EL PATRIMONIO DE JOANOT MARTORELL
Portada de la edición en castellano de "Tirant lo Blanc"
UN DESTINO VALENCIANO, UN DESTINO IBÉRICO
Cuando en octubre de 1966 Ernst Jünger visita Lisboa, el escritor alemán hace una reflexión al hilo de su lectura de "Os Lusiadas" de Camoes: "Las similitudes entre el destino de Camoes y el de Cervantes causan una impresión extraña: batallas navales, prisión, disfavor de los príncipes, celebridad mundial después de la muerte. Cervantes fue alcanzado en un brazo en Lepanto, Camoes perdió un ojo ante Ceuta. Como en muchas vidas ibéricas, también en la suya interviene el mar con sus mudanzas engañosas; es algo que podría ampliarse asimismo a Colón y a los conquistadores" ("Pasados los setenta I (1965-1970".)
También podría ampliarse a nuestro Joanot Martorell, el insigne autor de "Tirant lo Blanc".
Probablemente, Martorell nació entre los años 1405 y 1410, en el hogar de una familia perteneciente a la baja nobleza. Empero, aunque sus antepasados habían gozado de una considerable fortuna y mucho favor real, Martorell no tuvo suerte. El abuelo de Martorell, Guillem Martorell, había sido caballero de la boca del Rey Martín I el Humano, y el mismo padre de nuestro escritor -Francesc era su nombre- había sido hombre de confianza de su Rey, desempeñando además otros cargos. Al fallecer Francesc Martorell en 1435, padre de Joanot, la holgura económica de la familia mengua y, cayendo en picado... La casa Martorell se hundirá en la ruina, cebándose la desgracia con ellos.
Y no sólo el espectro de la pobreza va a ensombrecer la casa de los Martorell, para colmo de sus males también el deshonor mancillará a la familia. Damiata, hermana de Joanot, será seducida por Joan de Monpalau. Tras ceder a los requiebros de Monpalau, la incauta Damiata le concederá sus favores carnales, fiada en la promesa de matrimonio que le hace el bellaco. Cuando llega la hora de la verdad, Monpalau la deja en la estacada.
Como el caballero andante Tirant lo Blanc, creación literaria suya, Joanot tendrá que salir al paso del honor de la hermana retando a duelo -toda una ordalía- al falsario Monpalau.
Lema de la Orden de la Jarretera
La prohibición real que impedía los duelos a muerte en Valencia empujará a Joanot a partir de la patria, a la busca de padrinos para su desafío. En su viaje llega a Inglaterra, donde el rey Enrique VI acoge a nuestro valenciano con muestras de simpatía. El rey inglés acepta presidir el combate. Pero el cobarde Monpalau rehuirá la cita, compensando económicamente a la familia Martorell. La estancia en Inglaterra familiarizará a Martorell con la pompa y el boato caballeresco.
En "Tirant lo Blanc" nos contará la fundación de la Orden de la Jarretera, la más antigua de las órdenes de caballería inglesas, fundada por Eduardo III el año 1348, también nos describirá la magnificencia de aquella orden inglesa:
Enrique VI de Inglaterra, valedor de Joanot Martorell
"Primerament, fos feta una capella sots invocació del benaventurat senyor Sant Jordi, dins un castell qui es nomena Óndisor, ab una gentil vila que hi ha, la qual capella fos feta a manera de cor d'església de monestir de frares, e a l'entrant de la capella, a man dreta, fossen fetes dos cadires, e a la part sinestra altres dos, e d'allí avall, en cascuna part fossen fetes onze cadires, e fins que fossen en nombre de vint-e-sis cadires, e en cascuna qeu segués un cavaller, e sobre lo cap alt de la cadira tingués cascun cavaller una espasa molt ben daurada, e la coberta de la baïna fos de brocat o de carmesí, bordada de perles o d'argenteria, de de ço que a cascú millor li parega, la més rica que cascú puga fer. E al costad de l'espasa cascú tinga un elm a manera fet d'aquells que junyen, e que el puguen tenir d'acer ben febrit o de fusta ben daurat, e sobre l'elm estiga lo timbre de la divisa ue volrà, e en les espatles de la cadira en una planxa d'or o d'argent sien pintades les armes del cavaller, e allí estiguen clavades." (Tirant lo Blanc, cap. LXXXV.)
El lema de la Orden de la Jarretera va en francés: "Puni soit qui mal y pense!" («Vergüenza de aquél que de esto piense mal».)
Eduardo III de Inglaterra, fundador de la Orden de la Jarretera
Retorna a la patria. Pero los pleitos serán la constante en la vida de Martorell y se verá envuelto en otra cuestión, esta vez de propiedades; como Camoes y Cervantes -que llamaran la atención de Ernst Jünger-, este otro caballero y escritor valenciano, como buen destino ibérico, caerá en desgracia ante el rey Alfonso el Magnánimo, con quien muy probablemente estuvo en Nápoles entre 1440 y 1442. Sus viajes, tanto a la Inglaterra como a Nápoles, no le reportarán una mejora económica y en sus últimos años Martorell perderá su casa en Valencia, viéndose obligado a cobijarse en las casas de sus hermanos -Jaume y Damiata- cuando recalaba en su patria chica.
Uno de los pocos bienes que Martorell poseía en su precariedad era el manuscrito de "Tirant lo Blanc". Poco antes de morir, el manuscrito vendría a caer en manos de uno de sus prestamistas, Martí Joan de Galba. Tan pobre fue nuestro caballero que hasta de su autoría lo desposeyeron, atribuyendo la obra a Martí Joan de Galba.
Gracias a Dios, el "Tirant lo Blanc" se publicó en 1490 y con el tiempo se le restituyó la propiedad que nunca tendría que ser enajenada por ser don de las Musas. "Tirant lo Blanc" fue la primera de las novelas de caballería publicadas en la Península Ibérica y su lectura -a ser posible en la lengua vernácula en que fue escrita- constituye un indiscutible placer. Joanot Martorell pudo ser en cuanto a bienes temporales muy pobre caballero, pero como favorito de las Musas fue ubérrimo en fantasía y, como los grandes poetas, su riqueza fue compartida generosamente con cuantos lo siguen leyendo. Misterios que no entienden los expertos en finanzas, los ricos del mundo.
Maestro Gelimer
LIBRO DE HORAS Y HORA DE LIBROS
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