LA AUTÉNTICA CORTE DEL REY ARTURO
Carlos de Valois, a quien después de muerto se le apodó como Carlos el Temerario de Borgoña, estuvo a punto de reconstruir el Antiguo Reino de Borgoña-Lotharingia en el siglo XV, pues era gobernante y soberano de catorce estados independientes, que estaban federados.
Cada estado tenía sus propias leyes, lengua y gobiernos. Lo que hoy conocemos como Países Bajos: Holanda, Bélgica y Luxemburgo pertenecían al gobierno y poder Borgoñón.
Cada territorio reunía a sus Estados Generales o Parlamentos de manera independiente unos de otros, aunque reconocían, eso si, la soberanía política de los duques de Borgoña.
Al existir distintas capitales políticas y distintas lenguas, el Duque Felipe el Bueno inventó la famosa Orden del Toison de Oro. Así, los duques de Borgoña vertebraron su Ducado en una especie de Federación que recordaba las leyendas del Rey Arturo y los Caballeros de la Mesa Redonda, fieles servidores de su Rey en defensa de los ideales de la Verdad, el Honor y la Justicia. Los Caballeros de la Orden del Toison de Oro representaban una institución multiestatal y plurinacional, pues reflejaban la Unidad Política del Gran Ducado de Borgoña.
Felipe el Hermoso se casó con Juana la Loca, hija de los reyes Católicos, Isabel y Fernando. La unión dinástica entre Felipe el Hermoso y Juana la Loca dio lugar al nacimiento de Carlos I de las Españas y V de Germania o Alemania. El Toison de Oro sería una condecoración prestigiosa en el gobierno de la Casa de Austria, símbolo de la unidad política del Ducado de Borgoña. El influjo y herencia Borgoñona llevó siempre a un comportamiento político por parte de sus duques y soberanos, los Reyes de las Españas a estampar un papel Federal de la Monarquía Universal de las Españas, que respetaba la unidad en la variedad y la diversidad de los distintos Estados Territoriales Borgoñones y los distintos Reinos, Señoríos y Principados de las Españas.
EL CARLISMO: UNA ANTIGUA ORDEN DE CABALLERÍA: julio 2012
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