ESTUDIO DE UN FILÓLOGO ESPAÑOL
El Cantar de Mio Cid, escrito en el siglo XIII por un anónimo y considerado como el primer libro de las letras hispanas, incluye elementos de plena actualidad como el rechazo frontal a la violencia machista, según ha explicado Julio F. Hernando, profesor de español en los EEUU.
EFE
El pasaje de la afrenta de Corpes, donde los infantes de Carrión no dudan en agredir y abandonar a sus esposas para vengar un supuesto agravio cometido contra ellos por Mio Cid -padre de las vejadas-, ha puesto como ejemplo Hernando (Gijón, 1966), profesor de español en la Indiana University-South Bend (Estados Unidos).
"La violencia de género, si se la quiere llamar así, ya es en ese momento histórico algo inaceptable. No sólo no tiene el efecto que los infantes pretendían, sino que les hace perder cualquier traza de la legitimidad que podrían tener" en su queja, ha señalado Hernando, reciente autor del estudio "Poesía y violencia. Representaciones de la agresión en el Poema de Mio Cid" (Cálamo).
Para ese filólogo, "lo realmente fascinante es que lo que se pierde no es sólo la legitimidad de los infantes, sino como parece también, la de la violencia misma", ya que el Cid renuncia a su derecho de represalia y pide al rey "que actúe como juez entre él y los ofensores".
Es en esa circunstancia y en el contexto de la Edad Media, donde el derecho y la capacidad de ejercer la violencia es algo habitual "en un constante estado de guerra", donde el profesor Hernando ha encontrado lo que ha denominado "una transición histórica" dentro del sistema penal.
Según Hernando, el Cantar de Mio Cid pone de manifiesto cómo el concepto de venganza se canaliza desde la represalia personal, es decir desde el 'ojo por ojo, diente por diente', hasta su moderna consideración como un atentado contra la sociedad.
"La corte del rey (Alfonso VI), reunida en Toledo, canaliza la venganza, pero también la sustituye", ya que Rodrigo Díaz de Vivar "presenta las ofensas de los infantes como una ofensa al rey", por lo que pide a éste "que los castigue".
A lo largo de su estudio, editado en Palencia, el filólogo se sirve del primer cantar de gesta de la literatura hispana para tratar de desentrañar la complejidad de la violencia en la Edad Media, utilizada entonces como un elemento de "disolución social" a través de las guerras, pero también como una herramienta de ejercicio privado.
En el caso del Campeador, tanto en el libro como en la vida real, éste "debió su éxito a una violencia aplicada con extraordinaria precisión táctica y política", ha concluido Hernando, doctorado en la Washington University y que ha sido lector de español en las de Florencia y Michigan.
Un par de comentarios:
a.) Decir que el cantar es del siglo XIII y anónimo es cuando menos contradictorio. Si se afirma que es del Siglo XIII debiera decirse que lo escribió Per Abbat.
b.) Si el Cid pone el caso de sus hijas en manos del Rey es porque cuando los Infantes solicitan desposarlas, el Cid, hace que sea el rey quien las entregue o conceda.
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