Re: Disturbios raciales en Lavapiés
Según el sinvergüenza de Ramoncito Espinar, hijo predilecto de su padre corrupto poseedor de una tarjeta black, y corrupto niñato que no dudó en comprar y vender una vivienda de protección oficial (prohibido por ley) , la culpa de los incidentes ocurridos la tienen grupos de ultraderecha que no dudaron en infiltrarse y jalear a los senegaleses que estaban reunidos para el funeral de su compatriota. Este sujeto que ya nos tiene acostumbrados a toda clase de mentiras, desde su puesto de secretario general de PODEMOS-Madrid, no ha caído en la cuenta que como líder de tales grupos estaba presente Juan Carlos Monedero, y al que desde la Cadena CUATRO de televisión estuvieron entrevistando en directo. Por cierto, el tal Monedero no habló de esos grupos, habló, si, pero de los partidos habituales, y fueron muy emotivas sus palabras lacrimógenas sobre los inmigrantes, pero nada sobre grupos de ultraderecha. Por supuesto, ayer no estuvo en la manifestación de venezolanos en Madrid en contra de la dictadura de Maduro, ni estuvo, ni se le esperó.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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