" QUEIPO DE LLANO: MEMORIAS DE LA GUERRA CIVIL ", POR JORGE FERNÁNDEZ-COPPEL
[La Esfera de los Libros]
Aquí os traigo el otro préstamo literario del que no hace mucho tiempo os hablé. César Vidal ha dicho que es un libro fundamental para completar la historiografía sobre la Guerra Civil; quizá en ese sentido no le falte razón. Por eso mismo hasta un nieto del general y de Alcalá-Zamora, que prologa el libro, se lamenta de que no hayan salido antes.
Se compone la recopilación de los propios informes militares de Queipo de Llano desde cómo organiza el Alzamiento del 18 de Julio en Sevilla. Informes militares y sus propias impresiones sociales, políticas y económicas, tanto antes como en y después de la guerra; así como alguna de su interesantísima correspondencia; con anotaciones de su hijo y el prólogo de su nieto ( También nieto de Alcalá-Zamora ), el cual se lamenta de que estas memorias no hubieran salido antes.
En líneas generales, me ha llamado mucho la atención lo siguiente:
- En la descripción de la barbarie roja en Sevilla, la furia anticristiana que llevó al destrozo de buena parte del patrimonio artístico, histórico, cultural y espiritual de nuestro pueblo; en ese contexto, el pueblo calé apoyó sin fisuras al Alzamiento, sobre todo tras presenciar el sacrilegio del fuego contra el Cristo de los Gitanos. Ya sabemos lo bien que respeta el matrix progre a las minorías étnicas, como lo comprobó el Santo Pelé, que en la Gloria de Dios se halla. Describe muy vivamente cómo se la jugó en la organización, y cómo los carlistas se fueron con Redondo porque, según sus palabras, tenían un concepto equivocado de él. También describe las gestiones del falangista Pepe el Algabeño. De cómo, en general, con muy pocos medios, con bravura y sagacidad Sevilla fue la cuna del Alzamiento. Y de cómo hasta él mismo recogió que, a decir de muchos rojillos, Queipo hacía más daño con la radio que un desembarco de legionarios y regulares. Mi llorada abuela paterna recordaba aquellas palabras de la radio hispalense: " Hijos de la Pasionaria y de la Nelken, la canalla marxista....".
- Se ve en sus impresiones la honda conmoción que le supuso el vil asesinato de J. Calvo Sotelo, un hombre de madera política que según él molestaba e irritaba a un régimen de tiranos como fue la II República.
- La crudeza realista con la que desarrolla la indignidad de un gobierno que trucó las elecciones y de unos políticos caciquiles y miserables que estaban llevando a la patria a la ruina y eran responsables directos de los más variados y espeluznantes crímenes ( Y todavía colea Carrillo....). Insiste mucho en la cobardía frentepopulista; de cómo en Sevilla siempre salían huyendo y en sus fugas, se daban al saqueo de iglesias y de todo lo que oliera a cultura ( Olé el almodovarismo leninista ), pero huían cuando unos militares y unos requetés y falangistas, aun a veces en inferioridad de condiciones, les presentaban batalla con sus mismas armas. Lo de siempre....
- Sus impresiones sobre los militares italianos no son nada, pero nada buenas. Alude mucho a la falta de mando y de valentía. Quizá de ello, y también fue secundado por los rojos, el tópico del " italiano cobarde "; que decían los rojos preferir enfrentarse a ellos antes que a los legionarios o a los requetés. No sé, la verdad. El libro en sí tiene mucho de puramente militar y yo ahí, como en tantas otras cosas, soy totalmente ignorante.
- Su enfrentamiento ardoroso en especial con el general Varela y con Serrano Súñer.
- La explicación de la elección de F. Franco y su relación contradictoria con él; hasta que el general gallego se baja del borrico y termina, sui generis, reconciliándose, concendiéndole a los años la Gran Cruz Laureada de San Fernando. Sus diferencias tácticas en la guerra y sus críticas hacia el mismo Franco Bahamonde, en especial, en el avance sobre Madrid. Le echará mucho en cara que es el último general que se sumó al Alzamiento.
- El mito del " Queipo borracho ", desmontado por sus propios camaradas. Queipo de Llano padecía una enfermedad hepática desde muy joven y apenas probaba un vino de tarde en tarde para comer.
- La denuncia del intento totalitario que fue el partido único, que fue el " refugium pecatorum " de toda clase de criminales y enchufados, tanto de aquellos que en la república oscilaron entre derecha e izquierda según el día y aquellos comunistas, socialistas y anarquistas cobardes que no quisieron combatir y se hicieron más franquistas que Franco. Es una acusación directa al que él mismo ayudó a nombrar Generalísimo, el mismo que hizo a Queipo consejero del mentado partido único. Empero, Queipo suele diferenciar con vehemencia a los " falangistas primerizos " del partido único. No comulgaba demasiado con las ideas falangistas, pero respetaba su valor y apreciaba su sufrimiento. Él mismo liberó a muchos presos falangistas de Sevilla. A los secuaces del partido único va a acusar de los asesinatos de Begoña. Según Queipo, el carlismo tenía un programa político muy trabajado y los enchufados no podían soportarles porque eran contestados por los boinas rojas con altivez y razón. No es que Queipo comulgara más con los carlistas, pero sus palabras suelen ser de hondo respeto, como en especial para los sevillanos Barrau en Sevilla. Asimismo, Queipo culpa al mismo partido único que fue idea de Franco como el causante de los desastres económicos de España tras la guerra; y lo describe como algo que le recordaba al socialismo.
- La carta con Eugenio Vegas Latapié, donde hace una semblanza autobiográfica sobre lo que ha sido su vida y sus intervenciones. Un cúmulo de curiosas contradicciones, a mi juicio; como ejemplo ilustrativo, valga su enconada defensa de su consuegro Niceto Alcalá-Zamora. Explica sus iniciales simpatías por el maurismo, su desencanto y enemistad con el general Primo de Rivera y Alfonso ¿ XIII ?, con su posterior participación en el golpismo republicano. Lo mismo se presenta como apolítico que es incisivamente político. Aparte, hay una carta muy curiosa de un monárquico muy cabal y tradicional, firmada por un tal " Manuel ", que el hijo de Queipo cree que es Fal-Conde. No sé, la verdad, pero es muy interesante.
- La tremenda acogida que le brindó el pueblo sevillano al apodado " Virrey de Andalucía " tras la llegada del " exilio dorado " de Roma; y sus últimos días en el cortijo de Gambogaz. Le echará en cara a Franco que no recompensó a Sevilla como debió, pues según él, sin Sevilla no se comprendería la Guerra de Liberación.
- En verdad se ve a Queipo como un hombre culto, por más que la mamandurria pseudohistoriadora al servicio del estado ladrón quiera imponer sus tópicos.
Con todo, leyendo su propia obra, el personaje de Queipo de Llano me sigue pareciendo enigmático y contradictorio, espontáneo y a veces oscuro, bravío y vanidoso. En especial esto último lo subrayaría, pues pecó mucho de inmodestia, a mi modo de ver. No me acabo de enterar si Queipo fue siempre católico ( De hecho, muy raras veces habla de la guerra como Cruzada; habla de " movimiento " o incluso " revolución anticomunista " ), tampoco; pero al menos, en sus últimos años sí que bien lo parece.
Dice César Vidal que este libro es fundamental como aportación comprensiva para la historiografía de la Guerra; en este caso, casi le doy la razón.
Al fin y al cabo, una obra muy interesante, de todo un personaje. Y en cierto modo un antídoto contra Ian Gibson y demás caciquillos sociatas.
· Entrevista con Jorge Fernández-Coppel en La Linterna (Cope)
Primeras páginas
del libro
* Sobre la memoria histórica en Sevilla:
Estampas de la Guerra Civil en Sevilla
Una aportación documental de Concha R. Worth desde Georgia, E.U.A.
"Los pueblos que no conocen su Historia están condenados a repetirla" (Jorge de Santayana)
Portada del libro
Portadilla del libro
Desde el Estado de Georgia, en los Estados Unidos,
una profesora sevillana de Historia del Arte, doña Concha R. Worth, nos ha enviado esta interesante aportación al contenido de El RedCuadro, cuales son algunas de las impresionantes imágenes del rarísimo libro "139 fotografías del Movimiento Nacional en Sevilla", publicado en Sevilla, sin año (c. 1936), "editado por Narciso Espinosa de los Monteros y Manuel Gómez Moreno", según reza en su portada. En la contraportada figura el precio, 2,50 pesetas, y el pie de imprenta: " "F. E." - Calle la Mar, 30 - Sevilla". (Esta imprenta corresponde a los talleres del diario falangista "F.E.", fundado en Sevilla en los comienzos de la guerra civil utilizando las rotativas y el edificio del incautado periódico republicano "El Liberal". "El Liberal" estaba en la calle García de Vinuesa (calle de la Mar en el callejero tradicional sevillano) y estuvo dirigido durante largos años por el periodista don José Laguillo. Tras el triunfo del Frente Popular en las elecciones de febrero de 1936, pasó a dirigirlo Diego Martín Nuñez. Entre otras razones, "El Liberal" fue incautado porque en sus máquinas se imprimieron el 17 de julio las octavillas disuasorias de propaganda, que aviones de Tablada leales al Gobierno de la República lanzaron sobre las ya sublevadas fuerzas del Ejército de Africa. Tras un incendio de la sede de la calle de la Mar. este diario falangista "F.E." pasó luego a la calle Santander, junto a la Casa de la Moneda, y cambió el título por el de "Sevilla, diario de la tarde", que, a su vez, dio origen al diario "Suroeste", cerrado con la democracia, al ser suprimidos los antiguos medios informativos de la Secretaría General del Movimiento.
(Continuará en próximas entregas en esta sección de El RedCuadro)
Texto original del libro
Imágenes:
Tiroteo en la Plaza Nueva y un coche de los milicianos abatido
La Plaza Nueva bombardeada, y Pedro Parias
Ramón Carranza, saqueo de la Casa Luca de Tena y San Roque destruido
Omnium Sanctorum y las Mercedarias, destruidos
La destrucción de Santa Marina
Casas destruidas y voluntarios nacionales
Los nacionales toman Sevilla
Las barricadas de San Julián y San Marcos
Enlace a "Spanish Civil War: The Poster of the Spanish Revolucion", una interesante colección de carteles de propaganda editados en la zona republicana durante la Guerra (In)Civil Española : http://burn.ucsd.edu/scwtable.htm
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