
Iniciado por
Hyeronimus
Cuidado, que al hacer esas cosas mezclan tradiciones legítimas con cosas que no lo son. Si bien es cierto que en algunas partes de España y otros países existía la costumbre de que los chiquillos fueran de casa en casa para rezar por los difuntos y recibían a cambio dulces o caramelos, yo desconfío de otras cosas que me parecen sospechosas. Las calabazas no son muy antiguas (antes del descubrimiento de América sólo se conocían en Europa esas con forma de pera que los peregrinos a Santiago utilizaban como cantimploras. Las otras no. Y eso de Samaín suena demasiado sospechosamente a Samhain. El arqueologismo es peligroso. El mismo Halloween yanqui es un invento del siglo XX al que se le han añadido elementos de la antigua religión celta (de la que tampoco se sabe gran cosa en realidad). Las verdaderas tradiciones cristianas del Día de Difuntos tienen más que ver con las oraciones por las ánimas, no con demonios. Tradiciones muy arraigadas en la Europa cristiana como las danzas macabras, los cuadros y estatuas llamados vanitas, que representan la transitoriedad de la vida (pensemos en las famosas Postrimerías de Valdesleal, pero no sólo), obras literarias como Don Juan Tenorio, y numerosos relieves tallados en las paredes de templos se centran siempre en los Novísimos, todo se hace desde una perspectiva cristiana, y no se centran en el lado negativo (demonios, brujas, etc.). Los fantasmas son almas que vagan perdidas asustando y haciendo daño, mientras que las ánimas difuntas una de dos: o están en el Purgatorio y necesitan nuestras oraciones, o en el Infierno y de allí no pueden salir. Y cuidado también cuando intentan aprovechar estas cosas para hacer reivindicaciones partidistas.
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