1. Supongo que el texto debiera ser incluido en los curriculos de Catalunya, a fin de destruir el concepto típico de los nacionalistas que alegan que ésta no es España.
2. Hace falta encontrar un texto similar, pero de un rey portugués...
Algien podria ayudarme a traducir este texto:
"Gran meravella·ns donam de vosaltres, car sóts dura gent d´entendre raó ; car bé deuríets guardar lo negoci qual és, e deuríets guardar sí ho fem nós per bon enteniment o per mal. Car creem per cert que null hom no·nd poria en mal notar açò, car nós ho fem : la primera cosa, per Deu ; la segona, per salvar Espanya ; la terça, que nós e vós hajam tan bon preu e tan gran nom, que per nós e por vós sia salvada Espanya. E fe que debem a Déu, pues aquells de Catalunya, que és lo mellor regne d´Espanya, el pus honrat el pus noble (per ço car hi ha quatre comtes, ço és lo comte d´Urgell, e·l comte d´Empúries, e·l comte de Fois, e·l comte de Pallars, e ha hi rics hòmens, que per un que aquí n´haja, n´ha quatre en Catalunya, e per un cavaller n´ha en Catalunya cinc, e per un clergue que ací haja lla n´ha deu, e per un citadà honrat n´ha en Catalunya cinc), e pus aquells de las pus honrada terra d´Espanya no·s volgren guardar en dar a nós del lur..."
Solo me falta traducir la parte que está en azul. La parte en negro ya la tengo traducida, os la dejo aquí por si veis algún error:
"Porque creemos por cierto que ningún hombre podría notar mal en esto, porque nosotros lo hacemos: la primera cosa, por Dios; la segunda por salvar España; la tercera que nosotros y vosotros obtengamos tan "buen precio" y tan gran nombre, que por nosotros y por vosotros sea salvada España. Y fe que debemos a Dios, pues aquellos de Cataluña, que es el mejor reino de España, el más honrado, el más noble (pues hay cuatro condes, esto es el conde de Urgel, el conde de Ampurias, el conde de Foix, el conde de Pallars, y hay ricos hombres, que por uno que haya aquí, hay cuatro en Cataluña y por un caballero que haya (aquí) en Cataluña cinco, y por un clérigo que aquí haya allá hay diez, y per un ciudadano honrado en Catalunya cinco), y más aquellos de la más honrada tierra de España nos querrán guardar..."
Gracias.
1. Supongo que el texto debiera ser incluido en los curriculos de Catalunya, a fin de destruir el concepto típico de los nacionalistas que alegan que ésta no es España.
2. Hace falta encontrar un texto similar, pero de un rey portugués...
Hay muchas pruebas como esta sobre la españolidad de Cataluña, aquí te dejo un blog que te puede interesar: El Principat de Catalunya
Lo dificil es encontrar textos similares de reyes o escritores portugueses, supongo que por la indiferencia mostrada por nuestros historiadores hacia Portugal y que en Portugal no creo que los historiadores se dediquen a demostrar la hispanidad de su tierra.
Me consta que hay muchos más ejemplos, pero de momento he recordado éste:
De aquí: Textos Clásicos: Los Reyes Católicos, reyes de España
[...]
Los Reyes Católicos, ¿reyes de España o no?
Hemos visto con claridad que en la Edad Media hispana se habla de España y que ésta no se concibe como una entidad meramente geográfica, sino como una comunidad histórica y religioso-cultural, que confiere a sus miembros unos vínculos de solidaridad y de identidad. En principio, aunque se recuerda y en cierta manera se añora la antigua unidad política habida en la época visigótica y rota con la invasión islámica (es la idea de la «pérdida de España» desarrollada ya en la Crónica mozárabe del 754), no se aspira a recuperarla de un modo plenamente intencionado, al menos hasta fechas bastante tardías, pues se afirma la legitimidad jurídica de los distintos reinos y entidades políticas de la España medieval. Eso sí, éstos se ven interrelacionados entre sí por ese sentimiento realmente existente de comunidad hispánica y que les proporciona una identidad especial ante el Islam y en el seno de la Europa cristiana. Para la época de los Reyes Católicos, sin embargo, sí nos encontramos con unos deseos, en ocasiones muy marcados, de anhelo y búsqueda de la unión política, y las directrices del gobierno de los monarcas apuntan a ese fin. Esto, sin embargo, no procede de la nada, sino que se ha ido fraguando a lo largo de siglos, en especial desde el XIII. Según hemos indicado ya, en la propia centuria del 1400 toda una serie de textos fue preparando el terreno para la realización de la unidad hispánica bajo una sola Corona (25).
Por otro lado, los contemporáneos extranjeros e hispanos denominaron con cierta frecuencia «Reyes de España» a los Reyes Católicos, y además usaban el término con naturalidad. Sin embargo, es cierto que los monarcas nunca emplearon tal designación en su intitulación, sino que conservaron la larga lista de títulos que ya conocemos y que estaba abierta a añadir otros nuevos; y, efectivamente, ellos la agrandaron de forma sobresaliente.
Respecto de esta segunda cuestión, Fernando del Pulgar, en su Crónica de los Reyes Católicos refiere que en el Consejo Real se debatió qué intitulación debían emplear, y que, a pesar de que los votos de algunos consejeros se inclinaron porque se denominasen «reyes e señores de España, pues subçediendo en aquellos reynos del rey de Aragón eran señores de toda la mayor parte della, pero determinaron de no lo hacer e yntitularonse en todas sus cartas en esta manera» (es decir, la de la lista de reinos y señoríos).
Por lo tanto, hubo una negación por parte de Isabel y Fernando a la idea de autodenominarse de forma oficial «Reyes de España». Y, sin embargo, es evidente que no sólo les llamaron así numerosas personas e instituciones, sino que los monarcas no pusieron impedimento alguno a que lo siguieran haciendo. Más aún, lo permitieron e incluso ordenaron que se imprimieran libros en los que aparecía tal término. El caso del propio Fray Ambrosio Montesino es bien claro y significativo: se dirige a Isabel como «Reina de España», al menos ya desde las coplas que por encargo suyo compone hacia 1485; a ella y a Fernando les denomina «Reyes de España» en la Vita Christi en 1502; y finalmente dedica al segundo, como «Rey de España», las Epistolas y Evangelios en 1512.
Esto último lleva a reflexionar sobre otro aspecto: el calificativo se aplica tanto a Isabel sola, como únicamente a Fernando, y a los dos juntos. Es decir, cabe afirmar que hay una conciencia clara de que los dos son los Reyes de España, y que el «Tanto monta» funciona al menos en la teoría.
Así pues, ¿podemos considerar y llamar «Reyes de España» a los Reyes Católicos?
En primer lugar, queda fuera de duda que España es una realidad en la Edad Media y que existe un concepto de ella que no se limita a mera geografía, sino que, si bien ésta puede ser y es la base, hay bastante más: hay una conciencia de identidad y de comunidad. Por lo tanto, en caso de considerar a Isabel y Fernando «Reyes de España», lo serán de algo que no se restringe a lo geográfico.
En segundo lugar, ya se ha visto cómo se habla con frecuencia de los «Reyes de España» en el Medievo hispánico, así que tampoco es del todo novedoso que se aplique el término a Isabel y Fernando, sino que tiene una larga tradición. Pero lo que sí es novedoso es que se les considera como reyes de la unión recuperada de España, gracias a su matrimonio y a toda su labor, en la que cuentan como elementos muy importantes la incorporación de Granada, Canarias, Navarra... La expansión norteafricana, el descubrimiento de América... y, desde luego, la política matrimonial de los monarcas. Todo esto, sin olvidar lo que desarrollan en lo que toca a la hacienda y la moneda, la justicia, el ejército, la reforma y unidad religiosas, etc.
En tercer lugar, no sólo otras personas e instituciones denominan a Isabel y Fernando «Reyes de España», sino que ellos mismos tienen conciencia de serlo, aun cuando no quieran usar de manera oficial esta designación. Si no fuera así, no se comprendería que permitieran que se les llamase de este modo una y otra vez a lo largo de todo su reinado, y tanto por separado como en conjunto.
¿Por qué entonces no aceptaron el uso oficial del título «Reyes de España»? Como apunta Suárez (26), se pueden encontrar varias posibles respuestas a tal cuestión.
La primera de ellas puede ser la tradición: a lo largo de la Edad Media, los monarcas hicieron uso de un sistema de titulación plural, que fue plenamente heredado por los Reyes Católicos. Este factor ya lo señala Maravall (27), y hay que recordar que Isabel y Fernando eran tenidos, y ellos a sí mismos se tenían, más como «restauradores» que como «fundadores" (28).
La segunda razón es que pudo deberse a que la unión política de España aún no estaba acabada del todo: no eran todavía reyes de toda España, sino de una parte, aunque fuera la mayor, lo que creaba en ellos el deber de completarla (29).
En relación con esto hay que poner la cuestión de Portugal: ya sabemos que, a través de su política matrimonial, uno de los fines de los Reyes Católicos era la armonización política con este reino. Pero el uso del título »Reyes de España» de forma oficial podía molestar al vecino lusitano, que también se consideraba parte de España. Maravall ya indica este aspecto, y realiza un comentario acerca de que el rey don Manuel de Portugal hizo una reclamación a Fernando el Católico porque éste se hacía llamar «rey de España» (30). De todas formas, el hecho de que, en cambio, Isabel y Fernando aceptaran que personas e instituciones les denominasen así, podía constituir un elemento de propaganda de cara también a Portugal.
Y, hablando de propaganda, una cuarta razón la podemos ver en la fuerza que podía tener una larga intitulación, la cual, además, estaba abierta a nuevos añadidos. Ladero matiza que la efectividad y la fuerza de cada título era diversa: los había honoríficos (Atenas y Neopatria, por ejemplo), reivindicativos (Rosellón y Cerdaña hasta 1493) y efectivos (31). Como decimos, la lista podía ir aumentándose mediante la incorporación de nuevos reinos o señoríos y esto confería un evidente prestigio al monarca o monarcas (32). Y, como igualmente hemos dicho, los Reyes Católicos hicieron crecer en su época el número de títulos de forma considerable. [...]
Absolutamente recomendable. Un texto, por cierto, plagado de datos con los que derruir esas chorradas propias de analfabetos históricos rojoseparatistas según las cuales España "se la inventan los Reyes Católicos", la pergeña "Felipe V", nace "en 1812" o se la saca Franco de la chistera. O esa otra de que España, (como vocablo evolución de Hispania y no como término político moderno, por supuesto), ya se escriba Espanna, Spaña, Espanya, Hespanha, Espainia o como se prefiera, no engloba a Portugal. Por supuesto que lo engloba: lo engloba y lo ha englobado siempre, en esto yo sigo nada menos que a un rey de Portugal (que sabía algo del tema, vamos digo yo). Y siempre lo englobará para toda aquella persona medianamente culta a ambos lados de la frontera política. Frente a esto el nacionalismo romántico decimonónico lo que tiene que hacer es agachar humildemente la cabeza.
Todavía a finales del siglo XVIII se podía comprar en Lisboa una edición de las obras de Camoes titulada así:
"Obras do grande Luis de Camões, príncipe dos poetas de Hespanha. Terceira edição, da que, na Officina Luisiana, se fez em Lisboa nos annos de 1779 e 1780"
gl
¿Nadie puede ayudarme a traducir el texto del primer mensaje?
Pero como no vi este hilo! Que gran idea, y que buena traducción que llevas hasta ahora.
Si quieres te ayudo con las palabras más peliagudas, pues algunas ya ni existen y otras incluso cambiaron el significado (meravella, negoci, guardar, etc). Aquí te pego las acepciones que algunas de estas palabras tenian por esa época:
meravella
[s. XIII; del ll. mīrābĭlĭa, pl. neutre de mirabilis 'estrany, sorprenent, notable', amb metàtesi, que hagué de donar, ja en ll. vg., maribilia per exigències fonètiques tant en cat. com en altres llengües romàniques]
car2
[s. XII; del ll. quare 'per què?', amb pas del sentit interrogatiu al causal]
conj arc Introdueix una proposició en què hom explica la causa d'allò que ha estat dit en la proposició anterior. No refusem el seu ajut, car, altrament, s'ofendria.
negoci
[s. XIV; del ll. negotium 'afer, treball, ocupació', de nec 'ni' i otium 'oci, lleure, desocupació', és a dir, 'negació de l'oci', per tant 'ocupació']
guardar
[s. XII; del germ. wardōn 'cercar amb els ulls', der. de warda 'acte de cercar amb els ulls; guàrdia, guarda; talaia', i aquest, de waron 'atendre']
"enteniment" ahí sería "sentido común", "seny"...
De "lur" no encontré nada, lo más parecido que existe es "llur", pero eso no encaja en el contexto.
Así, a grandes rasgos sería... "Gran sorpresa nos disteis, pues sois gente "dura" de atender a razones, porqué deberiais dejar el afer (trabajo, ocupación...) tal como está, y deberías ver si lo hacemos con buen o mal juicio (sentido común, seny...)", pero si quieres mejor sigue la misma linea del resto de la traducción.
Por lo demás, a ver si encuentras algo de la palabra "lur", y entonces ya tendremos la primera traducción a una lengua moderna que existe de este texto en todo el internet.
"Donau abric a Espanya, la malmenada Espanya
que ahir abrigava el món,
i avui és com lo cedre que veu en la muntanya
descoronar son front"
A la Reina de Catalunya
Bueno, yo he encontrado algo que a lo mejor podría servir de pista, aunque también podría ser fruto de mi exaltada imaginación. Si es así presento mis disculpas.
Se trata de las siguientes palabras latinas:
1.- Lúridus, que significa pálido en demasía, cetrino, amarillo, amarillento, lívido y también negro y sombrío.
2.- Luror, la palidez cetrina que tira al color negro.
Me pregunto, pues, si quizá el lur pudiera significar, por deformación de la palabra y extensión de su sentido figurado, el mal en general, simbolizado por la lividez, lo cetrino o lo negro,síntoma de algunas enfermedades como la peste.
Reitero mis disculpas si he dicho alguna barbaridad.
El texto quedaria así:
“Gran sorpresa nos dais, porque sois gente dura de atender a razones; porqué bien deberíais dejar el afer tal como está, y deberías ver si lo hacemos por buen entendimiento o por malo.Porque creemos por cierto que ningún hombre podría notar mal en esto, porque nosotros lo hacemos: la primera cosa, por Dios; la segunda por salvar España; la tercera que nosotros y vosotros obtengamos tan "buen precio" y tan gran nombre, que por nosotros y por vosotros sea salvada España. Y fe que debemos a Dios, pues aquellos de Cataluña, que es el mejor reino de España, el más honrado, el más noble (pues hay cuatro condes, esto es el conde de Urgel, el conde de Ampurias, el conde de Foix, el conde de Pallars, y hay ricos hombres, que por uno que haya aquí, hay cuatro en Cataluña y por un caballero que haya (aquí) en Cataluña cinco, y por un clérigo que aquí haya allá hay diez, y per un ciudadano honrado en Catalunya cinco), y más aquellos de la más honrada tierra de España nos querrán guardar "en dar a nós del lur" (¿en su interior?)...
Solo falta esa última frase.
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