Parece que se pasaron por alto la constitución masona sobre la que se fundaron TODOS sus estados, tanto los de la Unión como los de la Confederación.
Además, el bando que eligieron tenía, a mayores, un sistema económico basado, en buena parte, en la esclavitud, algo totalmente incompatible a la luz del Catolicismo.
..., a lo cual hay que añadir el propósito de proclamar la Confederación como una República Cristiana donde todas las leyes tendrían que estar en consonancia con los Mandamientos de la Ley de Dios, asunto que llegó a discutirse en el Parlamento de la Confederación en Richmond.
Sí, una República protestante, de cariz calivinista, puritana; que no, obviamente, Católica. O sea, todo lo contrario.
Eso, a defender la constitución americana, madre de la jacobina contra la que estuvimos luchando desde la Revolución Francesa, luego con Napoleón y finalmente contra los liberales; ¿para qué? Para acabar luchando a su lado. En fin, surrealista....Al calor de todas esas cosas aparecieron en el Sur, en aquellos años, muchos miles de voluntarios europeos. De algún modo, la guerra fue una inesperada convocatoria: “Reaccionarios de todos los países, uníos”...
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