El alcalde de Castro, en el sur de Chile, enarbola la bandera española como protesta
Nelson Aguila, alcalde democristiano del municipio de Castro, a unos 1.200 kilómetros de Santiago, afirmó este martes que la anexión de la isla tras la independencia de Chile fue en la práctica un infortunio para los chilotes. "Si no hubiésemos sido anexados a la fuerza por el Estado de Chile y siguiéramos dependiendo de España, no estaríamos tan abandonados", afirmó Aguila en declaraciones publicadas hoy.
El alcalde de una localidad del sur de Chile enarboló una bandera de España para protestar contra el abandono en que, a su juicio, el Gobierno chileno mantiene a la Isla Grande de Chiloé, informaron hoy medios de prensa.
Nelson Aguila, alcalde democristiano del municipio de Castro, a unos 1.200 kilómetros de Santiago, afirmó este martes que la anexión de la isla tras la independencia de Chile fue en la práctica un infortunio para los chilotes.
"Si no hubiésemos sido anexados a la fuerza por el Estado de Chile y siguiéramos dependiendo de España, no estaríamos tan abandonados", afirmó Aguila en declaraciones publicadas hoy.
Chiloé fue la última posesión española en Chile, conquistada sólo en 1823, cinco años después de sellada la independencia, por una expedición militar enviada por el gobernante Ramón Freire y después de dos batallas, en Pudeto y Ancud, contra las fuerzas realistas.
Desde entonces sus habitantes, que viven en una tierra de clima frío y lluvioso, llena de leyendas y mitos, y que todavía emplean palabras y conceptos arcaicos, como el almud para medir cantidades, han reclamado contra el abandono y la falta de preocupación de los gobiernos por su suerte.
El alcalde Nelson Aguila fue uno más entre un millar de habitantes de la Isla Grande de Chiloé que se manifestaron en el extremo norte del territorio, junto a la ribera del Canal de Chacao, que lo separa del continente, para exigir la construcción de un puente.
Un proyecto en tal sentido aprobado hace un par de años, con una inversión prevista de unos 600 millones de dólares, quedó recientemente en entredicho, al considerar el ministro de Obras Públicas, Eduardo Bitrán, que el coste era demasiado alto y que el peaje para cruzar costaría 22.000 pesos (40,7 dólares).
Bitrán dispuso nuevos estudios, a fin de que el peaje no sobrepase los 11.000 pesos (20,3 dólares), pero dejó entrever que tal vez sería preferible dejar el puente de lado y mejorar el actual servicio de transbordadores, que cobran 7.500 pesos (13,8 dólares) por llevar un automóvil a través del Canal, de unos tres kilómetros de ancho.
Durante dos horas y media, los chilotes exigieron el martes la construcción del puente con lienzos, banderas negras, pancartas, banderas chilenas y españolas, entre música folclórica de la región y el himno a Chiloé. [Efe]
Cambiamos gente que quiera ser española, por lejos que estén, por otros que tenemos aquí y no quieren serlo. A estos, que se los queden los franceses, que para eso llevan 30 años apoyando su terrorismo. Razón: Paz Digital.
Paz Digital, 26-07-2006
http://paz-digital.org/new/content/view/2500/2/
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