Las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla han arremetido duramente contra el Gobierno central porque consideran que las ha excluido del acuerdo de repatriación de menores suscrito con Marruecos. Los gobiernos autonómicos critican el argumento esgrimido por el ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, quien justificó la imposibilidad de repatriar a los menores por la ausencia de un Consulado de Marruecos en Ceuta y Melilla. Las administraciones autonómicas tildaron de "incomprensibles e inaceptables" estas explicaciones y aseguraron que el Ejecutivo central se está plegando a las presiones marroquíes.
En el trasfondo de la polémica subyace la negativa del reino alauí a reconocer la soberanía española sobre ambas ciudades, ya que sostiene que son plazas "ocupadas", y por este motivo, no crea una legación diplomática. Así, mientras la Junta andaluza presume de que los expedientes de los menores no acompañados que tiene a su cargo se resolverán en el mes de Septiembre, en Ceuta y Melilla los trámites están paralizados, según denuncian los gobiernos autonómicos, ambos del PP. "El Ejecutivo está aplicando unas pautas para todo el territorio nacional menos para Ceuta y Melilla. Tal vez debemos recordar a Caldera que Ceuta y Melilla también son España. En esta cuestión y en otras muchas, el Gobierno está cediendo ante Marruecos. El Ejecutivo jamás debería plegarse a peticiones que no son legítimas", declaró la consejera portavoz del Gobierno ceutí, Yolanda Bel. Desde Melilla las quejas se repiten ya que, según el testimonio de la consejera de Bienestar Social, María Antonia Garbín, los centros de menores están colapsados y se está produciendo una situación de hacinamiento. Garbín apunta a que la medida puede generar un efecto llamada sobre los menores que entrarán por Ceuta y Melilla, en lugar de por otras comunidades autónomas, si saben que desde allí no van a ser repatriados.
A diferencia de las devoluciones a Marruecos de sus compatriotas adultos, las repatriaciones de los menores son muy complejas, ya que es necesario intentar localizar primero en su país a los parientes de los niños para devolverle a su entorno familiar. Tanto el Gobierno de Aznar como el de Zapatero han realizado numerosos intentos con el fin de que Marruecos aceptase el retorno de sus menores, pero hasta ahora el reino alauí se había negado a colaborar. Sin embargo, durante la pasada cumbre celebrada en el mes de Julio, Marruecos se comprometió a dar instrucciones a sus consulados para agilizar los expedientes. Los gobiernos de Ceuta y Melilla también se quejaron entonces de que no habían sido invitados a la reunión mientras que otras comunidades, como Andalucía, sí acudieron.
Las críticas se producen justo cuando en los últimos meses se está registrando una gran avalancha de menores y ayer mismo fueron once los que arribaron en una patera a Motril (Granada). Las mafias han cambiado de método y están convirtiendo a los niños en el centro de su negocio, a sabiendas de que no son deportados y permanecen tutelados por las autonomías hasta los 18 años. De cualquier forma, el perfil de los menores que se instalan en España ha variado por completo, ya que si antes llegaban los llamados niños de la calle, ahora vienen también jóvenes de familias acomodadas. La mayoría de los que entran en Ceuta y Melilla no lo hacen saltando la valla, sino que se cuelan por los puestos fronterizos aprovechando la gran afluencia de personas. El director general del Área del Menor de Ceuta, Juan Manuel Hernández, denuncia que los menores no están desamparados, sino que permanecen en contacto con sus familias marroquíes e incluso vuelven a su país durante las fiestas de sus pueblos. A su juicio, sería fácil reagruparles si Marruecos cooperase, pero se muestra pesimista: "Ni Ceuta ni Melilla vamos a repatriar a ningún menor porque el Gobierno no quiere enfadar a nuestros vecinos".
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