El poder de los mitos, le pese más o menos a la historiografía materialista -liberal o marxista- es el motor de los pueblos. Pero, si pongo aquí una reseña de los mitos del "Rey Perdido"... Es con un afán distinto al del "erudito" o el "arqueólogo". ¿Habrá alguien que me entienda? Pues, si se me entiende... Que selle sus labios y piense que la Historia siempre tiene gérmenes futurígenos. Lo que hay que hacer es saberlos plantar, cultivar y esperar a recoger los frutos.
EL REY PERDIDO... EN EUROPA Y PERSIA.
En Escandinavia se dice que Ogier de Dinamarca se encuentra oculto en lo más profundo de una montaña, o bien en los subterráneos del castillo de Kronburg, de donde surgirá al fin de los tiempos para salvar a su país.
De ciertos emperadores germánicos de la Edad Media -Federio I y II-también se dice que volverán, creyéndose que habitan en el seno de las montañas Odenberg o el Kyffhäuser...
En Francia, se cuenta que Carlomagno tampoco está muerto, sino que aguarda el tiempo en que regrese al mundo, para ponerse al frente de sus tropas. El Delfín de Francia, Luis XVII, desapareció sin dejar rastro de la Torre del Temple de París tras el guillotinamiento de sus padres...
En Inglaterra, el Rey Arturo, famoso protagonista del Ciclo artúrico de la Tabla Redonda, después de la batalla contra las fuerzas del mal representadas por Mordred, se retira a la isla Avalón... Convertido en cuervo. De esa isla enigmática -según las leyendas- retornará. En este caso se cuenta una anécdota muy curiosa. Atestiguan los cronistas que acompañaron a Felipe II a Inglaterra, con motivo de su boda con María Tudor, que... "en el año de mil y quinientos y cuarenta y cuatro, estando viudo el Católico Rey nuestro señor Don Felipe, por ser muerta la princesa de Portugal (...) se casó en Inglaterra, y ciudad o villa de Hunchistre, dond está la tabla redonda de los veinticuatro caballeros que instituyó el Rey Artus de Inglaterra (...) y es fama común que el rey Artus está encantado en aquella tierra, en figura de cuervo, y hay entre ellos grandes penas para que el que mata cuervo, y que ha de volver a reinar...". Y a pesar de la fama de taciturnidad que orla a Felipe II, nuestro Católico Monarca, tras escuchar aquella leyenda de boca de algún inglés de los que acompañaban al séquito español, dijo -y no sé si ello fue en clave de humor- lo que recoge un cronista J. del Castillo: "Y cierto dicen que su majestad el Rey don Felipe nuestro rey juró que, si el Rey Artus viniese en algún tiempo, le dejaría el reino...".
Pero no sólo será en el ámbito europeo. Si vamos a la antigua Persia encontraremos tal vez una de las formulaciones más arcaicas de este "mitologema". Así, pues, en la religión de Zaratustra encontramos el "Saoshyant" avéstico -"soshans" pelvi-, entendido como el Salvador del Mundo que permanece oculto hasta el momento de su manifestación; el mazdeísmo posterior elevará a tres el número de los "saoshyants", nacidos todos de la semilla de Zaratustra, depositada bajo la custodia de 99.999 fravashis (entidades misteriosas mazdeístas que pueden identificarse con los "ángeles" del judaísmo) en el lago Kansaoya, cuando tres vírgenes inmaculadas se bañen en las aguas lacustres. El último de los tres saoshyants aparecerá en el momento del Juicio Final y acabará con los enemigos del orden de la verdad.
EL IMAM O CALIFA OCULTO EN EL ISLAM...
El mito también resonará en el chiísmo musulmán. Sabido es que el chiísmo es una de las escisiones del Islam, uno de los motivos de cisma que en el Islam se produce muy tempranamente siempre serán las discordias religioso-políticas producidas por la legitimidad avalada genealógicamente de los "Califas". El chiísmo, a su vez, se escindirá en dos grandes sectas: 1ª. la del chiísmo imamita -también llamado de los duodecimanos (el que reconoce doce califas) y 2ª. la de los ismaelitas -también denominados "septimanos" (que reconocen seis califas y un sexto califa oculto -samit-), ambos... esperan que el "imam" o "califa" oculto aparezca en la Historia fáctica como Mahdi -guía- o Qa'im al-Zaman -salvador del mundo. Diversos personajes, a lo largo de la dilatada historia del Islam, han sido identificados como "Mahdis": uno de los últimos fue Mohammed Ahmed (1845-1885) que se apoderó de Sudán allá por 1880, después de asesinar al gobernador británico Gordon.
Es, pues, éste del Rey Perdido uno de los motivos más antiguos y recurrentes, no restringido al ámbito europeo. Se trata de un personaje que, desaparecido o muerto -aunque sus seguidores nieguen su muerte-, se piensa que retornará en majestad casi mesiánica para establecer un Reino en el que imperará la Justicia.
EN LA PENÍNSULA IBÉRICA.
En la Península tenemos un mito muy poderoso: la desaparición del joven Rey de Portugal D. Sebastián en la calamitosa derrota de Alcazarquivir. Esta pérdida dará motivo para que en el país hermano se levante el mito del "sebastianismo", aprovechado por algunos, como el pastelero de Madrigal que, aprovechando su parecido fisiognómico, se hizo pasar por D. Sebastián, poniéndose a sueldo de los independentistas lusitanos como un impostor.
Pero, ¿y en el resto de la Península? De Otger Catalón -el mítico fundador de Cataluña, algo parece que se cuenta que tiene todos los visos de reproducir el mito del Rey Perdido... Y agradecería que algún catalán de los muchos que participan en el Foro nos aproximara un poco más la historia de Otger Catalón.
Pero, estudiemos ahora el caso de la desaparición del último de los Reyes Godos de la Gothia Hispánica: el Rey Rodrigo que, tras los estragos en la batalla de Guadalete, se convierte en el Rey Perdido de la España Perdida.
Pedro de Escavias, un cronista del siglo XV, cuenta en su "Repertorio de Príncipes de España" que: "E el rey Rodrigo, a las veces fuyendo e a las veces tornando, sufrió mucho la batalla. Pero al fin, los cristianos, seyendo los más dellos muertos, fueron venzidos e puestos en fuida. E aquí non se sabe qué fue del rey don Rodrigo, ni si murió o escapó, salvo que la corona, e los paños reales, e su divisa, e los zapatos adornados de oro e piedras preciosas, e su caballo que decían Orelia fueron fallados en un tremedal, cerca del río de Guadalete, sin el cuerpo. E dice don Lucas, obispo de Tuy, que cree que murió allí batallando e que lo mató el conde don Julián, como quier que no lo sabe de cierto."
D. Rodrigo pasará así al imaginario de los españoles como un Rey Perdido que retornará, aunque hemos de decir que, a la vez que se construye este mito sobre él, también asistimos a una campaña de detracción que lo hace culpable por sus pecados de la misma pérdida de España. Sus pecados: la lujuria, al amancebarse con la Cava y la soberbia, esa prepotencia impía al violar los candados de la Torre de Hércules.
Pero el mito no acaba ahí... Habrá otros "Encubiertos" en la Historia de España.
Pero, eso será para otro post.
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