El “dialogo de civilizaciones” se le atragantó al ingenuo de Zetapé el pasado primero de Mayo cuando Evo Morales le vino a decir –así a bote pronto- que eran hermanos pero no primos. Esa jornada, los teléfonos de la centralita de la Moncloa sonaron hasta altas horas de la madrugada. A nuestro presidente le costo conciliar el sueño y sentarse con normalidad hasta bien entrada la semana.
Nacionalizar los recursos de un país es una práctica política que en estos momentos de globalización descontrolada y etnocida, no sienta nada bien a los peleles del capital. En suelo patrio, a los barones de la socialdemocracia española –meros empleados a tiempo parcial de las grandes corporaciones transnacionales- el desquite del líder cocalero les ha debido caer peor que una patada en las gónadas. Porque una cosa es casar a mariposones y recuperar memorias históricas intempestivas, y otra cosa bien distinta, jugar con las cosas del comer y los beneficios de la Gran Banca.
¡Pues muy bien por el señor Morales! Aunque la nacionalización en su letra pequeña sea una nacionalización a medias, es de ley que los ladrones –sean de dónde sean- tenga que reconsiderar que sus prácticas económicas son de manual del buen especulador sin rostro que es el meollo en el que se asienta este final de la historia casposo y neoliberal.
Bolivia y el pueblo boliviano, tienen todo el derecho sobre sus recursos naturales y distribuir los beneficios que generan entre las necesidades de una población a la intemperie. Ellos, y sólo ellos, son los únicos propietarios del gas y del petróleo.
En España, nuestra jauría política bien cebada gustosamente ha ido cediendo durante años a la venta de nuestros recursos naturales y empresariales a cambio de un pasaporte hacia la Europa de los mercaderes, laicos y globalizados. Malditos cabrones… con los bolsillos llenos es muy fácil aprobar constituciones que nos arrastran al mismísimo matadero como pueblo y como nación.
Zetapé eres un pringao… y nosotros más todavía por permitir que la morralla liberal despedace este país entre estatutos, treguas trampa y convergencias económicas sin abrir la boca.
Última edición por Arnau Jara; 07/05/2006 a las 01:56
Vita hominis brevis:ideo honesta mors est immortalitas
Que no me abandone la Fe,cuando toque a bayoneta,que en tres días sitiamos Madridy en otros quince la capital, Lisboa.
Sic Semper Tyrannis
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