La familia que gobierna unida
Padres, hermanos, hijos y sobrinos del presidente venezolano. Todos ostentan sonoros cargos de responsabilidad en el país y, casi siempre, sobre sus cabezas se extiende la sombra de la corrupción. La ‘Familia Real’, como los Chávez son conocidos desde hace años por los venezolanos, es hoy una gran empresa
Barinas, la cuna que vio nacer al líder bolivariano Hugo Chávez, es la tierra menos revolucionaria de Venezuela. Allí, en los inmensos llanos al pie de los Andes, donde el sol es tan excesivo como algunos de sus hijos, se ha instaurado una monarquía periférica de nuevo cuño: los Chávez. El padre del presidente se llama Hugo de los Reyes y es el gobernador de Barinas. Elena Frías, la madre, dirige la millonaria Fundación del Niño. Argenis Chávez, uno de los cinco hermanos de Hugo, ejerce como vicegobernador y verdadero hombre fuerte del estado. Adelis es el banquero de la familia (vicepresidente ejecutivo de Sofitasa, un banco privado, con gran parte de sus cuentas de origen estatal), ex director de la Copa América 2007 y actual dirigente de los Juegos Nacionales. Nacho compagina el convenio de salud con Cuba con la lucha por ser el primer edil de Barinitas. Y Aníbal, el más pequeño de los hermanos, es el alcalde de Sabaneta, municipio natal del presidente.
El poder político y económico de Barinas ha cambiado de manos por obra y gracia de la Revolución. Mientras, en Caracas, el presidente Chávez reflexiona sobre cómo retomar el mando de una revolución frenada tras la derrota electoral del 2 de diciembre. A su lado, su hermano mayor, Adán, ministro de Educación y ex embajador en La Habana, trata de aconsejarle y darle sosiego. Por algo es uno de los mentores del líder que intenta extender su revolución a toda América Latina.
El revolcón electoral también ha convulsionado Barinas. La Familia Real, apodo de los Chávez, tan socarrón como malicioso, que se emplea hace años, mucho antes del incidente con el rey Juan Carlos, era intocable en su feudo. Ahora las distancias electorales se han reducido a escasos diez puntos, cuando antes eran casi hegemónicos.
¿A qué se debe este castigo en las urnas? Las acusaciones de nepotismo, corrupción e ineficacia administrativa son una rémora para la Familia Real. El gobernador Hugo de los Reyes, el Maestro, ha olvidado antiguas estrecheces económicas y maneja presupuestos millonarios a golpe de decretos de emergencia, más de cien desde su toma de posesión. La oposición le acusa de adjudicar a dedo obras y planes valorados en 200 millones de euros.
El padre del presidente tiene 74 años y muchas batallas en el cuerpo. Pero Elena Frías vive una segunda juventud. A golpe de bisturí. Le gustan las joyas, las marcas de lujo y las gafas Dolce & Gabbana. Y, como el venezolano es chistoso, menudean las bromas a costa de su querencia por el quirófano: “Otra obra del maestro Chávez”, repiten con sorna copiando las mismas palabras que lucen los carteles institucionales.
Pero cuentan que doña Elena es la más fuerte de toda la familia: “Estas acusaciones injustas nos hieren mucho. Deploramos la guerra sucia que ha emprendido la oligarquía contra la revolución. Pero estamos llenos de fe y sabemos que el pueblo no les escucha”, ha dicho.
Fe es creer en lo que no se ve. Pero según la oposición, lo que se ve es evidente. La pequeña finca familiar de La Chavera ha crecido sin parar. “Y hay más, como Laberinto, con 900 hectáreas dedicadas a la ceba del ganado. La Espoleta, un criadero. Y San Judas Tadeo”. Las acusaciones son de Antonio Bastidas, ex diputado opositor que creció junto a los Chávez.
Quien mueve los hilos del Gobierno es Argenis, apodado el Colin Powell de Barinas por su cargo de secretario de Estado, inventado para él. Argenis es el elegido por doña Elena para suceder a su padre en las elecciones de 2008. Sólo falta el visto bueno de Hugo, que parece preferir a Adán. Fincas, coches de lujo, alto tren de vida… Incluso varios sobrinos del presidente estudian en la universidad privada Santa María, que también se enfrentó a pedradas contra la policía durante las movilizaciones estudiantiles. Mientras, el presidente apuesta por las universidades bolivarianas y acusa de ser “hijos de papá” a los estudiantes “burgueses” que le han derrotado en las urnas.
Sobre Adelis Chávez, el banquero de la familia revolucionaria, ha caído el dedo acusador. El opositor Un Nuevo Tiempo (UNT) le denunció ante la Fiscalía de la República por el dinero malgastado para renovar el estadio de La Carolina. “Se produjo un sobreprecio de 50.000 millones de bolívares (15,8 millones de euros)”, acusa Francisco Ochoa Antich, secretario ejecutivo nacional de UNT.
Aníbal Chávez, alcalde de Sabaneta, municipio símbolo de la revolución, tiene un amargo problema: el Complejo Agroindustrial Azucarero Ezequiel Zamora, llamado a ser el hito de la reforma agraria. Sin embargo, tres oficiales del Ejército y cuatro civiles fueron acusados de malversación de fondos y estafa por un millón de euros, lo que provocó el cese del ministro de Agricultura. Nacho Chávez quiere ser como Aníbal, alcalde. Mientras, supervisa el convenio de salud con Cuba, que ha repartido 35.000 médicos cubanos por todos los municipios del país. Padres, hermanos… Y también hijos. La prensa local destacó el numeroso séquito del presidente en su reciente viaje a Francia y Arabia Saudí: casi 200 personas, incluyendo sus hijos Hugo Rafael, María Gabriela y Rosa Virginia, que aparecían como supuestos funcionarios públicos en un oficio de la Cancillería.
En la tierra de la revolución, les ha surgido su propia monarquía. No es un relato de García Márquez. Es la Venezuela de Chávez.
http://www.noticierodigital.com/foru...c.php?t=308776
http://www.noticias24.com/actualidad/?p=9903
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