Está muy bien, pero el autor creo que olvidó mencionar a asturianos, aragoneses, manchegos, andaluces -de los distintos reinos- y castellanos.Sobre todo de Castilla la Vieja, donde como se recuerda en el libro 'El Levantamiento Carlista de Castilla la Vieja', llegaron a alzarse 30 000 hombres.Ocurrió que la geografía y la baja densidad relativa de población no permitían el establecimiento de un territorio carlista estable, sino solamente la guerrilla, dirigida por el famoso Cura Merino, entre otros.No se debe olvidar el continuo trasiego hacia Vascongadas de voluntarios carlistas castellano-viejos.Ni como siguieron fieles incluso tras la traición de Maroto estos combatientes que en tan gran número habían llegado a Vasconia -y otras zonas-, los famosos 'batallones castellanos'.Frente a los separatismos insanos y faltos de piedad, el gran valladar fue siempre el Carlismo foral y regionalista de Navarra y el País Vasco, de Cataluña y de Valencia y de Galicia.
En alguna expedición que transitó por territorio castellano, el alistamiento de voluntarios fue tal que la expedición volvió a sus bases con el doble de combatientes de los que tenía al partir, como se narra en la 'Historia del Carlismo' de Gabriel Alférez.
No se pueden olvidar tampoco las activísimas columnas aragonesas y las guerrillas asturianas, manchegas y andaluzas - término topográfico, tranqui amigo -.E incluso extremeñas y murcianas, que aunque pocas las hubo también y muy esforzadas por su aislamiento.
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