En otro hilo iniciado hoy mismo se ha planteado el volumen de la inmigración, si no recuerdo mal, alrededor del 9%, y en Catalunya en concreto alrededor del 12%. Según datos, en Catalunya la inmigración, de enero 2000 a enero 2006 representa un millón más de personas.

Estamos hablando -y ya se ha comentado- de un volumen espectacular. Lo que quería sugerir es sumar estos datos a un modelo turístico basado en superar cada año el número de visitantes. Parece un fracaso si un año se ofreciesen datos inferiores al anterior. La proliferación de líneas aéres de bajo coste ha implicado también un incremento exponencial del número de turistas.

No tengo los datos de afluencia de turistas a la ciudad de Barcelona, pero son millones a lo largo del año. Sumemos buena parte de este millón de inmigrantes, ya que a pesar de que se distribuyen ampliamente, la mayor concentración -en Catalunya- se produce en el área de Barcelona.

El resultado es una densidad poblacional inasumible y en la que nadie piensa ni ofrece soluciones. Un primer impacto se produce en la vivienda. Según datos del INE hay una vivienda por cada dos españoles. Algunos deben tener muchas. O muchas están fuera del circuito. El acceso a la vivienda es un problema espectacular. Hay una presión poblacional tan bestia que los números se convierten en números imposibles. La población inmigrada recurre a la vivienda compartida o se instala en depauperadas condiciones en barrios que nunca conseguirán regularizarse, llegar a los mínimos propios de nuestra civilización. La proliferación de pisos a disposición del turismo hace el resto.

Pero lo peor y menos estudiado es la repercusión cotidiana en nuestra vida, en nuestro "way of life". Puede alguien dimensionar una estructura de transporte suficiente para encajar las cifras de población de las que estamos hablando? Creo que no. Puede el sistema sanitario asumir el volumen de prestaciones que exige la nueva población inmigrada y el turismo de masas geriátrico? Creo que no. Puede el sistema comercial familiar soportar las ayudas, exenciones y componendas del nuevo comercio inmigracionista. Creo que no, y todos perdemos. Puede nuestro ecosistema y nuestros recursos naturales asumir este volumen de población, estable, pasante o lo que sea... Creo que no.

Los coches oficiales y sus vidrios ennegrecidos alejan esta realidad de los políticos. Alguien debería estudiar cuál es la densidad de población que se está asumiendo. Muchos días, en Barcelona, más parece Calcuta o Bombay que una ciudad europea. No sólo es imperativo establecer la inmigración no asumible y actuar en consecuencia, sinó que también debería establecerse una reflexión contundente sobre el volumen de turismo que puede asumir el territorio, y especialmente las ciudades. Deberían limitarse las licencias de apertura de nuevos hoteles, pensiones, hostales. O amortizar plazas. O lo que sea.

En definitiva, debería reflexionarse sobre la suma del impacto de la inmigración más nuestro modelo de turismo de masas sobre nuestra vida cotidiana. Y, me viene la risa fría al escribirlo,... hacer algo!!