Re: Buscando respuestas
Iniciado por
Baguz
[/I]Su abuelo paterno, mi tatarabuelo, se llamaba Vicente Ballester García, nacido en Valencia durante el primer trimestre de 1821. ¿En qué guerra carlista participaría? ¿En qué división? etc etc...Saludos en Cristo.
Pues casi descartaría la Primera Guerra (1833-1840) pues su antepasado a comienzos de ella era un niño, pero es posible que ya en sus momentos finales se hubiese podido incorporar a filas.
La Segunda Guerra (1846-1849) fue un conflicto circunscrito casi a Cataluña. Pero si él vivía en Valencia, posiblemente tuvo la oportunidad de alistarse pues por entonces y en base a la fecha de su nacimiento, tenía entre 25 y 29 años.
Para la Tercera Guerra (1872-1876) parece que ya era algo mayor y sus escenarios principales estuvieron en Navarra y País Vasco, si bien afectó a Cataluña igualmente.
En cuanto a los datos concretos que comenta, representa ya un trabajo de investigación serio. ¿Por dónde empezar?, pienso que sería conveniente dirigirse aquí:
https://carlismo.es/ donde posiblemente puedan orientalo.
Buena suerte y un saludo en Cristo.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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