DE LO QUE LE SUCEDIÓ A UN HIDALGO EN LEPANTO
"La más alta ocasión que vieron los siglos", escribió Cervantes. Era el 7 de octubre de 1571. A las siete de la mañana de aquel día famoso las dos escuadras, la turca y la cristiana, se divisan.
El alférez Gabriel de Casteñeda lo vio y nos lo contó. Antes de chocar contra el turco, los españoles se disponen en sus barcos. Sobre la cubierta de la nave, el capitán Urbina y el alférez Santisteban se topan con un soldado enfermizo. Ojeroso y con tez macilenta, achacado de cuartanas que contrajo en la isla de Corfú, el soldado enfermo busca un lugar para combatir. El capitán Urbina, viéndole tan indispuesto, le recomienda recogerse pues en ese estado febril no estaba entero para pelear. El soldado que es español, mira a sus mandos y les dice:
-Señores: en todas las ocasiones que hasta hoy se han ofrecido de guerra a Su Majestad y se me ha mandado he servido muy bien como buen soldado, y así ahora no haré menos, aunque esté enfermo y con calentura; más vale pelear en servicio de Dios y de Su Majestad y morir por ellos que no bajarme so cubierta. Póngame vuesa merced, señor capitán, en el sitio que sea más peligroso, y allí estaré y moriré peleando.
El capitán, con pesar del riesgo que correría el soldado, aceptó complacerle y le ordenó que se emplazara en el esquife, encabezando a doce hombres. Combatió con denuedo, como soldado de casta. La fiebre no fue impedimento para que su espada, templada en las aguas del Tajo, tantas veces cantadas por Garcilaso, diera tajos y pinchara enemigos. Sudando, gritando, invocando a Santiago el soldado español dejó en el esquife a más de un berberisco.
Aquel soldado no era un Quijote, no era Don Quijote... Pero como si lo fuese. Aquel soldado se llamaba D. Miguel de Cervantes Saavedra.
Nota Bene: Para los que sostienen la estúpida teoría del origen converso de Cervantes, estas palabras de las que dio fe el alférez Gabriel de Castañeda son palabras de hidalgo que vive con fervor la devoción ibérica a Su Majestad el Rey y la adoración perpetua a Dios Nuestro Señor.
Publicado por Maestro Gelimer
http://librodehorasyhoradelibros.blo...idalgo-en.html
Marcadores