A mí siempre me llamó la atención el caso de la revuelta de Chiapas, en México, que detrás de esos desordenes, esencialmente de corte indigenista, dirigiendo aquello hubiera un blanquito burgués, nacido con cuchara de plata en la boca, empapado en ideas marxista, el sub-comandante Marcos, en vez de ser un indígena el que estuviera al frente de aquello, que hubiera sido lo más normal, digo yo. Al final continúa el mito paternalista decimonónico de siempre, del blanco salvando a los pueblos de “color”, por muy progres que se autocalifiquen estos salvadores (salvadores aunque los salvados no quieran). Tarzan ayudando a los pobres pigmeos, que sin la intermediación de un blanco no serian capaces de nada. Ah, y no digo que los chiapanecas no tuvieran razones para la revuelta, después de variaras décadas de gobiernos corruptos, ineficaces priistas se puede explicar la cosa. Lo que sería criticable en todo caso es quienes se ponen al frente de aquello.
Por cierto, el “sub lo que sea ese”, Marcos, es pro etarra, como no, era de esperar, faltaría más.