Respuesta: España: ¿La culpa la tienen los inmigrantes?
Juan Díez Nicolás es sociólogo, pero hay aspectos que o no menciona, o que no están recogidos en las citas. Hay que partir del hecho de que los inmigrantes como tales no son responsables de querer comer todos los días , de que lo hagan sus familias, de que sus hijos reciban una sanidad que les parece un sueño y de que, además, puedan integrarse en una sociedad que les promete todo a través del sistema educativo.
Por tanto, eso es lo que quieren todas las madres y padres habidos y por haber en cualquier rincón del mundo. Así que, no son ni culpables ni responsables, pero alguien tiene que cargar con esos problemas que empiezan a plantearse.
En realidad, España no estaba preparada, y sigue sin estarlo, para el aluvión inmigratorio que se ha venido produciendo en pocos años. Pero con unas políticas cínicas y perversas se ha permitido que aquí viniese todo aquél que tuviera el valor de afrontar riesgos y penalidades. Y digo que son políticas cínicas y perversas porque simultáneamente se han negado verdaderas políticas familiares favorecedoras del aumento demográfico: ¿cuántas familias hay en España hoy en día con 3 ó 4 niños? Y no digo nada de aquellos matrimonios que tenían unos cuantos más, como por ejemplo mis propios abuelos por ambas ramas: 8 hijos en cada familia.
Por supuesto lo más grave, con serlo, no es la falta de ayuda a las familias, sino la suicida y criminal política pro-abortista que ha procurado hasta ahora el asesinato de cientos de miles de españoles que nunca lo serán, y ya veremos los resultados en el futuro. No hay país más depravado, más degenerado, sociedad más decadente, absurda y digna de desaparición, que aquella que asesina a sus propios niños. Y esto es lo que hay, una minoría de políticos ineptos, innecesarios, que nadie ha llamado, sinvergüenzas, con alma de delincuentes y actitudes de siervos de la gleba, que han parasitado socialmente España.
Ahora lo estamos pagando nosotros y los inmigrantes, personas ante las cuales el español medio no tenía pre-juicio negativo alguno, empiezan a ser vistas como "enemigas", y es que no sólo se resisten a retornar ante las promesas del "Mentiroso de La Moncloa" del "demagogo profesional" que promete y promete que él nos va a sacar del mismo pozo en el que por su absoluta ineptitud nos ha metido, es que, además, muchos no tienen suficientes medios para hacerlo, en particular aquéllos para quienes tomar un avión es obligado.
Y no lo olvidemos, la crisis no se va a acabar ni en este año, ni en el que viene, ni en otros 10. Pero cuando la población parada supere el 25%, cuando las pensiones de invalidez, jubilación orfandad y viudedad no estén garantizadas, cuando la gente que termina sus estudios y su formación no encuentren empleo por ninguna parte, entonces que nadie se sorprenda ante dos hechos que serán inevitables: de un lado surgirán actitudes xenófobas y racistas que serán aprovechadas políticamente, y para "sorpresa" de todos España volverá a ser un "país de emigrantes". Dicho en otros términos, se habrá consumado un proceso de flujo y reflujo impensable en los años del "pelotazo de los nuevos ricos". Y alguien tiene que cargar con las consecuencias, alguien es responsable, individual y colectivamente hablando, aquí hay unos cuantos que tienen parte alícuota de la que responder.
¿Solución? Sí, sí que la hay, pero es "quirúrgica": cambio de Constitución, desaparición del sistema autonómico, desaparición de los partidos políticos causantes de la debacle, debate nacional sobre el sistema económico y referéndum sobre la forma de Estado.
La cuestión es si los españoles estamos preparados para meternos en semejante reforma, si estamos dispuestos a empezar con esa tarea, si vamos a permitir que la actual lacra político-sindical siga medrando o se les pone en el lugar que les corresponda según responsabilidades... ¿ lo estamos?
También podemos mirar por un lado positivo: ¿igual este problema de la inmigración es la mecha que hace falta para que salte toda esta tramoya de golfería institucionalizada que ha acabado por deshacer España?
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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