LA PRAGMÁTICA SANCIÓN


El 29 de marzo de 1830 Fernando VII promulgaba la Pragmática Sanción que dejaba sin validez la antigua Ley Sálica. Desde que comenzó su reinado no hubo más heredero al trono que su hermano don Carlos. De pronto, en unos pocos meses, todas sus opciones desaparecían. La opción de don Carlos no gustaba nada a los liberales, que tenían sus propios proyectos. Los acontecimientos se desarrollaron del siguiente modo:
El Rey Fernando VII estaba achacoso pero no tenía más de cuarenta y cinco años. Fernando quería un heredero y, para alegría de los liberales, contrajo matrimonio con María Cristina de Nápoles. La infanta Luisa Carlota, hermana de la prometida, mediaría en la elección. Los liberales cubrieron de loas a la nueva Reina. En menos de un año el Rey anunciaba un descendiente, la infanta Isabel, y en marzo de 1830 (día 29) promulgaba la Pragmática Sanción que derogaba la Ley Sálica.
La Ley Sálica había sido implantada por Felipe V, rompiendo con el viejo orden sucesorio de Castilla implantado en Las Partidas de Alfonso X el Sabio, que daba prioridad al varón pero dejaba reinar a la mujer en ausencia de descendientes masculinos.
Con todo, el problema sucesorio no estaba resuelto. Los partidarios de don Carlos, bien organizados después de todo un reinado aguardando su momento, ejercieron una presión considerable, presagiando el peligro de un conflicto civil ante la juventud del sucesor y el largo periodo de regencia que se esperaba. Las presiones dieron resultado y el Rey ordenó derogar la Pragmática Sanción. Buena noticia para los carlistas. Aún quedaba una última jugada, que contó con la connivencia de María Cristina, la cuñada del Rey, y el Partido Liberal. Luisa Carlota consiguió entrar en La Granja y persuadir al Rey para revertir el proceso y derogar la Ley Sálica, y así se hizo el 28 de septiembre de 1832. No habría más movimientos y un año después moría el monarca. La inevitable consecuencia sería la guerra.

EL CARLISMO: UNA ANTIGUA ORDEN DE CABALLERÍA: agosto 2012