El problema es que estos indoctos no tienen ni idea de quién era Guy Fawkes. Les parecerá guay porque les sonará a malote y anti-sistema, pero en el fondo, como en el caso de Democracia Real Ya no hacen sino regurgitar la papilla ideológica del sistema, cuando no caen en el nihilismo más absoluto. Y el problema del nihilismo revolucionario es que es como una bestia descontrolada: hoy les toca a los otros y mañana nos toca a los de esta orilla.
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