartido, historia común, etc. (Cfr. König, H.-J. 1994: 25).
Dos elementos, pues, guían, necesariamente, cualquier intento de abordar el tema de la identidad regional en toda sociedad: el geográfico y el histórico, que resumen y explican la relación dialéctica entre el hombre y su entorno. Ambas constituyen claves indispensables en este intento de aportar criterios para la discusión sobre la identidad regional zuliana.
BASES GEOHISTÓRICAS DE LA IDENTIDAD REGIONAL MARACAIBERA
Desde una perspectiva geográfica, no cabe la menor duda de que el territorio que hoy ocupa el Estado Zulia se corresponde con una región natural: la parte más extensa de la hoya hidrográfica del Lago de Maracaibo; y en el pasado, antes de los sucesos de la Independencia, abarcó la casi totalidad de esta hoya como Provincia de Maracaibo, incluyendo en su jurisdicción político-administrativa al Lago, las planicies costeras aledañas y las eleva-ciones y cumbres andinas tanto occidentales como orientales.
Esta unidad natural, con su variedad de tierras, climas y vege-taciones, comunicadas por una enorme super-ficie de agua y sus numerosos afluentes, atrajo durante milenios a comunidades indígenas de todo el continente, que luego se llamaría América: arahuacos, caribes y chibchas, entre otros, convergieron y poblaron aquella matriz acogedora y feraz. Sus diversos asentamientos agrícolas y pesqueros originaron en un proceso milenario las primeras identidades regionales, de raigambre tan fuerte que una de ellas, la wayuu o guajira, alcanzó los niveles sociopolíticos de lo que hoy se denomina una nación, y aún pervive.
El proceso de conquista y ocupación de la cuenca del Lago de Maracaibo por parte de los adelantados de la Corona española introdujo un nuevo elemento étnico y socio cultural que modificó el rumbo histórico de aquel espacio, y en consecuencia el modo de concebirlo. Como en la antigüedad prehispánica, el espejo mágico del Lago atrajo a los invasores que habían penetrado por la Costa Firme de la que llamarían provincia de Caracas o Venezuela y a quienes ya habían tomado posesión de Santafé de Bogotá, Tunja y Pamplona: desde Coro y el Tocuyo se establecieron en Maracaibo y Trujillo, desde las cumbres andinas en San Cristóbal y Mérida, creando jurisdicciones distintas.
Sin embargo, en los comienzos mismos de este proceso, los nuevos actores sociales sentaron las bases de lo que se convertiría con el tiempo, en relación con el inmenso espacio ocupado por el Lago y sus tierras aledañas, en uno de los más fuertes elementos constitutivos del imaginario histórico regional.
En 1577, el Consejo de Indias remitió a los gobernadores, corregidores y alcaldes mayores un extenso cuestionario que tenía por propósito conocer para su mejor gobierno la ubicación, recursos, medio geográfico, poblamiento y evangelización de las posesiones españolas en América.
Ya para la época existían en el occidente de la actual Venezuela no menos de cinco o seis Ayuntamientos, con sus respectivos alcaldes y jurisdicciones independientes; sin embargo cuando, en 1579, los Alcaldes ordinarios de Maracaibo, Rodrigo de Argüelles y Gaspar de Párraga, contestaron el cuestionario de la Corona lo denominaron "Descripción de la ciudad de Nueva Zamora de Maracaibo, su término y Laguna", aportando información no sólo sobre Maracaibo y su jurisdicción sino también sobre todo el entorno de la cuenca lacustre. Resaltaron la importancia del Lago como eje operativo de dominio y de explotación de los recursos naturales; indicaron la presencia en él de varios puertos de donde salían caminos hacia los centros ya poblados y áreas productivas del interior del territorio (Trujillo, Mérida, San Cristóbal, Pamplona) como para destacar la unidad que conformaba Maracaibo con aquel espacioso anfiteatro natural (Arellano 1964) .
Los españoles radicados en Maracaibo habían detectado, a escasas décadas de las primeras correrías y fundaciones en el occidente de la actual Venezuela, la existencia de una región natural con potencialidades económicas. Fueron sus pobladores y las autoridades políticas de Maracaibo quienes al objetivar aquel espacio y sus posibilidades económicas comenzaron a alimentar el imaginario histórico con rasgos que asomaban ya la prefiguración de la unidad regional, basada en la funcionalidad económica.
El interés por parte de las autoridades maracaiberas de lograr el dominio efectivo de las jurisdicciones lacustres y andinas no tardó en hacerse notar y en consolidarse. Para ello, desde fines del siglo XVI, los vecinos de Maracaibo iniciaron un permanente acoso a la obligada navegación que debían hacer, por el canal que comunica al Lago con el Caribe, los comerciantes que ingresaban mercaderías y extraían frutos de las jurisdicciones andinas, a través de los puertos de Gibraltar y Zulia. El secuestro de barcos, el cobro de peaje y aun las incursiones bélicas de los maracaiberos sobre Gibraltar dieron resultado.
En Real Cédula de 31 de diciembre de 1676, la Corona española comunicó al Gobierno de Mérida y a las Audiencias de Santafé de Bogotá y Santo Domingo la fusión de Maracaibo y Mérida bajo una sola jurisdicción. Dos años después, Maracaibo logró que la capital de la nueva entidad administrativa, conocida como "Provincia de Mérida, La Grita y ciudad de Maracaibo", fuera traslada a su puerto y con la capitalidad la "feria de hacendados y mercadere", una de las más famosas del Caribe oriental. Maracaibo pasó a controlar en lo político y económico la totalidad de la cuenca lacustre, desde los fértiles valles y piedemonte andinos hasta las yermas tierras guajiras.
Más que su condición de capital administrativa de la Provincia, el manejo de la actividad mercantil puso en manos de Maracaibo el control efectivo del "hinterland" lacustre. La vida económica de quienes habitaban los más remotos poblados de aquel espacio danzó al compás que marcaba el reflejo de la oferta y la demanda en los mercados mundiales: la ciudad-puerto engranaba al circuito comercial externo con el regional. El tabaco de Barinas se enfardelaba como "Tabaco de Maracaibo"; a los puertos españoles y de otras colonias llegaban "Harina de Maracaibo", "Cacao de Maracaibo". Maracaibo que no producía nada lo comercializaba todo, y se imponía en el imaginario colectivo su preponderancia regional.
Aunque los nexos comerciales y el control administrativo del Ayuntamiento maracaibero no eran suficientes para afirmar la existencia del dominio efectivo del territorio, pues persistieron los espacios regionales que desde el momento mismo del contacto aborigen-hispánico habían comenzado a fraguarse como resultado de las condiciones topográficas, niveles de relacionamiento (etnias indígenas con diferentes modos de producción y de vida), actividad productiva, etc., Maracaibo, la ciudad primada, persistió en reforzar la unidad regional de su provincia e inició un discurso político en el cual ya asomaban rasgos de lo que hoy se conoce como identidad regional zuliana.
Durante un período de larga duración, casi cuatro siglos, factores naturales como la inmensidad de la hoya hidrográfica del Lago de Maracaibo, el aislamiento originado por las escarpadas cumbres andinas y la lejanía de los principales centros administrativos (Bogotá y Caracas), más otros de índole social como la implantación por parte del mercantilismo español de una economía agroexportadora, fuertemente atada a través de su circuito comercial a los mercados internacionales, habían convertido al occidente de Venezuela en una región "mediterránea" : un espacio con especificidad y ritmo históricos propios, diferente, en cuanto a su dinámica y características fundamentales, del resto de los actuales conjuntos regionales vecinos, tanto venezolanos como colombianos (Cardozo, 1991: 11).
LA ÉLITE MARACAIBERA: DE LA UNIDAD REGIONAL A LA LUCHA POR LA AUTONOMÍA
El ejemplo más notorio de la percepción de este proceso unificador se descubre en los escritos y actuación de una de las figuras más representativas de la élite maracaibera: José Domingo Rus, actor social de primera línea durante la coyuntura de la Independencia, cuando Maracaibo se convirtió en la ciudad disidente de este movimiento y proclamó su adhesión a la Monarquía española.
Desde 1794, en su informe "Sobre la provincia de Maracaibo hecho al Consulado de Caracas ... ", Rus, como diputado consular de Maracaibo, ofreció un minucioso cuadro de los rasgos demográficos de cada una de las jurisdicciones, economía (recursos explotados y explotables, producción, mano de obra, comercio, etc.), distancias y comunicaciones de la provincia (Arellano 1964: 461-473).
La unidad regional se hacía evidente en el informe de Rus. En aquel momento el discurso no fue más allá de las descripciones de carácter económico típicas de quienes se habían formado y actuaban en el marco de la Ilustración, aunque no se dejaban de hacer observaciones que tocaban a lo político-administrativo en favor de la provincia. Pero la segunda versión de este informe, ampliada y presentada por Rus en las Cortes de Cádiz, en 1814, al fragor de la guerra de Independencia venezolana, descubre el imaginario histórico y las pretensiones autonómicas de una élite que se considera con el derecho de figurar al frente de los destinos de su provincia. El discurso sobre una supuesta identidad regional se inicia cuando solicita y argumenta la separación de la provincia de Maracaibo de la de Caracas para que sea elevada a Gobernación y Capitanía General:
Maracaibo, ni por un momento debe depender de Caracas, cuyas determinaciones y recursos negados parece se habían propuesto dar en tierra con su agricultura, comercio y defensa; y no es bien ya se deje de conocer la mejora en que debe empeñarse cada provincia, cuando por la Constitución política de la Monarquía española, que acaba de sancionarse [1812], todas tienen un interés igual para ocurrir a sus ramos y salir del abatimiento en que las habían tenido los siglos de hierro o las depravaciones de aquellos que con títulos de capitales, como Caracas, todo se lo absorbían y nada concedían a las pobres subalternas, a quienes miraban con desprecio, porque nunca consultaron sino su propio interés y el brillo de sus poseedores. Debe cesar este sistema y pasar al de oro de cada pueblo (Rus, 1969: 74-75).
Rus, consciente de aquella unidad regional, que sobrepasaba los límites establecidos de la Provincia de Maracaibo, y pensando en la fortaleza económica, política y militar de una futura Capitanía General, solicitó a las Cortes de Cádiz la anexión a aquella de las jurisdicciones de Río Hacha, Valles de Cúcuta, El Rosario, Salazar de las Palmas, San Faustino y San Cayetano (Rus 1969: 161-168).
La élite maracaibera en nombre de la provincia envuelve a todo su territorio en su propio destino, aunque ya se han separado Mérida y Trujillo para plegarse al movimiento emancipador, y el resto de sus jurisdicciones (Perijá, San Carlos, Gibraltar) se mantienen alejadas del conflicto y a la espera del devenir de los sucesos. El testimonio andino de Antonio Nicolás Briceño, diputado por Mérida ante la Convención de 1811, en estos momentos cruciales de definición nacional, es un claro indicador de las tensiones y contradicciones que se habían acumulado a lo largo del dominio español y que condujeron a sus élites a no plegarse a la actitud rebelde de Maracaibo:
... cada día se ratifican y convencen más de su acertada elección, aplaudiendo el actual sistema que ha puesto en sus manos la potestad judicial, la gubernativa y la económica, fluyendo sobre su propio país la substancia y las riquezas con que contribuyen los Pueblos mismos que reciben beneficio. Haced una comparación exacta de lo que esas ciudades de Mérida y Trujillo eran unidas a Maracaibo y lo que son hoy separadas sólo ha diez meses de una potestad distante que las degradaba... ellas permanecerían en la apatía y abatimiento que las afligía y de que hoy se ven libres ...
... Mérida y Trujillo se han separado de Maracaibo contra la expresa voluntad del Gobernador de esta plaza, tratándolo de déspota, negándole autoridad sobre ellas y sacudiendo las tropas que en su distrito mantenía ... (Briceño 1811: 30 y 32).
La conciencia de las potencialidades reales del hinterland que rodeaba a Maracaibo y de la preeminencia -no menos cierta- que había adquirido como ciudad-puerta del occidente de Venezuela, impulsó a su élite a jugarse el todo por el todo, en 1810, con la esperanza de consolidar sus pretensiones autonómicas y quizás un nuevo espacio "nacional". Durante una larga década se enfrentó a los ejércitos republicanos; pero el resultado de la guerra la obligó a claudicar; su proyecto separatista, los deseos de independencia que había alimentado su imaginario autonómico fueron castrados por una nueva dependencia, primero de la República de Colombia y luego de la República de Venezuela, más estricta y exigente que la anterior, la monárquica, pues se regía por un férreo sistema constitucional.
El Cabildo de Maracaibo, en 1821, la declaró "libre e independiente del Gobierno Español, cualesquiera que fuera su forma desde este momento en adelante; y en virtud de su soberana libertad se constituye en república democrática y se une con los vínculos del pacto social a todos los pueblos vecinos y continentales, que bajo la denominación de República de Colombia defienden su libertad e independencia, según las leyes imprescriptibles de la naturaleza" (Citado por Ortega 1991: 20. Subrayado del autor).
El Cabildo incorporaba a Maracaibo y al resto de la provincia al movimiento emancipador dejando constancia de que en su imaginario histórico estaba presente una identidad regional que le permitía representar y tomar decisiones por los pueblos "marabinos": actuaba en nombre de un colectivo que no renunciaba a su soberanía; hacía libre uso de ella para integrarse "con los vínculos del pacto social" a la unión colombiana en igualdad de circunstancias y condiciones que el resto de las entidades que la conformaban. Comportamiento que revela, en estos fundamentales momentos de transición de la sociedad monárquica a la republicana, a una élite política local que se apresta a iniciar nuevas relaciones de poder pero sin menoscabo de los fueros autonómicos y preeminencia regional adquiridos a lo largo de su proceso histórico. El asedio militar de Francisco Tomás Morales a la provincia de Maracaibo, casi inmediato a estos acontecimientos, devolvió momentáneamente a España el control de este espacio, hasta la capitulación del jefe realista en 1823.
La República de Colombia, en su Constitución de 1821, le reconoció a Maracaibo sus derechos históricos sobre el occidente venezolano al declararla capital del Departamento del Zulia, y someter a las provincias de Coro, Trujillo y Mérida a su jurisdicción militar, política y administrativa . Estrategia que aseguraba a los ejércitos libertadores el dominio sobre la provincia disidente al atarla a territorios que desde los inicios de la contienda bélica se habían declarado partidarios del proceso emancipador.
Cuando Venezuela se separó de la República de Colombia, en 1830, la Provincia de Maracaibo pasó a formar parte del nuevo país, no sin antes haberse convertido -según la prensa de la época- en "...teatro de discusiones y de dudas... Unos pretendían unirse a la Nueva Granada, otros formar un estado independiente o hanseático, y otros finalmente seguir el pronunciamiento de Venezuela..." (La Mariposa. Maracaibo, 14 de septiembre de 1840, número 13). Todo esto ocurría en Maracaibo, una prueba más de las vacilaciones de una élite que se resistía a aceptar las ataduras del nuevo centro de poder, y no renunciaba fácilmente a sus aspiraciones autonómicas sobre el extenso espacio del occidente venezolano.
En los avatares de este nuevo juego político, también perdió su primacía administrativa sobre el occidente venezolano al ser reconfirmadas Mérida y Trujillo, sus antiguas jurisdicciones, como provincias independientes. ¿Temor por parte del Poder Central caraqueño de que aquella vasta y rica región occidental, liderada por una ciudad con tradición de autonomía, llegara a separarse de la República?; sin embargo, la primacía económica se mantuvo. La privilegiada posición geográfica del puerto, entre la feraz región lacustre-andina y las rutas del comercio caribeño hacia Europa y los Estados Unidos de Norteamérica, la convertían en el centro nodal de uno de los movimientos mercantiles más importantes de Venezuela.
LA ÉLITE MARACAIBERA: DE LAS ASPIRACIONES AUTONÓMICAS A LA DEFINICIÓN DE LA IDENTIDAD REGIONAL
A lo largo del siglo XIX, la élite maracaibera pregonó y disputó sus menguados fueros autonómicos ante la constante reafirmación del centralismo, que no tenía cuenta de si la Constitución vigente era centro-federal o federal del todo. Reforzaron esta demanda las circunstancias particulares que rodearon el crecimiento económico, político y urbano de la ciudad-puerto y su consolidación como centro de la actividad intelectual; pero todo ello a expensas y en detrimento del resto de los centros poblados y jurisdicciones de la Provincia de Maracaibo, Estado Zulia a partir de 1864.
Maracaibo creció demográficamente en la medida en que se hacía dinámico el circuito agroexportador del cual era centro nodal; y a este circuito le daba vida la demanda de café, en permanente aumento, a partir de la década de 1830. Atraídos por las posibilidades de este nuevo rubro económico, hombres de negocio y comerciantes de origen inglés, francés e italiano, principalmente, se radicaron en la ciudad-puerto y en los centros de acopio de las áreas productivas andinas.
Igual ocurrió con las migraciones desde el interior de la provincia, cuyo crecimiento demográfico pasó por décadas de estan-camiento mientras Maracaibo cuadruplicaba y aun quintuplicaba en número de habitantes al resto de los puertos y poblados. Atraídos por las noticias de la reanimación que experimentaba la capital, emigraron hacia ella centenares de agricultores y criadores procedentes de los más apartados rincones. Así comentaba este hecho un columnista anónimo al exponer en un periódico de 1837 las causas del atraso y decadencia de la Provincia:
...Una de ellas, y acaso la principal, es el abandono en que se ven por los habitantes de esta provincia las extensas y feraces costas del lago, en que pródiga la natu-raleza ofrece precozmente mil por uno. Desconociendo que la sólida y verdadera riqueza consiste en el cultivo de la tierra y absoluta contracción al cuidado de las heredades, las abandonan por venir a vivir en la ciudad, para venir a ejercer otras profesiones de comerciante, sin tener los elementos necesarios para ellas como son el crédito, el capital y nociones exactas ...(El Constitucional de Maracaibo, número 46).
Gracias a la exportación del café, que llegaba de las áreas productivas andinas a través de los puertos del Lago, la Aduana de Maracaibo pasó, en tres décadas, de un cuarto rango al segundo para el año de 1860, multiplicando por ocho el valor de los capitales movilizados.
El alza acentuado en la movilización de capitales ocurrió durante la década de 1850, y esto tuvo que ver con la llegada a Maracaibo del comercio alemán en los primeros meses de 1842. El café se exportaba principalmente a través de Curazao y de Nueva York.
Luego del cierre de la Aduana, entre 1874 y 1878, por decreto de Guzmán Blanco, interesado en el control efectivo de las aduanas del país, principal fuente de los recursos que necesitaba para obras públicas y pago de las deudas externas e internas (Cfr. Urdaneta 1992: 81-112), la década de 1880 constituye un período de recuperación y crecimiento de las transacciones comerciales por el puerto de Maracaibo.
El alza en los precios del café a nivel mundial, cuya cifra más alta se dio a mediados de la década de 1890, señaló el momento de consolidación del Circuito agroexportador marabino. Maracaibo lucía como el principal emporio mercantil de la región y del país. Con cerca de 40.000 habitantes, contaba con 51 establecimientos de comercio por mayor y 388 de comercio al detal (Arocha 1895). Era ya la aduana venezolana que movilizaba un mayor volumen de mercancías y frutos, y por consiguiente de capitales.
Todo esto había sido posible gracias al concurso de las inversiones agrícolas en los Andes y de la mano de obra esparcida por las áreas productivas o concentradas en los pequeños puertos del Lago y sus afluentes: La Ceiba, Gibraltar, Encontrados, etc. Maracaibo creció en lo económico a expensas de la explotación de los recursos y fuerza de trabajo de las jurisdicciones andinas y de las planicies costeras del Lago.
En lo urbano, Maracaibo inició e intensificó un proceso de modernización y expansión, a medida que el comercio del café prosperaba en el último tercio del siglo XIX. La ciudad estrenó nuevos edificios públicos. En 1883, en homenaje al Libertador se inauguró el 24 de junio el Teatro Baralt; de estilo ecléctico morisco, con capacidad para mil personas. El más suntuoso de ellos lo constituyó la sede de la Escuela de Artes y Oficios, construida en 1888 como parte del homenaje a Rafael Urdaneta en el centenario de su nacimiento. En septiembre de 1890 trasladaron a éste el Poder Legislativo. Techaron con tejas algunas casas del perímetro urbano, construidas o refaccionadas según nuevos cánones arquitectónicos: altas, de largos ventanales de contrastantes y vivos colores; enlosaron algunas aceras más de sus calles. Los héroes y las efemérides patrias les dieron nuevo nombre: Libertador, Páez, Carabobo, Urdaneta. Coincidiendo también con las conmemoraciones del natalicio del héroe, quedó inaugurado el servicio telefónico, y por vez primera en el país, una población venezolana se iluminó con el alumbrado eléctrico. Por fin, Maracaibo tenía acueducto público.
El perímetro urbano se había extendido hacia el norte con el municipio Santa Lucía, y hacia el oeste surgió el de Cristo de Aranza. Su ampliación demandó mejoras en el sistema de transporte. En 1884, inauguraron la primera línea de tranvías de tracción animal: unía al céntrico sector del mercado con Los Haticos, tradicional área de esparcimiento en la ciudad, a donde las familias adineradas empezaron a trasladar su residencia habitual. Otras líneas se construyeron que conducían, también desde el centro, a El Empedrado, El Milagro, Las Delicias; y en 1891, se estrenó la de Bella Vista, de tracción mecánica a vapor.
El resto de los puertos y poblados del territorio zuliano, testigos silenciosos del enriquecimiento y buena vida de la élite maracaibera como trampolín de la producción cafetalera andina y su abastecedor de frutos y artesanía, permanecía en un estado de casi total abandono, carentes de los servicios esenciales, con una fisonomía que los asemejaba a la más retirada de las aldeas rurales. Así lo demuestran los continuos reclamos y quejas de los concejos municipales de los diferentes poblados y jurisdicciones del Estado: el gobierno maracaibero no atendía a sus demandas de presupuesto para emprender obras públicas indispensables, mejoramiento de las condiciones urbanas, educación, etc., mientras las arcas oficiales se llenaban con los aportes de los impuestos municipales y este dinero servía para modernizar y embellecer a Maracaibo: un centralismo regional.
Políticamente, en Maracaibo se consolidó a lo largo del siglo XIX, su clase dirigente en torno a un proyecto de reafirmación de su papel como entidad autónoma en el concierto de la República, reforzado por su incorporación al sistema federal a partir de 1864. Difícil conseguir en el proceso histórico venezolano de ese siglo a otra localidad que, de manera tan continua, asumiera ante el Poder Central caraqueño actitudes de rebeldía e incon-formidad.
Hasta el año de 1830, al frente de las diversas instancias políticas -gobernación, ayuntamiento o concejo municipal- estuvieron los representantes de la élite tradicional maracaibera, vinculada familiarmente con las autoridades del pasado sistema monárquico español. A partir de la creación de la República, el gobierno del general José Antonio Páez, como otra de las medidas para debilitar a aquella élite que durante los años de la Independencia asumió definidas posiciones autonomistas, colocó al frente de los organismos locales a funcionarios provenientes del militarismo vencedor.
Este vuelco en la estructura de poder ocasionó que la ciudadanía se dividiera en dos bandos: los Campesinos, "compuesto de la mayor parte de la gente notable, de toda la pudiente, de todos los gremios y de mucha parte del pueblo bajo", y los Tembleques, del sector "arribista"1 , que desautorizaban y desconocían en forma permanente a los miembros de la élite local. A mediados de 1834, durante el proceso eleccionario "nacional", los Tembleques infringieron repetidas veces la ley de elecciones; los Campesinos, colmado el vaso, reaccionaron en su contra y denunciaron los hechos ante el Poder Central.
Pero llevaron más adelante sus acciones: encarcelaron en el Castillo San Carlos al Gobernador Ramón Fuenmayor y al Alcalde Ramón Enríquez, cabecillas de los Tembleques, y asumió el gobierno Lino Celis, líder del movimiento Campesino. En sus comunicaciones a Caracas, los Tembleques acusaron a los Campesinos de revolucionarios que buscaban romper la integridad del Estado Nacional: "enemigos" del orden establecido que pretendían sustraer a Maracaibo de la dependencia de Venezuela2.
De hecho, en la ciudad habían circulado pasquines, como uno anónimo de 1833 en el que se criticaba al poder caraqueño de considerar a los maracaiberos como inferiores e incapacitados para ocupar cargos públicos de importancia: "...Se quebró el cetro de España -afirmaban- se destruyó el imperio de Bolívar y va a comenzar el de los Borbones Caraqueños, y si no ¿cómo nos están encapando poco a poco cuando no hijos natos, otros tantos como ellos, y todos nosotros considerados como imbéciles para obtener empleos?..."3 .
La situación fue considerada de tal gravedad por Páez que se vio obligado a declarar alterado el orden público en Maracaibo e ilegal el gobierno provisional de Lino Celis: sacó de su retiro en Coro a Rafael Urdaneta y lo puso al frente de un batallón que marchó sobre Maracaibo. La elección fue doblemente acertada; por una parte, dio origen a la reconciliación de Páez y Urdaneta, quien no había aprobado la disolución de la República de Colombia, y por otra a Urdaneta lo unían con los maracaiberos estrechos vínculos familiares y de amistad, nexos comerciales y aun ideológicos pues había introducido la masonería en Maracaibo, a la cual pertenecía la élite que conformaba al movimiento Campesino. Tan fue así, que dejó acantonadas sus tropas en Casigua y se presentó en Maracaibo sorpresivamente solo, reponiendo inmediatamente el orden, acción que, según informó a Páez, no fue "un acto de las armas sino de la obediencia voluntaria del Gobierno"4. Los rebeldes fueron indultados por el Poder Ejecutivo y nombrados Manuel Ramírez y Mariano Montilla, ambos identificados con los Campesinos, como Gobernador de la Provincia y Comandante de Armas, respectivamente.
En una segunda movida política, muy próxima a la anterior, fueron los Tembleques quienes, disgustados con Páez por el apoyo prestado a los Campesinos, se manifestaron en junio de 1835 como partidarios de las Reformas propuestas por Mariño y respaldaron en septiembre de 1835 a Francisco María Farías y su posterior invasión y ocupación de Maracaibo.
Pocos años después, la disolución por la fuerza armada del Congreso Nacional el 24 de enero de 1848, que ocasionó la muerte, entre otras, de Julio Salas, diputado por Maracaibo, la enfrentó nuevamente al Poder Central. Los maracaiberos, con el apoyo de la Diputación Provincial y todos los "notables" de la ciudad, hicieron la guerra, durante un año a Monagas. José Aniceto Serrano, gobernador de la provincia, denunció "la traición de Monagas al pacto suscrito por Páez para sostener el continuismo político y las prerrogativas de las provincias" (Ferrer 1996: 185). Primera y única acción militar de Maracaibo contra el Poder Central.
Quizás esto explica que durante los años de la Revolución Federal (1859-1864) Maracaibo se abstuviera de participar directamente en el conflicto. Sólo en momentos en que el triunfo indiscutible del ejército de la Federación, a principios de 1863, definió hacia qué bando se inclinaba la balanza, Maracaibo, y tras ella las principales capitales provinciales y poblados regionales, proclamaron su adhesión a la causa federal; el occidente venezolano, temeroso de quedar entre dos fuerzas políticas de diferente signo, hizo causa común con Maracaibo (Cfr. Cardozo, Quevedo 1996).
Resuelta la guerra, dos maracaiberos, Nemesio Baralt y Octaviano González afirmaban, en 1865, que era en el aislamiento del Zulia, en el desarrollo de sus industrias y sus recursos propios donde habría que buscar las razones que daban a esta región "el carácter independiente que viene demostrando desde los primeros tiempos de la República en sus diferentes evoluciones políticas... porque no se extingue la naturaleza, el genio, el sentimiento popular y esas condiciones especiales de esa comarca que llamamos Estado Zulia y que está destinada a ser en lo venidero un gran pueblo, y un gran país, acaso una nación" (Baralt, González, 1865: 3-4). Nunca se expresó de manera tan precisa e idealista el imaginario autonomista maracaibero y la presumida identidad regional.
De ahí que no extrañe cómo el ambiente de Federación, que constituyó para Maracaibo el clímax de sus pretensiones autonomistas, condujese a tres declaraciones de indepen-dencia del Poder Central caraqueño. La primera, fechada el 20 de febrero de 1863 y firmada por Jorge Sutherland y Venancio Pulgar, Gobernador y Jefe de Operaciones de la Provincia respectivamente, señala el enfrentamiento de Maracaibo a Páez y su apoyo a la Federación:
¡Viva la independencia de Maracaibo...
...¿Qué lazos pueden unirnos ya a esa República contradictoria que soporta humillada con la resignación del esclavo vil una Dictadura que se organiza como para ser interminable, sin vergüenza ni temor de la historia? ¿Qué nos detiene... cuando el corazón nos dice, ¡Independizaos!
No más consideraciones, maracaiberos: la lealtad no nos ordena el suicidio. Rompamos los lazos: ¡proclamemos la independencia de Maracaibo!
Tenemos elementos para subsistir por nosotros mismos? Claro está, cuando hemos prodigado tanto dinero...
Los bienes de la independencia son incalculables; si nos detuviésemos en exponerlos, correríamos el riesgo de ser tenidos como visionarios por los que no conocen este suelo privilegiado, nido de tantas riquezas ...5
La segunda y tercera, en el contexto del fracaso del gobierno federal por parte de Caracas, lo constituyen un decreto del 30 de julio de 1868 firmado por Jorge Sutherland como gobernador del Zulia, y un acuerdo de 24 de junio de 1869 de la Legislatura del Estado, según los cuales el Zulia "reasume la soberanía" delegada en los poderes nacionales mientras los pueblos de la unión establecen un gobierno general de conformidad con la Constitución.6
El discurso regionalista aparece en boca de los dirigentes y élite maracaibera; pero, en qué medida se corresponde con la praxis social de todo el espacio zuliano, y en consecuencia denota identidad regional, se verá plasmado en los acontecimientos producidos por la movilización social que origina, a fines de 1889 y principios de 1890, el rescate de la autonomía de la que había sido privada el Estado por decreto de Guzmán Blanco.
El retorno de Guzmán Blanco al poder, en febrero de 1879, como jefe de la Revolución Reinvindicadora inauguró para la élite maracaibera un nuevo período de calamidades. Así lo presentía su población que fijó en las esquinas e hizo circular pasquines que denigraban del mandatario.
Con el propósito de debilitar al caudillismo local y demás frentes de oposición regionales, Guzmán Blanco hizo aprobar por el Congreso, el 27 de abril de 1881, una nueva Constitución que reducía a Venezuela de veinte a nueve Estados. Zulia permaneció aún como uno de estos nueve Estados autónomos de la Unión.
Un mes después, el 19 de mayo, contradiciendo a la recién aprobada Constitución, el Congreso promulgó una Ley que instaba a los Estados Falcón y Zulia a fusionarse entre sí o con otros Estados. Al día siguiente, Guzmán Blanco dictó un decreto mediante el cual designaba un Presidente en el "Grande Estado" resultante de la fusión de Falcón y Zulia; todavía ambas entidades no habían tenido tiempo de enterarse de la disposición emanada del Congreso.
El 18 de noviembre se promulgó la Constitución del Grande Estado Falcón-Zulia que dio figura jurídica al pacto de unión entre ambos Estados. Posteriormente, en abril de 1883, la nueva entidad federal pasó a denominarse simplemente Estado Falcón, y su capital se radicó en Capatárida. El Zulia, convertido en Sección, desapareció del mapa y de la división político-territorial del país. Doble descalabro para la élite dirigente maracaibera: el Zulia perdía su entidad como Estado de la Federación y Maracaibo la capitalidad regional, ejercida desde mediados del siglo XVII.
En la más pura tradición de la política moderna del siglo XIX, la élite maracaibera, a lo largo de la década de 1880 y mientras se mantuvo Guzmán Blanco en el poder, se organizó para crear un clima de opinión en la colectividad a favor de la reconquista de los derechos y fueros perdidos. La pedagogía política se puso en marcha. Simultáneamente la élite se valió de la prensa y del contacto directo con la comunidad.
Alejado Guzmán Blanco del poder y de Venezuela, el 5 de julio de 1888 asumió la Presidencia Juan Pablo Rojas Paúl. Su pronta actitud antiguzmancista y las positivas obras de gobierno despertaron en los maracaiberos francas esperanzas.
Pero, desde septiembre de 1889, los partidarios de Rojas Paúl propusieron un proyecto de reforma constitucional para mantenerlo en el poder; además, modifica-ciones en la organización político-territorial preveían, entre otras, la desaparición de las secciones Falcón y Zulia del Gran Estado Falcón para fusionarlas en una sola entidad: se haría Ley, por la nueva Constitución, lo que hasta ese momento sólo se había sostenido por el decreto guzmancista.
La noticia cayó como rayo sobre las aspiraciones de la élite maracaibera con respecto a la región; así lo manifiesta la decepción y patetismo de quienes la comentaron, al confirmarla el diputado por la Sección Zulia, Antonio Acosta Medina, en telegrama enviado, el 19 de diciembre de 1889, desde la Asamblea Legislativa del Estado Falcón, establecida por Guzmán Blanco en Capatárida:
...cuando el Zulia creía próxima la hora de aquella reintegración, siniestro rumor que llega a sus playas y que se difunde por todo su territorio como fatídico mensajero, le anuncia que su autonomía, hasta hoy sólo perdida en el hecho quedaría borrada en el Pacto Federal por virtud de las reformas (El Zulia y su autonomía ante la Nación: IV-V).
De inmediato, la élite maracaibera organizó un movimiento de protesta. El clarinazo lo lanzó el periodista Trinidad Bracho Albornoz, director de El Noticioso; propuso la estrategia a seguir:
La reducción de los Estados fue un medio de que se valió el antiguo régimen para tener más a la mano los resortes que habían de sostenerle en el poder... Por eso es necesario que el Zulia entero levante su voz para protestar contra la formación del nuevo Estado; organícense asociaciones, créense periódicos; convóquense mitings; agrúpense los individuos de cada un gremio, para que todos a una eleven su voz hasta el Jefe de la República, hasta el Congreso, hasta la Nación entera, protestando contra el inconsulto maridaje de Coro y Maracaibo (El Noticioso. Maracaibo, 18 de diciembre de 1889, núm. 15: 4. Subrayado del autor).
La prensa abrió un debate público que precisó y fundamentó los derechos que asistían a los zulianos para rescatar su autonomía y que ésta quedara formalmente definida en la Constitución. Las plazas de la ciudad fueron escenario de asambleas públicas para compartir con el colectivo maracaibero el momento de tensión que se vivía. La convocatoria, de carácter popular, motivó una respuesta igualmente popular. Los habitantes de Maracaibo se reunieron, según la tradicional figura de los gremios, y uno tras otro hicieron público en pasquines y notas a la prensa su rechazo a la decisión que el Congreso de la República estaba pronta a tomar: el Zulia debía conservar su autonomía. Los pronunciamientos fueron firmados por los miembros de cada uno de los gremios de Maracaibo. Pero no todo el Zulia entero levantó su voz para protestar contra la formación del nuevo Estado, según el llamado y a propuesta del periodista Trinidad Bracho Albornoz.
La cúpula organizadora del movimiento proautonomista se constituyó como "Junta Central Reinvindicadora de la Autonomía del Zulia", creada el 31 de diciembre de 1889 en "El Elefante Blanco", elegante salón de reuniones sociales, con representación de todos los gremios de la ciudad: abogados, médicos, dependientes, estudiantes, marinos, comer-ciantes, tipógrafos, carpinteros, ganaderos, carpinteros de rivera, pulperos, tabaqueros, corredores, queseros, albañiles, zapateros y herreros. La Junta se declaró en sesión permanente.
El 10 de febrero de 1890 sus integrantes firmaron un documento de declaración de principios dirigido al Congreso de los Estados Unidos de Venezuela; lo acompañaba la reproducción de los innumerables editoriales y artículos publicados en la prensa maracaibera, los discursos en las plazas y las manifestaciones de adhesión gremial a la causa autonomista. Titularon al expediente impreso: El Zulia y su Autonomía ante la Nación.
Algunos párrafos extraídos de los "Manifiestos" gremiales definen y funda-mentan el discurso autonomista. En el firmado por 52 miembros del gremio de herreros, se lee:
A primera vista aparecerá que litigamos por una cuestión de palabras; pero no es así, porque en el fondo es una cuestión de vida o muerte para el Zulia; es una cuestión que hiere muy profundamente nuestros intereses, nuestro más legítimo orgullo, nuestro decoro y dignidad como pueblo venezolano...
ZULIA! ... He aquí el talismán de nuestros más caros afectos, el que se enlaza con el nombre de Dios, con nuestras férvidas oraciones, el norte de nuestras más puras esperanzas y a cuyo aliento deseamos vivir y morir...
...borrar por completo del mapa venezolano la dulce palabra Zulia , destruyendo de un sólo golpe lo que ha sido, es y será el pueblo conocido con ese nombre, es a nuestro juicio una barbaridad. Sería suponer tristemente que del lado de acá del Occidente no viven sino parias: sería suponer que no hay ideas en nuestro cerebro, sangre en nuestras venas ni un rasgo de altivez en nuestros corazones ...("Desde el yunque". En: El Zulia y su Autonomía ante la Nación: 124-125).
Estas reflexiones, cargadas de emotividad sobre el Zulia y su pueblo las sustentaban los redactores del documento de presentación del alegato pertenecientes a la élite política e intelectual del momento, en el dominio de una territorialidad que englobaba a una macro región geográfica y en el proceso histórico propio de esta parte del país. Para demostrar cómo "el Zulia se basta a sí mismo y que puede por sí sólo vivir como Estado independiente de la Unión Venezolana", recordaban que "la geografía y la historia... le señalan en el espacio y el tiempo puesto aparte, como provincia o Estado entre las agrupaciones de la República" (El Zulia y su Autonomía ante la Nación: XI y VI).
Finaliza el siglo, y los actores sociales del momento retoman un discurso que se escuchó en boca de José Domingo Rus en los años de la lucha emancipadora. Es el balance de los logros alcanzados durante esas décadas de esfuerzo y superación para figurar en el concierto republicano y ser respetados como entidad territorial autónoma, de acuerdo a la especificidad de su centenario proceso histórico. En el imaginario maracaibero ser autónomo no era un capricho político; representaba una convicción histórica.
Es de notar, en primer término, la presencia durante los meses de conflicto de toda la comunidad maracaibera: élite política e intelectual y miembros de los diferentes sectores laborales. La participación de los gremios maracaiberos respondió a una válida estrategia política para presentar al Zulia ante el Congreso de Venezuela como un todo unido. Aunque la "Junta Central Reinvindicadora" y los diferentes gremios actuaron y se pronunciaron en nombre del Zulia, no participó población que no fuera maracaibera, como lo prueba la ausencia total de miembros de otras ciudades y poblados, los cuales ni siquiera se manifestaron enviando correspondencias de apoyo al movimiento autonomista. Curio-samente, sí hubo una muestra de apoyo de los maracaiberos residenciados en Cúcuta; como se sabe era numerosa esta colonia por los intereses comerciales que se manejaban entre las dos ciudades.
El 14 de abril de 1890, el Congreso declaró nulo el pacto de unión entre Falcón y Zulia; y el 3 de mayo, el Presidente Andueza Palacio firmó el decreto mediante el cual se devolvía la autonomía al Zulia. Esta pronta respuesta a un conflicto que al llegar al Congreso había durado escasos dos meses de deliberaciones constituyó un triunfo para la élite maracaibera.
CONSIDERACIONES FINALES
Maracaibo, como fenómeno urbano y hecho social, se debate durante el siglo XIX entre el realismo y la ensoñación, en una actitud vital que oscila pendularmente del éxito al fracaso y de éste hacia la superación de las contradicciones.
Su estratégica ubicación, en una de las regiones naturales más feraces y mejor comunicada del país y en la ruta del Caribe hacia el mundo Atlántico, la ha convertido en la ciudad primada del occidente venezolano y del nororiente colombiano. Su élite dirigente, a lo largo de un período de larga duración, ha tomado conciencia de lo que expresara Agustín Codazzi, en 1840, al describir las zonas agrícolas de Venezuela:
Pero lo anterior nada es en comparación de las esperanzas que prometen los países desiertos que circundan el lago de Maracaibo: parece que la providencia ha internado esta gran masa de agua para [a]cercar las costas a las tierras que están al pie de las más altas cordilleras de Trujillo y Mérida ...Si se reflexiona que apenas ribetean las playas del lago unas cuantas haciendas... y que el resto del país, donde es silvestre el árbol del cacao, se halla enteramente inculto, se vendrá en conocimiento de lo que Maracaibo debe ser en los tiempos venideros, cuando una población activa y proporcionada a su extensión, sepa sacar partido de todas sus ventajas (Codazzi, A. 1940: I, 73).
Esa conciencia de las potencialidades reales del hinterland que rodea a Maracaibo y de la preeminencia -no menos cierta- que ha adquirido como ciudad-puerta del occidente de Venezuela, impulsó a su élite a jugarse el todo por el todo, en 1810, con la esperanza de consolidar sus pretensiones autonómicas y quizás un nuevo espacio "nacional". Durante una larga década se enfrentó a los ejércitos republicanos; pero el resultado de la guerra la obligó a claudicar; su proyecto separatista, los deseos de independencia que había alimentado su imaginario autonómico fueron castrados por una nueva dependencia, primero de la República de Colombia y luego de la República de Venezuela, más estricta y exigente que la anterior pues se regía por un férreo sistema constitucional.
En los avatares de este juego político, también perdió su primacía administrativa sobre el occidente venezolano al ser reconfirmadas Mérida y Trujillo, sus antiguas jurisdicciones, como provincias indepen-dientes ¿Temor por parte del Poder Central caraqueño de que aquella vasta y rica región occidental, liderada por una ciudad con tradición de autonomía, llegara a separarse de la República?
A lo largo del siglo XIX, la élite maracaibera pregonó y disputó ante la constante reafirmación del centralismo, que no tenía cuenta de si la Constitución vigente era centro-federal o federal del todo, sus menguados fueros autonómicos. Sin embargo debió pasar bajo sus "horcas caudinas": un plumazo Guzmán Blanco la privó de su autonomía, a lo largo de la década de 1880.
A partir de 1830 creció el movimiento mercantil del puerto aguijoneado por la demanda mundial de café; pero la dirección del comercio, las finanzas y la riqueza pasaron sucesivamente de los británicos a los alemanes: los descendientes de la élite colonial sobrevivieron de la actividad rentística inmobiliaria y de los préstamos.
El tradicional orgullo maracaibero calificó a su urbe como "segunda ciudad de Venezuela", aunque su aspecto la asemejase más a una aldea o poblado rural: la mayor parte de sus calles y edificaciones ofrecían un panorama desolador y deplorable, y careció de elementales servicios como agua y alumbrado hasta fines del siglo XIX. Los aledaños de las ordenadas instalaciones portuarias y elegantes edificaciones mercantiles que miraban al Lago en el frente de La Marina contrastaban de tal modo con el resto de la "segunda ciudad" que produjo una avalancha de ordenanzas municipales que decretaron el "fiat" de la ciudad deseada o imaginada. La casi totalidad de las disposiciones e iniciativas fueron letra muerta por largo tiempo.
Era tan fuerte el impulso de este acto volitivo que, aunque las realizaciones urbanas marchasen a paso lento, la nueva ciudad, la ciudad deseada, existió primero en el verbo iluminado de ensayistas y poetas que en la realidad.
En 1889, el escritor y jurista Jesús María Portillo describía así a Maracaibo:
Bajo un cielo el más espléndido de las regiones tropicales y sobre una llanura que besa el Coquivacoa, el más grande de los lagos de la América del Sur, se levanta gentil como una odalisca y vaporosa como el sueño de una fada, la ciudad de Maracaibo...
Difícil sería hacer una descripción que pudiera ser original en el sentido de la belleza poética que ella encierra. Los trovadores que nacieron a orillas de su laguna y otros bardos que la han visitado, han agotado, y hasta copiándose los unos a los otros, el vocabulario de la poesía y la fuente de las imágenes. TIERRA DEL SOL AMADA la llama el más egregio de sus hijos; COPIA EMBELLECIDA DE LA REINA DEL ADRIÁTICO la nombra otro ... (Portillo, J. M. 1890: 5)
La ciudad y su lago fueron el binomio poético que se multiplicaba como en un juego de infinitos espejos a lo largo del siglo XIX. La realidad virtual fue más poderosa que el diario espectáculo de un asentamiento urbano dejado muchas veces a su suerte y de un lago cuyas orillas ya contaminaban los desechos humanos y los despojos de su matadero. Los escritores crearon la ilusión de la ciudad y del entorno deseados:
Maracaibo! .... mansión encantadora
que tienes del espacio los colores,
las armónicas voces de la aurora
y del Edén las virginales flores!
En ti las hadas que el destino adora
tienen templo y altar de sus amores;
por eso tan hermosa te formaron
y con galas tan ricas te adornaron.
Como esta estrofa de J. M. Pinzón Rico, publicada en El Zulia Ilustrado, (p. 60) fueron centenares los poemas dedicados a Maracaibo y su lago, reproducidos en libros, folletos, revistas y periódicos, tantos cuantos poetas la poblaban. ¿Inspiración o evasión?
También los políticos y constructores de la ciudad soñaban. Jesús Muñoz Tébar, Presidente del Estado, se expresaba así, en 1894, al proponer la dotación de un acueducto:
Maracaibo, que es hoy la segunda ciudad de Venezuela, llegará en pocos años a ser la primera, si se le da una distribución de agua suficiente.
El número de sus habitantes crecerá con rapidez hasta alcanzar el límite para el cual se haya calculado esa distribución. Si después de llegar a ser una ciudad de cien mil habitantes, se la puede abastecer de agua ilimitadamente, crecerá, y en menos de un siglo la llamaríamos la New York de la América del Sur (Cfr. Atencio R., M. 1995: 475-476).
Esa secular lucha entre lo que Maracaibo quería ser y lo que sus condiciones económicas y vicisitudes políticas le permitían quedaron plasmadas en las estrofas de Udón Pérez que presidieron este evento como un grito de reafirmación identitaria:
"Mía", cuando ríes; "mía", cuando lloras;
"mía", cuando luchas; "mía", cuando oras;...
"mía", a todas horas, Maracaibo mía.
NOTAS
1 Informe privado del General Rafael Urdaneta al Secretario del Interior. Maracaibo, 29 de diciembre de 1834. Archivo General de la Nación. Sección de Interior y Justicia, tomo CVIII, folio 252. Este y los documentos referidos a esta coyuntura son citados por Arlene Urdaneta Quintero, La Revolución de las Reformas en Maracaibo. Campesinos y Tembleques, cuya lectura se recomienda para una información mayor y análisis de estos hechos.
2 "Averiguación oficial del Alcalde Ramón Enríquez quien informa al Gobernador sobre los últimos sucesos" e "Informe del Gobernador Ramón de Fuenmayor al gobierno de Caracas". Maracaibo, julio de 1834. Archivo General de la Nación. Sección de Interior y Justicia, tomo XCII, folios 247 y 269, respectivamente.
3 Archivo General de la Nación. Sección de Interior y Justicia, tomo XXIX, folio 266.
4 "Oficio enviado al Despacho de Guerra y Marina". Archivo General de la Nación. Sección de Interior y Justicia, tomo CVIII, folios 262-264.
5 Archivo Histórico del Zulia: año 1863, tomo 15, legajo 25, folio 2. Cfr. Rutilio Ortega González et alii: Las independencias de Maracaibo.
6 Archivo Histórico del Zulia: documentos sueltos de 1868-1869, tmo 27, legajo 6.
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Tierra Firme: Revista de Historia y Ciencias Sociales
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Re: Gobernación y Diócesis de Venezuela
Maracaibo: construcción de la identidad regional en el siglo XIX
Germán Cardozo Galué
Universidad del Zulia
Resumen
Cualquier intento de abordar el tema de la identidad regional se fundamenta en los datos aportados por la geografía e historia: explican la relación dialéctica entre el hombre y su entorno. En este artículo se parte del surgimiento de la unidad regional en el Zulia y se avanza hacia la aparición de un imaginario autonomista en la élite de Maracaibo y su discurso regionalista en el siglo XIX, a objeto de aportar el análisis histórico que permita concluir sobre la presencia de una identidad regional con cobertura en el Estado Zulia, su naturaleza y fundamentos sociopolíticos.
Palabras clave: Región, localidad, identidad, Maracaibo, región marabina.
Maracaibo: Construction of regional identity in the 19th century
Germán Cardozo Galué
INTRODUCCIÓN
La identidad regional, como toda realización material o creación espiritual del ser humano, es un producto cultural y simbólico resultante de la praxis social:
... la cultura (esa nueva dimensión de la realidad que se va constituyendo en los diferentes momentos de representación objetiva de la reproducción espiritual de la creación de la realidad humanosocial) es también una forma de praxis permanente cuya determinación radica en el pensamiento y en el conocimiento como una instancia por la cual se logra la unidad de la práctica material y la reproducción espiritual (López 1989: 84).
El hombre objetiva el espacio material en el cual se desenvuelve su cotidianidad (paisaje, actividades productivas, relaciones sociales, organización política, vías de comunicación, etc.), y de este acto cognoscitivo extrae representaciones simbólicas (verbales, escritas, icónicas, etc.) que le permiten definir su entorno social y compartirlo con sus semejantes a través del fenómeno comuni-cativo.
Este permanente y continuado estado de confrontación entre lo que la realidad le ofrece, la mente representa y la comunicación con sus semejantes transforma, origina ese producto cultural al que se ha denominado el imaginario colectivo. La percepción o conciencia de sí que tiene una sociedad, la cual se enriquece, reproduce y transmite de generación en generación, hace que una comunidad se reconozca como perteneciente a un determinado todo social, que la dota de unidad, la identifica como tal conglomerado humano y la diferencia de otros.
Esta unidad e identidad subyacentes en los imaginarios colectivos, desde una perspectiva espacial, puede surgir en el tiempo en ámbitos de diferentes tamaño y como resultado de diversos procesos sociohistóricos: desde la pequeña territorialidad de una comunidad indígena hasta la extensa y compleja grandiosidad de un Estado Nacional, pasando por todas las instancias a las que la praxis social ha denominado, a lo largo del tiempo y con diferentes connotaciones: comunidades, arrabales, barrios, poblados, parroquias, villas, ciudades, municipios, provincias, estados, naciones, bloques continentales, etc.
Cada una de estas circunscripciones sociales, producto, en ocasiones de instancias económicas y políticas y con frecuencia de similitudes étnico-culturales, constituye lo que hemos convenido en denominar, en los estudios de las ciencias sociales, "micro regiones", "sub regiones", "regiones" y "macro regiones".
Para los fines de este particular análisis el sustantivo región connota una porción de territorio determinada por caracteres étnicos o circunstancias especiales de clima y topografía, producción, administración, gobierno, etc. De allí que en el proceso histórico a qué se denomine región dependa de la variable que se tome en cuenta: tan región lo es la "macroregión andina" determinada por sus características topográficas como lo fue la "macroregión marabina" de los siglos XVI al XIX habida cuenta de las relaciones socioeconómicas, como lo es la actual "región zuliana" concebida en términos de la administración de su desarrollo, la "subregión de la Costa Oriental del Lago" resultado de la actividad productiva dominante o la "micro región de Machiques", que, según la definición del historiador mexicano Luis González y González, es "la unidad tribal culturalmente autónoma y económicamente autosuficiente, es el pueblo entendido como conjunto de familias ligadas al suelo, es la ciudad menuda en la que todavía los vecinos se reconocen entre sí ... es el pequeño mundo de relaciones personales y sin intermediarios" (González 1986: 28).
En consecuencia, la identidad regional puede estar referida a espacios de diferentes dimensiones territoriales, dependiendo su grado de mayor o menor presencia de la creación de una conciencia común y de la identificación de los distintos grupos de la población con la sociedad como un todo: es un producto histórico del regionalismo, que puede ser definido, en primera instancia, como un sentimiento de apego y de pertenencia a determinado espacio del que se es nativo o residente.
El regionalismo durante la conformación de las sociedades modernas, al igual que el nacionalismo en una esfera más amplia territorialmente, ha sido un instrumento para motivar la actividad y solidaridad políticas, para movilizar a la sociedad regional contra opositores internos o externos, o contra cualquier amenaza, es decir para crear la identidad regional. En la concepción del regionalismo se ha pasado del plano psicológico al político; de ahí que sin haber desaparecido los regionalismos circunscritos a las pequeñas comunidades de base (localidades, municipios) se hayan superpuesto en los países latinoamericanos regionalismos provinciales, departamen-tales, estadales.
...porque no se extingue la naturaleza, el genio, el sentimiento popular y esas condiciones especiales de esa comarca que llamamos Estado Zulia y que está destinada a ser en lo venidero un gran pueblo, y un gran país, acaso una nación..."
Estas modificaciones en el tiempo y espacio hacen que el regionalismo deba ser estudiado a partir del análisis de las condi-ciones de su formación y las distintas funciones que fue teniendo según la situación histórica, y no meramente en sus manifes-taciones y contenidos, es decir tomando sólo en cuenta manifestaciones culturales, destino histó-rico compartido, historia común, etc. (Cfr. König, H.-J. 1994: 25).
Dos elementos, pues, guían, necesariamente, cualquier intento de abordar el tema de la identidad regional en toda sociedad: el geográfico y el histórico, que resumen y explican la relación dialéctica entre el hombre y su entorno. Ambas constituyen claves indispensables en este intento de aportar criterios para la discusión sobre la identidad regional zuliana.
BASES GEOHISTÓRICAS DE LA IDENTIDAD REGIONAL MARACAIBERA
Desde una perspectiva geográfica, no cabe la menor duda de que el territorio que hoy ocupa el Estado Zulia se corresponde con una región natural: la parte más extensa de la hoya hidrográfica del Lago de Maracaibo; y en el pasado, antes de los sucesos de la Independencia, abarcó la casi totalidad de esta hoya como Provincia de Maracaibo, incluyendo en su jurisdicción político-administrativa al Lago, las planicies costeras aledañas y las eleva-ciones y cumbres andinas tanto occidentales como orientales.
Esta unidad natural, con su variedad de tierras, climas y vege-taciones, comunicadas por una enorme super-ficie de agua y sus numerosos afluentes, atrajo durante milenios a comunidades indígenas de todo el continente, que luego se llamaría América: arahuacos, caribes y chibchas, entre otros, convergieron y poblaron aquella matriz acogedora y feraz. Sus diversos asentamientos agrícolas y pesqueros originaron en un proceso milenario las primeras identidades regionales, de raigambre tan fuerte que una de ellas, la wayuu o guajira, alcanzó los niveles sociopolíticos de lo que hoy se denomina una nación, y aún pervive.
El proceso de conquista y ocupación de la cuenca del Lago de Maracaibo por parte de los adelantados de la Corona española introdujo un nuevo elemento étnico y socio cultural que modificó el rumbo histórico de aquel espacio, y en consecuencia el modo de concebirlo. Como en la antigüedad prehispánica, el espejo mágico del Lago atrajo a los invasores que habían penetrado por la Costa Firme de la que llamarían provincia de Caracas o Venezuela y a quienes ya habían tomado posesión de Santafé de Bogotá, Tunja y Pamplona: desde Coro y el Tocuyo se establecieron en Maracaibo y Trujillo, desde las cumbres andinas en San Cristóbal y Mérida, creando jurisdicciones distintas.
Sin embargo, en los comienzos mismos de este proceso, los nuevos actores sociales sentaron las bases de lo que se convertiría con el tiempo, en relación con el inmenso espacio ocupado por el Lago y sus tierras aledañas, en uno de los más fuertes elementos constitutivos del imaginario histórico regional.
En 1577, el Consejo de Indias remitió a los gobernadores, corregidores y alcaldes mayores un extenso cuestionario que tenía por propósito conocer para su mejor gobierno la ubicación, recursos, medio geográfico, poblamiento y evangelización de las posesiones españolas en América.
Ya para la época existían en el occidente de la actual Venezuela no menos de cinco o seis Ayuntamientos, con sus respectivos alcaldes y jurisdicciones independientes; sin embargo cuando, en 1579, los Alcaldes ordinarios de Maracaibo, Rodrigo de Argüelles y Gaspar de Párraga, contestaron el cuestionario de la Corona lo denominaron "Descripción de la ciudad de Nueva Zamora de Maracaibo, su término y Laguna", aportando información no sólo sobre Maracaibo y su jurisdicción sino también sobre todo el entorno de la cuenca lacustre. Resaltaron la importancia del Lago como eje operativo de dominio y de explotación de los recursos naturales; indicaron la presencia en él de varios puertos de donde salían caminos hacia los centros ya poblados y áreas productivas del interior del territorio (Trujillo, Mérida, San Cristóbal, Pamplona) como para destacar la unidad que conformaba Maracaibo con aquel espacioso anfiteatro natural (Arellano 1964) .
Los españoles radicados en Maracaibo habían detectado, a escasas décadas de las primeras correrías y fundaciones en el occidente de la actual Venezuela, la existencia de una región natural con potencialidades económicas. Fueron sus pobladores y las autoridades políticas de Maracaibo quienes al objetivar aquel espacio y sus posibilidades económicas comenzaron a alimentar el imaginario histórico con rasgos que asomaban ya la prefiguración de la unidad regional, basada en la funcionalidad económica.
El interés por parte de las autoridades maracaiberas de lograr el dominio efectivo de las jurisdicciones lacustres y andinas no tardó en hacerse notar y en consolidarse. Para ello, desde fines del siglo XVI, los vecinos de Maracaibo iniciaron un permanente acoso a la obligada navegación que debían hacer, por el canal que comunica al Lago con el Caribe, los comerciantes que ingresaban mercaderías y extraían frutos de las jurisdicciones andinas, a través de los puertos de Gibraltar y Zulia. El secuestro de barcos, el cobro de peaje y aun las incursiones bélicas de los maracaiberos sobre Gibraltar dieron resultado.
En Real Cédula de 31 de diciembre de 1676, la Corona española comunicó al Gobierno de Mérida y a las Audiencias de Santafé de Bogotá y Santo Domingo la fusión de Maracaibo y Mérida bajo una sola jurisdicción. Dos años después, Maracaibo logró que la capital de la nueva entidad administrativa, conocida como "Provincia de Mérida, La Grita y ciudad de Maracaibo", fuera traslada a su puerto y con la capitalidad la "feria de hacendados y mercadere", una de las más famosas del Caribe oriental. Maracaibo pasó a controlar en lo político y económico la totalidad de la cuenca lacustre, desde los fértiles valles y piedemonte andinos hasta las yermas tierras guajiras.
Más que su condición de capital administrativa de la Provincia, el manejo de la actividad mercantil puso en manos de Maracaibo el control efectivo del "hinterland" lacustre. La vida económica de quienes habitaban los más remotos poblados de aquel espacio danzó al compás que marcaba el reflejo de la oferta y la demanda en los mercados mundiales: la ciudad-puerto engranaba al circuito comercial externo con el regional. El tabaco de Barinas se enfardelaba como "Tabaco de Maracaibo"; a los puertos españoles y de otras colonias llegaban "Harina de Maracaibo", "Cacao de Maracaibo". Maracaibo que no producía nada lo comercializaba todo, y se imponía en el imaginario colectivo su preponderancia regional.
Aunque los nexos comerciales y el control administrativo del Ayuntamiento maracaibero no eran suficientes para afirmar la existencia del dominio efectivo del territorio, pues persistieron los espacios regionales que desde el momento mismo del contacto aborigen-hispánico habían comenzado a fraguarse como resultado de las condiciones topográficas, niveles de relacionamiento (etnias indígenas con diferentes modos de producción y de vida), actividad productiva, etc., Maracaibo, la ciudad primada, persistió en reforzar la unidad regional de su provincia e inició un discurso político en el cual ya asomaban rasgos de lo que hoy se conoce como identidad regional zuliana.
Durante un período de larga duración, casi cuatro siglos, factores naturales como la inmensidad de la hoya hidrográfica del Lago de Maracaibo, el aislamiento originado por las escarpadas cumbres andinas y la lejanía de los principales centros administrativos (Bogotá y Caracas), más otros de índole social como la implantación por parte del mercantilismo español de una economía agroexportadora, fuertemente atada a través de su circuito comercial a los mercados internacionales, habían convertido al occidente de Venezuela en una región "mediterránea" : un espacio con especificidad y ritmo históricos propios, diferente, en cuanto a su dinámica y características fundamentales, del resto de los actuales conjuntos regionales vecinos, tanto venezolanos como colombianos (Cardozo, 1991: 11).
LA ÉLITE MARACAIBERA: DE LA UNIDAD REGIONAL A LA LUCHA POR LA AUTONOMÍA
El ejemplo más notorio de la percepción de este proceso unificador se descubre en los escritos y actuación de una de las figuras más representativas de la élite maracaibera: José Domingo Rus, actor social de primera línea durante la coyuntura de la Independencia, cuando Maracaibo se convirtió en la ciudad disidente de este movimiento y proclamó su adhesión a la Monarquía española.
Desde 1794, en su informe "Sobre la provincia de Maracaibo hecho al Consulado de Caracas ... ", Rus, como diputado consular de Maracaibo, ofreció un minucioso cuadro de los rasgos demográficos de cada una de las jurisdicciones, economía (recursos explotados y explotables, producción, mano de obra, comercio, etc.), distancias y comunicaciones de la provincia (Arellano 1964: 461-473).
La unidad regional se hacía evidente en el informe de Rus. En aquel momento el discurso no fue más allá de las descripciones de carácter económico típicas de quienes se habían formado y actuaban en el marco de la Ilustración, aunque no se dejaban de hacer observaciones que tocaban a lo político-administrativo en favor de la provincia. Pero la segunda versión de este informe, ampliada y presentada por Rus en las Cortes de Cádiz, en 1814, al fragor de la guerra de Independencia venezolana, descubre el imaginario histórico y las pretensiones autonómicas de una élite que se considera con el derecho de figurar al frente de los destinos de su provincia. El discurso sobre una supuesta identidad regional se inicia cuando solicita y argumenta la separación de la provincia de Maracaibo de la de Caracas para que sea elevada a Gobernación y Capitanía General:
Maracaibo, ni por un momento debe depender de Caracas, cuyas determinaciones y recursos negados parece se habían propuesto dar en tierra con su agricultura, comercio y defensa; y no es bien ya se deje de conocer la mejora en que debe empeñarse cada provincia, cuando por la Constitución política de la Monarquía española, que acaba de sancionarse [1812], todas tienen un interés igual para ocurrir a sus ramos y salir del abatimiento en que las habían tenido los siglos de hierro o las depravaciones de aquellos que con títulos de capitales, como Caracas, todo se lo absorbían y nada concedían a las pobres subalternas, a quienes miraban con desprecio, porque nunca consultaron sino su propio interés y el brillo de sus poseedores. Debe cesar este sistema y pasar al de oro de cada pueblo (Rus, 1969: 74-75).
Rus, consciente de aquella unidad regional, que sobrepasaba los límites establecidos de la Provincia de Maracaibo, y pensando en la fortaleza económica, política y militar de una futura Capitanía General, solicitó a las Cortes de Cádiz la anexión a aquella de las jurisdicciones de Río Hacha, Valles de Cúcuta, El Rosario, Salazar de las Palmas, San Faustino y San Cayetano (Rus 1969: 161-168).
La élite maracaibera en nombre de la provincia envuelve a todo su territorio en su propio destino, aunque ya se han separado Mérida y Trujillo para plegarse al movimiento emancipador, y el resto de sus jurisdicciones (Perijá, San Carlos, Gibraltar) se mantienen alejadas del conflicto y a la espera del devenir de los sucesos. El testimonio andino de Antonio Nicolás Briceño, diputado por Mérida ante la Convención de 1811, en estos momentos cruciales de definición nacional, es un claro indicador de las tensiones y contradicciones que se habían acumulado a lo largo del dominio español y que condujeron a sus élites a no plegarse a la actitud rebelde de Maracaibo:
... cada día se ratifican y convencen más de su acertada elección, aplaudiendo el actual sistema que ha puesto en sus manos la potestad judicial, la gubernativa y la económica, fluyendo sobre su propio país la substancia y las riquezas con que contribuyen los Pueblos mismos que reciben beneficio. Haced una comparación exacta de lo que esas ciudades de Mérida y Trujillo eran unidas a Maracaibo y lo que son hoy separadas sólo ha diez meses de una potestad distante que las degradaba... ellas permanecerían en la apatía y abatimiento que las afligía y de que hoy se ven libres ...
... Mérida y Trujillo se han separado de Maracaibo contra la expresa voluntad del Gobernador de esta plaza, tratándolo de déspota, negándole autoridad sobre ellas y sacudiendo las tropas que en su distrito mantenía ... (Briceño 1811: 30 y 32).
La conciencia de las potencialidades reales del hinterland que rodeaba a Maracaibo y de la preeminencia -no menos cierta- que había adquirido como ciudad-puerta del occidente de Venezuela, impulsó a su élite a jugarse el todo por el todo, en 1810, con la esperanza de consolidar sus pretensiones autonómicas y quizás un nuevo espacio "nacional". Durante una larga década se enfrentó a los ejércitos republicanos; pero el resultado de la guerra la obligó a claudicar; su proyecto separatista, los deseos de independencia que había alimentado su imaginario autonómico fueron castrados por una nueva dependencia, primero de la República de Colombia y luego de la República de Venezuela, más estricta y exigente que la anterior, la monárquica, pues se regía por un férreo sistema constitucional.
El Cabildo de Maracaibo, en 1821, la declaró "libre e independiente del Gobierno Español, cualesquiera que fuera su forma desde este momento en adelante; y en virtud de su soberana libertad se constituye en república democrática y se une con los vínculos del pacto social a todos los pueblos vecinos y continentales, que bajo la denominación de República de Colombia defienden su libertad e independencia, según las leyes imprescriptibles de la naturaleza" (Citado por Ortega 1991: 20. Subrayado del autor).
El Cabildo incorporaba a Maracaibo y al resto de la provincia al movimiento emancipador dejando constancia de que en su imaginario histórico estaba presente una identidad regional que le permitía representar y tomar decisiones por los pueblos "marabinos": actuaba en nombre de un colectivo que no renunciaba a su soberanía; hacía libre uso de ella para integrarse "con los vínculos del pacto social" a la unión colombiana en igualdad de circunstancias y condiciones que el resto de las entidades que la conformaban. Comportamiento que revela, en estos fundamentales momentos de transición de la sociedad monárquica a la republicana, a una élite política local que se apresta a iniciar nuevas relaciones de poder pero sin menoscabo de los fueros autonómicos y preeminencia regional adquiridos a lo largo de su proceso histórico. El asedio militar de Francisco Tomás Morales a la provincia de Maracaibo, casi inmediato a estos acontecimientos, devolvió momentáneamente a España el control de este espacio, hasta la capitulación del jefe realista en 1823.
La República de Colombia, en su Constitución de 1821, le reconoció a Maracaibo sus derechos históricos sobre el occidente venezolano al declararla capital del Departamento del Zulia, y someter a las provincias de Coro, Trujillo y Mérida a su jurisdicción militar, política y administrativa . Estrategia que aseguraba a los ejércitos libertadores el dominio sobre la provincia disidente al atarla a territorios que desde los inicios de la contienda bélica se habían declarado partidarios del proceso emancipador.
Cuando Venezuela se separó de la República de Colombia, en 1830, la Provincia de Maracaibo pasó a formar parte del nuevo país, no sin antes haberse convertido -según la prensa de la época- en "...teatro de discusiones y de dudas... Unos pretendían unirse a la Nueva Granada, otros formar un estado independiente o hanseático, y otros finalmente seguir el pronunciamiento de Venezuela..." (La Mariposa. Maracaibo, 14 de septiembre de 1840, número 13). Todo esto ocurría en Maracaibo, una prueba más de las vacilaciones de una élite que se resistía a aceptar las ataduras del nuevo centro de poder, y no renunciaba fácilmente a sus aspiraciones autonómicas sobre el extenso espacio del occidente venezolano.
En los avatares de este nuevo juego político, también perdió su primacía administrativa sobre el occidente venezolano al ser reconfirmadas Mérida y Trujillo, sus antiguas jurisdicciones, como provincias independientes. ¿Temor por parte del Poder Central caraqueño de que aquella vasta y rica región occidental, liderada por una ciudad con tradición de autonomía, llegara a separarse de la República?; sin embargo, la primacía económica se mantuvo. La privilegiada posición geográfica del puerto, entre la feraz región lacustre-andina y las rutas del comercio caribeño hacia Europa y los Estados Unidos de Norteamérica, la convertían en el centro nodal de uno de los movimientos mercantiles más importantes de Venezuela.
LA ÉLITE MARACAIBERA: DE LAS ASPIRACIONES AUTONÓMICAS A LA DEFINICIÓN DE LA IDENTIDAD REGIONAL
A lo largo del siglo XIX, la élite maracaibera pregonó y disputó sus menguados fueros autonómicos ante la constante reafirmación del centralismo, que no tenía cuenta de si la Constitución vigente era centro-federal o federal del todo. Reforzaron esta demanda las circunstancias particulares que rodearon el crecimiento económico, político y urbano de la ciudad-puerto y su consolidación como centro de la actividad intelectual; pero todo ello a expensas y en detrimento del resto de los centros poblados y jurisdicciones de la Provincia de Maracaibo, Estado Zulia a partir de 1864.
Maracaibo creció demográficamente en la medida en que se hacía dinámico el circuito agroexportador del cual era centro nodal; y a este circuito le daba vida la demanda de café, en permanente aumento, a partir de la década de 1830. Atraídos por las posibilidades de este nuevo rubro económico, hombres de negocio y comerciantes de origen inglés, francés e italiano, principalmente, se radicaron en la ciudad-puerto y en los centros de acopio de las áreas productivas andinas.
Igual ocurrió con las migraciones desde el interior de la provincia, cuyo crecimiento demográfico pasó por décadas de estan-camiento mientras Maracaibo cuadruplicaba y aun quintuplicaba en número de habitantes al resto de los puertos y poblados. Atraídos por las noticias de la reanimación que experimentaba la capital, emigraron hacia ella centenares de agricultores y criadores procedentes de los más apartados rincones. Así comentaba este hecho un columnista anónimo al exponer en un periódico de 1837 las causas del atraso y decadencia de la Provincia:
...Una de ellas, y acaso la principal, es el abandono en que se ven por los habitantes de esta provincia las extensas y feraces costas del lago, en que pródiga la natu-raleza ofrece precozmente mil por uno. Desconociendo que la sólida y verdadera riqueza consiste en el cultivo de la tierra y absoluta contracción al cuidado de las heredades, las abandonan por venir a vivir en la ciudad, para venir a ejercer otras profesiones de comerciante, sin tener los elementos necesarios para ellas como son el crédito, el capital y nociones exactas ...(El Constitucional de Maracaibo, número 46).
Gracias a la exportación del café, que llegaba de las áreas productivas andinas a través de los puertos del Lago, la Aduana de Maracaibo pasó, en tres décadas, de un cuarto rango al segundo para el año de 1860, multiplicando por ocho el valor de los capitales movilizados.
El alza acentuado en la movilización de capitales ocurrió durante la década de 1850, y esto tuvo que ver con la llegada a Maracaibo del comercio alemán en los primeros meses de 1842. El café se exportaba principalmente a través de Curazao y de Nueva York.
Luego del cierre de la Aduana, entre 1874 y 1878, por decreto de Guzmán Blanco, interesado en el control efectivo de las aduanas del país, principal fuente de los recursos que necesitaba para obras públicas y pago de las deudas externas e internas (Cfr. Urdaneta 1992: 81-112), la década de 1880 constituye un período de recuperación y crecimiento de las transacciones comerciales por el puerto de Maracaibo.
El alza en los precios del café a nivel mundial, cuya cifra más alta se dio a mediados de la década de 1890, señaló el momento de consolidación del Circuito agroexportador marabino. Maracaibo lucía como el principal emporio mercantil de la región y del país. Con cerca de 40.000 habitantes, contaba con 51 establecimientos de comercio por mayor y 388 de comercio al detal (Arocha 1895). Era ya la aduana venezolana que movilizaba un mayor volumen de mercancías y frutos, y por consiguiente de capitales.
Todo esto había sido posible gracias al concurso de las inversiones agrícolas en los Andes y de la mano de obra esparcida por las áreas productivas o concentradas en los pequeños puertos del Lago y sus afluentes: La Ceiba, Gibraltar, Encontrados, etc. Maracaibo creció en lo económico a expensas de la explotación de los recursos y fuerza de trabajo de las jurisdicciones andinas y de las planicies costeras del Lago.
En lo urbano, Maracaibo inició e intensificó un proceso de modernización y expansión, a medida que el comercio del café prosperaba en el último tercio del siglo XIX. La ciudad estrenó nuevos edificios públicos. En 1883, en homenaje al Libertador se inauguró el 24 de junio el Teatro Baralt; de estilo ecléctico morisco, con capacidad para mil personas. El más suntuoso de ellos lo constituyó la sede de la Escuela de Artes y Oficios, construida en 1888 como parte del homenaje a Rafael Urdaneta en el centenario de su nacimiento. En septiembre de 1890 trasladaron a éste el Poder Legislativo. Techaron con tejas algunas casas del perímetro urbano, construidas o refaccionadas según nuevos cánones arquitectónicos: altas, de largos ventanales de contrastantes y vivos colores; enlosaron algunas aceras más de sus calles. Los héroes y las efemérides patrias les dieron nuevo nombre: Libertador, Páez, Carabobo, Urdaneta. Coincidiendo también con las conmemoraciones del natalicio del héroe, quedó inaugurado el servicio telefónico, y por vez primera en el país, una población venezolana se iluminó con el alumbrado eléctrico. Por fin, Maracaibo tenía acueducto público.
El perímetro urbano se había extendido hacia el norte con el municipio Santa Lucía, y hacia el oeste surgió el de Cristo de Aranza. Su ampliación demandó mejoras en el sistema de transporte. En 1884, inauguraron la primera línea de tranvías de tracción animal: unía al céntrico sector del mercado con Los Haticos, tradicional área de esparcimiento en la ciudad, a donde las familias adineradas empezaron a trasladar su residencia habitual. Otras líneas se construyeron que conducían, también desde el centro, a El Empedrado, El Milagro, Las Delicias; y en 1891, se estrenó la de Bella Vista, de tracción mecánica a vapor.
El resto de los puertos y poblados del territorio zuliano, testigos silenciosos del enriquecimiento y buena vida de la élite maracaibera como trampolín de la producción cafetalera andina y su abastecedor de frutos y artesanía, permanecía en un estado de casi total abandono, carentes de los servicios esenciales, con una fisonomía que los asemejaba a la más retirada de las aldeas rurales. Así lo demuestran los continuos reclamos y quejas de los concejos municipales de los diferentes poblados y jurisdicciones del Estado: el gobierno maracaibero no atendía a sus demandas de presupuesto para emprender obras públicas indispensables, mejoramiento de las condiciones urbanas, educación, etc., mientras las arcas oficiales se llenaban con los aportes de los impuestos municipales y este dinero servía para modernizar y embellecer a Maracaibo: un centralismo regional.
Políticamente, en Maracaibo se consolidó a lo largo del siglo XIX, su clase dirigente en torno a un proyecto de reafirmación de su papel como entidad autónoma en el concierto de la República, reforzado por su incorporación al sistema federal a partir de 1864. Difícil conseguir en el proceso histórico venezolano de ese siglo a otra localidad que, de manera tan continua, asumiera ante el Poder Central caraqueño actitudes de rebeldía e incon-formidad.
Hasta el año de 1830, al frente de las diversas instancias políticas -gobernación, ayuntamiento o concejo municipal- estuvieron los representantes de la élite tradicional maracaibera, vinculada familiarmente con las autoridades del pasado sistema monárquico español. A partir de la creación de la República, el gobierno del general José Antonio Páez, como otra de las medidas para debilitar a aquella élite que durante los años de la Independencia asumió definidas posiciones autonomistas, colocó al frente de los organismos locales a funcionarios provenientes del militarismo vencedor.
Este vuelco en la estructura de poder ocasionó que la ciudadanía se dividiera en dos bandos: los Campesinos, "compuesto de la mayor parte de la gente notable, de toda la pudiente, de todos los gremios y de mucha parte del pueblo bajo", y los Tembleques, del sector "arribista"1 , que desautorizaban y desconocían en forma permanente a los miembros de la élite local. A mediados de 1834, durante el proceso eleccionario "nacional", los Tembleques infringieron repetidas veces la ley de elecciones; los Campesinos, colmado el vaso, reaccionaron en su contra y denunciaron los hechos ante el Poder Central.
Pero llevaron más adelante sus acciones: encarcelaron en el Castillo San Carlos al Gobernador Ramón Fuenmayor y al Alcalde Ramón Enríquez, cabecillas de los Tembleques, y asumió el gobierno Lino Celis, líder del movimiento Campesino. En sus comunicaciones a Caracas, los Tembleques acusaron a los Campesinos de revolucionarios que buscaban romper la integridad del Estado Nacional: "enemigos" del orden establecido que pretendían sustraer a Maracaibo de la dependencia de Venezuela2.
De hecho, en la ciudad habían circulado pasquines, como uno anónimo de 1833 en el que se criticaba al poder caraqueño de considerar a los maracaiberos como inferiores e incapacitados para ocupar cargos públicos de importancia: "...Se quebró el cetro de España -afirmaban- se destruyó el imperio de Bolívar y va a comenzar el de los Borbones Caraqueños, y si no ¿cómo nos están encapando poco a poco cuando no hijos natos, otros tantos como ellos, y todos nosotros considerados como imbéciles para obtener empleos?..."3 .
La situación fue considerada de tal gravedad por Páez que se vio obligado a declarar alterado el orden público en Maracaibo e ilegal el gobierno provisional de Lino Celis: sacó de su retiro en Coro a Rafael Urdaneta y lo puso al frente de un batallón que marchó sobre Maracaibo. La elección fue doblemente acertada; por una parte, dio origen a la reconciliación de Páez y Urdaneta, quien no había aprobado la disolución de la República de Colombia, y por otra a Urdaneta lo unían con los maracaiberos estrechos vínculos familiares y de amistad, nexos comerciales y aun ideológicos pues había introducido la masonería en Maracaibo, a la cual pertenecía la élite que conformaba al movimiento Campesino. Tan fue así, que dejó acantonadas sus tropas en Casigua y se presentó en Maracaibo sorpresivamente solo, reponiendo inmediatamente el orden, acción que, según informó a Páez, no fue "un acto de las armas sino de la obediencia voluntaria del Gobierno"4. Los rebeldes fueron indultados por el Poder Ejecutivo y nombrados Manuel Ramírez y Mariano Montilla, ambos identificados con los Campesinos, como Gobernador de la Provincia y Comandante de Armas, respectivamente.
En una segunda movida política, muy próxima a la anterior, fueron los Tembleques quienes, disgustados con Páez por el apoyo prestado a los Campesinos, se manifestaron en junio de 1835 como partidarios de las Reformas propuestas por Mariño y respaldaron en septiembre de 1835 a Francisco María Farías y su posterior invasión y ocupación de Maracaibo.
Pocos años después, la disolución por la fuerza armada del Congreso Nacional el 24 de enero de 1848, que ocasionó la muerte, entre otras, de Julio Salas, diputado por Maracaibo, la enfrentó nuevamente al Poder Central. Los maracaiberos, con el apoyo de la Diputación Provincial y todos los "notables" de la ciudad, hicieron la guerra, durante un año a Monagas. José Aniceto Serrano, gobernador de la provincia, denunció "la traición de Monagas al pacto suscrito por Páez para sostener el continuismo político y las prerrogativas de las provincias" (Ferrer 1996: 185). Primera y única acción militar de Maracaibo contra el Poder Central.
Quizás esto explica que durante los años de la Revolución Federal (1859-1864) Maracaibo se abstuviera de participar directamente en el conflicto. Sólo en momentos en que el triunfo indiscutible del ejército de la Federación, a principios de 1863, definió hacia qué bando se inclinaba la balanza, Maracaibo, y tras ella las principales capitales provinciales y poblados regionales, proclamaron su adhesión a la causa federal; el occidente venezolano, temeroso de quedar entre dos fuerzas políticas de diferente signo, hizo causa común con Maracaibo (Cfr. Cardozo, Quevedo 1996).
Resuelta la guerra, dos maracaiberos, Nemesio Baralt y Octaviano González afirmaban, en 1865, que era en el aislamiento del Zulia, en el desarrollo de sus industrias y sus recursos propios donde habría que buscar las razones que daban a esta región "el carácter independiente que viene demostrando desde los primeros tiempos de la República en sus diferentes evoluciones políticas... porque no se extingue la naturaleza, el genio, el sentimiento popular y esas condiciones especiales de esa comarca que llamamos Estado Zulia y que está destinada a ser en lo venidero un gran pueblo, y un gran país, acaso una nación" (Baralt, González, 1865: 3-4). Nunca se expresó de manera tan precisa e idealista el imaginario autonomista maracaibero y la presumida identidad regional.
De ahí que no extrañe cómo el ambiente de Federación, que constituyó para Maracaibo el clímax de sus pretensiones autonomistas, condujese a tres declaraciones de indepen-dencia del Poder Central caraqueño. La primera, fechada el 20 de febrero de 1863 y firmada por Jorge Sutherland y Venancio Pulgar, Gobernador y Jefe de Operaciones de la Provincia respectivamente, señala el enfrentamiento de Maracaibo a Páez y su apoyo a la Federación:
¡Viva la independencia de Maracaibo...
...¿Qué lazos pueden unirnos ya a esa República contradictoria que soporta humillada con la resignación del esclavo vil una Dictadura que se organiza como para ser interminable, sin vergüenza ni temor de la historia? ¿Qué nos detiene... cuando el corazón nos dice, ¡Independizaos!
No más consideraciones, maracaiberos: la lealtad no nos ordena el suicidio. Rompamos los lazos: ¡proclamemos la independencia de Maracaibo!
Tenemos elementos para subsistir por nosotros mismos? Claro está, cuando hemos prodigado tanto dinero...
Los bienes de la independencia son incalculables; si nos detuviésemos en exponerlos, correríamos el riesgo de ser tenidos como visionarios por los que no conocen este suelo privilegiado, nido de tantas riquezas ...5
La segunda y tercera, en el contexto del fracaso del gobierno federal por parte de Caracas, lo constituyen un decreto del 30 de julio de 1868 firmado por Jorge Sutherland como gobernador del Zulia, y un acuerdo de 24 de junio de 1869 de la Legislatura del Estado, según los cuales el Zulia "reasume la soberanía" delegada en los poderes nacionales mientras los pueblos de la unión establecen un gobierno general de conformidad con la Constitución.6
El discurso regionalista aparece en boca de los dirigentes y élite maracaibera; pero, en qué medida se corresponde con la praxis social de todo el espacio zuliano, y en consecuencia denota identidad regional, se verá plasmado en los acontecimientos producidos por la movilización social que origina, a fines de 1889 y principios de 1890, el rescate de la autonomía de la que había sido privada el Estado por decreto de Guzmán Blanco.
El retorno de Guzmán Blanco al poder, en febrero de 1879, como jefe de la Revolución Reinvindicadora inauguró para la élite maracaibera un nuevo período de calamidades. Así lo presentía su población que fijó en las esquinas e hizo circular pasquines que denigraban del mandatario.
Con el propósito de debilitar al caudillismo local y demás frentes de oposición regionales, Guzmán Blanco hizo aprobar por el Congreso, el 27 de abril de 1881, una nueva Constitución que reducía a Venezuela de veinte a nueve Estados. Zulia permaneció aún como uno de estos nueve Estados autónomos de la Unión.
Un mes después, el 19 de mayo, contradiciendo a la recién aprobada Constitución, el Congreso promulgó una Ley que instaba a los Estados Falcón y Zulia a fusionarse entre sí o con otros Estados. Al día siguiente, Guzmán Blanco dictó un decreto mediante el cual designaba un Presidente en el "Grande Estado" resultante de la fusión de Falcón y Zulia; todavía ambas entidades no habían tenido tiempo de enterarse de la disposición emanada del Congreso.
El 18 de noviembre se promulgó la Constitución del Grande Estado Falcón-Zulia que dio figura jurídica al pacto de unión entre ambos Estados. Posteriormente, en abril de 1883, la nueva entidad federal pasó a denominarse simplemente Estado Falcón, y su capital se radicó en Capatárida. El Zulia, convertido en Sección, desapareció del mapa y de la división político-territorial del país. Doble descalabro para la élite dirigente maracaibera: el Zulia perdía su entidad como Estado de la Federación y Maracaibo la capitalidad regional, ejercida desde mediados del siglo XVII.
En la más pura tradición de la política moderna del siglo XIX, la élite maracaibera, a lo largo de la década de 1880 y mientras se mantuvo Guzmán Blanco en el poder, se organizó para crear un clima de opinión en la colectividad a favor de la reconquista de los derechos y fueros perdidos. La pedagogía política se puso en marcha. Simultáneamente la élite se valió de la prensa y del contacto directo con la comunidad.
Alejado Guzmán Blanco del poder y de Venezuela, el 5 de julio de 1888 asumió la Presidencia Juan Pablo Rojas Paúl. Su pronta actitud antiguzmancista y las positivas obras de gobierno despertaron en los maracaiberos francas esperanzas.
Pero, desde septiembre de 1889, los partidarios de Rojas Paúl propusieron un proyecto de reforma constitucional para mantenerlo en el poder; además, modifica-ciones en la organización político-territorial preveían, entre otras, la desaparición de las secciones Falcón y Zulia del Gran Estado Falcón para fusionarlas en una sola entidad: se haría Ley, por la nueva Constitución, lo que hasta ese momento sólo se había sostenido por el decreto guzmancista.
La noticia cayó como rayo sobre las aspiraciones de la élite maracaibera con respecto a la región; así lo manifiesta la decepción y patetismo de quienes la comentaron, al confirmarla el diputado por la Sección Zulia, Antonio Acosta Medina, en telegrama enviado, el 19 de diciembre de 1889, desde la Asamblea Legislativa del Estado Falcón, establecida por Guzmán Blanco en Capatárida:
...cuando el Zulia creía próxima la hora de aquella reintegración, siniestro rumor que llega a sus playas y que se difunde por todo su territorio como fatídico mensajero, le anuncia que su autonomía, hasta hoy sólo perdida en el hecho quedaría borrada en el Pacto Federal por virtud de las reformas (El Zulia y su autonomía ante la Nación: IV-V).
De inmediato, la élite maracaibera organizó un movimiento de protesta. El clarinazo lo lanzó el periodista Trinidad Bracho Albornoz, director de El Noticioso; propuso la estrategia a seguir:
La reducción de los Estados fue un medio de que se valió el antiguo régimen para tener más a la mano los resortes que habían de sostenerle en el poder... Por eso es necesario que el Zulia entero levante su voz para protestar contra la formación del nuevo Estado; organícense asociaciones, créense periódicos; convóquense mitings; agrúpense los individuos de cada un gremio, para que todos a una eleven su voz hasta el Jefe de la República, hasta el Congreso, hasta la Nación entera, protestando contra el inconsulto maridaje de Coro y Maracaibo (El Noticioso. Maracaibo, 18 de diciembre de 1889, núm. 15: 4. Subrayado del autor).
La prensa abrió un debate público que precisó y fundamentó los derechos que asistían a los zulianos para rescatar su autonomía y que ésta quedara formalmente definida en la Constitución. Las plazas de la ciudad fueron escenario de asambleas públicas para compartir con el colectivo maracaibero el momento de tensión que se vivía. La convocatoria, de carácter popular, motivó una respuesta igualmente popular. Los habitantes de Maracaibo se reunieron, según la tradicional figura de los gremios, y uno tras otro hicieron público en pasquines y notas a la prensa su rechazo a la decisión que el Congreso de la República estaba pronta a tomar: el Zulia debía conservar su autonomía. Los pronunciamientos fueron firmados por los miembros de cada uno de los gremios de Maracaibo. Pero no todo el Zulia entero levantó su voz para protestar contra la formación del nuevo Estado, según el llamado y a propuesta del periodista Trinidad Bracho Albornoz.
La cúpula organizadora del movimiento proautonomista se constituyó como "Junta Central Reinvindicadora de la Autonomía del Zulia", creada el 31 de diciembre de 1889 en "El Elefante Blanco", elegante salón de reuniones sociales, con representación de todos los gremios de la ciudad: abogados, médicos, dependientes, estudiantes, marinos, comer-ciantes, tipógrafos, carpinteros, ganaderos, carpinteros de rivera, pulperos, tabaqueros, corredores, queseros, albañiles, zapateros y herreros. La Junta se declaró en sesión permanente.
El 10 de febrero de 1890 sus integrantes firmaron un documento de declaración de principios dirigido al Congreso de los Estados Unidos de Venezuela; lo acompañaba la reproducción de los innumerables editoriales y artículos publicados en la prensa maracaibera, los discursos en las plazas y las manifestaciones de adhesión gremial a la causa autonomista. Titularon al expediente impreso: El Zulia y su Autonomía ante la Nación.
Algunos párrafos extraídos de los "Manifiestos" gremiales definen y funda-mentan el discurso autonomista. En el firmado por 52 miembros del gremio de herreros, se lee:
A primera vista aparecerá que litigamos por una cuestión de palabras; pero no es así, porque en el fondo es una cuestión de vida o muerte para el Zulia; es una cuestión que hiere muy profundamente nuestros intereses, nuestro más legítimo orgullo, nuestro decoro y dignidad como pueblo venezolano...
ZULIA! ... He aquí el talismán de nuestros más caros afectos, el que se enlaza con el nombre de Dios, con nuestras férvidas oraciones, el norte de nuestras más puras esperanzas y a cuyo aliento deseamos vivir y morir...
...borrar por completo del mapa venezolano la dulce palabra Zulia , destruyendo de un sólo golpe lo que ha sido, es y será el pueblo conocido con ese nombre, es a nuestro juicio una barbaridad. Sería suponer tristemente que del lado de acá del Occidente no viven sino parias: sería suponer que no hay ideas en nuestro cerebro, sangre en nuestras venas ni un rasgo de altivez en nuestros corazones ...("Desde el yunque". En: El Zulia y su Autonomía ante la Nación: 124-125).
Estas reflexiones, cargadas de emotividad sobre el Zulia y su pueblo las sustentaban los redactores del documento de presentación del alegato pertenecientes a la élite política e intelectual del momento, en el dominio de una territorialidad que englobaba a una macro región geográfica y en el proceso histórico propio de esta parte del país. Para demostrar cómo "el Zulia se basta a sí mismo y que puede por sí sólo vivir como Estado independiente de la Unión Venezolana", recordaban que "la geografía y la historia... le señalan en el espacio y el tiempo puesto aparte, como provincia o Estado entre las agrupaciones de la República" (El Zulia y su Autonomía ante la Nación: XI y VI).
Finaliza el siglo, y los actores sociales del momento retoman un discurso que se escuchó en boca de José Domingo Rus en los años de la lucha emancipadora. Es el balance de los logros alcanzados durante esas décadas de esfuerzo y superación para figurar en el concierto republicano y ser respetados como entidad territorial autónoma, de acuerdo a la especificidad de su centenario proceso histórico. En el imaginario maracaibero ser autónomo no era un capricho político; representaba una convicción histórica.
Es de notar, en primer término, la presencia durante los meses de conflicto de toda la comunidad maracaibera: élite política e intelectual y miembros de los diferentes sectores laborales. La participación de los gremios maracaiberos respondió a una válida estrategia política para presentar al Zulia ante el Congreso de Venezuela como un todo unido. Aunque la "Junta Central Reinvindicadora" y los diferentes gremios actuaron y se pronunciaron en nombre del Zulia, no participó población que no fuera maracaibera, como lo prueba la ausencia total de miembros de otras ciudades y poblados, los cuales ni siquiera se manifestaron enviando correspondencias de apoyo al movimiento autonomista. Curio-samente, sí hubo una muestra de apoyo de los maracaiberos residenciados en Cúcuta; como se sabe era numerosa esta colonia por los intereses comerciales que se manejaban entre las dos ciudades.
El 14 de abril de 1890, el Congreso declaró nulo el pacto de unión entre Falcón y Zulia; y el 3 de mayo, el Presidente Andueza Palacio firmó el decreto mediante el cual se devolvía la autonomía al Zulia. Esta pronta respuesta a un conflicto que al llegar al Congreso había durado escasos dos meses de deliberaciones constituyó un triunfo para la élite maracaibera.
CONSIDERACIONES FINALES
Maracaibo, como fenómeno urbano y hecho social, se debate durante el siglo XIX entre el realismo y la ensoñación, en una actitud vital que oscila pendularmente del éxito al fracaso y de éste hacia la superación de las contradicciones.
Su estratégica ubicación, en una de las regiones naturales más feraces y mejor comunicada del país y en la ruta del Caribe hacia el mundo Atlántico, la ha convertido en la ciudad primada del occidente venezolano y del nororiente colombiano. Su élite dirigente, a lo largo de un período de larga duración, ha tomado conciencia de lo que expresara Agustín Codazzi, en 1840, al describir las zonas agrícolas de Venezuela:
Pero lo anterior nada es en comparación de las esperanzas que prometen los países desiertos que circundan el lago de Maracaibo: parece que la providencia ha internado esta gran masa de agua para [a]cercar las costas a las tierras que están al pie de las más altas cordilleras de Trujillo y Mérida ...Si se reflexiona que apenas ribetean las playas del lago unas cuantas haciendas... y que el resto del país, donde es silvestre el árbol del cacao, se halla enteramente inculto, se vendrá en conocimiento de lo que Maracaibo debe ser en los tiempos venideros, cuando una población activa y proporcionada a su extensión, sepa sacar partido de todas sus ventajas (Codazzi, A. 1940: I, 73).
Esa conciencia de las potencialidades reales del hinterland que rodea a Maracaibo y de la preeminencia -no menos cierta- que ha adquirido como ciudad-puerta del occidente de Venezuela, impulsó a su élite a jugarse el todo por el todo, en 1810, con la esperanza de consolidar sus pretensiones autonómicas y quizás un nuevo espacio "nacional". Durante una larga década se enfrentó a los ejércitos republicanos; pero el resultado de la guerra la obligó a claudicar; su proyecto separatista, los deseos de independencia que había alimentado su imaginario autonómico fueron castrados por una nueva dependencia, primero de la República de Colombia y luego de la República de Venezuela, más estricta y exigente que la anterior pues se regía por un férreo sistema constitucional.
En los avatares de este juego político, también perdió su primacía administrativa sobre el occidente venezolano al ser reconfirmadas Mérida y Trujillo, sus antiguas jurisdicciones, como provincias indepen-dientes ¿Temor por parte del Poder Central caraqueño de que aquella vasta y rica región occidental, liderada por una ciudad con tradición de autonomía, llegara a separarse de la República?
A lo largo del siglo XIX, la élite maracaibera pregonó y disputó ante la constante reafirmación del centralismo, que no tenía cuenta de si la Constitución vigente era centro-federal o federal del todo, sus menguados fueros autonómicos. Sin embargo debió pasar bajo sus "horcas caudinas": un plumazo Guzmán Blanco la privó de su autonomía, a lo largo de la década de 1880.
A partir de 1830 creció el movimiento mercantil del puerto aguijoneado por la demanda mundial de café; pero la dirección del comercio, las finanzas y la riqueza pasaron sucesivamente de los británicos a los alemanes: los descendientes de la élite colonial sobrevivieron de la actividad rentística inmobiliaria y de los préstamos.
El tradicional orgullo maracaibero calificó a su urbe como "segunda ciudad de Venezuela", aunque su aspecto la asemejase más a una aldea o poblado rural: la mayor parte de sus calles y edificaciones ofrecían un panorama desolador y deplorable, y careció de elementales servicios como agua y alumbrado hasta fines del siglo XIX. Los aledaños de las ordenadas instalaciones portuarias y elegantes edificaciones mercantiles que miraban al Lago en el frente de La Marina contrastaban de tal modo con el resto de la "segunda ciudad" que produjo una avalancha de ordenanzas municipales que decretaron el "fiat" de la ciudad deseada o imaginada. La casi totalidad de las disposiciones e iniciativas fueron letra muerta por largo tiempo.
Era tan fuerte el impulso de este acto volitivo que, aunque las realizaciones urbanas marchasen a paso lento, la nueva ciudad, la ciudad deseada, existió primero en el verbo iluminado de ensayistas y poetas que en la realidad.
En 1889, el escritor y jurista Jesús María Portillo describía así a Maracaibo:
Bajo un cielo el más espléndido de las regiones tropicales y sobre una llanura que besa el Coquivacoa, el más grande de los lagos de la América del Sur, se levanta gentil como una odalisca y vaporosa como el sueño de una fada, la ciudad de Maracaibo...
Difícil sería hacer una descripción que pudiera ser original en el sentido de la belleza poética que ella encierra. Los trovadores que nacieron a orillas de su laguna y otros bardos que la han visitado, han agotado, y hasta copiándose los unos a los otros, el vocabulario de la poesía y la fuente de las imágenes. TIERRA DEL SOL AMADA la llama el más egregio de sus hijos; COPIA EMBELLECIDA DE LA REINA DEL ADRIÁTICO la nombra otro ... (Portillo, J. M. 1890: 5)
La ciudad y su lago fueron el binomio poético que se multiplicaba como en un juego de infinitos espejos a lo largo del siglo XIX. La realidad virtual fue más poderosa que el diario espectáculo de un asentamiento urbano dejado muchas veces a su suerte y de un lago cuyas orillas ya contaminaban los desechos humanos y los despojos de su matadero. Los escritores crearon la ilusión de la ciudad y del entorno deseados:
Maracaibo! .... mansión encantadora
que tienes del espacio los colores,
las armónicas voces de la aurora
y del Edén las virginales flores!
En ti las hadas que el destino adora
tienen templo y altar de sus amores;
por eso tan hermosa te formaron
y con galas tan ricas te adornaron.
Como esta estrofa de J. M. Pinzón Rico, publicada en El Zulia Ilustrado, (p. 60) fueron centenares los poemas dedicados a Maracaibo y su lago, reproducidos en libros, folletos, revistas y periódicos, tantos cuantos poetas la poblaban. ¿Inspiración o evasión?
También los políticos y constructores de la ciudad soñaban. Jesús Muñoz Tébar, Presidente del Estado, se expresaba así, en 1894, al proponer la dotación de un acueducto:
Maracaibo, que es hoy la segunda ciudad de Venezuela, llegará en pocos años a ser la primera, si se le da una distribución de agua suficiente.
El número de sus habitantes crecerá con rapidez hasta alcanzar el límite para el cual se haya calculado esa distribución. Si después de llegar a ser una ciudad de cien mil habitantes, se la puede abastecer de agua ilimitadamente, crecerá, y en menos de un siglo la llamaríamos la New York de la América del Sur (Cfr. Atencio R., M. 1995: 475-476).
Esa secular lucha entre lo que Maracaibo quería ser y lo que sus condiciones económicas y vicisitudes políticas le permitían quedaron plasmadas en las estrofas de Udón Pérez que presidieron este evento como un grito de reafirmación identitaria:
"Mía", cuando ríes; "mía", cuando lloras;
"mía", cuando luchas; "mía", cuando oras;...
"mía", a todas horas, Maracaibo mía.
NOTAS
1 Informe privado del General Rafael Urdaneta al Secretario del Interior. Maracaibo, 29 de diciembre de 1834. Archivo General de la Nación. Sección de Interior y Justicia, tomo CVIII, folio 252. Este y los documentos referidos a esta coyuntura son citados por Arlene Urdaneta Quintero, La Revolución de las Reformas en Maracaibo. Campesinos y Tembleques, cuya lectura se recomienda para una información mayor y análisis de estos hechos.
2 "Averiguación oficial del Alcalde Ramón Enríquez quien informa al Gobernador sobre los últimos sucesos" e "Informe del Gobernador Ramón de Fuenmayor al gobierno de Caracas". Maracaibo, julio de 1834. Archivo General de la Nación. Sección de Interior y Justicia, tomo XCII, folios 247 y 269, respectivamente.
3 Archivo General de la Nación. Sección de Interior y Justicia, tomo XXIX, folio 266.
4 "Oficio enviado al Despacho de Guerra y Marina". Archivo General de la Nación. Sección de Interior y Justicia, tomo CVIII, folios 262-264.
5 Archivo Histórico del Zulia: año 1863, tomo 15, legajo 25, folio 2. Cfr. Rutilio Ortega González et alii: Las independencias de Maracaibo.
6 Archivo Histórico del Zulia: documentos sueltos de 1868-1869, tmo 27, legajo 6.
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Re: Gobernación y Diócesis de Venezuela
Visita del Obispo Mariano Martí a Altagracia de Orituco el año 1.783.
Archivo adjunto 7260
Aun cuando el propósito de la presente publicación es mostrar la trascripción literal de los datos recabados por el obispo Mariano Martí en su visita al pueblo de Altagracia de Orituco en marzo del año 1.783, creemos conveniente hacer una reseña de tus datos biográficos, que no es más que un resumen de los datos publicados por la Academia de Historia en los libros que hemos tomado como fuente. Estos libros pueden ser adquiridos en la librería del Palacio de las Academias, son siete tomos, a un costo de Bs F. 50,00, precio mas que accesible y son unos libros que no deben faltar en la biblioteca de cualquiera que este interesado en la historia de nuestra región.
Es lamentable que no se hayan encontrado aún los libros referentes a la visita que efectuó Martí al Obispado de Puerto Rico, que incluía a todo el Oriente Venezolano, visita que fue efectuada entre los años 1.763 hasta 1.769. Estos datos que publicamos forman parte de su visita a la Provincia de Caracas, efectuada durante 12 años, desde 1.771 hasta 1.784, lugar a que fue transferido dado que le visita a la Provincia de Puerto Rico le había afectado la salud.
En esta primera parte, vamos a publicar las anotaciones que llevaba en su Libro Personal, eran anotaciones sólo para su consumo y que no iban a formar parte del informe final, por lo menos con la estructura en que fueron encontrados. En una segunda parte publicaremos las providencias o instrucciones que dejó luego de su visita a este pueblo. En cuanto a estas providencias, me pareció curioso como se mantienen las creencias a través del tiempo, el menciona en una de estas providencias que en ese pueblo existe “(…) la vana creencia de que el canto del ave nombrada Titirigí o el gallo a prima noche (Media Noche) es indicio cierto de que ha de morir alguno, o que se han dado puñaladas en el pueblo, o que vienen guerras (…)” y conmina a los pobladores a abandonar esta creencia so pena de amonestación. Lo cierto del caso es que esta advertencia, efectuada en esa temprana fecha del año 1.793 no surtió ningún efecto, puesto que casi doscientos años después, yo la escuchaba de mi abuela materna Carmen Espinoza Guzmán y era una creencia muy popular en el pueblo de San José de Guaribe y pueblos vecinos, por lo menos hasta la década de los setentas. Más nunca la he oído y creo que a las nuevas generaciones no les ha llegado.
Hay un tercer apartado que se llama Inventarios, en donde se señalan datos bastante interesantes del pueblo, con estadísticas de la población y otros, que también lo tenemos para su publicación.
El Obispo
Mariano Martí nació en el pueblo de Bráfin, en el partido de Valls, arzobispado de Tarragona, fue bautizado en la iglesia parroquial de dicho pueblo el 14 de diciembre de 1.721.
Cursó estudios en la Universidad de Cervera, en donde se graduó en ambos derechos. Se dice también que estudió en el Seminario Conciliar de Tarragona, cabe conjeturar que sus estudios universitarios no hayan terminado, a los más antes de 1.750, fecha en al que Martí cumplió veintinueve años. Nada se sabe de su vida desde esa fecha, hasta que aparece en el año 1.757 como Provisor y Vicario General del Arzobispo de Tarragona, en donde llevaba la administración de la Archidiócesis.
En el año 1.761 lo tenemos llegando al puerto de La Guaira, donde le consagró el entonces Obispo de Caracas Díez Madroñero. El 20 de Febrero de 1.762 ya estaba en posesión del Obispado de Puerto Rico, el cual comprendía, además de la isla del mismo nombre, la de Margarita y Trinidad, junto con todo el Oriente de Venezuela, siguiendo una línea divisoria imprecisa, que va desde un punto cercano de la desembocadura del río Uchire y bajaba hasta el Orinoco a un punto no lejos de Cabruta.
Entre los años 1.763 y 1.769, Martí comenzó la visita de este Obispado de Puerto Rico, pasando por Puerto Rico, Cumaná, Nueva Guayana de Angostura, Nueva Barcelona, Margarita, Píritu, Ciudad Real del Orinoco y Trinidad. Como lamentablemente no se han encontrado los registros de esta visita, no tenemos mayores detalles ella, que no sean las anotaciones en los respectivos libros parroquiales en donde se señala la visita. Sabemos que fue un recorrido bastante penoso para el Obispo, dada las distancias y los escasos medios de comunicación y el clima, que influyó en el deterioro de la salud del Obispo, obligándole a solicitar su transferencia a otra Diócesis en América o el retiro a España. Es así como, en Julio de 1.769, presenta solicitud al Rey y poco después es promovido a la sede de Caracas, vacante desde el 3 de Febrero de aquel año por el fallecimiento de su obispo Díez Madroñero.
El 14 de Agosto de 1.769, una vez que hubo recibido la bula Papal, Martí toma posesión del cargo de Obispo de la Diócesis de Caracas. Inmediatamente comienza los preparativos de la visita a este extenso Obispado, que, como ya hemos señalado, las efectúa durante doce años, tres meses y veinte y dos días, que comienzan en la iglesia Catedral de Caracas el 8 de Diciembre de 1.771 y culmina el 31 de Marzo de 1.784 en el pueblo de Guarenas. Mariano Martí visitó prácticamente toda la diócesis de Caracas, incluyendo una gran extensión territorial que formaría -en tiempos de Martí- la nueva Diócesis de Mérida: Maracaibo, Coro, Mérida y Trujillo.
Martí falleció en Caracas el 20 de Febrero de 1.792 y fue enterrado en la iglesia Catedral de Caracas, la inscripción de su lápida, tallada en mármol, dice:
"Sepulcro. Yllmo Sr Dr Dn Mariano Martí. Dignísimo Obispo de esta Santa Iglesia de Caracas. a donde fue promovido de la de Puerto Rico en el año 1770. Descanzó placidísimamente en paz el día 20 de febrero a los 72 años de su edad, a los 31 de su consagración episcopal y a los 22 de su posesión de esta silla. Visitó personalmente toda su prima Diócesis. Practicó con igual fervor y con summos trabajos, y fatiga la visita de todos los lugares de este obispado inclusive los dismembrados en el espacio de 13 años. Amante, Benigno, Liberal, Político, Religioso, devoto qual Santo aclamado al clero y al pueblo, será eterna su memoria".
Visita del Obispo Mariano Martí a Altagracia de Orituco el
19 de marzo de 1.783.
Notas del Libro Personal
Día 19 de marso de 1.783, salimos del pueblo de Lesama a las tres y quarto de la tarde, y llegamos a las seis y quarto de la misma tarde al pueblo de Altagracia, distante cinco leguas. Una legua y media, poco mas o menos, antes de llegar a este pueblo de Altagracia, pasamos por medio del pueblo (que allí es el camino) de San Rafael de Orituco. El camino, bueno. Ya antes de llegar al pueblo de San Rafael de Orituco, pasamos el río Orituco, seco, y lo bolvimos a pasar con agua corriente a distancia de unas dos quadras antes de llegar a este pueblo de Altagracia. Como queda dicho, el camino es bueno, pero no dexa de haver algunas quebradas y algunos cerritos o cerrajoncitos.
Esta Iglesia es baxo la invocación de Nuestra Señora de Altagracia, cuya imagen de bulto, con otra de San Joseph, esta colocada en el único nicho del altar mayor. Sus paredes, de bajareque, cubierta de texa y obra limpia, de tres naves que dividen columnas de palo torncadas. Hay seis intercolumnarios, a mas del Coro alto y de otro intercolumnario que hay dentro del Presbyterio o Capilla mayor. Hay Baptisterio bueno, altares en una y otra nave, a más de la Capilla honda a la cabecera de cada nave. Todos los altares están muy aseados. La Sacristía está tras del altar mayor; no está bien provista de ornamentos ni alhajas, ni corresponden a la fabrica material de esta Iglesia. Hay cementerio contiguo a la Iglesia, y se entra a él por la puerta colateral de la banda de la Epístola. No está colocado su Divina Magestad, y solamente se celebra el día del Corpus y el día de San Juan Evangelista, señalado para la fiesta de Nuestra Señora de Altagracia, con la Custodia, lo que he prohibido para este día. Aca se haze monumento. Esta Iglesia esta muy aseada y me parece que en todo este Obispado no hay otra de tan pulida y de primores por los pilares o columnas tan perfectas como éstas, por los arcos entre columna y columnas que no están apunto redondo, ni son de arco rebajado, sino de otra forma, que hazen buena figura. y el arco toral también está de una figura distincta de los arcos torales de las otras Iglesias, y parece muy bien, de manera que atendidas estas circunstancias y de estar las paredes lisas, los retablos o altares pintados, y otras, es la Iglesia mejor o más pulida. Hay órgano en el Coro alto, y no suena ahora por estar descompuestos los fuelles. A mas de la principal, hay una puerta a cada lado. El frontispicio de la Iglesia esta bueno. Véase el inventario.
Este Teniente coadjutor del Cura propietario doctrinero don Santiago Gonzales Fonte, de este pueblo, es don Gregorio Martín Betancourt y Berdugo, que nació en el pueblo de Boconó, de la jurisdicción de Truxillo, el día 17 de noviembre de 1.727. Estudió la Gramática en la ciudad del Tocuyo, y después en la Universidad de Santa Fe de Bogotá, en la de San Xavier, que era de los Jesuitas, estudió tres años Filosofía, de ques Maestro o Doctor, y dos años y medio de Theología escolástica. En el mismo Santa Fe se ordenó de Presbytero el día 24 de setiembre de 1.756, con dimisorias del señor Antolino, a título de tres mil doscientos y setenta pesos de Capellanía, fundada en el dicho Truxillo, que ahun obtiene. Despues, en el año de 1.759, por el mes de julio, se regressó a Boconó, su patria. Después vino a Caracas, de allí vino a esta Vicaría de San Sebastian por el año de 1.766. Desde el día primero de setiembre del año de 1.778, en que llegó acá, esta sirviendo esta Iglesia como Cura coadjutor (destinado por el Vicario de San Sebastián en virtud de orden del Provisor) de dicho don Santiago Fonte, que ya estava enfermo, bien que ahun celebrava, y el día 18 del mismo setiembre el referido Cura doctrinero propietario se fue para Caracas, en donde ha acabado de enfermar y enloquecer, y este Teniente coadjutor se ha quedado solo acá sirviendo este pueblo y Doctrina. Sirvió de Teniente de Cura de la Candelaria, de Caracas, un año y dos meses, en tiempo de las viruelas. Sirvió de interino la Iglesia de Ortiz un año. Sirvió de Teniente de Cura de la ciudad de San Sebastián un año y nueve meses, y un mes y medio sirvió la Parroquial de San Rafael de Orituco. Nada se ha sabido contra la vida y costumbres de este Sugeto. Cuyda y cumple can sus obligaciones, enseña la Doctrina, predica y administra los Santos Sacramentos, parece hombre pausado y de genio pacífico, y esta estimado de los indios y de los españoles.
Este pueblo o Curato es de Doctrina de indios, cuyo número es de quatrocientos y uno, y los restantes, hasta el número de novecientos y sesenta y ocho, que es el total de esta feligresía, son blancos, negros, mulatos, sambos, etc., de manera que estos son 567 y los indios 4o1. Estos indios son guayqueríes o de nación guayquería. Hay también acá algunos indios de otras naciones, venidos de otros pueblos de esta provincia, pero la mayor parte son guayqueríes. No son tributarios; hasta ahora no han pagado tributo alguno.
El vicio predominante de este pueblo es la borrachera, y donde se emborrachan mas estos indios es en las vegas del río o quebrada Macayra, distantes de aca unas siete o ocho leguas, y tal vez más, en donde unas seis o siete familias de estos indios tienen sus conucos, y con la caña dulce que allí cogen hazen guarapo fuerte y se emborrachan, y se están en dichas vegas hasta veinte días sin venir a la Doctrina, ni a Missa, y a vezes están allá hasta un mes, buelven acá al pueblo, en donde biven quando más unos quinse días, y después se buelven a las vegas de dicho río Macayra, y assí passan la vida, y las dichas familias instan a otras familias a que vayan a hazer sus labranzas en dichas vegas y lo logran, pues ahora son más que antes los indios que van a dicho río Macayra con el pretexto de que aquellas vegas son muy fértiles, y que en estas vegas immediatas del río Orituco les hurtan los frutos. Acá en este pueblo, si algunas vezes beven y se emborrachan y baylan, con un recado que les embíe este Cura se sosiegan y no gritan, y quando se haze algún casamiento, como ellos dizen que el casamiento no es bueno si no baylan, este Cura les permite que baylen, y embía allí a los Alcaldes que presencien el bayle, para evitar excessos.
Pedro Joseph Sapata, mulato o sambo, esclavo de doña Marina García, de San Sebastián, casado con María Estéfana Celedonia, india guayquiria de este pueblo, dicha Marina tiene al dicho Sapata en una hazienda de cacao en el sitio de San Miguel, distante tres quartos de legua de este pueblo, y don Pablo Joseph Bandres, Mayordomo de dicha hazienda, no quiere que dicho Sapata viva con su muger María Estéfana. Queda ya advertido por mí el dicho Bandres de que dexe a la dicha María Estéfana cohabitar con su marido, y que si no gusta de esto, que venda al dicho esclavo Sapata, y que si la dicha Estéfana comete algun excesso, en la hazienda o con alguna persona, que avise al Corregidor o a su Cabo para que la castigue; y esto se 1o previne al dicho Bandres en presencia de este Cabo y de este Cura.
En quanto a la enseñanza de la Doctrina, se observa acá que a las seis de las mañanas se toca a la Doctrina, y por las tardes a las quatro y sólo después de una hora se acaban de juntar, de manera que por las mañanas empiezan a resar alas siete y por las tardes a las cinco, empezando primero a pelotones de tres en tres o de quatro en quatro y después empieza una muchacha, que haze de gufa, y responden todos. Por la mañana se resa la mitad de las Oraciones y la mitad del Cathecismo o de las preguntas, y por la tarde se resa la otra mitad de las Oraciones y la otra mitad del Cathecismo o de las preguntas.
Me dize el padre Paulino que los muchachos y muchachas de Doctrina la saben.
Y ahunque de algunos años a esta parte los indios grandes, esto es, los casados y casadas, no han asistido jamás en este tiempo a la Doctrina, me han prometido hoy a la tarde, día 22 de marso de 83, que asistirán a la Doctrina todos los domingos, y esto me 1o han prometido los del . Cabildo, esto es, Governador, Alcaldes. Regidores. Acá hay Cacique, pero no se haze caso de el, ni ahun ha recibido ni se ha admitido ni reconocido como él el indio a quien por successión toca o pertenece el Cacicazgo.
Este terreno produce maís, yuca, arros, cacao, cana dulce, plátanos y quanto se siembre en las vegas de este río Orituco, y fuera de las vegas del río, son las tierras buenas para ganado.
El Teniente Justicia mayor del pueblo de San Rafael de Orituco es don Manuel Castilloveitía, casado en Caracas, y también es Corregidor del pueblo de •Lesama y de este pueblo de Altagracia, y acá tiene un Cabo o Comissionado, que es don Francisco Barrios, isleño, casado en este mismo pueblo con una hija de un isleño, María Dionisia Noda.
Este Cura coadjutor percibe cinquenta y nueve pesos de diez vezinos hazendados, habitantes en el sitio o partido de San Miguel, distante de acá unos tres quartos de legua, río arriba, a la otra banda (con estos diez vezinos hazendados viven otros vezinos agregados sin hazer cabeza) y estos dichos diez vezinos no quieren pagar obvenciones de bautismo ni casamientos ni entierros por sus esclavos, pero sí pagan por sí y por todos su hijos y demás libres todas las obvenciones y tramos de sepultura a este Cura y a la fábrica. De la misma manera, todos los demás vezinos. De este distrito parroquial pagan obvenciones a este Cura y a la Iglesia y todos también pagan primicias, a excepción de los indios, que si no quieren, no pagan primicias, y si no quieren, tampoco pagan obvenciones ni al Cura ni a la fábrica de esta Iglesia. Acá ningún vezino paga oblata, esto es, alguna cantidad para pan, vino y cera, y esta Iglesia se mantiene de las sepulturas o tramos de los españoles que mueren. Me dize este Cura que algunos vezinos de acá no quieren pagar primicias de los frutos que cogen en verano, sino solamente de los que cogen en hinvierno. Véanse las providencias de mi visita sobre este y sobre otros abusos.
En la enseñanza de la Doctrina christiana se gasta todas las mañanas y todas las tardes regularmente una hora por la mañana y otra hora por la tarde. Asiste este Cura, si no tiene ocupación precisa, y también asiste un Fiscal de los dos, que se reparten por semanas entre sí, y en esta hora que se gasta se completa el tiempo que los muchachos y muchachas más pequeños rezan a pelotones el tiempo que resan o cantan la Doctrina y el tiempo que este Cura les pregunta o les explica aquello que menos entienden.
El libro parroquial más antiguo tiene por partida la de un bautismo del día primero de mayo de 1.704, firmada por don Jacinto Bandres, que sirvió acá. hasta 1.709, que por el mes de junio entrego esta Iglesia a don Juan Vicente de Ortuño, diziendo que este havía sido nombrado sede vacante por Cura de este pueblo, y el dicho don Jacinto Bandres por Cura capellán del partido de San Rafael de Orituco. Hay auto de 9 de octubre de 1.715, provehido en Caracas por el Illmo. señor Rincón, en que con vista de cierta justificación por la qual resultava que don Juan de Barnuevo, Cura capellán de la Iglesia parroquial de San Miguel del Valle de Orituco, era de crecida edad y ahún decrépito, mando dicho señor Rincón que entregase dicha Iglesia de San Miguel y todo lo a ella perteneciente al padre don Manuel Pinto, a quien nombro por Cura capellán de dicha Iglesia parroquial de San Miguel. Hay otro auto de dicho señor Rincón, provehido en Caracas en 10 de junio de 1.716, en que refiriendo la instancia de dicho Manuel Pinto sobre no tener congrua en el Curato de San Miguel de Orituco, porque solo le pagavan noventa pesos, mando dicho señor Rincón que respecto de estar distante una legua, poco mas o menos, el pueblo de Nuestra Señora de Altagracia de Orituco que se compone de indios guayquires o guayqueries, de que es Cura doctrinero el padre don Juan Vicente de Ortaño, le agregó y unió dicha feligresía de San Miguel con los noventa pesos sobrerreferidos, y que los dos pueblos le contribuyan con doscientos y cinquenta pesos annuales. En esto intervino el asenso del señor don Alberto de Bertodano, Governador y Capitán general de esta provincia, Vicepatrono regio en ella por su auto del mismo dicho día 10 de junio de 1.716. Desde entonces, el referido Cura don Juan Vicente de Ortuño y sus sucesores escrivieron las partidas titulándose Cura doctrinero de este pueblo de Altagracia y Capellán de San Miguel, cuya Iglesia parroquial ya no existe en el día, y solo están acá sus libros; y el mas antiguo de dichos libros de la Iglesia parroquial de San Miguel tiene por primera partida la de un bautismo de 29 de setiembre de 1.677, firmada por el sobrerreferido don Juan de Barnuevo, que se titula Cura capellán del valle de San Miguel de Orituco. Este mismo libro tiene una nota firmada de dicho Cura capellán que dize haver formado sus libros parroquiafes desde el 4 de junio de 1.676 para los feIigreses pertenecientes a este Valle de San Miguel del Rosario de Orituco y hasta de la Cruz del Maestre de Campo don Pedro de Mesones, y que en dicho año se fundó esta Iglesia por el Illmo. y Rvmo. señor maestro fray don Antonio González de Acuña, cometida o encargada a dicho don Juan de Barnuevo, Cura capellán de dicho San Miguel. Hay visita del año de 1.715 de este pueblo de Altagracia, pero executada en la ciudad de San Sebastián por el Comissionado del Illmo. señor Escalona, otra, también de este pueblo, el año de 1.747 por un comissionado del señor Abadiano, y otras también en este pueblo, el año de 1.767, por un comissionado del señor Madroñero. Acá no ha estado Obispo alguno.
El territorio de este río Orituco, río arriba, es de esta Parroquia, y allí están todas las haziendas de cacao, a excepción de dos ha¬ziendas, una de N. Infante, y otra de los herederos de N. Ledesma, y esta casi perdida, que están en el territorio parroquial de San Rafael de Orituco, y tiene este cacao la fama de ser el mejor de esta provincia.
Me dize este Cura que todos los domingos hay alguna o otra persona que se confiessa y recibe su Divina Magestad, y que esta freqüencia de Sacramentos, es mayor en las festividades de Jesuchristo y de María Santíssima, y principalmente el día de Todos los Santos.
En el tiempo de cumplir estos feligreses con los preceptos annuales, para que luego que acaban de confesarse puedan recibir a su Divina Magestad, queda esta colocada por algunas semanas y la lámpara en aquellas semanas la mantiene una semana un vecino y otra semana otro vecino, etc.
He dexado decreto para que paguen primicias todos en qualquier tiempo que cojan los frutos, sean de hinvierno o de verano, y en este decreto no se habla expressamente de los indios, ni tampoco éstos se exceptúan. Véase este decreto y otros varios sobre excessos de esta Parroquia.
Este pueblo viene a estar casi Norte Sur con el pueblo de Camatagua, distante de acá, según me dizen, poco mas de un día, y se va por picas, pues no hay acá camino abierto. A la misma distancia, poco mas, entre el Norte y Oriente, esta el río Cuira, que desagua al Tuy. Desde este pueblo hacia el Oriente no hay pueblo hasta el río Unare, y todo es bosque, y es el mismo bosque o montaña de Cupira hasta cerca los pueblos de Tucuyo y Puruay, o cerca de sus cerranías, y hasta el río de Unare, y en este gran bosque no puede dexar de haver alguna gente, como en realidad me dizen la hay, y pertenece este gran bosque o parte de él al Curato de Chaguaramas, Véanse las notas de dicho Chaguaramas y del pueblo de Chaguaramal.
Se ha despachado orden por el doctor Lindo, cometida al Vicario de San Sebastián y este la ha cometido al Cura de Lesama, para que intime a este Cura coadjutor que pague al Cura doctrinero propietario don Santiago Gonzáles Fonte de este pueblo, la cantidad de ochocientos pesos, a razón de doscientos pesos cada año, por quatro años que ha percibido todas las rentas de este Curato, que en Caracas las han regulado a razón de quatrocientos pesos cada año; pero este Cura coadjutor dize que este Curato no redditúa cada año quatrocientos pesos, y que en quatro años y medio sólo ha percibido o podido cobrar setencientos pesos, y en esta cantidad esta incluida la cantidad de mas de cinqüenta pesos, y de esta cantidad de cinqüenta pesos alguna es incobrable.
Este Cura coadjutor esta sirviendo esta Iglesia en virtud de orden verbal del maestro Siso, que le dixo tenía carta del Provisor para que 1o mandara a servir este Curato, y con sola esta orden esta sirviendo esta Iglesia ha más de quatro años y medio.
Gabriel Toribio, esclavo de don Jacobo Ramires, negro, y María Concepción de la Charidad, india de este pueblo, soltera, huérfana de padre y madre, quieren casarse y se ofrece el reparo de la desigualdad. Se ha determinado por mí, por este Cura y por don Ilario que no se celebre este matrimonio, y que el dicho Gabriel se case con igual, y que la dicha María se case con un indio de este pueblo llamado Matheo, con quien tiene tratados esponsales, y se espera que buelva a este pueblo de donde se ha ausentado habrá unos quatro meses, y finalmente, si no es con dicho Matheo, se podrá casar con otro igual.
Joseph Leandro Rosario, mulato libre, soltero, quiere casarse con María Josepha Herrera, india, soltera. El nació en la Parroquia de San Pablo, de Caracas, y haze año y medio que salió de Caracas y ha vivido en este pueblo. Ella ya haze muchos años que vino acá, y este Cura ha negado la licencia para celebrarse este matrimonio. Queda ya prevenido este Cura para que (por esta vez y alguna o otra ocasión conviene disimular) casse a estos.
Este pueblo no está en llano y está entre cerritos y es ventoso de incómodo por lo mucho que sopla el viento que viene del Norte o de entre el Norte y Oriente, que me parece no es del todo bueno, y no falta quien diga que este viento trastornó la cabeza del Cura doctrinero propietario Gonzáles Fonte, que esta loco en Caracas. La agua de este río de Orituco es de las mejores de esta provincia, según mí parecer.
Esta Iglesia unos años con otros tiene de ingresso entre todo cinquenta pesos annuales, poco más o menos, de entierros, etc., y de gastos ordinarios tiene otros cinqüenta pesos cada año, de manera que nada le queda.
Las haziendas de cacao río Orituco arriba se extienden hasta quatro leguas, y la mas alta o remota de este pueblo es la de don Jacobo Ramires, hombre muy rico, y río arriba se encamina hasta legua y media, según me dixo uno que havía caminado, y tal vez se podría caminar mas río arriba, pero allí se estrechavan mucho los cerros entre los quales passa este río Orituco, que da el nombre a todo este valle.
Este Cura coadjutor no tiene licencias generales para predicar y confessar en todo este Obispado, y se las he concedido verbalmente para dos años, y queda sirviendo de Coadjutor en esta Iglesia con las facultades que le da el oficio en esta Parroquia.
Florencio Días, mulato libre, soltero, ha quedado en dar veinte y cinco pesos a María Serafina, esclava de dona María García, y esta esclava pretendía obligar al dicho Florencio a que se casase con ella por haver vivido mal con el.
Como este pueblo en años pasados era rico por el cacao y por el comercio lícito o ilícito, podía en aquel entonces este Curato reddituar quatrocientos pesos, pero ahora se duda que redditúe esta cantidad.
Me dize este Cura que al cabo de unos dos meses de haver llegado acá y el Cura propietario Fonte a Caracas, se fixaron en esta Iglesia parroquial los edictos para las oposiciones a este Curato, que ahún obtiene el mismo propietario Fonte, ni ha estado vacante, y se juzga que provino de que una Capellanía que havia de servir de congrua al dicho Fonte se perdió, o porque se veriguó que dicho Fonte ya estaba loco quando dio el poder para estas diligencias.
Este Cura coadjutor presentó memorial en esta visita con un compromiso de dar cien pesos cada año al Cura propietario, que está loco, y he mandado guardar dicho compromiso hecho por este coadjutor y la madre del cura propietario, sin perjuhizio de la determinación que judicialmente se tomare en Caracas, según lo que estas partes alegaren. Véanse las notas de la llana antecedente.
Fuente:
Documentos Relativos a su Visita Pastoral de la Diócesis de Caracas (1.771-1.784).
Tomo II.
Libro Personal.
Obispo Mariano Marti
Biblioteca de la Academia Nacional de Historia.
Fuentes para la historia colonial de Venezuela
Caracas, 1.998.
http://algunasfamilias.blogspot.com/...marti.html?m=0
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Re: Gobernación y Diócesis de Venezuela
Fray Pedro de Berja Berja, 1629-San Carlos de Austria 1704
FRAY PEDRO DE BERJA Berja, 1629-San Carlos de Austria (Venezuela), 1704
Valeriano Sánchez Ramos
Archivo adjunto 7313
catedral de San Carlos, sitio donde se supone que debe estar enterrado el ilustre Fray Pedro de Berja. Cedida por IIS Windows Server
Fray Pedro de Berja es muy conocido por la historiografía indiana, tanto española como latinoamericana, y especialmente la venezolana, país donde desarrollaría una enorme labor misionera. Cuando aludimos al término misional referido a Las Indias, debemos entender que no sólo se trata de un aspecto meramente religioso sino que la ingente tarea de educar a los indios, construir pueblos, ciudades, crear infraestructuras, dotándolas de medios (médicos, escribanos, justicia,…) es de tal calibre que la propia Corona -consciente de ello- requirió en muchas ocasiones los servicios de las órdenes religiosas para poder atender su basto imperio. De otro lado, también hay que advertir que los frailes en América, junto a la labor evangelizadora, fueron los elementos más críticos con las actuaciones de la monarquía. Aún más, sus denuncias sobre el uso y abuso hacia los indígenas que realizaban muchos españoles, a través de las encomiendas, fueron tan duras que, en muchos casos, verdaderamente fueron considerados por sus propios compatriotas como enemigos.
Como decimos, la figura de este fraile capuchino es todo un hito en la historia de la segunda mitad del siglo XVII venezolano y, hasta el día de la fecha, se desconocía su nombre y apellidos. En la sencillez de su regla, como fraile menor franciscano, adoptó el nombre en religión de su pueblo natal y, a pesar de ser toda una celebridad misional, ni siquiera la orden conocía cual era su nombre en bautismo. Felizmente en una concienzuda investigación reciente, animada fervientemente por los hermanos Pepe y Leopoldo Villalobos Ibarra, encontré los datos para poder desvelar este secreto. A ellos agradezco su enorme interés en el tema, pues sin su afán de conocimiento nunca me hubiera arrancada a trabajar tan complicado estudio.
Dado que la biografía de este hijo célebre de Berja es bien conocida por la historiografía, prescindiré de hacer anotaciones a pie de página, por no parafrasear trabajos editados. Sólo introduciré aquellas notas introductorias que contextualicen al personaje en su entorno y estado vital, dejando que sean las magníficas obras que lo tratan las que hablen por sí solas a través del resumen que hacemos.
1.- Introducción
Este personaje nació en Berja, un municipio principal de la Baja Alpujarra que había dejado atrás hacía más de medio siglo la repoblación y se encontraba en pleno desarrollo. Cabeza de vicaría de del amplio espacio conformado por la Baja Alpujarra, este territorio era objeto de interés por parte de diferentes órdenes religiosas del arzobispado de Granada. Fueron numerosas la entradas de agustinos recoletos, trinitarios, mínimos de San Francisco de Paula, mercedarios,… que llegaron a estas tierras a misionar, algo que se reflejaría perfectamente en las limosnas y mandas para sus conventos. Sin embargo eran, sin ningún género de dudas, los franciscanos quienes mayor presencia tenían, pues no en balde en la cercana villa de Ugíjar se encontraba un foco seráfico de hermanos menores observantes 1 .
El cenobio de Ugíjar fue el punto de referencia más inmediato que tuvo la feligresía virgitana para acercarse al modelo de vida propugnado por la observancia franciscana. Sin embargo para la gran mayoría de los alpujarreños esta actitud ante la vida venía corregida y mejorada por los postulados de los capuchinos, orden que también misionó en estas tierras desde su convento de Granada, en el barrio de San Ildefonso, cerca del Hospital Real 2 . En Berja se conocía bien su espiritualidad, toda vez que tenía que compartirse, sin más, sencillamente porque el modo de vida de un fraile capuchino poco podía diferir de la de un campesino pobre. Este era el caso de la familia formada por Juan Benavente y María Molina Antolinez, matrimonio que vivía de alternar el cultivo de unas pocas tierras que poseían con los jornales que arrancaban con su trabajo. Ambos pertenecían antaño a reconocidas familias repobladoras de la localidad de imbuido fervor religioso 3 . Sin embargo la humildad y sencillez de los capuchinos también era punto de admiración para las clases más pudientes de la localidad, probablemente porque la vida regular era un modelo de vida a imitar 4 .
En este ambiente espiritual es donde el matrimonio Benavente Molina crió a sus seis hijos: Juan, Tomás, Francisco, Melchor, Jerónimo y Gertrudis. El tercero de los varones nació en 1629 y su propio nombre parece que lo predestinaba a ser franciscano: Francisco Benavente Molina, quien profesaría en la orden capuchina y adoptaría desde entonces el nombre en religión de fray Pedro de Berja. Sus padres eran pobres, como atestigua su testamento, fechado en 1658, documento histórico que nos ha permitido identificar al personaje. En este instrumento material, además de dejar los pocos bienes que tenían a sus hijos, los padres establecieron un buen número de misas por su muerte: el consabido novenario, las 33 de San Amador, 48 a San Vicente, un novenario a la Virgen del Cármen, 3 a Nuestro Señor en la Cruz, otras 3 a la Oración en el Huerto, al 3 al Pontífice, 3 a las Ánimas Benditas, un novenario por sus padres y hermanos, lógicamente 3 más a San Francisco, otras 3 a la Virgen del Rosario, 3 más al Santísimo Sacramento, 1 al Ángel de la Guarda y, por último, 1 misa más a Santa Ana. El capital que quedase después de pagar los oficios por su alma, así como a sus acreedores, sería para su progenie. Sobre sus hijos, hacen mención especial sobre dos de ellos, el fraile y el hermano menor que le seguía en edad, Melchor Benavente, y que se encontraba “en Las Indias” 5 . Este último dato nos induce a pensar que muy probablemente este personaje emigraría a Venezuela al calor de su hermano, dato que aportamos para que investigaciones futuras hagan hincapié en el mismo.
Desconocemos el destino de su familia en Berja, pues de los hermanos que quedaron en esta población sólo tenemos referencias del hijo mayor, Juan Benavente Molina, que casó el 13 de septiembre de 1665 con María Castro González, también natural de la localidad 6 .
2.- la vida y obras del capuchino virgitano
Óleo de Fray Diego José de Cádiz (1743-1801) beato capuchino
Francisco Benavente Molina debió profesar muy jóven como sacerdote capuchino en el convento de Motril 7, desde donde asistió a diferentes casas de la orden hasta recalar en Cádiz. En aquella ciudad, conforme a la cédula real de mayo de 1657, lideró un grupo de cinco misioneros que partieron en el mes de junio a las Indias. A finales de agosto el grupo desembarcó en Cumaná (Venezuela), siguiendo rápidamente el plan de otras misiones capuchinas ya instaladas en la tierra. Entre sus primeras acciones de este eclesiástico estuvo la fundación de la población de Santa María de los Ángeles de Guácharo, primer asentamiento de capuchinos andaluces.
Tras un tiempo en el oriente venezolano, en 1661 fray Pedro de Berja se traslada a Caracas, en donde organizó una expedición a los Llanos, trabajando en el río El Pao, en donde estaría hasta 1669, año en el que pasó al río Tirgua, donde fundó San Francisco del Tirgua. En ese año fue nombrado Superior de todas las misiones Capuchinas de los Llanos, fecha que abre una actividad inusitada del fraile, pues por un decreto del 27 de agosto de 1676 estos religiosos tenían autorización para fundar pueblos españoles en las provincias de Caracas y Cumaná. Así, conforme a esta tarea, en 1677 fue autorizado por el gobernador para fundar San Carlos de Austria (1678). Esta ciudad es excepcional, pues se tomó como modelo fundacional, dada la calidad de la posesión de tierras, nombramiento de autoridades, creación de parroquia e instauración del trabajo de los indios.
Mapa de Venezuela que sitúa las misiones jesuítas la orden querelevó en importancia a los capuchinos.
A estas alturas de su vida este fraile era una de las figuras claves de la orden en tierras venezolanas, tanto que en 1678 es nombrado Superior General de las Misiones de Padres Capuchinos de la Provincia de Venezuela. Tras una intensa labor, en 1690 dejó el curato de la villa de San Carlos para continuar su labor misional, objetivo que se frenó por la oposición de otras ordenes -franciscanos, dominicos y jesuitas- ávidas por conseguir encomiendas de indios.
3.-Bibliografía
El resumen muy apresurado de la vida de fray Pedro de Berja se ha extraído de las siguientes obras que profundizan sobre su obra y vida:
* Carrocera, fray B. de:
Misiones de los padres capuchinos: documentos del gobierno central de la unidad de la Rosa en la explotación, población…evangelización…de las antiguas provincias españolas hoy República de Venezuela… siglos XVII y XVIII y XVIII, dirigido por F. Rionegro, Pontevedra, 1929.Misión de los capuchinos en Cumaná, Caracas, 1958.
Misión de los capuchinos en los Llanos de Caracas, Caracas, 1972.
Misión de los capuchinos en Guayana, Caracas, 1979.
Lingüística indígenas venezolana y los misioneros capuchinos, Caracas, 1981.
* Matallana, fray B.: Labor de los padres capuchinos en la misión del Caroní, Caracas, 1945.
* Morón, G.: Breve historia de Venezuela, Madrid, 1979.
* Por Venezuela indígena de ayer y hoy: relatos de misioneros capuchinos en viaje por la Venezuela indígena, durante los siglos XVII, XVIII y XX, recopilación y notas de fray C. de Armellada, Alcalá de Henares, 1960.
* Rionegro, F. Mª. de (O.F.M.):
Relaciones de las misiones de los PP. Capuchinos en las antiguas provincias españolas, hoy República de Venezuela, 1650-1817: documentos inéditos de los siglos XVII y XVIII, Sevilla, 1918.Orígenes de las misiones de los PP. Capuchinos en América: documentos, 1646-1692, Pontevedra, 1930.
* Rumazo González, A. y J. Carrillo Moreno: Personajes ilustres de Venezuela, Caracas, 1968; Relaciones históricas de las misiones de padres capuchinos de Venezuela (siglos XVII y XVIII).
Notas al pie
1 No hay trabajos específicos sobre esta casa seráfica, no así referencias sobre temas específicos, tanto a la arquitectura de su iglesia y convento, como al hospital que regentó la orden. Vid. M.L. López Muñoz, “La fundación del hospital del Divino Pastor de Ugíjar y su relación con elhospital de Jesús Nazareno de Córdoba”, Actas del Congreso Internacional Cristóbal de Santa Catalina y las cofradías de Jesús Nazareno, Córdoba, 1991, t. I, pp. 233-249 y J. Sánchez Real, “La arquitectura de La Alpujarra: un patrimonio poco conocido”, Actas de las I Jornadas de Patrimonio de la Alpujarra. Legado arquitectónico y turismo rural, Almería, 2000, pp. 61-98.
2 La orden de los franciscanos menores capuchinos se creó en 1525, segregándose del tronco de los hermanos menores observantes para volver a reivindicar los humildes comienzos en eremitorios y pequeños conventos. En 1528 recibieron de manos del papa Clemente VII la bula Religionis Zelus, por la cual nacía la orden. Entre otras cosas, se les concedió vestir el hábito marrón con capucho largo y piramidal y llevar barba, como signo de pobreza, sencillez y austeridad, además de las sandalias y el cordón característico de la orden seráfica. Así, para evitar contradicciones, rápidamente establecieron una legislación concreta en la que fijaron modelos concretos para sus iglesias, que debían ser "pequeñas, pobres y honestas (…), según la santísima pobreza”. Su apostolado caritativo y social les hizo penetrar rápidamente en las clases humildes, siendo conocidos como “frailes del pueblo”. Para el caso granadino no hay estudios de historia específicos, remitiendo al lector para mayor conocimiento de esta orden, a las publicaciones periódicas más conocidas de la misma: Monumenta Histórica; Biblioteca Seeraphica-Capucina y Colectanea Bibliographica Franciscana.
3 Los Benavente provenían de Medina de Río Seca, quienes se asentaron en la villa en la cabeza de Juan Benavente, posiblemente padre o abuelo del que aludimos con idéntico nombre. Los Molina eran originarios de Linares, donde se asentaron en cabeza de Gonzalo de Molina el viejo [V. Sánchez Ramos, “El origen de los repobladores de Berja (siglo XVI)”, Farua, 3 (2000), p. 64.]. Este último personaje –probablemente padre o abuelo de la aludida- se hizo famoso en la localidad por negociar con dos ermitaños la venta del Santuario de Ntra. Sra. de Gádor [V. Sánchez Ramos, María Santísima de Gádor. 400 años de historia mariana, Almería, 1994, p. 58].
4 De su aceptación en la localidad da cuenta, por ejemplo, la familia Marín, linaje que contó prácticamente en dos generaciones con tres miembros ordenados: fray José Marín y sus sobrinos carnales (hijos de su hermano Bartolomé Marín Villalobos), fray José de Berja y fray Nicolás de Berja. Vid. V. Sánchez Ramos, “Los Marín: de La Alpujarra a Almería”, Revista de Humanidades y Ciencias Sociales del I.E.A., 19 (2003-2004), p. 191 y 201.
5 Archivo Histórico Provincial de Almería, P-679, ff. 381r-382v.
6 Hija de Antón Castro de la Peña y de Quiteria González, ambos naturales y vecinos de Berja. Archivo de la Curia Eclesiástica de Granada, Expedientes Matrimoniales, Leg. 1681-C
7 El convento de Motril fue erigido en 1641 y estuvo muy relacionado con el convento de
Granada (fundadoen 1614). Vid. E. Chacón Cabello O.F.M.,"Fundaciones conventuales de la antigua provincia franciscano-capuchina de Andalucia",enloscapuchinos y la Divina Pastora, Córdoba, 2004, p. 214.
Berja, 1629-San Carlos de Austria 1704
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Re: Gobernación y Diócesis de Venezuela
Mapa de la Gobernación y Diócesis de Venezuela:
http://hispanismo.org/attachment.php...tid=7770&stc=1
La Jurisdicción Civil de la Gobernación llegaba hasta la Provincia de Maracaibo. La Provincia de Maracaibo y las Islas de Aruba, Curazao y Bonaire, antes de pasar a los holandeses, pertenecían al Obispado de Venezuela.
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Re: Gobernación y Diócesis de Venezuela
La Iglesia crece en Venezuela: Nueva vicaría en gran barrio de Petare
La Congregación Apostólica de Marta y María asume la vicaría San José para un sector que parece olvidado
24.03.2015
http://hispanismo.org/attachment.php...tid=7771&stc=1
“Para nosotros es un reto trabajar en estos sectores que parecen olvidados, y donde imperan las necesidades materiales y espirituales”, dijo la hermana Bernarda Galicia Cruz, quien en compañía de cinco religiosas de la Congregación Apostólica de Marta y María, originaria de Guatemala, asumió el 22 de marzo la recién creada vicaría “San José”, asentada en Petare, el barrio más grande de América Latina.
La responsabilidad fue asignada por el arzobispo de Caracas, el cardenal Jorge Urosa Savino, según leyó en el decreto de creación el sacerdote operario Luis Josué Chaparro, responsable de la parroquia de Sagrado Corazón de Jesús, de la cual brota la nueva vicaría.
“Al principio nos vinimos con mucho susto, pero con mucha fe, arriesgando nuestras vidas porque sabemos que estamos haciendo un bien para las comunidades”, dijo la religiosa, cuyo menudo tamaño no le negó el gran corazón y empuje misionero que despliega en las apretadas calles de estos conglomerados humanos.
Las religiosas llegaron a este sector el 15 de junio de 2014, recordó la Hermana Bernarda, cuyas palabras también trajeron a la memoria a Madre Ángela Eugenia Silva Sánchez, fundadora de la congregación, quien “tuvo la dicha y el honor de caminar por las escaleras, visitando las capillas y las comunidades”.
“Los pies de ella han quedado marcados en esas escaleras. La santidad de esta mujer es la que a nosotros nos da fuerza, valor y entusiasmo para trabajar en los lugares más escondidos del mundo”, señaló la religiosa guatemalteca.
“Allí donde hay mucho miedo, es la fortaleza de Dios la que nos conforta”, acuñó la Hermana Bernarda, dejando abierta la posibilidad de que en esta Semana Santa su labor misionera sea un claro testimonio de Jesucristo en estas tierras de Venezuela.
Pedirle más obreros al Señor
Monseñor Fernando Castro Aguayo fue el responsable de presidir la Eucaristía en la que se leyó al decreto de creación de la vicaría. “Antiguamente era conocida como ‘Centro de Evangelización Barrios Unidos’, habiendo sido fundada por los Salesianos de Don Bosco”, recordó el obispo auxiliar de Caracas durante la homilía.
Indicó que la Congregación de Marta y María estará encargada de los trabajos pastorales de la zona, que comprende no menos de quince barrios y sectores. “En un futuro ésta pudiera ser una nueva parroquia”, dijo. “Petare necesita otras quince parroquias, pero debemos pedirle al Señor que envíe más obreros a la mies”, acotó.
Por su parte, el padre Luis Chaparro, también arcipreste de la zona, reconoció que esta creación es consecuencia del trabajo aportado por muchos religiosos, religiosas y laicos desde hace 42 años, cuando los salesianos se vincularon con los vecinos.
Es un"pueblo pobre, olvidado, maltratado, humillado muchas veces, ajusticiado sin razón o con razón, en el que muchos hombres son víctimas de la violencia en nuestro sector, pero hoy podemos decir que tenemos una buena noticia”, expresó el operario.
La Congregación Apostólica Marta y María fue fundada por monseñor Miguel Ángel García Aráuz y la Madre Ángela Eugenia Silva Sánchez en 1979 en la diócesis de Jalapa de Guatemala.
Comentó la Hermana Bernarda que los fundadores distinguieron al Instituto con el nombre de Marta y María (las hermanas de Lázaro), según los dos principios que rigen sus vidas: la contemplación de los misterios divinos, presentes en María; y la acción apostólica en el servicio a los semejantes, asociados a Marta.
El barrio más grande de Latinoamérica
Petare es un pueblo del estado Miranda, en Venezuela, fundado el 17 de febrero de 1621, por el capitán Pedro Gutiérrez de Lugo y el padre Gabriel de Mendoza, teniendo su acta de nacimiento como Dulce Nombre de Jesús de Petare.
Aun cuando conserva su casco colonial para dar cuenta de una historia propia, desde hace mucho tiempo dejó de ser un pueblo según el concepto tradicional, para convertirse en la barriada más grande de América Latina, agrupando más de cuatrocientos barrios y poco más de un millón de habitantes.
Actualmente está conformado por nueve parroquias eclesiásticas, y la más antigua se llama “Dulce Nombre de Jesús”, siendo fundada en 1704. Una más reciente, de 1964, llamada “Sagrado Corazón de Jesús”, tuvo el honor de ver crecer de sus entrañas a la nueva vicaría “San José”, ubicada en el sector “Primero de Noviembre”.
http://m.aleteia.org/es/religion/not...09654953525248
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Re: Gobernación y Diócesis de Venezuela
Capitanes Generales de Venezuela en la Epoca de la Colonia
La epoca colonial comienza con el descubrimiento (o encuentro como se le ha dado por llamar ahora) en 1492 (1498 en Venezuela) y termina con la independencia en 1810.
La primera parte de este período consiste básicamente en lo que se podría llamar La Conquista, es decir, la época de guerra contra los indígenas, que culminaron con el exterminio o masacre de nuestros aborigenes.
La segunda parte del período colonial corresponde al desarrollo y población del territorio por parte de los españoles y negros y su mezcla con los indígenas. Durante el siglo XVI se calcula que arribaron a la Provincia de Venezuela unos cinco mil españoles y trece mil negros.
Provincia de Venezuela o Caracas
El nombre de Venezuela aparece por primera vez en 1500 en el mapa de Juan de la Cosa. En 1528 es utilizado para acotar un territorio que se da en capitulación a los Welzer. Desde ese momento depende de la Real Audiencia de Sto. Domingo. En 1717, cuando es creado el Virreinato de Nueva Granada, se adscribe a ésta, "por razones de congruencia". En 1723 se suprime el Virreinato y se decide que todo corra "según su antigua planta", pero el poder judicial se sigue ejerciendo en Bogotá. En 1726 se ordena, sin embargo, que Santo Domingo reasuma la jurisdicción de Caracas. En 1739 se restablece nuevamente el Virreinato neogranadino y se le agregan las provincias de Caracas, Maracaibo, Cumaná, Guayana, Río Orinoco, Trinidad y Margarita, sin embargo Caracas sigue dependiendo judicialmente de Sto. Domingo. Tres años después, en 1742, se vuelve a separar a Caracas de Sta. Fé, retornando a su antiguo estado de provincia exenta (dependiente exclusivamente de España), excepto en el orden judicial que seguía residiendo en Sto. Domingo.
L as Provincias.-
Al finalizar el siglo XVII las provincias que hoy conforman Venezuela eran las siguientes:
Venezuela, que incluía lo que hoy son el Dto. Federal y los estados Miranda, Aragua, Carabobo, Lara, Falcón, Yaracuy, Trujillo, Cojedes y Portuguesa. El estado Zulia pertenecía también a la provincia de Venezuela hasta 1676, año en que se anexó a la de Mérida y La Grita. La provincia tenía gobierno metropolitano y capitanía general propios y dependía jurídicamente de la Real Audiencia de Santo Domingo.
Margarita, actual estado Nueva Esparta. Dependía jurídica, política y militarmente de la Real Audiencia de Santo Domingo.
Trinidad y Guayana, Isla de Trinidad (que en 1797 fue conquistada por los ingleses), el actual estado Bolívar, Amazonas y Amacuro. Tenía capitanía general propia y dependía de la Real Audiencia de Santa Fé (actual Colombia).
Nueva Andalucía o Cumaná, actuales estados de Sucre, Anzoátegui y Monagas. Tenía gobierno político y militar propio y dependía jurídicamente de la Real Audiencia de Santo Domingo.
Mérida y La Grita (luego Maracaibo), Los actuales estados Mérida, Táchira, Barinas, parte de Apure y Zulia. Durante el siglo XVII dependió política y jurídicamente de la Real Audiencia de Santa Fé. En lo militar dependía también de la misma Audiencia hasta 1622, pero de allí en adelante tuvo capitanía general propia.
Capitanía General de Venezuela
La palabra "Capitanía" refleja en sí misma el hecho que corresponde al ejercicio del poder militar. Así, en la creación de la provincia de Venezuela en 1528 al título de Gobernador que se le otorga a los Welzer, se le añade el de Capitán General, refiriéndose, sin dudas a su autoridad sobre el ejército.
El antecedente de la organización de la provincia de Venezuela es la capitulación de 8 de junio de 1501 firmada con Alonso de Ojeda, en virtud de la cual, dos días después, se le extiende el título de Gobernador de la provincia de Coquibacoa, con lo que la Corona da un nuevo rumbo a la expansión colonizadora, separándola de las manos de Cristóbal Colón y orientándola a la búsqueda de la ruta de la especiería, del acceso al mar del sur.
La jurisdicción concedida a Ojeda abarca desde el Cabo de la Vela hasta Maracapana. Al oeste se extiende más allá de la península de la Guajira, lindando con la gobernaciónde Santa Marta hasta 1681, cuando la jurisdicción de la ciudad de Maracaibo, que incluye el área de la hoya del lago, es anexada a la provincia de Mérida y La Grita, y pasa a depender de la Audiencia de Santa Fe.
Arriba a Coro el 24 de febrero de 1529 al frente de una escuadra formada por tres navíos y una carabela con soldados reclutados en España y Santo Domingo. Allí estaba Juan de Ampíes poblado desde 1527. Su autoridad proviene de la capitulación firmada entre el Rey y los banqueros alemanes llamados Belzares el 27 de marzo de 1528 con el objeto de explorar y poblar los ignotos territorios recién descubiertos; son ellos quienes eligen de entre sus filas al Gobernador, designación posteriormente formalizada por la Corona.
Hasta principios de agosto de 1529, ordena el gobierno y dota a la ciudad de cabildo, a cuyo cargo deja a su teniente Luis Sarmiento y emprende su primera expedición durante la cual, en busca del mar del sur, establece el núcleo de lo que será Maracaibo, explora la península de la Guajira y vuelve a Coro en junio de 1530. Durante su ausencia llegan a la ciudad en enero Nicolás Federman y en abril Hans Seisenhoffer, quien sustituye a Sarmiento y luego entrega el mando al titular. Pero éste, enfermo, parte a Santo Domingo y deja encargado a Federman. Sanado, vuelve a Coro y encuentra que este último ha partido en una expedición no autorizada dejando al frente a Bartolomé de Santillana.
Esta es una recopilacion donde se han seleccionado todos los Gobernadoredes de provincia desde que España asumio el mando de los territorios descubiertos por Cristobal Colon, empezando con Juan de Ampies cuando por orden de la Corona le entrego a Nicolas de Federman en representacion de los banqueros Alemanes llamados Belsares o Welsares y hasta la primera caida del imperio español el 19 de abril de 1810, en manos del Capitan General de Venezuela Vicente Emparan y Orbe.
1. Ambrosio Alfinger
En el año 1530, los socios de la empresa capitulada, Ehingers y Welsers, se separan y quedan sólo estos últimos dirigiendo la empresa, a cuya solicitud el Rey ratifica a Alfinger como titular del cargo e1 4 de abril de 1531, y en esta condición parte de nuevo al interior del país, e1 9 de junio llega a Maracaibo con 130 hombres a pie y 40 a caballo, toma rumbo a Valledupar, recorre el río Magdalena y alcanza Pamplona y Cúcuta. Pero muere en el trayecto el 1 de junio de 1533 y la expedición regresa por la vía del sur del lago con Pedro San Martín al frente, quien, una vez en Coro, con el apoyo del cabildo depone a Santillana y asume el control.
Al año siguiente llega el obispo Rodrigo Bastidas como interino. En medio de este desbarajuste, el cabildo envía una representación a España para aclarar la situación que atraviesa la provincia. Seis meses después, Bastidas vuelve a Santo Domingo dejando a cargo a Alonso Vásquez de Acuña. En este período se reconoce el territorio, se estabiliza el reducido núcleo poblador de Coro y desaparece el poblado de Maracaibo. En particular, el teniente Federman, destacado capitán de estas primeras exploraciones y autor de una obra sobre el período,reconoce la altiplanicie de Lara y los llanos aledaños. El juicio de residencia del Gobernador revela que actuaba despóticamente tanto con sus subordinados como con los indígenas.
2 Jorge de Espira
Nombrado el 28 de septiembre de 1534, parte de Sanlúcar de Barrameda con 600 hombres, entre españoles, alemanes, flamencos y hasta ingleses. Arriba a Coro el 6 de febrero de 1535; parte en expedición al sur el 15 de mayo con 490 hombres, de los cuales regresan el 27 de mayo de 1538, sólo 150. Ha dejado encargado a Federman, quien a su vez, sale hacia los llanos a finales de 1537, cruza el Apure y el Meta y asciende a la meseta de Bogotá,
donde coincide con Gonzalo Jiménez de Quesada y Sebastián de Belalcázar, llegados por otras vías. Allí firman un pacto el 17 de mayo de 1539, mediante el cual cede al primero de ellos el privilegio fundacional el 27 de abril y se retira a Cartagena, rumbo a España, de donde no volverá.
Mientras tanto, el titular encuentra en Coro al juez de Residencia Antonio Navarro, quien lo suspende del mando. Sin embargo, a fines de 1538 es ratificado y muere en Santo Domingo el 11 de junio de 1540 mientras preparaba una nueva expedición. Lo sustituye el interino Juan de Villegas, a quien sucede el también interino obispo Bastidas, ambos nombrados por la Audiencia. Éste, a su vez, encarga a Felipe de Hutten, quien parte al interior con 50 hombres a pie y 100 a caballo mientras en Coro se alternan los interinos: Diego de Boiza, a comienzos de 1542, y Enrique Rembold, quien muere a inicios de 1544 dejando al frente a los alcaldes del Cabildo.
Luego, la Audiencia designa el 25 de octubre de 1544 como juez de Residencia al licenciado Juan de Frías, quien nombra Teniente a Juan de Carvajal, fundador de El Tocuyo el 7 de diciembre de 1545, acontecimiento que significa un punto de inflexión en el curso histórico de la provincia: se inicia el proceso poblador y va quedando atrás la época de las exploraciones. El 24 de abril de 1546, Hutten, Capitán General por delegación de Bastidas, arriba a El Tocuyo, donde se enfrenta a su fundador, Gobernador por delegación de Frías. Este último embosca a aquél y lo asesina, acontecimiento con el cual se cierra el intenso e inestable ciclo inicial de la vida institucional de la provincia, dominado por los alemanes.
3. Juan Pérez de Tolosa
Licenciado, nombrado el 2 de septiembre de 1545, gobierna la provincia hasta su muerte en el Cabo de la Vela en diciembre de 1550. El 28 de mayo de 1546 está en Santo Domingo, el 11 de junio en Coro y el 20 de julio en El Tocuyo, donde inicia el proceso de residencia al interino Juan de Carvajal y a su teniente Juan de Villegas. El primero es condenado y se le ahorca el 16 de septiembre; el segundo absuelto, liberado de prisión y ratificado en el Cargo el16 de abril de 1547. Además, levanta un expediente sobre la azarosa gestión de los gobernadores alemanes que le precedieron.
Juan de Villegas, quien en mayo de 1539 había sido Alcalde Mayor y Procurador del Cabildo de Coro y, durante la segunda mitad del año 1540, había asumido la gobernación como interino tras la muerte del titular Espira. La
Audiencia de Santo Domingo lo ratifica al frente de la Gobernación, también como interino el 14 de junio de 1549 y el Consejo de Indias el 18 de junio de 1550. Permanece en el cargo hasta su muerte, posiblemente el 11 de agosto de 1553 en Nueva Segovia, ciudad fundada por él dos años antes. Parece ser que le sucede el interino Alonso Pérez de Tolosa.
4. Alonso Arias de Villasinda
Licenciado, nombrado el 4 de diciembre de 1551, toma posesión del cargo el 12 de junio de 1553 Y gobierna la provincia hasta su muerte, ocurrida en Coro en febrero de 1557. Durante su periodo combatió a los indios jirajaras. En 1553 mandó fundar la ciudad de Valencia; en 1554, la Villa de las Palmas en el Real de Minas de Buria, donde al año siguiente, se establece el pueblo de Nirgua; en 1556 ordenó el traslado de la ciudad de Nueva Segovia al valle del rio Barquisimeto.Después Gutierrez de la Peña es nombrado por la Audiencia con carácter de interino en 1558.
5. Pablo Collado
Licenciado, nombrado el 13 de febrero de 1558, arriba a Coro el 2 de agosto de 1559. Gobierna la provincia hasta el 24 de noviembre de 1561. Envió a Diego García de Paredes a someter a los indios cuicas en la región de Trujillo, y a Francisco Fajardo, Pedro de Mendoza y Juan Rodríguez Suárez contra los indios Caracas en el valle del río Guaire. Durante su gobierno incursionó en la provincia el "tirano» Lope de Aguirre con sus seguidores "marañones", con los cuales atacó Borburata, Valencia, Barquisimeto y otros pueblos más causando muertes y destrucción.
6. Alonso Pérez de Manzanedo
Licenciado, Regidor del cabildo y abogado en la Real. Audiencia de Santo Domingo, nombrado el 26 de octubre de 1561, arriba el 24 de noviembre siguiente a Coro. Hombre de avanzada edad, muere el 23 de junio de 1563, tras encargarse de mudar nuevamente el emplazamiento de Nueva Segovia, y tomar el juicio de residencia a Bernáldez, a quien la Audiencia elige nuevamente como interino después de un breve periodo durante el cual se encargan los alcaldes del cabildo. Éste dedicó sus esfuerzos a combatir la oposición indígena que impedía ocupar el valle de Caracas.
7. Pedro Ponce de León
Nombrado en 1564, asume el gobierno provincial e1 8 de mayo de 1566 hasta el 23 de junio de 1569. Durante este período, Borburata Y Coro son atacados por corsarios extranjeros, los que actúan ante las escasas defensas con que cuenta la provincia, además se dedican activamente al contrabando. Los hechos resaltantes de su gestión son la fundación de Caracas en 1567, por su teniente Diego de Losada, y de la Ciudad Rodriga de Maracaibo por Alonso Pacheco a mediados de 1569. Le suceden primero los alcaldes de las ciudades y luego el interino enviado por la Audiencia Francisco Hemández de Chávez.
8. Diego de Manzariegos
Fundador de Chiapas y gobernador de Cuba hombre de avanzada edad gobierna la provincia entre el 5 de diciembre de 1570 y el 8 de mayo de 1576. Pasa los dos primeros años de su periodo en coro pero durante el resto se instala en Nueva Segovia de Barquisimeto. En una comunicación el rey de 29 de octubre de 1671 le informa que la extensa provincia cuenta solo con ocho pueblos de españoles 500 vecinos y cien indios. Tenido por buen administrador, se preocupó por hallar rutas de comunicación entre el lago de Maracaibo y el nuevo Reino de Granada, hacia Pamplona por vía fluvial y hacia Río de el hacha por tierra; solicita que vengan navíos a las costas de la provincia, misioneros para atender la indiada, esclavos para minas y obrajes, y elementos de defensa contra los corsarios. El 21 de febrero de 1576 convocó en Nueva Segovia un encuentro de los procuradores de los cabildos de la provincia.
9. Juan de Pimentel
Toma posesión del cargo en el pueblo de Caraballeda e18 de mayo de 1576. De inmediato se traslada a Caracas e inicia desde allí el juicio de residencia a las autoridades que le precedieron. En lo sucesivo los gobernadores de la provincia despacharán desde Caracas, convertida así desde entonces en la indiscutida capital del territorio provincial y luego republicano sin solución de continuidad. En una carta al Rey afirma que allí debe establecerse el gobierno provincial porque en «esta provincia de Caracas y término desta ciudad se saca oro aunque poco es más que todo lo desta gobernación». Terminado su periodo, permanece en ella, donde se casa con una hija del gobernador Luis de Rojas llamada María Guzmán, quien fallece al dar a luz a su primer hijo. Protegió a los indios de los abusos de los encomenderos, recorrió la provincia e inventarió sus recursos. Estimuló las comunicaciones con el exterior: prosiguió la búsqueda de una vía fluvial de acceso al Nuevo Reino desde el sur del lago deMaracaibo, tarea encargada a Juan Guillén de Saavedra, y de una terrestre desde el norte; e impulsó el proyecto de proveer a la provincia de una flotilla de galeras para recorrer las costas hasta Santa Marta. Apoyó decididamente las actividades eclesiásticas y misionales. Gobernó hasta el 21 de noviembre de 1583; al tomársele la residencia no se hicieron cargos en su contra. Hombre piadoso, pasó sus últimos años en las órdenes sagradas», es decir, recluido en un monasterio.
10. Luis de Rojas
Gobernador de Santa Marta, asume el cargo en Caracas el 21 de noviembre de 1583 hasta mediados de 1589. Durante su gestión se enfrentó al cabildo cuaqueño, a la Audiencia y al clero. Se dedicó especialmente al arreglo y ornato de Caracas. Enfrentó sublevaciones de negros cimarrones y de indios. Envió a Garci González de Silva al sur contra los caribes de los llanos del Guárico y a Cristóbal Cobo al oriente contra los cumanagotos de la depresión del Unare. En comisión suya, Sebastián Díaz de Alfaro funda San Sebastián de los Reyes en 1585. Parece ser que, después de culminar su período, estuvo preso por algún tiempo; permanece en Caracas, donde muere poco antes de septiembre del año 1600.
11. Diego de Osorio
Contando con 15 años de servicios en Flandes y en las galeras de Italia y España, se desempeñaba militarmente en Santo Domingo cuando fue nombrado Gobernador, el 24 de diciembre de 1588. Asume el cargo en Caracas a mediados de 1589 Y lo ejerce durante más de ocho años, hasta el 7 de abril de 1597. Llega a Tierra Firme blindado por el Rey, quien mediante Real Cédula de 5 de febrero de 1589 lo exime del juicio de residencia.
En la primera relación de la provincia que envía al soberano señala que cuenta con nueve pueblos de españoles y unos 40.000 indios. Destaca capitanes contra los de occidente, donde halla la vía fluvial que comunica al lago de Maracaibo con Pamplona; enfrenta personalmente el levantamiento de 1591 de los de Nirgua, que asaltaron la expedición de Garci González de Silva hiriendo a éste, y rechaza el intento de invasión a la capital del pirata Amias Prestan en 1595.
Bajo su gestión se fundan el puerto de La Guaira en 1589 y la ciudad de Guanare en 1591. Estableció los regidores perpetuos en el Cabildo de Caracas, ordenó archivos, dictó ordenanzas, repartió tierras, asignó ejidos y congregó indios en pueblos de doctrina, esto es, con cabildo propio y cajas de comunidad. El 13 de junio de 1596 fue ascendido al designarsele Gobernador de Santo Domingo y Presidente de su real Audiencia. Murió allí en 1601.
12 Gonzalo de Piña Ludueña
Gobierna la provincia desde e17 de abril de 1597 hasta el 28 de marzo de 1600, cuando muere en el ejercicio del cargo. Realizó una visita a las para entonces once ciudades de su jurisdicción y adelantó gestiones ante la Audiencia de Santo Domingo para reservarse el nombramiento de sus tenientes en ellas. Tras su muerte se encargan del gobierno caraqueño los alcaldes ordinarios y luego del de la provincia el interino designado por la Audiencia Alonso Arias Vaca, hijo del gobernador Alonso Arias de Villasinda, quien ejerce el cargo desde Coro donde se desempeñaba como Teniente de los sucesivos gobernadores desde hacía 22 años.
13. Alonso Suárez del Castil1o
Con 30 años de servicio en Indias, durante los últimos se desempeñaba en la provincia de Margarita como Procurador General de sus cabildos y de las granjerías de perlas. Arriba a La Guaira el 25 de julio de 1602 Y el día 28 siguiente aparece en Caracas ante el cabildo a tomar posesión del cargo, en cuyo ejercicio se mantiene durante poco menos de un año, hasta el 21 de junio de 1603, cuando muere mientras se encontraba en Barquisimeto.
14. Sancho de Alquiza
Capitán de la Armada en Bretaña y luego en Indias, ha estado en La Habana y en Cartagena como Sargento Mayor. Asume el cargo en Maracaibo e17 de febrero de 1606 hasta el 1 de junio de 1611. En la región del lago declara una guerra sin cuartel contra los indios zapatas, a cuyo cargo deja a Juan Pacheco Maldonado; en Trujillo, entonces la segunda ciudad más poblada de la provincia, intenta organizar a los cuicas en pueblos; somete a los de Nirgua y arriba a Caracas. Allí adelanta objetivos municipales como el acueducto de la ciudad; pone especial celo en reorganizar la Real Hacienda, descuidada por el anciano Simón de Bolívar, embargando bienes y llevando a prisión a ricos hacendados y miembros del cabildo que adeudan cuantiosas sumas.
15. García Girón
Gobierna la provincia desde e11 de junio de 1611 hasta el 15 de junio de 1616. Enfrentado el recurrente problema de los «levantiscos» indios de Nirgua, envía al capitán Gaspar de Silva con instrucciones de usar, en lugar de la violencia, medios diplomáticos para su pacificación, lo cual parece no haber dado resultados. En el juicio de residencia que hace a su predecesor asegura que éste exterminó gran parte de la población indígena de la provincia, por lo cual no se trabajan las minas y la provincia se halla pobre y acabada. Enfrentó también la hostilidad del obispo Fray Diego de Bohórquez. Se esforzó en poner al día la siempre problemática Real Hacienda y en fomentar la agricultura.
16. Francisco de la Hoz Berrio
Hijo del fundador de Guayana y nieto del creador del Nuevo Reino de Granada, asumió el cargo el 15 de junio de 1616 Y dejó al frente del gobierno regular en Caracas a su teniente Pedro Gutiérrez de Lugo el 16 de septiembre siguiente, mientras comienza una visita general que duró durante el resto de su periodo, hasta el 14 de julio de 1621. Este Gobernador itinerante ordena la Hacienda, mantiene buenas relaciones con el nada fácil obispo Bohórquez y su sucesor, fray Gonzalo de Angulo, y sobre todo emprende un proceso de institucionalización de la condición indígena: fundó, o refundó, 50 pueblos de indios y constituyó una Junta Redactora de unas Ordenanzas que regulaban su vida pública, compuesta por representantes de cada una de las 10 ciudades más importantes de la provincia, que, reunidos en Trujillo e1 9 de marzo de 1621, sancionan tales provisiones. Allí se halla todavía el Gobernador al momento de la llegada de su sucesor.
17. Juan Tribiño Guillamas
Designado el 5 de diciembre de 1620, tomó posesión del Cargo ante el Cabildo de Caracas el 14 de julio de 1621, en el que estuvo hasta su muerte, ocurrida menos de dos años después, el Lunes Santo 10 de abril de 1623. Ese día asumieron el gobierno los a1caldes ordinarios de Caracas. Mientras tanto, la Audiencia de Santo Domingo designó como interino a Diego Gil de la Sierpe, quien apareció el 12 de septiembre siguiente en Coro y en noviembre estaba en Caracas, donde el cabildo lo desconoce, reduce a prisión y remite a España, asumiendo nuevamente el gobierno. El edil líder de esta rebelión es Alonso Félix de Aguilar, casado con una hija del entonces anciano pero aún influyente Garci González de Silva.
18. Juan de Meneses y Padilla
Marqués de Marianela, Caballero de la Orden de Santiago, Gentilhombre del Archiduque Alberto, entre otras cosas; nombrado Gobernador en Madrid el 27 de octubre de 1623. El acontecimiento público más importante de este período fue, sin duda, el allanamiento y pacificación del territorio de Nirgua, secular, costoso y difícil problema enfrentado por los gobernadores venezolanos prácticamente desde un siglo atrás,
19. Francisco Núñez Meleán
Nombrado e1 9 de abril de 1629, asume el gobierno provisional el 19 de junio de 1630. Días antes, el 28 de mayo, solicita que la Audiencia se abstenga de tomar residencia durante su gestión. Hombre de mar, en 1631 organiza y despacha una escuadra para buscar a los holandeses que se habían apoderado de la isla de la Tortuga. Organizó y fomentó la explotación de las minas de cobre de Cocorote y Aroa, para lo cual solicitó a España herramientas y fundidores desde 1633. Se querella con el obispo Gonzalo de Angulo, a quien acusa ante la Audiencia por excederse en sus funciones y por negarse a residir en su iglesia catedral de Coro. Muerto éste a fines de año, lo sustituye Juan López Agurto de la Mata, quien traslada definitivamente la sede del Obispado, esto es el gobierno eclesiástico, a Caracas.
20. Ruy Fernández de Fuenmayor
Capitán nombrado en 1636, asume el gobierno de la provincia un año después, el 28 de octubre de 1637 y se mantiene en el cargo hasta el 23 de marzo de 1644. Su período se caracteriza por la lucha contra los piratas, que invaden el lago de Maracaibo en 1640 y 1643, Y La Guaira en 1642. También enfrentó una tenaz oposición del obispo fray Mauro de Tovar, conflicto que alcanzó proporciones escandalosas. Además tuvo encuentros con el fiscal de la Audiencia Francisco de Alarcón, quien todavía en marzo de 1638 se encontraba en la provincia tomando la residencia de su antecesor. A las dificultades de su gestión se añadió un hecho natural: el terremoto de la mañana del martes 11 de junio de 1641, cuyos efectos obligaron al Cabildo de Caracas a sesionar en el pueblo de Chacao el día 15 siguiente, «por no haber otra parte por estar la ciudad asustada con el temblor». Ya este Gobernador había tenido problemas con el cuerpo edilicio de la capital sobre las preeminencias que éste se negaba a guardarle, según consta en una información que remitió a la Audiencia el 15 de junio de 1639. En el ejercicio del cargo contrajo matrimonio con la caraqueña Leonor Jacinta Vásquez de Rojas.
21. Marcos Gedler y Calatayud
El 28 de enero de 1643 se expidió en Madrid, España, el título de Gobernador y Capitán General a Calatayud; en ese mismo día se le nombró Juez de Residencia. Gedler y Calatayud se presenta en Maracaibo el 29 de febrero de 1644, para luego dirigirse a Caracas, donde no será sino hasta 1645 cuando será recibido por el cabildo capitalino. la noticia de la llegada de Gedler y Calatayud es motivo de nuevos conflictos y enfrentamientos con fray Mauro de Tovar, el irascible señor Obispo. El 16 de marzo de 1644 el cabildo hace constar en su Libro de Actas cómo el depositario general Domingo de Vera Ibargoyen da la noticia de que el nuevo Gobernador "había llegado a la laguna de Maracaibo se esperaba llegase a esta ciudad con brevedad". De tal modo, el Procurador General Melchor de la Riba fue enviado a hablar con el Obispo para pedir le "diese licencia para que los oficiales de carpintería y albañilería y peones que están ocupadas en la fábrica de una casa que este cabildo está fabricando para la vivienda de dicho señor don Marcos Gedler y Calatayud y sala de Cabildo pudiesen trabajar los días festivos, mediante a la brevedad de tiempo ya que este Cabildo no ha podido acudir al reparo de las que cayeron con el terremoto por no tener recursos propios para costearlas. "El Obispo se niega y agrega a la negativa" que cuando este Cabildo quisiere pedirle algo le enviasen unos emisarios porque lo contrario era muy grande desvergüenza, porque cuando no fuera por Obispo, por fray Mauro de Tovar se le debía, esto enojó de tal manera a los capitulares que deciden presentar queja al Rey "pidiéndole el remedio con todo encarecimiento como lo esperan de su Real mano, que a no hacerla así largarán sus oficios, pues, por lo particular de quien es cada uno de los capitulares, no padezcan los ultrajes que han merecido en diferentes ocasiones.» El período de Gedler, por lo tanto, se mantiene con una fuerte pugna entre el Gobernador y el Obispo, conflictos que venían desde los tiempos del gobernador Ruy Fernández de Fuenmayor, continuarán hasta 1653 cuando trasladan al polémico Obispo a la provincia de Chiapas (México), no sin demostrar, hasta el último momento su enfado y animadversión por los gobernantes y pobladores de estos parajes.
22. Pedro de León Villarroel
Fue nombrado en Madrid, para sustituir a Gedler y Calatayud, el 21 de enero de 1649 Villarroel tomó posesión el 24 de abril y gobierna hasta su muerte ocurrida el 14 de julio de 1651. El cabildo, al que una noticia como esta no dejará de agradarle por la posibilidad cierta de asumir el gobierno, informa del hecho: «a esta hora, que serán las cuatro y media de la tarde ha muerto, y fallecido el señor Maestro de Campo Pedro León Villarroel, Gobernador y Capitán General que ha sido de esta Provincia, como se está viendo por vista de ojos; y en conformidad de la Real Cédula en Toledo, a ocho de diciembre de mil y quinientos y sesenta años, les está cometido en el caso presente el gobierno de esta ciudad y su jurisdicción, que se les hace saber a los señores capitulares para que les conste.» En tal sentido, toman posesión del gobierno los alcaldes Bernabé de Silva y Juan del Corro, quienes gobiernan hasta diciembre; luego se nombra a los capitanes Agustín Gutiérrez de Lugo y Tomás de Gresala y Aguirre, quienes gobiernan hasta mayo. La Real Audiencia nombró como interino al capitán y sargento mayor Diego Franco de Quero, quien tomó posesión el lunes 13 de mayo de 1652; este Gobernador interino se encuentra al frente del cabildo el 16 de septiembre de 1653, pero ya no está para el 29 de diciembre, cuando --consta en el Libro de Actas Capitulares- se encargan nuevamente del gobierno los alcaldes Gonzalo de los Ríos Almendáriz y Melchor de la Riva Herrera.
23. Martín de Robles Villafañe
El Consejo de las Indias, en su reunión acostumbrada, decide proponer como sustituto de Gedler y Calatayud, una terna de personas de renombre: en primer lugar Martín de Robles Villafañe, en segundo a Enrique de Ávila y en tercero a Franz de Guzmán Toledo; para que sea el Rey quien tenga la última palabra. Villafañe arribó a La Guaira el 9 de agosto de 1653 y es recibido por el cabildo de Caracas el 13 de junio de 1654, en particular por los alcaldes Luis Arias Altamirano y Pedro Hurtado de Monasterios quienes tenían a su cargo el gobierno. Según José de Oviedo y Villafañe gobernó hasta su muerte el 20 de octubre de 1655.
24. Pedro de Porres Toledo y Vosmediana
Entre tres candidatos nuevamente se hizo la elección del nuevo Gobernador de Venezuela; Francisco de Castro, Juan de Salamanca y pedro de Porres Toledo, de los que salió favorecido el último. El título se le expide en Madrid el 14 de diciembre de1656 para sustituir a Robles Villafañe. Antes de su partida de Sevilla se informa al Consejo de Indias la llegada de don Luis de Quesada, quien venía de Venezuela con las quejas de los cabildantes acerca de las arbitrariedades del gobernador interino Vera y Moscoso; el Consejo envía despacho al Oidor de la Audiencia de Santo Domingo para que averigüe el caso y, simultáneamente, el gobernador Porres Toledo se enrumba a La Guaira. El 22 de julio de 1658, se anuncia la llegada de Porres a La Guaira y el 26 del mismo mes (rápidamente por el suceso con el interino Vera y Moscoso) se dirige a Caracas para presentar sus títulos ante el cabildo de Caracas; recibe del interino Vera, sin mayores adulaciones, la insignia Y el bastón de mando que retendrá hasta el 20 de diciembre de 1664. No fueron pocos los problemas de este Gobernador; consta que en su período hubo pestes, plagas, y sequías, lo que no sería un obstáculo para que Porres Toledo gobernara eficientemente y enfrentara las calamidades.
25. Félix Garci González de León
Como ya era costumbre, el Consejo de Indias (el 5 de diciembre de 1662) solicita una terna para decidir quién será el nuevo Gobernador en sustitución de Porres Toledo; de esta elección se sabe que fue hecha por voto secreto, por lo que no se conoce sino sólo el nombre de quien fue elegido definitivamente: el almirante don Félix Garcí González de León, Caballero de la Orden de Santiago. El nuevo Gobernador llegó a Caracas el 20 de diciembre de 1664 e inmediatamente tomó posesión ante el cabildo de Caracas. Gobernó la provincia de Venezuela hasta e1 9 de octubre de 1669. Como dato curioso podemos mencionar que el título de González de León será de los últimos documentos firmados por Fernando de Villegas.
26. Fernando de Villegas
El nuevo Gobernador ostenta el cargo de Contador, Juez Oficial Perpetuo de la Casa de Contratación de Sevilla y el título de Caballero de la Orden de Santiago, por lo cual le fue asignado el cargo de Gobernador y Capitán General de la provincia de Venezuela en Madrid el 2 de agosto de 1668, lo que incluye un préstamo de cincuenta mil pesos que Villegas le hizo a la Real Hacienda el 28 de febrero del mismo año. Villegas habría de tomar posesión del gobierno, por lo que decide esperar en Valencia la culminación del periodo de Garcí González de Leon; sin embargo, el propio Gobernador saliente, expide un auto explicando cómo el breve tiempo que queda no amerita la espera, pues los caminos están intransitables por el invierno y su esposa se encontraba enferma, por eso «cede en caso necesario (...) los pocos días que faltan de correr del tiempo de su gobierno para que dicho recibimiento (de Villegas) tenga toda justificación y ser lo que más conviene al Real servicio». El cabildo acepta la explicación y nombra comisarios para visitar al nuevo gobernante, quien se incorpora entonces al cargo, el 9 de octubre de 1669. En el año 1671, el Gobernador debe enfrentar personalmente un hecho que escandalizaría la provincia; un motín se presentó en la ciudad de Carora por parte de los vecinos, quienes se sentían ofendidos por los abusos de autoridad del Alcalde, por lo cual le dieron muerte. Villegas solucionó el conflicto y regresó inmediatamente a Caracas para atender la defensa del puerto de La Guaira, que se encontraba ante un ataque pirata. Fuera de estos sucesos prevaleció la armonía en la provincia.
27. Francisco Dávila Orejón Gastón
El Caballero de la Orden de Santiago Orejón Gastón fue nombrado en Madrid el 31 de mayo de 1673 y fue recibido por el cabildo caraqueño el 11 de septiembre del mismo año. Allí presentó los dos títulos que le habían expedido por separado: el de Gobernador y el de Capitán General. Gobernará hasta su muerte ocurrida el 13 de septiembre de 1674 en la Guaira, sucediéndole los alcaldes como era la costumbre para el resto del año, con jurisdicción en las ciudades respectivas. El juicio de residencia de este Gobernador fue llevado por su esposa, la que defendió la gestión a capa y espada», por lo que quedó indemne según la Real Cédula de 18 de septiembre de 1676. Estos alcaldes, junto a Pedro Ruiz de Arguinzonis y Nuño de Freitas, quedan sucesivamente al mando del gobierno de forma interina, hasta julio de 1677 cuando llega el Gobernador titular. Este conflicto se resolverá provisionalmente con una Real Cédula en la que se ordenaba a virreyes, presidentes y obispos informar de inmediato las vacantes de oficios.
28. Francisco de Alberto
Se le proveyó el título en Madrid el 11 de agosto de 1675, por su calidad de juez Oficial dé la Casa de Contratación de Sevilla y Veedor de su Audiencia, además de su título de Caballero de la Orden de Santiago y por un donativo de veintiocho mil pesos a la monarquía. Alberto llegó a la Guaira e16 de julio de 1677 y fue recibido por el cabildo de Caracas el día 13 Y gobernará hasta el 22 de diciembre de 1682. El 26 de junio de 1680 se presentó en las costas de la Guaira el pirata francés Grammont, quien logró desembarcar y tomar el puerto. El Capitán Juan de Laya Mujica, Comandante del fortín del Salto de Agua, le hace frente y se convierte en el héroe de la jornada, pues el castellano Cipriano de Alberto hijo del Gobernador y 150 hombres de artillería habían sido hechos prisioneros. El Gobernador mismo llegó a la batalla, cuando el pirata, herido, se marchaba con sus barcos veleros.
Dos noticias ocupan la opinión pública del momento: el 14 de enero de 1682, se le concede licencia al Gobernador Alberto para casar a sus dos hijos en la provincia, a pesar de que expresamente las leyes prohibían este hecho; a su vez el 8 de febrero la secretaría de Cámara expide un despacho al Obispo para que se le cobre al Gobernador y a los Oficiales Reales una multa por haber permitido despachar y registrar un navío de tráfico comercial de un don José de Castro. Señales claras de que los Gobernadores no eran dictadores ni todopoderosos, además de que existía un equilibrio de poderes que permitía su vigilancia y control.
29. El marqués de Casal
Llega a la Guaira el 16 de marzo de 1688 y toma posesión del gobierno en Caracas el 19 de marzo. En pleno ejercicio de su cargo se le otorga el título de Maestre de Campo, el 27 de agosto de 1690, lo que da ciertos indicios de la calidad de los individuos que ejercieron el gobierno en la provincia de Venezuela. Gobernará hasta el 19 de mayo de 1692, cuando el Oidor de la Audiencia de Santo Domingo lo destituyó ante el Cabildo de Caracas donde fue recibido con autorización del Consejo de Indias. la salida de este Gobernador se relacionó con los excesos que cometió por lo que se ganó la animadversión de los vecinospor la nueva política de intervención. El nombramiento de los regidores por parte de los gobernadores de las provincias. El choque con el cabildo se había suscitado en enero de 1690 cuando este cuerpo elige como a uno de sus dos alcaldes ordinarios a don Juan de Ibarra, el cual no fue reconocido por el marqués del Casal por considerar que el cargo era incompatible con la mayordomía de la Iglesia que igualmente ostentaba. Doble destino público diríamos hoy en día.
30. Diego Jiménez de Enciso
Designó en el cargo a don José Rengifo; al mismo tiempo el cabildo nombró a don Lorenzo de Villegas como Alcalde de la Santa Hermandad, el cual no aceptó. El Gobernador interino nuevamente, y de manera hábil, para nombrar por su cuenta al capitán Juan Martínez de Vil1egas, padre del renunciante. Además, en 1692, el cabildo estaba suspendido por orden de la Audiencia, por lo que el Gobernador nombró por auto a los alcaldes Juan de Ibarra y Diego Pantoja, al procurador general José de Brizuela y a los alcaldes de la Santa Hermandad Francisco Galindo y Alejandro Blanco.
31. Francisco de Berroterán
El 9 de junio de 1692, en Madrid, fue nombrado don Francisco de Berroterán «porque los achaques que padece el dicho don Esteban de Alfaro lo imposibilitan pasar a ejercer el referido gobierno de la Provincia. " Tomó posesión el 23 de diciembre de 1693 por una Orden Especial del 29 de julio en la que se le manda a asumir el gobierno, unque Bravo de Anaya esté todavía en su cometido. El gobierno de Berroterán se caracterizó por los aires de progreso y tranquilidad. Restableció la armonía en Caracas, luego del problema suscitado en el gobierno del marqués del Casal y de Bartolomé Bravo de Anaya. A su vez, se dedicó a las construcciones de infraestructura como las Casas Reales, el edificio de la Contaduria, una cárcel y un cuartel de milicias. También levantó un censo de población, regularizó los caminos con las ciudades del interior y fomentó la agricultura y la cría, además de organizar las milicias para la defensa contra los piratas. Por todo ello, fue premiado con el título de Marqués del Valle de Santiago. Berroterán decidió quedarse para el resto de sus días en Venezuela, se casó en segundas nupcias el 23 de diciembre de 1700 en Turmero con Luisa Catalina de Tovar y Mijares de Solórzano.Murió el 20 de diciembre de 1713, luego de haber ejercido un interinato de la Gobernación de Venezuela entre noviembre de 1705 y mayo de 1706.
32. Nicolás Eugenio de Ponte y Hoyo
Caballero de la Orden de Calatrava, fue recibido por el cabildo caraqueño e1 9 de abril de 1699 y había sido nombrado en Madrid el 28 de noviembre de 1692. Ponte y Hoyo, canario de nacimiento, gobernará hasta 1703, cuando aquejado de demencia fue declarado por el cabildo incapaz para el ejercicio de sus funciones. Murió en Caracas el 18 de mayo de 1705. Durante el curso de su enfermedad los alcaldes asumieron el mando político de la provincia; el militar quedó en manos de don Juan Félix de Villegas, quien había sido nombrado Gobernador de las Armas por Ponte, lo que equivalía a un Teniente General. La Real Audiencia nombró como interino a Francisco de Berrotarán en 1704, pero el cabildo no lo acepta y se genera una fuerte disputa, con visos de escándalo. El cabildo, ante el nombramiento del Gobernador interino, decide declararse abiertamente en rebeldía y asigna todo el poder a los alcaldes; el Capitán Villegas trató de impedirlo, por lo que el cuerpo entero le acusa públicamente de traidor. En noviembre de 1705, Berrotarán se encargó del nuevo gobierno por una clara imposición de la Audiencia hasta la venida del nuevo titular.
33. Fernando de Rojas y Mendoza
Para sustituir a Ponte y Hoyo se nombró en Madrid el 1 de agosto de 1698, a don Diego Crispín de Retana por el procedimiento de futura; simultáneamente se había nombrado al sargento mayor Miguel de Anos y Sarassa, sin hacer mención del anterior, sin embargo ninguno de los dos asumió el cargo; se sabe que el último por haberse muerto antes del término del gobierno de Ponte y Hoyo. Posteriormente y luego de realizar el juicio de residencia al gobernador Ponte y Hoyo, se nombra al caballero de la Orden de Calatrava Rojas y Mendoza en Madrid el 6 de septiembre de 1704. El nuevo Gobernador llegó a la Guaira el 3 de mayo de 1706 y se encargó el 8. Su gobierno se realiza en una relativa paz, quizás por la reticencia de los vecinos a que se repitan los hechos sucedidos bajo el gobierno de Ponte y Hoyo las severas medidas que toma el nuevo Gobernador de prohibir reuniones y regular hasta la salida de los médicos, tienen su origen más en el control de las posibles retaliaciones de los que comparten la conservación de la dinastía austriaca que en un propio espíritu represivo del Gobernador Rojas.
Fernando de Rojas y Mendoza decide, al terminar su gobierno, quedarse en Caracas, lo que demuestra que había hecho amigos en la ciudad pues permanece en ella hasta su muerte.
34. José Francisco de Cañas y Merino
Uno de los gobernadores más polémicos de todo el período hispánico fue este Cañas y Merino. Su título le había sido expedido por la «Reina Gobernadora», por más de diecisiete años de servicios en la plaza de arán, como Soldado de Infantería y de a caballo, además de Teniente de Gobernación de los castillos de Santa Cruz: y San Andrés; Efectivamente, Cañas y Merino impuso una política tiránica en la provincia de Venezuela, la que tendrá consecuencias funestas para el desenvolvimiento social: anuló los privilegios de los cabildos, la autoridad de la Real Hacienda, el asesoramiento de los licenciados en las causas civiles o criminales, en particular las mercantiles y obvió el consejo de la Iglesia. Por último, con el ahorcamiento de once contrabandistas de menor cuantía, se erigía él mismo en el gran contrabandista. Se nombra gobernador interino Alberto Bertodano, quien era Gobernador de Cumaná. Toma posesión del gobierno el 13 de enero de 1715 y retendrá su cargo hasta e14 de julio de 1716, cuando arribe el Gobernador titular. Este Bertodano era Sargento Mayor, sirvió en Flandes más de once años y fue herido en el sitio de Luxemburgo donde perdió el brazo derecho.
35. Marcos de Betancourt y Castro
Es Brigadier de los Ejércitos Reales y Caballero de la Orden de Calatrava y nacido en las Canarias. Su título le había sido adjudicado el 21 de febrero de 1709 para suceder a Cañas y Merino. Ese derecho a futura se cumple pues Alberto Bertodano sólo ha sido un interino. El nuevo Gobernador llega al puerto de Chuao (hoy estado Aragua), con su mujer e hijos y un hermano el 22 de junio de 1716; de allí por tierra siguió a Caracas donde toma posesión el 4 de julio siguiente. Este Gobernador cae en el funesto juego de las acusaciones de contrabandista, en una provincia donde participaban de este ilícito comercio, propios y extraños. Por una acusación de esta índole, el virrey de Santa Fe Jorge de Villalonga lo depone del gobierno y nombra como sustituto en interinaria a Antonio José Álvarez de Abreu, el11 de septiembre de 1720. Álvarez de Abreu, también canario, se encontraba en Venezuela donde había sido enviado por el Rey precisamente para averiguar la situación del contrabando que adquiria gran auge. Sin embargo, las cosas no fueron fáciles para Abreu; los alcaldes Antonio Blanco Infante y Mateo Gedler, con el apoyo del cabildo, se encargan del gobierno y se niegan a recibirlo; lo retienen hasta el último de diciembre y e11 de enero de 1721 se encargan los nuevos alcaldes capitán Alejandro Blanco y Villegas y don Juan de Bolívar y Villegas, quienes gobiernan hasta el 4 de mayo de ese año. El Virrey amenazó al cabildo con medidas severas si no recibían a su enviado Álvarez de Abreu, por lo que ese día 4 de mayo de 1721 tomó posesión como interino, para durar en el cargo hasta el 11 de diciembre.
36. Diego Portales y Meneses
Fue nombrado Gobernador y Capitán General en San Lorenzo el 26 de junio de 1718 Y tomó posesión en Caracas el 11 de diciembre de 1721. En este periodo se produce un hecho que será trascendental para el desenvolvimiento económico de la provincia, pues se constituye la Compañía Guipuzcoana para controlar el comercio ilícito y centralizar las actividades económicas; su primer representante en Caracas fue Pedro José de Olavarriaga. Por otro lado, en cuanto al ámbito cultural se produce la erección de la Universidad de Caracas el 11 de agosto de 1725.
37. Lope Carrillo de Andrade Sotomayor y Pimentel
El 4 de febrero de 1719 Lope Carrillo establece su donativo de futura en seis mil pesos de contado y dos mil más para cuando se encargue; se le otorga el privilegio de nombrar un sustituto en caso de no poder ir personalmente a desempeñar su oficio. En el título se le señala Bogotá como el sitio donde debía juramentarse, pero posteriormente se le permite que lo haga ante el Consejo de Indias pues el Vll Reinato se había extinguido desde 1723, además de las molestias y gastos que representaba el viaje hacia región tan distante. El título se le asignó el 13 de septiembre de 1725, pero su toma de posesión se realiza sólo el 29 de junio de 1728.
38. Sebastián García de la Torre
Fue nombrado en Soto de Roma el 10 de mayo de 1730, para suceder a Lope Carrillo. Parte del puerto de Pasajes a bordo de uno de los tres barcos que forman la primera flota mercante de la Compañía Guipuzcoana, llega a la Guaira y asume el Gobierno en Caracas el 31. Gobernará hasta el año 1736.
39. Martín de lardizábal Y Elorza
Don Martín de Lardizábal fue nombrado el 14 de agosto de 1732, bajo un tipo especial de gobernante; no sólo tendrá el cargo de Gobernador y Capitán General también se le asignarán los cargos de Comandante General y Juez Resquisidor, los que superan en cuanto al poder discrecional a todos los nombramientos hechos a los Gobernadores antecesores e incluso al de todos los que le seguirán en adelante. Ya Alcalde del Crimen en la Real Audiencia de Zaragoza y Ministro del trono del Rey, es decir, un funcionario de reconocida competencia. El nuevo Gobernador toma posesión el 15 de diciembre de 1732 ante el Cabildo de Caracas, que presidía García de la Torre.
Venía con: amplios poderes que le fueron concedidos por el Rey, en particular para vigilar lo que sucedía con las naves de la Compañía Guipuzcoana que se presentaban en la Península con grave retraso y en perjuicio de la Real Hacienda y de la propia compañía. Lardizábal permanece en el gobierno por cinco años hasta su regreso a España en 1737, luego de que el mismo Gobernador solicitara su regreso, que le fue aprobado el 14 de agosto de 1736.
40. Gabriel de Zuloaga
Al brigadier y capitán de granaderos del Regimiento de Guardias de Infantena Española Gabriel de Zuloaga se le extiende título en San Ildefonso el 19 de agosto de 1736. Tras su nombramiento se continúa con la política centralista borbónica que había iniciado el antecesor Martín de Lardizábal; se reorienta la política económica con el monopolio dado a la Compañía Guipuzcoana, se comienzan a tomar más en cuenta las decisiones de Cabildo de Calvacas y menos las de las ciudades del interior, lo que contradice el espíritu democrático sostenido durante los siglos XVI y XVII y se inicia el ordenamiento del tráfico comercial hacia España y México, por la persecución implacable al contrabando y a las relaciones de los vecinos con las potencias extranjeras. Gabriel de Zuloaga fue nombrado por el Rey luego de considerar su recomendación por la Guipuzcoana. No era que ésta pudiera nombrar gobernadores pero sí tenía el prestigio económico suficiente para sugerir candidatos. Ante el flagelo del comercio ilícito la Compañía demostraba eficiencia y no iba a permitir gobernadores hostiles a su política. Zuloaga tomó posesión del cargo ante el Cabildo de Calvacas e1 6 de octubre de 1737. Su gobierno no terminó al cabo de los
cinco años previstos, sino que se prolongó por cinco años más. En 1743 hubo un intento por Sustituirlo por el Gobernador de Cumaná, pero el Rey ante la inestable situación de la provincia de Venezuela decidió ratificarlo en el cargo, lo que da un indicio de su capacidad, incluso se le aumentó el sueldo a seis mil pesos en lugar de los seiscientos cincuenta mil maravedíes tradicionales.
41. Luis Francisco Castellanos
Fue nombrado por Real Decreto del 9 de agosto y Real Cédula de 7 de noviembre de 1746, en sustitución de Gabriel de Zuloaga. También ostentaba los cargos de Brigadier de los Reales Ejércitos y Capitán de una de las Compañías del Regimiento de Infantería Española. En el momento de su gobierno se le concedió el grado de Mariscal de Campo en atención a sus treinta y tres años de servicio en el ejército.
Castellanos se juramentó ante el Consejo de Indias, en Madrid e13 de febrero de 1747 y llegó a la Guaira e15 de junio, para tomar posesión del gobierno en Caracas el 12 de agosto. Su sueldo será el de seis mil pesos, tal como era el de Zuloaga y lo será en adelante. En 1749, Castellanos tuvo que enfrentar el primer levantamiento de Juan Francisco de León, cuya avasalladora protesta doblegó el ánimo del gobernante, por lo que fue destituido ese mismo año.
42. JuIián de Arriaga y Rivera
Era Capitán de Navío y Caballero de la Orden de San Juan; se le expide nombramiento en el Buen Retiro el 15 de septiembre de 1749, para sustituir a Castellanos. Los cargos eran los de Gobernador, Capitán General y Juez Conservador de la Guipuzcoana.En el mismo título se determina la independencia del Virreinato de Bogotá. Arriaga no es nombrado por los cinco años acostumbrados, sino "por el tiempo de mi voluntad y hasta que yo tome otra providencia» dice el título. Se trataba de ayudar en la emergencia ante la pirateria y en particular ante la reciente rebelión de Juan Francisco de León contra la Compañía.
En vista de que el Gobernador antecesor informó de una sublevación general, Aniaga viene acompañado de mil quinientos infantes y un escuadrón de caballeria. Su llegada a la Guaira se registra en noviembre de 1749, el 1 de diciembre presta juramento ante el Teniente Coronel Mateo Gual y toma posesión en la casa del Gobernador Castellanos en La Guaira, donde estaba refugiado luego de su huida tras la rebelión de Juan Francisco de León.
Al asumir su gobierno en Caracas reúne una Junta de notables para lograr calmar los ánimos y explicar que la presencia de la Compañía Guipuzcoana no era para esquilmar a los pobladores sino para la prosperidad de la provincia. Este propósito pudo lograr lo en gran medida gracias a sus personales dotes de gobernante y de líder. Por tal motivo, al regresar a España fue nombrado Presidente de la Casa de Contratación de Indias,
43. Felipe Ricardos
Se le nombra en el Buen Retiro e16 de marzo de 1751. En ese momento sedesermpeñaba como Gobemador de la plaza de Málaga y ostentaba el título de Mariscal de Campo. Arriba a la Guaira el 21 de mayo de 1751; el 22 de junio presentó sus títulos y prestó juramento ante el gobernador Arriaga en su propia casa y el mismo día asumió el cargo. Ricardos también trajo refuerzos militares, aunque no tan numerosos: doscientos soldados. Enfrentó una nueva fase de la sublevación de Juan Francisco de León, la que pudo dominar completamente y lograr la paz. Gobernó hasta e19 de septiembre de 1757, Y parece que no pudo regresar a España, pues aún estaba en Caracas por octubre de 1758.
44. Felipe Ramírez de Estenoz
Fue nombrado Gobernador por Real Cédula de Aranjuez el 14 de junio de 1757. Para abreviar los procedimientos el título se le expidió estando en el Gobierno desde el Buen Retiro el 12 de abril de 1758. El nuevo Gobernador llega a La Guaira el 6 de septiembre del mismo año de su nombramiento (1757) y el 9 toma posesión ante el Cabildo de Caracas.
45. José Solano y Bote
Capitán de Navío de la Real Armada y Teniente de la Real Compañia de Guardias Marinas, designado Gobernador el 23 de mayo de 1763, tomó posesión el 12 de noviembre de ese mismo año y finalizó su período el 4 de abril de 1771. Estimuló la agricultura y restableció el Concejo marítimo, regularizó las fuerzas armadas, mandó levantar y protegió el comercio. Durante su gobierno la provincia fue azotada por una epidemia de viruela en 1764 y sufrió los estragos de un fuerte terremoto el 21 de octubre de 1766 a las cuatro y media de la madrugada.
También por entonces el obispo Mariano Martí realizó su histórica visita pastoral que lo llevó a recorrer toda la provincia. Una vez finalizado su mandato, se le designó Presidente de la Real Audiencia de Santo Domingo.
46. Felipe Fondeviela y Ondeano
Mariscal de Campo, Señor de la Abadía de Leez, Regidor Perpetuo de Zaragoza,.Caballero del Hábito de Santiago y Marqués de la Torre, nada menos. Nombrado el 18 de septiembre de 1770, mientras se desempeñaba en la Inspección de Infantería en Nueva España (México), asume el cargo e14 de abril de 1771, en el cual permanece sólo algunos meses hasta el 20 de octubre de ese mismo año cuando fue designado Gobernador de Cuba,
47. José Carlos Agüero
Brigadier, nombrado el 16 de agosto de 1771, que gobierna la provincia desde el 25 de febrero de 1772 hasta el 17 de junio de 1776, poco más del periodo regular de cinco años. Provenía de Nueva España (México), donde se desempeñó como Gobernador de Nueva Vizcaya. Durante su período la provincia gozó de relativa paz doméstica y se restableció el pago de la media anata y los derechos de 18 por ciento para su transporte a España.
48. Luis Unzaga y Amezaga
Tenia 70 años de edad y 41 de servicio, fue nombrado el 24 de julio de 1776 mientras se desempeñaba como Gobernador de Luisiana. Tomó posesión en Caracas el 17 de junio del mismo año y estuvo al frente de la provincia hasta el 10 de diciembre de 1782, durante una época de Cambios institucionales decisivos. Pese a su avanzada edad se casó en el pueblo de Chacao el 22 de diciembre de 1779 con María Isabel Maint-Maxent.
49. Manuel González Torres de Navarro
Brigadier, anteriormente Gobernador de Nueva Andalucía, designado por el Rey el 11 de marzo de 1782, gobierna poco más de tres años, desde el 24 de diciembre de ese mismo hasta el 14 de febrero de 1786. De su gestión destaca un hecho cultural singular: en 1784 donó, con recursos de su propio bolsillo, un teatro a la ciudad de Caracas. Fue la suya una época de paz y prosperidad para la provincia. Tras terminar su periodo fue nombrado Gobernador y Presidente de la Real Audiencia de Santo Domingo.
50. Juan Guillelmi
Juan Guillelmi nombrado el 11 de agosto de 1785, gobernó entre el 14 de febrero de 1786 y el 1 de octubre de 1792. Durante el primer año de su gestión, como Parte de la programación de las reformas borbonicas, se crea la Real Audiencia de Caracas, cuya Presidencia asume el Gobernador. Ese mismo año se crea y anexa a la provincia la Comandancia de Barinas, separada de la provincia de Mérida, La Grita Y Maracaibo, a la cual, en compensación, se le incorpora la jurisdicción de la ciudad de Trujillo, separada ahora de Venezuela. La Audiencia de Caracas tiene potestad sobre las provincias orientales, antes sujetas a la de Santo Domingo, y sobre la de Maracaibo y los Andes, antes dependiente de la de Santa Fe de Bogotá. Además, entre el 1 de mayo de 1788 y el 10 de enero de 1791, Guillelmi asume la Intendencia de Ejército y Real Hacienda, en ausencia de su titular, Francisco de Saavedra, lo cual pone en sus manos también la plena autoridad fiscal y financiera de las seis provincias que se han unido a su integración en una sola entidad mayor. El rey Carlos I el, artífice de este proceso, muere el 3 de diciembre de 1788 y Guillelmi preside debidamente las exequias.
51. Pedro Carbonell Pinto Vigo y lanrreal
Brigadier, nombrado el 13 de junio de 1792 mientras ejerce la Gobernación de Nueva Andalucía, asume el cargo en Caracas el 1 de octubre de ese mismo año y gobierna hasta el 14 de febrero de 1799. Sus títulos se expiden por separado: primero, el 19 de junio; el de Capitán General de la provincia de Venezuela y sus anexas; luego, el 19 de julio, los de Gobernador, sólo de esta provincia, y el de Presidente de la Real Audiencia. Así pues, detenta el gobierno político de Venezuela y el militar y judicial de ella y sus anexas. Da a conocer, mediante bando publicado en Caracas el 20 de mayo de 1793, la declaración de guerra a Francia. Al final de su período enfrenta la conspiración de Gual y Epaña Y en 1797 la de los esclavos negros en Coro. Tras su retiro del gobierno, pobre y enfermo, le sucede interinamente el teniente de Rey Joaquín de Zubillaga. Muere en Caracas el 2 de agosto de 1805.
52. Manuel de Guevara y Vasconcelos
Brigadier y Caballero de la Orden de Santiago, en servicio en Europa desde 1755 y en América desde 1787, nombrado el 11 de octubre de 1798, gobernó la provincia entre el 6 de abril de 1799 y el 6 de octubre de 1807. Además de gobernador, Capitán General y Presidente de la Audiencia, detentaba los oficios de Subinspector General de las Tropas Fijas de la provincia, Vice-Patrono Regio y Superintendente General Subdelegado de la Renta de Correos.
53. Vicente de Emparan y Orbe
Militar español, nacido en Azpeitia, Guipúzcoa, en 1747. Fue Gobernador de la Provincia de Cumaná entre 1792 y 1804. Viaja a España y en 1808, cuando el ejército de Napoleón Bonaparte invade su patria, Emparan acepta el cargo que le ofrecen los invasores: Capitán General de Venezuela. Pero antes de venir jura fidelidad a Fernando VII, el rey español cautivo de los franceses. La Junta Central de defensa de los derechos de Fernando VII, le ratifica el nombramiento que le habían hecho los invasores. Llega a Venezuela en Mayo de 1809. Durante un año logró dominar varios intentos de conspiración. Pero el 19 de Abril de 1810 perdió el mando y, siendo apresado, fue enviado a Estados Unidos. Murió en el Puerto de Santa María, Cádiz, el 3 de Octubre de 1820.
España permanece bajo la dominación del ejército napoleónico. El rey español, Fernando VII, es prisionero de los franceses. Somos colonia de una monarquía cuyo rey está preso. En España se sigue luchando contra los franceses y una Junta Central, defensora de los derechos de Fernando VII, ejerce el gobierno de los españoles leales. A comienzos de Abril de 1810, se conoce en Venezuela que la Junta Central ha sido disuelta y que la provincia de Andalucía, que permanecía en rebeldía contra el invasor, había sido ocupada por el ejército francés. La Junta Central ha sido sustituida en España por un Consejo de Regencia y el 18 de Abril de 1810, llegan a Caracas dos comisionados de ese consejo, para hacer que los venezolanos reconozcan la autoridad del nuevo cuerpo. Esa noche se corrió la voz entre los patriotas de Caracas: "al día siguiente, todos a la plaza Mayor" plaza que quedaba justo frente al Ayuntamiento. La sesión del Cabildo caraqueño comenzó a las siete de la mañana del día 19. Cuando llegó el Capitán General Vicente Emparan (a las ocho de la mañana) se encontró con que los asistentes habían decidido organizar un gobierno provisional que defendiera los derechos del rey. Emparan, al escuchar esto, afirmó que ya existía un gobierno legítimo que representaba al rey y que este gobierno era el Consejo de Regencia y, acto seguido, levantó la sesión del Ayuntamiento y se fue a la Catedral a los oficios del Jueves Santo. Los patriotas del Cabildo creían que su plan había fracasado, pero otros, mas audaces, insistieron acelerando el proceso. Francisco Salias, en la entrada de la catedral, agarró a Emparan por el brazo y lo hizo regresar al Ayuntamiento. Emparan no opuso resistencia. Cuando llegan al Ayuntamiento se encuentra con que los sitios que ocupaban los antiguos miembros de éste habían sido ocupados por cinco personas distintas: El Canónigo José Cortés de Madariaga y el presbítero Francisco José de Ribas, los doctores Juan Germán Roscio y José Félix Sosa y el tribuno popular José Félix Ribas. La discusión se centra en formas jurídicas y se llega a un punto en el que se sugiere crear una Junta Suprema presidida por el mismo Emparan. Madariaga, convencido de que esa salida frustraría todos los planes revolucionarios, comienza un discurso vibrante y fuerte, en el que acusa a Emparan de engaño y perfidia, y dice que una junta presidida por él no ofrecería ninguna garantía, porque podría ser disuelta en cualquier momento por el mismo Emparan. En medio del discurso, Madariaga exige la inmediata destitución del Capitán General. Este, sintiéndose perdido, sale al balcón buscando el apoyo del pueblo reunido en la Plaza Mayor. Emparan pregunta a la muchedumbre si están satisfechos con su gobierno. El Canónigo Madariaga se coloca justo detrás de Emparan y, levantando el brazo, lo mueve de un lado a otro, indicando al pueblo que conteste negativamente. De inmediato el Doctor José Rafael Villareal, desde la plaza comienza a gritar "No...... No..... No" y toda la gente de la plaza comienza a repetir en coro la negación. Emparan entonces exclama. "pues yo tampoco quiero mando". La revolución ha triunfado. Se crea "la Junta conservadora de los Derechos de Fernando VII" que gobernará a Venezuela. La Junta esta dirigida por venezolanos.
Bibliografía: www.auyantepui.com/historia/colonia.html, Daniel Pilo.http://www.puroveinte.com/seguneta/1...ril.htm#LOS%20. Guillermo Morón y su libro Gobernadores y Capitanes Generales de Provincia.
Gobernadores Generales de Venezuela en la Epoca de la Colonia
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Re: Gobernación y Diócesis de Venezuela
PUEBLO DE MISION DEL APOSTOL SANTO THOMAS DE TUCUPIO -
http://hispanismo.org/attachment.php...tid=8053&stc=1
FOTOS DE Tucupido (Guarico), IMAGENES Venezuela 2134
Es Población de Indios unicamente compuesta de ellos. Corre en calidad de Misión al cargo de los Religiosos Capuchinos andaluses, Missioneros de esta Provincia; Y corresponde al Vicariato de la Ciudad de San Sebastian de los Reyes. Confronta por el Oriente con la Mision de Clarines del Obispado de Puerto Rico distante 35 leguas, y por este viento no hai lindero por que desde la Orilla del actual Pueblo comienza una montaña inculta. Por el Poniente confronta con el Pueblo de Chaguaramas distante 16 leguas. Por el Norte aunque con alguna declinación acia el Poniente confronta con el Pueblo de Lezama, distante26 leguas consideradas por el Camino Real que tiene mucha vuelta, por la montaña que media entre uno y otro Pueblo, la qual comienza desde la Orilla del presente, y por eso no hai lindero por este viento: Y por el sur confronta con la Mission de Yguana distante 20 leguas y hasta el termino de esta feligresia que es la Quebrada de los Morrocoyes hai una legua. La Iglesia de esta Mission cuyo titular es el glorioso Apostol Santo Thomas fue visitada el día 7 de Marzo de 1783. Su fabrica material, que estábastantemente desplomada es de Bahareque doble cubierta de Palma tiene de largo incluso el Presbyterio, y Patio 26 varas y de ancho diez con el grueso de las Paredes; las quales están blanquedadas por dentro y por fuera en partes.
Obispo Mariano Martí: documentos relativos a su visita pastoral de ...
https://books.google.com/books...
Mariano Martí, Lino Gómez Canedo - 1969 - Vista de fragmentos - Más ediciones
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Re: Gobernación y Diócesis de Venezuela
Capitanía General
(Publicado en:
Diccionario de Historia de Venezuela
. 1997. Caracas: Fundación Polar. Tomo 1. Págs635-642).
Resumen
:La Capitanía General española, como institución militar, política y gubernativa, no ha sido jamásuna sola acepción ni ha conformado una categoría monolítica. A lo largo de los siglos ha tenidodiversas particularidades y en América fue uno de los elementos aglutinadores del territorio.Concretamente en lo que hoy es el territorio de la República de Venezuela, sufrió variastransformaciones según las circunstancias del momento así lo exigían. Junto con la Intendencia deEjército Real Hacienda, el Consulado de Caracas y la Real Audiencia, la Capitanía General fue sólouno de los elementos del proceso unificador que supuso más tarde el ámbito territorial de lafutura república independiente.En EspañaEl origen de las provincias en la España peninsular, se encuentra en las comunidades llamadasmerindades o partidos, es decir, los términos jurisdiccionales de un burgo. En el siglo XIV, durantela reconquista, se iban creando colonias militares, en las cuales se repartían solares y seestablecían los vecinos, transformándose así en comunidades con una metrópoli cuyo territorio jurisdiccional incluía varios burgos menores tributarios. La metrópoli tenía un concejo, consistorioo cabildo secular que controlaba todo el régimen económico de la comunidad y era dependientedirecta y únicamente ante el rey. Las villas y aldeas tenían cabildos subalternos a aquél ante el cualse hacían representar. Conforme avanzaba la Reconquista, las ciudades que iban siendorecuperadas del dominio musulmán recibían las llamadas cartas-pueblas y los fueros, quegarantizaban su autonomía dentro de su jurisdicción. En el siglo XV, España estaba formada poruna federación de comunas o repúblicas municipales cuyo único vínculo entre sí era el Rey. Lasasambleas comunales estaban constituidas por un número igual de plebeyos y de hidalgos;aunque de hecho, en cada cabildo tendía a prevalecer una u otra clase. La Corona tenía allí susconsejeros o regidores, y había también un síndico o procurador, representante del pueblo antelos regidores, que podía apelar al tribunal superior del corregidor. Las Cortes eran la reunión de losrepresentantes de las ciudades o municipios, llamados diputados. La jurisdicción de un cabildo sellamaba distrito capitular.En el siglo XIV, el cargo de capitán general implicaba quien estaba al mando de las tropas de unterritorio, y se llamaba capitán a guerra a quien lo ejercía directamente. En el siglo XV, éste fuellamado también capitán general. En el siglo XVI, se llamó capitán general al jefe supremo del
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ejército, en cada una de sus ramas: artillería, caballería, infantería y galeras. A partir de ese siglo,la materia administrativa española se dividió en 4 tipos de negocios: 1) Gobierno, que a su vez seconsideraba a) espiritual y b) temporal, subdividido éste en supremo gobierno, donde se ubicabanlos virreyes y gobierno ordinario, es decir, gobernadores y corregidores. 2) Justicia, con las realesaudiencias. 3) Hacienda, con los oficiales reales al frente. 4) Guerra. A partir del siglo XVII, en elgobierno temporal se hizo diferencia entre lo: a) político, b) económico, c) gubernativo y d) policía.A comienzos del siglo XVIII, la Guerra de Sucesión originó una situación en la cual, sin abandonarselos antiguos cargos, se modificó el sentido de los mismos en razón de las necesidades de controlde los territorios que iban siendo ocupados por los ejércitos borbónicos; durante 15 años, loscapitanes generales de los ejércitos intervinieron políticamente en los territorios donde actuabanlas tropas a su mando, excepto en Navarra. Mediante los «Decretos de Nueva Planta», entre 1707y 1716, se homogeneizó la organización político-administrativa según el modelo de Castilla, ladivisión de España en reinos fue suprimida, y al frente de cada uno de éstos quedó un capitángeneral, como jefe de cada región. Terminada la Guerra de Sucesión, España dejó de ser unconjunto de reinos, a excepción de Navarra que fue convertida en virreinato. El país quedóconstituido administrativamente en 32 provincias y militarmente en 12 capitanías generales. Setenían entonces a mano 2 modelos de administración: el castellano, en el cual no existía unaorganización territorial en lo que respecta al gobierno, pues el Consejo del Reino se entendíadirectamente con las autoridades locales, y la justicia se impartía a través de la Real Chancillería, acargo de un presidente. El modelo navarro, en cambio, estaba basado en un reino conpersonalidad política, encabezado por un «jefe principal» con rango de comandante o capitángeneral, que representaba al Rey en los asuntos de guerra, justicia y economía. A su lado habíauna Real Audiencia con un regente, que se ocupaba de los asuntos de gobierno. En 1711, enAragón, siguiendo el modelo navarro, se dio un paso provisional que después quedaría comodefinitivo: el comandante general tendría a su cargo el gobierno militar, político, económico ygubernativo y sería presidente de la Real Audiencia. En 1716, en otros lugares, como Cataluña yMayorca, el capitán general era el jefe supremo; allí fue establecida una Real Audiencia con unregente, presidida por el comandante general de las armas reales o capitán general; estaAudiencia decidía en lo gubernativo y político, con voto del capitán general si éste asistía a lasasambleas, pero sin poder si no lo hacía. La Audiencia, a través de un regente, decidía por sí solaen cuestiones de justicia y en las de Hacienda, lo hacía un intendente. En 1767, en época mástranquila, estas prerrogativas fueron reducidas; y de nuevo restablecidas en 1797, durante laguerra con Francia. Es así como la situación política del momento colocaba al capitán general enuna posición prominente o restringía sus funciones si era necesario. La ordenanza general delejército, promulgada el 22 de octubre de 1768, reguló las capitanías generales a partir de 1769,pero sólo como cargo militar, llamado también comandante general. Se distinguían 2 clases: elcapitán general de ejército, que comandaba tropas, y el capitán general de provincias, quienresidía permanentemente en un distrito con el mando, organización y jurisdicción de las FuerzasArmadas allí establecidas; éste era el tipo de jefe que se encontraba más frecuentemente en lasprovincias de ultramar.
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En Indias
En el siglo XVI, al emprenderse la conquista de los territorios desconocidos para Europa, sedesignaba al principio un capitán conquistador y poblador, luego nombrado gobernador. En 1519,a partir de la conquista de México y debido a lo violento de los encuentros, se le llamará capitángeneral. Por esta razón, no todos los gobernadores eran también capitanes generales. A partir delas Leyes de Indias de 1542, en las capitulaciones se le concedía al poblador el título deadelantado, gobernador y capitán general, vitalicio y con extensión a un heredero. Las provinciasde Indias, para la época de Felipe II (segunda mitad del siglo XVI), se dividían en mayores ymenores. En 1636, con Felipe IV, esta división continuó vigente, y el Consejo de Indias determinóque para lo temporal estarían divididas en: provincias de audiencias y cancillerías reales yprovincias de oficiales de la Real Hacienda; adelantamientos; gobernaciones; alcaldías mayores;corregimientos; alcaldías ordinarias y de la hermandad; concejos de españoles y de indios. En1680, Carlos II confirmó la siguiente división: Provincias mayores: aquéllas que incluyen otrasmuchas por distritos de las reales audiencias, como sería el caso de Venezuela desde 1786; yProvincias menores, con gobernadores particulares; éstas podían ser independientes, o integradasen su distrito de audiencia o virreinato correspondiente. En general, las instituciones gubernativaspolítico-territoriales hasta el siglo XVII fueron: los virreinatos, las presidencias y las provincias ogobernaciones; a partir del siglo XVIII aparecen las intendencias. Las provincias estabangeneralmente bajo el mando de un gobernador y capitán general, título que reunía lasatribuciones políticas y militares del jefe de la provincia. Los cargos de gobernador y capitángeneral recibían sueldos distintos, aun cuando estuviesen reunidos en una sola persona.
En Venezuela
El proceso unificador en lo que luego será la República de Venezuela, empezó hacia 1652, cuandofue nombrado por la Corona un contador mayor con sede en Caracas, ante el cual debían rendircuentas todos los oficiales de Real Hacienda de Santiago de León de Caracas y demás ciudades dela provincia de Venezuela, y los oficiales de las Cajas Reales de Margarita, Espíritu Santo de LaGrita, Cumaná y Cumanagotos, Santa Marta y Santo Tomé de Guayana. En 1717, se creó por vezprimera el virreinato del Nuevo Reino de Granada; quedaban bajo su jurisdicción las provincias deCartagena de Indias, Santa Marta, Maracaibo, Caracas, Antioquia, Guayana, Popayán y Quito,siendo decretada su desaparición en 1723. En 1728, en la real cédula que especificaba losderechos y deberes de la Compañía Guipuzcoana, en la sección I, al final, se declara que sus barcosarmados podrán intervenir para evitar el comercio ilícito en las costas comprendidas entre el Ríode la Hacha y el Orinoco. Para controlar esto, en la sección VII, se nombra al gobernador deCaracas como juez conservador para decidir en todos los asuntos, secuestros y prisiones quetuvieren lugar por concepto de contrabando y negocios de la compañía, por encima de virreyes,audiencias, ministros, tribunales, presidentes, capitanes generales, gobernadores, corregidores,alcaldes mayores y ordinarios, oficiales reales y justicias; sólo el rey, además, podría removerlo delcargo. El virreinato fue de nuevo establecido en 1739; las provincias inscritas en su distrito
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disminuyeron en ambos casos al rango de gobernaciones, ya que el único capitán general sería elvirrey; en esta segunda creación estaban incluidas las provincias de Nueva Andalucía o Cumaná,Guayana, Maracaibo y las islas de Trinidad y Margarita; al mismo tiempo, todas las provincias delvirreinato fueron agrupadas en 3 comandancias generales: Caracas, Portobello y Cartagena. Losgobernadores de todas las provincias quedaron dependiendo del comandante general respectivoen lo militar y del virrey en lo gubernativo: y quedaron privadas también del derecho a nombrartenientes, lo cual sería en adelante prerrogativa del virrey. A solicitud del gobernador deVenezuela, Gabriel de Zuloaga, el Rey ordenó en 1742 la supresión de la comandancia general deCaracas y la separación de la provincia de Venezuela del virreinato, recobrando el gobernador deaquélla el rango de capitán general, seguía siendo súbdito del virrey pero con superioridadrespecto a los gobernadores de las provincias de la anterior comandancia; ya que quedaba bajo sumando el control del comercio ilícito en las provincias de su distrito anterior: Cumaná, Caracas,Maracaibo, Guayana e islas de Trinidad y Margarita. La costumbre de hacerse llamar capitángeneral que continuaron los gobernadores de las otras provincias, originó protestas del virrey quetrajeron como consecuencia una real cédula de 11 de febrero de 1748 en la que el rey les ordena aaquéllos no utilizar dicho título ni nombrar tenientes por ser desde 1739, prerrogativa del virrey.Dentro del esquema de centralización política iniciado en las Indias por la dinastía borbónica en1715, el gobernador y capitán general era el cargo más elevado donde no existía un virrey. Laadministración empezó a militarizarse y el cargo de capitán general quedó de hecho por encima delos demás. En el caso de Venezuela, en 1742, se hacía más evidente el proceso de unificaciónadministrativa que culminaría en 1786. En 1776 se creó la Intendencia de Ejército y Real Hacienda;el gobernador de Caracas, en lo relativo a comercio ilícito, era comandante general de los demásgobernadores de su distrito; es decir, dentro de la jurisdicción de la comandancia y estaba a la parcon el intendente, cada uno en su campo respectivo. La nueva institución trajo consigo unaprofunda modificación en las atribuciones de los funcionarios de las provincias que englobaba. Enprimer lugar, en los campos o «negocios» de gobierno y política privativos de los gobernadores; ensegundo lugar, en cuanto que éstos pasaban a ser de 2 clases: en la provincia sede de laIntendencia, el gobernador sería capitán general, principal jefe de la provincia y comandantegeneral, con rango igual al del intendente; los demás gobernadores de las provincias de laIntendencia, quedaron subordinados al intendente como subdelegados y ejecutores de susórdenes y dependientes del virrey en cuanto era su capitán general quien recibía tratamiento deseñoría. Según el texto de la real cédula, se considera siempre a las demás provincias comoagregadas. En cuanto a las relaciones administrativas y jerárquicas dentro de las provincias queintegran el distrito de la Intendencia, en el artículo 37, éste quedó dividido en 4 departamentoscorrespondientes a la Caja Matriz de Caracas y las 3 subalternas de La Guaira, Puerto Cabello yCoro. «En las provincias de Cumaná, Guayana, Maracaibo e islas de Trinidad y Margarita, elintendente deberá subdelegar en los gobernadores respectivos para aquello que se ofrezca ytambién para que como subdelegados estos puedan asimismo librar sobre la Tesorería lasobligaciones de previa dotación». En cuanto a la relación que deberá existir entre losgobernadores y el intendente en los artículos 41, 53, 57, 119 y 162 se dispone que el intendente sedirija al gobernador como: «...mi Gobernador y capitán general de la Provincia de Venezuela...»;que el gobernador de Venezuela, en calidad de comandante general de aquellas costas, deberá
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consultar con el intendente antes de expedir patentes de corso; perdía también las atribucionesque poseía anteriormente como tal comandante, de nombrar a los cabos subalternos delresguardo de tierra, los cuales designará el intendente; también quedó relevado del cargo de juezconservador de la Compañía Guipuzcoana. Sin embargo, el intendente deberá mirar al gobernadory capitán general como principal jefe de la provincia y comandante general de ella, y deberáseguirlo en el cargo, es decir, el intendente es apenas inferior jerárquicamente al gobernador ycapitán general en cuanto a rango, pero lo iguala en ámbito jurisdiccional y lo despoja de ciertasprerrogativas. En el texto de la real cédula de creación de la Intendencia, el Rey ordena a losgobernadores de las provincias del distrito de aquélla, que obedezcan, cumplan y ejecuten loordenado por el intendente, sin réplica, alegación ni interpretación alguna, y habiendo duda encuanto a su aplicación, los gobernadores no deberán tomar la iniciativa sino acudir al intendentequien decidirá. Estas provincias, antes separadas, quedaron así unidas bajo un mismo superiorgobierno en materia de Hacienda. El mismo receptor de la real orden, Luis Unzaga y Amézaga,acusó recibo de la real cédula reconociendo «...La agregación a esta Capitanía General de lasProvincias e Islas que comprende la intendencia...» Los gobernadores de estas provincias, aunqueseguían siendo nombrados por el Rey, habían dejado de ser los principales jefes de las mismas enlo relativo a control del comercio ilícito, economía y nombramiento de tenientes.A partir del siglo XVIII, sin alterar la estructura administrativa precedente, el rango de capitángeneral será entonces el de un funcionario que tiene a su cargo el gobierno político y militar de undistrito jurisdiccional, que puede englobar varias provincias, cuyos gobernadores comandantes ledeben acatamiento en virtud de la nueva modalidad impuesta por la Corona en las atribuciones delos virreyes, presidentes de audiencias, intendentes y capitanes generales. La militarización de laadministración borbónica convierte de hecho al capitán general en jefe de la provincia con poderpolítico y militar en su distrito y así aparecía expresado en el acuse de recibo de la real cédula de1777 por el gobernador de Cumaná Máximo du Bouchet: «...el Gobernador de Caracas, convertidoen Capitán general de todas las provincias, sucede en sus funciones, en cualquier asunto, al Virreyde Santa Fe...» Los gobernadores en sus provincias respectivas, permanecían encargados delgobierno ordinario, pero en lo militar, sólo habría un capitán general, el de Caracas, quedandoaquéllos como comandantes generales. En 1777 el cargo de capitán general en Venezuela,aumentó su distrito jurisdiccional con el territorio de las provincias que habían constituido laantigua comandancia general en 1739; esto implicaba algo más que un oficio permanente fiscal encuanto a comercio ilícito o mando militar; como gobernador, tenía autoridad en lo político ygubernativo sobre los corregidores, justicias y demás empleados dentro de la jurisdicción de suprovincia; como capitán general tenía el superior gobierno tanto político como militar, es decir, ladirección del distrito que incluía su provincia, de la cual era también gobernador y las demás, delas cuales era sólo capitán general, y que estaban agrupadas en un partido, departamento ointendencia. Los gobernadores de las provincias que quedaron bajo la autoridad de un capitángeneral, a partir de entonces se llamaron gobernadores comandantes de provincia y conservarontodavía las prerrogativas inherentes a su cargo de intervención inmediata en lo gubernativo,
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económico y de policía, dentro de su distrito o provincia respectivos. Como parte del mismoproceso de reformas administrativas, a partir de 1784 los gobernadores y comandantes generalesde las provincias comprendidas en el distrito de la capitanía general de Caracas, volvieron a tenerentre sus atribuciones las de ejercer el vicepatronato real y poder nombrar a sus tenientes degobernador en cada una de sus respectivas jurisdicciones sin que el gobernador de la provincia deCaracas pudiera impedírselo. En la respuesta enviada por el gobernador comandante general de laProvincia de Maracaibo, Francisco de Arce, se acepta y se acata esta real cédula y se dice que lostenientes que tengan título otorgado por la capitanía general de Caracas, deberán ser notificadospara que los refrenden, de lo contrario, se procederá a nombrar otros individuos para dichoscargos. En 1785, los gobernadores de estas provincias quedarán además autorizados paranombrar y despachar títulos de tenientes y justicias mayores y corregidores; estas atribucionesestán mencionadas en la real cédula del 24 de junio de 1786, en la cual se autorizaba algobernador de Maracaibo a expedir además los títulos vendibles y renunciables de regidores yescribanos. El Consulado de Caracas fue aprobado y confirmado por real orden del 5 deseptiembre de 1785; regirá con sus ordenanzas, lo relativo al comercio y fomento de la agriculturade esa provincia y las demás sujetas a la Intendencia. En este caso la unidad de las provincias estáreferida a la Intendencia, como primera institución que las agrupó y que estaba directamenteafectada por las materias de que se trataba, esencialmente económicas.El 6 de julio de 1786, continuó el proceso unificador de estas provincias al crearse la RealAudiencia de Caracas, cuyo presidente sería el gobernador y capitán general de Venezuela. Lapresidencia de la Audiencia no era ejercida aquí como gobernador de Caracas, sino en cuantocapitán general de las demás provincias e islas de ese distrito; esto es claro en los juicios deresidencia a los gobernadores y capitanes generales, donde aparecen las listas de los pueblos de la jurisdicción donde se juzga la gestión del funcionario durante su mandato como gobernador. En elcaso de la residencia del gobernador y capitán general Manuel González Torres de Navarra en1787, el distrito jurisdiccional correspondiente a su gestión como gobernador, objeto del juicio,comprendía: Santa Ana de Coro, San Juan Bautista del Portillo de Carora, Nuestra Señora de la Pazde Trujillo, Nuestra Señora de la Concepción de El Tocuyo, Espíritu Santo de Guanaguanare, NuevaSegovia de Barquisimeto, San Felipe el Fuerte, Nuestra Señora de la Victoria del Prado de Talaverade Nirgua, San Sebastián de los Reyes, Nueva Valencia del Rey, Villa de Ospino, Nuestra Señora delPilar de Zaragoza de Araure, San Carlos de Austria, San Juan Bautista del Pao, San Luis de Cura,Villa de todos los Santos de Calabozo, Villa de San Fernando y Chaguaramal, valles de Aragua,Turmero y puerto de La Guaira. El título del primer gobernador nombrado después de creada laReal Audiencia, que aparece encabezando un documento de fecha 7 de julio de 1787 dice: «ElSeñor Don Juan Guillelmi cavallero del Abito de Santiago, coronel de los Reales ExércitosGobernador y capitán general de esta provincia la de Cumaná, Guayana y Maracaibo, e islas deTrinidad y Margarita, y presidente de esta ciudad y su Distrito...» El presidente de la RealAudiencia era la primera autoridad de las provincias de Venezuela, Cumaná, Guayana, Maracaiboe islas de Trinidad y Margarita en lo judicial como su presidente; en lo militar, como su capitán
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general y sólo de Venezuela como su gobernador. Tenía superioridad en cuanto al poder político ypodía remover gobernadores y comandantes, como el caso de Miguel de Ungaro en Barinas en1807. Sólo a partir de la creación de la Real Audiencia se puede hablar de una unidad jurídico-política restringida al territorio jurisdiccional de las provincias agregadas; la provincia deVenezuela, como sede de Audiencia, pasó entonces a ser considerada en la categoría de«provincia mayor»; sin embargo, el proceso unificador sólo culminaría en 1804, con la creación delarzobispado de Caracas. En las ceremonias de recibimiento del gobernador, durante la toma deposesión de Pedro Carbonell el 1 de octubre de 1792, el título completo decía: «Capitán Generalde estas provincias. Presidente de la Real Audiencia de ellas y Gobernador Político de la ciudad ysu distrito». La jerarquía de sus funciones se hacía evidente primero, en la comparecencia ante lasede de la Real Audiencia, donde se juramenta como su presidente y capitán general, y luego,yendo al Ayuntamiento en razón de su cargo de gobernador político de la ciudad y su distrito, esdecir, la provincia de Venezuela. En 1808, se la llamaba capitanía general y superintendencia, opresidencia y capitanía general, según el ramo del que se tratare en los documentos respectivos:Real Hacienda o Justicia; ese año el gobernador Juan de Casas se daba el título de «...SegundoComandante General de estas provincias, Gobernador y Capitán General y Subdelegado de la RealRenta de Correos...» Ese mismo año, el emisario de la Junta de Sevilla se dirigía en sucomunicación al: «Capitán General de la provincia de Venezuela y Ciudad de Caracas...»; quienresponde de «...el Gobierno Superior de ellos [estos dominios] Presidencia de la Real Audiencia yCapitanía General lo obedece fiel y cumplidamente etc...» En 1810, Andrés Bello en su Calendario,llamaba al país departamento de Venezuela formado por 5 provincias: Caracas, Cumaná,Maracaibo, Guayana y la isla de Margarita. En esa época, Vicente de Emparan era: mariscal decampo de los Reales Ejércitos, capitán general de Venezuela, gobernador de Caracas y presidentede la Real Audiencia. Esta misma denominación de «departamento de Venezuela» aparece envarios escritos; en la Memoria de José María Aurrecoechea que dirige a las Cortes de Cádiz en1814 con sugerencias para su mejor manejo y administración, dice que abarcaba desde las bocasdel Orinoco hasta el río de la Hacha y abraza 6 gobernaciones: Cumaná, isla de Margarita,Guayana, Caracas, Barinas y Maracaibo. A partir de 1777, la importancia política y militar queimponía el cargo, hizo común el uso del término capitanía general para el ámbito jurisdiccional dela Intendencia, y más tarde, de la Real Audiencia; el término departamento fue usado sólo enépocas más recientes.Situación relativa y títulos de los jefes principales de las provincias de Venezuela, Cumaná,Maracaibo, e islas de Margarita y Trinidad: a) Hasta el 20 de agosto de 1739, fecha de la segundacreación del virreinato del Nuevo Reino de Granada o de Santa Fe: todos los jefes de estasprovincias ostentaban el título de gobernador y capitán general, con excepción de los de la isla deMargarita, que comenzaron a serlo después de 1593 cuando terminó la gobernación hereditariade la familia Villalobos; b) Del 20 de agosto de 1739 al 12 de febrero de 1742, fecha de separaciónde la provincia de Venezuela del virreinato del Nuevo Reino de Granada: el jefe de la provincia deVenezuela (o Caracas) llevaba el título de gobernador y comandante general y el de las demás
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provincias el título de gobernador y comandante. El gobernador de la provincia de Venezuela,Gabriel de Zuloaga, acató la real cédula de creación del virreinato pero desobedeciéndola en lorelativo a la comandancia general de Caracas. Dirigió, entonces, 2 escritos al Rey solicitándole serdispensado de ejercer el cargo de comandante general, a lo cual accedió el monarca por realcédula del 12 de febrero de 1742, ordenándosele ejercer el cargo de gobernador y capitán generalsuperior a los otros gobernadores de provincia sólo en lo relativo al control del comercio ilícito.Esa real cédula separó también la provincia de Venezuela del virreinato; c) Del 12 de febrero de1742 al 8 de septiembre de 1777, fecha en la cual las demás provincias fueron separadas delvirreinato en lo gubernativo y militar, para quedar agregadas a la capitanía general de Venezuela:el título del jefe de la provincia de Venezuela (o Caracas) seguirá siendo el de gobernador y capitángeneral y los demás serán gobernadores y comandantes; d) Del 8 de septiembre de 1777 al 19 deabril de 1810: el jefe de la provincia de Venezuela (o Caracas) seguirá siendo gobernador en suprovincia y capitán general en la suya y en las demás; los otros jefes de provincias serángobernadores y comandantes generales.Capitanía general de Venezuela: En la interpretación del proceso de centralización de lasprovincias coloniales, el concepto de capitanía general, en lo que sería más tarde la República deVenezuela, ha variado grandemente a través de la historiografía venezolana. Los autores másdestacados que han emitido opinión al respecto son los siguientes:1800Alejandro de Humboldt, en Viaje a las regiones equinocciales del Nuevo Continente, designa alpaís como «Capitanía General de las Provincias Reunidas de Venezuela y Ciudad de Caracas» ycomprende: la Nueva Andalucía y provincia de Cumaná (con la isla de Margarita), Barcelona,Venezuela o Caracas, Coro y Maracaibo, Barinas y Guayana. Siempre que la menciona lo hacecomo «Capitanía General de Caracas».1801François Depons, en Viaje a la parte oriental de Tierra Firme, la llama «Capitanía General deCaracas» compuesta por las provincias de Venezuela, Maracaibo, Barinas, Guayana, Cumaná y laisla de Margarita.1804Jean-Joseph Dauxion Lavaysse, en Viaje a las islas de Trinidad, Tobago, Margarita y a diversaspartes de Venezuela..., la llama «Capitanía General de Caracas».1837Feliciano Montenegro y Colón, en su Geografía general para el uso de la juventud en Venezuela,
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dice que la capitanía general de Venezuela fue creada en 1731. Dependiente en lo judicial de laReal Audiencia de Santo Domingo.1840Francisco Javier Yanes, en su Compendio de la historia de Venezuela, dice que en 1731 se separódel virreinato de la Nueva Granada, la capitanía general de Venezuela. Otros autores que tambiénse plegaron a la tesis de una supuesta creación de la capitanía general en 1731, desde queMontenegro y Colón lo afirmó, fueron: Juan Vicente González, Manuel Landaeta Rosales, AntoniaEsteller, Arístides Rojas y Telasco Mac Pherson.1841Rafael María Baralt y Ramón Díaz, en su Resumen de la historia de Venezuela, dicen que fuecreada en 1731, con las provincias de Guayana, Cumaná, islas de Margarita y Trinidad y en 1777 sele agregó Maracaibo.1854José Manuel Restrepo, en su Historia de Colombia, dice que en 1777 se creó la capitanía generalde Venezuela.1876José Félix Blanco y Ramón Azpurúa, en su Colección de documentos para la historia de la vidapública del Libertador, dicen que no existe constancia documental de dicha creación, citando lacomunicación de 1859 del Archivo de Indias que así lo asegura, sostienen que la capitanía generalde Venezuela fue separada del virreinato en 1742 primero, y en 1777 definitivamente, cuando sele agregan las provincias de Cumaná, Maracaibo, Guayana y las islas de Trinidad y Margarita.1876Antonio Leocadio Guzmán citado por Blanco y Azpurúa dice que la capitanía general fue creada en1528.1904Manuel Meléndez, en Orígenes larenses, supone que sí hay creación en 1777 y se llamó «CapitaníaGeneral de las Provincias Unidas de Venezuela».1909Francisco González Guinán, en su Historia contemporánea de Venezuela, dice que en 1777 lasprovincias de Cumaná, Guayana, Maracaibo e islas de Trinidad y Margarita conservarongobernadores especiales en lo concerniente a política, justicia, ejército y hacienda, y que lospoderes regionales apenas existían de nombre.
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1928Luis Alberto Sucre, en Gobernadores y capitanes generales de la provincia de Venezuela, dice quela capitanía general data de 1528.1930Laureano Vallenilla Lanz, en Disgregación e integración, citando al Diccionario de legislaciónespañola, sostiene que el capitán general es el jefe superior de todos los oficiales y cabos militaresde un ejército, provincia o armada, y se distingue con los nombres de capitán general de ejército,capitán general de provincia y capitán general de armada, y es el jefe superior al cual estánsubordinados cuantos individuos militares tienen destino o residencia en la provincia. Para él nohay creación en 1777. Diferencia las distintas atribuciones del capitán general, el gobernador y elintendente, y se apoya también en Blanco y Azpurúa para suponer que no hubo creación ni en1731 ni en 1777, puesto que ya existía desde 1528; supone, sin embargo, que en 1777 sedemarcaron los límites territoriales de la futura república, conformando una unidadadministrativa, aunque no jurídica.1931Tulio Febres Cordero, en su Rectificación histórica, antigüedad de la capitanía general deVenezuela, dice que en 1528 se creó la capitanía general de Venezuela al crearse la Gobernación, yañade que se estipulan 2 sueldos distintos para cada cargo. En 1777 a los demás gobernadores seles despoja del título de capitán general.1943Ambrosio Perera, en su Historia orgánica de Venezuela, sostiene que con la unificación de lasprovincias en 1777, se creó un Estado en el cual los gobernadores seguían siendo autónomosexcepto en los asuntos militares, dependientes del capitán general de Venezuela, y en haciendadependientes del intendente de Caracas.1944Mario Briceño Iragorry, en Tapices de historia patria, dice que 1777 es la fecha en la cual se unenpolíticamente las provincias; el gobernador y capitán general de Caracas dicta órdenes que secumplen desde Cumaná a San Cristóbal.1945Eloy González, en su Historia de Venezuela, sostiene que la capitanía fue creada en 1777.1945Héctor García Chuecos, en La capitanía general de Venezuela, apuntes para una exposición delDerecho Político Colonial Venezolano, considera que en 1777 sí hay creación de la que llamó
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«Gran Capitanía General de Venezuela». La nacionalidad venezolana arranca de la real cédula del8 de septiembre que le permitió al gobernador y capitán general de Caracas, dictar órdenes que secumplían uniformes desde el Roraima hasta el río de Oro. Antes de 1777 existe la provincia ogobernación de Venezuela, después de esa fecha, será capitanía general de Venezuela y provinciade Caracas.1964Caracciolo Parra Pérez, en El régimen español en Venezuela, dice que las provincias hastaentonces separadas, quedaron incorporadas en una sola entidad política y administrativa por lareal cédula de 1777. La idea de entidad política separada data desde la Independencia(1811-1819-1821) cuando se presupone una nacionalidad dentro del territorio de la capitanía.1965Jerónimo Martínez Mendoza, en Venezuela colonial, distingue 2 etapas: la provincia de Venezuela,creada en 1528 y la capitanía general creada en 1777. En esta fecha se amplía el ámbito territorialde la provincia de Venezuela, la cual cambia de nombre. Su creación como capitanía general sedebió a la necesidad de evitar perjuicios como el acaecido en marzo de 1777, cuando losgobernadores y capitanes generales de Cumaná y Venezuela, rehusaron ayudar al de Guayana, enocasión del estado de guerra en que se encontraba esta provincia con los portugueses, quienesamenazaban incluir en sus posesiones el curso del Casiquiare y el alto Orinoco.1971Guillermo Morón, en su Historia de Venezuela, sostiene que la capitanía se crea en 1528 como unode los atributos del gobernador de Venezuela. En 1777 el capitán general no tenía injerenciapolítica en las provincias ni mucho menos las demás facultades que otros le atribuyen, sunombramiento fue para encargarse de lo militar y no se ha encontrado ninguna disposición queseñale su intervención en lo político en las provincias agrupadas; es pues, una entidad militar, nopolítica, pero sí núcleo generador de entidades políticas. Esta unidad militar se originó paraproteger las provincias bajo el control de Caracas en caso de invasión; en un lapso de 17 años seobtuvo la unidad en los órdenes de Hacienda, Ejército, contencioso y gubernativo y regulación delcomercio. En 1777 no hay creación nueva, sino acumulación de funciones en un mismo personaje;no hay ninguna institución política ni se demarca territorio alguno. La Capitanía General es unaatribución militar en el distrito de la gobernación y no una unidad político-territorial. A partir de1777, en la provincia de Venezuela ese mando es extendido a las otras provincias, las que estabanya subordinadas a ella en lo económico desde 1776.1973Antonio Arellano Moreno, en La capitanía general de Venezuela, plantea que son 2 institucionesdiferentes, una, de 1528 y otra de 1777 a la cual llama «Gran Capitanía General de Venezuela» enla cual estaban federadas las otras provincias en una unidad política y militar. Los gobernadores deéstas quedan despojados de sus atributos militares, sosteniendo que al estar bajo un mismo
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Re: Gobernación y Diócesis de Venezuela
intendente, un capitán general y una real audiencia, se llega a la unidad jurídica que amalgama porvez primera a las entidades que antes dependían de distintas Audiencias.1983Pablo Ojer, en El golfo de Venezuela, una síntesis histórica, sostiene que la capitanía general deVenezuela fue erigida en 1528 junto con el gobierno de los Welser, y estuvo restringida a laprovincia de Venezuela, en lo territorial, y en el plano jurisdiccional, a lo estrictamente militar. En1777 a esta capitanía general le fueron agregadas las otras provincias, las cuales le quedabansubordinadas en lo gubernativo y militar, y en lo judicial, dependientes todas de la Real Audienciade Santo Domingo. Durante las creaciones del virreinato de la Nueva Granada, la Corona nuncadescribió el territorio de las entidades superiores que resultaban de la separación o agrupación deprovincias. El territorio era propio de cada una de ellas, de manera que el de la entidad superiorera el resultante de la suma de los territorios provinciales que la conformaban. La unificación deVenezuela, tanto en lo gubernativo y militar, como en lo judicial, se inició, pues, en 1777. Lacreación de la Real Audiencia de Caracas en 1786 no hizo más que confirmar la coincidencia de losterritorios de ambas entidades.1985Eduardo Arcila Farías en Economía colonial de Venezuela, sostiene que no hubo creación deninguna entidad llamada capitanía general; en 1770 se inicia en España una reorganización de losdistritos militares para hacer más efectivos los planes de defensa. La unidad política no se iniciócon las reformas administrativo-militares, sino con la unificación económica de las intendencias,cuyos encargados poseían facultades y poderes en grado extraordinario dentro de sus jurisdicciones.1989Según Hermann González O. y Manuel A. Donis Ríos, en Historia de las fronteras de Venezuela, en1777 se creó la capitanía general de Venezuela, iniciándose la territorialidad de Venezuela al integrarse las provincias mencionadas en la real cédula en una sola entidad política, militar y gubernativa.A.G.C.
BIBLIOGRAFÍA
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Re: Gobernación y Diócesis de Venezuela
raíz de la República. 2ª ed. Caracas: Academia Nacional de la Historia, 1977; GARCÍA CHUECOS,HÉCTOR. La Capitanía General de Venezuela: apuntes para una exposición del derecho políticocolonial venezolano. Caracas: Artes Gráficas, 1945; GARCÍA GALLO, ALFONSO. «La CapitaníaGeneral como institución de gobierno político en España e Indias en el siglo XVIII». EN: Memoriadel Tercer Congreso Venezolano de Historia. Caracas: Academia Nacional de la Historia, 1979;GONZÁLEZ OROPEZA, HERMANN y MANUEL DONIS RÍOS. Historia de las fronteras de Venezuela.Caracas: LAGOVEN, 1989; MARTÍNEZ MENDOZA, JERÓNIMO. Venezuela colonial. Caracas: EditorialArte, 1965; MORÓN, GUILLERMO. El proceso de integración de Venezuela (1776-1793). Caracas:Academia Nacional de la Historia, 1977; OJER, PABLO. El golfo de Venezuela, una síntesis histórica.Caracas: Universidad Central de Venezuela, 1983; PARRA PÉREZ, CARACCIOLO. El régimen españolen Venezuela. 2ª ed. Madrid: Ediciones Cultura Hispánica, 1964; PÉREZ MATOS, MARTÍN. Cabildoscoloniales. Caracas: Concejo Municipal del Distrito Federal, 1954; SUCRE REYES, JOSÉ. La capitaníageneral de Venezuela. Barcelona: Editorial R.M., 1969.
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http://www.academia.edu/4359066/Capitan%C3%ADa_General
Alvaro García-Castro
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Re: Gobernación y Diócesis de Venezuela
La Fundación de
Ocumare de la Costa
en los Documentos Inéditos
Manuel Barroso Alfaro
Maracay, 2004
Copyright ©2004 FUNDACITE Aragua
Publicado por FUNDACITE Aragua. Todos los Derechos Reservados
Barroso Alfaro, Manuel
La Fundación de Ocumare de la Costa en los Documentos Inéditos
ISBN 980-6465-24-5
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Una de cinco copias impresas con motivo de lacelebración de las festividades de la Virgen de la Begoña.
Ocumare de la Costa, 8 de Septiembre de 2004
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Re: Gobernación y Diócesis de Venezuela
Presentación
De todos los pueblos de Venezuela, tal vez sea el de Ocumare de La Costa del MarAbajo, que así es llamado en los antiguos legajos, uno de los que más documentostenga para probar su fecha exacta de fundación. No obstante ello, no existe solo unlibro que recoja en sus páginas la efemérides más importante de toda ciudad o pueblo:su fundación.
Para entender con precisión el día y año de nacimiento de ciudades y pueblos deVenezuela hay que tener presente algunos requisitos. No por haber población en unlugar determinado existía allí un pueblo. Entendemos por pueblo aquel conglomeradohumano que por haber recibido la luz de la civilización y la cultura, luego de un largoperíodo de tiempo, ascendía a una nueva concepción jurídica, una vez cumplidas lasnormas establecidas en las Reales Cédulas, en las Leyes de Indias e incluso en lapropia Doctrina Sinodal emanada de la mitra caraqueña. Se ha confundido con hartafrecuencia que por haber habido pequeñas capillas en apartados lugares o poblaciones,o una determinada actividad humana, ya por eso existían pueblos jurídicamenteestablecidos. Nada más lejos de la verdad.
Estas poblaciones que mucho la hubo a lo largo y ancho de Venezuela incluso antesde su Independencia, están plenamente identi cadas no sólo por las propias leyesque regían la inmensa extensión del Imperio español, sino en los documentos localesque hoy, por suerte, plenan nuestros antiguos y ricos archivos donde el historiador einvestigador puede fácilmente constatar lo que a rmamos.
Nuestros antiguos poblados, que no pueblos, se dividían en poblados de doctrina,poblados de misión, e incluso poblados de esclavitud. Los poblados de doctrina sediferenciaban de los poblados de misión sólo por un matiz eclesiástico, por cuantoel n que se perseguía era el mismo, cual es educar, cristianizar, sembrar la cultura,empezando porque aquellos poblados aprendieran la lengua de Castilla siguiendoel consejo que el primer gramático había dado a la reina Isabel “La lengua es lacompañera del Imperio”. Pues bien, los pueblos doctrineros estaban bajo la tutela deun cura secular que dependía directamente de un obispo. Las más de las veces estospoblados estaban encomendados a personas de distinción, a los grandes dueños delas tierras, a los mantuanos, a las familias de linaje y prosapia. Eran los que la historia
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Re: Gobernación y Diócesis de Venezuela
conoce con el nombre de encomenderos. Las propias leyes de entonces obligabana estos encomenderos que durante la semana, en día y hora convenidos, los indiosdebían ir a la capilla del cura doctrinero para ser instruidos. Muchas veces, in nidades,los encomenderos se opusieron a estas leyes, pues ellos sabían que si aquellos recibíanla cultura y la luz, disiparían las tinieblas en las que vivían y serían libres.
Estos curas doctrineros, héroes de su tiempo, defensores a ultranza de los indiosexplotados por los encomenderos, dependían como se ha dicho, del obispo de Caracasy Venezuela que así se llamaba entonces. Sólo al obispo rendían cuentas, y sólo a élinformaban de cuanto abuso, castigo y extralimitaciones que los poderosos cometíansobre los indios. Hoy, cuando investigamos en el riquísimo Archivo Arquidiocesanode Caracas, no olvidamos la total información que la mitra caraqueña tenía porescrito de las poblaciones donde los curas doctrineros ejercían su apostolado.Todas las injusticias que encomenderos y mantuanos cometían contra los indios seregistraba en la secretaría obispal. No es de extrañar que estos hombres civilizadores,indignados ante la explotación inmisericorde de los encomenderos, se convirtieran ensus grandes defensores, en sus protectores, llevando su amparo y defensa aun ante lapropia corona cuando las circunstancias así lo ameritaban. La labor de la Iglesia desdela cima episcopal, desde la curia, desde sus párrocos y curas doctrineros en pro de losdébiles, es un timbre de gloria escrito por la Iglesia venezolana desde los tiemposmás remotos. Los curas doctrineros, reiteramos, estaban bajo el mando del obispo deCaracas y los pueblos a ellos encomendados eran los pueblos de doctrina.
Había otra clase de poblados. Eran los pueblos de misiones. No eran aquí los curasdoctrineros los encargados de evangelizar, ni fomentar aquellas ricas culturas, nienseñar. Estos pueblos estaban en lo eclesiástico asignados a los misioneros, estoes, a las órdenes religiosas, las cuales eran regidas por sus propios capítulos, por suspropios superiores, por sus propias casas generalicias. Eran pueblos de misiones. Estosmisioneros fueron los capuchinos especialmente, jesuitas, franciscanos y dominicos.Si bien su misión, como hemos dicho, era la misma de los curas doctrineros, sudependencia los diferenciaba. Una vez que los indios habían sido instruidos yapor los curas doctrineros, ya por los misioneros, las leyes contemplaban que debíaprocederse a la fundación de pueblos. Este momento es de capital importancia parael total y completo conocimiento de lo que signi ca y supone la fundación jurídicade pueblos. Aquellos indios sometidos por los encomenderos, las más de las vecesindios, o esclavos dispersos o sometidos, eran llamados a fundar un pueblo con todaslas ventajas que ello suponía.
Había otro tipo de poblados que no eran ni de curas doctrineros ni de misión. Loscomponían aquellos lugares formados por grandes haciendas donde moraban seres deesclavitud, normalmente negros, que dependían totalmente del dueño de la hacienda.Ocumare de La Costa, dada la feracidad de su suelo, su riqueza generada por unode los cacaos más nos del mundo, se encontraba entre estos poblados. Allí las másconnotadas familias caraqueñas poseían extensísimas haciendas, trabajadas poresclavos negros, cuya única voluntad era la que tenían sus señores. El conde de Tovar,
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Re: Gobernación y Diócesis de Venezuela
el marqués de Mijares, las ricas monjas concepciones, por sólo mencionar algunos,todos ellos radicados en Caracas, poseían allí sembradíos donde centenares de milesde árboles de cacao producían inmensas riquezas que poco disfrutaban los esclavosque la generaban. Estamos ante lo que la historia conoce como “grandes cacaos”.
Cabe la pregunta. ¿Quién elevaba a la condición de pueblo a los poblados doctrineros,de misiones o de esclavos? Fácil es entender que jamás encomenderos, mantuanos olos propios misioneros lo propusieron. Al contrario, siempre se oponían. Cada vezque se pretendía la fundación de pueblos, encomenderos, mantuanos y misioneros,elevaban su voz en contra de estas fundaciones. ¿Por qué? Había muchas razones,pero la que más les preocupaba era que una vez reducidos a pueblos los habitantes deaquellas doctrinas, haciendas o misiones, eran libres. La fundación de pueblos llevabaínsita la libertad. La Real Cédula enviada por el Rey Felipe III al obispo de CaracasGonzalo de Angulo, desde Lisboa, entonces ciudad española, el 10 de Agosto de1619, es clara en este particular.
“El Rey, Reverendo en Cristo Padre Obispo de la Iglesia Catedral de laProvincia de Venezuela, de mi Consejo. He sido informado que aunque tengoproveído y mandado que se pongan en libertad los indios de esta y las demáspartes de Indias... no surte efecto que se desea antes se pone en peor estado por nocumplir (por su particular interés) lo que tengo mandado demorando y poblandolos indios de cada encomienda...“ 1
El poner en libertad a los indios era una consecuencia jurídica de la fundaciónde pueblos. Es el mismo Monarca el que lo asienta. “demorando y poblando losIndios”.
Esto era lo que temían los explotadores. Fundado el pueblo, ya no tendrían poderomnímodo sobre los esclavos, sobre los indios. No tendrían mano de obra baratapara obtener sus exorbitantes riquezas. Esta Real Cédula de Felipe III es de sumaimportancia, pues, en virtud de ella se genera la fundación de los pueblos de LaVictoria, Turmero, Cagua, San Mateo, Choroní, etc. En el documento de fundaciónde todas estas poblaciones que íntegro corre en mi Libro “Turmero en los documentosinéditos” se halla en forma clara cuáles leyes había que cumplir a la hora de fundarpueblos. Este documento valiosísimo por su antigüedad y por su contenido sentarájurisprudencia en la fundación de pueblos que se sucederían en Venezuela a través delos siglos XVII y XVIII.
Pero había condiciones que las propias leyes del Reino exigían a la hora de fundarpueblos. No todas las poblaciones estaban aptas para tan alta condición. Fundar unpueblo no era cualquier cosa. Se exigían requisitos indispensables, pues, se buscaba
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Re: Gobernación y Diócesis de Venezuela
que, una vez ascendidos a esta condición, aquellas comunidades iniciaran su destino,creando su propia historia, su bienestar, su desarrollo. ¿Qué requisitos eran éstos?
Es el mismo Rey, esta vez Carlos III, el creador del Despotismo Ilustrado, el queaclara en una Real Cédula expedida en Madrid, en el Palacio de El Pardo, el 17 defebrero de 1770 y dirigida al “Venerable y devoto Padre Prefecto de las Misiones quela religión de capuchinos, de la Provincia de Aragón tiene en la de Cumaná”. En estedocumento se re ere al Rey a la fundación de pueblos y a este respecto dice:
“... expresando que las citadas tres reducciones (Comunidad de indioscristianizados) podían erigirse en parroquias (pueblos) atendiendo al númerode almas que se componían, al de los indios que podían tributar y el saludabletemperamento de aquellas tierras abundantes y fértiles para cosechas de maíz,cazabe, y otros frutos, con llanos espaciosos para fomentar la cría de ganado....que los indios se hallan instruidos en la doctrina cristianas, ladinos (que hablanel castellano), obedientes a asistir a los devotos ejercicios y aplicados y al cultivode sus labranzas...” 2
Por esta breve lectura de la Real Cédula de Carlos III, nos enteramos hoy de lascondiciones exigidas para la fundación de pueblos: unas condiciones geográ cas:“llanos espaciosos”, “tierras abundantes y fértiles”, “fomento de la cría de ganado”,“saludable temperamento de tierras”, “tierras abundantes y fértiles para cosechas”. Yunas condiciones antropológicas: “número de almas”, “indios instruidos”, “ladinos”,“aplicados al cultivo de sus labranzas”, “obedientes a asistir a los devotos ejercicios”.
Dadas estas condiciones que mucho tiempo sin duda requerían de aquellos doctrinerosy misioneros, el pueblo fundado tenía todos los cimientos para levantarse, paraprosperar, como en efecto sucedió. Re riéndose a ésto el mismo obispo de Caracas,ya citado, Gonzalo de Angulo, en 1619, cuando instruye a su Vicario Gabriel deMendoza, para que en compañía del Juez poblador Pedro Gutiérrez de Lugo, fuera afundar los pueblos de Aragua le decía:
“Dé a entender a los indios cómo estas poblaciones se hacen por su bien paraque tengan más conocimiento de su santa fe, vivan con más pudicia, porque losencomenderos no los puedan tratar mal, ni castigar, ni hacer trabajar más de lostres días, pues habrá con quien probar el mal tratamiento que los hicieren y loscastigarán y que tengan en sus enfermedades y trabajos quien los acuda y remedieque hoy no lo tienen y en pocos años que vivan juntos se verán muy medrados ysabrán más...” 3
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Re: Gobernación y Diócesis de Venezuela
Todas estas ventajas claramente descritas por el gran obispo defensor de los indios sederivaban de la fundación del pueblo pues ello, además conllevaba el nombramientode autoridades que harían cumplir la justicia y, especialmente, les defenderían a elloslos más débiles.
Cumplidos los requisitos precedentes cabe otra pregunta. ¿Cuál era el ordenamientojurídico que había de cumplirse a la hora de fundar un pueblo? Los “Autos hechospor el Licenciado Gabriel de Mendoza” para la fundación de “Pueblos nuevos” en1620, ya citado, es diáfano en este particular. La fundación de pueblos debía contarsiempre con un representante del obispo de Caracas y otro representante del CapitánGeneral de la Provincia. El representante del Capitán General fungía de JuezPoblador. Ambos, el representante del obispo y del gobernador, instruidos por ambaspotestades, debían dirigirse a los poblados donde existían encomiendas, misiones ohaciendas, y de común acuerdo debían elegir el sitio preciso donde se levantaría laIglesia. Este acto material, simple y sencillo, constituía el hecho mismo de fundación,el acta de nacimiento de un pueblo. El que la elección del lugar para el templo fuerade consuno era tan importante que si alguno discrepaba, el acto de fundación depueblo no se llevaba a cabo, era fallido. Pero, si no discrepaban y elegían el lugar, elpueblo quedaba fundado y de ello se levantaba un Auto (Acta). En las Institucionesdel citado Obispo Angulo a su representante para la fundación de los pueblos deAragua le advertía:
“De la elección del sitio para la iglesia y erección de ella se haga Auto particular”
Tan sencillo proceder llevado a cabo por la representación religiosa y civil, daba lugara que aquellos poblados abandonados muchas veces a su suerte, explotados, sometidosa particulares caprichos, ascendían a la condición jurídica de pueblos, sus habitadoresentraban a la añorada libertad y al amparo de las leyes del Reino.
De ello no existe la menor duda. Las actas de fundación de los pueblos de Aragua,están ahí para testimoniarlo y son los días, meses y años en ellas asentadas, las fechasque las poblaciones actuales tienen como su fecha fundacional. Cuando se funda elpueblo de La Victoria, su Acta fundacional reza así:
“El 18 días del mes de Noviembre del año 1620, el dicho Juez Comisario eligió yfundó otra Iglesia con la advocación y nombre de santa Inés en el pueblo fundadode Nuestra Señora La Victoria, en el principio del Valle de Aragua... “
Cuando se re ere a la fundación de Turmero, Gabriel de Mendoza asienta:
“ Y el 27 de dicho mes de Noviembre y año de 1620, dicho Juez Comisario eligió yfundó otra Iglesia en el pueblo que llaman Turmero, nombrado Nuestra Señora deConsolidación, con advocación y nombre de Nuestra Señora de La Candelaria...
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Re: Gobernación y Diócesis de Venezuela
En cuanto a Cagua, dice:
“Y en el Valle que llaman Cagua, a 12 leguas de esta ciudad, eligió y fundó eldicho Juez Comisario en el pueblo nombrado San José, lo cual fue el 29 de dichomes de Noviembre y año dicho 1620...” 4
Y cuando el Vicario ha de resumir lo que se ha hecho en orden a la fundación depueblos en Aragua, como para no dejar lugar a dudas de que los pueblos fundados sehacían en virtud de que en ellos se “eligió y fundó Iglesia” , dice:
“Que por cuanto en los pueblos que ha fundado en el Valle de Aragua, Turmero yCagua Su Merced ha elegido y señalado Iglesias en cada uno de ellos a saber enel dicho Valle de Aragua, el pueblo de Nuestra Señora de La Victoria, en dondeerigió Iglesia con la advocación de Señora Santa Inés”..... Y en el segundo pueblodel valle de Aragua nombrado San Mateo, erigió Iglesia con la advocación delseñor San Mateo...”
“YenelValledeTurmero,dondefundóelpueblodeNuestraSeñoradeConsolación,erigió Iglesia con la advocación de Nuestra Señora de Candelaria...”
“ Y en el Valle de Cagua donde fundó el pueblo del señor San José, erigió Iglesiacon la advocación del señor San José...”
Otras muchas actas fundacionales podríamos aducir. Basten estas, referidas a tanimportantes poblaciones venezolanas, llevadas a cabo a principios del siglo XVII, elsiglo precisamente donde tuvieron lugar las más numerosas fundaciones de ciudadesy pueblos en tierras venezolanas.
De estas actas fundacionales, de estos documentos referidos a tan preciso tema, haytres verbos que es preciso destacar: “ELIGIÓ”, “ERIGIÓ”, “FUNDÓ”. Estos verbosen forma indubitable rati can los actos que había que hacer a la hora de fundarpueblos. Primero, reiteramos elegían el sitio donde había de levantarse la Iglesia.Luego, se erigía ésta. La palabra “erigir” que muchos han confundido pensando sólo enel sentido de levantar, construir, tiene aquí el valor de lo que es su primer signi cado:“fundar”, “instituir”. Seguidamente que la Iglesia “era erigida”, el representante delobispo y del Capitán General , únicas personas autorizadas para fundar, rematabanlos documentos con la palabra “fundó”. Parodiando a César, podríamos decir: “elegi ,eregi, condidi” “elegí, erigí, fundé”.
De esta manera el acto fundacional quedaba consumado. Podrían venir problemasen el futuro, negarse los encomenderos a levantar la Iglesia “erigida”, podrían losmantuanos nombrar abogados y hacer uso de su inescrupuloso poder... pero ya nadavaldrían sus argumentos, ni sus posturas. Luego del acto fundacional el puebloquedaba protegido con Imperio de la Ley. Los hombres que lo formaban no podr
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Re: Gobernación y Diócesis de Venezuela
ser dispersos, eran libres y ya nadie podría imponer sobre ellos su omnímoda voluntadsin que fueran señalados y castigados por las autoridades que se instalarían en elpueblo nuevamente constituido.
Hemos creído conveniente hacer todas estas re exiones para demostrar en base adocumentos incontrovertibles, los cuales pondremos en el Apéndice documental deeste libro, como en la fundación de Ocumare de la Costa se siguieron exactamente, nopodría ser de otra manera, los mismos pasos que se llevaron a cabo cuando se fundaronlas citadas poblaciones de Aragua, en 1621. Cuando se fundó especí camente Maracayen 1701, e igualmente en la fundación de Santa Cruz del Escobar de Aragua, llevadaa cabo por el insigne Obispo Mariano Marti, en las postrimerías del siglo XVIII, sesiguieron los mismos pasos.
No hay duda alguna que lo que hizo que Ocumare de la Costa retardara tan largotiempo su fundación fue el hecho de que las grandes y ricas haciendas de cacao,cultivadas en sus predios, pertenecían a la cumbre del mantuanismo venezolano que,aunque dueños de ellas, residían en sus palacios caraqueños.
No podían aceptar aquellos marqueses y condes y aún las propias monjas concepciones,entre otros, dueños de aquellas riquezas, que se fundara un pueblo en Ocumare porla razón que ya sabemos. La fundación de un pueblo traía consigo la defensa de sushabitadores, su libre movimiento, su libre expresión. Mas nada se puede hacer cuandoestá maduro el fruto. No hay manera de que el árbol lo sostenga.
Los curas que atendían las necesidades espirituales de aquellos esclavos negrosencerrados por férrea voluntad de sus amos, en los fétidos “bujíos” de las haciendascacaoteras, no cesaban de clamar al obispo de Caracas para que procediera deinmediato a la fundación de Ocumare como pueblo, como entidad poblacionaljurídica. Los poderosos siempre se oponían, esa era la regla. Siempre se producía lamisma reacción. Nunca los amos, sin conciencia, se preocupaban por la libertad, osiquiera por mejorar la vida de aquellos desdichados.
El 3 de Noviembre de 1762, Manuel de Atizpitarte, dirige una carta al VicarioGeneral de la Diócesis de Caracas y Venezuela, solicitando que se levante una Iglesiaen Ocumare. Ya sabemos lo que este acto signi caba. Pero el presbítero conocedor dela sicología y del proceder mantuano, le hacía al Vicario una observación que muchodice:
“Y para conseguir se haga la Iglesia es preciso que usted nombre persona opersonas que se hagan cargo no dejando a la elección de algunos mantuanos quetienen haciendas aquí porque entonces todo trastornarían...” 5
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Re: Gobernación y Diócesis de Venezuela
Desde siglos atrás ciertamente todo lo habían trastornado, con tal de manteneroprimidos a los esclavos productores de sus riquezas. Una vez recibido por el Provisorla solicitud de erigir Iglesia, contestó:
“Que por lo que a la elesiástica jurisdicción toca le concedió nuevamente daba ydio comisión al cura del Valle de Ocumare para que, de acuerdo con la persona quedestinase el Real Patronato reconozca el sitio más cómodo y a propósito dondedeba fabricarse la Iglesia.“ 5
El Provisor desde el alto puesto que ahora ocupaba, conocía cuál era la jurisprudenciapara fundar un pueblo y en sus breves palabras nos lo deja ver “reconozca el sitio” quees igual a decir “elija el sitio”, eso sí: “de acuerdo con la persona que destine el RealPatronato”. El Real Patronato no era otro que el Capitán General de Venezuela que,entre otros títulos tenía el de “Vicepatrono Regio” .
De inmediato el Gobernador por Auto del 18 de Noviembre de 1772, decretabaque:
“... daba y dio su comisión al Teniente Justicia Mayor, del propio Valle deOcumare para que poniéndose de acuerdo y conformidad con el Ministro de dichoSeñor Provisor practique dicho reconocimiento...” 6
Se cumplía así lo establecido en lo referido a la fundación de pueblos. Unrepresentante del obispo y un representante del Vicepatrono Regio se nombraban a n de dar inicio a la fundación de Ocumare. En este caso, que como veremos no llegóa cuajar, el representante del obispo era el propio cura de Ocumare, Atizpitarte, y elotro nombrado por el Vicepatrono Regio, el Teniente de Justicia Mayor del Valle deOcumare.
Todo parecía marchar sobre ruedas. Al n, después de tantas esperas, de tantosrechazos de los mantuanos, de tanta oposición para que Ocumare se fundara comopueblo, al n parecía que aquella pesadilla moría para siempre. Mas por esta veztampoco fue así. Las fuerzas mantuanas, la nobleza, el prestigio, el poder del dinero,la intrincada rama de los ilustres apellidos caraqueños, mezclados y entremezcladosmil veces para controlar puertas y murallas, alzaron una ve más su voz, para oponerse,como antaño, a la aspiración digna y justa de Ocumare de la Costa por ascender a lacondición de pueblo.
En efecto, apenas habían transcurrido cuatro meses de la petición del cura deOcumare, cuando el 5 de Mayo de 1763, Don Francisco Eustaquio Galindo y Tovar,conde de Tovar, y Don Francisco de Ponte Mijares, marqués de Mijares, llamaronal escribano público, Don Francisco Buenaventura Terrero para dictarle algo de suinterés. El conde de Tovar se identi có con el otro título de “Depositario General”
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Re: Gobernación y Diócesis de Venezuela
y el marqués de Mijares con el de “Regidor”. El documento que van a redactar esun primor, a favor de la fundación de Ocumare de la Costa y de los negros esclavosque poblaban sus haciendas. Realmente, causa estupor leer hoy la postura de estoshombres contra aquella población:
“Que por cuanto ha llegado noticias a los otorgantes que con licencia del SeñorProvisor y Vicario General de este Obispado y del Señor Gobernador y CapitánGeneral de esta Provincia, como Vicepatrono Regio, se intenta la construcción yfábrica de nueva Iglesia en el Valle de Ocumare de la Costa del Mar Abajo, enel sitio que llaman Zedeño (sic) y quitar la que se haya fabricada en medio dedicho Valle y en atención a que dichos otorgantes se les irroga graves perjuicioscon la edi cación o renovación de la expresada Iglesia en el dicho sitio de Zedeño,por tanto, para que en nombre y representación de los referidos otorgantes hagapatentes y mani este dichos perjuicios y pida y represente cuanto convenga afrustrar la construcción de dicha nueva Iglesia en el mencionado sitio ...”
Parecía hasta irrespetuoso que aquellos mantuanos se opusieran a la decisión delmás alto poder como lo era el Gobernador Vicepatrono Regio, cuyas decisiones porlo demás eran inapelables, e igualmente que se opusieran a lo que había decidido elobispo con todo el poder que entonces ostentaba como que era además “del Consejode Su Majestad”
Argumentaban aquellos otorgantes, es decir, el conde y el marqués que “se les irrogagraves perjuicios con la edi cación o renovación de la expresada Iglesia....”
¿Cuáles eran esos perjuicios? Ya los conocen nuestros amables lectores. Los perjuicioseran que aquellos esclavos, una vez poblados, “bajo la campana” tendrían derechos,habría quienes velaran por ellos, y ya no serían brutalmente explotados como hastael presente había sucedido. Los mismos fundadores de Ocumare de La Costa, de loscuales hablaremos seguidamente, al nal del acta de fundación a rman sin ambages:
“Es la razón que comprendemos tienen los opositores a que se haga en él la Iglesia,temerosos de que se forme un numeroso pueblo de libres. ...”
Era ésta la única razón por la que la nobleza criolla se oponía a la construcción dela Iglesia de Ocumare: la libertad. Sabían que siendo libres aquellos esclavos a losque por generaciones habían tenido sometidos, su mano de obra se encarecería, susservicios dejarían de serles prestados y ya no podrían tratarlos como cosas, comoenseres, cual acémilas.
El 19 de Mayo de 1763, el Provisor y Vicario General, indignado ante la osadía delconde y del marqués por impedir lo que legalmente estaba decidido a hacer, contestóde esta manera rme y terminante:
“Por presentada con el Poder y atento a lo representado por estas partes y paraexcusar mayores dilaciones de las que con estos o semejantes pretextos ha resultado
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Re: Gobernación y Diócesis de Venezuela
la falta de Iglesia en el Valle de Ocumare, se da comisión al Vicario de Valenciapara que inmediatamente y sin excusa alguna a costa de estas dichas partes paseal aludido Valle y reconociendo sus sitios elija y destine para la fábrica de laiglesia el más proporcionado a todos respectos, con asistencia de los hacendados quequisieren concurrir y en conjunto de la persona que a este mismo efecto, si fuerede su agrado, se sirviere nombrar el Señor Don Presidente Ramírez de Estenós,Brigadier de los Reales Ejércitos de su Majestad , Gobernador y Capitán Generalde esta Provincia y Vicepatrono Regio...” 8
El lenguaje usado por el Vicario General, sin duda, apoyado por el Obispo DiegoAntonio Díez Madroñero, no podía ser mas contundente. ¿Qué se han creído?¿Hasta cuándo su osadía? ¿No bastaban tantas injusticias que desde siglos habíancometido? ¿Cómo soportar semejante irrespeto? ¡Oponerse al Vicepatrono Regioy al Gobernador!. ¡Enfrentar al obispo! “Inmediatamente”, ordenaba el Vicario deCaracas al Vicario de Valencia, a n de que se trasladara a Ocumare y “eligiera sitio”“en conjunto de la persona que a este mismo efecto, se sirviera nombrar el CapitánGeneral”.
¿A quién nombra el Capitán General como Juez Poblador? Oigamos parte deldocumento dado en Caracas el 7 de mayo de 1766.
“...por lo que al Real Patronato compete y a n de que tenga efecto la expresadafábrica y ser mas diligente y sin incidentes con ere S.S. su comisión al TenienteJusticia Mayor del referido Valle de Ocumare para que concurra a todo lo que seofrezca de acuerdo y de conformidad con el ministro que disputase de S.S.I. si lotuviere por bien y ser más diligente y sin incidentes”. 9
Estas palabras diplomáticas pero plenas de autoridad y dureza tenían sus destinatarios:El conde de Tovar y el marqués de Mijares que habían tenido la desfachatez deoponerse a las decisiones de las más altas autoridades civiles y eclesiásticas. En formarápida todo se precipita. Pronto el Obispo Madroñero haría su Visita Pastoral alValle de Ocumare de la Costa investido de su poder y de uno que escrito llevaba rmado por el Gobernador Solano y Bote. Para entonces ya el sitio de la Iglesiatenía que estar elegido y aprobado con toda la autoridad que entonces concedian lasleyes. El 4 de junio de 1766 el Obispo Diego Antonio Diez Madroñero emite su“Auto de Proceder con Arreglo”. Documento importantísimo porque se deja ver conclaridad las anteriores comisiones que hubo para la fundación de Ocumare pero queno pudieron llevarse a cabo porque las partes escogidas no estuvieron de acuerdo enel sitio preciso donde debía de erigirse la Iglesia. “Discordes entre sí” reza el texto.En este mismo Auto se impone la obligación al Vicario de Valencia que lo era elLicenciado Presbítero don Pablo Julián de Angel y García y al Teniente de JusticiaMayor del Valle de Ocumare de la Costa que lo era Tomás Pací co Berroeta para que
(8) Apéndice Nro. 8(9) Apéndice Nro. 16
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Re: Gobernación y Diócesis de Venezuela
de nitivamente elijan el sitio de la Iglesia y de una vez se concluya con la fundaciónde Ocumare de la Costa como pueblo jurídicamente establecido.
Permítame el amable lector hacer aquí una digresión para bosquejar una pequeñasemblanza sobre la gura de este personaje, Don Pablo Julián de Angel y García.Es poco lo que se sabe de él pero dada la importancia que tuvo en la fundación deOcumare, bien merece que ese poco conocimiento que tenemos de él lo registremosen estas letras.
El año 1739 llegaba a la ciudad de Caracas el Ilustrísimo y Reverendísimo SeñorMaestro Don Francisco Pérez Lozano. Este personaje había sido preconizadoObispo de San Juan de Puerto Rico. Era costumbre que los obispos preconizados deAmérica, cercanos a Caracas, en viaje a sus Diócesis pasaran por esta ciudad a objetode ser consagrados por el obispo de la sede caraqueña. Pocos años después otro obispode San Juan de Puerto Rico llamado Mariano Martí, también se detuvo en Venezuelay en la Iglesia de San Pedro de la Guaira, el para entonces obispo caraqueño DiegoAntonio Diez Madroñero, lo consagró. No sabía Madroñero que estaba consagrandoal que poco tiempo después le había de suceder como obispo en la Mitra caraqueña.Cuando Don Francisco Pérez llega a Caracas el 18 de marzo de 1739 se enteracon dolor de que el obispo de Caracas, el Doctor Don José Félix Valverde, no seencontraba. Hallábase en Visita Pastoral en El Tocuyo. Recuérdese que MonseñorValverde fue obispo de Caracas desde 1728 hasta el 24 de febrero de 1740 en quefallece en Barquisimeto. Hasta el Tocuyo se dirigió Monseñor Lozano, pues no podíacontinuar viaje a Puerto Rico antes de ser consagrado Obispo, cosa que sólo podíahacer el obispo de Caracas, único en miles de kilómetros a la redonda.
¿Quién acompañaba a este obispo de Puerto Rico desde que salió de España hastasu llegada a Venezuela? Era precisamente Don Pablo Julián de Angel y García, en sucondición de Secretario de Cámara y Gobierno del preconizado Obispo portoriqueño.Es el propio Don Pablo Julián el que cuenta:
“... no obstante la distancia de más de 90 leguas que intermedian de laprincipal ciudad de Caracas a la del Tocuyo en la que actualmente residía, deimpertransitables (sic) caminos, frecuentes lluvias, que no dispensaban para si lacosta y susto de un peligro, pasó a ella en donde el día 31 de mayo del citado año,el enunciado señor Obispo de Caracas le con rió el bene cio de la consagracióny facultó el ejercicio de los ponti cales y en virtud de ésta, administró el SantoSacramento de la Con rmación de las ciudades del Tocuyo, Barquisimeto, NuevaValencia, Villa de San Carlos, Doctrinas de Turmero, La Victoria y otrasdoctrinas y misiones y en la de Caracas...” 10
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Re: Gobernación y Diócesis de Venezuela
De tal forma que el obispo caraqueño Monseñor Valverde facultó al nuevo obispode San Juan de Puerto Rico para que realizara en su Diócesis lo que sólo un obispocon jurisdicción podía hacer. Pero ello lo hace por una razón: Valverde está enfermo.Desde el Tocuyo el obispo caraqueño regresa a Barquisimeto y allí le sorprende lamuerte en plena Visita Pastoral, en febrero de 1740, apenas a 9 meses de haberconsagrado al obispo de Puerto Rico.
Hay que destacar aquí que el obispo de Puerto Rico no sólo era el obispo de esaIsla, sino que toda la parte oriental de Venezuela, incluyendo Trinidad, dependíadel obispado de Puerto Rico. Por eso, cuando Don Pablo Julián se re ere al obisposu Señor, lo llama “ Meritísimo Obispo de San Juan de Puerto Rico y de éstos susanexos”. “Sus anexos” no eran otros que la parte del Oriente venezolano como quedadicho. Era lógico que hallándose el obispo “en sus anexos”, antes de dirigirse a sulejana sede portorriqueña realizara la Visita Pastoral a la que estaba obligado bajoleyes canónicas y disposiciones reales. Narra su Secretario de Cámara y Gobierno.
“... sin perder hora de tiempo, en las galeras de la Real Comapañía Guipuzcoanapasó a esta ciudad de Cumaná capital de esta Provincia, a donde llegó el día 29de agosto del citado año... en cuya prosecución el día 8 de septiembre... publicó suPastoral Visita en la Iglesia Parroquial de la Puri cación de nuestra Señora deesta citada ciudad...” 11
El obispo Pérez Lozano realiza su Pastoral Visita, “a sus anexos”, por un largotiempo y toda ella es registrada por su Secretario de Cámara y Gobierno. De eseregistro singular se desprenden importantísimos datos para la historia del Orientevenezolano. Sobre todo cuando está escrito en tan lejano tiempo. Don Pablo Juliánde Angel, en su condición también de: “Notario Mayor de Visita” además de recogerdetalladamente todas las vicisitudes y hechos de aquella Visita Pastoral, rma en sucondición de Notario todos los documentos que la componen y dejó para la historiauna obra que conocemos hoy como “Testimonio de la Visita Pastoral del obispoPérez Lozano a la Provincia de Cumaná e Isla de Margarita”.
Es la única obra que hemos podido averiguar de este singular sacerdote a quien eldestino le tenía reservado el ser la gura mas esclarecida en la fundación de Ocumarede la Costa. ¿Por qué se quedó en Venezuela Don Pablo Julián y no siguió a SanJuan de Puerto Rico con su Obispo? Por una razón muy desgraciada. El obispo pasóa la Isla de Trinidad donde el cólera hacía estragos. Allí falleció con heroísmo en elcumplimiento de su deber pastoral. Su joven Secretario de Cámara y Gobierno, DonPablo Julián quedó solo. ¿Qué iba él a hacer en Puerto Rico, muerto su Señor? Sedirigió a Barquisimeto donde reposaba en su lecho de enfermo el obispo Valverde yallí le informó el trágico suceso de la muerte en Trinidad del obispo Pérez Lozano.En vista de ello le pidió licencias para quedarse en Venezuela en su Diócesis a lo queel obispo Valverde accedió con dulzura y penetrado de dolor ante la noticia que le
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Re: Gobernación y Diócesis de Venezuela
daba. Apenas meses atrás, como queda dicho, él mismo lo había consagrado en elmagní co templo de la Inmaculada Concepción del Tocuyo.
Hemos puesto íntegro en el Apéndice documental del este libro “el Testimonio deVisita” de Don Pablo Julián a objeto de que el amable lector admire el rico contenidode estos documentos, su limpio lenguaje y estilo y la preparación de aquel hombre enlo que respecta a la fundación de pueblos, tal como lo deja ver en las nuevas parroquiasque el Gobernador Carlos Sucre de Cumaná y el Obispo Pérez Lozano, erigieron enaquellas tierras cumanesas.
Muy joven debió ser don Pablo Julián en estos tiempos pues 36 años después loencontraremos en Valencia como Vicario. Bueno es aclarar aquí que los Vicarioseran los que gobernaban grandes porciones de la Iglesia autorizados por el Obispo deCaracas. Se hacía ello dado la inmensidad de la Diócesis caraqueña que, exceptuandolos anexos orientales, abarcaba todo y más de lo que hoy es el territorio venezolano.Estos Vicarios, cada cierto tiempo, informaban al Obispo de Caracas de todo cuantosucedía en sus porciones y de todo aquello que les había sido encomendado para elbuen gobierno.
Había un Vicario en el pueblo de La Victoria que gobernaba la región de Aragua,sin embargo Ocumare de la Costa no pertenecía al Vicariato de Aragua sino al deValencia, por una razón: era mas fácil llegar a Ocumare a través de Puerto Cabello ola Borburata que desde cualquier punto de las tierras aragüeñas, donde la alta serraníaespesa en bosques e inaccesible, impedían todo paso al Litoral. Por eso, cuando elobispo de Caracas busca un representante culto, instruido que lo represente en lafundación de Ocumare, ja sus ojos en Don Pablo Julián de Angel y García, a lasazón Vicario de Valencia, ciudad de la que además dependía Ocumare de la Costa.
Pues bien, en los primeros días del mes de Junio de 1766 don Pablo Julián se dirige aOcumare de la Costa. Allí se encontrará con el Teniente Justicia Mayor Don TomásPací co Berroeta. Llevan documentos, Autos, tanto del Obispo Madroñero como delGobernador Solano y Bote. Más tarde nos contará el propio Don Julián:
“En cuyas providencias se nos faculta comisión de elegir y señalar sitio másoportuno y mejor nos pareciese para la construcción y fábrica de la IglesiaParroquial que se intenta hacer en este Valle. ...” 12
Ahora sí. Comenzaba en rme la fundación jurídica de Ocumare de la Costa delMar Abajo. El “Auto de Proceder con Arreglo” anteriormente citado es el documentoprevio que se escribe antes de la fundación de Ocumare. De ahí su importancia. Lotranscribimos íntegro:
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Re: Gobernación y Diócesis de Venezuela
Auto de Proceder con Arreglo
“Visto por S.S.I., los Autos precedentes con la Comisión del Señor Don JoséSolano, del orden de Santiago, Capitán de Navío de la Real Armada, Tenientede la Real Compañía de Guardias Marinas, Gobernador y Capitán Generaly Vicepatrono Regio de esta Provincia, mandaba y mandó proceder y que seproceda a la ejecución del proveído en ello por el Provisor y Vicario General enla Ciudad Mariana de Caracas a 6 de Diciembre de 1763, a cuyo n nombrabay nombró por Visitador y Juez Competente por lo tocante a la jurisdicciónordinaria eclesiástica al Licenciado Don Pablo Julián de Angel y García, paraque hecha que sea notoria la Comisión que dicho Señor Gobernador y VicepatronoRegio concede por lo que toca al mismo texto a su Teniente Justicia Mayor deeste Valle, ambos Jueces Comisionados, de acuerdo y conformidad, vean antetodas las cosas los Autos con que ellos tienen expuesto unas y otras partes y losJueces de Comisión que les precedieron manifestaron tener para elegir y señalarlos primeros, el sitio y lugar que señalaron donde llaman Zedeño y los segundosel que se halla en tierra de los herederos de Don José Sanabria, la ermita que haservido de Parroquia, y bien puestos pasarán personalmente y recorriendo todo elValle, vean y conozcan cuidadosa y diligentemente no sólo los dos sitios asignadospor los enunciados Jueces de Comisión, sus Antecesores discordes entre si no estambién cuanto les pareciese a propósito y cómodo para la situación y fábrica dela Iglesia Parroquial y entre todos elijan y señalen el sitio más oportuno y mejorles pareciese atendidas todas las circunstancias que deben tenerse presente, y a suhecho formalizarán el acto de su elección exponiendo las razones que a ella leshubiese movido y se traigan con los Autos para determinar de ellos lo demás quehubiese lugar por Derecho.
Proveyólo el I.S. Don Diego Antonio Díez Madroñero, mi Señor, digno Obispode esta Diócesis, del Consejo de S. M., en la actual Visita de este Valle del gloriosoSan Sebastián de Ocumare a 4 de Junio de 1766 y lo rman”.
El Obispo Ante mí
José Antonio García Mohedano
Vicesecretario 13
En este documento se establece en forma diáfana los requisitos de fundación de
pueblo en los que tanto hemos insistido, cuales son:
Un representante del obispo de Caracas: Don Pablo Julián de Angel y García.Un representante del Capitán General y Vicepatrono Regio Solano y Bote: DonTomás Pací co Berroeta y una orden: “Elijan y señalen el sitio más oportuno” parala erección de la Iglesia. Y ello deben hacerlo: “De acuerdo y conformidad”. Era todo
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Re: Gobernación y Diócesis de Venezuela
lo que se requería. Bien lo sabía el obispo de Caracas y el propio Capitán General,acostumbrados como estaban las instituciones que representaban a un procedimientotan normal como lo era la fundación de pueblos. Por otra parte, en los archivos deambas potestades, reposaban todos los documentos, los Autos de fundación quesus predecesores habían llevado a cabo y que ellos y sus asistentes conocían a laperfección.
¿Podría acaso pensarse que una simple construcción de iglesia requiriera de tantosdocumentos, de tantos pleitos, de tan escrupulosa actividad? No. Toda esta madeja deproceder signada por la más estricta norma jurídica se hacía, no porque se levantabala iglesia, se hacía porque elegir el sitio para la iglesia, signi caba la fundación de unpueblo con todo lo que ello arrastraba y que ya hemos dejado claramente explicado.
“El Auto de Proceder con Arreglo” del obispo Madroñero, lleva fecha del 4 de Junio.Pues bien, 8 días después, el 12 de Junio de 1766, Don Pablo Julián de Angel yGarcía y Don Tomás Pací co Berroeta, presentan ante ante el obispo los Autos quele habían sido exigidos en el propio Auto de proceder. Es un larguísimo documentoque mucho nos ha costado extractar de los archivos arquidiocesanos de Caracas por eldeplorable estado de su original y por la difícil caligrafía. Es el más bello documentojamás escrito sobre Ocumare de la Costa, y de una importancia trascendental para elconocimiento histórico, geográ co, antropológico, económico, etc. etc, de Ocumare.Es realmente con toda justicia el Acta de Fundación de Ocumare de la Costa, alque hay que anexar el documento que le sigue, con fecha del 16 de Junio de 1766que es exactamente el día en que fue fundado Ocumare de la Costa, como entidadpoblacional jurídica, pues este mismo día los Jueces de Comisión facultados eligieronel sitio preciso donde debía erigirse la Iglesia de Ocumare cumpliendo de este modolo establecido en Derecho y lo que ambas potestades habían delegado en ellos. Es tanprecioso este documento que también lo transcribimos íntegro aquí, pues, es el másimportante documento escrito sobre Ocumare por cuanto es su Acta de Fundación:Dice así:
12 de Junio de 1766
ACTA DE FUNDACIÓN DE OCUMARE DE LA COSTA
En el Valle de San Sebastián de Ocumare, jurisdicción de la nueva Valencia delRey, a doce días del mes de Junio de 1766, el Licenciado Don Pablo Juan deAngel y García y Don Tomás Pací co de Berroeta, Teniente Justicia Mayor deeste referido Valle, en cumplimiento del Auto proveído el cuatro del propio mes yaño por el I. S., Don Diego Atonio Díez Madroñero, dignísimo Obispo de estaDiócesis y Auto proveído el siete de mayo de este presente año por el Señor DonJosé Solano, Caballero del Hábito de Santiago,. Capitán de Marina, de la RealArmada, Teniente de la Real Compañía de Guardias Marinas, Gobernadory Capitán General de esta Provincia, Vicepatrono Regio en ella, en cuyasprovidencias se nos faculta comisión de elegir y señalar sitio más oportuno ymejor nos pareciese para la construcción y fábrica de la Iglesia parroquial quese intenta hacer en este Valle, atendiendo a todas las circunstancias que debemos
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Re: Gobernación y Diócesis de Venezuela
tener presentes, viendo ante todas cosas, los Autos con cuanto en ellos tuvierenexpuesto unas y otras partes para elegir y señalar el sitio y lugar donde llamanCedeño (sic) y los otros en tierras de los herederos de Don José HernándezSanavia y los Jueces de Comisión que antes precedieron, los unos para elegir yseñalar el sitio y lugar donde llaman Cedeño y los otros en tierras de los herederosde Don José Hernández Sanavia, donde se halla la Ermita que ha servido deparroquia y que bien impuestos personalmente pasemos a reconocer todo esteValle a n de ver y reconocer cuidadosa y diligentemente no sólo los dos sitios porlos referidos asignados de Comisión, nuestros antecesores entre sí discordes, sinotambién cuanto nos pareciese a propósito y cómodo para la situación y fábrica dela Iglesia parroquial y así hecho formalizando el acto de su elección exponiendolas razones que a ella los hubieren movido, se devuelva a S. S. I., estos Autos parasu determinación. Cumpliendo nuestras respectivas comisiones bien enterados decuanto resulta de ellos.
Personalmente, pasamos, recorrimos y reconocimos todo este Valle, una y muchasveces en varios días, de abajo a arriba y de arriba abajo, no sólo por sus vegassino también desde algunos cerros de a donde se descubre y habiendo vuelto aver los enunciados Autos, diligencias de señalamientos de sitios hechos para laconstrucción de la Iglesia por Don Cristóbal Díez de Vergara, cura propio deeste Valle y Don Manuel Atizpitarte, Teniente Justicia Mayor de él y Jueces deComisión que lo hicieron a veinticuatro de enero de mil setecientos sesenta y tres,eligieron el paraje donde llaman El Cedeño, como también teniendo presente,según tenemos el señalamiento que para el mismo n hicieron y pusieron el trecede septiembre del mismo año, el Doctor Luis Antonio Méndez Quiñónez y DonMiguel Ignacio Malpica, Vicario aquél y éste Teniente de la Ciudad de Valencia yambos juntamente Jueces Comisionados para la jurisdicción eclesiástica y seculardestinando el sitio donde se halla la Ermita que suple por la parroquia en lastierras de los herederos de Don José Hernández Zanavia. Nos parece sin razónde duda ser el más a propósito y, además, único acomodado para la situación,construcción, y erección de Iglesia Parroquial, el sitio elegido por los primeros Juecescomisionados en el que unánimes nos conformamos y señalamos nuevamente enla misma Vega llamada de Cedeño, que era en dicho año de setenta y tres, de DonFrancisco de Ponte, y ahora en posesión del capitán Don Sebastián García quehallándose presente y entendido de esta nueva elección dijo: que ansioso su celo porver logrado y construido el templo tan deseado de todos donde puedan como encasa propia de Dios tributar cómodamente a Su Divina Majestad el debido cultoy que sea mejor servido en la Iglesia Parroquial por los vecinos y habitadores yhacendados devotos y libres de este Valle, desde luego hacía e hizo donación graciosay libremente y de aquella calidad que el Derecho llama entre juros y en favor deNuestro Señor Sacramento y dicho su Templo de novecientas treinta y cinco varasde tierra en cuadrilongo que por los costados de Norte y Sur que son los de su largotiene trescientas y cuarenta varas cada uno y los del Oriente y Poniente que sonlos de su ancho ciento veinte y siete varas y media, cada cual componiendo en todosu alrededor las mismas novecientas treinta y cinco varas el expresado cuadro detierra que dona en la denominada Vega sitio y paraje por nosotros asignado, cuyosendero por la parte del Norte es la tierra que en la propia Vega pertenece a DonGabriel de Bolívar y corre en su fondo (retiradas cuarenta varas por encima dela cequia a la frente del Poniente) por la media fanegada que en aquel año de mil
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Re: Gobernación y Diócesis de Venezuela
setecientos sesenta y tres se señaló para la Iglesia como perteneciente entonces aDon Francisco de Ponte, propia hoy del Donante hasta el número de trescientascuarenta varas, se remontan en la falda del cerro del Oriente, es desde el cual,y su lindero en escuadra del Norte corren en la misma falda hacia el Sur con elancho de la tierra donada ciento veinte y siete varas y media y desde este linderodel Oriente y Sur en su escuadra a la otra escuadra del Poniente y Sur, con otrastrescientas cuarenta varas con igualdad a las de su frente del Norte y otras cientoveinte y siete y media desde la escuadra dicha del Sur y Oriente a la del Norte yel mismo Oriente que es el ancho de la tierra y las cuatro partidas componen lasdichas novecientas treinta y cinco varas, donadas a la redonda del cuadrilongoy que queda deslindado y repitió dicho Don Sebastián hacía e hizo donación ala Iglesia Parroquial y afectada que fue por nosotros respectivamente en cuantonos es facultativo por los o cios de nuestro cargo y comisionados, paseamos enseñal de posesión y dimos vuelta alrededor de su cuadro a todas las varas detierra comprendidas bajo de los linderos especi cados por el dicho Don SebastiánGarcía que nos acompañó viendo hacer en los actuales linderos cruces en señalde dominio que había pasado a la Iglesia libre y graciosamente y de que quedóen posesión quieta y pací ca, reservando nosotros el escoger y de estimar en lomejor de ellos el sitio donde determinadamente deba construirse la ParroquialIglesia en virtud de nuestras comisiones, limpio que sea el monte que tiene yprocediendo a evacuar en todas sus partes el proveído por S. S. I., el cuatro delpresente mes y año, exponemos ser las razones que hay y tenemos presentes parala elección y organización que dejamos dicha las que especi can en su diligencialos Jueces de comisión con cuyo dictamen nos hemos conformado cuales son sihay lugar espacioso, llano, de materiales cómodos, con el agua a la mano en quetambién conceptúan los otros jueces de comisión que le excluyeron asegurando serel sitio de Cedeño el más espacioso , llano y abierto, próximo del río aunque lesparezca estuvo mucho pero lo cierto es que no hay razón de duda en las bondadesconfesadas de unos y otros y que a ellos para la elección dicha por nosotros, sellegan, las que tratándose como se trata de construir la Casa de Dios e IglesiaParroquial común a todos los vecinos y habitadores de este Valle y siendo comolo es consiguiente el que junto a ella para el servicio de la Divina Majestad, sucustodia, asistencia de sus ministros, resguardo y socorro de sus necesidades el quehacia en sus cercanías la población precisa a lo menos para tan santos y piadosos nes, se halla en el sitio nombrado, espacioso campo con las cualidades también deser más sano el Valle, alegre, y asiento desde el cual se descubre este de arriba abajo,y toda sus serranías en lo que se comprueba su altura y la experiencia enseña serbien batido de los vientos y descubierto al sol, cualidades todas muy del caso yaún la mayor la que opone al expresado sitio con defecto los Jueces Comisionadosque no le eligieron, cual es la de tener un río muy próximo que a su parecer puedetal vez creciendo causar alguna ruina a dicha Iglesia, pero lo contrario nos haparecido a nosotros y comprenderán que entienda, sepa y re exiona la distanciade la parroquial y defensas que median entre esta y el río para cualesquierainopinada y nunca vista creciente, capaz sólo en lo posible, pues, desde la madre ocaja del río por donde ordinariamente ha corrido y corre y parte más inmediata ala situación de la Iglesia, son muchas las varas de tierra sólida y rme , elevadamás de seis varas de la madre del río y vegas opuestas donde en caso de semejantecrecida naturalmente se ha de inclinar y no a la de Cedeño defendido también con
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Re: Gobernación y Diócesis de Venezuela
la punta del cerro que llaman El Peñón por arriba de ella donde pierde la fuerzadicho río, motivos porque no tuvieron reparo los antiguos hacendados inmediatos,ni los que al presente los han sucedido en haber hecho y mantener a distancia delpropio río, sólo setenta y siete varas, una acequia maestra de cuya conservaciónpende la de sesenta mil árboles de cacao que hoy se riegan con su agua y la que espreciso resguardar en la forma que acostumbran para no perder con la destrucciónde esta acequia haciendas de tanto valor y así justamente podemos decir quedaa anzada nuestra elección y seguridad del sitio elegido para la Iglesia con sesentamil pesos que valen dichos árboles y más todos cuantos pueden plantar en las Vegasque por bajo corren hasta cerca de la mar y se puede regar con agua de la mismaacequia y aun cuando esta se destruyese llegando hasta ella la creciente del río, noes verosímil robarse las doscientas de tierra y aún más que quedarán de resguardoentre la Iglesia y la acequia por lo que ésta y la población de su utilidad y servicionunca carecerán del agua franca abundante y no lejos como es conveniente sin elmenor peligro.
El otro de los defectos que dichos Jueces Comisionados tienen por sustancialy oponen al sitio de Cedeño elegido por nosotros que es el distar como medialegua del mar, aun cuando esto se les concediere no le hemos tenido formal y sípor bene cio y favorable a la Iglesia parroquial que se construya en El Cedeño,pues, a las invasiones de los enemigos es más fácil resistir y defenderla por lasmuchas gentes que el socorro de ella pueden hallarse inmediatas y aunque ya sehallan cuando se diera el caso de forzar los enemigos, el puerto y las bateríasde defensa que no tenemos noticias haya sucedido hasta ahora pero sí la de quevarias veces han entrado en este Valle no por la parte de abajo, donde quedaelegido el sitio para el templo y población de su servicio, sino es por la parte dearriba donde prontamente encontrarían la Iglesia Parroquial si se hiciese enel sitio elegido por los Jueces comisionados discordes y sin persona alguna quepudiese defenderla inmediatamente, pues es cierto que aquel terreno no permitepoblación alguna por carecer de las circunstancias precisas para ésta y las demásrazones que exponen los Jueces comisionados concordantes con nosotros de estar laErmita que suple de parroquia en la boca de una quebrada sumamente incómodoy pedregoso y lejos del agua sin proporción cómoda para la fábrica de la Iglesiani la población de vecinos precisa. Aun cuando condescendiera y no contradijerael dueño del terreno dar éste y las servidumbres consiguientes de caminos y pasoslibres al río para tomar agua y apacentar sus ganados más porque nada de ellopuede proporcionarse, ni permite el sitio, ni halla el cura, sacristán, ni personaalguna ha pensado hacer en aquel rincón, casa, sin embargo de los muchos añosque allí está la Ermita y parroquialidad, viéndose el cura obligado a celebraren ella el santo sacri cio de la misa a llevar de las casas de su habitación todo lonecesario fuera de que les parece estar mejor computado el terreno, su distancia,por los Jueces que concluyeron dicho sitio y eligieron el de Cedeño regulando distaréste del mar una legua y hallen hasta la última (sic) hacia la cumbre como cincocuartos viniendo a sacar por centro del valle a diferencia de un cuarto de leguael sitio de Cedeño elegido aún al presente porque a la verdad, según nuestroentender, así es la mediana cuadra más o menos, pues habiendo hecho una medidaprudencial así lo hemos hallado y la diferencia que dan de distancia desde Cedeñoa la última hacienda de las cabeceras del Valle, los jueces conformes con nuestrodictamen pueden estar en hacer los cómputos por el rodeo del camino nuevo de la
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Re: Gobernación y Diócesis de Venezuela
falda del cerro y por el río que es más derecho y cerca y de que hablamos nosotros,bien que los habitadores de la parte de abajo a los de arriba quedasen con algunamás distancia y padecieran mayor incomodidad siendo preciso la sufran unos uotros, es de igual consideración como también lo es el que en las crecientes de ríosaunque éstas durante poco tiempo por lo corto de sus cabeceras, tanto los existentesen las haciendas entre ríos, como los que haya a la parte opuesta de la Iglesia sehace preciso se priven de oír misa, pero unos y otros comúnmente entre año no lesembaraza el concurrir a la Iglesia ni el administrar los enfermos en las haciendasy demás casas de los libres, los santos sacramentos, los curas y que a éstos les sea máscómodo hacerlo desde el sitio de Cedeño que desde el Zanavia donde hoy está laErmita, lo comprueba bastantemente el ser aquel elegido por el actual cura siendoJueces de comisión y la instancia que con repetición ha hecho y hace por mejor ejercersu ministerio como por la misma razón para la buena administración de justicia,eligió con él el mismo sitio de Cedeño, el Teniente Justicia Mayor Comisionadoentonces en que estamos conformes a los que representamos ambas jurisdicciones,deseosos solamente de acertar. Según nos parece logramos en la elección del sitioproporcionado por todos respectos al buen gobierno del Valle en lo espiritual ytemporal habiendo por no dejar cosa alguna sin satisfacción que construida laIglesia en El Cedeño, no solamente pueden venir a ella cómodamente esclavos delas tres haciendas de Don Gabriel Bolívar, Don Francisco Gil, y Don SebastiánGarcía, como suponen los Jueces comisionados discordes con nuestro dictamen,sino también los de las haciendas de Don Domingo Hermoso, Doña Rosalíade Mendoza y la de las de las Monjas con solo hacer el corto banqueo de mediacuadra a la falda del cerro que divide esta posesión de las Madres Monjas de la deCedeño, cuyo número de personas comprendidas en las seis haciendas especi cadas,ituadas al Oriente del Río de Ocumare, no ser menos que las que comprenden lasdemás haciendas situadas a la parte opuesta del Poniente, sin traer a colaciónlos libres, pues éstos tomarían y ayudan a hacer la Iglesia donde se señale y esnotoriamente cierto que todos o los más la desean, por serles sitio más acomodadoen El Cedeño y a la verdad está situado. Es la razón que comprendemos tienenlos opositores a que se haga en él la Iglesia temerosos de que se forme un numerosopueblo de libres de los cuales algunos de ellos los tengan por perjudiciales aunqueprescindiendo de que administran o no semejante población los hacendados yque su posición no sea contraria a las disposiciones que mandan se reduzcan apoblado y vivan bajo la campana y sujetos a doctrina, todos los libres dispersospor los montes que en este Valle no son pocos, nos parece que si bien lo re exionanaquellos pretenderán la reducción de semejante gente pues es cierto le puedan hoyser más perjudiciales por la absoluta libertad en que están y los más de ellos pocodoctrinados y viciados muchos que no juntos en poblado donde siendo scales unosde otros y bien disciplinados y sujetos a la real jurisdicción es de creer se haganmejores los buenos y los malos se contengan y sean a los amos de hacienda menosperjudiciales y útiles al servicio del Rey, de Dios Nuestro Señor, cuyas ofensas engrandísimo número se evitarán si se consiguiere la Población que puede lograrsebien arreglada en el sitio y paraje nombrado El Cedeño que dejamos elegidopara la fábrica de la Iglesia parroquial y el pueblo. Bastante para acudir a lasnecesidades de esta particularmente en los ordinarios de Incendio y comunión desus ministros, pues los demás los suponemos muy remotos.
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Re: Gobernación y Diócesis de Venezuela
Así concluida esta diligencia de señalamiento del sitio de Cedeño y donación delas tierras que para la Iglesia parroquial y su construcción ha hecho el capitánDon Sebastián García la rmamos unos y otros siendo testigos Juan Martín deArialde y Juan Ignacio de San Martín infraescritos.
Pablo Julián de Angel y García
Tomás Pací co Berroeta
Testigo
Juan Martín de Arialde
Testigo
Juan Ignacio de San Martín
“En prosecución de ejercicio de nuestras comisiones los infraescritos a 16 deJunio de 1766, pasamos personalmente para evacuar la reserva que hicimos enla diligencia precedente sobre la elección del determinado sitio donde en la Vegade Cedeño (sic) y terreno donado para la Iglesia por el Capitán Don SebastiánGarcía, debe construirse la Parroquial de que en estos Autos se trata, y habiendohallado arrasado el monte de las 935 varas que ya posee dicha Iglesia y vueltasa reconocer con rmándonos más y más en ser donde debe levantarse dichaParroquial elegimos la parte que nos parece en el más a propósito por cima dela media fanegada que en el mismo terreno señalaron los Jueces Comisionadosconcordante con nosotros, siendo entonces Don Francisco Ponte, corriendo haciala falda del Cerro como punto al lindero de Bolívar y para mayor distinción jamos en este sitio marcado por nosotros una grande Cruz donde correspondeponer el altar mayor del cuerpo de dicha Parroquia de 40 varas de largo, ydel ancho correspondiente de 9 -1/2, en limpio, quedando alrededor capaciadsu ciente para en el caso de que se considere ser necesario el aumento de CapillaMayor y de otras dos naves, como también el costado del Norte, no lejos como 25varas para cementerio y otras tantas para o cina de trastos o sacristán, pudiendoservir los dos terrenos de los colaterales de los pies de la Iglesia, el uno, por el Casadel Curato, y el otro, para las Reales quedando entre medias, Plaza para lasprocesiones públicas, sirviendo a todo de Gobierno la dicha Cruz que pusimos ydejamos ja a distancia de 259 varas de la acequia maestra que en ella, entre ellay el Río Ocumare, y 77 desde la acequia a esta línea recta, montando todas lasvaras que medían de la Cruz al Río 336, según la medida hecha en el acto de estadiligencia que concluido rmamos siendo testigos que a todo se hallaron presentesel expresado Sebastián García y Juan de Sabían”.
Pablo Julián de Angel y García Tomás Pací co BerroetaSebastián García Juan Ignacio Savaín 15
Donante
Sebastián García 14
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Re: Gobernación y Diócesis de Venezuela
En el momento en que en este día, 16 de Junio de 1766, los Jueces Comisionadospara la elección y del sitio de la Iglesia de Ocumare, jan la Gran Cruz, “dondecorresponde el altar Mayor”, en ese mismo día, en ese mismo año, y con ese mismoacto, se produce, se lleva a cabo la tan ansiada fundación de Ocumare de la Costa.
Al día siguiente, 17 de Junio, en los propios terrenos elegidos, el Obispo DiegoAntonio Díez Madroñero, que se hallaba en visita Pastoral en Ocumare, comopara no dejar lugar a la menor duda, aprueba todo cuanto han hecho los JuecesComisionados. Dice:
“Vistas por S.S.I., las diligencias precedentes con que resulta de estos Autos yacompañado de Don Pablo Julián de Angel y García y Don Tomás Pací coBerroeta, Juez de Comunión en ellos y del Capitán Don Sebastián García, pasóa las tierras donadas por éste a la Iglesia en la Vega llamada de Cedeño, asistidode otras varias personas de distinción, las reconoció y visitó todas en el sitioasignado para la construcción de la parroquial y sus o cinas accesorias, habiendovisto antes el territorio donde se halla la Ermita que ha servido de parroquiay aprobando como aprobaba y aprobó la elección y asignación expresada por losJueces de Comisión nominados y la aceptación de la donación hecha por dichoCapitán Don Sebastián García a la Iglesia, a nombre de ésta, se daba y diogracias por la liberalidad de su piadosa y cuantiosa limosna las que se le haránnotorio a n de que también exhiba el título de pertenencia que tuviera de lasexpresadas tierras donadas y hecho se ponga copia de él a continuación de esteAuto por el cual lo así proveyó el I. llmo, Señor Don Antonio Díez Madroñero,.mi Señor, dignísimo Obispo de esta Diócesis del Consejo de S.M., en la actualvisita de este Valle de San Sebastián de Ocumare a diez y siete de Junio de milsetecientos sesenta y seis y lo rmó.”
El Obispo Ante mí
José Antonio García Mohedano
Vicenotario 16
No nos queda más que invitar a nuestros pacientes lectores a que lean “in extenso”todos los documentos sobre Ocumare de La Costa del Mar Abajo que aparecenen el Apéndice de este libro. Ellos hablan por sí solos. Pensamos que si algunoshistoriadores hubieran conocido estos antiguos legajos que guarda el riquísimoArchivo Arquidiocesano de Caracas, no tendrían dudas sobre la verdadera historia deOcumare y sobre todo, de lo que siempre han discutido acerca de su fundación y origen.Entendemos que no es fácil pasar horas, semanas, meses y hasta años en un Archivoinvestigando, constatando, interpretando, sacando conclusiones, y mucho menoses fácil extractar palabra a palabra el contenido de estos documentos amarillentos,desvaídos, llenos de traza, de antigua y difícil caligrafía. Algunas posturas que hemos
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Re: Gobernación y Diócesis de Venezuela
oído pacientemente pueden justi carse por estas carencias, pero nunca se debe negar“a priori” hechos históricos incontrovertibles cuando ni siquiera se ha acudido jamása las fuentes que contienen el conocimiento de un hecho en particular.
Ahí están los documentos que con rman sin la menor duda el hecho fundacionalde Ocumare de la Costa. Fue aquel 16 de Junio de 1766 cuando los Comisionados,los Fundadores, Pablo Julián de Angel y García y Tomás Pací co Berroeta, enrepresentación uno, del Obispo de Caracas Diego Antonio Díez Madroñero, yel otro, del Gobernador Solano y Bote, erigieron el lugar preciso para la Iglesia yclavaron en él la Cruz santa para signar con ese acto de fé, la Partida de Nacimientode un Pueblo, tan deseada, tan buscada desde antaño.
Ya para concluir nos vemos en la agradable obligación de aclarar aquí que estainvestigación sobre Ocumare de la Costa que años nos costó, ha sido posible porqueuna matrona de Ocumare, amante cual ninguna de su historia y de su tierra, siemprenos rogó, nos pidió, nos solicitó que hiciéramos un libro sobre su pueblo, sobre suentorno, un libro, nos decía, como el de Turmero, para que todos supieran, - a rmaba-de dónde venimos, quiénes somos, cuáles fueron nuestros fundadores, nuestro origencomo pueblo. Nos referimos a la señora Doña Crimilda López de Lira. Mujerescomo ella se necesitan en todas partes. Crimilda calladamente, sin aspavientos, conhumildad, hace historia diaria, labor de Patria, labor de pueblo, esfuerzos de grandeza.Ella, además, en su humildad, nos ha recordado la verdad contenida en el Evangelio“Pedid y recibiréis”. Y otra virtud que ella cultiva en la quietud serena de sus sueños: laconstancia, la perseverancia, el no desfallecer nunca. A ti, Crimilda, dedico este libro,este tu sueño, porque así como pariste los hijos que Dios te dio, también este libro tulo diste a la luz.
Manuel Barroso Alfaro
http://www.fundacite-aragua.gob.ve/pdf/ocumare_completo1.pdf
Continuará...
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Re: Gobernación y Diócesis de Venezuela
Instrucción del Cabildo de San Juan de Puerto Rico, al diputado Ramón Power y Giralt, para que la isla sea comprendida en el territorio de la Audiencia de Caracas:
20. ° Que esta Isla sea comprendida en el territorio de la Real Audiencia de Caracas, a donde se dirigen las apelaciones y recursos que se llevan actualmente a la de Cuba. —La gran distancia que separa esta Isla de aquélla es un óbice insuperable para la mayor parte de los litigantes; y en vano franqueará el derecho la libertad de las apelaciones si las partes agraviadas encuentran dificultades para instaurarlas. Por más que el infeliz emprenda la navegación y consiga entrar en aquella Real Audiencia habrá de serle su retorno sumamente difícil por lo costoso en razón de las remontas del viaje de vuelta; cuya sola consideración es suficiente para obtener esta gracia.
http://academiajurisprudenciapr.org/cadiz/coleccion-documental/documentos-previos-a-la-reunion-de-las-cortes/instrucciones-al-diputado-don-ramon-power-y-giralt/
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Re: Gobernación y Diócesis de Venezuela
Instrucciones del Cabildo de Coamo a Ramón Power y Giralt para la Isla sea agregada al distrito de la audiencia de Caracas:
11. ª
Que las apelaciones en los recursos a la Real Audiencia del distrito sobre ser difíciles por la distancia y penosa navegación, se hace sumamente onerosa. Por consiguiente es de esperar de la real piedad de S. M. tenga a bien agregar la Isla a la Real Audiencia de Caracas por su grande inmediación y comodidades, bajo el mismo arancel de Puerto Príncipe en la Isla de Cuba.
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Re: Gobernación y Diócesis de Venezuela
Por la real cédula de 29 de abril de 1810, se agregó la Y. de Sto Dgo al Distrito de la de Caracas, pero esta provincia hallandose en un completo trastorno y los ministros de aquel tribunal dispersos se mandó erigir en Pto Rico donde aún no se ha formado. Como esta Audiencia era una Sala de la antigua de Sto Dgo que se le pasó en el año 87... convendría mucho que se pusiese en Sto Dgo".
Diputado Cabrera, Cortes de Cádiz, 1812
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Re: Gobernación y Diócesis de Venezuela
Por la real cédula de 29 de abril de 1810, se agregó la Y. de Sto Dgo al Distrito de la de Caracas, pero esta provincia hallandose en un completo trastorno y los ministros de aquel tribunal dispersos se mandó erigir en Pto Rico donde aún no se ha formado. Como esta Audiencia era una Sala de la antigua de Sto Dgo que se le pasó en el año 87... convendría mucho que se pusiese en Sto Dgo".
Diputado Cabrera, Cortes de Cádiz, 1812
El Distrito de la Audiencia de Santo Domingo en los siglos XVI a XIX
https://books.google.com/books?id...
Javier Malagón Barceló
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Re: Gobernación y Diócesis de Venezuela
Real Cédula Audiencia de Caracas (1786):
Ha resuelto Su Majestad con vista de todo, que continúe la Provincia de Maracaibo unida como lo está a la Capitanía General e Intendencia de Caracas, observándose lo dispuesto por Real Cédula de 15 de febrero de este año sobre la agregación de la Ciudad de Trujillo y su jurisdicción al Gobierno de Maracaibo; y creación de la Provincia de Barinas en Comandancia separada, con calidad de por ahora. Y para evitar los perjuicios que se originan á los habitantes de dichas Provincias de Maracaibo, la de Cumaná, Guayana, Margarita é Isla de Trinidad, comprendidas en la misma Capitanía General de recurrir por apelación de su negocios á la Audiencia pretorial de Santo Domingo, ha resuelto el Rey crear otra en Caracas, compuesta por ahora por un Decano Regente, tres Oidores y un Fiscal; dejando igual número de Ministros, en la de Santo Domingo, y ciñendo su distrito a la parte española de aquella Isla, la de Cuba y Puerto Rico; a cuyo fin nombra Su Majestad desde luego los Ministros que han de servir en una y otra.
https://es.m.wikipedia.org/wiki/Real...cia_de_Caracas
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Re: Gobernación y Diócesis de Venezuela
Que las circunstancias de Santo Domingo no permiten el establecimiento de Audiencia en dicha isla; pero que así ésta como la de Puerto-Rico queden agregadas á la Audiencia de Caracas; la cual providencia no deberá llevarse á efecto hasta que restituida la tranquilidad a Venezuela se establezca su audiencia de un modo fijo y estable.
Sesiones de las Cortes, 26 de marzo de 1814
Actas de las sesiones de la legislatura ordinaria0: 1814. - 1876
https://books.google.com/books?id...
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Re: Gobernación y Diócesis de Venezuela
Se había recibido una cédula del 6 de Junio de este año preventiva de la creación de alcaldes ordinarios en todos los pueblos de la isla; sistema que había propuesto la Intendencia sin acuerdo del Gobierno, y que desde luego principió a causar los perjuicios que eran consiguientes. En algunos pueblos era útil la jurisdicción ordinaria porque faltaban todos los recursos para proveer la justicia, idoneidad en las personas, carencia de letrados y de curiales, y hasta de población, que fue la causa por la que se llevó el establecimiento de justicias mayores en las cabeceras de distrito, aumentando dos a las que había. La Real Cédula tuvo su cumplimento en 25 de Noviembre, y al dar cuenta el gobernador de quedar obedecida, propuso la necesidad de un tribunal de apelaciones si el sistema de justicia habia de arreglarse en la Isla, dependiendo en el ínterin de la Audiencia de Caracas. Año 1816
Memorias de Pedro Tomas de Cordova
Memorias, geográficas, económicas, e históricas de la isla de Puerto Rico.
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Re: Gobernación y Diócesis de Venezuela
el Capitán General de Caracas
Comunica las noticias que ha sabido relativas al ataque de la isla de Puerto Rico por los ingleses.
Excmo Señor:
En representación del 9 del corriente participé a VD la noticia que había tenido de haber sido atacada por los ingleses la isla de Puerto Rico. Después he recibido la que el comisionado por esta Capitanía General e Intendencia para comunicar las de gravedad; dio desde la Isla de Santomas Don Faustino Lasanta con fecha 6 de este mismo mes y dice así...
"Santomas 6 de mayo de 1797 Puerto Rico ha sido sitiado por los ingleses por espacio de tres semanas con seis mil hombres y varios Navíos, pero la defensa hace honor a la Nación Española, al Gobernador de aquella Plaza, su tropa, y sus habitantes, que todos han obrado con el mayor valor. Los ingleses han sido rechazados con pérdida de mucha gente. Trataron de reembarcar sus tropas pero fueron acosados terriblemente por la gente de tierra no pudieron embarcar mil hombres los que quedaron prisioneros a más de los muertos y heridos. Este suceso frustrará las operaciones de los ingleses para esta campaña pues ya no tienen fuerzas para otra empresa, ni las esperan de Europa. En la mañana de este día, 6 de mayo un habitante de esta isla vive a la parte del norte vio pasar parte de la Escuadra Inglesa de retirada de Puerto Rico".
En carta de 13 de este propio mes me acompañó Don Antonio Hernández de Horta comisionado por la Intendencia en la Isla de Curazao para la compra de víveres y pertrechos por cuenta de la Real Hacienda la relación dada por un capitán de un bergantín corsario particular republicano francés reducida a que salió de Filadelfia para Puerto Rico por ser perteneciente al ciudadano Pons, Cónsul o Apoderado de la Nación en dicha Plaza; que cerca de la Isla habló con un Americano quien le advirtió hallarse una Escuadra Inglesa fondeada en Puerto Rico y habían desembarcado tropas: que se dirigió a Añasco donde fondeo y supo que en el primer ataque logramos matarles 300 hombres de malayos y negros que de las tropas que llevaron se pasaron muchos italianos y españoles que forzados los tenían a su servicio; que el mismo cónsul París con 300 repiblicanos hizo otra salida, logró matar muchos, dispersarlos y herir en una pierna un General del Ejército Inglés que hicieron prisionero: que en varios ataques por los Cangrejos [Santurce], y el Puente fueron rechazados con mucha perdida y que salieron de Añasco el 13 del Presente; pero no aclara si aún permanecían los ingleses atacando la isla en el día de su recaba a ella.
El Gobernador de Cumaná Don Vicente Emparan en carta particular de 21 me comunica que por varias embarcaciones llegadas allí y a Barcelona procedentes de Santomas; y una señora emigrada que acaba mañana de llegar de la Isla de Trinidad se confirmaba la noticia del ataque y resistencia pero deja en día la retirada de los enemigos. A pesar de hallarse contestes las noticias recibidas no le resuelvo a dar [difícil de comprender] porque el 19 del corriente se dejaron ver sobre la Guayra dos fragatas de guerra inglesas la Hermione y la Fenix su comandante el Comodoro Hugh Pigot y habiendo detenido dos dias al Bergantín Americano el diligente su Capitán Ricardo Hem, que venía cargado de harinas de Filadeflia la dijo; había 8 días había salido de Puerto Rico, la acababan de tomar con los hombres de desembarco y con 14 Buques hallándola con 31 hombres de guarnición. Combinaba la salida de estas fragatas y la del Bergantín Corsario Francés de Añasco, coinciden en un mismo día, y por lo mismo es difícil combinar la toma de la Isla o desalojamiento de los enemigos, bien que creo fuese fanfarronada del Comodoro Inglés.
Lo demás que adelantase relativo a los sucesos de Puerto Rico cuidaré de participarlo a V.E para la soberana inteligencia de S.M.
Dios guarde a V.E muchos años Caracas 29 de mayo de 1797
Excmo Señor
Don Pedro Carbonel=Excmo Señor Príncipe de la Paz
Caracas 29 de mayo de 1797
El Capitán General, Don Pedro Carbonel.
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Re: Gobernación y Diócesis de Venezuela
Se puede decir que a partir de este momento quedan las Antillas bajo el mando superior de la Capitanía General de Venezuela, pues a partir de La Paz de Basilea, y de ese mismo tiempo (1795-1797), quedan los Capitanes Generales de Puerto Rico a las órdenes de los Capitanes Generales de la Habana, y los de Santo Domingo, a las órdenes del Capitán General de Puerto Rico, a su vez el Traslado de la Audiencia Dominicana a Puerto Príncipe (1797), la incorporación de Puerto Rico al Arzobispado de Cuba (1803), a este territorio se le llamó Cuba y Puerto Rico, y comprendía las Antillas, así como las Dos Floridas, y la Luisiana, también se le llama Capitanía General de Cuba. Tocaba a los Capitanes Generales dar cuenta al Rey de todos los sucesos que pasaran, así como del estado de los territorios que le estaban encomendados, así los sucesos, noticias,estado, etc. quedaba todo dentro de lo que se llamaba estado, o dar cuenta del estado, también Relación. Debían socorrer las provincias con el caudal que tuvieren las Intendencias locales, así como protegerlas en caso de invasión.
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Re: Gobernación y Diócesis de Venezuela
Sobre las Capitanías Generales: Capitanía General era el territorio donde un Capitán General ejercía el mando. La estructura del Capitán General tiene sus orígenes en la España de la Reconquista, donde era necesaria funciones militares.
A comienzos del siglo XVI, los gobernadores también ostentaron el máximo mando militar de una provincia, ostentaban los títulos: gobernador y capitán general. La posición del Capitán General era y es aún una posición meramente militar.
Con la llegada de la Casa de Borbón al Trono de España, la militarización de América es aún más intensa, y los Borbones optan por darle el mando político, además del militar, a los Capitanes Generales. Como en España era costumbre dar el nombre a los territorios en base a la autoridad que los regía, ejemplo, un virreinato era el territorio donde mandaba un virrey, una audiencia el territorio donde mandaba un tribunal, un obispado donde mandaba un obispo, y así sucesivamente.
Se le denominó al territorio donde mandaba un Capitán General como Capitanía General. Capitanías Generales existieron desde el siglo XVII, pero comenzaron a ostentar el mando político en el siglo XVIII, así, Venezuela (1742), Cuba (1777), Puerto Rico, a partir del Siglo XIX, la falta de cohesión en el Caribe hizo que los monarcas agregaran diversas gobernaciones al mando político y militar de un Capitán General, a la Capitanía General de Venezuela se le agregan las Provincias de Cumaná, Maracaibo, Margarita, Trinidad, y Guayana (1777).
Las Antillas respondían al Tribunal de Santo Domingo, pero a raíz de los Sucesos de Basilea (1795-1797), donde la Isla es cedida a los franceses Cuba y Puerto Rico quedan unificados en un solo territorio, y en este transcurso de tiempo queda Puerto Rico a las órdenes del Capitán General de la Habana, que a su vez tenía a sus ordenes la Península de la Florida, y la Luisiana Española.
La falta de cohesión en el Caribe, la pérdida de la Isla de Trinidad provocó un fenómeno, que yo le llamo "subalternismo", donde el monarca colocaba capitanías generales independientes al mando superior de otra Capitanía General, en 1797 quedan las Antillas al mando superior de la Capitanía General de Venezuela.
Existían los territorios donde el Capitán General ejercía el único mando político y militar, y otros donde el Capitán General ejercía el mando superior político y militar. En los territorios donde el Capitán General ejercía el único mando era el único Capitán General, y el único que ostentaba dicho título, los gobernantes subalternos ostentaban el título de Comandantes, en los territorios donde ejercía el mando superior, podía tener diversos capitanes generales a sus ordenes.
Llamaremos a las Capitanías Generales de primer tipo como Capitanías Generales de Comprensión, y a los otros como Capitanías Generales superiores.
En las Capitanías Generales de comprensión los capitanes generales eran los que ejercían todo el mando, dictaban órdenes, y estas debían cumplirse.
En las Capitanías Generales superiores, los Capitanes Generales tenían independencia, pero debían avisar, dar cuenta, y obedecer las órdenes superiores que daba el Capitán General Superior en todo lo político, administrativo y militar. Tocaba al Capitán General superior dar un informe al rey sobre el territorio. Este informe también se le llamaba Relación, o estado, o dar cuenta del estado de, dar cuenta de las noticias, etc.
La diferencia entre las Capitanías Generales de Comprensión y las Superiores son que los Capitanes Generales en las de Comprensión obraban como gobernadores en su territorio, mientras que en los de mando superior obraban como Presidentes, teniendo los capitanes generales subalternos autonomía en sus asuntos, pero dependientes del mando superior del Capitán General. Un Capitán General por ejemplo, daba órdenes respeto al gobierno local pero recibía órdenes del Superior que eran para todo el territorio sujeto al Capitán General Superior. Los Capitanes Generales superiores podían nombrar ministros en caso de estar vacante la plaza, como fue el caso de José Antonio Arizábalo, quien fue nombrado por el Capitán General de Puerto Rico, Miguel de la Torre, a raíz de lo de Carabobo. Algunas fuentes dicen que fue nombrado Comandante pero otras dicen que él venía con el título de Capitán General. Podían despojarlos, de considerarlo necesario, dar órdenes de comercio común, proteger las provincias en caso de una invasion, como hizo el Capitán General de Caracas, Manuel de Guevara Vasconcelos, quien estuvo a cargo de la Invasion de Santo Domingo por Toussaint de Louvertoure, Pedro Carbonel, Capitán General de Caracas, quien socorrió a Puerto Rico con el caudal de la Real Hacienda en 1797, entre otras. Podían reconocer o no la independencia de un territorio en cesión o secesión, como fue el caso de Santo Domingo, donde el Capitán General de Puerto Rico comunica que el Capitán General de Santo Domingo iba a ceder la Isla, a lo que el responde que le es extraña la entrega pues no reconoce en Toussaint facultades concedidas por la Republica francesa, aliada con España en ese tiempo, para la cesión absoluta, como así también fue el caso de Venezuela y Puerto Rico, donde el Comisionado Cortabarría no reconoce al Congreso Venezolano, actitud que seguiría latente hasta 1845, año en que el Capitán General de Puerto Rico, Conde de Mirasol, reconoce a Venezuela como Republica, a raíz de que España la reconoció.
Capitanía General de Venezuela:
Mando de Comprensión: solo comprendió el actual país de este nombre, con varias variaciones territoriales a través del tiempo.
Mando Superior: su distrito abarcó hasta la Luisiana, y en 1810, hasta la Florida. Tenía como subalterna a la Capitanía General superior de la Habana. A este territorio se le llamó también Departamento de Venezuela.
Cuba y Puerto Rico:
Capitanía General de La Habana:
Mando de Comprensión: su distrito comprendía la isla de Cuba, con la Península de la Florida y Luisiana.
Mando Superior: Tuvo como subalterna la Capitanía General de Puerto Rico y la del Nuevo Reino de Granada.
Capitanía General de Puerto Rico:
Mando de comprensión: solo comprendió el actual Puerto Rico, y nominalmente hasta Dominica.
Mando Superior: tenía como subalternas la de Santo Domingo, desde 1795, y la de Venezuela desde 1810, hasta 1821 (de facto), y hasta 1845, y 1855 (de jure), y el Nuevo Reino de Granada, por vía de la Comisaría de Regencia, desde 1810.
Capitania General de Santo Domingo:
Mando de Comprensión: solo el actual país de este nombre.
Mando Superior: el Mando Superior lo ejercía la Audiencia, en 1777, abarcó toda la Capitanía General de Venezuela, así como la de Cuba, y la Gobernación de Puerto Rico.
Capitanía General del Nuevo Reino de Granada: durante un periodo el Nuevo Reino de Granada fue una capitanía general. Abarcando la extensión del Virreinato.
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Re: Gobernación y Diócesis de Venezuela
6 Abril, 2012
Bolívar no es el Padre de la Patria
Imagine la escena del culebrón. Mamá Dolores revela la verdadera paternidad de Albertico Limonta. Las caras son de asombro, desconcierto e inclusive de irritación. Son las reacciones que he tenido en privado al afirmar que el verdadero padre de la patria no es Simón Bolívar, sino Carlos III. En lugar del 19 Abril o del 5 de Julio, nuestro auténtico cumpleaños es el 7 de septiembre, fecha del decreto de creación por Real Cédula de la Capitanía General de Venezuela, el nuevo estado que amalgamó bajo una sola autoridad localizada en Caracas, la hasta ese momento llamada provincia de Venezuela o de Caracas, con las de Maracaibo, Guayana, Cumaná, Trinidad y Margarita. Con ese acto, no solo queda constituida la Venezuela que en términos geopolíticos hoy conocemos, sino que se le da a Caracas la titularidad de Capital. Este evento cardinal en nuestra historia como nación esta prácticamente relegado por la historia oficial a una simple referencia cronológica, mientras se privilegia a lo ocurrido durante un período de escasos 20 años, dentro de una historia de más de cinco siglos, conocido como el de la Guerra de Independencia, período que no exagerado en llamar del desmadre de la América Española y del origen de la mayoría de nuestros males modernos. Sigo imaginando las expresiones de estupefacción de los actores de este tele drama que es nuestro país a comienzos del siglo XXI.
Tampoco quiero desafiar el apelativo de “Bolivariana”, agregado caprichosamente y de contrabando al nombre de nuestra república en la constitución de 1999, en el medio de un frenesí irreflexivo de reformas más o menos justificadas. Solo pretendo que nos demos cuenta de que Venezuela no nace con la Independencia y que Bolívar no crea la nación. Esta ya existía desde bien antes de 1783 cuando Simón nació. Existía de hecho y en la conciencia de sus habitantes. Grandes conflagraciones como la invasión de una potencia extranjera que modifique el idioma o la religión, o bien el genocidio o la deportación masiva de sus habitantes, o aunque sea la cesión o adhesión de territorio, son hechos que pueden desaparecer o dar origen a una nación, pero no una guerra civil fratricida. Una nación puede consolidarse cuando se libra de opresores extranjeros, pero calificar de tales a los peninsulares de aquella época es un tremendismo solo justificable por la necesidad de ganar adeptos entre aquellos venezolanos de hace 200 años que veían con dejadez y desconfianza la pretensión de separarnos de España. No solo podemos decir que Venezuela como entidad política auto contenida es una concepción de Carlos III, sino que es casi una idea anti-bolivariana, pues para Bolívar esta no era sino una provincia de la Gran Colombia. Hablar entonces de una República Bolivariana de Venezuela es una contradicción en si misma, algo así como un círculo cuadrado.
Es triste y demostrativo de un gran desconocimiento y confusión sobre nuestra propia identidad, que hace treinta y cinco años el bicentenario de la creación de Venezuela haya pasado bajo la mesa. Es desconsolador que en nuestro país no haya una gran avenida, una plaza, una escuela, una esquina, ni siquiera un callejón, dedicado a la memoria de Carlos III. No es porque sea injusto, es porque es sintomático de un extravío colectivo y de una grieta en nuestra conciencia colectiva de lo que somos y de donde venimos los venezolanos. Es como si darle tal reconocimiento a Carlos III fuese una traición a la patria. Esta mezquindad flagrante delata que la nuestra es una sociedad inmadura, acomplejada e incapaz de avanzar hacia el futuro que nos prometimos cuando nos declaramos independientes, y que después de dos siglos, hay que seguir ocultando los hechos y falseando la historia para justificar y hacer apología de la Independencia.
¿Pero quién fue Carlos III? ¿Fue un déspota despreciable? Todo lo contrario. Aunque no vivió lo suficiente como para conocer la revolución francesa, fue un reformista en lo social, lo político y lo económico. No eliminó la esclavitud, pero abrió el camino aboliendo los oficios viles. Se enfrentó al clero y a la aristocracia. Combatió la inquisición y retiró privilegios. Repartió tierras y dividió latifundios entre otras iniciativas de reforma agraria. Estimuló el florecimiento de las artes y las ciencias. Liberalizó el comercio en España y en América. Protegió la empresa privada. Unificó el sistema monetario, introdujo el papel moneda y creo el primer banco central. Uno de sus ministros, el Conde de Aranda, había concebido reformas políticas para conceder un estatuto autonómico a las provincias americanas. Aunque a la distancia y sin mucho romántico ardor revolucionario, Carlos III merece más el título de padre de la patria; mientras Bolívar se me sugiere más bien como un joven seductor que vino a sacar de su casa a Venezuela cuando aun era una niña. Hoy en día en España universidades y grandes hospitales llevan el nombre de Carlos III. En Venezuela algunos se preguntarán si no es un brandy famoso.
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Twitter: @WolfgangUMolina
Blog: Wolfgang U. Molina
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Re: Gobernación y Diócesis de Venezuela
Gaceta de la Regencia de España e Indias (Gaceta del Gobierno Español), sobre el 19 de Abril de 1810:
Aparece el Departamento de Venezuela nombrado como entidad jurídica, Maracaibo, Coro y Puerto Rico rechazan la propuesta de la Junta, cada una con sus actas, iré publicando luego las respectivas actas:
Mención del Departamento de Venezuela como entidad jurídica: "Pasó inmediatamente después a convidar a todas las provincias que componen el Departamento de Venezuela, a formar con Caracas la confederación que hiciese respetable el partido que había abrazado, ... Dispuso y publicó una proclama al efecto, comisionó diputados con instrucciones competentes, y ofició a las autoridades de los pueblos a donde se dirigían. Pero estas gestiones fueron inútiles con la rectitud y lealtad inviolable de aquellos pueblos, ... La ciudad de Coro, donde los comisionados se dirigieron primero... oyó con horror sus propocisiones,...el 14 llegaron a Maracaibo el ayuntamiento con vista de los papeles y proclamas... reiteró sus votos de no obedecer a otro soberano que a Fernando VII,...en su oficio del 3 de junio el Gobernador de Puerto Rico, en cuya isla, así el ayuntamiento en sus actas, como el pueblo en sus demostraciones, han protestado solemnemente contras las novedades ocurridas en Caracas, manifestando su adhesión imperturbable al gobierno supremo, y su oposición a toda novedad que carezca del general consentimiento de toda la nación."
"Esta es, poco más o menos la deliberación que por el pronto os proponemos en el Departamento de Venezuela, confiad amigos en la sinceridad de nuestras intenciones,". Proclama a los Habitantes de las Provincias Unidas de Venzuela, José de las Llamosas, Martín Tovar Ponte
Gazeta de la Regencia de España e Indias, 8 de Agosto de 1810.
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Re: Gobernación y Diócesis de Venezuela
Capitán General de Puerto Rico, Miguel de La Torre, nombra a José Antonio Arizabalo, Comandante General de Costa Firme. El Capitán General de Puerto Rico, como Capitán General superior, nombró a Don José Antonio de Arizabalo, como Comandante General de Venezuela. Resistencia Venezolana a favor de España. Gobierno a favor de España en Venezuela (1827):
http://hispanismo.org/attachment.php...tid=8549&stc=1
http://hispanismo.org/attachment.php...tid=8550&stc=1
http://hispanismo.org/attachment.php...tid=8551&stc=1
http://hispanismo.org/attachment.php...tid=8552&stc=1
http://hispanismo.org/attachment.php...tid=8553&stc=1
http://hispanismo.org/attachment.php...tid=8554&stc=1
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Re: Gobernación y Diócesis de Venezuela
martes, 22 de noviembre de 2011
EL TEIDE, MEMORIA CANARIA EN CUBA.
Foto de Internet. Cerro de Cabra, Pinar del Río, Cuba. Una colaboración de Anónimo
El Teide, memoria canaria en Cuba
Prensa Latina
Por Adalys Pilar Mireles*
Pinar del Río, Cuba (PL) Un velo de nostalgia custodia a la cima del Cerro de Cabras, adorado desde antaño por los habitantes de esta ciudad cubana, donde prevalece la herencia espiritual de los inmigrantes canarios.
Visible desde diversos sitios de la urbe, la montaña fue motivo de veneración de los isleños que llegaron a esta región en centurias pasadas.
Su cumbre, desnuda por el efecto de sucesivos incendios y las tonalidades grisáceas de las laderas, avivaron la añoranza de los hijos de España, quienes lo asociaron con El Teide, volcán de Tenerife, declarado en 2007 Patrimonio de la Humanidad.
La cúspide de fuego reinaba en la memoria de mujeres y hombres que cruzaron el océano Atlántico en busca de mejor fortuna.
Para rendirle tributo sobraron similitudes y ofrendas, quizás la más original de ellas fue la construcción aquí de una suerte de mirador o balcón florido desde donde se podía apreciar el Cerro de Cabras, de unos 400 metros de altura.
Revelan historiadores que fue el coronel español Domingo Verdugo, Teniente Gobernador Municipal, quien creó el Jardín que regalaba una hermosa panorámica de la colina pinareña.
De esa manera reverenciaba también a su esposa, la ilustre escritora cubana Gertrudis Gómez de Avellaneda, una de las voces más auténticas del romanticismo hispano.
LA PEREGRINA
Fue en Puerto Príncipe, hoy Camagüey, donde nació Gertrudis, el 23 de marzo de 1814. Lectora incansable desde pequeña, vivió en Cuba hasta 1836 cuando en compañía de su familia partió hacia España.
El ambiente cultural de Sevilla estimuló su espíritu creativo. En 1839 publica los primeros versos en periódicos y revistas de aquella ciudad bajo el pseudónimo de La Peregrina.
Un año después viaja a Madrid, donde inició una etapa de fecunda actividad literaria.
Escribió poesía, novela, teatro y sobresalió en los tres géneros al incorporar a las letras españolas el contexto caribeño en un tono melancólico y nostálgico, sentido en Europa como exótico, afirman estudiosos.
Su poesía se centra en el tema del amor desdichado, mientras que en la escena intentó fundir la tragedia clásica con el drama romántico, con máximo exponente en Baltasar, pieza teatral calificada por la crítica como su mejor obra.
Luego de conquistar aplausos y corazones, regresó a la isla en 1859 junto a su segundo esposo, el coronel Domingo Verdugo, designado más tarde Teniente Gobernador Municipal de Pinar del Río.
El matrimonio que vivió aquí en 1863, obsequió a los lugareños animadas tertulias, incentivadas por La Avellaneda, comentó a Prensa Latina el investigador Gerardo Ortega.
Pero el infortunio rondaba a la escritora, pues ese mismo año murió su amado en esta localidad, víctima, quizás, de una antigua herida. En busca de consuelo La Peregrina retornó entonces a su tierra natal, tras décadas de ausencia.
Transcurrido más de un siglo, junto a las anécdotas sobre la breve estancia de Gertrudis en Pinar, perdura el recuerdo del Jardín del Teide, fuente de suspiros por la añoranza del volcán de Islas Canarias.
Blasón de esta ciudad, el Cerro de Cabras continúa erguido a pesar de la voracidad de las llamas que lo persiguen desde tiempos inmemoriales.
Los rayos causaron la extinción de parte de su floresta, mientras que la abundancia de hierro le confiere una apariencia lúgubre a sus pendientes.
Aunque el mirador a donde acudían los antiguos habitantes de esta demarcación desapareció, los lugareños saludan con veneración el pico desierto de la montaña, que devino remembranza de La Peregrina y del monte tinerfeño.
*Corresponsal de Prensa Latina en la provincia de Pinar del Río.
Foto de Internet del Teide, Canarias
http://cubaespanola.blogspot.com/2011/11/el-teide-memoria-canaria-en-cuba.html?m=1
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Re: Gobernación y Diócesis de Venezuela
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Re: Gobernación y Diócesis de Venezuela
LA PARTICIPACIÓN DE RAMÓN POWER Y GIRALT EN LAS SESIONES SECRETAS DE LAS CORTES DE CÁDIZ*
Enrique P. García-Agulló y Orduña**
D. Ramón Power y Giralt falleció en Cádiz el 10 de junio de 1813. Pocos días antes había escrito que “enfermo y sin recursos en un país extraño no puede serme indiferente el olvido con el que se me abandona a la más triste suerte.”
EXCMO. SR. PRESIDENTE DE LA ACADEMIA PUERTORRIQUEÑA DE JURISPRUDENCIA Y LEGISLACIÓNEXCMAS. E ILMAS AUTORIDADESEXCMO. SR. EMBAJADOR DEL REINO DE ESPAÑAEXCMOS. E ILMOS. SRES. ACADÉMICOSSEÑORAS Y SEÑORES.Profundamente conmovido por hallarme entre ustedes, legítimos herederos de aquellos españoles de este hemisferio, y por el honor que me brinda este noble Instituto al abrirme su cátedra a fin de que pueda exponerles mis modestos trabajos sobre la figura del Prócer Ramón Power y Giralt en las sesiones secretas de las Cortes generales y extraordinarias que se abrieron con su Vicepresidencia el día 24 de septiembre de 1810, Día de Nuestra Señora de la Merced, copatrona, junto con la Virgen del Rosario, de la ciudad que me vio nacer, y en la que en la actualidad tengo la dicha de seguir viviendo tras algunas ausencias que, por motivos profesionales, me llevaron fuera de ella, comparezco ante su benevolencia para darles cuenta de estas preocupaciones que para mí están siendo las Actas de aquellas sesiones secretas.Puedo decir hoy con verdadero gozo que me han dado la feliz oportunidad de que una asignatura que tenía pendiente, al llegar a este momento de mi vida, a causa, quizás, de una justa y benéfica circunstancia cual es mi dedicación al Bicentenario de la Constitución Española de 1812, ha dejado de estar pendiente y completa un ciclo en mi existir.El paréntesis abierto hace años en mis preocupaciones puede cerrarse y dar pie al curso de la normalidad. Las vivencias que estoy seguro se apropiarán de mí durante esta estancia en su hermosa Isla me harán comprender mejor, sin duda, qué pasó con aquella aventura que se iniciara a finales del Siglo XV.Y es que Puerto Rico, con su natural condición de Estado Libre, comparte con muchos de nosotros, las raíces de la hispanidad.Vengo, como vinieron muchos de sus ascendientes, de un pueblo amalgamado por el cruce de linajes y razas. Desciendo, como muchos de ustedes, de un encuentro entre las primitivas sociedades de la Iberia peninsular con el arrojo de los navegantes fenicios, aquella raza de navegantes que ya quedaron citados en la propia Biblia al recordar la gesta de las naves del Rey Hiram llegando hasta Tharsis, (¿las costas de Cádiz?), para comerciar con los primitivos pueblos del Occidente que se abrían al Mar Tenebroso.
Y, aún hoy, a los tres mil años de aquel encuentro, cierro los ojos y no me es nada difícil imaginarme aproximándose a las rocas que sustentan mi ciudad, las míticas islas Kotinoussa y Erytheia del archipiélago de las Gadeiras, las velas de los barcos de aquel pueblo comerciante y marinero.Como tampoco es tan difícil reproducir en mi interior desde el arcano aquellos rostros de los que entonces poblarían las playas de mi tierra natal observando con asombrada curiosidad aquellas naves que, procedentes del hondón del más lejano Mediterráneo, aparecieron por primera vez frente a su costa, arriando su vela y fondeando mientras, probablemente, tripulaciones y lugareños estudiaban qué hacer y se vigilaban mutuamente a bordo de las mismas o en la arena de la playa.Hermoso espectáculo para la Humanidad el que hoy se nos está dado acceder si lo intentamos, educados como estamos en esta sociedad de las imágenes, para recomponer la escena.Unos hombres cansados, con sus rostros requemados al sol y a la sal, separados de su puerto de origen mucho tiempo atrás, de las ciudades donde nacieran y quedaron sus familias, de sus reyes y de sus dioses, observando la línea de la costa. ¿Llegarían al atardecer, llegarían a las primeras luces del día? ¡Qué tremendo momento!Al Estrecho de Gibraltar se accede desde el Levante, desde el Oriente, entre dos grandes masas montañosas, las Sierras del Norte de Marruecos y las que configuran el Sur de España vigiladas, desde siempre, por la inmensa mole del Peñón que lleva su mismo nombre. Son las puertas hacia el Mar Ignoto, las columnas que empujase Hércules, mítico fundador de mi Cádiz natal, Hércules, dominador y fundador de Cádiz.Es muy fácil imaginarse la derrota que tomaran las naves de aquellos fenicios que posiblemente seguirían la ruta que cada año reinicia nuestro preciado atún rojo en sus desplazamientos desde el Atlántico al fondo del Mediterráneo para desovar y viceversa.
Y es fácil que así fuese cuando la numismática descubierta en nuestra ciudad nos muestra unas monedas acuñadas por estos pueblos donde en una u otra cara de la misma se ve labrado un atún o un delfín, o los dos.De seguro que en aquellas primigenias pesquerías orientales donde cada año verían acercarse los atunes en bandadas, se observaría con repetido interés cómo al poco tiempo desaparecían estos hermosos y fuertes reyes del mar rumbo al Oeste, año tras año. De la pesca próxima al litoral se irían atreviendo a perseguirle ya en mar libre. Y al otro año igual. Y así año tras año. ¿Por qué no imaginarnos que, como consecuencia de ese distanciamiento de la tierra se atrevieran un día a seguir la línea de costa, tal como hasta hace muy pocos años se ha hecho en la navegación que conocemos de cabotaje, y teniendo siempre a la vista la línea de tierra, adentrarse cada vez más en ese mar desconocido?No es tampoco arduo imaginarse aquellas primeras navegaciones en un mar que empezaba a ser cruzado por sus pueblos ribereños. Egipto de los Faraones, Sidón de los Fenicios, el sur de las ciudades griegas que fueron de Turquía o las propias costas e islas griegas que pronto iban a verse conectadas por las primeras marinas comerciales o, tal vez, agredidas por las primeras invasiones de las armadas militares. Y así, por tanto encuentro y desencuentro, se irían formando al Sur y al Norte del Mediterráneo, cada vez más distantes de la vieja Tiro, los primeros establecimientos mercantiles o avanzadas que pronto devendrían en importantes ciudades. Biblos daba paso a Cartago o El Pireo a nuestra Ampurias.Sólo fue seguir el curso de la costa que, a estribor o a babor de aquellas naves, se perfilaba. Y a lo mejor por eso fue que nació para la historia Gadir, mi Cádiz natal. Y Cartago o Rosa, continuando, como muchas otras ciudades del momento, nuevas aventuras marineras.
Y Roma, la madre de todas las ciudades de Europa que, muy poco tiempo después, mandó también sus trirremes a dominar las costas mediterráneas.Ya saben ustedes que la provincia de Cádiz, de donde vengo, se baña en dos mares, el Mediterráneo y el Océano Atlántico. En muchas ocasiones, navegando a vela por esas costas nuestras, en el silencio del mar, también he jugado a imaginarme aquel día, cómo sería aquel primer día.Verán. Si cierran sus ojos y perfilan el mapa cercano al Estrecho de Gibraltar podrán ver cómo la línea de costa, al llegar a la Punta de Europa, donde se ubica la actual ciudad gaditana de Tarifa que tan briosamente pasara a la historia con la firme gesta de Guzmán el Bueno, deriva de manera notoria hacia el noroeste. Y conforme se va saliendo del Estrecho rumbo a Occidente, la costa norteafricana se diluye hacia el Sur así que, pronto, muy pronto, deja de verse ésta y sólo se tiene como referencia la costa gaditana.Normalmente, con vientos mansos, la travesía de Tarifa a Cádiz se puede hacer en una jornada. Saliendo de Punta Europa al mediodía es fácil, en los largos días del verano, empezar a ver las luces de Cádiz al final de la tarde. Pero también Cádiz hace un guiño al mapa y, al caer a estribor, la larga lengua de arena que va desde el viejo Templo de Hércules, hoy algo aislado en el Caño de Sancti-Petri, recorre de Sudeste a Nordeste la larga isla Erytheia hasta el canal que la separaba de la isla Kotinoussa, hoy aterrado.Pues bien, esa jornada es la que se tarda normalmente desde la boca del Estrecho hasta Cádiz donde se puede llegar sin prisas al atardecer y aquellos primeros fenicios, llegados al Archipiélago de estas Islas Gadeiras a primeras horas del anochecer, cuando el sol tiempo ha que se ha escapado tras la línea de horizonte que mira para América, verían sin duda la luz de alguna fogata que alumbrase a los pueblos de la costa y, al momento, conscientes de la trascendencia de lo que podría pasar, expectantes del brillo de aquellas lumbres alejadas en la oscuridad, dejarían arriar la vela fondeando anhelantes sus naves frente a la desconocida costa a la espera de las primeras luces del día
.¡Momento especial!Desde tierra, al comenzar el nuevo día, algún habitante del lugar saldría de su cabaña y se acercaría a la playa en busca de conchas o de almejas con qué desayunarse, o quizás a tender redes que desde la orilla fuesen capaces de capturar algún pez que llevarse a la boca cuando, teniendo a su espalda el sol del amanecer, su mirada se pararía atónita sin duda en esos flotantes artefactos próximos a la playa donde también se esperaba el amanecer. Y correría tierra adentro a dar la voz de alarma. Y volvería acompañado de sus amigos a ver qué pasaba. Desde las naves unos hombres decidieron bajar a tierra y, a golpe de remo, se acercarían en una chica chalupa.España había comenzado por Cádiz y Cádiz se había nutrido del primer cruce racial. Aquella mañana, que deberemos de presumir clara y luminosa, sirvió de escenario para el encuentro de dos culturas que nunca hasta aquel día habían sabido nada la una de la otra.Ya ven, no habíamos empezado los españoles de aquel hemisferio las primeras líneas de nuestra historia y ya supimos de un viejo Rey Argantonio que escribía sus leyes en verso para Tartessos y ofrecía lingotes de plata extraídos de sus minas para cimentar las bases de entendimiento con los pueblos de aquel mar entre tierras.Tras aquellos años del Gadir fenicio y del inmediato gobierno que de los nuevos territorios perfilara la sociedad púnica desde la Cartago norteafricana, ocho siglos después de aquel primer desembarco, también un nuevo pueblo llegó hasta nuestras costas desde el Mediterráneo y el águila romana se enseñoreó de Gades y de la incipiente Hispania donde germinó una nueva alianza de pueblos culminada en el cruce de hispanos, fenicios o griegos con Roma y, a su vez, no mucho después, todos ellos, con los godos que en España se asentaron naciendo así la raíz del pueblo español formada en esos otros ocho siglos de convivencia entre los pueblos hispanos.A la noble Grecia, la vieja Iberia, a la audacia de los fenicios y a los primeros mostradores del comercio que los púnicos establecieran, tras estos ochocientos años que nos llevaron a vivir con los romanos, dieron pie a lo que muchos creemos verdadera raíz de la hispanidad, el pueblo hispanorromano que, sin renunciar a la valiosísima aportación que recibiéramos de celtas y godos que perfilaron nuestras viejas costumbres y nuestra antigua organización como pueblo, dieron patente de identidad al viejo pueblo español, pronto adalid de la Cristiandad.Pero aún nos quedaba a los gaditanos ver más.
El ímpetu de un joven Islam, enaltecido por su estrenada juventud, también quiso cabalgar por las arenas de sus territorios en busca de un fértil vergel, Al-Ándalus, el área que hoy compartimos portugueses y españoles como Península Ibérica y donde volvió a producirse la singular regeneración sanguínea de nuestro ADN nacional ya que, nuevamente durante ocho siglos, otra nueva savia contribuyó en nutrir nuestro sentir y ser nacional.¡Qué curioso! Ciclos de ocho siglos siempre. Ocho siglos desde la vieja Fenicia hasta Escipión. Ocho siglos desde el godo D. Rodrigo y ocho siglos desde Tarik también hasta los Reyes Católicos, Dª Isabel y D. Fernando. Siempre esos ciclos de ochocientos años cada uno hasta que se nos abrió la puerta de OccidenteY es que la historia de Cádiz siempre ha estado ligada al mar.El cierre del Siglo XV nos trae a los españoles el fin de un ciclo y el comienzo de otro. Cae Granada y Colón descubre América. Es el tiempo de las Navegaciones y de los Descubrimientos y nuevas migraciones comienzan a fluctuar desde las viejas tierras a un Nuevo Mundo. Y otra vez a empezar la misma historia. Otra vez a llevar las naves a nuevas tierras y a generar un nuevo encuentro de pueblos. Y todo ello también de las costas de donde vengo.Había empezado a agotarse un Mundo Antiguo y la Humanidad buscaba ansiosamente un futuro nuevo que se encontró en la feraz América y de nuevo, dos mil cuatrocientos años después, parecidas escenas bajo el cielo. Unas naves fondeadas frente a una costa desconocida. Las luces de un nuevo día y un nuevo encuentro entre distintos y desconocidos pueblos.Fueron los siglos del Nuevo Mundo, las más preciadas posesiones de los Reyes de España, los siglos amados de Cádiz que no ha podido superar aún la separación.Mi ciudad es muy pequeña, con un término municipal muy exiguo, prácticamente, de diez kilómetros cuadrados nada más. Una larga lengua de arena por la que, en tiempo de los romanos, transcurría el acueducto que traía el agua a la vieja Gades y cuyas conducciones aún se pueden ver a lo largo de sus playas, que se extiende en dirección Sur-Norte desde el viejo Templo de Melkart, erigido por los fenicios, que años después se dedicaría a Hércules y adonde acudiera el propio Julio César a contemplar la estatua de Alejandro Magno, se alarga hacia el Noroeste, hasta la coqueta Playa de la Caleta, primer fondeadero de las naves de aquellos marinos comerciantes.
Y del Levante al Poniente es por donde se extiende la ciudad nueva actual.No tiene tierras de labor, ni granjas ni alquerías, ni pace próxima a ella ganado alguno y como anécdota fácil de comprender por este ilustrado público de naturaleza jurídica, curiosamente, los Juzgados de Cádiz no conocen de pleitos donde se discutan disputas agrarias que sólo la Audiencia Provincial, con sede en nuestra ciudad, conoce como tribunal de segunda instancia en las apelaciones que vienen de los demás pueblos y ciudades que conforman la provincia gaditana, feraz y rica en sus campos y dehesas, cuna de generosos vinos y orgulloso ganado bravo.Tan sólo comprende, además de su caserío, de unas antiguas salinas que afloran en lo que es hoy un Espacio Natural de poco más de cinco kilómetros cuadrados cuyo ecosistema en la actualidad está protegido por las leyes como Parque Natural de la Bahía, de algunos establecimientos militares de Artillería de Costa y de las dunas perpetuas de nuestras playas que se mueven con los vientos serpenteantes por el asfalto de la autovía que nos une a San Fernando.Cádiz es ciudad y es puerto, sede del comercio y de las novedades y así lo era ya cuando se formaban en su Bahía las Flotas de Indias limitando su territorio al Poniente, con el Nuevo Continente.Es una ciudad europea, ciertamente, porque, como ciudad española, pertenece a la Unión Europea, pero desde hace cinco siglos vive su amor por América.Nuestras casas, nuestras iglesias, nuestras fortalezas, podrían alzarse aquí o allí con total naturalidad. Nuestro folclore y, algunas veces, nuestros mejores vinos, se enseñorean por ese vaivén de ida y vuelta que, desde entonces, ha venido alimentando nuestro existir. Las calles y plazas se rotulan con los nombres americanos y, por supuesto, San Juan de Puerto Rico está presente en la ciudad porque la plaza donde se ubica la Jefatura de la Policía Local de nuestro Ayuntamiento, lleva su nombre.Por eso, cuando la Historia sorteó los sitios en los que podría construir España su Libertad, se fijó en Cádiz, la ciudad de los encuentros, la ciudad de los mares, la ciudad erigida por los pueblos del Levante mediterráneo que se convirtió en la puerta de tres continentes, Europa al Norte, África al Sur y América al Poniente.
La España de ambos hemisferios cuando las Cortes de Cádiz.El Combate de Trafalgar había desarbolado la Flota de España dejándonos sin marina militar. La impericia del Almirante Villeneuve llevó nuestros barcos al desastre y a la muerte en las frías aguas del Atlántico a lo más granado de la marina española.Trafalgar fue un sublime sacrificio donde quedaron inmoladas las vidas de valientes soldados. Nelson, Churruca o Gravina no son más que los primeros nombres de un lapidario feroz pero también fue el principio del fin.La armada británica se había enseñoreado del mar a lo largo y ancho del planeta mientras las pocas naves que restaban de la Marina Real española permanecían amarradas en sus apostaderos o pendientes de reparar en astilleros y careneros. Por otro lado, nuevos vientos cruzaban entonces la faz de la tierra portando las nuevas ideas del constitucionalismo y de la libertad. Nuevas fuentes de pensamiento habían hecho correr un curso cada vez más impetuoso de libertades y el hombre empezaba a saberse administrador de su propia vida y no sujeto sometido a las voluntades de sus Reyes.Los recién creados Estados Unidos de América habían conseguido independizarse de Inglaterra y habían alzado contra su singular Parlamento una nueva Unión de individuos frente al poder tradicionalmente instituido.En Francia, la Revolución había hecho brotar tras la dureza de la guillotina las primeras letras piadosas del Himno a los Derechos del Hombre y a su primera Constitución.Y las Españas, con tan extensos territorios y sin una flota importante en que basar su conexión, no podrían sustraerse a estos nuevos vientos.Curioso es que el invasor diera la voz de salida a los liberales españoles que pensaban en cambiar el Viejo Régimen con la Carta otorgada de Bayona porque, sin duda, los nuevos credos sociológicos, las nuevas corrientes humanistas y las ansiadas libertades para el comercio, levantaron en España la necesidad de constituirse en un gran pacto nacional a semejanza de lo que había sucedido ya en la Constitución norteamericana o en la Declaración francesa de los Derechos del Hombre o su Constitución.Y esto se dio en Cádiz, en la ciudad de los encuentros, en la ciudad del mar, en la ciudad del comercio.
Madrid se alzó el 2 de mayo de 1808 frente al más impresionante ejército de todos los tiempos y el proceso constitucional, en la confusión de la defensa de la dinastía tradicional de los Reinos de España y por el deseo de transformación que en algunos sectores de la población había germinado, sin saberlo, había sembrado en feraz suelo su semilla.La guerra hizo salir de Madrid al gobierno de la Nación y la Junta empezó su largo peregrinaje hacia el Sur donde recalaría, dos años después, en una pequeña población militar que hasta unos pocos años antes había sido parte integrante del municipio gaditano, la Real Isla de León, antes Antípolis. Ésta es la tercera de las islas que al sur de la península ibérica habían conformado el archipiélago que los antiguos historiadores denominaron Gadeiras, según el nombre que le habían dado los primeros viajeros que al mismo llegaran desde el fondo del Mediterráneo.Y en esa pequeña localidad, donde se situaban por aquel entonces alrededor del carenero y de la guarnición militar algunas huertas que nutrían a Cádiz del cotidiano alimento, en esa Real Isla de León, que ahora lleva el nombre de Ciudad de San Fernando, todo empezó el 24 de septiembre de 1810 para los españoles de ambos hemisferios, cuando España era una Isla….Dice el Diario de Sesiones:En seguida tomó la palabra el Diputado D. Diego Muñoz Torrero y expuso cuán conveniente sería decretar que las Cortes generales y extraordinarias estaban legítimamente instaladas; que en ellas reside la soberanía; que convenía dividir los tres Poderes, legislativo, ejecutivo y judicial, lo que debía mirarse como base fundamental, al paso que se renovase el reconocimiento del legítimo Rey de España el Sr. D. Fernando VII como primer acto de soberanía de las Cortes; declarando al mismo tiempo nulas las renuncias hechas en Bayona, no solo por la falta de libertad, sino muy principalmente por la del consentimiento de la Nación. Desenvolvió estos principios con muchos y sólidos fundamentos sacados del derecho público, y de la situación política de la monarquía, los cuales fueron después ilustrados por muchos Sres. Diputados. Concluyó manifestando que uno de los Diputados traía preparado un trabajo sobre este importante asunto, que podía mirarse como una minuta del decreto que convenía sancionar sobre estos puntos.Convinieron las Cortes en que se leyese, y lo verificó el Sr. Luján, que era quien traía el papel.Discutióse prolijamente sobre cada uno del los puntos que comprendía.El primero declaraba hallarse los Diputados que componen este Congreso, y que representan la Nación, legítimamente constituidos en Cortes generales y extraordinarias, en quienes reside la soberanía nacional. Quedó aprobado.
Por el segundo se reconocía y proclamaba de nuevo al Sr. Rey D. Fernando VII, y se declaraba nula la cesión de la Corona que se dice hecha a favor de Napoleón. Quedó aprobado.Por el tercero se establecía la separación de los tres Poderes, reservándose las Cortes el ejercicio del legislativo. Quedó aprobado.Por el cuarto se declaraba que los que ejerciesen el Poder ejecutivo en ausencia del Sr. Rey D. Fernando VII serían responsables a la Nación. Quedó aprobado.Por el quinto habilitaban las Cortes a los actuales individuos del Consejo de Regencia parta que interinamente ejerciesen el Poder ejecutivo, lo que era tanto más conveniente declarar, como que el Consejo de Regencia debía ser rehabilitado, y había manifestado en su papel sus deseos de dejar el mando. Quedó aprobado.Por el sexto se establecía que el Consejo de Regencia vendría a la sala de sesiones a reconocer la soberanía nacional de las Cortes.Prolongándose mucho la discusión sobre este punto, se propuso por algunos Sres. Diputados que fuese permanente la sesión hasta que quedase terminado este decreto fundamental, y el reconocimiento que debía prestar el Consejo de Regencia.Acordado así por el Congreso, siguió la discusión hasta determinarse el punto como queda en el decreto.Por el séptimo se fijaron los términos del reconocimiento y juramento que la Regencia debe hacer a las Cortes cómo se ve en el mismo.Por el octavo se confirmaban por ahora todos los tribunales y justicias establecidas. Quedó aprobado.Por el noveno se confirmaban por ahora todas las autoridades civiles y militares. Quedó esto aprobado, sin admitirse la adición que un Diputado propuso para que se confirmase también las autoridades eclesiásticas, por haber observado otros señores vocales que éstas no tienen su origen de la potestad civil.Por el décimo se declaraba que las personas de los Diputados son inviolables. Quedó aprobado.Por el undécimo y último se encargaba al Consejo de Regencia que viniese acto continuo a la sala de sesiones a prestar el reconocimiento y juramento prescrito, y que reservase el publicar y circular este decreto hasta que las Cortes manifestasen cómo convendría hacerse. Quedó aprobado.La historia dispuso que en aquella inolvidable fecha estuviese presente en La Isla un único Diputado americano, D. Ramón Power y Giralt de quien, como es natural, debo hacerles obsequio de glosar su biografía tan conocida como venerada en Puerto Rico aunque, con su benevolencia, les agradeceré que, como español, me permitan exponerles su Hoja de Servicios obtenida del Archivo de la Armada española, que lleva el nombre de “Álvaro de Bazán” y que se encuentra prácticamente en el centro del territorio peninsular español, en una localidad que, como quizás puedan conocer, se llama El Viso del Marqués.Don Ramón Power ingresó en la Escuela de Guardias Marinas de Cádiz en 1792 el día 22 de mayo, recibiendo despacho de Alférez de Fragata el siguiente 29 de enero de 1793, ocho meses y una semana después.Tenía, pues, aquel bizarro Alférez de Fragata, poco más de dieciocho años cuando embarcó en el navío San Pedro Apóstol con el que hizo algunas comisiones al Mediterráneo y ya, en abril del siguiente año, partió para la América septentrional donde tuvo destino en otros buques hasta agosto de 1796 que volviera a Cádiz en el bergantín “Vigilante” uniéndose a la Escuadra de D. Juan de Langara con la que de nuevo salió igualmente por el Mediterráneo, regresando a Cádiz con la del mando del Almirante D. José de Córdoba en marzo de 1797 y en la que permanecería embarcado en los navíos “Asís”, “Soberano” e “Ildefonso” hasta que, en diciembre de 1798, saliera para Veracruz no volviéndose para Europa hasta mayo de 1799, permaneciendo en El Ferrol hasta junio de 1800 cuando fuera transbordado al navío “San Carlos” como Ayudante de D. Juan Moreno, partiendo de nuevo hacia Cádiz y Algeciras, permaneciendo embarcado hasta diciembre de dicho año en el que, S.M. El Rey, le concedió licencia por un año para que pasara a Puerto Rico, su Patria, (como dice su Hoja de Servicios…), obteniendo por nueva licencia de S.M. prórroga por otros seis meses más hasta fin de diciembre.En l6 de diciembre de 1801 le fue concedida otra nueva Real Licencia por un año que le fue prorrogada por otros seis meses más.
En enero de 1805 se halla en Puerto Rico como Comandante de la Goleta “Fortuna” donde siguió hasta diciembre de dicho año.En 1806, al excluirse del servicio dicho buque por inútil, pasó con igual encargo de Oficial a comandar la nombrada “Cometa” con la misma misión de correo de la costa.En 1807 pasó todo el año en Puerto Rico como Comandante de la Goleta “Cometa” y, finalmente, ya en 1808, recoge su Hoja de Servicios una nota de 12 de junio de dicho año con la que se da cuenta de la recomendación particular que el Comandante del Apostadero de Marina de Puerto Cabello hace del Teniente de Fragata D. Ramón Power, Comandante de la Goleta Correo “Cometa” porque con sus conocimientos, actividad y celo, mantiene la correspondencia de aquel continente con Puerto Rico, acabándose así, en los reconocimientos de Power, la transcripción guardada en el Archivo de la Marina.Finalmente, con fecha 13 de julio de 1810, dirigido a D. Félix de Texada, queda nota de lo que sigue tomado como manifestación del Gobernador de la Isla de Santo Domingo:El Teniente de Navío de la Real Armada D. Ramón Power, Diputado para las Cortes por la Isla de Puerto Rico, de donde ha salido ya para su destino, vino a fines de Mayo del año próximo pasado, en el Bergantín de guerra “El Aguila”, con el mando de las fuerzas sutiles de aquella isla al bloqueo de esta plaza, que se formalizó y estrechó desde su llegada en términos, que cesaron por esta parte los recelos, de que habla el Diario; el exacto desempeño de su comisión, su interés por el Real servicio, su carácter desinteresado, y demás prendas, que le califican de un Vasallo estimable, me ejecutan a tomarme la libertad de hacerlo presente a V.M. considerándolo de justicia a favor de un Oficial tan benemérito.
Y lo traslado a V.E. de Orden del Consejo de Regencia para su noticia y demás efectos que puedan convenir. Dios guarde a V.E., Isla de León, 8 de octubre de 1810.Éste era el Oficial de la Armada y Diputado en las Cortes generales y extraordinarias de 1810 que, preparándose en Francia y en Cádiz, navegó también por el Mediterráneo, curiosa coincidencia en este enclave abierto a estos dos mares.Dicho esto vayamos a las sesiones secretas de las Cortes.Quisiera en primer lugar advertir de la parquedad de las Actas que se refieren a estas sesiones transcritas más en un lenguaje criptográfico que revelador, por sus naturales consideraciones de discreción y reserva al tiempo que por la carencia de hábiles escribanos en aquellos momentos del inicio de tan Augusto Congreso y es que la ausencia de taquígrafos al principio de las reuniones de las Cortes hizo que las primeras Actas recogidas en San Fernando, entonces la Real Isla de León, fueran excesivamente sucintas y parcas, estimándose que no es sino hasta diciembre cuando comienzan a recogerse las Actas con mayor rigor y, segundo, la natural cautela de los temas tratados que aconsejarían ese secretismo que les refiero.Lejos, pues, estos instrumentos recordatorios de esa preciosa oratoria que en los que corresponden a las sesiones públicas expresaban nuestros tribunos y cuya lectura a todos recomiendo como verdadera lección de conocimiento del lenguaje y sinceridad en la expresión de los sentimientos.Desde los primeros momentos de aquel Parlamento ocupan lugar destacado la cuestión americana y el libre comercio. Van a ser muchas las sesiones que concentrarán en estas sesiones secretas el interés de nuestros Diputados y ya, el 3 de octubre de 1810, prácticamente a la semana de la apertura de aquellas Cortes generales y extraordinarias, se acordó fueran secretas las sesiones que tratasen sobre declaración de los dominios de Ultramar, integrantes de la Nación española con igualdad de derechos a los territorios peninsular e insular clásico, esto es, los archipiélagos balear y canario.Y pocos días después, en el siguiente 9 de octubre, los Diputados americanos, como así fueron llamados desde el principio del Congreso diferenciándolos de los que pertenecían a los territorios que tradicionalmente habían sido llamados a Cortes, conocidos como europeos, pidieron tratar acerca de “las declaraciones lisonjeras y justas que convenían hacer a favor de los dominios de Ultramar” acordándose tratar este tema en siguientes sesiones secretas y extraordinarias.Ya ven, parece que un deseo de los Diputados americanos implícitamente acordado por llevar la “cuestión americana” en secreto y no en sesiones públicas, como si de un proyecto bien trazado previamente se tratar desde el sentir de esta parte más occidental del común hemisferio, imperó desde el principio, inteligentemente quizás, desbrozando por ello de angustiosos e incómodos debates el cuidado de la cosecha que, de seguro, estimaron podrían recoger meses más tarde. Y llegó el 10 de octubre de 1810, a mi juicio, fecha clave en la agenda de aquellos Diputados.Cuenta el Diario de Sesiones que aquella precisa sesión secreta, que se circunscribió exclusivamente a la solicitud de los Diputados americanos a favor de lo que pretendían en aquellos dominios de su residencia, “generó una discusión larga y vivaz por estimar justas sus pretensiones”, dándose la singular circunstancia de que, quienes así se consideraban americanos, vivían por aquel entonces en la Península y, para mayor eficacia en lo que de general y extraordinario se buscaba por todos en aquellas Cortes, ocuparon de manera suplente los escaños que, fechas inmediatamente siguientes, irían siendo ocupados por sus legítimos poseedores, los electos en tierras americanas y filipina.¿Todos eran suplentes? No, y ustedes bien lo saben, que el único Diputado titular americano precisamente al inicio de todo, fue D. Ramón Power y Giralt, que ya se encontraba en el enclave gaditano a la hora de abrirse aquellas Cortes generales y extraordinarias el día de Nuestra Señora de la Merced del año de gracia de 1810, pero todos, los que eran suplentes y el único titular, propusieron a sus compañeros de función en tan Augusto Congreso, discutir estas cuestiones una vez fueran haciéndose presentes en las Cortes aquellos Diputados que habían sido elegidos en los lejanos Virreinatos, Audiencias o Capitanías, salvándose así el sagrado principio de la representación territorial, clave y razón de una asamblea democrática.Hasta allí, y en el fragor de la mayor de las contiendas en la que España se había visto inmersa quizás desde la invasión de los musulmanes, en el consenso de europeos y americanos, se izó la grandeza de nuestro Primer Código Fundamental cimentando tan noble principio el armazón de lo que habría de ser de inmediato Congreso constituyente nutriendo con generosidad las bases de su gestación.Primero, que las Cortes ratificaran aquellas declaraciones que establecieran el principio de que los dominios de Ultramar eran parte integrante de la Monarquía e iguales en derechos a la Madre Patria.Segundo, que se tuviera en cuenta adecuar la representación a la verdadera extensión y población de aquellos territorios.Tercero, que habría de tratarse la particularidad del comercio hacia y desde los puertos americanos.Y, cuarto, que se aprobase un “general olvido” sobre las “conmociones” manifestadas en algunos puntos de América.Antes de entrar en detalle déjenme que comparta con ustedes este hermoso concepto que se da al territorio de la vieja España, el de “Madre Patria” puesto en voz por los propios Diputados americanos y que tanto nos distingue a los otros dos grandes procesos constitucionales, el norteamericano y el francés porque, ¿quién hurtará el noble sentimiento de sentirse hijos y de defender a la madre que manifestaron aquellos Diputados del Nuevo Mundo?Si en los Estados Unidos de América aquellos colonos proclamaron su Ley de Leyes como un nuevo pueblo, si la Constitución francesa ensalza su texto declarando proscrito el régimen en el que hasta entonces siendo franceses habían vivido, los Diputados españoles de ambos hemisferios, conscientes algunos de ellos ya de que el tiempo era cambiante y que pronto habrían de instar en sus territorios la secesión de esa Madre Patria, ante la flaqueza y la debilidad de quien les había dado la vida, no dudaron ni un ápice en proclamarse hijos de una misma madre y, en su maternal regazo, definirse como reunión.Y esto, a los dos siglos de lo que pasó, conmueve, como conmueve la tierna expresión encontrada en la literatura actuarial del general olvido en aquel tiempo de conmociones, tumultos y levantamientos ante el Poder en tan distantes territorios, la amnistía, como nos tiene acostumbrado el actual lenguaje a escuchar y decir, que no es más que, según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, ese olvido legal de delitos que extingue la responsabilidad de sus autores, magnífico himno de generosidad que aumenta su valor al demandarse sea declarada de manera general y no de unos para otros.Ello, ha de decirse, parece fue tomado por todos con atención pero exigiéndose la más natural de las virtudes, la prudencia, que siempre ha de imperar sobre el hombre para que sus tareas y su vivir puedan llegar a feliz término eludiendo la contienda. Y se comenzaron a tejer los primeros mimbres de aquel cesto común que a todos en reunión nos llevaría hacia nuestros propios destinos no sin antes acudir igualmente en reunión a la defensa de la común Madre Patria frente al francés invasor.Imbuidos, pues, de aquella prudencia, aunque ciertamente avaros en otras humanas exigencias, despejaron de la discusión cotidiana otros temas que les pareciera de claro conflicto y en los que, justo es recordarlo, algunos de quienes abogaron por este apartamiento, procedían de aquellas orillas más occidentales de los Dominios de Ultramar, aconsejando no tratar tan de inmediato el asunto de la igualdad de las diferentes castas y gentes de color existentes ya en América para admitirles en esa demandada representación, lo que originó, dicen las Actas, importantes discusiones “en fino y corto”.
Nos estamos acercando ya en este proceso a la singular y esencial participación de D. Ramón Power en las sesiones secretas de aquellas Cortes de las que fuera Vicepresidente y conviene resaltar aquí la afortunada presencia en los debates del diplomático y gran jurista que fuera D. Evaristo Pérez de Castro, a la sazón Secretario de tan Augusto Congreso, que propuso a la Asamblea para lograr el mejor entendimiento entre todos, que desde ese primer instante se declarase que América era parte integrante de la Monarquía y se obviara, a la vista del desentendimiento existente entre los propios americanos, asunto tan singular como el de las castas, dejándose para sucesivos debates el tema de la representación que habrían de irse tratando en futuras sesiones secretas, o el de la libertad del comercio para los puertos que propuso, igualmente, posponer para más adelante.Prontas serán ya las voces americanas que se alzan en clara disonancia con esta propuesta o a favor de la misma porque si D. José Mexía Lequerica, irrogándose la representación americana en ese sentir bien pronto exige sea tratado el tema de la libertad de los puertos americanos, otro americano, por ejemplo, que no fuera tampoco de condición anónima y que incluso con el tiempo ostentaría la presidencia de aquel Congreso, D. Vicente Morales Duárez, es de quien recogen las Actas su postura de posponer los debates sobre la igualdad de las castas hasta tanto no llegasen a Cádiz los Diputados electos y cambiasen los titulares del Consejo de Regencia.Y en este espíritu de prudencia es cuando la figura de Power alcanza un particular protagonismo, esencial presencia en el debate, diré aún más, porque gracias a su intervención, estoy seguro, aquellas Cortes generales y extraordinarias, prontas probablemente a enfrentarse antes que a reunirse, encontraron el camino que, meses más tarde, nos darían a todos los españoles de ambos hemisferios nuestra primera Constitución.
El Decreto de 14 de octubre de 1810Vuelvo al inicio de este tema recordando la parquedad de aquellas Actas, lo sucinto de lo que en las mismas naturalmente haría de recogerse dadas las materias que en las mismas se trataban y los debates que por las mismas se desarrollaban, transcribiéndose en las mismas por los Secretarios prácticamente el índice de las materias discutidas, y llego a la sorpresa que para mí supuso el Decreto de 14 de octubre de 1810 aprobado con tan exacta minuciosidad en lo que se recoge como en lo que se aprueba y que ha llegado a convertirse para mí en la verdadera llave de la Constitución de 1812 ya que sin su aprobación nada hubiera podido pasar o no hubieran pasado las cosas de la misma manera.Es el primer Decreto que se toma de manera literal en una sesión secreta y, a mi modesto entender, es un verdadero ejercicio de consenso elaborado por la natural necesidad del encuentro frente al siempre propicio desencuentro al que hemos sido tan afines los españoles tanto en tiempos pretéritos como, desafortunadamente, nos sigue pasando hoy en demasía.Merece la pena volver a leerlo para estimar profundamente el valor de su posibilidad política, que es mucho más que lo que dice su contenido, porque del enunciado de sus afirmaciones se comprende totalmente la dimensión de su alcance en ese admirable gesto de generosidad de Power a la causa de la transformación de España en una nación moderna, en una sociedad constitucional, y que tanto dice, por qué no pensarlo, de la minuciosidad de quien quiere que todo quede claro, que no haya confusiones, pese a la cortedad de los escribanos al recoger en Acta las manifestaciones de los Diputados, fiel reflejo de aquella apreciación que hizo en 1809 el Gobernador de la Isla al hablar del bizarro oficial Power y de su carácter por cumplir “el exacto desempeño de su comisión”.Las Cortes generales y extraordinarias confirman y sancionan el inconcuso concepto de que los dominios españoles en ambos emisferios, [sic], forman una misma y sola Monarquía, una misma y sola Nación y una sola familia, y que por lo mismo los naturales que sean originarios de dichos dominios europeos o ultramarinos, son iguales en derechos a los de esta Península; quedando a cargo de las Cortes tratar con oportunidad y con un particular interés de todo cuanto pueda contribuir a la felicidad de los de Ultramar, como también sobre el número y forma que deba tener para lo sucesivo la representación nacional en ambos hemisferios, [sic].Ordenan asimismo las Cortes que desde el momento en que los países de Ultramar, en donde se haya manifestado conmociones, hagan el debido reconocimiento a la legítima autoridad soberana que se haya establecido en la Madre Patria, haya un general olvido de cuanto hubiere ocurrido indebidamente en ellas dejando, sin embargo, a salvo el derecho de tercero.Las Cortes, a lo largo de los siguientes meses, hasta febrero de 1811 en la Isla de León y, desde entonces, hasta finales de 1813, en la ciudad de Cádiz, siguieron discutiendo, qué duda cabe, todas estas cuestiones pero nada impidió que, por los buenos trabajos de D. Ramón y de Pérez de Castro, los españoles de ambos hemisferios pudieran trabajar “en reunión” desde aquel supremo momento construyendo la nueva España y, por qué no, los cimientos también, como se vio poco después, de las nuevas repúblicas americanas, debatiéndose de manera prolija, y yo diría que exhaustiva, la cuestión americana que, prácticamente, podría resumirse en el tratamiento de la libertad de comercio que se pretendía para los puertos de aquel Continente y posponiéndose para momentos más propicios, o incluso apartándolos del debate, me atrevo a decir ante ustedes, otros asuntos que para quien lo ve ahora, a los dos siglos de lo que aconteció, debieron ser solucionados en aquellos trascendentales momentos, por justicia y por dignidad humana.Pero las Cortes empezaron a debatir los asuntos que a España le afectaban por la guerra frente al francés, por las conmociones que alteraban el equilibrio territorial que hasta la presente se había mantenido y, singularmente, para quienes creemos en la democracia como principal virtud cívica, para construir la primera Constitución de los españoles.Todas estas altas misiones parlamentarias no impidieron, pues, que en las sesiones secretas, se discutieran otras cuestiones, llamémoslas, más domésticas, lo que se convertirá en constante referencia en las mismas, con esas otras de intendencia como las que, desde tan tempranos momentos, por esa fatalidad organizativa que adolecía en la semilla hispánica del absolutismo, se vieron impulsados aquellos Diputados a debatir no ya sólo de las altas y nobles virtudes de la civilidad, sino como de andar más por casa, las dietas que no les llegaban para su subsistencia tan lejos de sus lugares de orígenes, los méritos que no se les reconocían, el amparo que buscaban de tan Supremo Congreso por las ofensas que algunos recibieran y, singularmente, por las cuestiones de habitación, casas que no se encontraban, rentas que no se pagaban a los propietarios de las fincas arrendadas o cuestiones de mal entendida discriminación por entenderse en algunos que vivían en estancias inferiores a su cargo y situación.Y es que habría que evocar aquellas circunstancias en una ciudad sitiada, sí, pero en una ciudad con escaso territorio que se veía obligada a hospedar entre sus murallas al Trono, al Gobierno de la Nación, a su Parlamento, a las Legaciones diplomáticas de los países amigos o a las tropas propias y aliadas que la defendían frente a las persistentes baterías de la artillería imperial o a los constantes ataques de sus tropas. Una ciudad sin huertas ni granjas que tenía que alimentar a sus habitantes cada día y que dependía de la vía marítima para poder abastecerse. Una ciudad de Diputados y periodistas que hacían de su cotidiano quehacer crítica y denuncia. En fin, un problema de importante intendencia que atender.Se constituyó bien pronto, eso sí, la Comisión de Ultramar, pero, como les decía, Diputados americanos y europeos, bien pronto también, empezaron a entender del noble asunto para el que habían sido convocados.Y, así, desde los primeros instantes, fue referencia en estas sesiones secretas, los movimientos de las fuerzas sutiles que, por caños y esteros, defendían del territorio peninsular los ataques galos; que las cuestiones de la hacienda nacional fueran tratadas en el seno de este tipo de reuniones por la Comisión a tales efectos nombrada y que habría de tratar sus cuestiones en la severa agenda que para ello se diseñara, esto es, en sesiones nocturnas que no superasen más de las tres horas de duración y a desarrollarse en las noches de martes, jueves y sábados.Y aquellos Padres de la Patria, en sesiones secretas, lograron con su esfuerzo ocuparse del natural devenir de la administración, de los ceses y nombramientos en las provincias de Ultramar, del alistamiento de tropas en la ciudad o del importante contencioso que con la Junta Local de Cádiz mantuvieran a lo largo de muchos meses, principalmente, por la aportación económica que se demandaba de los gaditanos para que, al amparo del monopolio en su puerto, contribuyeran con sus dineros al bien de la Causa contra el francés.En aquellas sesiones se vieron también otros temas muy importantes como las relaciones con los ingleses, aliados de España frente a Napoleón, las singulares relaciones con los jóvenes Estados Unidos de América, la cuestión de la sucesión y la particular presencia en la misma de la Infanta Dª Carlota Joaquina así como la posible venta de los presidios menores que desde antaño poseía España frente a las costas norteafricanas con el fin de obtener caudales que colaboraran en la adquisición de armas o munición.Y, precisamente, en cuanto a la mediación que desde el primer momento interesaba llevar a cabo Inglaterra por la libertad de los puertos americanos, recordaría el Diputado Oliveros en la sesión de 15 de julio de 1811 que “siempre que entre los que son hermanos e individuos de una misma Nación se pueda transigir en sus diferencias, no debería de acudirse al extranjero”, ya que las pretensiones de la Corona británica era mediar en los incipientes conflictos entre españoles de Ultramar y de la Península, posiblemente para ocupar en el negocio marítimo puesto de notoria importancia frente a otras Naciones, que llevaron a aquellas Cortes a ir admitiendo esta intercesión siempre que se fueran dando algunas condiciones como la que aquellas provincias donde hubiere aflorado la disidencia se aprestaran a jurar el reconocimiento a estas Cortes y al Consejo de Regencia nombrándose, además, por las mismas Diputados que habrían de ser enviados a este Augusto Congreso donde habrían de incorporarse con “los demás de la nación”, suspendiendo las hostilidades, liberando prisioneros y restituyendo los bienes a quienes de los mismos habían sido despojados por la insurgencia, autorizándose así el comercio que se pretendía en aquellos puertos siempre que se hubiera alcanzado la reconciliación que entre aquellos territorios y los del resto de las España se había pretendido lograr.Pero no sólo de problemas de intendencia o de altos asuntos internacionales se preocuparon las Cortes en aquellas sesiones secretas, como puede desprenderse de la lectura de aquellas ochocientas y pico actas que recogen lo que en las mismas se debatiera, sino de problemas del presente más rigurosos como el acuerdo que desde primeras sesiones se adoptara de trasladarse desde la Real Isla de León a la ciudad de Cádiz o incluso del protocolo que habría de seguirse para la participación de estas Cortes en la tradicional procesión del Corpus Christi, que no dejara de celebrarse en mi ciudad pese a la permanente ofensiva del cañón francés.
Ya ven, la cuestión americana se estuvo discutiendo hasta su final comienzo de solución a mediados del mes de octubre de 1811, en paralelo, ya, con la discusión del articulado de la propia Constitución y que, para sorpresa de muchos, no fueron tratados en este tipo de sesiones reservadas, sino en las celebradas a plena luz del día, con taquígrafos y público, reservándose para esta severa discreción solamente el capítulo que trató sobre la sucesión de la Corona.Y dicha discusión, adoptado acuerdo en sesión secreta de 10 de abril de 1811 de que la misma debería entenderse previo conocimiento que de ella tuvieran las Comisiones de Ultramar y de Arreglo de Provincias, encauzará el asunto en el que la presencia de Power pudo de ser esencial en los siguientes meses después de tantos “dimes y diretes” que irían cimentando las Bases del Comercio que se aprobarían definitivamente, admitida la pretensión mediadora de los ingleses, a través de una nueva Comisión Especial entresacada de la de Negocios Ultramarinos y la de Arreglo de Provincias. América había empezado a caminar.Y coincidiendo en el tiempo con ello, en el seno de este secretismo, es cuando toma protagonismo en estas sesiones secretas el contencioso de Power frente al Gobernador de la Isla de Puerto Ricio, Meléndez, que todos ustedes conocen mejor que yo y que tanto dice de su caballerosidad y bonhomía al dejar que este tema que tanto le afectaba personalmente se tratara una vez que América hubiera iniciado su camino.Mi padre tenía dos hermanos que pertenecían a la Armada. Uno de ellos, el mayor, fue Oficial del Cuerpo de Interventores aunque bien pronto pasó a ejercer su destino como Ministro, (Magistrado), del Tribunal de Cuentas del Reino de España en el que terminara como Presidente de Sala. El otro continuó su carrera militar en la Marina hasta acabar como Almirante Capitán General del Departamento Marítimo de Cádiz.
A mi pobre padre, Profesor y Director de una fábrica de construcción de aviones, le gustaba decir que él era sólo “Dr. Ingeniero”, aunque también colaboró con la Armada porque en sus primeros años de profesión ya había diseñado unos buenos cañones que se instalarían después a bordo de algunos buques de guerra de la Marina española.¿Por qué les cuento esto? No es que quiera traer yo a mis antecesores entreteniéndoles en asuntos más o menos baladíes, no. Lo que les quiero decir es que, desde muy pronto en mi vida, la Marina, estuvo presente en mi vida. Valga como redundancia, además, que dos hermanas mías se casaron con dos Oficiales y yo mismo cumplí el servicio militar en la Armada.Quizás, de aquí, mi predisposición por D. Ramón, por aquel Oficial de la Armada del Rey que contribuyera de manera eficaz a la erección del más grande monumento a la civilidad democrática como fueron las Cortes generales y extraordinarias de 1810 a 1813.D. Ramón Power fue sin duda un militar ilustrado, como lo eran todos los Oficiales de la Armada herederos de aquellos navegantes científicos que tanto lustre científico dieron a España con sus expediciones marítimas. Y, sin duda, también, por su condición de marino militar, debió de ser enormemente disciplinado en su cotidiano quehacer uniendo a sus dotes propias alcanzadas en su formación una capacidad de organización adquirida en sus largos servicios de mar.Y es que desde muy pronto, tras ese magnífico texto del Decreto de 14 de octubre, triunfo del consenso político, se ocupó en estas sesiones secretas de lo que por su capacidad y su trayectoria mejor debió conocer, la Milicia y el arte de la guerra a favor de “la sagrada causa de España” como ya invocara en la sesión secreta del 19 de noviembre de 1810, su compañero en el logro del consenso, el eficaz jurista D. Evaristo Pérez de Castro, a la hora de discernir sobre el mayor problema al que se enfrentaba la Monarquía española, la invasión del francés.Aunque sólo fuera por esto, deberíamos tener siempre presente en España por lo que para todos significara, la eficaz presencia de Power por la defensa de la Nación en la que se ocupará desde los primeros momentos de su nuevo destino. El cumplimiento de notables encomiendas allende las fronteras cuando fuera comisionado en noviembre de 1810 a fin de informar sobre la adquisición de caballos en las vecinas tierras del Magreb que renovasen las diezmadas fuerzas de Caballería del Ejército español frente a las bien pertrechadas fuerzas napoleónicas o cuando se ocupara con su buen hacer profesional de aquellas fuerzas sutiles tan bien conocidas del joven marino y que eran las que defendían lo que de España quedaba libre de Bonaparte, las Cortes y el Consejo de Regencia, proveyendo lo necesario para la protección militar de Cádiz y de la Real Isla de León y preocupándose porque llegaran a Oficiales y marineros de toda clase, siempre tan olvidados en la vieja España, las pagas de sus mesadas siempre también atrasadas o encargándose de que embarcaran en aquellas unidades gente de mar que no provenientes de aceleradas levas de campesinos.
No abandonó por ello las cuestiones organizativas de la política de los reinos de España y así, por citar su actuación en las sesiones secretas a las que me he querido referir en esta pobre intervención, en la de 26 de noviembre de aquel mismo año, fiel a sus principios de consenso político, expresaba su voto para que se continuase el juicio de residencia del Virrey de Méjico, José de Iturregaray, pidió sobreseer la causa imputada de infidencia y se declarara general olvido por los acontecimientos acaecidos en aquellos dominios como, igualmente, en esta suerte de organización del Estado, en mayo de 1811 se opondría a que el Virrey del Perú fuese mantenido en su puesto, comprometiendo su petición de relevo frente a D. Salvador Meléndez, a la sazón, Gobernador Capitán General de esta Isla, a la aprobación por el Congreso en la Comisión que habría de entender de todo ello.Lo tratado en las sesiones secretas no fue recogido en Actas de manera prolija y abundante, sino todo lo contrario, como bien saben ustedes.
Tampoco recogen mucho de la actividad parlamentaria de Power de quien mi buen amigo e historiador gaditano el Profesor José María García León, recuerda en su obra “Los Diputados Doceañistas, 1810-1813” la cita que sobre el mismo expresara D. Rafael de Labra, que “no hubo en aquella asamblea persona más generalmente querida. Por ello apareció, en principio, como la figura más representativa de los americanos, tal vez por su prestigio, siendo notoriamente respaldado por su Isla”.Y parafraseando de nuevo al historiador gaditano al referirse a Power, bueno es que recordemos aquí lo que del mismo decía D. Ramón Darío Molinar al hablarnos de su elocuencia, con discursos “más bien largos que cortos, ordenados con rigurosos escalonamiento lógico, de evidente fuerza suasoria y logro a la par de discretos efectos de sonoridad y patriotismo”.D. Ramón perteneció a la Comisión que informara a las provincias americanas de la instalación de las Cortes e, igualmente, a las de Comercio y de Marina, a la especial que elaboró el reglamento de aquellas Cortes y a la del comercio de negros. Residió en mi ciudad en la Calle del Molino, hoy Calle de Adolfo de Castro, donde vivía la familia Gaona, y muy cerca del Pabellón de Ingenieros Militares, en la que fallecería aquejado de fiebre amarillo el 10 de junio de 1813.Sus restos descansan en el templo de sus trabajos en una urna donde reposan los de otros insignes Diputados Doceañistas que se encuentra en la Cripta de ese Oratorio de San Felipe Neri, Templo de la Constitución de 1812. Sus albaceas testamentarios, siguiendo lo informado en el trabajo de García León, fueron Esteban de Ayala y Ramos Arispe, quien propuso, y así se aceptó por las Cortes, que su funeral se verificase con “la mayor decencia posible” y se le dispensara de la ordenanza que prohibía hacer honores militares en la Corte, a fin de que en su funeral, que tuvo lugar el 16 de junio, se le pudiera oficiar los correspondientes a su grado de Capitán de Fragata de la Armada.”Aquí mi admiración por el prócer puertorriqueño. Por aquel joven y generoso Oficial de la Armada que puso a disposición de España sus dotes de militar y su sagacidad política del consenso que marcaría en los meses sucesivos el camino hacia la Constitución haciendo bueno el postulado del primer artículo de la misma, España como reunión.Déjenme acabar con lo que se publicaba como Epílogo en la “Crónica de la Guerra Hispano Americana en Puerto Rico” escrita por el Capitán de Artillería Ángel Rivero y que un buen amigo, colega en la profesión ante los Tribunales y conocedor de mi afecto por esta maravillosa Isla, me trajo como regalo hace años en su edición facsímil.El día 10 de diciembre de 1998, sábado, a las diez de su noche, se firmó en París el Tratado de Paz que puso fin a la guerra hispanoamericana.
El mismo día, El Liberal, uno de los periódicos más importantes de Madrid, al dar cuenta de tan notable suceso, publicó lo que sigue:Hoy se cerrará para siempre la leyenda de oro, abierta por Cristóbal Colón en 1492 y, por Fernando de Magallanes, en 1521.Los tres meses y medio invertidos en estériles negociaciones diplomáticas, habían embotado la sensibilidad del pueblo español y héchole perder, la noción de su inmensa desdicha.Al cabo de cuatrocientos años, volvemos de las Indias Occidentales, por nosotros descubiertas, y del Extremo Oriente, por nosotros civilizado, como inquilinos, a quienes se desahucia; como pródigos, a quienes se incapacita; como intrusos, a quienes se echa; como perturbadores, a quienes se recluye.Día de expiación es el 10 de diciembre de 1898; pero lo será también de suprema y última despedida a nuestra personalidad, a nuestra independencia y a nuestras esperanzas, si no la tomamos como punto de partida para emprender vías nuevas y, para enterrar, definitivamente, los vicios pasados y los sistemas caducosPara modificar la función no hay otra función que modificar el órgano; para salvar el tronco, que aún vive, no hay otra solución que podar las ramas muertas.Y termino. Soy, de siete hermanos, el más pequeño de los varones y, todos, somos abuelos ya.Todos hemos creado nuestras propias familias y hemos emparentado, naturalmente, con distintos linajes, los de nuestros cónyuges, como nuestros hijos e hijas tienen ya también, gracias a Dios, distintas alianzas familiares.Pero todos, a nuestra edad, y con nuestras nuevas circunstancias familiares, nos seguimos reuniéndonos juntos por Navidad…HE DICHO, muchas gracias.
La Participación de Ramón Power y Giralt en las Sesiones Secretas de las Cortes de Cádiz | Academia Puertorriqueña de Jurisprudencia y Legislación
Notas al Calce
* Discurso pronunciado por el Dr. Enrique P. García-Agulló y Orduña en el Anfiteatro de la Biblioteca Nacional en la segunda conferencia auspiciada por la Academia Puertorriqueña de Jurisprudencia y Legislación con motivo de la serie conmemorativa del Bicentenario de la Constitución de Cádiz de 1812, San Juan, 24 de marzo de 2011.**Académico de Número de la Real Academia Hispano Americana de Ciencias, Artes y Letras de Cádiz.
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Re: Gobernación y Diócesis de Venezuela
CAPITULO VIII
DIVISION DE LA TIERRA FIRME EN OBISPADOS Y PARROQUIAS
El estado civil y el sagrado no están separados entre sí, y en lugar de contrariar el uno al otro, se dan amigablemente la mano, uniéndose para el bien de los reinos. Lo hemos visto claramente un poco antes, cuando atribuímos al sabio gobierno de los españoles en América como efecto natural, la piedad y felicidad de los americanos. Ahora bien, una de las cosas que contribuye más a la felicidad del gobierno y al aumento de la piedad es, según mi juicio, la justa división de los lugares en dióceis y parroquias, de acuerdo con el número de los diocesanos. Y se comprende fácilmente que ni una cosa y otra debían ocultarse a la vigilante nación española. Desde el principio sus sapientísimos reyes al crecer el rebaño de Cristo cada día en las nuevas tierras descubiertas, pensaron en darles dignos pastores que se preocuparan de su bienestar, y por lo tanto crearon más obispados.
Uno de los cinco que con aprobación del Sumo Pontífice se formó allá (1) fue precisamente en la Tierra Firme, en la parte más cercana al Istmo de Panamá, siendo electo como su primer obispo Monseñor Juan Cabedo (sic) (2) de la orden de San Francisco. La sede de este obispado fue Santa María llamada la Antigua, en la provincia del Darién. Pero fue de poca duración debido al mal clima, y después de poco tiempo fue trasladada a Panamá lugar célebre que por pertenecer al reino de Quito, está fuera de los términos de nuestra Historia. A la erección del, obispado del Darién el año 1529, siguió la del obispado de Santa Marta que dura todavía; después en 1532 la de Coro, trasladada no hace mucho a Caracas; después la de Cartagena en 1534, y en fin la de Popayán en 1547. La última de las antiguas ciudades de Tierra Firme que tuvo el honor de ser sede episcopal fue la que hoy domina a tan vasto país, Santafé de Bogotá, que no llegó a ese grado sino en 1562, durante el Pontificado de Pío IV, y bajo el reinado de Felipe II.
Pero si ella siendo un simple obispado, se vio comparada o pospuesta a las demás, dos años después fue erigida en Metropolitana y creció tanto espiritualmente, cuanto después y también en la actualidad lo es en lo temporal. Santafé es pues sede de un arzobispado, al cual están subordinadas casi todas las iglesias indicadas. Dije casi todas, pues también a este respecto debe exceptuarse Caracas, cuyo obispo es sufragáneo del de Santo Domingo, Primado de todas las Indias. Pero si al arzobispado de Santafé falta por decirlo así este honor, otro muy singular le ha dado recientemente el piísimo rey Carlos III, al erigir en obispado la importante ciudad de Mérida en el año 1728. La Provincia de Cumaná, aunque de cierta importancia, no tiene obispo residente, pues junto con la del Orinoco, depende como hemos dicho en otra parte (3)de obispo de Puerto Rico, que aunque está muy lejos, algunas veces la visita.
Todos pueden ver claramente que esas diócesis americanas son muy extensas, y que cada una de ellas puede compararse en extensión con un grandísimo reino. Entre las enumeradas poco antes, no hay ninguna que además de los pueblos cristianos incluídos en su jurisdicción, no se extienda también a muchos que son todavía gentiles. Creo que esto haya sido sabiamente dispuesto por el rey d España a fin de estimular el celo de los obispos y para que se preocupen por la conversión de esos gentiles. En efecto, entre tan dignas personas hay quien se preocupe de ello. El arzobispo de Santafé, al cual pertenecen algunas tierras limítrofes con el Orinoco, regaló en mis tiempos bellos cálices para las misiones; el obispo de Puerto Rico las visitó con mucha fatiga dos veces. Y lo que yo digo de ellos, Se podría decir de otros muchos, pero me apresuro a terminar este tema hablando brevemente de los ingresos de los obispos de Tierra Firme. Tengo informes que me ha comunicado una persona muy conocedora de este asunto.
El obispo de Santafé entre ingresos ciertos y eventuales, se dice que tiene cincuenta mil escudos; el de Cartagena de dieciocho a veinte mil; el de Santa Marta de ocho a diez mil; no sé nada del nuevo obispado de Mérida, como tampoco del de Popayán. El de Caracas (y esta es otra muy notable prerrogativa de esa provincia autónoma) se dice comúnmente que no tiene menos de sesenta mil escudos. Como esto puede extrañar a alguno, doy inmediatamente la razón diciendo lo que me cuentan sobre esa superioridad de rentas sobre todos los demás obispado de Tierra Firme, y es que la rama más fértil de tan copiosos proventos depende toda de las plantaciones más abundantes de cacao que hay en aquella provincia, de cuyas primicias, diezmos y cuartos pagados por los propietarios, se enriquece el obispado.
Los obispados tienen bajo su dependencia ciudades, tierras, aldeas y posesiones, comprenden varios curatos erigidos para beneficio espiritual de los pueblos. Así es y todos comprenden bien que los países de que hablamos, no son diferentes por este aspecto a los nuestros. Pero lo son todos en otras cosas, a saber en la opulencia de los ingresos parroquiales y en la manera de elegir los que son escogidos para curas. Por lo que se refiere a lo primero, exceptuando los curatos de indios solamente, que no son muy ricos, los que son solamente españoles, tomando esta palabra en su acepción más amplia y haciéndola extensiva a los mestizos, o a los indios que son vecinos de los españoles, no hay duda de que son tan ricos que parecen pequeños obispados. Los curatos que dan más de cuatro mil escudos son muchos, pero son pocos en comparación con los que dan hasta diez mil, como las parroquias de Chita y Turmequé, en el corregimiento de Tunja.
Se puede imaginar fácilmente que curatos tan pingües y que se otorgan comúnmente por concurso a los que brillan más en los exámenes, tienen muchos pretendientes. Todos se empeñan ansiosamente en obtenerlos: doctores en teología y derecho y toda persona culta, a tal punto que entre los curas de Tierra Firme son raros lo que no son doctores en todas o en algunas de esas ciencias. A los obispos toca nombrarlos después de los exámenes y para tal fin envían directamente al virrey una terna de los más dignos, pero la elección de uno de esos tres corresponde al virrey por el derecho del patronato que los reyes de España tienen sobre todas las iglesias de América. Algunas parroquias son encomendadas a religiosos, elegidos también de esa manera, y presentados al obispo y al virrey por sus Provinciales, pero la mayoría se rigen por los sacerdotes seculares, que allá son tan numerosos como entre nosotros. De los mismos se componen también los capítulos catedrales, integrados por canónigos, prebendados y otras conspicuas dignidades; del clero secular es también un respetabilísimo clero que en su mayoría está integrado por alumnos de los dos célebres colegios del Rosario y San Bartolomé.
Se ve claramente que todos esos dignísimos sacerdotes son hijos de padres españoles establecidos en Tierra Firme, pero entre los obispos hay también nacidos allá o procedentes de España. El primero que yo conocí como arzobispo en Santafé, Monseñor Vergara pertenecía a los segundos; de los primeros fue su esclarecido sucesor Monseñor Azúa, nacido en Chile, del cual tuve el honor de recibir las órdenes sagradas en 1748, cuando terminé mis estudios teológicos. Hispanoarnericano como el Señor Azúa, fue el Señor Camacho Rojas nacido en Tunja y trasladado de Santa Marta al mismo arzobispado después de mi salida de Tierra Firme. Después de haber nombrado a éstos creo superflujo nombrar otros obispos hispanoamericanos. En las Noticias para el año de 1784, impresas en la Imprenta de Caracas, pueden verse varios y entre ellos al actual obispo de Cartagena y el de Popayán, el primero nacido en Quito y el segundo en Lima.
(1) |
Pietro Martire, Somm. dell'Indie occident. p. 22 en Ramusio. |
(2) |
Fr. Juan de Quevedo, fraile de la Orden de San Francisco de la Observancia, predicador de la Real Capilla y Guardián de la Provincia de Andalucía (N. del T.) |
(3) |
Tomo I, cap. III
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Embellecimiento de Tierra Firme | banrepcultural.org
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Re: Gobernación y Diócesis de Venezuela
Descripción del Obispado de Puerto Rico (SigloXVIII, antes de la expulsión de la Compañía de Jesús)
El obispado de Puerto Rico, que juzga el obispo ser por mar y tierra el más extenso territorio que hay en la América y en toda la universal Iglesia, y aun no tiene límites, pues todo lo que se conquiste a la banda del sur del Orinoco se agrega a él, respecto que ninguno de los obispados establecidos pasa este Río, sino que terminan sus limites en la Ribera de él, de la Banda del Norte, además de la Ciudad Capital, tiene en su distrito otras siete ciudades que son Cumaná,Barcelona, Cumanacoa, Cariaco, Guayana, San José de Oruña en la Trinidad y la Asunción en la Margarita. Tiene dos villas, una en Puerto Rico llamada san Germány la otra en los llanos de Barcelona llamada Aragua. Tiene en Tierra Firme tres pueblos de españoles que son el Pao, en los llanos de Barcelona, Río Caribes y Carúpano, que están en la Costa Norte del Mar, próximo uno a otro, y Puerto de España en la Isla Trinidad, que es Puerto del Golfo Triste. Tiene además de esto 86 pueblos de indios. Tiene en todo su distrito 125 parroquias ymisiones y en ellas 103 curas párrocos, suponiendo lospueblos de misión completos cada uno con su Misionero.
http://hispanismo.org/attachments/hi...rico-image.jpg
Fuentes:
Revista de Historia
Revista del Instituto de Cultura Puertorriqueña
Historia Documental de Puerto Rico: Episcopologio de Puerto Rico, Vicente Murga
http://hispanismo.org/attachment.php...tid=8584&stc=1
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Re: Gobernación y Diócesis de Venezuela
Jenniffer González se las canta a los congresistas y exige igualdad
"Se requiere ser un patriota especial para luchar por una nación que no te trata con igualdad", afirmó la comisionada ante la Cámara de Representantes federal.
Por Metro Puerto Rico
23 de junio 2017 / 12:11 hrs.
La comisionada residente en Washington, Jennifer González Colón, se dirigió a los congresistas en la Cámara de Representantes. / Foto: Suministrada
La comisionada residente, Jenniffer González Colón, exigió en el Hemiciclo de la Cámara de Representantes federal que el Congreso ejerza su poder plenario y resuelva, de una vez por todas, lo que llamó ‘el gran asunto pendiente de la democracia americana’, que atiendan el reclamo a favor de la Estadidad para Puerto Rico expresado en las urnas en el 2012 y el pasado 11 de junio.
“Los ciudadanos americanos de Puerto Rico votaron abrumadoramente a favor de convertirse en el estado 51 de la nación. Es la segunda vez en cinco años que mis constituyentes expresan de modo inequívoco su voluntad de unirse a sus conciudadanos en igualdad dentro de la Unión”, afirmó González Colón, dirigiéndose al presidente de la Cámara, el republicano Paul Ryan.
“Señor Presidente, mis representados se han expresado y merecen una respuesta del Congreso”, dijo la comisionada, al tiempo que presentó ante el Congreso los resultados a favor de la estadidad y anunció que próximamente estaría presentando legislación para disponer los términos de la admisión de Puerto Rico como estado de la nación estadounidense.
“Se requiere ser un patriota especial para luchar por una nación que no te trata con igualdad, que se hace campeona de la democracia y la autodeterminación alrededor el mundo, pero ignora y niega esos mismos principios a 3.4 millones de sus propios ciudadanos en Puerto Rico”, expresó González Colón en un mensaje titulado “Puerto Rico: el asunto pendiente de la democracia americana”.
La consulta de estatus celebrada el domingo, 11 de junio, contó con casi un 23 % de participación del total de electores hábiles para votar.
El resultado oficial de la Comisión Estatal de Elecciones (CEE) refleja que votaron 518 mil personas, donde un 97 % favoreció la estadidad, 1.5 % la libre asociación e independencia, y un 1.3 % el actual estatus territorial.
“Pronto habré de presentar legislación para disponer los términos de la admisión del Estado de Puerto Rico. El pueblo de Puerto Rico ha hecho incontables aportaciones a la nación tanto en guerra como en paz. Han luchado en cada conflicto desde la Primera Guerra Mundial, haciendo incluso el sacrificio máximo, siendo regresados a su tierra en un ataúd forrado de una bandera con cincuenta estrellas, sin una que los represente a ellos”, apuntó González Colón.
https://www.metro.pr/pr/noticias/2017/06/23/jenniffer-gonzalez-se-las-canta-los-congresistas-exige-igualdad.html
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Re: Gobernación y Diócesis de Venezuela
Insultos racistas a Puerto Rico ante votación a favor de la Estadidad
En los comentarios en Yahoo News por una nota de The Guardian abundan los ataques a los puertorriqueños.
Por Metro Puerto Rico
11 de junio 2017 / 11:13 hrs.
Una vez más, la publicación de una nota en medios internacionales sobre la posibilidad de que Puerto Rico se convierta en el estado 51 de los Estados Unidos provocó la ira de lectores estadounidenses que dieron rienda suelta a una andanada de insultos racistas hacia los boricuas.
La reacción se dio a una nota del periódico inglés The Guardian que plantea que Puerto Rico pedirá la estadidad, tras el plebiscito, pero que cuestiona si Estados Unidos estaría dispuesto a concederla. La noticia fue republicada por Yahoo News y ahí fue donde se desataron los comentarios racistas. La nota tiene 530 comentarios en su gran mayoría de ataques a Puerto Rico.
“Puerto Rico solo quiere convertirse en el estado 51 porque es un pozo de basura en español que no puede controlarse como México, los Estados Unidos ya no necesitan basura”, lee uno de los comentarios.
La mayoría de los comentarios van sobre la bancarrota de la Isla y plantean que la petición de estadidad es por conveniencia y que Estados Unidos no necesita un estado en quiebra.
“Los vagabundos de clase baja han rechazado el inglés, y estos perdedores, solo quieren un boleto gratis. Es hora de apagarlos”, lee otro de los comentarios. Mientras que otro sostiene que “Ellos no respetan a los EE.UU. o los estadounidenses. Solo están interesados en más oportunidades y derechos. Claro que los verdaderos estadounidenses tienen la última palabra en esto independientemente de lo que algunos puertorriqueños quieran. 50 estados es perfecto. ¡Di no al 51!”.
Muchos otros comentarios cuestionan los intereses de los demócratas detrás de la votación, pues tendrían más poder político en el Congreso.
“Absolutamente no. Otro país del tercer mundo tratando de estafar a Estados Unidos. No necesitamos otro California”, lee uno de los comentarios. Muchos piden que se de la independencia a Puerto Rico para controlar la migración.
Un boricua se unió a la conversación para defender a los puertorriqueños de los ataques racistas en el foro. “Tres generaciones del ejército de los EEUU, servimos en la Fuerza Aérea por nuestra familia, un primo perdido en Vietnam. Somos americanos somos, multilingües debido a nuestro orgullo de donde venimos y quiénes ahora somos. La historia revelará el abuso injusto del gobierno que nunca puede ser revelado. Todavía nos mantenemos fuertes y servimos a nuestro país …. No hay asistencia gratuita aquí”, lee su comentario.
Aquí las imágenes de los comentarios:
https://www.metro.pr/pr/noticias/2017/06/11/insultos-racistas-puerto-rico-ante-votacion-favor-la-estadidad.html
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Re: Gobernación y Diócesis de Venezuela
dehttps://www-aztecaamerica-com.cdn.am.../azteca-gs.svg
Los puertorriqueños escogen la estadidad
https://www-aztecaamerica-com.cdn.am...mages/user.jpgAzteca América / EFE June 12, 2017
https://static-azteca-com.cdn.amppro...co-2141388.jpgImagen: Reuters
El gobierno de Puerto Rico dará a partir de hoy los primeros pasos en la dirección de anexar la isla a Estados Unidos con el aval del apoyo mayoritario obtenido en el plebiscito, no vinculante, del domingo, camino incierto sobre el que Estados Unidos no se ha pronunciado.
Te recomendamos: Los puertorriqueños optan por la estadidad en votaciones sobre estatus
La representante del gobierno de Puerto Rico ante el Congreso estadounidense, Jenniffer González, dijo hoy que el apoyo del 97 % de los votantes a la anexión a Estados Unidos es la mejor carta de presentación para que en la capital estadounidense comience a tomarse en serio ese objetivo del gobernante Partido Nuevo Progresista (PNP).
La oposición, que durante la campaña pidió a sus seguidores que boicotearan la consulta por no haber contado con ellos el Gobierno para pactar las preguntas, recordó que la participación fue de solo el 22.9 %, un porcentaje que a sus ojos desacredita el plebiscito y cualquier pretensión del Ejecutivo que lidera Ricardo Rosselló de presentar los resultados como un respaldo a su objetivo.
También te sugerimos: Protestan en Puerto Rico por las medidas de austeridad
El gobierno de Estados Unidos no se ha expresado de forma oficial sobre la consulta, como tampoco lo ha hecho el Congreso estadounidense, a cuyos poderes plenipotenciarios está sujeto este territorio caribeño con poco más de 3.5 millones de habitantes ligado al país norteamericano desde 1898 con motivo de la Guerra hispano-estadounidense.
Sobre los pasos a seguir que hoy mismo comenzarán a darse para dar a conocer en Washington el sentido del voto del plebiscito del domingo, el gobernador Rosselló dijo que en breve se nombrarán los miembros de una Comisión de Igualdad que serán los encargados de trabajar ante el Congreso en Washington para crear un ambiente favorable a la anexión.
Esa plan se incluye en la ley conocida como "Plan Tennessee", que establece el envío de una misión a Washingtonpara presentar el resultado y gestionar su aprobación ante el Congreso de Estados Unidos.
http://www.aztecaamerica.com/amp/noticias/259597/los-puertorriquenos-escogen-la-estadidad
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Re: Gobernación y Diócesis de Venezuela
Venezuela: Los civiles que se preparan para una "guerra" con Estados Unidos [FOTOS]
domingo 27 de agosto del 2017, 12:25La milicia bolivariana participó en un entrenamiento militar ordenado por Nicolás Maduro ante una eventual invasión estadounidense
https://elcomercio-pe.cdn.ampproject...f50ccdc14.jpegVenezuela
https://elcomercio-pe.cdn.ampproject...f55401ef4.jpegVenezuela
Por: Redacción EC
Cientos de civiles recibieron este sábado lecciones de tiro, combate cuerpo a cuerpo e incluso uso de cañones antiaéreos durante ejercicios militares ordenados por el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ante la "amenaza" de su par estadounidense, Donald Trump, y sus sanciones financieras.
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La Fuerza Armada, a la que Maduro ha dado gran poder económico y político, desplegó a la vez aviones, tanques de guerra y millares de soldados en varias regiones, como parte del "Ejercicio Soberanía Bolivariana 2017", que seguirá el domingo.
"¡Yanquis, fuera de aquí!", gritaba Erica Avendaño, una jubilada de 60 años, antes de golpear con un fusil a dos muñecos de trapo en el paseo Los Próceres, en el oeste de Caracas, la entrada al mayor complejo militar del país.
Rápidas prácticas de puntería con fusiles y circuitos de acondicionamiento físico se realizaban allí, entre otras actividades, acompañadas de música y de consignas a favor de Maduro y del fallecido expresidente Hugo Chávez (1999-2013).
"Ha sido un gran día. Los venezolanos, defendiendo su patria, salieron a la calle", dijo al dar balance el almirante Remigio Ceballos, jefe del Comando Estratégico Operacional de la Fuerza Armada. "El objetivo fundamental es preparar al pueblo para la defensa", agregó en una entrevista con la televisora estatal VTV.
A Los Próceres llegó una "marcha antiimperialista" que avanzó bajo una fuerte lluvia que se prolongó por un par de horas.
Maduro convocó los ejercicios hace dos semanas tras la advertencia de Trump de una eventual "opción militar" frente a la grave crisis política y económica venezolana y, según el alto mando, participan 200.000 militares, junto con 700.000 milicianos, reservistas y civiles.
- "Propaganda" -
Maduro plantea los ejercicios como un desafío a Estados Unidos, pero la especialista en materia militar Rocío San Miguel los califica de "simple propaganda".
Según comentó San Miguel a la AFP, Maduro busca, a nivel interno, "elevar los costos de cualquier deslealtad en la FANB, asunto que preocupa al sistema de inteligencia", y a nivel externo, "reafirmar un discurso antiimperialista que encuentra solidaridad" regional.
A principios de agosto, una veintena de hombres -entre ellos tres oficiales- atacó una estratégica guarnición militar en Valencia (180 km al oeste de Caracas) y robó armas, incidente en el que dos alzados murieron y sus líderes están detenidos.
Maduro también "necesita hacer creer que Rusia, su principal vendedor de armas, constituye un aliado en materia de defensa, elevando el costo estadounidense de cualquier intervención militar", apuntó San Miguel.
La presión internacional contra el mandatario socialista aumentó tras la instalación de una Asamblea Constituyente que él impulsó y que rige el país como un suprapoder.
Estados Unidos y una docena de gobiernos latinoamericanos la califican de paso hacia una "dictadura".
- "Declaración de guerra" -
Las tensiones desataron los primeros castigos económicos de Estados Unidos contra Venezuela en conjunto, tras sanciones individuales contra Maduro y otros funcionarios, acusados de quebrar "el orden democrático" y "violar derechos humanos" en las protestas opositoras que dejaron unos 125 muertos entre abril y julio.
"Es una declaración de guerra económica frente a la cual no podemos responder de manera convencional", dijo este sábado el ministro de Comunicación, Ernesto Villegas.
Maduro convocó a las empresas estadounidenses que compran petróleo venezolano a una reunión "urgente" en Caracas, así como a los tenedores de bonos de deuda venezolana, de los cuales 62% -dijo- son de ese país. No fijó fecha.
El jefe de Estado también pidió a la corte suprema y a la Constituyente enjuiciar "por traición a la patria" al presidente del Parlamento de mayoría opositora, Julio Borges, y otros dirigentes opositores.
Borges, en los últimos meses, viajó a Estados Unidos y otros países del hemisferio en busca de apoyo.
https://www.google.com/amp/s/elcomer...noticia-453542
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Re: Gobernación y Diócesis de Venezuela
Diputado anticipa mayor colapso económico de Puerto Rico
http://www.telesurtv.net/__export/15...1718483347.jpgOrtiz aseguró que esta medida agrava la crisis económica de la isla. | Foto: Periódico Presencia
Publicado 3 agosto 2017
El diputado puertorriqueño Jesús Manuel Ortiz expresó que la reducción de la jornada laboral en la administración pública intensificará el colapso en la economía de Puerto Rico.
El diputado puertorriqueño Jesús Manuel Ortiz expresó este jueves que la reducción de la jornada laboral que impondrá la Junta de Supervisión Fiscal (JSF) en la administración pública intensificará el colapso en la economía de Puerto Rico.
El parlamentario opositor señaló que esta medida provocará más contracción económica, ya que habrá una disminución en el circulante de entre 500 a 800 millones de dólares anuales, lo que evitará que la isla puertorriqueña pueda recuperarse de la crisis en la que entró hace más de diez años.
El diputado por el Partido Popular Democrático (PPD) destacó que “un programa de reducción de jornada para más de 100 mil empleados públicos sería demoledor para una economía que va en picada”.
Ortiz agregó que el gobernador Ricardo Rosselló Nevares ha desarrollado políticas similares, pese a que se mostró en contra de la iniciativa que impulsará la JSF.
"La Junta de Supervisión Fiscal había anticipado que la implementación del plan fiscal del gobierno llevaría a un colapso económico y el propio gobierno estimó una caída en la economía de 4,2 por ciento en el presente año fiscal, un escenario que representa la pérdida de miles de empleos en la empresa privada y mayores retos para cumplir con las metas económicas del gobierno", agregó.
“La reforma laboral ha sido un fracaso y se han perdido 13 mil 800 empleos en lo que va de año, según datos del gobierno federal, y la participación laboral es la más baja en nuestra historia”, puntualizó
http://www.telesurtv.net/news/Diputado-anticipa-mayor-colapso-economico-de-Puerto-Rico-20170803-0050.html
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Re: Gobernación y Diócesis de Venezuela
Diputado anticipa mayor colapso económico de Puerto Rico
http://www.telesurtv.net/__export/15...1718483347.jpgOrtiz aseguró que esta medida agrava la crisis económica de la isla. | Foto: Periódico Presencia
Publicado 3 agosto 2017
El diputado puertorriqueño Jesús Manuel Ortiz expresó que la reducción de la jornada laboral en la administración pública intensificará el colapso en la economía de Puerto Rico.
El diputado puertorriqueño Jesús Manuel Ortiz expresó este jueves que la reducción de la jornada laboral que impondrá la Junta de Supervisión Fiscal (JSF) en la administración pública intensificará el colapso en la economía de Puerto Rico.
El parlamentario opositor señaló que esta medida provocará más contracción económica, ya que habrá una disminución en el circulante de entre 500 a 800 millones de dólares anuales, lo que evitará que la isla puertorriqueña pueda recuperarse de la crisis en la que entró hace más de diez años.
El diputado por el Partido Popular Democrático (PPD) destacó que “un programa de reducción de jornada para más de 100 mil empleados públicos sería demoledor para una economía que va en picada”.
Ortiz agregó que el gobernador Ricardo Rosselló Nevares ha desarrollado políticas similares, pese a que se mostró en contra de la iniciativa que impulsará la JSF.
"La Junta de Supervisión Fiscal había anticipado que la implementación del plan fiscal del gobierno llevaría a un colapso económico y el propio gobierno estimó una caída en la economía de 4,2 por ciento en el presente año fiscal, un escenario que representa la pérdida de miles de empleos en la empresa privada y mayores retos para cumplir con las metas económicas del gobierno", agregó.
“La reforma laboral ha sido un fracaso y se han perdido 13 mil 800 empleos en lo que va de año, según datos del gobierno federal, y la participación laboral es la más baja en nuestra historia”, puntualizó
http://www.telesurtv.net/news/Diputado-anticipa-mayor-colapso-economico-de-Puerto-Rico-20170803-0050.html
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Re: Gobernación y Diócesis de Venezuela
Descripción del Departamento de Venezuela, por José María Aurrecochea, intendente del Ejercito, 1814
"En la parte interior subiendo el Orinoco, y dejando su orilla derecha después de grandes anegadizos en las vivas, es donde se encuentra la provincia de Guayana. A la izquierda se sitúan, las de Cumaná, Caracas, Barinas, y Maracaibo (1), punto importantísimo, así para el transporte de los preciosos frutos que produce aquel fértil suelo, como para la extracción de ganados cuya cría y procreación es inmensa. Por la parte exterior, tiene el Departamento de Venezuela la grande cordillera de las Antillas. El mayor número de ellas pertenece a extranjeros; y superiores en fuerza de población, cultivo y comercio ofrecen a Venezuela en tiempo de guerra multitud de cruceros enemigos que interrumpen el comercio peninsular y aún el de cabotaje; pero en la paz proporcionan útil y ventajoso tráfico de sus ganados y frutos menores."
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Re: Gobernación y Diócesis de Venezuela
Venezolanos Emprenden Negocios en los Estados Unidos
EstrategiaINVERSIONES Venezolanos Emprenden Negocios en los Estados Unidos
Venezolanos emprenden negocios en sector comercio de Estados Unidos
Puerto Rico surge como la carta bajo la manga para captar recursos venezolanos en franca competencia con Colombia, República Dominicana y Panamá Los capitales venezolanos en Estados Unidos, así como el emprendimiento con apalancamiento foráneo, se han ido reinventado en los últimos años por la crisis económica en el país norteamericano.Si bien "el norte" continúa siendo el lugar preferido, producto de una histórica relación emocional amparada en el auge petrolero de los años setenta y ochenta, las inversiones se han ido reduciendo y para el cierre de 2010 totalizaron 2,8 millardos de dólares, lo que significa una contracción de 47,1% si se compara con el año 2006, cuando llegaron al tope de 5,3 millardos de dólares, según cifras de la Oficina de Análisis Económico del Departamento de Comercio de Estados Unidos.Los estados preferidos por los venezolanos para montar sus negocios por tradición han sido Florida, Texas y Nueva York, en ese orden. Solamente en Florida, en el área de servicios y comercio, en los últimos tres años se han invertido 5 millardos de dólares, mientras que en vivienda el total está alrededor de 2 millardos de dólares, de acuerdo con los números de la División de Vivienda e Inmigración de ese país.Jesús Aveledo, director de la Cámara Venezolana Americana de Comercio con sede en Miami, dijo que los venezolanos que llegan a Estados Unidos están bien preparados e incluso son profesionales con estudios de posgrado en muchos casos. "No es de extrañar que en unos años comiencen a participar en cargos públicos como concejales, como sucedió con la inmigración de cubanos en los años setenta".La diáspora A diferencia de la década pasada en la que los grandes capitales de importantes empresas de alimentos, medios de comunicación, banca y subproductos petroleros y petroquímicos se abrían un sitio en el mercado estadounidense, en los últimos 12 años los capitales venezolanos son más pequeños, pero también más numerosos y han ido emprendiendo sus negocios en muchas áreas: servicios de exportaciones, areperas y restaurantes de comida venezolana, floristería, banca de inversión, bienes raíces y hasta medios de comunicación, dijo Gym Woiciechowski, editora del diario Web Venezuela que circula en Nueva York y Miami.Aveledo añadió que la razón por la cual el sector alimentos ¬a través de restaurantes- es el preferido en Florida tiene que ver con la oferta de ese estado turístico, donde la industria no está desarrollada como en otras entidades de ese país.En Texas, el comercio también es un área en la que los venezolanos se han ido asentando pero a diferencia de Florida, cuyos negocios surgen con capital ahorrado en ese país por venezolanos, son las grandes corporaciones las que captan y contratan a profesionales de este país.Las grandes empresas de Venezuela ¬que tienen problemas para su expansión por la sobrevaluación de la moneda frente al dólar, el control cambiario, que les resta oportunidades de competencia en el exterior y por la inseguridad jurídica-, han visto en Colombia el refugio seguro. El Banco Central colombiano reportó que en 2010 la inversión venezolana sumó 40 millones de dólares y en el primer trimestre de 2011 cerró en 19,3 millones de dólares.Panamá surge como otro paraíso para la inversión: sólo en 2009 abrieron sus puertas 150 negocios, según el Servicio Nacional de Inmigración.En República Dominicana la situación es similar. Allí las inversiones directas de venezolanos se dispararon al pasar de menos de 5 millones de dólares en 2005 a 140,4 millones de dólares en 2010, informó el Centro de Exportación e Inversión de República Dominicana.Woiciechowski apunta que si bien Puerto Rico pudiese despertar interés para los venezolanos por las coincidencias culturales y el idioma, la normativa legal, las oportunidades de negocio y las condiciones económicas no son tan atractivas como en otros países.El director de la Asociación Venezolana Empresarios Ejecutivos Profesionales de Puerto Rico, Mauro Quintero, recordó que hace algunos años esa isla era un punto de paso para los capitales venezolanos que realmente querían asentarse en Florida o Nueva York.Pero la política impulsada por su Gobierno está brindando facilidades para los inversionistas de América Latina a través de beneficios arancelarios y la ventaja que ofrece la seguridad jurídica de estar en territorio estadounidense.La organización a la que Quintero pertenece se encarga de dar apoyo a todos los empresarios o emprendedores que quieran acercarse e instalarse en territorio boricua. "Este lugar es propicio para los negocios como restaurantes, pero también para todo lo relacionado con nuevas tecnologías.Si bien Puerto Rico comenzó tarde en cuanto a la captación de inversión de la región, está empeñada en ponerse pronto a la par".
http://negociosconusa.com/articulos/...estados-unidos
https://www.elnuevodia.com/negocios/empresas/nota/nuevahospederiavalamanodehermanosinversionistas-2337870/
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Re: Gobernación y Diócesis de Venezuela
Carta nº 50 de Francisco Zerón, al director general de la Renta de Correos, en que le comunica que el balaux correo 'Príncipe de la Paz', del departamento de Puerto Rico, que por Orden reservada del 26 de agosto se estableció que estuviese a las órdenes del comandante de la Guaira, para llevar los reos de Estado de la proyectada conspiración, fue apresado por corsarios enemigos en los Roques, echando los ingleses a los reos de Estado y tropa en Cabo Rojo, costa de Puerto Rico, llevándose el casco y marinería a un destino que se ignora, lo que estima deben pagar los reos con sus bienes; que envió un oficio, cuya copia incluye, al administrador de la Renta de Puerto Rico, para que ordene que el interventor de esa administación certifique con claridad el total costo del citado balaux, de nueva construcción. Acompaña:
a) Copia del oficio nº 14, de Francisco Zerón, administrador de la Renta de Caracas, a José Antonio de Urdapilleta (Caracas, 16 octubre) 3 fols
Cortesia de PARES
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Re: Gobernación y Diócesis de Venezuela
Carta nº 50 de Francisco Zerón, al director general de la Renta de Correos, en que le comunica que el balaux correo 'Príncipe de la Paz', del departamento de Puerto Rico, que por Orden reservada del 26 de agosto se estableció que estuviese a las órdenes del comandante de la Guaira, para llevar los reos de Estado de la proyectada conspiración, fue apresado por corsarios enemigos en los Roques, echando los ingleses a los reos de Estado y tropa en Cabo Rojo, costa de Puerto Rico, llevándose el casco y marinería a un destino que se ignora, lo que estima deben pagar los reos con sus bienes; que envió un oficio, cuya copia incluye, al administrador de la Renta de Puerto Rico, para que ordene que el interventor de esa administación certifique con claridad el total costo del citado balaux, de nueva construcción. Acompaña:
a) Copia del oficio nº 14, de Francisco Zerón, administrador de la Renta de Caracas, a José Antonio de Urdapilleta (Caracas, 16 octubre) 3 fols
Cortesía de PARES
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Re: Gobernación y Diócesis de Venezuela
Promueven la Isla como centro de oportunidades de inversión
Promueven la Isla como centro de oportunidades de inversiónSAN JUAN, Puerto Rico (CyberNews) - El Departamento de Desarrollo Económico y Comercio (DDEC) y la Asociación de Venezolanos Empresarios, Ejecutivos y Profesionales de Puerto Rico (AVEP), presentaron ayer ante un nutrido grupo de empresarios venezolanos el seminario Puerto Rico: Oportunidades de Inversión.
Durante el mismo se resaltaron como áreas de mayor potencial económico la manufactura, que representa el 44 por ciento del PIB de Puerto Rico, así como el sector de la banca y las finanzas, que posee 168.1 mil millones de dólares en activos.
“Puerto Rico ofrece múltiples ventajas para invertir gracias a que es parte del sistema político, económico, financiero y legal de Estados Unidos, donde aplican leyes estatales y federales. Además, posee autonomía fiscal, no hay riesgo - país, tiene un ambiente contributivo más favorable que Estados Unidos, los residentes de la Isla no pagan contribuciones federales y, muy importante, Puerto Rico tiene el Producto Interno Bruto Per Cápita más grande de Latinoamérica (24,229 dóalres)”, destacó el economista Gustavo Vélez, quien fue uno de los deponentes del Seminario junto a Luis Rodríguez, secretario auxiliar del DDEC.
Vélez explicó que la Isla tiene una de las economías más abiertas del mundo y un comercio externo de 100 mil millones de dólares anuales, posee un sistema financiero con activos de 170 mil millones de dólares, tiene población mayoritariamente bilingüe y una posición geográfica estratégica, cercana a Venezuela, con quien le une una tradición de comercio bilateral superior a 125 años.
Asimismo, destacó las sectores que resaltan en Puerto Rico por su potencial económico, éstos son: manufactura (representa 44 por ciento del PIB de Puerto Rico); y banca y finanzas que cuenta con $168.1 mil millones en activos, integrada por 8 bancos comerciales, entre otras entidades financieras, reguladas por leyes locales y federales, que garantizan la transparencia y estabilidad de la industria.
Por su parte, el secretario del DDEC, José R. Pérez-Riera manifestó su satisfacción con la iniciativa de AVEP e indicó que “el motor de desarrollo económico de Puerto Rico es el sector privado. El rol del gobierno es simplemente facilitar, apoyar y crear las estructuras necesarias, para que los empresarios y trabajadores maximicen su potencial profesional. Y creemos que es muy importante este tipo de eventos, para integrar al sector privado en nuestros esfuerzos de continuar impulsando nuestra economía. También reconocemos a los venezolanos que viven en Puerto Rico, pues ellos también son parte del esfuerzo para impulsar la isla hacia adelante”.
Con respecto a las leyes que facilitan las inversiones foráneas Pérez-Riera dijo que “La Ley 20 del 2012 provee una tasa contributiva preferencial de 4 por ciento para negocios que exportan servicios desde Puerto Rico hacia el exterior y 100 por ciento de exención en los dividendos. Estas tasas comparan muy favorablemente con muchas otras jurisdicciones que tienen tasas mucho más altas. Esto nos da una ventaja competitiva para atraer inversionistas a Puerto Rico”.
La AVEP reúne a empresarios, ejecutivos y profesionales de origen venezolano residenciados en la Isla, y los representa ante la colectividad puertorriqueña y, el sector empresarial y gubernamental de EE.UU. y la Región del Caribe.
Alfredo Soto, presidente de la Asociación afirmó que “en AVEP ofrecemos nuevas oportunidades de negocio y soluciones concretas para el desarrollo económico de la isla, facilitando contacto directo con los empresarios venezolanos, para atraer las inversiones a Puerto Rico. Y, en aras de continuar desarrollándonos, necesitamos contar con el apoyo de más individuos y de empresas privadas establecidas en la isla, para ello, les invitamos a visitar nuestra web: AVEP – Asociación de Venezolanos en Puerto Rico y obtener mayor información. Recuerden que nuestro esfuerzo combinado, es mayor que la suma de nuestras intenciones particulares”.
https://www.google.com/amp/www.telemundopr.com/noticias/destacados/Promueven-la-Isla-como-centro-de-oportunidades-de-inversion--292884121.html%3famp=y
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Re: Gobernación y Diócesis de Venezuela
Maduro apoya independentismo catalán retratándose con su bandera
Publicada: jueves, 27 de abril de 2017 23:41
Actualizada: viernes, 28 de abril de 2017 1:34
El presidente venezolano se convierte en el primer líder mundial que se fotografía con una ‘estelada’, la bandera independentista de Cataluña.
“Nicolás Maduro dará apoyo a la independencia de Cataluña”. Con esta frase y una foto del mandatario posando junto a una ‘estelada’ difundida por las redes sociales por el productor y director Lluís Bartra, la izquierda secesionista catalana trata de internacionalizar la causa de su independencia de España.
El pasado domingo, Maduro acudió en Caracas, capital venezolana, a la presentación del mediometraje documental ‘Maduro: Lealtad indestructible’, producido por la cadena venezolana Telesur.
El documental, de una hora de duración, recoge los cuatro años de gobierno de Maduro desde una perspectiva cercana y afín a través del testimonio de numerosas personas que lo conocieron. Está dirigido Bartra y la venezolana Dayon Moiz.
Bartra forma parte del colectivo Ítaca, el cual se define como “organización internacionalista de los Països Catalans”, que forma parte del movimiento político de la izquierda independentista y que tiene como objetivo trasladar y promover al extranjero la causa catalana, y así poder recolectar respaldo internacional a su pretensión de formar un país independiente.
En dicho acto, el líder chavista se hizo una foto con activistas independentistas y la mencionada bandera, que rápidamente corrió como la pólvora por las redes sociales. En este sentido, Ítaca recuerda que el fallecido líder de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez, también se fotografió hace años con una ‘estelada’.
Hay que destacar que este guiño de Maduro no es el único que el presidente venezolano ha aportado a la causa independentista. En un congreso celebrado en Caracas en 2015, Maduro espetó un “Viva Cataluña” ante la presencia de Pere Camps, director del Festival BarnaSants.
Camps defiende la independencia catalana en Venezuela y, en aquella ocasión, fue presentado como el ‘camarada de Cataluña’ por el propio Maduro, quien ensalzó los logros deportivos del F. C. Barcelona, —equipo de fútbol de Cataluña, región nororiental española, cuyos dirigentes defienden la independencia—, para acabar diciendo que “¡Cataluña es casi América Latina!”.
Mientras la cuenta oficial de Twitter de la formación Candidatura de Unidad Popular (CUP) hace eco de la mencionada fotografía, hay otros partidos independentistas que no han mostrado el mismo entusiasmo.
La coordinadora general del Partido Demócrata Europeo Catalán (PDeCAT), Marta Pascal, expresó su incomodidad afirmando: “si alguien cree que suma haciendo que Maduro se haga una foto con la ‘estelada’ es que no ha entendido nada, absolutamente nada. ¡Qué grave error!”.
Con esta fotografía, Maduro da su respaldo a una posible independencia que Madrid considera impensable. En este sentido, el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, ha recomendado a Carles Puigdemont, presidente de la Generalitat catalana, que olvide tales pretensiones.
krd/mla/myd/rba
Maduro apoya independentismo catalán retratándose con su bandera | HISPANTV
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Re: Gobernación y Diócesis de Venezuela
A pesar de la crisis en su país, Venezuela ofrece ayuda a Puerto Rico
"He ordenado un plan especial de apoyo y solidaridad al pueblo de Puerto Rico abandonado por Donald Trump", sostuvo Nicolás Maduro.
Primerahora.com
09/27/2017 | 10:02 a.m. |
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció que su país estaría ayudando a Puerto Rico tras la devastación causada por el huracán María, según el portal Telesur.
En declaraciones recogidas en un vídeo por la emisora televisiva, Maduro habló de que el plan es en respuesta al supuesto abandono sufrido por Puerto Rico por la administración del presidente Donald Trump.
“Ayudamos más al pueblo de Puerto Rico que Donald Trump. Ayudamos más a las víctimas del huracán Harvey más que Donald Trump. Nosotros humildemente este presidente obrero, los venezolanos. Y ahora he ordenado un plan especial de apoyo y solidaridad al pueblo de Puerto Rico abandonado por Donald Trump también”, indicó Maduro.
Maduro no precisó en qué consistirá la ayuda del gobierno venezolano a la isla.
También se informó que Cuba ha ofrecido ayuda a la isla, en la forma de recibir personal médico y de energía eléctrica.
En un video en YouTube, Maduro hace expresiones adicionales donde se informa que recibió mensajes a través de Facebook Live de ciudadanos en Puerto Rico pidiéndole ayuda para la Isla.
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Re: Gobernación y Diócesis de Venezuela
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Iniciado por
Michael
Tocaba al Capitán General superior dar un informe al rey sobre el territorio. Este informe también se le llamaba Relación, o estado, o dar cuenta del estado de, dar cuenta de las noticias, etc.
Así se rinde el Informe de Gobierno en otros países
AUTOR: REDACCIÓN
CIUDAD DE MÉXICO.
Este próximo 1 de septiembre el Presidente de México, Enrique Peña Nieto, realizará su Cuarto Informe de Gobierno, en la mayoría de los países del mundo los mandatarios rinden su informe de labores anual, en España, por ejemplo se lleva a cabo un debate con las principales fuerzas políticas de la nación.
Otros países lo hacen de la siguiente forma:
ESTADOS UNIDOS
El presidente en turno pronuncia un discurso anual sobre el Estado de la Unión el último martes del mes de enero (aunque esto no es una obligación, también se ha ofrecido en febrero), el evento es televisado cerca de las 9 de la noche.
DETALLES.
La rendición del Informe sobre el Estado de la Unión está contemplada como una obligación estipulada en la Constitución del país.
El requisito constitucional ha evolucionado hasta llegar a ser el discurso anual del presidente sobre el Estado de la Unión que ahora tiene varios propósitos: Informa sobre la condición de la nación tanto a nivel nacional como internacional, detalla varios temas como la defensa de la clase media, temas económicos, educación, sector manufacturero y energético; recomienda una agenda legislativa para el año que comienza y ofrece al presidente la oportunidad de comunicar su visión para el país. En 1945 el mensaje anual se hizo conocido formalmente como el discurso del Estado de la Unión. También se convirtió en algo habitual en la televisión, así como en la radio.
La tradición del discurso data de 1790 cuando George Washington, el primer presidente de Estados Unidos pronunció su "Mensaje anual" ante el Congreso en la Ciudad de Nueva York, que entonces era la capital provisional de EU. Su sucesor, John Adams, continuó con la tradición.
El tercer presidente del país, Thomas Jefferson, consideró que tales eventos no eran adecuados para la nueva república democrática, por lo que preparó un mensaje por escrito en lugar de comparecer en persona. La influencia de Jefferson fue tal que durante más de un siglo después de él, los presidentes posteriores entregaban mensajes anuales por escrito al Congreso.
FRANCIA
En Francia el Primer Ministro presenta su programa de gobierno ante la Asamblea Nacional.
En tanto el presidente francés es el encargado de dictar la política y de defensa, en caso de que existan coyunturas como los recientes ataques terroristas, el envío de tropas a diversas regiones y otros hechos destacados, el presidente se dirige a la nación a través de los medios de comunicación, TV, radio, redes sociales.
Los jefes de gobierno en Europa dejan de lado logros discutibles, ellos presentan más bien programas concretos de gobierno, no se centran en promesas de campaña.
PERÚ
El mensaje a la Nación se ofrece en el Aniversario de la Independencia Nacional (28 de julio) ante el Pleno del Congreso de la República del Perú, este acto se ha convertido en parte de la conmemoración de la fecha de la Proclamación de la Independencia que hizo José de San Martín en 1821.
Cada año el presidente en funciones acude anualmente el 28 de julio para informar a la representación nacional y la opinión pública, sobre la situación general del país.
ESPAÑA
El presidente de España realiza un debate anual sobre el estado de la nación para exhibir sus políticas y los buenos resultados que arrojan los datos macroeconómicos, esto lo hace en forma anual el 24 de febrero.
ECUADOR
El presidente de Ecuador, presenta en el mes de mayo su informe a la nación y recientemente lo han recorrido al viernes para que la gente tenga un día de descanso que se una con el fin de semana.
En el discurso el mandatario expone los logros de su gestión en el ámbito de la educación, salud, incremento en las personas empleadas y más, también aborda los retos a enfrentar en el futuro.
El evento se realiza mediante una sesión solemne de la Asamblea Nacional de Ecuador y comienza con el himno nacional y la intervención del Presidente del Parlamento, para luego dar la palabra al Jefe de Estado.
VENEZUELA
El presidente de Venezuela presenta su mensaje anual al pueblo venezolano en el que expone el informe de gestión del año, esto lo realiza en el mes de enero.
El discurso se ofrece en una sesión especial ante la Asamblea Nacional de Venezuela.
El mandatario habla de los aspectos políticos, económicos, sociales y administrativos de su gestión durante el año y así cumple con el artículo 237 de la Constitución de esa nación suramericana.
ALEMANIA
En Alemania, resulta un tanto diferente el protocolo, la Canciller luego de su elección presenta ante el parlamento su programa de gobierno que es discutido por diputados en la tribuna.
En los años 60, hasta 1990 existía un informe que el canciller ofrecía al parlamento, llevaba el nombre de “La situación de la Nación” y abordaba las relaciones entre los dos estados alemanes, tras la unión de Alemania, este formato desapareció.
México en los últimos tiempos
En México el informe trata temas como economía, educación, salud, gasto social, seguridad, producción agrícola, seguridad pública, entre otros.
Desde la década de los 80 y más cargado hacia los 90, el Poder Legislativo, es decir diputados y senadores han increpado al Presidente de la República en un acto cada vez más fuerte.
Varios presidentes han sido interrumpidos con grandes escándalos, abucheos y cuestionamientos.
*bb
A Brief History of the State of the Union Address
Longest, shortest, and a host of firsts for the annual address.
By Robert Schlesinger, Managing Editor for Opinion Jan. 25, 2011, at 12:45 p.m. [/COLOR]
https://www.usnews.com/static/img/usn-logo-large.svg
President Obama this evening will perform one of the specific duties charged him by the Constitution. Article II, Section 3 mandates that the president "shall from time to time give to the Congress information of the state of the union, and recommend to their consideration such measures as he shall judge necessary and expedient." It's a tradition which dates, of course, from George Washington, but it has evolved enormously since the Father of Our Country gave his first report to Congress, in 1790. Here are some firsts, facts, and other trivia about the State of the Union:
Washington delivered the first annual report (not yet referred to as a "State of the Union") before a joint session of Congress, meeting in New York City on January 8, 1790. It was the shortest, at least in terms of word-count, at 1,089. The first president delivered all eight of his annual messages orally, as did his successor, John Adams.
Thomas Jefferson decided that the president lecturing Congress was too "kingly"--reminiscent of the British "speech from the throne"--and started sending annual written messages to Congress, a tradition which would hold through the next two dozen administrations (though two of those presidents--William Henry Harrison and James Garfield--died before they had the chance to deliver a report to Congress).
The written tradition held until Woodrow Wilson's first report in 1913. He was struggling, as Robert Lehrman noted yesterday in the Christian Science Monitor, to escape the shadow of vanquished presidential opponent Teddy Roosevelt and hit on the idea of delivering the speech in person as a way to distinguish himself. "SENATORS FROWN ON WILSON'S VISIT" the New York Times headlined, adding, "Reading is Compared to Speech From Throne." Nevertheless, Wilson's appearance went over well. "CONGRESS CHEERS GREET WILSON," the next day's Washington Post reported. "Event free of pomp!" Thrilled, Wilson bragged to his wife: "I put one over on Teddy."
Wilson delivered his first six messages in person, but the final two--after he had suffered a debilitating stroke--were sent in written form. Warren Harding (the first president to employ a full-time speechwriter) gave both of his in person, making him the first
GOP president to orally deliver such an address. And "Silent" Cal Coolidge gave his first orally--at 6,706 words the longest such message ever spoken. It was the first ever broadcast over the radio. He reverted to form after that, delivering written messages for the remainder of his tenure in office. Herbert Hoover did likewise.
It was Franklin D. Roosevelt in 1934 who first called the speech a "State of the Union" address (though that name didn't enter common usage until 1947 (that same year Harry Truman delivered the first such speech to be broadcast on television). This time the tradition stuck. FDR delivered 11 of his 12 "SOTUs," as White House insiders sometimes call them, in person. And in the case of the last, he delivered an accompanying radio address to the nation. Truman delivered 6 of his 8 in person (writing the first and last) and Eisenhower delivered 7 of his 9 in person, and like FDR, gave a radio address to accompany his written report in 1956.
In fact, Eisenhower's 1961 address was one of the last times a president forewent the chance to speak to Congress. Richard Nixon (who thought the State of the Union tended too much toward laundry lists anyway) skipped the 1973 address; and lame duck Jimmy Carter didn't speak to Congress in 1981 but did send a written report, which at 33,667 words is the longest such address in history. Over all, 77 out of 221 such messages have been delivered in person. [Check out a roundup of political cartoons on Obama
In the mean time, Lyndon Johnson had struck on the idea in 1966 that a president would get much better exposure if, instead of speaking to Congress in the early afternoon as was the tradition, he gave a prime time address. That move prompted congressional Republicans to request time of their own to respond. State of the Union addresses have almost invariably been followed by
opposition responses since. On eight occasions, the respondents included a future president or past or future vice president (Gerald Ford in 1966 and 1967, Ford and Rep. George Bush of Texas in 1968, ex-VP Hubert Humphrey in 1975, Al Gore in 1982, Joe Biden in 1983 and 1984, and Bill Clinton in 1985).
Ronald Reagan in 1982, who inaugurated the modern tradition of having "heroes" in the first lady's box when he had Lenny Skutnik--who had pulled a survivor from the icy Potomac River after an Air Florida flight had crashed there. Since then the tradition has taken on a life of its own. Clinton gave the longest State of the Union addresses--no surprise. What may surprise is that his longest by word count--9,190 words in 1995, the most words spoken by a president in a State of the Union address--was not his longest in minutes. Clinton's 2000 address, while a mere 7,452 words long, took 1 hour, 28 minutes and 49 secondsto deliver. Hopefully President Obama's speech this evening will not be so long (his 2010 address was 1 hour, 9 minutes, 20 seconds). [See photos of the Obamas behind the scenes.]
George W. Bush's 2002 address ("axis of evil") was the first such speech livecast on the House's website, and his 2004 speech the first broadcast in high definition. This year's address from President Obama is, as far as I can tell, the first to have its own
full scale web presence.
For more, I commend the invaluable American Presidency Project at UCSB, a 2006 Congressional Research Service report on the topic, and of course White House Ghosts: Presidents and Their Speechwriters, by yours truly.
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Re: Gobernación y Diócesis de Venezuela
¿Quieres entender la gravedad en Puerto Rico a un mes de María? Mira la foto de esta historia….
Hay escenas que son de no creer
https://eldiariony.files.wordpress.c...trip=all&w=800Un niño con una camiseta que lee 'Nunca nos quitamos' recibe una caja de alimentos entregada por miembros del Ejército en Las Piedras. FOTO: THAIS LLORCA / EFE
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POR: REDACCIÓN 24 OCTUBRE 2017
A más de un mes del azote del huracán María en Puerto Rico, hospitales experimentan la falta de electricidad, lo que dificulta la atención médica e incluso los procedimientos quirúrgicos más delicados.La situación ha llegada a tal nivel de gravedad que algunos médicos han tenido que realizar operaciones usando la luz de sus celulares.El exgobernador de Puerto Rico, Alejandro García Padilla, compartió en su Twitter una foto que muestra a varios doctores realizando una operación con ayuda de la luz de sus equipos móviles.El exprimer ejecutivo del Partido Popular Demócratico, opositor del oficialista Partido Nuevo Progresista, fue quien compartió la foto este domingo con una referencia directa a las declaraciones recientes del presidente estadounidense Donald Trump, quien dijo que calificaba con un 10 su respuesta al desastre en Puerto Rico.Todo sobre el huracán María“Esto es lo que POTUS llama un 10.
http://hispanismo.org/attachment.php...tid=8819&stc=1
Cirugías realizadas con celulares como linternas en Puerto Rico”, comentó en el tuit García Padilla.
El exgobernador no especificó en qué hospital fue captada la imagen, pero ha trascendido que en el Centro Médico, de Río Piedras, los propios doctores han denunciado la desesperada situación en la que se encuentran. Al momento, más de 84 % de la población en la isla carece del servicio de electricidad, y a los que le ha llegado, es de manera intermitente. Los hospitales necesitan generadores resistentes que le permita a su personal responder no solo a emergencias diarias, sino a procedimientos de rigor.
Pero la crisis de salud en la isla como resultado de la catástrofe dejada por el sistema no se limita a la situación en hospitales. Los casos de enfermedades bacterianas como la leptospirosis van en aumento. Este domingo, las autoridades en la isla indicaron que los casos de contagios se elevaron a 76.La leptospirosis es causada por una bacteria y se contagia a través del contacto humano con el agua o lugares húmedos donde ha habido orina de algunos animales, principalmente de roedores.Todo sobre el huracán María
https://eldiariony.com/2017/10/24/quieres-entender-la-gravedad-en-puerto-rico-a-un-mes-de-maria-mira-la-foto-de-esta-historia/
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Re: Gobernación y Diócesis de Venezuela
Rousseff: Crisis en Venezuela puede terminar en una “carnicería”
La ex presidenta de Brasil afirmó que sectores internacionales intentan llevar a Venezuela a una guerra civil 61
http://en-cdnmed.agilecontent.com//r...4264137380.jpg
Por EFE
01 DE SEPTIEMBRE DE 2017 06:53 AM | ACTUALIZADO EL 01 DE SEPTIEMBRE DE 2017 07:10 AM
La ex presidenta brasileña Dilma Rousseff afirmó este jueves que las presiones de varios sectores internacionales pueden llevar a Venezuela a una guerra civil y que la misma puede terminar en una "carnicería" en caso de que los opositores de Nicolás Maduro obtengan el apoyo de Estados Unidos."Lo que están haciendo es un absurdo y una gran irresponsabilidad. Hay que ser muy ignorante para pensar que la oposición (venezolana) va a entrar en eso como la buena del paseo. Si consigue el apoyo de EE UU, será una carnicería", afirmó Rousseff en un acto político en Río de Janeiro en el que se recordó el primer aniversario de su destitución como presidenta por supuestas irregularidades fiscales."Están induciendo a una guerra civil que puede acabar con una masacre de la población venezolana", agregó.La ex jefa de Estado afirmó que tanto los medios de comunicación como las élites de varios países insisten "irresponsablemente" en presentar a la oposición como la buena y a Maduro como un dictador, y que eso puede conducir a Venezuela hacia una guerra civil.
"El problema de Venezuela es una de las mayores irresponsabilidades de los medios y de las élites. Discutir sobre cómo es buena la oposición y sobre cómo Maduro es sanguinario es un intento de vernos como imbéciles. Eso es una irresponsabilidad", afirmó.Así como ya lo había hecho recientemente su antecesor y padrino político, Luiz Inácio Lula da Silva, Rousseff se abstuvo de manifestar su apoyo al gobierno de Maduro pero sí condenó las declaraciones en las que el presidente estadounidense, Donald Trump, admitió la posibilidad de una intervención militar en Venezuela."No es necesario hacer un juicio de valor del gobierno de Venezuela pero pueden estar seguros de que este conflicto puede terminar en una guerra civil y eso será gravísimo en una región en la que hemos vivido en paz por mucho tiempo", dijo.Según la ex mandataria, desde hacía muchas décadas, en América Latina no "había la amenaza de intervención de tropas de otro país en la región".
http://www.el-nacional.com/noticias/...niceria_201557
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Re: Gobernación y Diócesis de Venezuela
Tabla de La Grandes Divisiones Políticas de la America Hispana, aparecen Cuba y Puerto Rico, las dos Floridas, y la Capitanía General de Caracas como una de las grandes divisiones políticas de la América Hispana:
Ensayo de la Nueva España, de Alejandro Humboldt, publicado en The Morning Review (1812)
http://hispanismo.org/attachment.php...tid=8989&stc=1
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Re: Gobernación y Diócesis de Venezuela
Cuando Venezuela Invadió Florida
Posted By: Hechos Criollos
El siglo XXI muestra una cara muy diferente a la que tenía la Venezuela del siglo XIX, sobre todo en el aspecto militar. La guerra de independencia transformó un país de mantuanos en un país de guerreros, haciendo arder la llama hispana que heredamos de la corona con una furia que hizo temblar no solo al Imperio Español, también a la naciente nación norteamericana. Una historia, que aunque fue muy cuestionada, nos cuenta de la hazaña coordinada por el Libertador para controlar la Provincia de Florida, durante el año 1817.
La traición
Los Estados Unidos de América habían traicionado la confianza que habían puesto nuestros Padres Fundadores en ellos, al dar apoyo a España, haciendo más larga la guerra independentista. La jugada la hizo España, al cederle a los del norte la Florida para evitar que los británicos tomaran de nuevo el control del lugar. El Libertador observó que la única forma de controlar la influencia española de una vez por todas en el continente era tomando La Habana y la llave de Indias, Puerto Rico. Al ver la alianza entre España y Norteamérica, era necesario tomar la Provincia de Florida, lo que bloquearía el comercio entre España y el Norte de América. En ese momento El Libertador no podía abandonar Guayana y desde Angostura, en Venezuela, comisiona a Gregor Mcgregor, un escocés a quien llamarían el Jenofonte de América, para encargarse de aquella misión.
Organizando la expedición
Mcgregor, siguiendo las órdenes del Libertador, inicia el reclutamiento para poder realizar la empresa que se le encomendaba. En Charleston y en Savannah logra reclutar a 150 milicianos para realizar la tarea. Muchos los reclutas eran veteranos de la guerra entre los británicos y los estadounidense. El Libertador asignó a Lino Clemente para representar los intereses de la República, y también se sumaron Pedro Gual, Juan Germán Roscio, Agustín Codazzi, Constante Ferrari. Si la expedición alcanzaba su éxito controlarían las comunicaciones marítimas en el golfo de México y las Antillas, podrían realizar un ataque a La Habana y cortar las comunicaciones entre Estados Unidos y España en el Caribe, otorgando a los patriotas la supremacía en el combate, al tener el apoyo comercial y militar de las Islas del Caribe.
La Batalla de Amelia
Para poder controlar la Plaza fue necesario pensar en una estrategia, la cual, el Libertador no tardó en trazar, debía crearse la República de Florida, una República prácticamente nominal a fines de lograr el objetivo de desconectar el comercio de los Estados Unidos y de España. Louis Aury, un corsario que le pasaba suministro a las tropas patriotas, fue a quien contactó Mcgregor antes de la batalla en la Provincia de Florida, era necesario estar preparados para marchar a aquel lugar.
Los españoles, que visualizaron el ataque, erigieron una batería de cuatro cañones de bronce al este de la fortaleza de San Carlos de Fernandina, en la colina de Mclure. En este momento, la fama de los patriotas corría por el mundo, muchos veían como un castigo ser enviados a pelear en América, y el apellido del criollo, Bolívar, proveniente del pueblo vizcaino de Bolibar, no podía ser ignorado. El bombardeo al fuerte sostenido entre ambos culminó con la rendición del fuerte español y el control de la isla.
La República de Florida
Louis Aury y Mcgregor tomaron la plaza y expulsaron a aquellos que no simpatizaban con la independencia. Se establecieron las autoridades. Pedro Gual se encargó de redactar un acta constitucional con el apoyo del Pbro. Vicente Pazos Kanki. Fueron izadas las banderas de Venezuela y la Cruz Verde de Florida; el Libertador podía estar complacido con la hazaña alcanzada, el 29 de julio de 1817 estaba establecida la República de Florida. El lugar serviría para auxiliar a los patriotas de México y se controlaba el paso de embarcaciones realistas para la guerra en Venezuela, además de las ventajas de tener un punto de acopio para los víveres y las armas que podrían adquirirse en los Estados Unidos. Al general Mc Gregor le libraron orden de captura y se acusó al buque venezolano Tentativa de haber violado aguas territoriales estadounidenses, siendo incendiado por John Elton.
Mcgregor se mantuvo en aquel lugar hasta finales de año, dejando a Aury encargado del lugar. El corsario anexó Florida a México y armó una defensa marítima, cortando la entrada de armas a la Habana. Lino de Clemente hizo su tarea de representar a la República de Venezuela, alegando que Estados Unidos había violado sus principios de Libertad al aliarse con la Corona, pero fue rechazado.
El fin llegó pronto
Aquella hazaña era muy difícil de sostener, al estar los patriotas en una guerra dentro de sus tierras. Antes de culminar el año, el Presidente Monroe, quien estaba preocupado por la situación, inició una campaña de propaganda y ataque contra la nueva República y el comodoro J. D. Henley y el mayor J. Bankhead le comunicaron a Aury la intención de tomar la plaza. Tropas dirigidas por Andrew Jackson tomaron el fuerte y controlaron la Provincia. Para no correr riesgos Jackson fue nombrado gobernador mientras los Estados Unidos de América le compraban la isla a España, Monroe no quería entrar en un conflicto bélico con los españoles y abrir otro frente de lucha.
“Los Estados Unidos de América parecen destinados por la providencia a plagar de hambre y miseria a la América en nombre de la libertad” Simón Bolívar.
La indemnización
El Libertador, durante el tiempo de la República de Florida, capturó dos goletas estadounidenses, Tiger y Liberty, por trasladar refuerzos al ejército español, en el Orinoco. Al tomar el territorio, los Estados Unidos exigieron a la República de Venezuela pagar una indemnización por las goletas, pero el Libertador rechazó al delegado John Baptiste Irvine, quien había sido enviado a Angostura en aquellas tareas diplomáticas. El mal trato que recibió Irvine hizo que al regresar llamara al Libertador “general charlatán y político truhán”. El Libertador también dijo:
…olvidando lo que se debe a la fraternidad, a la amistad y a los principios que seguimos, han intentado y ejecutado burlar el bloqueo y el sitio de las plazas de Guayana y Angostura, para dar armas a unos verdugos y para alimentar a unos tigres, que por tres siglos han derramado la mayor parte de la sangre americana (…). No son neutrales los que prestan armas y municiones de boca y guerra a unas plazas sitiadas y legalmente bloqueadas”.
Monroe enfurecido envía goletas para exigir el pago, y es el neogranadino Francisco Antonio Zea en acto calificado por Bolívar de “humillante debilidad” quien decide pagar la deuda. Ese terrible acto de sumisión por parte de los neogranadinos vaticinaron lo que hoy se ha mantenido por muchos años, una débil posición ante la potencia del Norte. Este tipo de reacciones de parte de la Nueva Granada no la olvidarán los venezolanos como Páez, quien se negó a someter a la República de Venezuela a los designios de Nueva Granada.
La historia oficial
Este hecho ha sido narrado por otros historiadores como parte de la historia de la República de la Florida Oriental, aunque los hechos difieren en que el Libertador no estuvo involucrado y que Mcgregor y Aury fueron quienes realizaron todo.
Notas finales
Es importante acotar que un gran número de autores se han referido a este suceso como falso en lo que respecta a la influencia venezolana y que las fuentes solo narran los hechos de Guayana. El suceso de la Florida salió en el libro Jorge Mier Hoffman “ La carta que cambiará la historia” pero este hecho aparece narrado mucho antes en Andalucía y América en el siglo XIX: Actas de la V jornadas de Andalucía y América del año 1986, refiriéndose a la República de la Florida Oriental, en donde se relata el suceso sin la intervención del Libertador. También, en el año 1999, una publicación de la Universidad Católica Andres Bello de Venezuela, escrito por Judith Enwell, narra este suceso, con la intervención de los venezolanos, mucho antes de Mier Hoffman.
Manuel de Braganza
Otras fuentes Los Estados Unidos de América. Historia Universal Siglo XXI, vol. 30. México, 1979; p. 55.
Documentos para la historia de la vida pública del Libertador, compilación de José Félix Blanco y Ramón Azpúrua. vol. III. Caracas. Ediciones Presidencia de la República, 1978; p. 608.Bolívar, Simón. Cartas del Libertador, vol. III. Compilación y notas de Vicente Lecuna. Caracas. Tipografía del Comercio, 1930; p. 232. Frank Lawrence Owsley, Gene A. Smith: Filibusters and Expansionists: Jeffersonian Manifest Destiny, 1800-1821.
Las Floridas. Una república independiente con raíces neogranadinas, en 1817.
Vannini Marisa. Memorias Póstumas de Constante Ferrari y Agustin Codazzi.
http://www.hechoscriollos.com.ve/201...vadio-florida/
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Re: Gobernación y Diócesis de Venezuela
El proceso independentista venezolano, relatado por José Domingo Díaz, Libro Recuerdos Sobre La Rebelion de Caracas (1829):
“Se acordó comisionar personas a propósito que pasasen con la mayor velocidad a las demás provincias de Venezuela, a México y Santa Fe a anunciar los acontecimientos, o para encender el fuego en aquellas en que no hubiese existido como en este virreinato, o para soplar las hogueras no bien apagadas, como en Quito y Nueva España.
Los comisionados para las provincias fueron: para la de Coro, el abogado doctor don José Antonio Anzola; para la de Barinas, el marqués de Mijares; para la de Cumaná, el comerciante don José Antonio Illas y Ferrer y don Francisco Moreno, capitán de las compañías veteranas de aquella capital, y para la de Barcelona don Francisco Policarpo Ortiz y don Pedro Hernández Gorotizo. Se nombraron igualmente para la isla de Puerto Rico a don Diego Jugo, don Vicente Tejera y don Andrés Moreno, para la isla de Jamaica a don Mariano Montilla y don Vicente Salias, y para Londres a don Simón de Bolívar y don Luis López Méndez.
El comisionado para Coro tuvo en su comisión el resultado que era de esperarse de sus fieles habitantes y ayuntamiento y de su honrado y valiente gobernador el brigadier don José Ceballos. Fue oído con desprecio y dese- chado con indignación. El de Barinas consiguió prender en ella el fuego de la rebelión. Los de Cumaná tuvieron el mismo éxito, por medio de su ayuntamiento que solemnemente depuso del mando al gobernador, su presidente, y los de Puerto Rico fueron sepultados en el castillo de El Morro por su digno gobernador y capitán general don Salvador Meléndez, y escapados posteriormente por una indigna confabulación que este persiguió y castigó. La llegada de los de Barcelona a aquella ciudad causó un cabildo abierto a que concurrieron el clero y los principales vecinos. Fue en él adoptado unánimemente el voto de don Ramón Hernández Armas, americano y auditor del apostadero de Puerto Cabello, reducido a que se siguiese el ejemplo de Caracas, siempre que en ningún punto de toda la monarquía existiese el gobierno de la nación. Llegada a Caracas esta decisión fueron enviados don Francisco Javier Flores, don Manuel García y don Ignacio Gual, en clase de comisionados para exigir una adhesión absoluta; y reunidos nuevamente el cabildo, el clero y los vecinos principales, presididos por el gobernador don Gaspar de Cagigal, europeo, volvió a seguirse el voto del auditor Armas, reducido a que habiendo ya una certidumbre de la existencia del gobierno en la Regencia del reino, los sucesos de Caracas eran un crimen de traición que jamás debía seguir Barce- lona. En esta reunión solo se opuso a este voto el gobernador que la presidía. Se comunicó esta decisión a Caracas, Cumaná, Guayana y demás provincias, siendo en la segunda quemada en la plaza pública por mano del verdugo. Posteriormente Caracas y Cumaná enviaron fuerza armada contra ella, y en su consecuencia, siguió el ejemplo dado por la primera. En el entretanto fue preso el auditor Hernández Armas, condenado a muerte y remitido a Caracas para ser ejecutado, debiendo su vida al honrado capitán del buque conduc- tor, que lo llevó a Maracaibo con la escolta que le custodiaba. Esta iba a ser la primera víctima de aquella cruel rebelión.
Los comisionados para Veracruz y Santa Fe tuvieron el éxito que llora aquella parte del mundo y que llorará por muchas generaciones.”
http://www.ivgenealogia.org.ve/traba...belionccas.pdf
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Re: Gobernación y Diócesis de Venezuela
La moneda macuquina venezolana y su circulación en Puerto Rico
Por Pedro Damián Cano Borrego
http://hispanismo.org/attachment.php...tid=8990&stc=1
A pesar de lo prevenido en la Real Orden Reservada de 18 de marzo de 1771 para la extinción de toda la moneda anterior, y a la específica mención en la misma de que el virrey de Nueva España debía informar a los gobernadores de las Antillas y de la Capitanía General de Venezuela de la recolección de la moneda macuquina a cambio de Situados en la nueva especie a labrar, no se consiguió su extinción. Durante las guerras de independencia de Venezuela, los realistas refugiados en Puerto Rico trajeron gran cantidad de este numerario a la isla, cuyo uso fue autorizado en 1813 y circuló hasta 1857.
La crónica escasez de numerario en Venezuela y otros territorios había hecho que, a petición de los gobernadores del área antillana, por Real Orden de 25 de mayo de 1786 se autorizase la labra de una nueva especie para su circulación como moneda provincial en Caracas y en las Islas de Barlovento, que si bien fue acuñada en la ceca de México en 1787, fue refundida antes de entrar en circulación por Real Orden de 1787. Tras nuevos intentos, esta nueva moneda provincial no llegó a acuñarse.
La escasez afectó asimismo a la moneda macuquina, al ser la que servía para la circulación interior de la Capitanía. Por ello el intendente de Caracas prefería enviar los situados a las provincias de Guayana y Trinidad en los pocos pesos fuertes disponibles antes que dejar el territorio sin moneda cortada o corriente, lo que no era posible por la falta de moneda fuerte, en la cuantía de diez mil pesos, necesaria para hacer frente al situado de Trinidad.
A juicio de Francisco de Saavedra, principal valedor de la solicitud de una moneda provincial, la diferencia entre los valores intrínsecos y extrínsecos de la moneda macuquina dificultaba su extracción. Estimaba que en el territorio no se había introducido moneda falsa, ni en grandes lotes ni paulatinamente, para retirar la de buena ley, y afirmaba que se trataba principalmente de piezas de bajo facial, de medios reales, reales sencillos y escasos reales de a dos.
Durante las guerras de emancipación de Venezuela, tanto los insurgentes como los realistas batieron moneda de necesidad de tipo macuquino a imitación de los reales limeños, según los tipos de cruz y columnas previos a las reformas de la moneda en la época borbónica y con valor facial de reales sencillos y dobles. Vidal i Pellicer fecha las emisiones de los insurgentes entre agosto de 1813 y julio de 1814, y fueron a su parecer batidas en Caracas, muchas con fechas imposibles y signos falsos. Al ser ajustadas en peso y ley, los realistas las habrían seguido acuñando hasta 1817. Otros autores adelantan el comienzo de las emisiones al año 1811.
En cuanto a las monedas acuñadas por el partido realista, conocidas como lanzas por su forma, habrían sido emitidas en Maracaibo entre los años 1813 y 1814 por orden del Capitán General Fernando Miyares, si bien y debido a que este numerario era muy defectuoso, dado que era de labor muy tosca y con graves faltas de peso y ley, se ordenó su retirada de la circulación por Real Orden de 13 de mayo de 1816.
Simultáneamente, en el tramo final del siglo XVIII la escasez de numerario había sido la nota dominante en la circulación monetaria en Puerto Rico, siempre dependiente de los situados de Nueva España y de los pocos tributos –alcabalas, renta del papel sellado, diezmos…- que se recaudaban en la isla. El recurso a la emisión de papeletas sin el respaldo de moneda corriente fue una práctica común desde los violentos huracanes de 1766 hasta principios del siglo XIX, lo que llevó a la falta de su aceptación, a la generalización de su falsificación y a una espiral inflacionaria, que llevó a la valoración de un peso en moneda metálica en diez en papel.
Fue para la amortización de estas papeletas por lo que por Decreto de 18 de junio de 1813 se autorizó por el gobernador Salvador Meléndez Bruna, por recomendación del intendente Alejandro Ramírez, la entrada y circulación legal de la moneda macuquina procedente de los refugiados venezolanos, como un mal menor necesario para garantizar la circulación monetaria en la isla.
Este numerario estaba compuesto tanto de moneda legal batida con anterioridad a la de cordoncillo como por las emisiones antes vistas de los insurgentes y realistas, y era según este Decreto aceptada por su valor nominal para todo tipo de pagos, entendiendo por el mismo el que tuviese en sus improntas o el comúnmente aceptado, Con ello se consiguió amortizar papel moneda en la cuantía de medio millón de pesos, y se dotó a la isla de un circulante que se mantuvo durante años y evitó las anteriores tensiones monetarias sufridas.
La entrada de la moneda macuquina, sin embargo, tuvo también consecuencias negativas, como fueron los problemas derivados de su falta de peso y ley, que hicieron que, contraviniendo las órdenes antes citadas, muchos se negaran a su aceptación. Asimismo, se introdujo en la isla moneda macuquina falsa fabricada en los Estados Unidos, lo que agravó esta situación. Para resolver estos problemas, la Sociedad Económica de Amigos del País creó una comisión especial para el estudio de las medidas a tomar para su extinción.
En sus conclusiones de 8 de marzo de 1855 se hacía referencia a la necesidad de retirarla de la circulación, lo que finalmente se ordenó por Real Decreto de 5 de mayo de 1857, sustituyéndola por moneda de cordón de cuño español. En el momento de la retirada, según Coll y Toste, se cambiaron 1.565.466 pesos y 40 centavos de moneda macuquina a cambio de 1.350.000 pesos en moneda de nuevo cuño. Los tenedores de moneda macuquina recibieron siete reales de moneda fuerte por cada peso de ocho reales macuquino, por lo que la merma real para la población fue de un 12½% del valor de la moneda antigua.
Bibliografía
COLL Y TOSTE, C., Reseña del Estado Social, Económico e Industrial de la Isla de Puerto Rico al tomar Posesión de ella los Estados Unidos, San Juan, Puerto Rico, 1899.
CORDOVA, P.T. de, Memorias Geográficas, Históricas, Económicas y Estadísticas de la Isla de Puerto Rico, 6 vol., 1832.
CRESPO ARMÁIZ, J., Fortalezas y Situados. La geopolítica española y sus efectos sobre el desarrollo económico y monetario de Puerto Rico (1582-1809), Puerto Rico, 2005.
CRUZ MONCLOVA, L., Historia de Puerto Rico. Siglo XX, Tomo I (1808-1868), Madrid, 1970.
DASÍ, T, Estudio de los Reales de a Ocho llamados Pesos — Dólares — Piastras — Patacones o Duros Españoles, Valencia, 1950-1951, T. III.
MAGO DE CHÓPITE, L., El Cabildo de Caracas (1750-1821), CSIC-Dpto. de Publicaciones, 2002.
STOHR, T., El circulante en la Capitanía General de Venezuela, Caracas, 1998.
TIERNO GARCÍA, J., “La Moneda en Guerra: Los procesos independentistas hispanoamericanos (1808-1826)”, Ab Initio, Núm. Ext. 2 (2012).
VIDAL I PELLICER, J., “Acuñaciones de tipo macuquino columnario de ceca problemática y fecha ficticia”, Acta Numismàtica 10, 1980, pp. 165-170.
http://m.numismaticodigital.com/noti...erto-rico.html
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Re: Gobernación y Diócesis de Venezuela
Simón Bolívar y su calidad masónica
Autor: Christian Gadea Saguier/ Fuente: Blog los Arquitectos
Hace unos tres años decidí investigar la pertenencia de Bolívar a la Masonería. Desde mis primeros pasos, escuché todas las leyendas sobre el Libertador, y en una estadía en Buenos Aires adquirí algunos libros que los utilizo como base para esta nota.
Simón es un personaje bastante singular, adelantado a su época, junto con los otros padres de la emancipación americana, pretendieron una sola América, principio tibio y un tanto mediocre que están realizando hoy nuestros políticos, pero en fin, el inicio de aquel sueño.
Tomo como punto de partida, el relato de uno los importantes biógrafos del Libertador, Jules Manzini, quien afirma que se inició en Cádiz en la logia mirandista Lautaro. Sobre esta base se abordarán las pesquisas.
Las logias mirandistas eran aquellas fundadas por el hermano Sebastián Francisco de Miranda Rodríguez, el verdadero precursor de la Independencia Americana, aquel hombre que le dio a Colombia el nombre del país, combatiente de un montón de batallas ganadas o perdidas, formó parte del contingente de hermanos franceses que lucharon al lado de los filadelfos de Franklin en la gesta emancipadora de Estados Unidos. Ese hombre universal, cuyo nombre figura en el Arco del Triunfo en París, soñador, libertario, incansable luchador, combativo, culto, intrigante y maquinador, fue realmente un masón creador de logias e instigador de sociedades secretas que conspiraban en pro de la libertad de América.Iniciación
Luego de la muerte de su esposa, Maria Teresa del Toro, ocurrida a comienzos de 1.803, Simón José Antonio se encuentra en un gran estado de abatimiento “rayano en la desesperación”. Buscando salidas a su situación interior, viaja a España. Se dice que en Cádiz, en la logia gaditana Lautaro, es reconocido, admitido y proclamado como aprendiz masón.
Aunque se insiste en que su iniciación se efectuó en 1.803, el Libertador no llegó a esta ciudad sino hasta diciembre de ese año, lo que hubiera obligado a golpear a las puertas de la Orden y a ser admitido en un lapso muy corto. Pero además, no había llegado a la mayoría de edad (debemos recordar la fecha de su nacimiento: 24 de julio de 1.783), lo que dificultaría aún más su recepción en los Templos en ese año. Igual dificultad enfrentamos con quienes afirman que su ingreso a la Orden no ocurrió sino hacia febrero de 1.804.
En tal razón, su Iniciación debió haber ocurrido luego del 24 de Julio de 1.804. Veremos más adelante que el año de 1.805 resulta más verosímil.
Por otra parte, se ha llegado a decir que Simón José Antonio fue iniciado no en la logia Lautaro, sino en una logia llamada Londres # 5 en 1.806, dato que resulta muy discutible sobre todo si tiene en cuenta que uno de los pocos documentos, claros y veraces, que se tiene de las actividades masónicas de Bolívar, el Trazado de su aumento de Salario fechado el 11 del mes 11 del año 1805.
Existirían unos argumentos un tanto peregrinos a favor de la fecha de 1.806, basados sobre todo en los calendarios masónicos versus los de la era vulgar, ya que el año masónico 1.805 inició el 24 de junio y terminó el 23 de junio de 1.806. No discutiré el tema ya que no tengo las bases suficientemente sólidas para considerar lo de la Logia Londres # 5.
Veamos entonces lo referente a la opinión más extendida, es decir su iniciación en 1.803. Para ello deberíamos aceptar la aseveración de Saurat, en el sentido que antes del segundo viaje a Europa, el Libertador ya se había puesto en contacto en Caracas con representantes de Miranda para buscar su iniciación a los pocos días de su llegada a Cádiz, ciudad a la que arribó en diciembre de ese año; ¿Qué tan posible es esto?
A falta de documentación, doy el paso a las condiciones psicológicas del Libertador. A su llegada a España se encuentra muy deprimido por su viudez. Un duelo de estas características impide o al menos dificulta la vinculación de una persona con actividades relacionadas con lo intelectual, debido a la fijación del pensamiento en el sujeto perdido, máxime si la persona se solaza en su tristeza como ocurrió con Bolívar. El afirma, recordando ese momento de su vida: “la pena de amor es un tormento, pero un tormento delicioso”.
Bajo esas condiciones, con el conflicto de atracción hacia su sujeto perdido y al mismo tiempo repulsión frente a su pérdida que lo lleva ambivalentemente a dejar su casa en San Mateo, en donde vivió su idilio y su pérdida y al mismo tiempo a ir al encuentro de su suegro para llorar juntos, el pensamiento se encontraría fijado en su Maria Teresa, con dificultad para fijar su libido en nuevos sujetos cargados emocionalmente, como son por ejemplo, una iniciación. De modo que existe un determinante psíquico que creo difícilmente le permitiría acercarse a la Orden.
Ahora bien, luego de su salida de España, llega a París a comienzos de mayo de 1.804, ciudad en la que aparece una franca defensa maníaca orientada hacia el manejo de su tristeza: buena vida, baile, juego, juerga, mujeres, teatro, palco propio en la ópera, gastos excesivos de dinero, compra de caballos y de carruaje, sosteniendo públicamente una bailarina, cambio de pasión erótica cada 15 días, preocupación por la moda al punto de haber puesto en boga en París el sombrero “bolívar”; estas demandas narcisistas cuya satisfacción debía ser inmediata, esta presión instintiva, esta “borrachera dionisiaca” no es ciertamente el estado anímico más propicio para entregarse a una iniciación, ¿o si?.
Se podría argumentar que era un hipomaniaco y que tales personas se caracterizan por su hiperactividad física y mental teniendo la posibilidad de vincularse a múltiples acciones al mismo tiempo, pero personalmente creo que Simón José Antonio, esta aparente hipomanía se relaciona mejor con un trastorno fronterizo de la personalidad, más que con una enfermedad afectiva.
En todo caso, luego de algunos meses, su defensa se rompe y reaparece la tristeza que le lleva a un cambio en su estilo de vida, a buscar algo concreto de que asirse, algo que le brindara esperanzas y este algo llegó bastante entrado el año de 1.804 en la persona que le ofreció un punto de amarre durante su adolescencia, sin el cual no se hubiera sostenido. El mismo Libertador lo llama “el Sócrates de Caracas, un amigo mío que adoro”, en su maestro Simón Rodríguez, quien era masón.
Al día siguiente del encuentro con Rodríguez, Simón José Antonio abandona su lujoso apartamento parisino y se instala en otro más modesto, en compañía de su querido maestro. A partir de este momento se presenta un cambio cualitativo en el Libertador, renaciendo su interés por Voltaire, Rousseau, Montesquieu, Spinoza y los Enciclopedistas, entre otros.
Ya su estado anímico es más receptivo para una búsqueda masónica y creo yo, que estaban dadas las condiciones de edad y juicio interior para recibir las influencias del pensamiento masónico de su mentor y de buscar su admisión en la Orden.
Aumento de Salario
Ahora bien, Simón José Antonio llegó a París en la primavera de 1.804 y allí, a los 22 años de edad recibió su Aumento de Salario al grado de Compañero en la muy respetable madre logia de San Alejandro de Escocia, que se reunía el primer y tercer miércoles de cada mes. Todo indica que fue el día 11 de noviembre de 1.805, según un trazado original que conservaba el Supremo Consejo del Grado 33 para Venezuela, cuyos certificados de autenticidad pueden ser encontrados en el texto de Carnicelli.
Es una lástima que ese documento con la firma autógrafa del Libertador haya desaparecido por acción del fuego durante un incendio en 1.990. Sin embargo, existen copias como las que reposan en las Fundaciones John Boulton y Nectario María.
El Trazado está en francés y su traducción es la siguiente: “A la gloria del Gran Arquitecto del Universo, el 11 de noviembre de 1805 los trabajos de Compañero han sido abiertos al Este por el respetable hermano de Latour d’Auvergne, alumbrando el Oeste y el Sur por los respetables hermanos Thory y Potu: la lectura de la última planchatrazada ha sido hecha y aprobada, el Venerable ha propuesto que se eleve al grado de Compañero al hermano Bolívar recientemente iniciado a causa de un próximo viaje que está a punto de emprender. El parecer de los hermanos habiendo sido unánime para su admisión y el escrutinio favorable. El hermano Bolívar fue introducido en el Templo y después de las formalidades necesarias ha prestado a los pies del Trono la obligación usual; fue colocado entre los dos Vigilantes habiendo sido proclamado caballero Compañero masón de la respetable madre logia escocesa de San Alejandro de Escocia. Este trabajo ha sido coronado por un triple hurra y el hermano, después de haber dado las gracias, ha ocupado su lugar a la cabeza de la Columna del Mediodía. Los trabajos se han cerrado del modo acostumbrado”.
ExaltaciónSobre la exaltación de Simón José Antonio al sublime grado de Maestro se tienen pocos documentos fidedignos.
Mientras se encontraba en Bucaramanga, en mayo y junio de 1.828, esperando los resultados de la convención de Ocaña, Bolívar le cuenta a su edecán, Perú de Lacroix, Grado 33, que había sido exaltado en París, dato confirmado por Edgar Perramón, historiador de la Gran Logia de Venezuela.
El nombre de Bolívar figura en los documentos de la logia San Alejandro de Escocia, de último en la Columna de Maestros, en un documento editado por esta Logia en diciembre de 1.805, lo que podría significar que le fue conferido el Grado en esta Logia al poco tiempo de su aumento de Salario. Pero no debemos olvidar el problema de las fechas masónicas y profanas ya esbozado.
Desconocemos la fecha exacta y la Logia en la que se realizó su exaltación. Se dice que fue en agosto de 1.806, pero no hay pruebas de ello.
Para otros, el Grado le fue conferido durante la misión a Londres en 1.810 en la logia mirandista La Gran Reunión Americana, pero van en contravía de las palabras del Libertador. Si ello hubiera sido así, debió ocurrir en algún momento entre el 10 de julio y el 21 de setiembre, fechas de llegada y partida de Inglaterra. Efectivamente, Bolívar conoció allí a Miranda y fue introducido a su grupo de amigos curiosamente durante un té que este ofreció en homenaje al Libertador.
Luego de su regreso a Venezuela, ingresó a La Sociedad Patriótica que era la parte visible de la masónica caraqueña, por lo que se podría pensar que estaba afiliado a alguna Logia. Debe anotarse que la Masonería Venezolana había comenzado en 1.808, con la logia San Juan de la Margarita, en la Isla Margarita viéndose reforzada en 1.810 con el triángulo masónico de Barcelona.
Altos grados
En el museo masónico de New York se encuentra el mandil y el collarín de Bolívar correspondientes a su Grado 32.
Se dice que fue investido en Caracas con el Grado 33 de manos de José Cerneau, Soberano Gran Comendador del Supremo Consejo del Hemisferio Occidental de New York, el 21 de abril de 1.824, figurando su nombre en la lista nominal que reposa en el Archivo General de la nación en Caracas.
Sin embargo, que haya sido investido por Cerneau es imposible, ya que para esa fecha, como se encuentra perfectamente documentado, Bolívar se encontraba en el Perú, específicamente en la ciudad de Jauja.
Ante esto, se ha mencionado que recibió su alta investidura en el Perú de manos del general de brigada, el puertorriqueño Antonio Valero de Bernabé, pero el problema con esta afirmación es que el mencionado hermano, afiliado a la logia Fraternidad Bogotana # 1 y luego visitador de la logia Filantropía Bogotana # 16, tenía tan solo Grado 32, habiendo recibido el Grado 33 definitivamente con posterioridad a 1.843.
Efectivamente, Valero fundó varias logias en el Perú y a comienzos de 1.825 levanta columnas de la única logia militarambulante que existió en el ejército del Libertador, la Unión Auxiliar. Es más, el Libertador teniendo problemas con él, lo saca del Perú y se queja del general ante el hermano Santander. “Últimamente ha dejado establecidas unas cuantas logias que no dejan de dar qué hacer”.
Así las cosas, queda desvirtuada la versión que el realmente ilustre Valero hubiera conferido el Grado 33 al Libertador.
¿En ese caso no sería más probable que el Grado 33 se lo hubiera conferido su edecán Luís Perú de Lacroix, que como se mencionó, pudiera haber sido representante de algún Supremo Consejo?
No habiendo por el momento otros datos que aportar, con muchos puntos aun por resolver, queda por lo menos establecido que Simón José Antonio de la Santísima Trinidad si fue francmasón
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Re: Gobernación y Diócesis de Venezuela
- El proceso independentista venezolano narrado en el Libro de Historia Los Indios Caribes: Memorias de Venezuela (1887):
http://hispanismo.org/attachment.php...tid=8991&stc=1
“Como primera medida esta Junta tomó tres millones de pesos fuertes que había en el Tesoro, con cuyo favorable auxilio dio grandes fiestas al Pueblo; mandando emisarios por todo el territorio de Venezuela, que lograron felices resultados en todas partes, menos en Coro, Puerto-Rico, Barcelona, Guayana, y otros puntos que se opusieron al movimiento revolucionario.
No seguiremos los pasos de la guerra asoladora y fratricida que empezó a ensangrentar con todos sus furores el territorio de Venezuela, porque esto no cumple a nuestro propósito, y daremos solo algunos pormenores necesarios.”
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Re: Gobernación y Diócesis de Venezuela
La moneda macuquina venezolana y su circulación en Puerto Rico
http://hispanismo.org/attachment.php...tid=8992&stc=1
Por Pedro Damián Cano Borrego
A pesar de lo prevenido en la Real Orden Reservada de 18 de marzo de 1771 para la extinción de toda la moneda anterior, y a la específica mención en la misma de que el virrey de Nueva España debía informar a los gobernadores de las Antillas y de la Capitanía General de Venezuela de la recolección de la moneda macuquina a cambio de Situados en la nueva especie a labrar, no se consiguió su extinción. Durante las guerras de independencia de Venezuela, los realistas refugiados en Puerto Rico trajeron gran cantidad de este numerario a la isla, cuyo uso fue autorizado en 1813 y circuló hasta 1857.
La crónica escasez de numerario en Venezuela y otros territorios había hecho que, a petición de los gobernadores del área antillana, por Real Orden de 25 de mayo de 1786 se autorizase la labra de una nueva especie para su circulación como moneda provincial en Caracas y en las Islas de Barlovento, que si bien fue acuñada en la ceca de México en 1787, fue refundida antes de entrar en circulación por Real Orden de 1787. Tras nuevos intentos, esta nueva moneda provincial no llegó a acuñarse.
La escasez afectó asimismo a la moneda macuquina, al ser la que servía para la circulación interior de la Capitanía. Por ello el intendente de Caracas prefería enviar los situados a las provincias de Guayana y Trinidad en los pocos pesos fuertes disponibles antes que dejar el territorio sin moneda cortada o corriente, lo que no era posible por la falta de moneda fuerte, en la cuantía de diez mil pesos, necesaria para hacer frente al situado de Trinidad.
A juicio de Francisco de Saavedra, principal valedor de la solicitud de una moneda provincial, la diferencia entre los valores intrínsecos y extrínsecos de la moneda macuquina dificultaba su extracción. Estimaba que en el territorio no se había introducido moneda falsa, ni en grandes lotes ni paulatinamente, para retirar la de buena ley, y afirmaba que se trataba principalmente de piezas de bajo facial, de medios reales, reales sencillos y escasos reales de a dos.
Durante las guerras de emancipación de Venezuela, tanto los insurgentes como los realistas batieron moneda de necesidad de tipo macuquino a imitación de los reales limeños, según los tipos de cruz y columnas previos a las reformas de la moneda en la época borbónica y con valor facial de reales sencillos y dobles. Vidal i Pellicer fecha las emisiones de los insurgentes entre agosto de 1813 y julio de 1814, y fueron a su parecer batidas en Caracas, muchas con fechas imposibles y signos falsos. Al ser ajustadas en peso y ley, los realistas las habrían seguido acuñando hasta 1817. Otros autores adelantan el comienzo de las emisiones al año 1811.
En cuanto a las monedas acuñadas por el partido realista, conocidas como lanzas por su forma, habrían sido emitidas en Maracaibo entre los años 1813 y 1814 por orden del Capitán General Fernando Miyares, si bien y debido a que este numerario era muy defectuoso, dado que era de labor muy tosca y con graves faltas de peso y ley, se ordenó su retirada de la circulación por Real Orden de 13 de mayo de 1816.
Simultáneamente, en el tramo final del siglo XVIII la escasez de numerario había sido la nota dominante en la circulación monetaria en Puerto Rico, siempre dependiente de los situados de Nueva España y de los pocos tributos –alcabalas, renta del papel sellado, diezmos…- que se recaudaban en la isla. El recurso a la emisión de papeletas sin el respaldo de moneda corriente fue una práctica común desde los violentos huracanes de 1766 hasta principios del siglo XIX, lo que llevó a la falta de su aceptación, a la generalización de su falsificación y a una espiral inflacionaria, que llevó a la valoración de un peso en moneda metálica en diez en papel.
Fue para la amortización de estas papeletas por lo que por Decreto de 18 de junio de 1813 se autorizó por el gobernador Salvador Meléndez Bruna, por recomendación del intendente Alejandro Ramírez, la entrada y circulación legal de la moneda macuquina procedente de los refugiados venezolanos, como un mal menor necesario para garantizar la circulación monetaria en la isla.
Este numerario estaba compuesto tanto de moneda legal batida con anterioridad a la de cordoncillo como por las emisiones antes vistas de los insurgentes y realistas, y era según este Decreto aceptada por su valor nominal para todo tipo de pagos, entendiendo por el mismo el que tuviese en sus improntas o el comúnmente aceptado, Con ello se consiguió amortizar papel moneda en la cuantía de medio millón de pesos, y se dotó a la isla de un circulante que se mantuvo durante años y evitó las anteriores tensiones monetarias sufridas.
La entrada de la moneda macuquina, sin embargo, tuvo también consecuencias negativas, como fueron los problemas derivados de su falta de peso y ley, que hicieron que, contraviniendo las órdenes antes citadas, muchos se negaran a su aceptación. Asimismo, se introdujo en la isla moneda macuquina falsa fabricada en los Estados Unidos, lo que agravó esta situación. Para resolver estos problemas, la Sociedad Económica de Amigos del País creó una comisión especial para el estudio de las medidas a tomar para su extinción.
En sus conclusiones de 8 de marzo de 1855 se hacía referencia a la necesidad de retirarla de la circulación, lo que finalmente se ordenó por Real Decreto de 5 de mayo de 1857, sustituyéndola por moneda de cordón de cuño español. En el momento de la retirada, según Coll y Toste, se cambiaron 1.565.466 pesos y 40 centavos de moneda macuquina a cambio de 1.350.000 pesos en moneda de nuevo cuño. Los tenedores de moneda macuquina recibieron siete reales de moneda fuerte por cada peso de ocho reales macuquino, por lo que la merma real para la población fue de un 12½% del valor de la moneda antigua.
Bibliografía
COLL Y TOSTE, C., Reseña del Estado Social, Económico e Industrial de la Isla de Puerto Rico al tomar Posesión de ella los Estados Unidos, San Juan, Puerto Rico, 1899.
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CRUZ MONCLOVA, L., Historia de Puerto Rico. Siglo XX, Tomo I (1808-1868), Madrid, 1970.
DASÍ, T, Estudio de los Reales de a Ocho llamados Pesos — Dólares — Piastras — Patacones o Duros Españoles, Valencia, 1950-1951, T. III.
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STOHR, T., El circulante en la Capitanía General de Venezuela, Caracas, 1998.
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VIDAL I PELLICER, J., “Acuñaciones de tipo macuquino columnario de ceca problemática y fecha ficticia”, Acta Numismàtica 10, 1980, pp. 165-170.
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Re: Gobernación y Diócesis de Venezuela
Las Pesetas Morillas:
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Estas monedas, llamadas en Puerto Rico pesetas Morillas, y en Venezuela Morilleras, fueron las de más común circulación en la Isla y Costa Firme. Las pesetas Morillas se volvieron una calamidad para Puerto Rico, pues al ser tan comunes las falsificaban y bajaban su valor, causando grandes problemas comerciales, ya en este tiempo ni en Venezuela circulaba esta moneda por lo que se consideró innecesario mantener su circulación, lo cual llevó a que se mandara a dejar de circular en Puerto Rico, en el año 1857.