Apuntes de Urbanismo Americano
Las Tradiciones de Asiento Amerindio y el Impulso Conquistador
A no pocos indianos les resulta irritante el hecho de que, al menos académicamente, se diga que los comienzos urbanísticos de las Américas radican en La Isabela, o que se refieran para ello a la fundación de la Ciudad del Cuzco por los conquistadores españoles acaudillados por Francisco Pizarro; porque ello, aun sin intención, viene a decir poco más o menos que el mundo amerindio careció de estructura urbanística hasta la llegada de las huestes iberoceltas. Obvia cosa resulta demostrar que esto no es verdad. No obstante, la dificultad vendría, al menos en el terreno académico, al analizar sociedades muy distintas de los patrones grecorromanos a los cuales estamos tan habituados. Se dan casos que a nosotros nos resultan curiosos; como el desarrollo urbano en zonas donde no existe mucha “ civilización “ y viceversa. Y ello no se da sólo en el Nuevo Mundo, sino también, por ejemplo, en el Egipto. Dentro del urbanismo precolombino en el Post-Clásico, Chichén-Itzá resulta un ilustrativo ejemplo de cómo los centros ceremoniales en este caso son enormes y se siguen construyendo hasta épocas tardías en el área maya, mientras que Chan Chan es una típica ciudad, con barrios delimitados y edificios residenciales en la capital del reino del Gran Chimú, en la Costa Septentrional Peruana.
Los hispanos van identificando con el tiempo la manera “ señorial “ en los cacicazgos. Allí es cuando ellos van apreciando, al menos, cierta diferenciación de edificios ( Tales como palacios, templos, depósitos, etc. ), con el comienzo de lo que llamamos “ centros ceremoniales “ y ya posiblemente también mercados.
Los estudios sobre el urbanismo son antiguos; no obstante, parece ser que el primero que considera el tema como núcleo para sus explicativos estudios resulta ser V. Gordon Childe; el cual establece patrones para hablar propiamente de ciudad, tales como el tamaño poblacional ( Mayor que cualquier establecimiento anterior ), especialistas de tiempo completo sostenidos por el campesinado, excedentes entregados por los campesinos a un rey que encarne a la divinidad, edificios públicos monumentales que simbolizan la concentración del excedente social, establecimiento de las clases sociales ( De gobernantes a gobernados ), sistemas de escritura y notación numérica para el registro de bienes, desarrollo de las ciencias exactas y predictivas ( Aritmética, geometría y astronomía ), desarrollo de estilos artísticos conceptualizados y sofisticados, comercio de artículos suntuarios y materias primas, e implantación de una solidaridad orgánica basada en la complementariedad.
No obstante, a día de hoy podemos analizar que la aparición de “ gobernantes y gobernados “ o de las clases sociales no tiene por qué ser exclusiva de la ciudad; y en nuestras modernas urbes no existe ni por asomo la solidaridad orgánica. Cabe aclararse que ello se inserta en el contexto de la “ Revolución Urbana “ de Childe. Contexto totalmente “ modernista “ por cierto y con unas intenciones dirigidas. Se pretende ligar el concepto de “ urbanismo “ al de civilización, que en absoluto es cierto. Y menos aún en esos monstruos de asfalto que imperan en las sociedades capitalistas. El concepto urbano hasta monstruosidades como la Revolución Industrial es totalmente distinto. Y viviendo aún las ciudades occidentales un crecimiento demográfico, no caben comparaciones, al menos en cuanto a la concepción de “ ciudad “, o de “ ciudadanía “ por ejemplo, viniendo al caso. De hecho, buena parte de las sociedades hispanoamericanas, como pasaba en la Madre Patria, fueron de una innegable base rural, y no por ello eran “ menos civilizadas “ como se pretende en según qué “ academicismos “. También hay que destacar que se completaba la base rural con el surgimiento y apogeo de los cascos urbanos. Puede haber desarrollo científico y comercial sin esa mal entendida “ revolución urbanística “; pues en ese ámbito en que se producían, resulta más parecido en la actualidad a un pueblo que a una ciudad propiamente dicha. Si estudiamos los distintos ciclos históricos, veremos cómo se dan sucesivamente periodos de “ urbanización “ y “ ruralización “ sin que ello sea motivo exacto para subrayar el “ aumento “ o “ disminución “ de civilización.
A día de hoy se suele ignorar el periodo hispánico de los Reyes Godos, y si se hace, se suele tachar de “ menos civilizado “ y se subraya su carácter “ ruralista “…Con estos patrones, podemos decir entonces que el Reino de Navarra tiene una tradición profundamente incivilizada…Como se suele hablar así del Sur de los Estados Unidos, de las culturas gauchescas de las Pampas, de los llaneros de Venezuela, y un larguísimo etcétera…
Volviendo al tema, la confusión académica puede liarse si apreciamos que el origen del término “ civilización “ radica en el latín “ civitas “……Con todo, tenemos un ejemplo curioso en América, como es el Inca, una gran civilización pero, por lo que aún sabemos, sin desarrollo de la escritura. De hecho, Sjoberg se basaba en ello como piedra de toque para distinguir ya una comunidad auténticamente urbana. El ejemplo andino nos ilustra acerca de lo irreal que ello supone. O, estudiando bajo esta base “ exclusivista “, se ha llevado a afirmar que el urbanismo no aparece en Mesoamérica hasta el siglo I a.C., que es cuando aparecen las primeras estelas del Petén; cuando en realidad los centros ceremoniales del Periodo Formativo Olmeca son bastante anteriores. Y, por otra parte, la aparición de la escritura en las sociedades mesoamericanas no coincide tampoco con la aparición de ciudades ( Al menos en el sentido más “ conceptual “ del caso ).
Sobre la cuestión urbana, la recopilación de Schaedel ha sido importante, al menos en su aseveración de patrones para el estudio: Un campamento compondríanlo menos de 100 habitantes, una aldea iría de 100 a 300, un pueblo de 300 a 1.000, una villa de 1.000 a 5.000, una ciudad de 5.000 a 50.000; y una ciudad ya más de 50.000.
Tampoco sería correcto querer asimilar el surgimiento de la ciudad al centro ceremonial, el cual está extendido y ejemplificado de Centroamérica a Sudamérica.; con figuras tan atractivas como la pirámide y la plaza. Incluso zonas de culto pueden asimilarse a las construcciones españolas. La mentalidad del hispano fue siempre romana, en el sentido de universalidad imperial, y de querer ir asimilando al conquistado hasta su terreno. Incluso su trazado urbano, como explica el Profesor Ramón Maria Serrera Contreras, de la Universidad de Sevilla, es la forma del ajedrez, más bien rectangular, ya presente en las culturas grecolatinas. No nos debe parecer extraño, por tanto, que los españoles aprovecharen estructuras ya existentes en época prehispánica.
Aun sin esa vocación universal ( Las numerosas revueltas existentes en suelo andalusí desde el siglo VIII así lo atestiguan, tras el predominio en las élites del racismo qaysí frente a beréberes y muladíes hispanos; y también frente al creciente poder de los esclavos francos y eslavos ), la expansión árabe-islamista militar bebió ( Como ya refleja entre tantos otros Ramiro de Maeztu ) de todas las civilizaciones a la que sometió por las armas ( Beréberes, libios, egipcios, persas, fenicios, hispanos, itálicos, helenos, caldeos, cananeos, filisteos, etc. ). Aunque historiadores norteafricanos como Ahmed Tahiri defienden ( No sin rigor ) el factor original de no pocas construcciones almohades ( De hecho así lo demuestran historiadores como mi paisano Francisco Rivas ), la expansión musulmana en Hispania comienza de la mano de belicosos berberiscos recién islamizados ( La Mauritania es tomada por el islamismo definitivamente en la mitad del siglo VII de Nuestro Señor y ellos entran aquí a principios del VIII ) , con una cultura romana que tardó en desvanecerse varios siglos, de los que siempre recelaron las autoridades sirio-arábigas ( Introduciendo, por ejemplo, a los samiyyun ; aquellos temibles jinetes sirios ) por su afán de independencia y su prestigio adquirido en los ejércitos. En la época del Imperio Romano se dieron las grandes ingenierías acuíferas y se desarrollaron los patrones de la arquitectura. Muchos moros ( Palabra originada del latín “ mavrvm “; de la Mauritania Tingitana; que compartía en la cultura cristiana parte de su territorio con la Hispania Tingitana ) lo que hicieron ( Como por ejemplo los godos ) fue aprovechar tanto los sistemas de regadío como los patrones de construcción ya existentes. La Mezquita-Catedral de Córdoba resulta ser un ejemplo ilustrativo: Hecha sobre una iglesia de estilo bizantino, aun en su “ conversión “ a mezquita fue decorada con motivos que ya aparecen en el Anfiteatro Romano de Mérida ( La capital de la Lusitania ), como la esvástica, aún visible en la Puerta de San Miguel, antigua Puerta de Al Hakem. Por ello esa mentalidad y esos patrones culturales parecidos han de pensarse en la cultura que aún habitaba en los beréberes que se encuentran con la conversión de muchos hispanos, más que en lo pretenciosamente “ árabe “. Por ello, aún en pueblos del Reino de Sevilla hablamos de “ tejas moriscas “.
Con respecto a esto mismo, se dice la afición de los “ árabes “ por los baños y, asimismo, se da a entender la afición a la porquería de los cristianos ( En la Universidad de Sevilla, un profesor bastante malo y que parecía escapado de un futbolín puso como ejemplo de esta supuesta afición nada menos que a Isabel la Católica; como Boris Izaguirre le dijo ídem a Jesús Quintero… ) Los baños existían en España como costumbre muchísimo antes de la penetración islámica. A día de hoy se presentan los “ baños árabes “ y “ turcos “ como una motivación turística; como si no existiesen ya desde época romana…E incluso más grandes y mejores ( Lo cual no resta el mérito a que los musulmanes los conservaran ). Los musulmanes aprendieron esto de los pueblos que tomaron por las armas. Ni los adnan ni los qahtan de los desiertos de la Península Arábiga desarrollaron esta tradición.
Volviendo al tema central, podemos decir que el Cuzco constituye un caso ilustrativo de superposición, que aún se deja notar desde la misma planta de la ciudad hasta en múltiples rincones de sus edificios y calles. Aquellas casas de españoles construidas con sillares incaicos…O, más expresivamente quizá, el Convento de Santo Domingo, construido sobre el Corichancha Inca.
México constituye un caso de adaptación. Se intentó alterar poco la estructura existente e incluso aplicar los gustos mexicas para organizar la Ciudad de México, la antigua y mítica Tenochtitlán; lo cual constituía quizá un afán pedagógico para resaltar la presencia de los conquistadores pero también de respeto a los naturales que ya formaban parte de un Imperio. La traza de los cuatro “ rumbos “ serían ahora los barrios. La misma religiosidad se proyectó en el pueblo novohispano de forma autóctona; desde que se acoge la devoción hacia la Virgen de Guadalupe ( De honda tradición extremeña; como advierte algún filólogo los influjos extremeños en los acentos mexicanos ), hasta San Juan Moyotla, Santa María Cuepopán, San Pablo Zoquipán o San Sebastián Atzacualco.
Con todo, resulta interesante e indispensable estudiar la evolución de las poblaciones americanas; por ejemplo desde el año 3000 a.C., o quizás antes; a través de la Benigna, siguiendo a posteriori del Norte al Sur a lo largo de la vertiente del Océano Pacífico……
Los planos de estudios para el urbanismo americano sería el origen en el Formativo Olmeca, las ciudades clásicas de Mesoamérica, las ciudades mayas del Periodo Clásico, el clasicismo en los Andes Centrales; donde se dan características distintas que ayuda a comprender la diversidad enriquecedora de las sociedades amerindias. Y hemos de advertir que de no poco de ello se nutriría el barroco indiano; sellando así una de las épocas culturales y sociales más dinámicas, bajo el cetro imperial hispánico de la Casa del Austria en las Américas.
Pedro Cieza de León: La Crónica del Perú
En estos interesantes y emblemáticos textos recopilados de tan insigne crónica, se nos explica con todo lujo de detalles los asentamientos que darán lugar a la propia caracterización urbanística del Perú Virreinal. Apoyándome en lo escrito por el Profesor de la Universidad de Sevilla Ramón María Serrera Contreras; por ejemplo en el Volumen 8---Descubrimiento, Colonización y Emancipación de América---de la Historia de España coordinada por Antonio Domínguez Ortiz ( De la Editorial Planeta ), subrayaré las características principales que acompañan a este recorrido:
- Dependencia del aprovechamiento natural y sentido estratégico amplio: Puertos y encomiendas.
Desde la primigenia fundación de la ciudad de San Miguel, se nos describe con mucho detalle esta temática. Los españoles, tras haber asimilado la importancia de la ingeniería acuífera desde la cultura romana hasta la berberisco-musulmana. Habían aprendido a acoplarse en la difícil orografía que resulta la Piel de Toro. La geografía andina y de las Pampas en ese sentido resultaría igual o más, en la complejidad. Desde el Valle de Túmbez, son meticulosas las descripciones geográficas, y como todo gira en torno al puerto, al aprovechamiento del agua, y a la gran estancia que será la encomienda. La misma ciudad americana será correspondida con la riqueza agrícola que controlarán los estancieros; cuyo soporte será el lustre que radicará en el urbanismo. En el desarrollo del barroco peruano estará muy presente. Tangarara fue “ refundada “ entre dos valles llanos, frescos y llenos de arboledas, junto a la población, más cerca de un valle que de otro, en un asentamiento llano, áspero y seco, en el cual resultaba poco menos que imposible transportar el agua por acequias. Aparte de los fuertes polvos que se extendían en el estío y la mucha humedad invernal; y con todo y con eso, una ausencia casi completa de lluvia. Volviendo a los tumbecinos, refiere como el casco urbano se nutre de las pesquerías. También deja dicho los caminos que existían en época inca.
Siguen las copiosas descripciones con respecto al Valle de Lima ( Lima se supone que toma ese nombre por los españoles a raíz del Río Rímac ). La anchura de este valle superaría a la de Túmbez, y fue aprovechado espacialmente en abundante población. Se nos anota que los modernos estudios de María Rostworowski permiten conocer la verdad de lo que dice D. Pedro Cieza; y fue precisamente el sistema implantado por Pedro de la Gasca lo que contribuyó a este despoblamiento. Lima, tras el mítico Cuzco, es la mayor de todo el Reino Peruano. La principal, vaya; la que resalta tras la antigua capital del Incario. Fue fundada por el Marqués Pizarro, siendo rey Carlos I de España y V de Alemania, en el año 1530. Destaca sus buenas casas, muy engalanadas con torres, donde, al gusto barroco donde muchos advierten influencias profundas de la Andalucía Occidental, buscan la espaciosidad, las ventanas decoradas, el patio, la proximidad de huertos y demás vegetación ( Ello lo explica muy bien Carmen Borrego Pla, Profesora de la Universidad de Sevilla )…Así se fue labrando el gusto por las “ casas coloniales “.Todo ello no es posible si no con el aprovechamiento del agua. En el tiempo que Cieza nos habla estaba allí asentada la Corte y la Chancillería Real; el corpus gubernativo imperial en todo su esplendor. Y todo ello en un ambiente comercial muy dinámico, insertas las tiendas en el conglomerado urbano limeño. Hemos hablado del aprovechamiento del agua; y bueno, es que Lima, como los grandes espacios urbanos de las Indias en general, no se entiende sin el laborío y la cercana relación de las encomiendas. Se refiere que en el linde de la parte oriental establecióse una cruz en un cerro muy grande; hoy el Cerro de San Cristóbal, que es un suburbio limeño. Esta costumbre estaba muy arraigada en amplias zonas de España. Los historiadores Francisco Rivas y Alfonso Álvarez-Ossorio---Este último Becario de la Universidad de Sevilla--- así lo ponen de manifiesto en su obra Una Ventana al Pasado ( Historia de Bollullos de la Mitación ), al referir la Cruz de Morante en dicho pueblo; lo cual solía delimitar el casco urbano propiamente dicho y señalaba, pues, el terreno campestre.
Con respecto al Valle de Pachacamac, detalla que está pasando la Ciudad de los Reyes ( Lima es así conocida en honor de los Reyes Magos, en un 6 de Enero quizá. Salvo de Diciembre a Marzo, el cielo anda encapotado. Quizá la luminosidad de los estivales días fue lo que animó al extremeño Pizarro a establecerse allá, en la cercanía de un puerto; como bien se nos anota ) por la misma pacífica costa. Lugar muy nombrado por los incas; y por ello Cieza intenta describir su antigüedad prehispánica…Estamos realmente ante una pirámide escalonada anterior a los incas. La gran fama que gozaba Pachacamac en la costa hizo que los incas lo adoptaran, estableciendo allí el edificio de Mamacuna, y demás, por lo cual tuvieron que traer la piedra de bastante distancia. Se dice que la ciudad se rodea en una zona difícil pero que en contorno de valles harto fértiles; de cañaverales dulces y frutas variadas. Y también vuelve a mencionar Cieza de León el gran camino que habían trazado los incas. Incluso dice haber señales para el caminante por los arenales. Estos son los valles de Nazca, que van hasta llegar al Valle de Hacari, y adelante están Ocoña, Camaña y Quilca, en los cuales hay grandes ríos. Dice que fueron zonas que se supieron muy pobladas pero que en lo que a los conquistadores le tocó no fue ni mucho menos así; destacando asimismo la riqueza natural de estas zonas. La descripción geográfica es realmente buena, y sirve para entender cómo se van distribuyendo los urbanos asentamientos. Por ello nos explica que, una vez situados delante del Valle de Quilca está el puerto de la ciudad de Arequipa, donde está los valles de Chuli, Tambopalla e Ilo; y que más adelante nos encontramos con los ricos valles de Tarapacá. Desde luego, el cronista describe siempre en esa adjetivación a la naturaleza peruana.
- La minería: Eje articulador de la economía indiana.
Habla de la minería de los valles de Tarapacá. La minería resulta ser el eje articulador de la economía hispanoamericana, y más aún en la centuria barroca, en plena irradiación. De la prosperidad minera brillará como ciudad Potosí, por ejemplo. Y en base a esta circulación económica dependerá, pues, el esplendor de no pocas ciudades. Y los asentamientos costeros van en consonancia con la variada riqueza piscícola. Ya por estos territorios de Dios nos adentraríamos en la Capitanía del Chile; que durante un tiempo fue llamada Nueva Toledo ( Siguiendo en el Virreinato Peruano ).
La importancia del Alto Perú ( La actual Bolivia ) es fundamental para entender ello, sobre todo la fundación urbana de Nuestra Señora de La Paz. En el Potosí, Cieza de León ya destaca la amplia estructura mercantil desarrollada. De uno y otro apartado beben los mercados en su inserción urbana.
Con respecto a los centros ceremoniales ( De grandes sacrificadores ), incide en ello y refiere ya lo dicho por él con respecto a las ciudades de Guayaquil y Puerto Viejo. Son copiosas las descripciones arquitectónicas sobre lo prehispánico; desde que comienza por los alrededores de San Miguel hasta Coricancha.
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