El Estado es una organización administrativa con autoridad política, que recoge de la Nación, para ponerse al servicio de los intereses de ésta. En el caso de nuestra nación, pues, el Estado Español, es el ente político administrativo, que debe servir a los intereses de los nacionales españoles y de España, en el presente pero también de cara al futuro.
El uso del lenguaje para tergiversar conceptos y sentimientos
Por eso la actual clase política, periodística, etc.. hace el más grande de los ridículos, cuando, acomplejados, para evitar el uso de la palabra España, a la que parecen temer, hablan de los ríos del Estado, el clima del Estado, etc... como si el Ebro pasara por algún ministerio, o lloviera sobre alguna Subsecretaría o Dirección general.
Esta forma de expresarse no quedaría más que en eso, un ridículo semántico, sino fuera porque expresa la intención subliminal que quieren inculcar los que promocionan este tipo de lenguaje: Hacer desaparecer el concepto de España como realidad metafísica, considerándola solo una imposición artificial de carácter burocrático.
La pretensión que hubo de equiparar España, a los estados de las pseudonaciones artificiales surgidos de la descomposición del Imperio Austro-Húngaro, como Yugoslavia o Checoslovaquia, que subyugaban diferentes naciones reales, es una peligrosa maniobra, que trata de engañar al pueblo español para eliminar las base de su sentimiento nacional.
En esa línea, que esta empleándose en otros muchos campos, de confusión y prostitución del lenguaje (cada palabra representa un concepto, y transformando su uso de manera solapada se esta manipulando las ideas de quienes las emplean) la legislación actual y la clase dirigente, con evidente intencionalidad, emplean incorrectamente el termino nacionalidad para hablar de algunas regiones, cuando "nacionalidad" es "la condición o cualidad de pertenecer a la comunidad de una nación", pero usándose con la intención de ir dejando en el subconsciente colectivo la idea de que estas "nacionalidades" son naciones sin estado. Y por ello, y para alcanzar la plenitud política, en busca de Estado.
Las manipulaciones de la historia, en la mejor línea orwelliana, hoy moneda común en los programas educativos, en las que se inculcan estos conceptos y que sufren las nuevas generaciones de españoles, privan a éstas de la fuerza moral y el alimento espiritual que les servirían para afrontar con fuerza las dificultades del mundo que viene
Estas consideraciones que pudieran parecer elucubraciones, sin interés para los que ya, con suicida actitud social, no sienten el amor a España, tienen después importantes repercusiones materiales. Así los españoles, según su "nacionalidad" no son iguales ante la ley y no tienen los mismos derechos, porque una misma ley no rige para todos los españoles: diferentes impuestos, imposibilidad idiomática de usar instituciones académicas que sin embargo paga, imposibilidad de traslados interregionales, etc...
Y cada español, sea de la "nacionalidad" que sea, es más débil y esta en desventaja con el resto de ciudadanos de otros países porque se enfrenta desunido y en solitario, sin una conciencia de fuerza nacional, al proceso globalizador que esclavizará a los hombres que no concurran a él desde posiciones firmes .
Alberto Fernández
www.arbil.es
Vita hominis brevis:ideo honesta mors est immortalitas
Que no me abandone la Fe,cuando toque a bayoneta,que en tres días sitiamos Madridy en otros quince la capital, Lisboa.
Sic Semper Tyrannis
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