MUERTE DEL REY SANTO[1]
Et pues que este bienauenturado et sancto rey don Fernando vio que era conplido el tienpo de la su uida et que era llegada la ora en que auia de finar, fizo traer y el su Saluador, que es el cuerpo de Dios, et la cruz en que esta su semeiança de Nuestro Sennor Jeshu Cristo.
Et quando uio venir contra sy el freyre que la aduzie, fizo vna muy marauillosa cosa de grant omildat: ca a la ora que lo asomar vio, dexose derribar del lecho en tierra, et teniendo los ynoios fincados, tomo vn pedaço de soga que mandara y apegar, et echosela al cuello.
Et demando primero la cruz, et pararongela delante, et encrinose mucho omildosamiente contra ella; et tomola en las manos con muy grant deuocion, et començola a orar nonbrando quantas penas sofriera Nuestro Sennor Jeshu Cristo en ella por nos, cada vna sobre sy, et en como las reçibiera, besandola muchas vezes, feriendo en los sus pechos muy grandes feridas, llorando muy fuerte de los oidos, et culpandose mucho de los sus pecados, et manefestandolos a Dios et pediondol merçed et perdon, et crendo et otorgando todas creençias verdaderas que a todo el fiel cristiano conuien creer et otorgar.
Desi demando el cuerpo de Dios su Saluador, et pararongelo delante otrosy, et el teniendo las manos iuntas contra el con tan grant omildat, llorando muy de rezio deziendo muchas palabras de grant creençia et de grant dolor; et desque el sancto rey ouo conplido todas estas conuenibles cosas de grant creençia que el fizo, reçibio el cuerpo sancto de Dios de mano del dich arçobispo del Raymundo de Seuilla.
Pues que el cuerpo de Dios ouo reçibido commo dicho auemos, fizo tirar de si los pannos reales que uestie, et mando et fizo llegar y sus fijos derredor de si todos, que fueron estos, los que de la reyna donna Beatriz su muger ouo: don Alfonsso que fue el mayor et heredero de sus reynos, et don Fradique, et don Enrrique, don Felipe, don Manuel; et don Sancho, que era luego en pos este, era arçobispo de Toledo et non se açerto y, fin donna Berenguella que era monja en las Huelgas de Burgos.
Los fijos que ouo de la reyna donna Johana que y estaua —que fue la postremera muger— eran estos: don Fernando, donna Leonor, et don Loys que fue menor de todos. Et desque estos todos sus fijos, que y estauan, derredor de sy vio, et todos sus ricos omnes con ellos, et la reyna su mujer çerca de sy muy triste et muy quebrantada, et non menos todos quantos otros y estauan, lugo primeramiente fizo açercar a si don Alfonso su fijo, et alço la mano contra el, et santiguolo et diol su bendiçion, et desi a todos los otros sus fijos.
Et rogo a don Alfonso que llegase sus hermanos a sy, et los criase et los mantouiese bien, et los leuase adelante quanto podiese, et rogol por la reyna que la touiese por madre et que la onrrase et las mantuuiese sienpre en su onrra commo a reyna conuiene, et rogol por su hermano don Alfonso de Molina, et por las otras hermanas que el auie, et por todos los ricos omnes de los sus regnos, et por los caualleros que los onrrasse et les feziese sienpre algo et merçed et se touiese bien con ellos et les guardase bien sus fueros et sus franquezas et sus libertades todas, a ellos et a todos sus pueblos.
Et si todo esto quel el encomendaua et rogaua et mandaua conpliese et lo feziese asi, que la su bendiçión conplida ouiese; et sy non, la su maldiçion; et fizol responder «amen». Et dixol mas: «fijo, rico fincas de tierra et de muchos buenos vasallos, mas que rey que en la cristiandat ssea; punna en fazer bien et ser bueno, ca bien as con que». Et dixol mas: «Ssennor te dexo de toda la tierra de la mar aca, que los moros del rey Rodrigo de Espanna ganado ouieron; et en tu sennorio finca toda: la vna conquerida, la otra tributada. Sy la en este estado en que te la yo dexo la sopieres guardar, eres tan buen rey commo yo; et sy ganares por ti mas, eres meior que yo; et si desto menguas, non eres tan bueno commo yo».
Conplido et dicho todo esto que el sancto et bienauenturado rey don Femando et a saluamiento de su alma et a conplimiento de los sacramentos de sancta eglesia fizo, et de todas las otras cosas que dichas son, diz la estoria aun del, que pues que su Saluador, que es el cuerpo de Dios, vuo recebido, et aorada la cruz, et ouo tirado de si los pannos reales, commo dixiemos —que fue llegada la ora en que su Saluador enbiaua por el— et el, de que la ora entendio que era llegada et vio la sancta conpanna quel estaua atendiendo, alegrose mucho; et dando ende grandes graçias et grandes loores a nuestro Sennor Jhesu Cristo, demando la candela que todo cristiano deue tener en mano al su finamiento, et dierongela; et ante que la tomase, tendio la manos contra el çielo, et alço los oios contra el su Criador, et dixo: «Sennor, disteme regno que non auia, et onrra et poder mas que yo non meresçi; disteme uida, esta non durable, quanto fue tu plazer. Sennor, gracias te do, et rendote et entregote el regno, que me diste, con aquel aprouechamiento que yo y pud fazer; et ofrezcote la mi alma».
Et demando perdon al pueblo et a quantos y estauan, que sy del, por alguna mengua que en el ouiera, querella alguna auien, quel perdonasen. Et todos, lloraron mucho de los ojos, recodieron que rogauan a Dios quel perdonase, ca delios perdonado yua. Desi tomo la candela con amas las manos, et alçola contra el çielo, et dixo:
«Sennor, desnudo sali del vientre de mi madre que era la tierra, et desnudo me efresco a ella. Et, Sennor, reçibe la mi alma entre conpanna de tus siervos». Et baxo las manos con la candela, et adorola en creencia de Sancti Spiritu. Et mando a toda la clerizia rezar la ledania et cantar Te Deum laudamus en alta boz. Desi, muy sinplemiente et muy paso, enclino los ojos et dio et espiritu a Dios. Et la su alma sea heredada con los sus santos fieles en la gloria de su sancto reyno durable; amen.
[1]Primera Crónica general. Nueva Biblioteca de Autores Españoles, 1906, vol. V, tomo 1. Números 1132y 1133, págs. 772y773.
El hombre que sólo tiene en consideración a su generación, ha nacido para unos pocos,después de el habrán miles y miles de personas, tenlo en cuenta.Si la virtud trae consigo la fama, nuestra reputación sobrevivirá,la posteridad juzgará sin malicia y honrará nuestra memoria.
Lucius Annæus Seneca (Córdoba, 4 a. C.- Roma, 65)
Actualmente hay 1 usuarios viendo este tema. (0 miembros y 1 visitantes)
Marcadores