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Tema: La verdad sobre la Inquisición Española

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  1. #1
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    Re: La verdad sobre la Inquisición Española


  2. #2
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    Re: La verdad sobre la Inquisición Española


    Cuánto cuidado hay que tener. Incluso al hacer apologética se cae en el lenguaje del enemigo. No señor. La inquisición mexicana no ajustició a 43 personas. La Inquisición no ajusticiaba. Juzgaba, y si el reo era hallado culpable, a partir de ahí se ocupaba el brazo secular, la justicia civil. Luego lo lee la gente que está acostumbrada a ver la típica representación hollywoodense de un monje de aspecto siniestro (que, curiosamente, nunca tiene hábito dominico) prendiendo una hoguera con una antorcha, y el imaginario colectivo sigue creyéndose que la Inquisición quemaba a la gente. Y en realidad era al revés: cuántos religiosos, dominicos o de otras órdenes, fueron verdaderos mártires que por estar hasta el último momento junto al reo por si acaso éste se arrepentía en el último momento y podían absolverlo, murieron quemados porque de pronto el viento cambió de dirección y les prendió el hábito por estar demasiado cerca. Dieron la vida por salvar un alma. Pero así se escribe la historia.
    Mexispano, ReynoDeGranada, raolbo y 2 otros dieron el Víctor.

  3. #3
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    Re: La verdad sobre la Inquisición Española

    Mitos y mentiras de la Inquisición: la vida en los calabozos


    Por: Úrsula Camba Ludlow - 10/10/2013



    La enseñanza de la Historia desdeña los matices y nos entrega un relato que en su rigor nos niega detalles que revelan la complejidad de un suceso; la historia de la Inquisición en México, por ejemplo, es quizá menos terrible de lo que creemos, o su pavor se encuentra en otras cosas que desconocemos.






    La historia que nos enseñaron de niños es aburrida y a casi nadie le gusta. Fechas, batallas y nombres que teníamos que “memorizar” y que se nos olvidaron en cuanto salimos del salón de clases. Al mismo tiempo, aprendimos una serie de mitos y estereotipos sobre nuestro pasado que están arraigados en la conciencia colectiva de los mexicanos. Este espacio tiene un doble propósito: acercarnos a la historia de forma entretenida e interesante, lejos de esa solemnidad fastidiosa a la que nos han acostumbrado y en segundo término, cuestionar los mitos y los equívocos que forman parte de nuestra cultura e identidad y que, sin reflexionar demasiado, nos hemos tomado como verdades absolutas.

    Para muestra, un botón: cuando escuchamos la palabra Inquisición vienen a nuestra mente imágenes terroríficas de calabozos oscuros y hediondos, de presos encadenados a las paredes enmohecidas y sacerdotes malvados, horrendos y hasta libidinosos que se fascinan torturando gente, con instrumentos de una crueldad indescriptible. Eso puede ser verdad, en parte. Pero hay otros aspectos que podemos conocer y que nos darán una visión más compleja y menos caricaturesca del Santo Oficio. En efecto, la Inquisición debía vigilar que la fe católica se conservara pura y sin contaminación de herejías como el judaísmo o el protestantismo. En cambio, el robo, la violación, la pederastia, el asesinato, a pesar de que fuesen atroces no eran competencia de dicho Tribunal. Quienes son encarcelados en los calabozos inquisitoriales solo saben que han cometido un delito de fe. ¿Cuál? Algunos lo intuyen, otros no tienen ni idea, al momento de aprehenderlos no se les dice la causa.

    Lo que más atribula a los presos no es, como se piensa, el miedo al tormento, sino el aburrimiento, la angustia y la incertidumbre. Las largas horas y los días en el calabozo, sin nada que hacer, sin saber cuántos meses o años pasaran hasta que se les dicte sentencia.

    Para matar el tiempo y distraer la mente hay hombres que piden aguja e hilo y bordan verdaderos primores. Otros pueden, en el patio y a manos del barbero, ser afeitados o recibir un corte de pelo, de tanto en tanto. Mujeres solicitan atole para almidonar los cuellos y las camisas de su vecino de cárcel. Hay algunos que piden papel, pluma y tinta para preparar su defensa o están los soplones designados por los inquisidores, para anotar lo que escuchan a su alrededor. La soledad es inconcebible, las celdas son compartidas y a veces están sobrepobladas.

    La mezcla de aburrimiento y angustia es el arma más eficaz que tiene el Santo Oficio para obligar a los acusados a confesar. Y así como se traban amistades y se intercambian confidencias también surgen los odios y la exasperación. Es el caso de Melchor Perez de Soto, arquitecto de la catedral, preso por astrologo, quien ya demente intenta estrangular a su compañero de celda.

    No todos los calabozos son iguales, como tampoco los presos lo son. Hay calabozos oscuros que rezuman humedad y alimañas. Hay otros, para quienes lo pueden pagar, que tienen un ventanuco que da a la calle y entra un rayo de sol. Como la pena de cárcel perpetua no existe, los calabozos podían permanecer varios años desocupados y la falta de mantenimiento aceleraba su degradación. En algunos casos el alcaide sin autorización, decide rentarlos como cuartos a vagos, prostitutas y delincuentes, y sacar un dinero extra.

    Quienes tienen más recursos pueden incluso pedir que diariamente les lleven comida de sus casas. Es el caso de Francisco Botello quien consume pescado frito, cocido de vaca, sopa con queso, camotes con miel, champurrado, tamales, empanadas, quelites para la cuaresma, plátanos, peras y tunas. Hay otros `presos que preparan sus propias comidas en un anafre, no falta el olor a tocino asado en los pasillos. O los que comen aquello que mulatas y mestizas preparan en la cocina del alcaide. Todos, ricos y pobres, beben chocolate y el tabaco es también un compañero frecuente de los días sin sol y para muchos sin esperanza.

    La vida en la cárcel inquisitorial transcurre lentamente entre pendencias, llantos, susurros, anhelos y miedos. Episodios de la historia como este nos permiten profundizar más en detalles que nos resultan más familiares de lo que podría pensarse pero que, al mismo tiempo nos abren una ventana para asomarnos a la vida de esa “gente común” como nosotros quienes aparentemente no dejaron rastro alguno tras de sí, pero que si escuchamos con suficiente atención podremos escuchar aunque tenue, un eco del pasado.



    Como referencia: Alberro, Solange. Inquisicion y sociedad en Mexico 1571-1700, FCE, México, 1988.


    Twitter de la autora: @ursulacamba

  4. #4
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    Re: La verdad sobre la Inquisición Española

    Les traemos otra viñeta más sobre, en general, a la Inquisición Española en Nueva España , pronto haremos otra respecto a la Inquisición en el Virreynato del Perú.


    Cita:

    "A partir de una exhaustiva investigación sobre el papel que tuvo el Tribunal del Santo Oficio en la Nueva España, la historiadora Consuelo Maquívar derriba algunos mitos que han rodeado a dicha institución, entre ellos, el que envió al patíbulo a cientos de personas, cuando en realidad, según consta en expedientes del Archivo General de la Nación, fueron 43 los ajusticiados en los tres siglos que duró la Colonia.

    ...la investigadora señaló que con base en el estudio de los procesos del Tribunal del Santo Oficio (que operó en México entre 1571 y 1820), alrededor de 300 personas fueron juzgadas, de las cuales se condenó solo a 43 con la pena de “relajación del brazo secular”, que implicaba la muerte en la hoguera.

    Detalló que de dicha cantidad, 17 fueron ajusticiados en el siglo XVI, 25 en el XVII, y una en el XVIII, en el XIX no hubo ninguna. El Tribunal no llevaba a cabo la ejecución directamente, “porque la Iglesia católica no podía matar”, así que ponía a los reos en manos de la autoridad civil, que era la encargada de ejecutar al prisionero.

    La especialista del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta), señaló que otra de las penas que aplicaba el Santo Oficio era la “vergüenza pública” o “sambenito”, que consistía en llevar una túnica burda con una cruz de San Andrés y un gorro llamado “capirote”.

    También establecía el destierro (temporal o perpetuo), multas o incluso la condena a galeras, que se cumplía en los galeones de la flota española, además de que en todos los procesos se procedía a la incautación de bienes. Asimismo, existía la posibilidad de la absolución (que rara vez sucedía) o suspensión del proceso.

    En su conferencia, Consuelo Maquívar descartó otro de los mitos de la Inquisición en la Nueva España: “Ningún indígena fue sujeto a proceso inquisitorial, ellos estaban exentos de estos juicios”...

    La investigadora de la Dirección de Estudios Históricos (DEH) del INAH, explicó que solo se juzgaba a los españoles, criollos, mestizos y castas (mulatos y negros), y que los procesos de incoación (comienzo de una actuación legal) se iniciaban por denuncias de “personas honestas”, que generalmente permanecían en el anonimato."


    Fuente: Consuelo Maquívar, "Despejan mitos de la inquisición en la Nueva España", INAH, 24 de Julio del 2012




    Imagen en grande:

    http://fav.me/da8y458


    -Castellanos










    https://www.facebook.com/Hispanicbal...243158/?type=3

  5. #5
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    Re: La verdad sobre la Inquisición Española

    CITA COMPLETA:

    ¿Por qué causas Felipe II extendió el funcionamiento de la Inquisición al Nuevo Mundo?

    Las principales motivaciones para el establecimiento del Santo Oficio en Hispanoamérica fueron las siguientes:

    1. Los continuos ataques de los corsarios y piratas protestantes, principalmente ingleses, holandeses y franceses, quienes inclusive pusieron en riesgo el dominio hispano sobre sus territorios. Éstos no sólo atacaban las embarcaciones españolas para adueñarse de éstas y sus mercaderías, también secuestraban a las tripulaciones y a los pasajeros para exigir rescates, mientras que en otros casos los vendían como esclavos. A todo ello se añaden innumerables abusos y asesinatos. Ninguna población costeña o cercana a la costa se hallaba segura. Así lo demuestran los ataques realizados en Veracruz, Cartagena, Maracaibo, Santa Marta, Callao, Paita, Arica, La Habana, Puerto Rico, Santiago de Cuba, Santo Domingo, Jamaica, etc. La enorme mayoría de los enjuiciados por la Inquisición por tales motivos fueron sentenciados a un periodo de prisión. En cambio, los piratas procesados por los tribunales civiles eran condenados a la horca.

    2. A raíz de la conquista se había producido un relajamiento de la moral pública y privada. La vida de los hispanos en Indias resultaba escandalosa y se daban muchos casos de poligamia, blasfemia, idolatría, brujería, etc. Ante ello, las autoridades virreinales así como los cabildos, las autoridades eclesiásticas y numerosos personajes ─entre ellos fray Bartolomé de las Casas─ solicitaron a la corona el establecimiento de la Inquisición para que se corrigiesen tales desviaciones.

    3. Los judaizantes llevaron la peor parte en el funcionamiento del Tribunal. Muy a pesar de que la corona había prohibido, desde los primeros momentos de la conquista, que los judíos y los convertidos del judaísmo al cristianismo así como sus descendientes pasasen a sus dominios muchos de ellos habían logrado burlar tales restricciones. Al decretarse la expulsión de los judíos de España (1492) muchos se refugiaron en Portugal. Tiempo después, al producirse, durante el reinado de Felipe II, la unificación de las coronas de España y Portugal, se multiplicó su presencia en Hispanoamérica, a donde llegaban atraídos por la búsqueda de las legendarias riquezas que estas ofrecían. Habría que remarcar: ¿La Inquisición juzgaba a los indígenas? No. Por disposición del Rey Felipe II los indígenas estuvieron exceptuados del fuero inquisitorial. La acción del Tribunal sólo comprendía a las minorías criolla, mestiza o negra.


    Fuente: "Preguntas más frecuentes sobre el tribunal de la Inquisición en Lima" Museo de la Inquisición y del Congreso (Perú)








    https://www.facebook.com/Hispanicbal...type=3&theater

  6. #6
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    Re: La verdad sobre la Inquisición Española

    Este es un muy buen ejemplo de una de las razones, puesta en práctica, del por que los judíos eran el objetivo principal de la inquisición.

    -Castellanos








    https://www.facebook.com/Hispanicbal...type=3&theater
    Última edición por Mexispano; 07/08/2016 a las 02:14

  7. #7
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    Re: La verdad sobre la Inquisición Española

    CITA:

    "¿Cómo se iniciaban los juicios?


    Se pedía al denunciante que aportase pruebas u otros testimonios que avalasen sus declaraciones. De existir al menos tres testigos que no tuviesen ninguna animadversión contra el denunciado se daba inicio al proceso, para lo cual detenían al sospechoso.

    Las denuncias eran cuidadosamente revisadas por los inquisidores, quienes disponían investigaciones complementarias. Después de reunidas las pruebas, el encausado era apresado y conducido a las cárceles secretas de la Inquisición, en las cuales se le solicitaba en forma reiterada que se arrepintiese y confesase el motivo de su detención.

    Asimismo, se le incomunicaba completamente, no permitiéndosele ningún tipo de visitas, ni siquiera la de sus familiares más cercanos. A los detenidos se les proveía de una ración alimenticia adecuada. Si el procesado tenía recursos económicos se le deducía el valor de los alimentos de sus bienes, los cuales eran secuestrados; en caso contrario, su costo era asumido por el Tribunal.

    ¿Por qué se pedía al procesado su confesión?

    El motivo de la insistencia en la confesión voluntaria se originaba en que el Tribunal no buscaba la sanción del hereje sino su salvación. Para ello, era fundamental el arrepentimiento del procesado, lo que se manifestaría en s predisposición a confesar los hechos que habían dado origen al proceso. En los casos en que los reos se inculpaban a sí mismos las sanciones solían ser benignas (el pago de alguna multa, escuchar misa, realizar peregrinaciones, rezar algunas oraciones, etc.)."



    Fuente: "Preguntas más frecuentes sobre el tribunal de la Inquisición en Lima"

    Museo de la Inquisición y del Congreso (Perú)









    https://www.facebook.com/Hispanicbal...type=3&theater

  8. #8
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    Re: La verdad sobre la Inquisición Española

    Las falsas torturas de la inquisición

    -El Matador








    https://www.facebook.com/Hispanicbal...type=3&theater

  9. #9
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    Re: La verdad sobre la Inquisición Española

    La Inquisición Española - Documental de la BBC


    Publicado el 30 ene. 2016


    El mito de la Inquisición Española. Documental de la cadena británica BBC doblado al español.






    https://www.youtube.com/watch?v=luS9lrBoPc4

  10. #10
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    Re: La verdad sobre la Inquisición Española

    "La inquisición, un tribunal de misericordia" - D.F. México


    Publicado el 10 jul. 2015


    Especial TLV1 N° 27 - "La inquisición, un tribunal de misericordia" - D.F. México

    Cristian Rodrigo Iturralde presenta su conferencia sobre "La inquisición, Un tribunal de misericordia" en el Club de Periodistas del Distrito Federal de México. Mayo 13 de 2015.






    https://www.youtube.com/watch?v=Mvqj8qvPkhg

  11. #11
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    Re: La verdad sobre la Inquisición Española

    Un experto del CSIC asegura que “la Inquisición española no llevó a ningún científico a la hoguera”


    El doctor Alfonso Carrascosa afirma que son leyendas negras creadas por “la historiografía laicista”


    El profesor y doctor Alfonso Carrascosa, científico del CSIC imparte hoy una conferencia en la Universidad Eclesiástica de San Dámaso titulada “Iglesia católica y ciencia en la España del siglo XX”. Su objetivo es dar a conocer la contribución de la Iglesia al desarrollo de la ciencia durante este periodo, a pesar de que una parte de la “historiografía laicista persiga extirpar del espacio público la religión”, afirma.






    El científico del CSIC, Alfonso Carrascosa, en una conferencia en el CEU.

    RC

    El desarrollo de la ciencia en el siglo XX, fue impulsado por laicos católicos pertenecientes a las dos instituciones más emblemáticas de este periodo: la Junta de Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas (JAE) y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

    Carrascosas declara a Religión Confidencial que en pleno siglo XX esa actividad ha continuado “aunque no se hable de nosotros”. En su opinión, esto se debe a que parte de “la historiografía laicista pretende convencer de que los científicos no somos creyentes, pero no es cierto. Lo que a un científico le hace perder la fe es lo mismo que lo que le hace perder la fe a un no científico, y que el Concilio Vaticano II lo dejó muy claro: la descristianización de la sociedad, conocida en la actualidad como la apostasía de Europa que la denominara Juan Pablo II”.



    Mentiras sobre la Inquisición

    En la España del siglo XXI, todavía son muchos los que piensan que la Iglesia ha tenido miedo a la ciencia, considerando herejes a muchos de ellos. Carrascosa argumenta una versión distinta.

    “La Iglesia Católica, en la persona de los papas, ha pedido perdón por sus errores. Recientemente hemos visto a Francisco pedir perdón a los pobres por la desatención de los cristianos, algo que no hacen otras ideologías que han sembrado el espanto en el siglo XX. Pero hay que decir que algunos de los errores atribuidos a la Iglesia en cuanto a la conciliación ciencia y fe, pertenecen al conjunto de eslóganes que son denominados la leyenda negra, construida con ella por sus enemigos a partir de producirse el cisma de occidente”, afirma el científico.

    Carrascosas subraya que “la inquisición española no llevó a ningún científico a la hoguera. Galileo murió en su cama anciano y fue un católico ferviente que jamás apostató de su fe. Copérnico, un cura católico, fue el primero en decir que la tierra no era el centro del sistema solar. Gregorio Mendel, un monje católico agustino creó la genética, y nadie lo ha reconocido. En el año de Cervantes, nadie ha dicho que el escritor se jugó la vida defendiendo su fe y que sus obras han sido consideradas como acciones de evangelización a través de la cultura ya que sus personajes y sus historias incluyen las verdades de la fe católica. Tampoco nadie comenta el posible catolicismo de Shakespeare, ahora que estamos en el 400 aniversario de su fallecimiento”.

    El profesor insiste que “en España, la Iglesia católica ha acompañado estrechamente el desarrollo científico durante las edades media y moderna, transmitiendo el saber antiguo y evitando su pérdida mediante los scriptoria de los monasterios, impartiéndolo después para curas y para el pueblo llano, en las escuelas catedralicias, estudios generales de universidades y finalmente con la incorporación de sabios laicos a las instituciones científicas creadas por ellos mismos”.

    Incluso añade que la ilustración española fue capitaneada también por laicos católicos, fundando instituciones como el Real Jardín Botánico o el Museo Nacional de Ciencias Naturales.



    Stephen Hawking en el Vaticano

    El físico Stephen Hawking pronunció el pasado 25 de noviembre una conferencia en el Vaticano dentro del seminario titulado "Encuentro Ciencia y Sostenibilidad" organizado por la Academia Pontificia de la Ciencias, en el que está reuniendo a los científicos más prestigiosos del mundo.

    Entre otros razonamientos, explicó que “preguntar qué había antes del Big Bang no tiene sentido en la `Propuesta de No Límite´ porque no hay noción de tiempo disponible como referencia. Sería como preguntar qué hay al sur del Polo Sur”.

    Para Carrascosa, “la afirmación de Hawking de que no existe un Dios creador carece de fundamento científico y exige profesar la fe materialista. La propia Escritura dice que a Dios nadie lo ha visto. Stephen Hawking sería más veraz si dijera que él no ha visto a Dios. El misterio sin resolver de este físico es el misterio de la fe, que aparentemente no quiere recibir. Si la recibiera, experimentaría que razón y fe, o ciencia y religión son complementarias, que es lo que el Magisterio de la Iglesia siempre ha dicho”.



    _________________________

    Fuente:

    Un experto del CSIC asegura que “la Inquisición española no llevó a ningún cientÃ*fico a la hogueraâ€
    Erasmus, Fidelitas, ReynoDeGranada y 2 otros dieron el Víctor.

  12. #12
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    Re: La verdad sobre la Inquisición Española

    Bos días.
    Cuando tenga tiempo, voy a tratar de buscar información sobre ese lema que muchas jóvenes se creen sobre que la Inquisición quemaba a las mujeres por brujas, en España.
    A mí me resulta poco creíble. Sé que la hoguera se utilizó.. Pero "por brujeria", me resulta: Peliculero... No se, no me lo termino de creer.

    Si alguien tiene aportes, o ya está recogido en el foro, le agradecería lo enlazase.
    Un Saludo.


    Tándem Aquila Vincit
    ———————————



    Salve, llena de gracia; el Señor es contigo..
    Bendita tú eres entre todas las mujeres que fueron, son y serán; Reina Virginal, Madre Santísima, Virgen Pura..El Espíritu Santo vendra sobre ti, y la virtud del Altísimo te cubrirá; por eso el santo Ser que nacerá será llamado Hijo de Dios.

    Y el Oriente, Luz Verdadera vino al mundo e ilumina a todo hombre y toda mujer como Sol de justicia.

    TÚ DIOS mío solo ayúdanos, que nosotros haremos para Su camino.

  13. #13
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    Re: La verdad sobre la Inquisición Española

    Como escuché en algún lugar de Internet... :

    ¨ Ha matado más Fidel que La Inquisición en toda su Historia ¨.

  14. #14
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    Re: La verdad sobre la Inquisición Española

    Aunque Fidel sólo hubiera matado a uno, ya habría matado más que la Inquisición.

  15. #15
    Avatar de Mexispano
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    Re: La verdad sobre la Inquisición Española




    María Águeda Méndez.
    Es doctora en Literatura Hispánica por El Colegio de México, donde es profesora-investigadora de tiempo completo del Centro de Estudios Lingüísticos y Literarios, y Coordinadora Académica del mismo desde 2003. Investigadora Asociada del Proyecto CONACyT Clave G0046-H9608 del Seminario de Cultura Literaria Novohispana, Instituto de Investigaciones Bibliográficas Universidad Nacional Autónoma de México desde 2003. Su área de investigación es la Inquisición y la literatura novohispanas. Coordina el proyecto Catálogo de textos marginados novohispanos. Inquisición: siglos XVI-XIX y es co-subdirectora de la revista Prolija memoria. Estudios de cultura virreinal. Entre sus publicaciones destacan: Amores prohibidos. La palabra condenada en el México de los virreyes, en coautoría con Georges Baudot (1997) y Secretos del Oficio: avatares de la Inquisición novohispana (2001). Actualmente prepara la edición del libro de ensayos Fiesta y celebración: espacio y discurso novohispanos




    LA INQUISICIÓN EN LA NUEVA ESPAÑA NO ERA TAN PODEROSA COMO SE PIENSA

    María Águeda Méndez



    Como se sabe, la Inquisición novohispana tuvo como finalidad defender la religión y la cultura católicas en las tierras recién conquistadas por la Corona española. Para ello persiguió a los que tenían ideas heréticas o que no respetaban las normas religiosas establecidas, práctica que con el tiempo degeneró en una especie de lucha por mantener la fe y, por ende, la ortodoxia[1].

    Es oportuno hacer una corta relación de los inicios de esta Institución que pertenecía tanto a lo eclesiástico como al Estado en la Nueva España para tener un panorama, que aunque breve, dará una idea más completa. El Santo Oficio pasó por varias etapas en el siglo XVI. Al principio, para llevar a cabo la conquista espiritual deseada, el Papa otorgó facultades especiales al clero regular[2] con las bulas de 1521 (Alias felices) y 1522 (Exponi nobis o “La omnímoda”), que dotaban a ciertos clérigos de funciones episcopales en ausencia de obispos. Se conoce este periodo como la Inquisición monástica (1522-1532). Los primeros que llevaron a cabo el ejercicio de jueces inquisitoriales fueron los franciscanos y dominicos. La Orden Franciscana (fray Martín de Valencia, fray Toribio de Benavente Motolinía) ejerció la autoridad civil hasta 1525 y tuvo un conflicto jurisdiccional con el gobierno de Cortés, por los juicios a sus partidarios, Gonzalo de Morales y Hernando Alonso.

    En 1526, el ejercicio inquisitorial pasó de lleno a manos de los prelados dominicos (Tomás Ortiz [1526] Domingo de Betanzos [1527-1528] y Vicente de Santa María [1528]). La Orden de Santo Domingo se hizo cargo de tales labores hasta que el obispo franciscano, fray Juan de Zumárraga actuó como ordinario[3] en 1532 para pasar a ser inquisidor apostólico en 1535, puesto del que fue apartado por su intervención en el proceso contra el cacique indio de Texcoco Carlos Chichimecatecutli[4]. Cuando Alonso de Montúfar fue nombrado arzobispo de la Nueva España en 1554, se puso a la tarea de evitar que las ideas protestantes se propagaran por las tierras novohispanas, además de que se constituyó en la autoridad doctrinal sobre los religiosos al convocar a los dos concilios de la Iglesia de Nueva España en 1555 y 1565. A este tiempo se le denomina Inquisición episcopal (1535-1571).

    Finalmente, Felipe II estableció el 25 de enero de 1569 ─por medio de una cédula real─ dos tribunales, uno en Perú y otro en la Nueva España.
    El 16 de agosto de 1570, por el mismo medio se estableció la jurisdicción territorial (todos los habitantes estaban sujetos al Santo Oficio a través de las Audiencias de México, Guatemala, Nueva Galicia y Manila, y se nombraba a los administradores religiosos en el arzobispado de México; asignaban a los que dependían de otra jurisdicción en el arzobispado de México y en los obispados de Tlaxcala, Michoacán, Oaxaca, Guadalajara, Yucatán, Verapaz, Chiapas, Honduras y Nicaragua). Se creaba así un tribunal novohispano de la Inquisición, apolítico y profesional, bajo las órdenes del Inquisidor General y jueces relacionados con su Institución homónima española. Se designó como primeros inquisidores de la Nueva España a Pedro Moya de Contreras y Alonso de Cervantes; este último falleció durante el viaje. Se nombró como secretario del Secreto y fiscal a Pedro de los Ríos y Alonso de Bonilla respectivamente. El Tribunal del Santo Oficio quedó así establecido en 1571.


    * * *


    Es importante señalar que la Inquisición novohispana tiene su “leyenda negra”, pues la creencia popular se ha encargado de hacerla aparecer como más excesiva de lo que en realidad fue[5] ; no todos los procesos terminaban en la hoguera, como vulgarmente se piensa. De hecho, los tribunales seculares (civiles) eran más inflexibles y crueles que los religiosos. En cuanto a los indios, por ejemplo, la Inquisición como tal no podía procesarlos como a los cristianos bautizados en la fe desde su nacimiento. Así, se les delegaba al Provisorato de Indios, que dependía del obispado y que vigilaba los casos que allí llegaban[6]. Hay que considerar también que se lee en muchos procesos los grandes esfuerzos que hacían los miembros de la Inquisición para lograr que los acusados se arrepintieran y así evitaran una pena mayor.

    Por otra parte, dada la lejanía y tardanza en las comunicaciones con la metrópoli, se podría pensar que la Inquisición de la Nueva España era autónoma, cuando de hecho no lo era. Además de la abultada documentación jurídica y los numerosos volúmenes de instrucciones que debían seguir[7], el Santo Oficio novohispano estaba supeditado al Consejo de la General y Suprema Inquisición que tenía que ser consultado en casos graves antes de llegar a cualquier determinación; además se le informaba con regularidad de las actividades mexicanas: “[...] generalmente se da quenta al Consejo Supremo de Ynquissición, remitiendo la sumaria ynformación [...]”[8].

    Es común la creencia de que la Inquisición novohispana era sumamente poderosa. Si bien la frase “nadie escapaba del alcance del Santo Oficio” parece indicar que tenía peso ilimitado y que ningún delito pasaba inadvertido a su vigilancia, lo que en realidad quiere decir es que no obstante la jerarquía, estamento social o actividad desempeñada de cualquier individuo, siempre podía ser llamado a testificar o ser sujeto de una acusación. La Inquisición novohispana no constituía una institución muy nutrida de colaboradores. En la capital, centro de actividades al que toda la información llegaba y que todo resolvía, los procesos contaban con dos inquisidores, un fiscal, si el caso lo ameritaba un defensor de reos, un secretario y varios ministros que se hacían cargo de todo lo que contenía la acusación. En las provincias, había comisarios que eran religiosos y se encargaban de recibir las denuncias y recopilar toda la información del caso, que después enviaban a México, pues era el único sitio en que se podía dictar la sentencia[9]. También había familiares[10], que no eran miembros del clero y se dedicaban a vigilar e informar al Santo Oficio de las irregularidades de las que se enteraban o presenciaban. Se hacía uso, además, de la publicación de edictos que se colocaban en sitios estratégicos y se leían en las iglesias, para divulgar delitos y hacer que se dieran nuevas acusaciones, como era obligación de los habitantes del lugar.

    Por otra parte, la Inquisición no tenía los medios suficientes parar sostenerse. Así, en septiembre de 1583, el portero del Santo Oficio, Pedro de Fonseca manda una carta al inquisidor en turno en la que se queja no sólo de que hay falta de personal sino de estar al borde de la miseria,

    viendo la pobreza desta Ynquisiçión y el poco remedio que para adelante se puede esperar si su Magestad no la provee, nos avemos atrevido a firmar algunas cartas que sería mejor mandarla quitar, si an de estar como hasta aquí los offiçiales mantenidos de solas esperanças de [bienes] confiscados, que en efeto son odiosas y, desamparando sus ofiçios oy uno y otro mañana, como lo an venido a hazer casi todos, pues sólo an quedado alcayde y portero y biven con tanta pobreza, que huyendo della, los avrían también dexado si viesen adonde huyr de sus acreedores[11].

    Si bien era una Institución conformada principalmente por españoles y criollos, que permitió la entrada de muchos miembros del clero novohispano a círculos del poder civil y eclesiástico, pues podían “fiscalizar vidas hasta en la esfera más recóndita de la conciencia”[12], es posible afirmar que la presencia del Santo Oficio en la Nueva España no fue tan tremenda, eficaz o controladora como podría suponerse. No contaba con medios suficientes para llevar eficientemente la labor que le había sido encomendada desde la Península, ni tenía jurisdicción con la gran mayoría de la población conformada por indios. Si bien se dedicó a la consigna encomendada de actuar en defensa de la fe, su labor no fue tan avasalladora como la del Santo Oficio en España.

    Finalmente, la implantación de la Inquisición en tierras mexicanas no fue miel sobre hojuelas. Sólo incluiremos dos ejemplos de problemas que tuvo la Institución en Nueva España. Sus relaciones con los círculos de poder civil y eclesiástico no fueron del todo amables en un principio. Y es natural, si bien se piensa. A los ojos del sector religioso, llegaba un tribunal que le significaba competencia; a los ojos del sector público era una interferencia en su jurisdicción. Esta tirante relación se muestra claramente en una carta que un inquisidor inquieto manda a la Suprema:

    En otras [cartas] hemos significado a Vuestra Señoría la gran quiebra que tiene este Santo Oficio, y el poco respeto que se le guarda, nacido del poco caso que virreyes, Audiencia y prelados hacen de él y de los que aquí servimos ─que de lo uno se sigue lo otro. Y hemos suplicado humildemente a Vuestra Señoría se sirva reparar en esto, por ser mayor el daño en tan larga distancia del abrigo y amparo de Vuestra Señoría[13].

    Ya en el siglo XVII, el caso más sonado del tribunal fue con Juan de Palafox. Si bien es cierto que el obispo en un momento mostró tenerle respeto, dado un informe en que la elogia: “es uno de los tribunales más amados y respetados del pueblo, y las materias que trata son graves, útiles y santas, que merecen bien la asistencia y amparo real”[14], cuando se dio el pleito con los jesuitas a raíz de su negativa a que la Compañía se llevara los diezmos (argüía que con ellos compraba haciendas para su beneficio monetario), la relación cambió. Además, pidió licencia a la Orden para confesar y predicar; su actitud se volvió radicalmente en contra del arzobispo Juan de Mañozca y su primo e inquisidor Juan Sáenz de Mañozca, al acusarlos de escribir un libelo en su contra y otros ministros y prebendados,

    para atropellar mi dignidad, jurisdicción y persona, de mezclarse e introducirse por vía de jurisdicción e Inquisición en la causa y pleito [...] sobre el mostrar las licencias de confesar los religiosos de la Compañía, formando edictos y publicándolos por toda esta Nueva España[15].

    El resultado de este incidente fue que el Consejo de Estado, el de Indias y el de la Inquisición deliberaron sobre el asunto y tomaron la decisión de que Palafox volviese a España, en 1649. En los cincuenta años restantes del siglo, la actividad del Santo Oficio decayó en cuanto a su lucha contra el judaísmo y hubo conflictos por la amplia jurisdicción que había adquirido y los muchos privilegios que se le habían concedido. Por una parte, muchas desavenencias se debieron a que un grupo poderoso estaba de acuerdo en que se mantuviera el beneficio espiritual y público que a sus ojos proporcionaba; por la otra, el Tribunal se extralimitaba y ni los virreyes, gobernadores o Audiencias lo contuvieron por no tener nuevos enfrentamientos.









    [1] De la vasta bibliografía sobre la Inquisición, se pueden consultar, José Toribio Medina, Historia del Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición en México, ampliada por Julio Jiménez Rueda, Fuente Cultural, México, 1952; Richard E. Greenleaf, La Inquisición en Nueva España, siglo XVI, traducción de Julio Valdés, Fondo de Cultura Económica, México, 1981; del mismo autor, Zumárraga y la Inquisición mexicana, 1536-1543, Fondo de Cultura Económica, México, 1988; Edmundo O’Gorman, “La Inquisición en México”, en Edmundo O’Gorman (coord.), México colonial, en Miguel León-Portilla (coord. gral.), Historia de México, t. 6, Salvat Mexicana de Ediciones, México, 1978, pp. 1251-1282 y Joaquín Pérez Villanueva y Bartolomé Escandel Bonet (dirs.), Historia de la Inquisición en España y América, vols. 1 y 2, Biblioteca de Autores Cristianos y Centro de Estudios Inquisitoriales, Madrid, 1984 y 1993.

    [2] Clero regular: nombre dado a los sacerdotes, monjes o frailes católicos que pertenecen a cualquiera de las órdenes o congregaciones, han hecho los votos monásticos y viven en comunidad. Clero secular: sacerdotes católicos que no viven en monasterios sujetos a una regla, sino en el mundo, adscritos a una parroquia, colegiata o catedral. E. Royston Pike, Diccionario de Religiones, adaptación y traducción de Elsa Cecilia Frost, Fondo de Cultura Económica, México, 1986.

    [3] Es decir, no era inquisidor, pues ese cargo requería un nombramiento especial; fue consagrado obispo en 1533.

    [4] Es sabido que don Carlos, a pesar de haberse convertido al cristianismo, seguía practicando sus ritos y costumbres prehispánicos, que la Inquisición consideraba idólatras y paganos. El caso de este personaje que podría ser considerado como el primer falso converso novohispano, terminó en la hoguera. La Corona e Inquisición españolas, sumamente molestas por esta acción, determinaron que no se procesara a ningún indígena en la Inquisición de la Nueva España. Por lo demás, esta dinámica del trato de indios en los tribunales de Indias ya estaba contemplada en las Libro primero de cartas del Consejo de S. M. De la Sancta yGeneral Inquisición de Indias, citado por Álvaro Huerga, “La implantación del Santo Oficio en México”, en Joaquín Pérez Villanueva y Bartolomé Escandel Bonet (dirs.), op. cit., vol. 1, pp., 725-726.

    [5] Luigi Sanzoni, La Inquisición, Reditar libros, Barcelona, 2004, p. 7. No es nuestro propósito discutir aquí las propuestas de defensores y detractores del Santo Oficio que se dieron años atrás.

    [6] Como los frailes podían ser o muy celosos de su deber o más bien laxos, la vigilancia del obispado lograba que se hicieran las cosas conforme era debido.

    [7] Véase, por ejemplo la Compilación de las Instructiones del Officio de la Sancta Inquisición, hechas en Toledo, año de mil y quinientos y sesenta y vno. Impresso en Madrid, en casa de Alonso Gómez, impresor de su Magestad. 1574. (AGN, Inquisición, vol. 1480, exps. 1 y 2, fols. 1r-38r).

    [8] El estilo que dizen los doctores que ay en el Santo Ofiçio de la Inquisición, fol. 39r. (AGN, Inquisición, vol. 1480, exp. 3).

    [9] Había un Receptor General, un Contador, un Notario de Secuestros, otro del juzgado, un abogado, procuradores del Real Fisco y un Proveedor de Cárceles. Todos ellos se encargaban de los asuntos administrativos. Cf. las gráficas de la composición administrativa inicial y la plantilla burocrática que suministra Bartolomé Escandell Bonet en “La peculiar estructura administrativa y funcional de la Inquisición Española en Indias”, en Joaquín Pérez Villanueva y Bartolomé Escandel Bonet, op. cit., t. 2, pp. 638-639.

    [10] Estaban a las órdenes de un Alguacil Mayor; también bajo su jurisdicción estaban los alcaldes de las Cárceles Secretas (donde permanecían los no sentenciados) y los de la Cárcel de Penitencia Perpetua, o de Misericordia, en las que se purgaban las condenas.

    [11] El alcayde de las cárceles de la Inquisición pide testimonio de la liquidación de su sueldo para cobrar en España lo que se le deue. [México], 1583. (Inquisición, vol. 133, exp. 28, fol. 333r). (Las cursivas son mías).

    [12] Edmundo O’Gorman, op. cit., p. 1253.

    [13] Archivo Histórico Nacional (Madrid), lib. 1050, fol. 35r, citado en Álvaro Huerga, “El Tribunal de México en la época de Felipe II”, en Joaquín Pérez Villanueva y Bartolomé Escandel Bonet (dirs.), op. cit,, t. 1, p., 967.

    [14] Tratados mexicanos, ed. de F. Sánchez-Castañer, vol. II, Atlas, Madrid, 1968, p. 164, citado en Álvaro Huerga, “Los hechos inquisitoriales en Indias”, en Joaquín Pérez Villanueva y Bartolomé Escandel Bonet (dirs.), op. cit., t. 1, p., 1128.

    [15] Citado en ibid., p. 1129.




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    Re: La verdad sobre la Inquisición Española

    En el reyno de Chile, el Santo Oficio no tuvo mucho trabajo en dos siglos y medio.

    Tres casos se dedicaron a investigar participaciones en hechizos, supersticiones, quiromancia y decir blasfemias. Ninguno fue condenado. Otro fue el caso de una rica encomendera –a quien, como caballero, guardo su nombre-, acusada de pedirle a una india que le diese algo para que su marido la quisiera, por lo que anduvo trayendo una raíz guardada en su pecho. Aunque no conocemos cómo le fue en sus empeños amorosos, sí sabemos que le contó a su confesor… En el juicio se descubrió, además, que adivinaba de la palma de la mano, aunque confesó que solo sabía leer una línea. Fue condenada a penitencias espirituales y a pagar mil pesos. Cien años después fueron enjuiciados un esclavo que hacía magia amorosa con hierbas, y una mulata que adivinaba la suerte que tendrían las mujeres con los hombres mediante el humo de cigarros. Fue condenada al destierro en Valdivia.

    Solo dos casos estremecieron a todo el reyno y son dignos de ser contados.

    Uno fue el de dos riquísimas hermanas que trataron de envenenar al gobernador don Alonso de Ribera y Zambrano, soldado de excelencia, fogueado en Flandes e Italia y un buen gobernante. Una de las hermanas estaba enamorada del gobernador y por amor no correspondido trató de envenenarlo en una fiesta en su casa. Pero Ribera, amante experimentado en las cortes europeas, no cayó en la trampa y salvó la vida. Los rumores volaron por las polvorientas calles de Santiago y de las hermanas se dijo “que se servían de pócimas y conjuros”, “fueron tenidas por brujas y encantadoras”, “ejercían sortilegios” y “dejaron tras de sí una cauda imperecedera, amasada de sensualidad, de hechicería y de crímenes de toda naturaleza”. Incluso llegó a asegurarse que tenían “en su casa un duende … con quien decían que tenían pacto”. (Un libro teológico de la época demostraba con contundencia “que existen duendes, que nacen espontáneamente en las piezas húmedas y largamente cerradas”). Ambas hermanas fueron acusadas ante la justicia y el Santo Oficio, pero una huyó a Lima y la otra murió muy joven en un convento. Ninguna recibió sentencia. Lo más trágico fue que el padre ambas era Juez de Hechicerías y se fue a Lima sin volver más a Chile, para no tener que ajusticiar a sus hijas.

    El otro caso ocurrió 60 años después y terminó con la excomunión nada menos que del capitán general don Francisco de Meneses y Corbalán de Castilla, gobernador de Chile. Después de un gobierno desastroso y corrupto, enemistado con todos los chilenos, Meneses se veía obligado a mantener una guardia personal de trescientos soldados. En su último año de gobierno y después de mil agravios, el gobernador dio de baja del ejército de la Frontera a mil soldados “y fue acusado de intentar apropiarse de la paga de todos ellos”. Cansado de la sinvergüenzura y desparpajo del gobernador, el general Manuel de Mendoza comenzó a hostigarlo desde el ejército, por lo que el gobernador lo destituyó. Mendoza trató de matarlo “de un tiro sin fortuna” y fue hecho prisionero y condenado a muerte. Pero tanto era el encono que el reyno tenía hacia el gobernador que la Iglesia chilena amenazó con la excomunión a quien ejecutara la sentencia, con el repique de las campanas de todos los templos como advertencia. Fue una tarde tensa en que nadie salió a la calle y la Plaza de Armas estaba ocupada por tropas armadas que protegían los edificios públicos. En una celda del palacio de gobierno el general Mendoza fue ajusticiado y el gobernador, excomulgado; “inscrito en la tablilla en que se anotaban a los que habían incurrido en esa pena”. A los dos días el gobernador Meneses, espada en mano, entró a las casas del Santo Oficio y obligó al comisario de la Inquisición a que borrara su nombre de la tablilla. El sacerdote espantado, entre los gritos y amenazas desorbitadas del gobernador, con la espada en su cuello, obedeció su orden y lo borró. Aunque dicen que después de que el gobernador fuera destituido y encarcelado, su nombre volvió a aparecer en la tablilla.

    Casos bullados que dieron que hablar por muchos años, incluso hasta hoy, pero que nada tienen que ver con crueldades y excesos en la custodia de la fe, como muchos quieren hacernos creer.
    Mexispano y Vainilla dieron el Víctor.

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    Re: La verdad sobre la Inquisición Española

    La Inquisición en Nueva España por Rigoberto Ortiz Treviño





    https://www.youtube.com/watch?v=26-v8itGqBg

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    Re: La verdad sobre la Inquisición Española

    La Inquisición en el Perú: desmitificamos parte de su leyenda negra

    Un día como hoy, hace 450 años, se creó la Inquisición en el Virreinato del Perú. Repasamos su historia y su representación en el cine y el teatro



    Imagen que data de 1520, aproximadamente, en la que se ve a la Inquisición española torturando a un grupo de protestantes.


    Juan Diego Rodriguez Bazalar 25.01.2019 / 11:38 am


    La Inquisición, por lo menos en el Virreinato del Perú, no fue una aplanadora ni funcionó como la policía en países totalitarios. Operó –según anota el historiador y especialista en el Santo Oficio Pedro Guibovich– gracias a la buena voluntad de católicos que colaboraban con ella. La delación era su motor.

    "Esa imagen de que era una institución totalizadora proviene de la ignorancia de su historia. Así como muchas otras instituciones del antiguo régimen, la Inquisición era reactiva antes que proactiva. Para condenar tampoco bastaba un testimonio, sino que había una investigación real", agrega Guibovich.

    Fernando Ayllón, jefe del Museo del Congreso y de la Inquisición, comenta que las artes y ficciones han contribuido a este desconocimiento. Herederos de la leyenda negra –esa visión exagerada y casi mítica del Santo Oficio–, el cine, la literatura y el teatro han mantenido vigente dicha concepción.

    Ejemplos sobran. El juicio a Juana de Arco en "La Alondra" de Jean Anouilh; la hoguera que se presenta al inicio de "1492: la conquista del paraíso"; la persecución en "El nombre de la rosa" de Umberto Eco (y su versión fílmica); o el poema "El gran inquisidor" que se ubica en el quinto capítulo de "Los hermanos Karamazov" de Fiódor Dostoievski. El miedo, el hostigamiento y las contradicciones pintan el retrato de la Inquisición.

    Pero para Ayllón, quienes tienen más responsabilidad son los separatistas. Él afirma: "El descrédito también fue un tema político. Cuando se produjo la Independencia, parte del discurso emancipador fue denigrar a todo lo anterior, incluido eso".


    ABSOLUCIÓN O CASTIGO

    Hay una cifra que dejó la Inquisición del Virreinato del Perú que llama la atención. Desde su establecimiento en 1569 (recién inició funciones un año después) hasta su abolición en 1821 (y en su búsqueda por controlar las herejías y mantener la moralidad católica), condenó a muerte a 32 personas, de un total de 1.474 procesados. ¿Deberíamos entender que el Santo Oficio en el virreinato peruano fue menos severo que en Europa?

    Ayllón es contundente: "La inquisición era popular y querida, y la de aquí era más suave que la que se vio en España. Vale decir que la condena de la tortura es una idea actual, pero en los siglos XV, XVI y XVII todos los tribunales la aplicaban, incluso podrías retroceder a las culturas prehispánicas en las que también sucedía lo mismo. Es aberrante, pero es uno de los elementos comunes en la historia de la humanidad".

    Guibovich, por su lado, considera que la violencia y severidad de la Inquisición residió en sus formas y en sus consecuencias. A los detenidos, por ejemplo, no se les explicaba por qué se les encarcelaba. Una vez aplicada la sentencia, se colgaba un cartel en lo que fue la calle Judíos (al costado de la Catedral) con el nombre del condenado y lo que había hecho. "A esto se le conoce como la infamia de la memoria. Había que mantener viva su infamia, algo que era un demérito para sus familiares. También tenía un impacto económico porque a los detenidos se les secuestraban los bienes que servían para su propio sustento", anota.

    Sobre el impacto del Santo Oficio en estas tierras, Ayllón afirma que fue mínimo. La razón: el 25 de enero de hace 450 años, cuando el rey Felipe II extendió la Inquisición a las Indias, exceptuó a los indígenas, quienes representaban el grueso de la población.

    Guibovich no se anima a dar respuesta. "La misma pregunta se la hizo el hispanista francés Bartolomé Bennassar. La cuantificación de casos puede ser interesante para interpretar los ritmos del accionar de la Inquisición, pero conocer su impacto es muy difícil, sobre todo siendo hombres del siglo XXI. En todo caso, se sabe que se concentró en las cabezas del obispado en Trujillo, Arequipa, Cusco, Huamanga y, sobre todo, Lima. Cuando uno revisa los expedientes, la documentación de la capital es mucha más que en el resto de lugares", sostiene.




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    https://elcomercio.pe/luces/cine/inq...qmttr3Zshk2Sxc

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    Re: La verdad sobre la Inquisición Española

    Historias paralelas con Úrsula Camba - La inquisición en la Nueva España





    https://www.youtube.com/watch?v=Cv2SchKUIVg

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    Re: La verdad sobre la Inquisición Española

    Inquisición en México, mitos y realidades





    Por José Omar Tinajero Morales

    Una de las herencias de la cultura española es la religión católica, que se transmitió entre la población indígena por medio de la evangelización que llevaron a cabo los frailes de las órdenes mendicantes franciscanos, agustinos y dominicos.

    La Iglesia contaba con varias instituciones una de la más famosas fue la Inquisición, que su función era vigilar por el seguimiento adecuado de la doctrina católica, para que se transmitiera adecuadamente sus dogmas.

    Hay muchos mitos acerca de la Inquisición, que han sido propalados por la historiografía oficial o por historiadores de corte liberal, que deseando dejar en mal la herencia española, no han escatimado en crear una leyenda negra. Sin embargo, un estudio más pausado y objetivo muestra que la realidad fue muy diferente.


    Fundación de la Inquisición

    La Inquisición fue fundada, en 1184, es decir, en el siglo XII, en primera instancia estuvo a cargo de los obispos, por eso se le conoció como Inquisición episcopal. La Inquisición surgió ante el avance de movimientos heterodoxos en especial los albigenses y cataros, en el sur de Francia, que consideraban que lo espiritual era lo bueno y lo material era malo.

    La Inquisición luchaba contra las herejías, es decir, desviaciones del cristianismo, muchas de ellas producto del sincretismo religioso, mezclar el pensamiento católico con otras corrientes del pensamiento, como los judaizantes. También persiguió la blasfemia, es decir, hablar mal o insultar a lo relacionado con lo divino. Combatió la solicitación, esto es, cuando los religiosos se aprovechaban de su cargo para pedir favores sexuales a los fieles. La apostasía, que se refiere a los que habían dejado la religión católica por otra. Persiguió la brujería y la hechicería, que se aprovechaba de la falta de estudios de la población obteniendo beneficios económicos.

    En síntesis, luchaba contra todo aquello que fuera en contra de la moral, del actuar recto. Por sus características a quien más proceso fue a los miembros del clero y su acción sirvió para evitar males como la pedofilia y otros lastres.


    Mitos en torno a la Inquisición

    Uno de los mitos es que consideran a santo Domingo de Guzmán, fundador de los dominicos, como el fundador de la Inquisición, de tal forma que existe una amplia iconografía al respecto, por ejemplo, en la iglesia de Santo Domingo de México, hay una pintura que se titula Santo Domingo Inquisidor, realizada por Miguel Cabrera; también es famosa la pintura de Perugino, en que se ve a santo Domingo presidiendo un auto de fe.

    En realidad los dominicos entraron al escenario de la Inquisición hasta que en 1229 el papa Gregorio IX, creó la figura de los inquisidores generales, que en la mayoría de los casos pertenecía a la Orden de Predicadores, por la sencilla razón de que la palabra inquisición viene de inquirir, es decir, investigar. Los inquisidores debían hacer investigaciones profundas para determinar, si un pensamiento, palabra o acción eran o no contrarias a la fe. El patrón de los inquisidores fue el dominico san Pedro de Verona, martirizado por los albigenses, cuando venía de Como a Milán. Su canonización se dio en 1252. El día de su fiesta el 29 de abril los inquisidores precedían suntuosas fiestas. De hecho ser inquisidor, era uno de los cargos que más prestigio tenía en la sociedad católica, lo cual explica, el deseo de algunos autores de tratar de mostrar a santo Domingo de Guzmán como el fundador de la Inquisición, para darle mayor realce a su figura. Aunque a partir del siglo XIX, la imagen del inquisidor fue una de las más criticadas por personas de tendencia liberal en especial la masonería.

    Otro de los mitos y tal vez el más frecuente, es pensar en la ecuación Inquisición igual a quemados. En primer lugar se debe comentar que esta práctica se inició en el año de 1224 a instancias del rey del sacro imperio romano germánico Federico II. En segundo lugar, es importante subrayar que cuando se llegaba a esta sentencia era porque el delito era muy grave y que trascendía los límites de la Iglesia, dicho de otra manera, la Inquisición en sí no mandaba a quemar a la gente, sino eran las autoridades civiles, que se basaban en la legislación penal de esas épocas.

    También hay que tomar en cuenta que los que fueron “quemados”, en realidad mucho de ellos lo fueron en efigie, es decir, en una imagen. Por lo que la cifra de los quemados realmente son muy pocos, por ejemplo, en la Nueva España, durante 240 años, sólo fueron a la hoguera 37. Mientras que en nuestros días en una sola noche al parecer se quemaron a 47 estudiantes en Ayotzinapa.

    La mayoría de los procesados tenían castigos más leves como ir de procesión a un santuario, comprar aceite para el santísimo, ir a misa, etc. En fin lo que se buscaba era la reinserción social de los acusados.


    La Inquisición en España

    Regresando a la historia la Inquisición fue parte clave del proceso de nacionalismo unificador que emprendieron en la segunda mitad del siglo XV los reyes católicos, donde jugó un papel clave fray Tomás de Torquemada.


    La Inquisición en la Nueva España

    Con el descubrimiento de América, las instituciones se fueron trasplantando en el nuevo continente. Uno de los grandes retos que tuvieron los colonizadores fue evitar las malas costumbres europeas.

    La Inquisición primero estuvo a cargo de los frailes, de hecho el primer inquisidor en América fue el dominico fray Pedro de Córdoba. En la Nueva España los primeros inquisidores fueron los franciscanos y luego los dominicos. Una segunda fase de la Inquisición novohispana estuvo a cargo de los obispos, a partir de 1535. En esta etapa se dio el proceso a don Carlos Ometochtli, descendiente del trono de Texcoco, que fue quemado. Esto provocó la crítica de la sociedad y a partir de entonces ya no se procesaron a indígenas, por considerarlos neófitos en la religión católica.

    La tercera etapa se daría ya con la constitución del Tribunal de la Inquisición, de 1571 a 1821. El primer inquisidor fue don Pedro Moya de Contreras. El edificio se situó en donde había estado el primer convento levantado por los dominicos.

    El edificio todavía se conserva y es el museo de la medicina a cargo de la UNAM. Fue construido por el arquitecto de la Inquisición don Pedro de Arrieta, quien también construyó la iglesia de santo Domingo de México y la antigua basílica de Guadalupe. El edificio de la Inquisición destaca por sus arcos sin columnas, su huerto de los naranjos y todavía quedan restos de las celdas.

    La Constitución de Cádiz de corte liberal promulgada en 1812 y aplicada en 1820, exigió la desaparición de la Inquisición.

    Si en realidad quieren conocer de manera objetiva, lo que sucedió con la Inquisición en México, les recomendamos consultar los documentos del AGN y el Archivo de Historia Nacional de España.

    Lo que fue la Inquisición, hoy se le conoce como la congregación para la doctrina de la fe, uno de los últimos directores fue el cardenal Ratzinger, que llegó a ser el papa Benedicto XVI.




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    https://histormex.blogspot.com/2015/...o-mitos-y.HTML

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